La teoría austriaca del ciclo económico en Hayek: Wicksell, Mises, Böhm-Bawerk, Cantillon y Ricardo

Conocemos la Teoría Austriaca del Ciclo Económico pero, específicamente, ¿cuál fue la visión y los aportes de Hayek al respecto?. No digo que fuera distinta a la de Mises sino su visión, la que es presentada en este trabajo “Hayek’s Austrian Theory of the Business Cycle”, por Harald Hagemann GREDEG Working Paper No. 2024-06: https://ideas.repec.org/s/gre/wpaper.html

“El ensayo comienza con la lucha de Hayek con el marco de equilibrio como punto de partida para el análisis de las fluctuaciones cíclicas y los fundamentos metodológicos desafío planteado por el ataque de Lowe contra la construcción de la teoría del ciclo económico dentro del sistema de equilibrio económico general. Luego se muestra que Hayek elaboró ​​su discurso austriaco de Teoría del ciclo económico sobre la combinación innovadora de cinco componentes básicos: (1) La teoría de Wicksell del proceso acumulativo donde los cambios de precios son causados ​​por la discrepancia entre el tipo de mercado y el tipo de interés natural (de equilibrio); (2) La teoría de Mises de dinero y crédito en los que los bancos reducen artificialmente el tipo de interés monetario (de mercado) responsable de una sobreinversión y una mala asignación de recursos que necesariamente tiene que ser corregido; (3) La teoría del capital de Böhm-Bawerk con su énfasis en la estructura temporal del proceso de producción; (4) Efectos Cantillon de los cambios en la oferta monetaria sobre la estructura de precios y por tanto de la estructura de producción (no neutralidad del dinero); (5) Efectos Ricardo de una escasez de bienes de consumo en la producción de bienes de inversión (desproporcionalidad de capital circulante y fijo).”

A 50 años del Nobel a Hayek se sigue considerando la teoría austriaca del ciclo económico

La teoría austriaca del ciclo económico está en la raíz y el origen de esta escuela, y sigue vigente. En este caso, en este artículo: DISPERSED INFORMATION, NOMINAL RIGIDITIES AND MONETARY BUSINESS CYCLES: A HAYEKIAN PERSPECTIVE, por Christian Hellwig de Toulouse School of Econoimcs y Venky Venkateswaran, de New York University: Working Paper 33215,  http://www.nber.org/papers/w33215

“Estudiamos la propagación de shocks nominales en una economía de información dispersa donde las empresas aprenden de la información generada por sus actividades en los mercados de productos y factores y responden a ella. Demostramos la existencia de un “referencial hayekiano”, definido por las condiciones bajo las cuales la información imperfecta no tiene efecto sobre los resultados de equilibrio. Esto ocurre en condiciones bastante generales cuando los precios son flexibles, es decir, sin fricciones nominales, las fricciones informativas son irrelevantes. Sin embargo, con precios rígidos, esta irrelevancia se da solo si no hay complementariedades estratégicas en los precios y los shocks agregados e idiosincrásicos son igualmente persistentes. Con complementariedades y/o diferencias en la persistencia, la interacción de las fricciones nominales e informativas desacelera el ajuste de precios, amplificando los efectos reales de los shocks nominales (en relación con un modelo de información completa con solo fricciones nominales). En un modelo calibrado, la amplificación es más pronunciada en el mediano y largo plazo. En el corto plazo, la información generada por el mercado conduce a un ajuste sustancial de precios agregados, aunque las empresas puedan no ser conscientes de los cambios en las condiciones agregadas.”

Las causas de los ciclos económicos: Hayek las presenta en la London School of Economics. También Huerta de Soto y Garrison

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca y Economía Institucional de UCEMA vemos ahora uno de los temas más polémicos en la teoría económica macro: los ciclos económicos. En este caso analizamos la llamada Teoría Austriaca del Ciclo Económico en base a la lectura de alguno de estos textos:  

 

  1. Hayek F.; Precios y Producción; Cap 1:  

Este es el primer capítulo del libro de ese nombre que trae las conferencias que Hayek dictara en la London School of Economics en 1931. La importancia del tema resulta evidente en ese momento cuando se profundizaba la mayor crisis económica mundial del siglo XX. También es parte del llamado «Debate Hayek- Keynes», sobre los orígenes de los ciclos y su solución.  

