La formación de los precios en el mercado. Los alumnos preguntan leyendo a Böhm-Bawerk (III)

Los alumnos de OMMA-Madrid realizan preguntas sobre el texto de Böhm-Bawerk en relación a la determinación de los precios:

– Aunque en los escenarios de competencia unilateral el valor subjetivo de comprador y vendedor puede ser irrelevante, entiendo que el intercambio tienen que estar por debajo o encima (según el caso) de su valor subjetivo, ¿no?

En el caso de competencia unilateral de compradores estamos en presencia de un monopolio (un solo vendedor). El precio estará por encima de la valoración de ese solo vendedor y entre la valoración del comprador efectivo y la de los compradores potenciales, o si la valoración del vendedor es mayor a la de estos últimos, entre la valoración del comprador efectivo y la del vendedor. En el caso de competencia unilateral de vendedores (técnicamente llamada monopsonio porque hay un solo comprador), el precio estará entre la valoración del vendedor efectivo y la de los vendedores potenciales y si la valoración del comprador es mayor que la de estos últimos entre la valoración del vendedor efectivo y la del comprador efectivo.

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– Apple es una empresa que es capaz de vender su teléfono móvil, iPhone, a un precio elevado respecto de la competencia y con un alto margen. Respecto a la Ley de determinación del precio me surgen varias preguntas:

  • ¿La fijación del precio del iPhone se realiza en Competencia unilateral entre compradores o Competencia bilateral?

Veremos ahora que como el valor es subjetivo, también lo es si un cierto producto tiene sustitutos o no. En este caso dependerá de la oferta y de las preferencias de los consumidores. ¿Estiman algunos que el de Samsung es una alternativa posible? En el caso de que valoren más el Iphone, le da a Apple un cierto rango de maniobra con el precio para estar un poco por encima de Samsung. Pero tiene que mantener esa sensación entre los consumidores en forma permanente porque está claro que Samsung hace todo lo posible para que esa diferencia se vuelque a su favor.

  • ¿Puede ser que el mayor precio esté motivado por que el valor subjetivo de los compradores sea la suma de valores subjetivos de varios medios (necesidad de comunicarse por el teléfono, estatus,…)?

Por supuesto, los consumidores compran una serie de atributos. Como tú dices, un buen servicio, facilidad para manejarlo y…., además un cierto estatus. Todo eso entra en sus valoraciones.

– En caso que fuera un vendedor en un mercado de Competencial bilateral, y quisiera subir los precios de su mercado, ¿qué opciones tengo de que aumenten los precios? Me surgen varias ideas que no sé si son factibles

– ¿Aumentar la valoración subjetiva de los compradores marginales?

– ¿”Echar” del mercado a los vendedores de las parejas marginales?

– ¿Otras estrategias?

En ambos casos lo haces mejorando tu producto, innovando, compitiendo, buscando estar un paso más adelante en la percepción de los consumidores.

¿Por qué es necesario conocer como se determinan los precios para entender la economía?

Porque el sistema de precios es como un gran sistema de telecomunicaciones que permite coordinar las acciones de todos en la economía. Nos señala cambios en las preferencias de los consumidores, en la disponibilidad de los recursos, en las tecnologías. Si ninguna de ellas cambiara, entonces el mercado alcanzaría ese punto de equilibrio (no se modificarían las parejas marginales). En verdad, cambian todo el tiempo por lo que lo que vemos es una “tendencia” permanente a equilibrar.

¿Cómo se forman los precios en los mercados? Los alumnos preguntan leyendo a Böhm-Bawerk (II)

Los alumnos de OMMA-Madrid realizan preguntas sobre el texto de Böhm-Bawerk en relación a la determinación de los precios:

* El precio del mercado ¿garantiza que se vende todo el producto que se ofrece? Si la respuesta es negativa, ¿qué significa entonces la frase “el precio de mercado se establece en aquella zona en que la oferta y la demanda están cuantitativamente en equilibrio exacto”?

