La muerte del león Cecil en Zimbabwe generó mucha indignación en el mundo entero. Terry Anderson y Shawn Regan escribieron un artículo para el Wall Street Journal sobre el tema. Algunos párrafos: http://www.perc.org/articles/how-trophy-hunting-can-save-lions?utm_source=Weekly+Newsletter+-+2&utm_campaign=f5f2982c09-8_7_F_Newsletter_PERC_Reports_CeciltheLion_Drought&utm_medium=email&utm_term=0_1c01b535ba-f5f2982c09-65913089&mc_cid=f5f2982c09&mc_eid=489320395d
“… los detalles de la caza son más condenables. El león fue atraído hacia fuera del parque y luego se lo mató ilegalmente.
Desgraciadamente, este lamentable episodio mancha el papel que cumple la caza legal y bien administrada en promover la conservación de especies. La muerte de Cecil ha inspirado llamados apasionados para prohibir la caza en toda África. Tres aerolíneas norteamericanas anunciaron que no transportarán ya leones u otros animales cazados como trofeos.
Pero, ¿acaso la restricción de la caza salvaría al rey de los animales? No, según la agencia norteamericana Servicio de Pesca y Vida Silvestre: “Los leones no están en problemas debido a la caza deportiva responsable”, ha dicho el director Dan Ashe luego que la agencia completó una revisión de la situación de las especies. “De hecho, la evidencia muestra que programas científicos de conservación que han incluido una caza deportiva limitada, contribuyen a la supervivencia a largo plazo de las especies”. La agencia determinó que la mayor amenaza a los leones son la destrucción de su hábitat, el declive de las especies que ellos cazan, y crecientes conflictos entre humanos y leones.
La prohibición o restricción de la caza o la importación de sus trofeos no resuelve estos desafíos. En realidad, puede perjudicar más que ayudar. Consideremos lo que sucedió en Kenia luego que prohibió toda caza en 1977. Desde entonces, la población de animales salvajes grandes ha declinado un 60/70%, según el economista experto en vida silvestre Mike Norton-Griffiths. La población de leones de Kenia ha caído de 20.000 hace medio siglo, a 2.000 hoy. Las prohibiciones en Tanzania y Zambia han producido resultados similares.
La caza de trofeos es una de las principales formas con que los habitantes locales de regiones con mucha vida silvestre obtienen beneficios. En toda África, la caza genera ingresos anuales por 200 millones de dólares, principalmente en el sur, según un estudio de Biological Conservation. Un estudio de PLOS One en 2012, una revista online indexada, destacó que si se eliminan los ingresos por la caza de leones “se reduciría la tolerancia con la especie entre las comunidades locales que se benefician con esta caza, y podría reducir los fondos disponibles para combatir la caza ilegal”.
Para los africanos que pierden sus cosechas, ganado e incluso vidas humanas por especies peligrosas como los leones, la vida silvestre es, a menudo, una carga a evitar más que un activo para proteger. “¿Por qué se preocupan más los norteamericanos que nosotros?”, dijo un habitante de Zimbabue a Reuters, comentando el furor sobre la muerte de Cecil; “nunca los escuchamos lamentar cuando leones o elefantes matan a nuestra gente”.
Citando investigaciones por el Field Museum de la Universidad de Chicago y el Servicio de Vida Silvestre de Kenia, la revista New Scientist informó que, en promedio, en Kenia cada león come un valor de 270 dólares en ganado anualmente. Esas pérdidas son catastróficas en un país donde el ingreso per cápita es de 1.200. Los criadores prefieren matas a los leones a conservarlos.
Andres Loveridge, el investigador de Oxford que atrapó y estudió a Cecil, reconoce los beneficios de la caza mayor: “la caza, pese a que la gente la deteste, cumple un papel en la conservación”, dijo a la BBC la semana pasada, destacando que se protege más tierra como reservas de caza en África que como parques nacionales. “Si no hubiera caza, ¿qué pasaría con la tierra?”
La caza provee también financiamiento muy necesario para las áreas protegidas. Consideremos la Autoridad de Administración de Parques y Vida Silvestre de Zimbabue, responsable del manejo del Parque Nacional Hwange, donde vivía Cecil. Phantera, un grupo conservacionista, destaca que la agencia obtiene la mayor parte de su financiamiento de la caza mayor. Si esos ingresos no existieran, se reduciría su capacidad para proteger poblaciones de especies salvajes de la caza furtiva e ilegal.
La conservación de los leones sólo tiene éxito cuando provee incentivos a los habitantes locales para proteger a los leones y su hábitat. Si es rentable, que se queden. Cuando se hace responsable y legalmente, la caza para trofeos es una forma de asegurar que los leones de África perdurarán.”