  1. Hayek F.; “El flujo de bienes y servicios” https://www.eseade.edu.ar/wp-content/uploads/2016/08/HAYEK.pdf  

También es el resultado de una conferencia de Hayek en la LSE, pero esta vez 50 años después, en 1981 

Y aquí la visión sobre esta teoría por parte de dos destacados economistas de la Escuela:  

  1. Jesús Huerta de Soto; «La teoría austriaca del ciclo económico»: https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/5811/35926_5.pdf  
  1. Roger Garrison; “Ciclos económicos, el enfoque austriaco»; https://www.eseade.edu.ar/wp-content/uploads/2016/08/Garrison_Ciclos-Economicos.pdf 

La caída del Silicon Valley Bank… ¿y un 10% de los bancos tiene pérdidas peores y no reconocidas todavía?

Es increíble la rapidez con que se puede desatar una crisis, y también la de quienes publican investigaciones sobre eso. Se cae el SVB y ya hay quienes analizan el estado del sistema bancario en Estados Unidos. Se trata de este paper: Jiang, Erica Xuewei de University of South California, Matvos, Gregor, de Northwestern University, Piskorski, Tomasz, de Columbia University y Seru, Amit, de Stanford University; “Monetary Tightening and U.S. Bank Fragility in 2023: Mark-to-Market Losses and Uninsured Depositor Runs?” (March 13, 2023). Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=

“Analizamos la exposición de los activos de los bancos estadounidenses a un aumento reciente en las tasas de interés con implicaciones para la estabilidad financiera. El valor de mercado de los activos del sistema bancario de EE. UU. es $ 2 billones más bajo que lo sugerido por el valor en libros de los activos que representan las carteras de préstamos mantenidas hasta el vencimiento. Los activos bancarios ajustados al mercado han disminuido en un promedio del 10 % en todos los bancos, y el percentil 5 inferior experimentó una disminución del 20 %. Ilustramos que el apalancamiento no asegurado (es decir, deuda/activos no asegurados) es la clave para comprender si estas pérdidas conducirían a la insolvencia de algunos bancos en los EE. UU., a diferencia de los depositantes asegurados, los depositantes no asegurados pueden perder una parte de sus depósitos si el banco falla, dándoles potencialmente incentivos para correr. Un estudio de caso del Silicon Valley Bank (SVB) recientemente quebrado es ilustrativo. El 10 por ciento de los bancos tienen mayores pérdidas no reconocidas que las de SVB. SVB tampoco fue el banco peor capitalizado, con un 10 por ciento de los bancos con menor capitalización que SVB. Por otro lado, SVB tenía una parte desproporcionada de financiación no asegurada: solo el 1 por ciento de los bancos tenía un mayor apalancamiento no asegurado. Las pérdidas combinadas y el apalancamiento no asegurado brindan incentivos para una corrida de depositantes no asegurados de SVB. Calculamos incentivos similares para la muestra de todos los bancos estadounidenses. Incluso si solo la mitad de los depositantes no asegurados decide retirarse, casi 190 bancos corren un riesgo potencial de deterioro para los depositantes asegurados, con un riesgo potencial de $300 mil millones de depósitos asegurados. Si los retiros de depósitos no asegurados causan incluso pequeñas liquidaciones, muchos más bancos están en riesgo. En general, estos cálculos sugieren que las caídas recientes en los valores de los activos bancarios aumentaron de manera muy significativa la fragilidad del sistema bancario de EE. UU. frente a las corridas de los depositantes no asegurados.”

Hayek, cuando presenta la teoría austriaca del ciclo económico en la London School of Economics

  1. Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca, en UCEMA, vemos las famosas conferencias que F. A. Hayek dictara en la London School of Economics and Political Science, presentando la teoría austriaca del ciclo económico.  De la Lección I Teorías acerca de la influencia del dinero en los precios

Partiendo del “efecto Cantillon” sobre el impacto de la creación de dinero en los precios relativos, critica la idea de los cambios relativos como “consecuencia” de cambios en el índice general de precios:  

Creo que esta idea de que los cambios en los precios relativos y en el volumen de la producción son consecuencia de cambios en el nivel de precios, y de que el dinero afecta a los precios individuales sólo por medio de su influencia sobre el nivel general de precios, está en la raíz de al menos tres opiniones sumamente equivocadas: Prima, que el dinero actúa sobre los precios y la producción sólo si cambia el nivel general de precios y, por tanto, que los precios y la producción quedan siempre inafectados por el dinero -permanecen en su nivel «natural»- si el nivel de precios es estable. Segunda, que un nivel de precios creciente tiende siempre a ocasionar un incremento en la producción y un nivel de precios decreciente a ocasionar siempre una disminución de la producción. Y tercera, que «la teoría monetaria puede describirse simplemente como una teoría de cómo se determina el valor del dinero». Como veremos, estos espejismos son los que posibilitan el que se suponga que podemos ignorar la influencia del dinero siempre que su valor se suponga estable, y que se apliquen sin más matizaciones los razonamientos de una teoría económica general que sólo presta atención a las «causas reales», y que basta con añadir a esta teoría una teoría separada del valor del dinero y de las consecuencias de sus cambios para obtener una explicación completa del proceso económico moderno. 