No se vende todo el producto que se ofrece ni se compra todo el producto que se demanda. A un determinado precio se igualan la cantidad demandada y la cantidad ofrecida, pero quedan oferentes sin vender (porque valoran el bien más que ese precio y no hay compradores dispuestos a pagar ese precio mayor) y compradores sin comprar (porque lo valoran menos que ese precio y no hay vendedores dispuestos a ofrecer ese precio menor).

*Que es la pareja Marginal? ¿y por qué han de realizar intercambios en orden descendente a dicha capacidad?

Son los que están en el margen, tanto sea como él último comprador o vendedor o cómo los primeros compradores o vendedores potenciales (según estén distribuidas las valoraciones de todos ellos).

*¿Qué diferencia hay entre la ley de oferta y demanda y la ley del precio?

La ley de la demanda establece básicamente que ante un precio mayor la cantidad demandada será menor; la ley de la oferta que ante un precio mayor la cantidad ofrecida será mayor. BB piensa que muchas veces, el análisis directo de curvas de demanda y oferta hacen parecer esto como algo impersonal, por eso prefiere comenzar con los intercambios aislados y luego avanzar hacia mayores grados de complejidad.

-¿Es por estas valoraciones subjetivas por lo que se producen los fuertes vaivenes en el mercado bursátil?

En todos los mercados los cambios se producen por modificaciones en las valoraciones subjetivas de demandantes y oferentes. En el caso de los mercados bursátiles esas valoraciones, basadas en expectativas, son particularmente importantes.

-¿El equilibrio exacto de la oferta y la demanda se refiere a que exista aproximadamente el mismo número de compradores y vendedores en capacidad de negociar?

Solamente en el supuesto (que aplica BB al inicio) de que cada demandante demanda una unidad y cada oferente ofrece una unidad. En general, esto no es así y por eso se considera cuando se igualan la cantidad demandada y la cantidad ofrecida.

-¿La capacidad y habilidad negociadora de las partes puede llegar a modificar las parejas marginales?

Si, si modifican el margen de sus valoraciones. Tomemos el ejemplo anterior: la negociación determinará si el precio está más cerca de $118 o de $115. Ahora bien, puede haber también un esfuerzo para modificar esa valoración. Digamos que te convenzo que el bien es tan bueno que deberías valorarlo a $125. En tal caso, ahora el precio estará en algún punto entre $115 y $125. Y también puede haber cantidad de otras circunstancias que modifiquen las valoraciones. Lo que la ley del precio dice es que, “dadas” esas valoraciones, el precio estaré en ese rango.

¿El motivo de la ventaja económica de los participantes impone la exigencia de que las parejas de las partes contratantes con mayor capacidad de intercambio deban realizar intercambios, en orden descendente a dicha capacidad? ¿Puede explicar a qué se refiere exactamente?

Del ejemplo anterior: C1 está dispuesto a pagar hasta $250, ¿por qué va a pagar eso si V1 acepta algo más de $80? Digamos que le ofrece $85, pero entonces aparece C2 que ofrece $90, y C3 que ofrece $100. Y así sucesivamente hasta que todas las “pujas” terminan a un precio entre $115 y $118 y todos se llevan el producto querido a un precio más bajo que su valoración. Igual con los vendedores, todos venden a un precio mayor a su valoración.

*En un restaurante una vez elegido, el intercambio es aislado ¿porque no tengo capacidad de negociación? Los precios ya vienen determinados por el vendedor. ¿Puede ser que una vez realizada la elección del restaurante (competencia unilateral de vendedores) ya hiciera mi negociación pasando de un intercambio unilateral de vendedores a un intercambio aislado?

Exacto, eliges el restaurante con alguna idea de los precios que encontrarás. Para el restaurante (y para los clientes) sería costoso y poco eficiente decir, por ejemplo: “venga y negociemos el precio de su comida”. Como consumidor no tendrías mucha idea de cuánto te va a salir, como oferente estarías involucrado en una constante negociación. Parece ser más eficiente para ambos que tú me informas el precio y yo respondo con la cantidad (voy o no voy).

