Más sobre los controles de precios: un libro sobre sus malignos efectos en el Reino Unido

Creo haber recomendado antes aquí la lectura del libro “4000 años de controles de precios y salarios” de Robert Schuettinger y Eamon Butler, disponible en la web, pero si quieren sumar algo más sobre el tema pueden ver el libro publicado por el Institute of Economic Affairs de Londres, titulado “Flaws and Ceilings: Price controls and the damage they cause”, por los siguientes autores: CHRISTOPHER J. COYNE, RACHEL L. COYNE, PHILIP BOOTH, RYAN BOURNE, STEPHEN DAVIES, ROBERT C. B. MILLER, COLIN ROBINSON, STEVEN SCHWARTZ, W.STANLEY SIEBERT, CHRISTOPHER SNOWDON AND RICHARD WELLINGS: https://iea.org.uk/publications/research/flaws-and-ceilings-price-controls-and-the-damage-they-cause

“Los controles de precios dañan los mercados al impedir que aumente la oferta de productos para satisfacer la demanda. Pueden causar importantes pérdidas de bienestar, un deterioro de la calidad del producto, una reducción de la inversión y, a la larga, precios más altos. Los controles de precios también fomentan los mercados negros y la actividad económica ilegal.

 

En el mercado laboral, los salarios mínimos pueden reducir el empleo. Esto es especialmente cierto entre los grupos más vulnerables. Los salarios mínimos también pueden alargar las condiciones de desempleo y crear mercados laborales en los que los «afortunados» de adentro ganen a expensas de los «desafortunados» de afuera.

 

Los controles de alquiler en el Reino Unido fueron desastrosos en cuanto a su efecto sobre el sector privado de alquiler. En el período de control, el sector privado de alquiler cayó de tres cuartas partes a una décima parte del parque total de viviendas. Desde la liberalización, el alquiler privado se ha recuperado hasta representar alrededor de una sexta parte de toda la provisión de viviendas.

…” Sigue

Los libertarios en Estados Unidos según The New Yorker: cambiaron las ideas, fracasaron en la política

Siempre es interesante cuando una reconocida revista como The New Yorker publica un artículo sobre el libertarianismo en los Estados Unidos. Al margen de acordar o no con su contenido es interesante leerlo. Se trata de “The Long Afterlife of Libertarianism”, As a movement, it has imploded. As a credo, it’s here to stay; por Benjamin Wallace-Wells: https://www.newyorker.com/magazine/2023/06/05/the-individualists-radicals-reactionaries-and-the-struggle-for-the-soul-of-libertarianism-book-review-matt-zwolinski-john-tomasi

Comenta dos libros: ““The Individualists: Radicals, Reactionaries, and the Struggle for the Soul of Libertarianism” (Princeton), Matt Zwolinski and John Tomasi y Andrew Koppelman, “Burning Down the House: How Libertarian Philosophy Was Corrupted by Delusion and Greed” (St. Martin’s). Wallace-Wells is bastante crítico. Por ejemplo:

“Desde la administración de George W. Bush, el movimiento libertario, como tal, se ha ido desintegrando. El patrón es visible incluso dentro de su ciudadela, el Instituto Cato. En 2009, Thiel, un libertario devoto, publicó un ensayo en el sitio web de Cato diciendo que había perdido toda esperanza de que Estados Unidos fuera alguna vez un país libertario. “Ya no creo que la libertad y la democracia sean compatibles”, escribió. Al año siguiente, un vicepresidente de Cato llamado Brink Lindsey anunció que dejaba el instituto; eventualmente rompió con el libertarismo. Lindsey se quejó más tarde de que muchos libertarios llegaron, de manera oportunista, a suspender su escepticismo hacia el gobierno en sus formas “más coercitivas” —la policía y el ejército— incluso mientras continuaban suministrando “el ácido corrosivo de la burla y la desconfianza con el que los conservadores y los republicanos se han burlado”. ha estado presionando a las instituciones gubernamentales del país durante décadas”. El multimillonario se dirigió más lejos hacia el nacionalismo; el wonk volvió a algo como neoliberalismo.”

