El derecho, como el lenguaje, la moral y el mercado, es el resultado de un proceso evolutivo

Los alumnos de Public Choice completan una serie de lecturas leyendo el artículo de Alberto Benegas Lynch (h) “Hacia el autogobierno”(Libertas 23). De allí, algunos comentarios acerca de las características del derecho:

“Para que el hombre pueda pasar de lo que considera es un estado menos satisfactorio a uno que estima le reportará mayor satisfacción, resulta necesario que otros hombres no se interpongan en su camino recurriendo a la fuerza. Deben existir normas de conducta que tiendan a imposibilitar dicha obstaculización. Estas normas reconocen la facultad de cada uno de hacer con lo propio lo que considere pertinente, respetando iguales facultades de terceros. Esta facultad es otra forma de aludir al derecho, el cual está referido a la propiedad: al uso y disposición de lo propio, comenzando por la propia mente y el propio cuerpo y por lo que se ha obtenido originalmente a través del descubrimiento de un valor que no pertenece a otro o a través de transacciones libres y voluntarias (Kirzner, 1989: cap. 5; Nozick, 1974: cap. 7). La razón de la ley o las normas consiste en proteger el derecho de las personas, lo cual surge de un proceso de descubrimiento respecto de las formas de producir las que más adecuadamente preserven las facultades de las personas y faciliten la cooperación social. En paralelo con el avance del conocimiento, las referidas normas van evolucionando. La preservación de la intimidad frente a sofisticados dispositivos tecnológicos, los progresos en materia de ecología, la posibilidad de adjudicar ondas electromagnéticas y, en general, las nuevas ideas para mejor delimitar los derechos a través de la experiencia acumulada, hacen que el referido proceso de descubrimiento deba operar en un contexto evolutivo abierto. En este sentido, la ley no se inventa ni se diseña como pretenden los legisladores contemporáneos, sino que se descubre como era el caso en los comienzos del common law en Inglaterra y en el derecho romano durante el período más próspero de la república y la primera época del imperio (Leoni: 1961/1972: 82-4). Hoy, en gran medida, se considera que el poder legislativo cumple sus funciones en proporción directa con el número de leyes que promulga, sin percibir, como ha señalado Ripert, que la inflación legislativa deprecia la ley.”

“Contemporáneamente se entiende la ley como un conjunto de disposiciones, mandatos y códigos. Frente a cualquier problema se propone la promulgación de una nueva ley por la asamblea legislativa. De este modo, además de adulterarse el concepto del derecho, se crea una gran inseguridad jurídica ya que si el legislador puede rápidamente promulgar una ley también la puede abrogar o modificar con la misma celeridad. Los resultados eran distintos en los comienzos de los mencionados casos del common law y del derecho romano en que los jueces eran espectadores más que actores de un proceso competitivo en el que se iban tamizando y contrastando resultados y en el que se conjugaban elementos dinámicos en un contexto de permanencia de principios generales del derecho (Epstein, 1980: 255-6 y 266). El criterio y la perspectiva con que se analiza el derecho es distinta si se piensa que los contratos tienen lugar porque hay una ley que, desde arriba, concibe, diseña e inventa los correspondientes mecanismos (Fullner, 1981: 174-5) sin percibir, por ejemplo, que el derecho comercial durante la Edad Media, en Inglaterra, se elaboró y ejecutó de modo totalmente privado (Wooldrige, 1970: cap.5; Buckland, 1952; Berman, 1983: 333-356).”

“Se ha hecho un paralelo entre el derecho, el mercado y el lenguaje para resaltar como, en este último caso, algo de tanta trascendencia que resulta esencial para pensar y para transmitir pensamientos -salvo el Esperanto que resultó un fiasco- está íntegramente tejido y elaborado de modo espontáneo (Mandeville, 1714/1982: parte ii, sexto diálogo; Hayek, 1948: 88; Sowell, 1987: 68-70; Leoni, 1961/1972: 88; Bally, 1977: 18).”