¿hay Bienes que tenga un precio definido o intervenido?

Sí te refieres a precios definidos por el estado, los hay muchos. Por ejemplo, las tarifas de “servicios públicos”, entre otros.

¿Cómo se forman los precios en los mercados? Los alumnos preguntan leyendo a Böhm-Bawerk (I)

Los alumnos de OMMA-Madrid realizan preguntas sobre el texto de Böhm-Bawerk en relación a la determinación de los precios:

* Los supuestos de determinación del precio en el texto son demasiado ideales. Implican un lugar de reunión de compradores y vendedores, unidades idénticas de un mismo bien, invariabilidad de valoraciones… ¿dejan de ser válidas las conclusiones si alguno de los supuestos no se cumple?

No. Un modelo es siempre una simplificación de la realidad que trata de captar y comprender ciertas relaciones fundamentales. Luego, es necesario avanzar removiendo algunos de sus supuestos para acercarnos de a poco a la realidad. Es lo que hace Böhm-Bawerk cuando parte del intercambio aislado y avanza hacia el bilateral. Luego, BB avanza de la consideración de un mercado “pequeño” a uno grande (p. 117).

Dice el autor:

“Por tanto, nuestra formulación de la ley del precio debería expresarse en términos menos personales. No se produce, por supuesto, ningún cambio en el hecho de que la decisión proceda de las valoraciones subjetivas dadas al bien por ambas partes en la actividad del mercado, pues estas valoraciones están expresadas cuantitativamente en las cifras de ‘oferta y demanda’. Pero esas cifras son asignadas, no a personas, sino a cantidades parciales del bien que se está manejando en el mercado. Antes, en nuestra tabla simplificada, la posición máxima en las ofertas de compra hecha por parte de los compradores era ocupada por la ‘valoración de Aa’. Ahora, en nuestra tabla tendremos que ocupar esa posición con todas aquellas valoraciones en una cifra de ‘trescientos dólares por pieza’, no importa quien represente esa valoración en el mercado, no importa qué personas puedan ser las que apliquen esta valoración a la cantidad parcial del bien más urgentemente deseada…. Y ahora la parte que en nuestra fórmula simplificada desempeñaba la valoración de la pareja marginal es representada por las valoraciones subjetivas aplicadas, dentro de las filas de las dos partes del mercado, a la cantidad parcial última del bien que es todavía objeto de una venta consumada, y por la primera cantidad parcial que permanece sin vender. Todo esto no significa que debamos renunciar a la fórmula más breve descriptiva del “último comprador’, etc. Todo lo que se necesita es que, cuando las situaciones del mercado más ricas y complicadas entren en juego, interpretemos ese término de nuestra fórmula queriendo significar las valoraciones del comprador o compradores que adquieren la cantidad parcial última o menos urgentemente deseada del bien que desaparece del mercado por la vía del intercambio.”

Como decía en la clase, la interacción entre vendedor y comprador en una economía mercantil moderna no se da a través de la negociación directa bilateral, sino que se da a través de la reacción de los consumidores y su impacto en las cantidades. La empresa XX “ofrece” un producto a un cierto precio P, y recibe como respuesta una cierta cantidad demandada. Puede hacer ajustes en el margen para saber cómo responden los compradores marginales. A un precio de P-1, ¿cuál es la cantidad demandada? Y, ¿cuál a un precio de P+1? Así van cambiando los compradores marginales.

* El texto afirma por un lado que compradores o vendedores que se añaden o retiran del mercado sólo afectan al precio si tienen un efecto en las parejas marginales. Por otro se admite la validez de la “ley de la oferta y la demanda” ¿Por qué ambas afirmaciones son compatibles? Por ejemplo, si aumenta mucho la oferta, pero a unos precios demasiado elevados para cambiar las parejas marginales eso no debería afectar a los precios. Ídem si aumenta la demanda a precios demasiado bajos.