Política monetaria «ultraflexible», sobreinversión, empresas «zombies» y ciclo económico austriaco

Los economistas austriacos, desde Mises, han puesto énfasis en señalar las consecuencias de las políticas monetarias expansivas las que, al reducir las tasas de interés, fomentan proyectos de inversión que de otra forma no serían rentables y para los que no se ha producido ningún cambio en la preferencia temporal de los consumidores buscando un mayor consumo futuro, reduciendo el presente. En este paper del FMI que voy a presentar, algo similar aparece, con la figura de “empresas zombies”: IMF Working Paper, Western Hemisphere Department: “Too Low for Too Long. Could Extended Periods of Ultra Easy Monetary Policy Have Harmful Effects?” Prepared by Etibar Jafarov and Enrico Minnella: https://ssrn.com/abstract=4465105  or http://dx.doi.org/10.5089/9798400242748.001

“Los períodos prolongados de política monetaria ultraflexible en las economías avanzadas han reavivado los debates sobre la zombificación de empresas débiles y su impacto en la asignación de recursos, el crecimiento económico, la inflación y la estabilidad financiera. Utilizando datos macroeconómicos y a nivel de empresa, encontramos que las recesiones son un factor crítico en el rápido aumento en el número de empresas zombis. La política monetaria expansiva puede ayudar a reducir la zombificación cuando las tasas de interés están en el límite inferior cero (ZBL), pero una política monetaria demasiado acomodaticia durante períodos prolongados se asocia con una mayor probabilidad de zombificación. Las pequeñas y medianas empresas tienen más probabilidades de convertirse en empresas zombis. Esto genera inquietudes sobre la sostenibilidad de una implementación demasiado laxa de la política monetaria, especialmente en países donde el crecimiento es mediocre. Nuestros hallazgos implican una compensación entre llevar a cabo una política monetaria anticíclica, que también ayuda a contener el aumento en el número de empresas zombis en las recesiones cíclicas, y usar una política monetaria expansiva durante períodos prolongados, lo que puede conducir a una combinación de tasas de interés bajas, bajas crecimiento económico y alta vulnerabilidad financiera. Tal compensación no es una preocupación actualmente cuando la mayoría de los países están ajustando su postura de política monetaria, pero los formuladores de políticas deberían tenerlo en cuenta durante futuras recesiones.”

Mason & Dunung presentan a Hofstede y el impacto de la cultura en los negocios internacionales

Con los alumnos de UCEMA vemosel Cap III de Mason & Dunung y allí el impacto de la cultura en la economía y los negocios:

El trabajo de Geert Hofstede es muy interesante y tiene múltiples aplicaciones. Hofstede trabajaba en IBM y comenzó allí un programa para comprender las diferencias culturales que impactaban en el desempeño de la empresa en los países en los que estaba presente. Allí descubrió un área no explorada y desarrolló, ya fuera de IBM, un proyecto de investigación sobre las diferencias culturales en los países del mundo. Más información aquí: http://geert-hofstede.com/ o aquí: http://geerthofstede.eu/.

Hofstede

El análisis comparativo de las culturas nacionales puede ser útil en distintos sentidos. En mi caso, lo vemos ahora con los alumnos de UCEMA para considerar las importantes diferencias culturales que pueden impactar en los negocios internacionales. Vemos allí un texto donde se analiza el trabajo de Hofstede y el de Edward Hall con ejemplos tales como los problemas y oportunidades que han encontrado las empresas Dunkin’ Donuts y Baskin & Robbins al extenderse globalmente con productos que, en algunos casos son absolutamente desconocidos o están lejos de las costumbres y tradiciones de algún país. Y no es solo una cuestión de gustos, también se encontraron con problemas por las distintas valoraciones de sus franquiciados, por ejemplo en Rusia donde ávidos de aumentar las ventas comenzaron a vender alcohol en los locales; o con problemas para expresar el mismo nombre: Dunkin’ Donuts no sabía cómo traducir su nombre en caracteres chinos y finalmente eligió unos que significaban “Aros Dulces Dulces” (¡)

En fin, el trabajo de Hofstede da para mucho más. También lo he utilizado para analizar diferencias en valores en distintas sociedades que luego pueda explicar la distinta calidad de sus instituciones.