 

El derecho de propiedad, su origen y la tragedia de su ausencia

Para que los intercambios se realicen es necesario que los participantes “posean” las cosas, es decir, tengan uno de los atributos de la propiedad que es el derecho de su dueño a transferir su posesión a otro. Cualquiera de nosotros sabe bien que si tomáramos a cambio algo que no es propiedad de quien nos lo da, estaríamos recibiendo un problema: con el verdadero dueño, quien se lanzaría a la carga a reclamar lo suyo o, en sociedades organizadas, lo haría por medio de la justicia.

Cuidamos la propiedad, porque significa riqueza. Nos permite disfrutar los ingresos o beneficios que sean provenientes de ella. Propiedad es todo tipo de posesión personal: nuestros animales, libros, relojes, autos, ropa, dinero. Es decir, pueden ser sujetos de propiedad todos los recursos naturales de la tierra (minerales, ríos, etc.), herramientas, máquinas, fábricas, escuelas, casas, calles, mercaderías y más aún, hasta nuestras habilidades y talentos: nuestra habilidad para producir, nuestra capacidad para trabajar o crear son nuestra propiedad .

La propiedad, en realidad, no significa que el propietario disfrute solamente de los beneficios que ésta pueda darle, debe también soportar todas las cargas y responsabilidades de lo que haga con ella. Le toca asumir los costos de su mantenimiento o mejora y hacerse cargo de las pérdidas que generen sus equivocadas decisiones.

La creciente extensión de la propiedad privada, favoreció e impulsó el avance de la civilización en dos sentidos. El primero de ellos es el incentivo al progreso: está claro que pondré mis mayores esfuerzos en cualquier tipo de actividad en la medida que pueda gozar plenamente de los frutos del esfuerzo realizado en el aprovechamiento de mis recursos. En otros términos, si mi único recurso es mi capacidad de trabajo, sólo me esforzaré si tengo la seguridad de que el fruto de mi esfuerzo me pertenece, es mi propiedad. Vano resulta tratar de inducir a las personas a esforzarse al máximo si luego el resultado de esta acción es utilizado por otro, si no ejercen sobre ese esfuerzo su derecho de propiedad.

El segundo aspecto por el cual la extensión de la propiedad privada favoreció el avance de la civilización se refiere a la protección de los recursos, es decir, de las cosas que son objeto de propiedad. El “propietario” es un “protector” ya que recaen sobre él los efectos de sus acciones: si cuida el recurso y lo multiplica se enriquece; si es negligente y permite su deterioro se empobrece. Pensemos esto respecto al lugar donde vivimos. Si cuidamos nuestra casa, la pintamos y reparamos mantendrá su valor, incluso puede aumentarlo si la mejoramos; pero si nos descuidamos y se deteriora recibimos una multa automática a través de la caída de su precio.

Cuando no hay propiedad nos encontramos con una “tragedia” ya que todos pueden utilizar el recurso y así termina depredado, no existe la posibilidad de “excluir” a nadie de su uso como tampoco nadie tiene incentivo para cuidarlo y mejorarlo. La capacidad de “excluir” es fundamental, no ya para la propiedad sino para la existencia misma de la sociedad. Imaginemos una situación en la que no pudiéramos excluir a nadie de ingresar en nuestras casas, sentarse en nuestro sillón, prender nuestro televisor, abrir nuestra heladera. Precisamente porque podemos excluir a quienes no queremos que entren en nuestra casa es que los que sí lo hace son “invitados”. Si cualquier pudiera ingresar y llevarse lo que quisiera la “tragedia” nos llevaría a no tener nada que no podamos consumir en el momento; regresaríamos a la mera subsistencia.

La propiedad estatal es “propiedad” de todos, y cuando el estado que es su formal propietario no cumple adecuadamente ese papel se asemeja a la ausencia de propiedad anterior. Esto lo vemos en los espacios públicos que aparecen abandonados, y depredados. Lo dice el viejo refrán: lo que es de todos no es de nadie. A diferencia de sus propiedades privadas, pocos individuos tienen el tiempo o los recursos para poder informarse de las políticas de manejo de los recursos públicos y menos aún de las operaciones diarias. Tampoco pueden razonablemente influenciar en cada una de las decisiones, por lo que éstas son tomadas por un grupo reducido de individuos: con lo que se separa la autoridad de la responsabilidad. Mientras los deseos de la mayoría se ven así diluidos, en cambio algunos intereses bien organizados pueden dirigir sus claros intentos a orientar el manejo de esos recursos hacia su beneficio, centrando sus esfuerzos en influenciar a los que los manejan.