En la presentación puse este caso (entre otros)

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El precio va a estar entre $118 y $115. Por ejemplo, a un precio de $116, compran C4, C3, C2 y C1, y venden V1, V2, V3 y V4. Se igualan la cantidad demandada y la cantidad ofrecida. En este sentido, nada cambiaría, si agregáramos un Cx: $ 280 y un Cy: $300, como también un Vx: $ 75 y un Vy: $70. En ese caso tendríamos 6 que compran y 6 que venden, también a un precio entre $115 y $118. Quiere decir que estos nuevos compradores y vendedores no afectan el precio, sino que son las parejas marginales que lo hacen.

 

¿Son los costos los que determinan los precios? Parece, pero no, así lo aclara Böhm-Bawerk

Lo esencial, no es visible a los ojos, decía el Principito, de Saint Exúpery. Algo así sucedió por mucho tiempo en relación a los precios y a los costos (que también son precios). Durante siglos, filósofos y luego economistas, discutieron la relación entre precios y costos, confundidos porque a simple vista parece que cualquier comerciante, por ejemplo, simplemente toma en cuenta su costo de compra y le suma un cierto porcentaje para establecer sus propios precios. Es cierto, ése es un método sencillo que utilizan muchos, pero no nos explica la real relación entre costos y precios. Sí lo hace Böhm-Bawerk:

Bohm Bawerk - Positive Theory of Capital

“En lo que sigue trataré, tan breve y claro como sea posible, de describir la concatenación entre Valor, Precio y Costos; y creo que no exagero al decir que, entender claramente esta conexión, es entender claramente la mejor parte de la Economía Política.”

“La formación del valor y el precio comienza con las valoraciones subjetivas de los consumidores sobre los productos terminados. Estas valoraciones determinan de la demanda de esos productos. Como oferta, contra esta demanda, se encuentra, en primer lugar, el stock de productos terminados que mantienen los productores. El punto de intersección de estas valoraciones bilaterales, la valoración de los pares marginales, determina, como sabemos, el precio y, por supuesto, determina el precio de cada clase de producto separadamente. Así, por ejemplo, el precio de rieles de hierro es determinado por la relación entre la oferta y la demanda de rieles, y, similarmente, el predio de todo otro producto hecho con el bien de producción hierro –tales como espadas, arados, martillos, láminas, calderas, máquinas, etc- es determinado por la relación entre la oferta y la demanda de cada uno de esos productos específicos.

Para que quede esto bien claro, asumamos que la relación entre los requerimientos y los stocks de distintos productos de hierro –y, por ende, sus precios- son diferentes; que el precio de una cantidad de un producto que puede fabricarse de una misma unidad de material- por ejemplo una tonelada de hierro- varía de 2 para el más barato a 20 para el más caro de los productos. Estos precios son el resultado de la posición del mercado en el momento, y hemos ya asumido que el stock de productos (la oferta) son una cierta cantidad. Pero lo son solamente por un momento. A medida que pasa el tiempo, están siendo siempre suplementados por la producción, y esto los convierte en una cantidad variable. Sigamos las circunstancias de esta producción.

Para la manufactura de productos de hierro los fabricantes, por supuesto, necesitan hierro. Bajo el sistema de la división del trabajo deben comprarlo en el mercado del hierro. Los fabricantes representan esta demanda de hierro. En cuanto a la magnitud de la demanda, está claro que cada productor comprará tanto hierro como le requiera producir la cantidad de bienes que espera vender entre sus clientes. Obviamente ningún fabricante pagará más por la tonelada de hierro de lo que pueda obtener de sus propios clientes en la forma del precio; pero hasta este punto, aun en el peor caso, podrá competir y competirá antes que dejar que su proceso se pare por falta de materia prima. El fabricante, entonces, que puede emplear rentablemente la tonelada de hierro si obtiene 20 de sus clientes será un comprador en el mercado; aquél que puede emplear rentablemente una tonelada de hierro a 16 naturalmente, no comprará a un precio superior a 16, y así sucesivamente.

