Adam Smith más actual y vigente que nunca: ahora dos papers desde Minas Geraes

Adam Smith da cada vez más motivos para considerar sus textos. Aquí van dos artículos sobre sus contribuciones.

El primero, TO BE AND TO APPEAR TO BE: ADAM SMITH’S RESPONSE TO MANDEVILLE AND ROUSSEAU ON THE PROBLEM OF THE MORAL STATUS OF SELF-LOVE, por  Ivan Sternick, de la Universidad de Minas Geraes: https://www.cedeplar.ufmg.br/pesquisas/td/TD%20643.pdf

Plantea lo siguiente:

“Este artículo defiende la hipótesis de que la teoría de la simpatía y del espectador imparcial de Smith se desarrolló como respuesta al problema del estatuto moral de la sociabilidad fundada en el amor propio, legado por la antropología egoísta defendida por Mandeville y denunciada por Rousseau. A diferencia de quienes ven una oposición total en la relación entre Smith y Rousseau, esto significa que el primero está de acuerdo con la crítica del segundo a la antropología de Mandeville. Sin embargo, se argumenta que, en opinión de Smith, Rousseau se equivocó al incorporar una psicología inspirada en Mandevillian en su descripción del funcionamiento de la sociedad moderna, ya que no explica correctamente el comportamiento y la interacción humana. En este sentido, las simpatías a menudo enfatizadas de Smith por las críticas de Rousseau a la sociedad comercial deben ser mitigadas, ya que estas últimas se basan en una visión mayoritariamente errónea del principio de sociabilidad basado en el amor propio.”

El otro es NO NEED FOR SOCIETY: ADAM SMITH’S CRITIQUE OF PUFENDORF’S SUMMA IMBECILLITAS, por Michele Bee e Ivan Sternick, ambos de la misma universidad: https://www.cedeplar.ufmg.br/pesquisas/td/TD%20644.pdf

“Los ilustradores escoceses vieron en Pufendorf la idea de una sociabilidad basada en la necesidad anterior al gobierno. Esta idea surgió de una imagen de la condición humana como naturalmente indigente e impotente. La sociabilidad surge, pues, de la percepción de las ventajas que la cooperación y la ayuda mutua otorgan para superar esta incapacidad natural de proveer a las propias necesidades. El ser humano se vuelve sociable a través del amor propio, entendido como el interés por la autoconservación. La idea de un principio de sociabilidad independiente del gobierno también fue crucial para la concepción de sociedad de Adam Smith. Sin embargo, Smith buscó revisar las premisas de Pufendorf sobre la naturaleza humana. Siguiendo a Hutcheson, los consideró demasiado cercanos al sistema egoísta de Hobbes. Como pretende mostrar este artículo, para Smith la sociabilidad no surge de la necesidad de la ayuda de los demás, como suele decirse, sino del deseo de la estima merecida.”

Para los pesimistas: no seremos perfectos pero estamos viviendo el período más moral de la historia

Michael Shermer es columnista mensual de la revista Scientific American, profesor adjunto en Claremont Graduate University y Chapman University y autor del libro recientemente publicado “The Moral Arc: How Science and Reason lead Humanity toward Truth, Justice and Freedom”. El Cato Policy Report publica algunos extractos: http://www.cato.org/policy-report/januaryfebruary-2015/science-reason-moral-progress

Para Shermer estamos viviendo el período más moral de la historia. Algunas de las mejoras que destaca son las siguientes, clasificadas por áreas:

“- Gobernanza: la expansión de la democracia liberal y el declive de teocracias y autocracias

  • Economía: derechos de propiedad más amplios y libertad para comerciar bienes y servicios con otros sin restricciones opresivas
  • Derechos: a la vida, la propiedad, el matrimonio, la reproducción, el voto, de expresión, de culto, de reunión, de protesta, de autonomía y la búsqueda de la felicidad
  • Prosperidad: la explosión de la riqueza y la creciente prosperidad de más gente en muchos lugares distintos, y la reducción de la pobreza ya que el porcentaje de pobres en el mundo es el más bajo de la historia de la humanidad
  • Salud y longevidad: más gente en más lugares vive más tiempo, y vidas más saludables que en cualquier otro momento del pasado.
  • Guerra: un menor porcentaje de la población muere como resultado de conflictos violentos hoy que en cualquier otro momento desde el origen de nuestra especie
  • Esclavitud: ha sido declarada ilegal en todo el mundo y se practica en unos pocos lugares bajo forma de esclavitud sexual y laboral, formas que se busca eliminar.
  • Homicidio: las tasas han caído abruptamente de 100 asesinatos por cada 100.000 habitantes en la Edad Media a menos de 1 en la actualidad, en los países industriales de Occidente; la probabilidad de morir violentamente es la más baja de la historia
  • Violaciones y ataques sexuales: tienden a reducirse, aunque son muy prevalentes. Son ilegales en todos los países de Occidente y perseguidos en forma creciente.
  • Control judicial: la tortura y la pena de muerte han sido casi universalmente derogadas por los estados, y donde todavía son legales, se usan menos frecuentemente.
  • Igualdad ante la justicia: los ciudadanos son tratados más igualmente bajo la ley que en cualquier otro momento de la historia
  • Civilidad: la gente es más amable, más civilizada, y menos violenta que en cualquier otro momento anterior.

Concluye:

“Por siglos, el atraso moral describía mejor a nuestra especie, y cientos de millones de personas sufrieron en consecuencia. Pero entonces algo sucedió hace unos 500 años, la Revolución Científica alumbró la Era de la Razón y el Iluminismo, y esto cambió todo. En lugar de adivinar la verdad de la autoridad de algún viejo libro sagrado o tratado filosófico, la gente comenzó a explorar el libro de la naturaleza por su cuenta. En lugar de sacrificios humanos para calmar la ira de los dioses del clima, los naturalistas midieron las temperaturas, la presión barométrica y los vientos para crear las ciencias meteorológicas. Y en lugar de una pequeña elite que mantenía el poder manteniendo como analfabetos a la mayor parte de la población, a través de la ciencia y la educación la gente pudo ver por sí misma el poder y la corrupción que los sometía y comenzaron a liberarse de esas cadenas y a demandar derechos.”