Hofstede desarrolló en un primer momento cuatro categorías:

  1. Distancia en el poder: se refiere a la aceptación de las jerarquías por parte de aquellos que están abajo, no en la cúspide de ellas. Podríamos interpretarlo como en qué medida se aceptan las opiniones de superiores jerárquicos sin mayor cuestionamiento o en qué medida se siente confianza para diferir con el superior.
  2. Evitar la incertidumbre: es la tolerancia por la incertidumbre y la ambigüedad. Las culturas que buscan minimizar estas situaciones tienen leyes y normas estrictas y la creencia en una verdad absoluta a nivel filosófico y religioso. Los opuestos aceptan la incertidumbre, son más tolerantes de opiniones diferentes, tratan de tener la menor cantidad de reglas posibles, pero cumplirlas.
  3. Individualismo: se refiere a cuánto están los individuos integrados en grupos. Por un lado hay sociedades donde se espera que los individuos se arreglen por sí mismos y con sus familias, mientras que otros se encuentran integrados en grupos muy fuertes y cohesivos, que los protege a cambio de su lealtad.
  4. Masculinidad: los valores masculinos parecen diferir entre sociedades más de lo que difieren los femeninos. Los primeros son aquellos que enfatizan una conducta decisoria y competitiva mientras que los valores femeninos enfatizan la modestia y la bondad. En los países “femeninos” las mujeres y los hombres comparten esos valores de modestia y bondad, mientras que en los “masculinos” hay más diferencia porque los hombres son más decisorios y competitivos.

Luego se agregaron otras dos categorías:

  1. Orientación hacia el largo plazo: Las sociedades orientadas al largo plazo fomenta virtudes pragmáticas como el ahorro, la persistencia, y la adaptación a circunstancias cambiantes. Las orientadas al corto plazo, en cambio, hacia virtudes relacionadas con el presente y el pasado como el orgullo nacional, respeto por la tradición y cumplir ciertas obligaciones sociales.
  2. Indulgencia versus contención: en ciertas sociedades se permite la libre gratificación de ciertos impulsos relacionados con el disfrute de la vida y el entretenimiento y las otras las suprimen y regulan con normas sociales muy estrictas.

Una cosa es ir a votar, otra es cómo se cuentan los votos y según como se haga el resultado puede ser diferente

Último sobre sistemas electorales, en este caso, el conocido como sistema Borda que analiza en este artículo de Donald G. Saari, Department of Mathematics and Department of Economics, University of California Irvine: Saari, D.G. “Selecting a voting method: the case for the Borda count”. Const Polit Econ 34, 357–366 (2023). https://doi.org/10.1007/s10602-022-09380-y

“De importancia al seleccionar un método de votación es si, de manera regular, sus resultados capturan con precisión la intención de los votantes. Una sorpresa es que muy pocos procedimientos hacen esto. Otra característica deseada es un enfoque de decisión para ayudar a los grupos a llegar a un consenso (Sección 5). Como se ha descrito, estos objetivos se satisfacen únicamente con el conteo de Borda. Abordar estos objetivos requiere comprender qué puede salir mal, qué causa las dificultades para votar y qué tan malas pueden ser. Para evitar tecnicismos, todo esto se ilustra con ejemplos acompañados de referencias para los lectores que deseen un análisis completo. Como se muestra (Secciones 1 a 3), la mayoría de los problemas reflejan una pérdida de información vital. Comprender esta característica ayuda a demostrar que la descripción típica del teorema de Arrow, «con tres o más alternativas, ningún método de votación es justo», no es precisa (Sección 2).”

¿Nos estamos quedando sin recursos naturales? Paul Simon ya ganó una apuesta diciendo que no, y el resultado se repite ahora

Hace ya unos cuantos años, Julian Simon, profesor de la Universidad de Maryland, pronosticó que los recursos naturales no se agotarían, si bien por definición son necesariamente acotados al menos en este planeta. Hizo una apuesta a Paul Elrich, quien pronosticaba el colapso del planeta, y apostó a que en una cierta cantidad de años, el precio de ciertos recursos naturales sería menor, siendo que si se estuvieran agotando tendrían que aumentar. Al cabo del período, Erlich tuvo que pagar la diferencia entre los precios al momento de la apuesta y a su cierre.