De esta forma, el precio de mercado que cada productor de productos de hierro obtiene por sus productos específicos (o la proporción del precio de mercado que cae sobre el hierro según la ley de los bienes complementarios) lo provee de la valoración concreta que tienen en mente cuando se suma a la demanda de hierro.”

¿Cómo decidimos a qué precio vender? ¿Me dicen algo las curvas de oferta y de demanda?

En muchos casos el mundo de la economía parece divorciado de las acciones que realizan las empresas. La teoría económica no parece explicar lo que las empresas hacen. Uno de estos casos es el de la decisión empresarial de establecer un precio para sus productos. La visión “popular” es que se suman los costos y se agrega un margen esperado de ganancia para determinarlo. Es más, esto es en verdad lo que el verdulero hace: va al mercado central, compra y agrega ese margen para establecer sus precios minoristas.

Pero si bien este es un método sencillo de poner un precio no es lo esencial ya que, como decía El Principito, “lo esencial no es visible a los ojos”. ¿Acaso el verdulero puede poner cualquier margen que desee? Está claro que no, que conoce, más o menos, los precios de sus potenciales competidores y los tendrá en cuenta, incluso para ajustar algunos establecidos como costo+ si es que está muy alejado de sus competidores. Siempre estará tomando en cuenta qué precio estarán los consumidores dispuestos a pagar, de forma tal de vender todo el stock que haya comprado antes de que (dado que es un producto perecedero) se eche a perder.

¿Entonces el costo no cumple ningún papel? Por supuesto, el verdulero tiene que cubrir sus costos y ganar algo si va a seguir en esa actividad, pero no son los costos los que “determinan” los precios.

Un buen libro de management donde aparecen claros conceptos económicos vinculados a la demanda y el precio es “El Arte del Precio”, de Rafi Mohammed. De allí surge el mismo concepto. Comenta Mohammed que se encontró con un amigo, chef, quien recién abrió un restaurante:

“- Rafi –dijo. No sé cuánto cobrar por los platos que ofrezco en el menú.” Con una pisca de exasperación se preguntó en voz alta:

¿Debería cobrar el filete de primera con champiñones a 18 o a 31 dólares? ¿Cómo puede afectar esa diferencia de 13 dólares al número de clientes que frecuenten mi restaurante?… No quiero que mi restaurante solo se llene de un puñado de ricachones; quiero servir a un grupo de clientes más diverso. Pero tengo un negocio y he de obtener beneficios.”

Mohammed (aunque en el libro está más desarrollado), le plantea la solución: “La forma idónea de concebir la fijación de precios es verla como la aplicación de una serie de estrategias adecuadas (que captan márgenes de beneficios diferentes) para clientes que realizan valoraciones del producto distintas”.

Desde el punto de vista económico esto es totalmente correcto, las valoraciones individuales son subjetivas y, por lo tanto, diferentes. Tómese nota que están considerando los costos porque no quieren perder, pero que los precios son determinados por las valoraciones subjetivas del chef y de los clientes.

Llegaron a esta solución: precios especiales para los clientes de la mañana; descuentos para la tercera edad; precios para el menú del día; afiliaciones por 200 dólares anuales que proporcionaban un 25% de descuento en todas las comidas durante un año; paquetes de descuento en comidas de tres platos; un menú en barra a bajo precio y un precio extra por sentarse en la mesa del chef.

Correcto también desde el punto de vista económico. Para los alumnos que recién se encuentran con el gráfico de demanda y oferta, lo que está sucediendo es que el chef se enfrenta a una demanda con pendiente negativa pero no puede saber qué consumidor tiene una valoración subjetiva mayor y está dispuesto a pagar un precio más alto, y cuál la tiene menor y pagaría solo un precio más bajo. Como no puede leer sus mentes cuando entran al restaurante, les ofrece un “menú de opciones” para que sean ellos mismos “revelen” en qué punto de la curva están.