Por último, la posesión de propiedad es también posesión de poder. En la medida que la propiedad privada permite que la posesión se encuentre dividida entre un gran número de personas propietarias, y no concentrada en un rey o en el estado, distribuye el poder e impide que se concentre y sea controlado por unos pocos. Cuando todo es propiedad del Estado la libertad desaparece.

Decisiones morales y sicología evolutiva: no llegamos al mundo como una página en blanco

Nora Bär publica un artículo en La Nación titulado “Decisiones morales: revelan sus engranajes cerebrales”: http://www.lanacion.com.ar/1712212-decisiones-morales-revelan-sus-engranajes-cerebrales

Se presenta como una novedad pensar que nuestras valoraciones morales pueden tener algún tipo de sustento cerebral y no que sean totalmente fruto de nuestra formación. Por ejemplo, dice:

“Nuestra civilización ubica a la moral en el pináculo de las creaciones culturales humanas y la atribuye casi por completo a la educación. Sin embargo, dos nuevos trabajos científicos que acaban de publicarse en Scientific Reports, del grupo Nature, y en el Journal of the American Medical Association (JAMA Neurology) sugieren que nuestro juicio moral depende de una variedad de otros procesos que a su vez tienen sustento biológico y pueden estar afectados tanto por experiencias psicoafectivas tempranas como por lesiones neurológicas.”

No es algo nuevo. Toda un área conocida como psicología evolutiva considera este tema y cuestiona el supuesto tradicional de que llegamos al mundo como una “hoja en blanco” y luego vamos formando nuestra conducta con lo que recibimos a través de nuestros sentidos.

Trato este tema en el Capítulo 6 del libro que se llama “¿Es posible la cooperación?” donde comento, entre otros, el trabajo de Cosmides & Tooby. En forma muy simple, digamos que nuestro cerebro no llega vacío a este mundo, sino que ya llega con algún “programa”. Y que no es solamente que lleguemos con el sistema operativo “Windows” o “Linux”, si no que traemos algo más. Siguiendo con el ejemplo, llegamos ya con Office, y estos “programas” son el fruto de largos procesos evolutivos.

Algunos párrafos del libro:

“La psicología evolutiva busca explicar la conducta de los seres humanos como resultado de largos procesos evolutivos donde han resultado seleccionadas ciertas características por medio de la selección natural que favorecen la supervivencia y la reproducción. Barkow, Cosmides y Tooby (1992) concluyen que existe un conjunto de supuestos e inferencias sobre los seres humanos, sus mentes y su interacción, a lo que denominan el Modelo Estándar de las Ciencias Sociales (MECS) que ha aislado a las ciencias sociales de las ciencias biológicas. Y si bien ciertos supuestos de ese modelo serían correctos, sus defectos explicarían ciertos problemas crónicos que se encuentran en las ciencias sociales. Según el MECS el ser humano nace como una “página en blanco” y la mente se estructura por el proceso de aprendizaje de las condiciones físicas y sociales del entorno. Los individuos “aprenden” su lenguaje, su cultura, a caminar.”

“Pero los avances de disciplinas tales como la biología evolutiva, las ciencias del conocimiento, la antropología social y biológica o la neurobiología permitirían derribar esta barrera y desarrollar un nuevo modelo que denominan “Modelo Causal Integrado” (MCI) cuyos elementos central incluyen sostener que la mente humana consiste en un conjunto de mecanismos para el procesamiento de información que residen en el sistema nervioso y que estos mecanismos y el “software” que los produce serían el resultado de la selección natural en entornos ancestrales. Muchos de estos mecanismos se especializaron en producir conductas que resuelven problemas de adaptación tales como la selección de parejas, la adquisición de lenguaje, las relaciones familiares y la cooperación. Estos mecanismos generan algo del contenido de la cultura humana, incluyendo ciertas conductas y representaciones lingüísticas. El contenido generado de esta forma está disponible para luego ser adoptado o modificado por los mecanismos psicológicos presentes en otros miembros de la población, los que también proveen información intencionalmente o no. Esto dispara ciertos procesos que explicarían la generalización de las normas en la sociedad.”