Ahora podemos encontrar un argumento similar en este paper: Pretis, Felix and Hepburn, Cameron and Pfeiffer, Alexander and Teytelboym, Alexander; profesores de la Universidad de Oxford:  “Are We Running Out of Exhaustible Resources?” (May 24, 2023). Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4457854  or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4457854

“Los productos básicos minerales y materiales son insumos esenciales para la producción económica, pero ha habido preocupaciones periódicas sobre la escasez de minerales. Sin embargo, no ha habido ningún estudio reciente sistemático que haya determinado si los productos minerales se han vuelto más escasos a largo plazo. Aquí proporcionamos evidencia sistemática de que es improbable el agotamiento a corto plazo de productos básicos económicamente valiosos en todo el mundo. Construimos y analizamos una nueva base de datos de 48 materias primas económicamente relevantes de 1957 a 2015, que incluye estimaciones de producción mundial, reservas y bases de reservas, precios y producción, utilizando datos disponibles públicamente y otros datos solicitados al Servicio Geológico de los Estados Unidos. Exploramos las tendencias en los precios, las relaciones entre reservas y producción y la producción misma, producto por producto, utilizando técnicas econométricas que permiten cambios estructurales, y estimamos aún más las tendencias generales robustas a las observaciones periféricas. Para casi todas las mercancías, no podemos rechazar la hipótesis nula de ausencia de tendencia en los precios y agotamiento, mientras que la producción ha aumentado. Las señales de precios parecen haber guiado el consumo y proporcionado incentivos para la innovación y la sustitución. Por lo tanto, las preocupaciones sobre el agotamiento de los minerales parecen ser menos importantes que las preocupaciones sobre las externalidades, como la contaminación y los conflictos, y los servicios ecosistémicos (por ejemplo, la estabilidad climática) donde las señales de precios a menudo están ausentes.”

El legado de Robert Lucas: el gobierno no puede engañar sistemáticamente a todo el mundo

Unas semanas atrás falleció Robert Lucas, premio Nobel en Economía 1995, tal vez el más destacado economista de la Escuela de Chicago de las últimas décadas. Muchos señalan que sus aportes cambiaron radicalmente la macroeconomía predominante. He aquí un artículo que explica en forma simple sus principales contribuciones. Es de Patrick Horan, Investigador del Mercatus Center en George Mason University, con el título “The Legacy of Trailblazing Economist Robert Lucas”, publicado en la revista digital Discourse: https://www.discoursemagazine.com/economics/2023/05/22/the-legacy-of-trailblazing-economist-robert-lucas/

“En las décadas de 1960 y 1970, muchos economistas keynesianos creían en una versión cruda de la Curva de Phillips, que establece que existe una compensación entre el desempleo y la inflación. Si el desempleo es demasiado alto, el gobierno puede utilizar la política monetaria para estimular la demanda en la economía y reducir el desempleo. Una política monetaria más expansiva reduce los costos de endeudamiento y más dinero termina en manos de trabajadores y empresas. Esto conduce a un mercado laboral “restringido”, donde más personas están empleadas y pueden gastar su dinero en bienes y servicios. Los empleadores deben ofrecer salarios más altos para competir por los trabajadores. Entonces la inflación aumentaría. De manera similar, si la inflación es demasiado alta, el gobierno puede reducirla a costa de un mayor desempleo.

Sin embargo, durante la década de 1970, los EE. UU. y varias otras economías desarrolladas experimentaron una “estanflación”, una combinación de alto desempleo y alta inflación. La escuela keynesiana no logró explicar este fenómeno. Sobre la base de argumentos anteriores de Milton Friedman y Edmund Phelps, Lucas explicó que la Curva de Phillips tenía fallas porque no consideraba las predicciones cambiantes de las personas a medida que surgía nueva información. Si la inflación sube por sorpresa, puede reducir temporalmente el desempleo.

Sin embargo, si el gobierno intenta repetidamente estimular la economía para reducir el desempleo a costa de una mayor inflación, el público se dará cuenta de lo que el gobierno está tratando de hacer. Las empresas establecerán precios más altos y los trabajadores exigirán salarios más altos en previsión de una mayor inflación. Tratar de estimular la demanda para reducir el desempleo solo conducirá a una mayor inflación a largo plazo. Esta teoría de las expectativas racionales recuerda la máxima de Abraham Lincoln: «Puedes engañar a algunas personas todo el tiempo, y a todas las personas algunas veces, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo». Aunque los miembros del público no siempre pronostican con precisión, el gobierno no puede engañar sistemáticamente a todo el público para lograr algún fin deseado.