¿Los costos? Es cierto, hay que cubrirlos, pero para establecer los precios hay que buscar dónde estarán las utilidades marginales de los clientes.

Más preguntas sobre la determinación de los precios

Más preguntas de los alumnos de Omma (España) sobre la explicación de Böhm-Bawerk respecto a la determinación del precio por compradores y vendedores.

Bohm Bawerk

-­‐La realidad es aun más compleja que en el caso de la competencia bilateral. Igualmente se cumple la ley básica de determinación del precio?

Sí, una empresa se da cuenta de esta forma: mis ventas cayeron de 100 a 98, tendría que reducir mi precio para ganar dos compradores más. Si estaba vendiendo 100 antes, esto quiere decir que hay dos compradores que modificaron su utilidad marginal y dejaron de serlo, debería reducir mi precio para que ellos, u otros dos, sean mis compradores.

-­‐¿El precio es siempre único?¿siempre puede haber un precio distinto dependiendo de la subjetividad y alterando los individuos?

El precio “tiende” a ser único (considerando que tiene que cubrir costos de transporte, etc.), pero para ello la “información” debería ser perfecta, esto es, esas diferencias deberían ser conocidas para actuar como incentivos. Las diferencias de conocimiento, si se superan, generan cambios de conductas que llevan a la unificación del precio.

1.)Si un demandante muy rico, ofrece un precio muy superior por un bien. ¿Podria llevárselos todos, ya que la utilidad marginal del dinero es muy pequeña para él ,una vez fijadas las parejas marginales?

Podría llevárselos todos, pero elevando el precio hasta quedar como el único comprador.

2.)En una persona muy rica que sigue acumulando capital y no satisface nada más que las necesidades básicas de forma muy austera. ¿Qué valor puede tener más dinero?¿O es el medio un fin en si mismo?(Warren Buffet)

Es el caso del avaro, recibe un “servicio” del dinero que es poseerlo, tal vez mirarlo, contarlo, o simplemente saber que lo tiene. Su utilidad sigue siendo alta, por eso no lo entrega a cambio de otros bienes. En el caso de Buffet, por ejemplo, está claro que la utilidad marginal de muchos bienes (casas, barcos, coches), es también para él muy baja ya que debe tener más de los que probablemente puede usar.

– ¿Es una ley de “selección natural”?, es decir, los competidores con la menor capacidad de intercambio deben retirarse, uno detrás del otro.

No la llamaría así porque la connotación es que “desparecen”, pero nada de eso pasa aquí, uno puede modificar su utilidad marginal y volver a estar en el mercado. Y, además, si quedo afuera es porque quiero, porque no valoro el bien lo suficiente como para pagarlo. Esto nos pasa todos los días respecto a la mayoría de los bienes: incluso teniendo capacidad de pago, pasamos por cantidad de comercio, vemos sus ofertas, y seguimos de largo.

– En las subastas Holandesas a la baja, ¿este proceso de formación del precio tiene lugar según la teoría expuesta?

Sería el caso del “vendedor” unilateral, pero en este caso empieza por arriba en lugar de empezar por abajo. También tiene que igualar cantidad ofrecida (1), con cantidad demandada (1). Para ello, el precio inicial tiene que ser suficientemente alto como para que la cantidad demandada sea cero. Es decir, podemos tener dos caminos: o empiezan con sus ofertas los compradores y las ofertas van subiendo hasta que quede uno o empieza con su oferta el vendedor.

La ley no establece que necesariamente uno u otro deba comenzar, cualquiera de ellos puede hacerlo.

– Un «inversor» compra acciones porque cree (sin tener la menor idea de valoraciones contables) que a 4$ están muy baratas; la acciones se desploman a 0,5$, frustrado, decide venderlas. ¿cómo se explica este tan común e irracional comportamiento según lo explicado?

