El ministro anuncia nuevos bonos para pagar viejos bonos. Mises sobre el corto y el largo plazo

Mises comenta en 1944 sobre la estructura económica de Europa, pero buena parte de las cosas que dice se aplican a la Argentina de hoy (Europe’s Economic Structure, presentado en un almuerzo en New York University).

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“Es un triste hecho que Europa haya perdido las ventajas que 150 años de libertad económica le habían otorgado. Una gran parte del capital acumulado en los años previos ha sido dilapidado. El ahorro y la acumulación de capital deben comenzar de nuevo. La escasez de capital ha necesariamente reducido la productividad marginal del trabajo. Por un período de transición los salarios y los estándares de vida serán necesariamente más bajo de lo que eran en los años previos a la guerra. Ninguna intromisión gubernamental en las relaciones industriales y ninguna presión o compulsión sindical pueden alterar este hecho. Por el contrario, cuanto mayor la interferencia del gobierno o los sindicatos demore la acumulación de nuevo capital, más se atrasará el período de transición y el retorno a la prosperidad. No hay otra receta que no sea ‘Producir más y mejor’, y ahorrar más y más. No se puede evitar las privaciones. Las naciones han de sufrir las deficiencias de sus políticas. Sería un error culpar a los economistas quienes establecen esta verdad con supuesta insensibilidad. Los economistas han hecho todo lo que podían cuando por más de ochenta años han alertado a estas naciones sobre las consecuencias de sus equivocadas políticas.”

“Hay un solo camino para el continuo crecimiento del nivel general de vida: la acumulación progresiva de capital y la mejora de los métodos de producción que este capital hace posible. Sin embargo, antes de la guerra los países de Europa continental se comprometieron con políticas que no solamente frenaban la mayor acumulación de capital sino que resultaban en el consumo y la erosión del capital acumulado. El principal vehículo de esas políticas fue la expansión del crédito. Es cierto que la expansión del crédito crea, al comienzo, un auge. Pero la prosperidad artificial de la orgía del dinero fácil de unos pocos años debe finalmente llevar a la recesión y la depresión. La expansión del crédito es muy popular entre los políticos que no se preocupan del mañana. Pero los hombres de estado conscientes no deben alentar políticas de corto plazo. Solo las de largo plazo son sólidas.”

“Por supuesto, hay seudo-economistas recitando el evangelio de las políticas de corto plazo. ‘En el largo plazo estamos todos muertos’, decía Lord Keynes. Pero todo depende de cuán largo sea el corto plazo. La formulación clásica del principio del corto plazo fue provista por la Marquesa de Pompadour: ‘Después de nosotros, el diluvio’ (Après nous, le déluge). La señora tuvo la suficiente suerte de morir en el corto plazo. Pero su sucesora, Madame Du Barry, superó el corto plazo y fue guillotinada en el largo plazo. Europa ha ingresado ahora en una etapa en la cual está sufriendo las consecuencias de largo plazo de las políticas de corto plazo. Los políticos miopes se golpean la cabeza contra la pared, cuya realidad tozudamente tratan de negar.”

¿El financiamiento con bonos y el litigio de los holdouts pondría un límite al gasto público?

Es difícil tratar el tema de la deuda, default y fondos buitres en forma desapasionada en estos momentos. Veamos si la academia se permite plantear algunos temas que sería difícil plantear aquí.

Buitres

Stephen Kaplan, de George Mason University y Kajj Thomson de Maastricht University escriben un paper titulado: “La Economía Política del Endeudamiento Soberano: explicando las decisiones políticas en países altamente endeudados”: http://www.gwu.edu/~iiep/assets/docs/papers/2014WP/KaplanIIEPWP201410.pdf

Estas son sus conclusiones:

“Cuando los países tienen una débil transparencia institucional y pocos límites efectivos, la teoría de la economía política espera que los políticos usen los déficits fiscales para generar un auge cercano a las elecciones, conocido como el ciclo económico electoral. Pero, ¿por qué podríamos observar austeridad a pesar de su desarrollo institucional? En este trabajo hemos mostrado que la extensión de la globalización tiene profundos efectos en la política local. Cuando los políticos acuden a los descentralizados mercados de bonos (más que a préstamos centralizados de bancos u organismos internacionales), suelen mostrar más disciplina fiscal. Hemos mostrado también que este efecto disciplinante es particularmente fuerte durante períodos electorales.”

Pero, ¿qué dice de Argentina?

“Estos ciclos (de aumento de gasto antes de la elección) pueden ocurrir, como lo muestra la expansión del gasto hacia la elección del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pero es más probable que aparezcan en países que descansan menos en los mercados globales de capital. Argentina ha estado excluida de estos mercados desde el default de 2002”.

¿Siempre la excepción? Además esa excepción continúa ya que en el peor momento de este conflicto y con crecientes restricciones al acceso a mercados Internacionales de todo tipo, el gasto público alcanza nuevos records.

Por otro lado, el artículo también toca un tema interesante y polémico, con una visión opuesta a lo que suele leerse:

“…será interesante explorar cómo cambios recientes en la arquitectura financiera afectan esta dinámica. Por ejemplo, El Mecanismo de Estabilidad Europeo establecido en 2013, ha buscado aislar a los ciudadanos europeos de la fuga de capitales demandando que todos los nuevos bonos europeos tengan cláusulas de acción colectiva. Estas cláusulas facilitan las negociaciones entre acreedores y deudores permitiendo que una supermayoría obligue a los ‘holdouts’ y, por ende, facilite una restructuración. Hemos sostenido que mayores porcentajes de acreedores en bonos catalizan la salida de acreedores, dificultando la restructuración y haciendo más probable la austeridad.

Sin embargo, si la adopción de cláusulas de acción colectiva ayuda a obtener el consenso de bonistas, estos acreedores se conducirían como prestamistas bancarios centralizados, facilitando las reestructuraciones y haciendo que un default sea menos probable. Los menores costos de financiamiento pueden abrir la puerta a más gasto (¡!) permitiendo a los gobiernos responder más a los votantes locales.

Un tema importante relacionado es cómo los litigios de ‘holdouts’, como se observa en Grecia y Argentina, afectarán futuros intentos y las políticas públicas. Estos, generalmente rechazan negociar y demandan un pago total. Temiendo que una restructuración consensuada creará nuevos precedentes, prefieren sostener la tradición legal de que los gobiernos no pueden renegar de sus contratos con acreedores individuales. Si esa estrategia se hace más común, podrían amenazar las reestructuraciones de deuda diluyendo la coordinación de los acreedores e intensificando su salida.

Bajo estas condiciones, el default es más probable si los gobiernos intentan restructurar sus deudas. Los mayores costos de financiamiento restringen la posibilidad de gasto y reducen la capacidad del gobierno de administrar la economía, frustrando sus intentos de mantener redes de seguridad social durante las crisis financieras.”

El punto es interesante, pero asume gobiernos bondadosos que sólo piensan en gastar en beneficio social y que es precisamente el gasto el que ocasiona la crisis financiera. También podría interpretarse que esos límites también reducen “todo gasto”, sobre todo el gasto ineficiente, inútil, clientelista, dejando menos para gastar pero que los gobiernos podrían dedicar a lo que sea prioritario.