El trabajo de Lucas sobre las expectativas racionales condujo a un concepto relacionado llamado «Crítica de Lucas»: los formuladores de políticas no pueden predecir los efectos de un cambio en la política simplemente mirando los datos observados previamente. Más bien, deben considerar cómo el cambio en la política afectará las expectativas de las personas. Si bien confiar en la Curva de Phillips es probablemente el ejemplo más utilizado de no abordar la Crítica de Lucas, hay muchos casos en los que la crítica es relevante, y no solo en la macroeconomía o las finanzas tradicionales.”

¿Por qué si China era más rica, se estancó, y el crecimiento económico se produjo en Europa?

Dos importantes autores sobre un tema que vuelve una y otra vez: ¿por qué se dio el progreso en Europa y no en China, cuando ésta era más potente que la primera? El título del artículo es: “Social Organizations and Political Institutions: Why China and Europe Diverged, por Joel Mokyr, Department of Economics  Northwestern University y Guido Tabellini, Department of Economics and IGIER,  Bocconi University: https://repec.unibocconi.it/igier/igi/wp/2023/697.pdf

Este artículo analiza los orígenes históricos y sociales de la bifurcación en las instituciones políticas de China y Europa Occidental. Un factor importante, reconocido en la literatura, es que China centralizó las instituciones estatales desde el principio, mientras que Europa permaneció fragmentada políticamente durante mucho más tiempo. Estas diferencias iniciales, sin embargo, fueron amplificadas por las diferentes organizaciones sociales (clanes en China, estructuras corporativas en Europa) que se extendieron en estas dos sociedades a comienzos del primer milenio d.C. Las instituciones estatales interactuaron con estas organizaciones y fueron moldeadas e influenciadas por esta interacción. El artículo analiza las muchas formas en que las corporaciones contribuyeron al surgimiento de instituciones representativas y le dieron protagonismo al estado de derecho en las primeras etapas de la formación del Estado en Europa, y cómo las características específicas de las organizaciones de linaje contribuyeron a la consolidación del régimen imperial en China.”

Para el liberalismo clásico el Estado se ocupa de la seguridad y la defensa; … pero también son escépticos….

Uno de los elementos básicos del liberalismo clásico es la idea de un estado limitado y como parte fundamental de esa limitación su responsabilidad en la seguridad y la defensa, a diferencia de la posición libertaria que también cuestiona esa función. ¿Pero acaso no sabemos de su ineficiencia y cómo la política aprovecha sus actividades para otros destinos? Por ejemplo, Estados Unidos recibió el brutal ataque terrorista de Septiembre 11, 2001; y como consecuencia de eso terminó invadiendo Afganistán y luego Iraq. ¿Algún logro?

El tema se plantea en este artículo “FOREIGN POLICY, DEFENSE, AND WAR”, por  CHRISTOPHER J. COYNE y MATTHEW A. OWENS;  George Mason University Department of Economics Working Paper No. 23-20: https://ssrn.com/abstract=4384682  or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4384682

“Muchos liberales clásicos creen en la necesidad de un estado mínimo de «vigilante nocturno» para brindar protección contra amenazas internas y externas. Desde esta perspectiva, para una sociedad libre y liberal es necesario un estado de seguridad nacional dirigido por un gobierno poderoso y centralizado. Al mismo tiempo, los liberales clásicos tienden a ser muy escépticos con respecto a los programas gubernamentales de arriba hacia abajo a gran escala. Este escepticismo se basa en una combinación de problemas prácticos, por ejemplo, restricciones epistémicas y de incentivos y consecuencias perversas no deseadas, y los costos del poder político altamente concentrado para la libertad individual. Este capítulo explora los matices de esta tensión. Después de discutir la lógica estándar para las provisiones estatales—la anarquía hobbesiana y la suposición de que la defensa es un “bien público”—discutimos cuatro desafíos a la provisión estatal de defensa. Estos incluyen: (1) el problema del planificador relacionado con el control estatal de los recursos económicos, (2) el problema de la economía política relacionado con las fricciones en la política democrática, (3) el problema de los «malos» por el cual las actividades gubernamentales generan daños, y (4) el problema autoritario-constitucional por el cual las actividades del estado de seguridad nacional contribuyen a la expansión del poder político a expensas de la libertad individual.”

