¿Factores genéticos y/o culturales influyen en nuestro desempeño educativo y laboral?

Un tema que genera intensa polémica filosófica y/o científica es la influencia de factores culturales o genéticos en las conductas humanas. El consenso tiende a considerar a ambas, pero esto no ha disminuido la discusión. Aquí hay un paper que investiga el efecto de la herencia genética en la capacidad educativa y laboral de las personas. Publicado por el Tinbergen Institute de Suecia se titula: “Using Genes to Explore the Effects of Cognitive and Non-cognitive Skills on Education and Labor Market Outcomes” February 2023, por Thomas Buser,  University of Amsterdam and Tinbergen Institute, Rafael Ahlskog, Department of Government, Uppsala University, Magnus Johannesson Stockholm School of Economics, Philipp Koellinger La Follette School of Public Affairs, University of Wisconsin Madison  y Sven Oskarsson, Department of Government, Uppsala University: https://papers.tinbergen.nl/21088.pdf

“Tomados en conjunto, estos resultados obtenidos a través de nuestras dos estrategias empíricas representan evidencia de que las variantes genéticas que están vinculadas a habilidades cognitivas, rasgos de personalidad y preferencias económicas influyen en la educación de las personas y en las perspectivas del mercado laboral. La magnitud de estos efectos es económicamente significativa. se aplica a los PGI de rasgo único que usamos para nuestros análisis principales hasta cierto punto. Existe, por ejemplo, cierta superposición genética entre nuestros diversos PGI de rasgos cognitivos y no cognitivos. Se incluyen PGI de habilidad activa. Nuestros resultados también enfatizan la importancia de la “lotería genética” como determinante de la educación y los resultados del mercado laboral. los mismos padres, una diferencia de una desviación estándar en el índice poligénico para el logro educativo conduce a una diferencia de 3 percentiles en los ingresos a lo largo de la vida, una diferencia de 4 percentiles en el prestigio ocupacional y una diferencia de 7 puntos porcentuales en la probabilidad de graduarse de la universidad. Nuestros resultados indican que los genes que están asociados con ciertos rasgos, rasgos que estudios anteriores han indicado como potencialmente influyentes y causalmente afectados en los resultados de la educación y el mercado laboral. Sin embargo, no hay razón para suponer que la variación determinada por el medio ambiente en estos rasgos no tendría efectos similares. 2001; Kautzetal., 2014).

¿Puede ser que el espíritu emprendedor esté relacionado con algún factor genético? ¿Además de la cultura y las instituciones?

¿Buena o mala noticia para los que quieren ser emprendedores? ¿El espíritu emprendedor estaría vinculado con algún tipo de rasgo genético? ¿Y lo aprendido culturalmente?  ¿Y el marco institucional? Difícil tema que tratan Sorin M.S. Krammer, University of Exeter Business School y  Erkan Gören, Carl von Ossietzky University Oldenburg, en un paper titulado WIRED IN? GENETIC TRAITS AND ENTREPRENEURSHIP AROUND THE WORLD; MPRA Paper No. 107309 : https://mpra.ub.uni-muenchen.de/107309/

Esto dicen:

 

“El espíritu empresarial es una piedra angular de la innovación tecnológica y el desarrollo económico. Nosotros postulamos que la composición genética de los países (poblaciones) afectará la extensión de su participación en actividades empresariales, además de los factores mostrados por la literatura previa (por ejemplo, instituciones, cultura, socioeconómico, demográfico o histórico). Para probar esta conjetura empleamos una medida genética a nivel de país que se asocia comúnmente con la novedad y comportamientos de búsqueda de riesgo utilizando la frecuencia de las variantes alélicas de 2 y 7 repeticiones del DRD4 gen del exón III. Nuestros resultados confirman una asociación sistemática y positiva entre la genética y actividades empresariales en 97 países utilizando un gran conjunto de controles y batería de pruebas de robustez. Estos hallazgos reconcilian el debate “naturaleza versus crianza” con respecto a actividades empresariales en todo el mundo y proporcionar algunos conocimientos valiosos sobre la importancia de los diferentes determinantes del espíritu empresarial.”

¿Hay un componente «genético», que determina o influye quienes pueden llegar a ser emprendedores?