En el primer momento la utilidad marginal del dinero era menor al precio de la acción porque éste esperaba que subiera; ahora la utilidad marginal del dinero es mayor que el precio de la acción seguramente porque esa frustración lo lleva a pensar que no lo va a hacer, o porque quiere destinar el dinero a otros fines.

–              Cuál es el impacto en las valoraciones de impuestos o subvenciones?

Los impuestos impactan en los precios, los hacen más altos para mí, por lo que solamente estaré dispuesto a demandar aquellos cuya utilidad marginal sea superior al precio más el impuesto.

–              ¿Quién se encarga de proteger y cuidar los intereses de los negociadores menos avezados?

La competencia. Los oferentes menos avezados pueden recibir una oferta baja de un demandante, pero como otros demandantes verán que el precio es bajo, ofrecerán un precio algo mayor, y así sucesivamente hasta que se alcanza un precio de mercado. Lo que más protege a un comprador es que haya muchos vendedores compitiendo entre sí, y al revés a un vendedor poco avezado. Por eso es importante que no haya trabas (regulatorias sobre todo) para el ingreso de nuevos competidores al mercado.

¿En el mercado bursátil es más fácil la manipulación de precios que en el resto de mercados?

No, es de los más difíciles, ya que hay muchos compradores y vendedores, y todos ellos muy avezados!

Demanda y oferta, valor, según John Stuart Mill

El otro texto que tienen para leer los alumnos de Historia del Pensamiento Económico es John Stuart Mill, Principles of Political Economy, Book III,
Chapter II, «Of demand and supply and their relation to value»: http://www.econlib.org/library/Mill/mlP31.html#Bk.III,Ch.II

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Tal vez el mejor comentario sobre esto lo ha hecho Juan Carlos Cachanosky, así que lo cito directamente de su trabajo de tesis doctoral, publicado aquí: http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/25_4_Cachanosky.pdf

Un aporte importante de Mill respecto de sus antecesores es que logra distinguir entre los conceptos de «demanda» y de «cantidad demandada». Los clásicos cometían la siguiente ambigüedad: decían que los precios subían o bajaban cuando aumentaba o disminuía la demanda; pero también decían que si el precio subía la demanda bajaba o si el precio bajaba la demanda subía. A partir de John S. Mill sabemos que una variación del precio provoca cambios en la «cantidad demandada», y que una variación de la «demanda» provoca cambios en los precios. Este fue un aporte muy importante de Mill, pero en el resto de la teoría del valor de cambio siguió a Ricardo casi palmo a palmo. Mill se introduce en el tema de la siguiente manera:

“Para que una cosa tenga algún valor de cambio son precisas dos condiciones. Tiene que tener algún uso; esto es (como ya se explicó), tiene que servir para algún fin, satisfacer algún deseo. Nadie pagará un precio, o se desprenderá de alguna cosa que le sirva para algo, para obtener una cosa que no le sirve para nada. Pero, en segundo lugar, la cosa no sólo tiene que ser de alguna utilidad, sino que tiene que haber también alguna dificultad en obtenerla.”

Agregando más adelante:

“La dificultad de obtención que determina el valor no es siempre de la misma clase. Algunas veces consiste en una limitación absoluta de la oferta. Existen cosas cuya cantidad es físicamente imposible aumentar más allá de ciertos límites estrechos. Esto sucede con algunas clases de vinos que pueden producirse sólo cuando se reúnen determinadas condiciones especiales de suelo, clima y situación. También sucede con las esculturas antiguas, los cuadros de los maestros antiguos, libros o monedas raros y otros artículos clasificados como antigüedades. Entre ellos también se pueden contar las casas y terrenos para edificar en algunas ciudades con extensión limitada (como Venecia, o cualquier ciudad fortificada en la que las fortificaciones son necesarias para la seguridad); los emplazamientos más deseables en cualquier ciudad; las casas y los parques especialmente favorecidos en cuanto a belleza natural, en lugares en que estas ventajas son poco comunes. En potencia, toda la tierra es una mercancía de esta clase; y pudiera serlo, en la práctica, en países poblados y cultivados por completo.”