“Uno de los prominentes economistas que vinculara las teorías evolutivas a la economía y los mercados ha sido F. A. von Hayek, quien retomara por un lado, los desarrollos de los filósofos escoceses, en particular Bernard de Mandeville, David Hume, Adam Ferguson y Adam Smith quienes enfatizaran el carácter de orden espontáneo del mercado y su carácter evolutivo; por otro los aportes de Carl Menger, en particular el carácter evolutivo y espontáneo del dinero. Hayek sostiene que la evolución genética es demasiado lenta como para explicar el rápido desarrollo de la civilización, por lo que nuevas prácticas se extienden a través de la imitación y la adquisición de hábitos en un largo proceso en el que ciertas respuestas innatas son reemplazadas por normas aprendidas.”

En verdad, en la misma página de La Nación, un artículo de Facundo Manes, rector de la Universidad Favaloro plantea este tema: http://www.lanacion.com.ar/1712213-un-tema-cientifico-prioritario-para-la-sociedad

“Teorías evolutivas sugieren que la moralidad humana sería el producto de un rango de mecanismos cognitivos específicos diseñados por la selección natural para resolver problemas de cooperación que estaban presentes ya en las épocas de nuestros ancestros. Estos problemas incluyen altruismo, cooperación, mutualismo y resolución de conflictos. En los últimos años se ha producido un gran cuerpo de evidencia científica que desafía las visiones establecidas de la relación estrecha entre moralidad y racionalidad. En diversos experimentos se han documentado influencias inconscientes en el juicio moral con escaso contenido consciente. Tanto en estudios de neuroimágenes en voluntarios como en pacientes con lesión frontal se relacionó la respuesta a dilemas morales de manera no utilitaria con áreas cerebrales relacionadas con la emoción. Otros estudios mostraron que las razones que la gente aduce para justificar juicios morales son frecuentemente razonamientos realizados a posteriori de la decisión moral.”

Pero la conclusión de Bär plantea un tema peligroso. Si la moral no es fruto de nuestras decisiones o del entorno familiar, etc, que nos rodea, no podríamos atribuir responsabilidad a los comportamientos inmorales. Comentando sobre experimentos con jóvenes que vivieran “institucionalizados”, comenta: “Sin embargo, estos tests detectan daños muy sutiles en el juicio moral, que plantean dilemas incluso en el plano legal. ¿Habría que desarrollar herramientas más sensibles para evaluar la aptitud? ¿Se puede culpabilizar a adolescentes que tienen retraso madurativo en estas áreas? Sin duda, a la luz de estos conocimientos, habrá que dar éstas y otras discusiones.”

Algunas preguntas sobre evolución y reglas del golf

Algunos alumnos de la Escuela de Negocios de la UFM participaron de este curso (Logo) sobre la evolución de las normas, con el ejemplo del golf. He comentado sobre el artículo de Eduardo Zimmermann y sobre el caso específico en los posts anteriores. Ahora presento algunas de las preguntas que plantearan los alumnos. La consigna era que fueran preguntas al autor, intentaremos responderlas aunque bien puede ser que Hayek lo hiciera de otra forma:

1. ¿Hay ejemplos actuales que representan bien los conceptos de Hayek?

Hay muy buenos ejemplos de evolución de normas en la actualidad. Uno de ellos es la evolución de todo tipo de estándares tecnológicos (mp3, etc.), los efectos de las redes sociales, tanto sea a nivel de relaciones interpersonales como también de su impacto en la política. El derecho evoluciona a la par de todos estos cambios. Hay cambios permanentes en las modas, en las costumbres, cambios que se generalizan en tanto que son aceptados por la gente.

2. ¿Qué regla en la sociedad parece más eficiente?

Supongo que si tuviera que elegir solo una, elegiría el “derecho de propiedad”, como una norma fundamental sobre la que se basan todos los derechos y libertades individuales. Siguiendo a Locke, la primera propiedad que tenemos es sobre nosotros mismos, sobre nuestro propio cuerpo. Todo derecho implica una responsabilidad por parte de los demás. En este caso, el derecho que uno tiene sobre su propio cuerpo implica la obligación de todos los demás de no interferir, de no violar ese derecho, de no agredir físicamente a esa persona.