Este es un tema bien polémico. Krammer, Sorin y Gören, Erkan de University of Exeter Business School y Carl von Ossietzky University, Oldenburg publican un paper titulado “Wired in? Genetic traits and entrepreneurship around the world: https://mpra.ub.uni-muenchen.de/107309/

No niegan la importancia de cuestiones económicas, regulatorias, educacionales, culturales, para explicar por qué algunas personas son más emprendedoras que otras, o por qué lo son más en ciertas sociedades que en otras. Pero agregan el aspecto genético que ya de por sí “genera” discusión y controversia. Así lo presentan:

“Hay varios mecanismos potenciales a través de los cuales las configuraciones genéticas afectan probabilidad de los individuos de participar en actividades empresariales y, por lo tanto, el emprendimiento promedio en un país o región. Primero, los rasgos genéticos desencadenan ciertos comportamientos a través de mecanismos químicos que incluyen neurotransmisores, neuropéptidos y otros procesos que ocurren en el cerebro. Posteriormente, los neurotransmisores se han relacionado con la novedad y la sensación, la búsqueda (Thiel, Houston y Schwarting, 1998). Es más probable que los empresarios sean buscadores de sensaciones, es decir, tienen una necesidad de experiencias variadas y complejas que implican mayor grados de búsqueda de riesgo y novedad, es decir, novedad en términos de desarrollo de productos, entrada a mercados, encontrar consumidores, etc.—(Nicolaou et al., 2008). Además, tanto la sensación como la búsqueda de la novedad son altamente hereditarios (Cloninger et al., 1998), por lo que es probable que influyan actividades empresariales a largo plazo.

En segundo lugar, las configuraciones genéticas tienen repercusiones en el comportamiento al influir en la toma de riesgos y la extraversión de los individuos, que a su vez puede impulsar o inhibir a los individuos a actuar.

Las características de personalidad como la extraversión y la apertura a nuevas experiencias han sido correlacionadas fuertemente con la tendencia a convertirse en emprendedor usando una muestra grande de gemelos del Reino Unido y EE. UU. (Shane et al., 2010). Además, tanto el neuroticismo como la extraversión se ha encontrado que median el efecto de los rasgos genéticos en la propensión de las mujeres a convertirse en empresarios, mientras que la extroversión mediaba los efectos del entorno en la propensión de los hombres a ser emprendedores (Zhang et al., 2009).

Finalmente, la evidencia existente sugiere que ciertas configuraciones genéticas también pueden hacer individuos más receptivos a los estímulos ambientales, lo que fomenta el espíritu empresarial. El entorno social puede reforzar el efecto de los factores genéticos en la vida de las personas, la tendencia a ocupar roles de liderazgo, mientras que un entorno familiar desfavorable reduce el impacto de los genes (Judge et al., 2012). Además, la educación, el entorno familiar y social todos interactuan con las características genéticas que influyen en las elecciones de los individuos para comenzar su propio negocio (Quaye, Nicolaou, Shane y Harris, 2012) o cambiar sus trabajos actuales (Chi et al.,2016). Juntos, estos hallazgos refuerzan la idea de que los genes pueden afectar positivamente el emprendimiento tanto directo como indirecto.”

Mejor es comer productos alimenticios naturales en Navidad. Pero, ¿qué es un alimento «natural»?

En Navidad solemos comer muchas cosas, aparentemente no muy saludables. Es mucho mejor comer alimentos ‘naturales’, y así es cómo las regulaciones en el mundo en forma creciente apuntan a lograr ese objetivo. Ahora bien, ¿qué es ‘natural’? Henry Miller, Robert Weson Fellow in Scientific Philosophy and Public Policy, Hoover Institution, Stanford University; y Drew Kershen, Earl Sneed Centennial Professor of Law (emeritus), University of Oklahoma College of Law, analizan el tema en relación a las regulaciones sobre el contenido de las etiquetas de los alimentos en la revista Regulation del Cato Institute: http://object.cato.org/sites/cato.org/files/serials/files/regulation/2015/3/regulation-v38n1-7.pdf

Allimentos

El tema no es menor por estos lares, más allá de la cuestión específica de las fiestas de fin de año, ya que el uso de semillas genéticamente modificadas en la producción de soja, por ejemplo, o en la genética animal plantea también la discusión respecto a la característica ‘natural’ o ‘artificial’ de estos productos

Además de tratar sobre esas regulaciones, los autores consideran el tema más general acerca de qué es ‘natural’, parte de la discusión fundamental sobre los productos genéticamente modificados. Dicen:

“… también somos escépticos respecto al intento de la Food and Drug Administration de definir alimentos ‘naturales’. Ese intento es desviar la atención hacia una falacia. En un mundo donde la genética de prácticamente todo organismo que se comercializa ha sido formada en alguna medida por la mano del hombre, ¿puede tener sentido el término ‘natural’?

En la última década, se han presentado numerosos juicios masivos contra las empresas de alimentos solicitando pagos por daños por falsa propaganda cuando la compañía colocaba la frase ‘todo natural’ o ‘100% natural’ en las etiquetas de los productos alimenticios. A pesar de muchos pedidos – algunos realizados por jueces federales- la FDA no ha querido definir el término ‘natural’, la última vez en Enero de 2014. La agencia gubernamental sostiene que tiene prioridades más importantes para su tiempo y sus recursos que meterse en este enredo filosófico e ideológico que lleva años. A lo sumo, este ejercicio poco tendría que ver con la salubridad o la calidad de los alimentos; en efecto, sería el equivalente regulatorio de tratar de determinar cuántos ángeles pueden bailar en la cabeza de un alfiler.”