Mill sigue muy de cerca a Ricardo, agregando ejemplos de mercancías cuya oferta no puede expandirse. Y también sigue a Ricardo cuando pasa al segundo grupo de mercancías cuya oferta es limitada, pero puede aumentarse mediante una mayor producción. Dentro de este segundo grupo existen, a su vez, dos subgrupos: 1) las mercancías cuya producción puede aumentarse con costos decrecientes, fundamentalmente las industriales, y 2) las mercancías cuya producción sólo se puede aumentar con costos crecientes, fundamentalmente la producción agropecuaria

Finalmente Mill, el último de los clásicos, también cae en un razonamiento circular al hacer depender los precios de los salarios y los salarios de los precios. En el caso de Mill, el tema es más pasajero ya que dedica mucho espacio a explicar que los salarios suben cuando la acumulación de capital (fondo de salarios) crece más rápido que la población o, en otras palabras, cuando la demanda de trabajo aumenta más rápidamente que la oferta.

John S. Mill fue mucho más claro y sistemático al exponer los principios de la economía clásica que Adam Smith y David Ricardo, pero no logró desembarazarse de sus principales errores. No obstante, como ya señaláramos, realizó un aporte importante al distinguir entre la «demanda» y la «cantidad demandada» de una mercancía. Esta distinción permitió corregir una gran ambigüedad en el razonamiento de los clásicos. Mill plantea la ambigüedad de la siguiente manera:

[…] la demanda depende en parte del valor. Pero antes se ha dicho que el valor depende de la demanda. ¿Cómo nos desembarazaremos de esta contradicción? ¿Cómo resolveremos la paradoja entre dos cosas, cada una de las cuales depende de la otra?

Y la resuelve sin dibujarlas mediante «curvas» de demanda y oferta explicando qué ocurre cuando el precio es distinto del que iguala la cantidad demandada y la ofrecida. Luego de desarrollar la explicación en forma muy clara y precisa, concluye Mill:

[…] la analogía matemática apropiada es la de una ecuación. Demanda y oferta, la cantidad pedida y la cantidad ofrecida, se igualarán. Si en algún momento son desiguales, la competencia las iguala, y esto se realiza por un ajuste del valor. Si la demanda aumenta, el valor sube; si la demanda disminuye, el valor baja: y también si la oferta baja, el valor sube, y baja si la oferta aumenta. El alza o la baja continúan hasta que la demanda y la oferta son otra vez iguales una con otra: y el valor que una mercancía adquirirá en cualquier mercado no es otro que aquel que, en ese mercado, da lugar a una demanda exactamente suficiente para absorber la oferta existente o prevista.198

John Stuart Mill es la culminación del pensamiento de los economistas clásicos. A diferencia de Ricardo, su manera de escribir es muy clara y superó a Adam Smith en la forma sistemática de exponer los temas. Pero el pensamiento de Mill es básicamente ricardiano; salvo en algunos puntos, como el que acabamos de ver, Mill amplía, enriquece y aclara el pensamiento de Ricardo. Dado que su padre, James, era muy amigo de Ricardo y Malthus y que muchas veces el pequeño John tenía que asistir a las discusiones de los tres, esta influencia es claramente explicable. La popularidad que alcanzó la economía clásica con J. S. Mill hizo que la teoría de la utilidad marginal, que sacudía los cimientos de esta escuela, encontrara en sus comienzos una fuerte oposición. Como casi siempre ocurre en el área de las ciencias, aquellos que realizan descubrimientos suelen ser considerados unos excéntricos, teóricos desvinculados del mundo o locos, cuando no son encerrados o quemados. Una de las cosas que más cuesta es romper con ideas arraigadas. John S. Mill hizo de la economía clásica un verdadero baluarte en Inglaterra; derrumbar sus errores no fue tarea fácil.