Luego, como uno es propietario de su cuerpo también lo es de sus ideas, de su fuerza de trabajo, y por extensión del producto de ese trabajo.

3. ¿Qué regla en la sociedad le parece la más ineficiente?

Difícil pregunta. Supongo que tal vez aquella que remueve los límites al poder. Como es la contracara de la pregunta anterior, la respuesta tendría que ser aquella que elimina el derecho de propiedad. Pero esto no ocurre en forma explícita. Ni siquiera un régimen comunista eliminaba toda la propiedad privada, ya que los bienes de consumo que adquiriera un obrero, le pertenecían. Pero claro, hay cantidad de regulaciones que deterioran el derecho de propiedad sin derogarlos explícitamente.

Tal vez deberíamos elegir aquí la norma que establece un sistema monetario inflacionista, ya que deteriora el medio de intercambio, el que es parte de todos los intercambios que se realizan en la sociedad. Al manipular su valor se está interfiriendo en todos los precios, en todo tipo de relaciones.

4. ¿Quisiera entender por qué ubica a la familia como una institución de origen religioso? ¿Considera que la familia es una de estas instituciones cuya evolución reciente ha llegado a destruir su “naturaleza” y por lo mismo amerite “pequeñas modificaciones positivistas”?

 

No veo que Zimmermann le atribuya a Hayek plantear el “origen religioso”. Esto es lo que dice al respecto:

“Pero estas instituciones han surgido a lo largo de un proceso evolutivo que ha seleccionado los tipos de normas de conducta que hacen posible ese progreso de la civilización humana. Esto significa que las reglas morales tampoco son, para esta línea de pensamiento, el resultado de la razón humana: su origen se debe al hecho de que algunos grupos, sin saber en forma completa y detallada por qué lo hacían, adoptaron ciertas normas de conducta (por ejemplo, la honestidad, las reglas de la propiedad privada y la familia) que les permitieron prosperar, desarrollarse exitosamente y desplazar en forma progresiva a otros grupos que seguían principios y tradiciones diferentes. Más aun, Hayek destaca que en muchos casos estos principios morales aparecían contrarios tanto a los instintos innatos del hombre como a sus intentos por comprenderlos racionalmente, y esas tradiciones morales sólo fueron respetadas a través de las religiones y de la creencia en una fuerza sobrenatural.”

Creo que ve a la religión no como el origen sino como un vehículo para afirmar esta institución. Una religión, en este sentido, facilita el cumplimiento generalizado de una norma, ya que al adoptar una religión también se adopta un cierto código moral de conducta.

5. ¿Podemos ser pragmáticos en sugerir pequeñas modificaciones racionales a instituciones como la familia retomando la naturaleza histórica de esta institución dentro del marco liberal clásico?

Junto la segunda parte de la anterior a esta pregunta. No sé si ha destruido su naturaleza o simplemente ha cambiado. En cuanto a pequeñas modificaciones racionales, estimo que Hayek aprobaría las que se realizaran en las últimas décadas para igualar los derechos del hombre y la mujer, por ejemplo.

6. ¿Que diría Hayek sobre la baja tasa de 0.25% de interés de EEUU?

Bueno, en relación a lo que estamos viendo, está claro que eso no tiene nada que ver con un fenómeno “evolutivo”, es una manipulación de la tasa que la lleva a un nivel artificial. Una muestra de lo que mencionaba en la pregunta 3, sobre la manipulación de la moneda.

 

7. ¿Qué países son ejemplos que concuerdan más o menos con los conceptos de Hayek?

Creo que siempre admiró a Inglaterra, más por su pasado que por su presente. Por haber sido el primer caso de limitaciones al poder (la Carta Magna, la Revolución Gloriosa que asigna poder al Parlamento), por haber desarrollado un sistema jurídico evolutivo (Common Law), y por haber abierto su economía permitiendo el desarrollo de capitalismo y la revolución industrial. Pero también recordemos que escribió “Camino de Servidumbre”, precisamente para señalar el camino que llevaba a Inglaterra en una dirección muy diferente.