Escolásticos y mercantilistas y el gran Juan de Mariana sobre el envilecimiento de la moneda

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico y Social de UCEMA vemos a los Escolásticos y los Mercantilistas en un conocido texto de Raymond de Roover. Pero quiero presentar otro que es excepcional. Es de Juan de Mariana sobre la moneda, “Tratado y discurso sobre la moneda de vellón (1609)”. Algunos párrafos sobre el poder de cobrar impuestos y el envilecimiento de la moneda:

Juan de Mariana

“Digo pues que es doctrina muy llana, saludable y cierta que no se pueden poner nuevos pechos (impuestos) sin la voluntad de los que representan el pueblo. Esto se prueba por lo que acabamos de decir, que si el rey no es señor do los bienes particulares, no los podrá tomar todos ni parte de ellos sino por voluntad de cuyos son. Item, si, como dicen los juristas, ninguna cosa puede el rey en perjuicio del pueblo sin su beneplácito, ni les podrá tomar parte de sus bienes sin él, como se hace por via de los pechos. Demás que ni el oficio de capitán general ni de gobernador le da esta autoridad, sino que pues de la república tiene aquellos cargos, como al principio señaló el costeamiento y rentas que le parecieron bastantes para ejercellos; así, si quiere que se las aumenten, será necesario que haga recurso al que se las dio al principio.

“El rey no puede bajar la moneda de peso ó de ley sin la voluntad del pueblo Dos cosas son aquí ciertas: la primera, que el rey puede mudar la moneda cuanto á la forma y cuños, con tal que no la empeore de como antes corria, y asi entiendo yo la opinión de los juristas que dice puede el príncipe mudar la moneda. Las casas de la moneda son del rey, y en ellas tiene libre administración, y en el capítulo Regalía, entre los otros provechos del rey, se cuenta la moneda; por lo cual, como sea sin daño de sus vasallos, podrá dar la traza que por bien tuviere. La segunda, que si aprieta alguna necesidad como de guerra ó cerco, la podrá por su voluntad abajar con dos condiciones; la una que sea por poco tiempo, cuanto durare el aprieto; la segunda, que pasado el tal aprieto, restituya los daños á los interesados. Hallábase el emperador Federico sobre Faenza un invierno; alargóse mucho el cerco, faltóle el dinero para pagar y socorrer la gente, mandó labrar moneda de cuero, de una parte su rostro, y por revés las águilas del imperio; valia cada una un escudo de oro. Claro está que para hacerlo no pudo juntar ni juntó la dieta del imperio, sino por su voluntad se ejecutó; y él cumplió enteramente, que trocó á su tiempo todas aquellas monedas en otras de oro. En Francia se sabe hubo tiempo en que se labró moneda de cuero con un clavito de plata en medio; y aun el año de 1571, en un cerco que se tuvo sobre León de Holanda, se labró moneda de papel. Refiérelo Budellio en el lib. I De Monet., cap. 1º, núm. 34. Todo esto es de Colenucio en el lib. IV de la Historia de Napóles. La dificultad es si sin estas modificaciones podrá el príncipe socorrerse con abajar las monedas, ó si será necesario que el pueblo venga en ello. Digo que la opinión común y cierta de juristas con Ostiense, en el título De censib. ex quibus, Inocencio y Panormitano, sobre el cap. 4º De jur. jur., es que para hacerlo es forzosa la aprobación de los interesados. Esto se deduce de lo ya dicho, porque si el príncipe no es señor, sino administrador de los bienes de particulares, ni por este camino ni por otro les podrá tomar parte de sus haciendas, como se hace todas las veces que se baja la moneda, pues les dan por mas lo que vale menos; y si el príncipe no puede echar pechos contra la voluntad de sus vasallos ni hacer estanques de las mercadurías, tampoco podrá hacerlo por este camino, porque todo es uno y todo es quitar á los del pueblo sus bienes por mas que se les disfrace con dar mas valor legal al metal de lo que vale en sí mismo, que son todas invenciones aparentes y doradas, pero que todas van á un mismo paradero, como se verá mas claro adelante. Y es cierto que como á un cuerpo no le pueden sacar sangre, sea á pausas, sea como quisieren, sin que se enflaquezca ó reciba daño, asi el príncipe, por mas que se desvele, no puede sacar hacienda ni interés sin daño de sus vasallos, que donde uno gana, como citan de Platón, forzosamente otro pierde.