Ludwig von Mises y una breve descripción de la Teoría Austriaca del Ciclo Económico

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico II (Escuela Austriaca) de Económicas, UBA, vemos un breve artículo de Mises, publicado en 1936, sobre la llamada Teoría Austriaca del Ciclo Económico. Así le describe brevemente:

«Al emitir medios fiduciarios, y con ello me refiero a billetes bancarios sin respaldo de oro o cuentas corrientes que no son enteramente respaldadas en reservas de oro, los bancos están en posición de expandir el crédito considerablemente. La creación de estos medios fiduciarios adicionales les permite extender crédito más allá del límite establecido por sus propios activos y por los fondos que le han sido confiados por sus clientes. Intervienen en el mercado en este caso como “oferentes” de crédito adicional, creado por ellos mismos, producen así una reducción en la tasa de interés, la que cae por debajo del nivel en que estaría sin su intervención. La reducción de la tasa de interés estimula la actividad económica. Proyectos que no hubieran sido considerados “rentables” si la tasa de interés no hubiera estado influenciada por la manipulación de los bancos, y que, por lo tanto, no se hubieran realizado, son ahora, sin embargo, “rentables” y pueden iniciarse. Este estado más activo de los negocios lleva a una demanda creciente de materiales de producción y de trabajo. Los precios de los medios de producción y de los salarios del trabajo crecen, y el incremento en los salarios lleva, a su turno, a un incremento en los precios de los bienes de consumo. Si los bancos evitaran una extensión adicional del crédito y se limitaran a lo que ya han hecho, el auge terminaría rápidamente. Pero los bancos no se desvían de su curso de acción; continúan expandiendo el crédito en mayor y mayor escala, y los precios y los salarios continúan creciendo en forma correspondiente.»

Gottfried Haberler, un austriaco con importantes contribuciones y algunas diferencias

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico II, Escuela Austriaca, de Económicas, UBA, vemos a un austríaco que no suele aparecer en el panteón de los destacados, pero que ha sido reconocido por sus contribuciones, Gottfried Haberler. Tal vez su principal aporte fuera el darle a la teoría de las ventajas comparativas de David Ricardo un sustento moderno, basado en los costos de oportunidad.

También tuvo contribuciones que fueron destacadas en ;la teoría del ciclo económico, como comenta aquí Richard Ebeling, aunque con algunas discrepancias con los otros austriacos:

Durante la primera semana de julio de 1936, se celebró en Annecy,
Francia, una conferencia internacional sobre los «Problemas del cambio
económico». Reunió a economistas tan notables como Ludwig von
Mises, Wilhelm Ropke, Oskar Morgenstern, Bertil Ohlin, Lionel Robbins,
Dennis Robertson, Charles Rist, William Rappard, John B. Condliffe,
John Van Sickle, Alvin Hansen, John Maurice Clark y Jan Tinbergen.
Habían venido a esta atractiva ciudad francesa al sur del lago de
Ginebra para discutir el problema de los ciclos económicos y su efecto
en la economía mundial. Se alcanzó poco acuerdo durante los tres días
durante los cuales estos destacados economistas se reunieron. Pero
hubo un solo consenso entre los asistentes. Uno de los otros
participantes en la conferencia, Gottfried Haberler, había establecido un
ejemplo y un estándar sobre cómo se debería emprender la
investigación sobre el tema de los ciclos económicos. Según el resumen
oficial de la conferencia:
Durante toda la conferencia hubo un tema que contó con el apoyo
incondicional de todos los presentes, a saber, la nueva técnica de
investigación que se ha seguido durante los dos últimos años en el
estudio de la teoría del ciclo económico por el Dr. Haberler. Se recordará
que fue designado para un puesto especial en el personal de la Sección
Económica y Financiera de la Liga [de las Naciones]. Tenía el deber de
examinar el estado actual de los conocimientos en la teoría del ciclo
económico y debía elaborar un informe sobre este tema. No cabe duda
de que todos los presentes quedaron muy impresionados por los
valiosos resultados obtenidos con el procedimiento seguido en el caso
del Dr. Haberler´s trabaja. De hecho, los «métodos similares a los de
Haberler» se convirtieron en un eslogan de toda la conferencia.

Hayek y la teoría austriaca del ciclo económico, años después de Precios y Producción

Con los alumnos de UBA Económicas vemos a Hayek discutiendo con Keynes sobre la estructura de la producción y el Flujo de Bienes y Servicios (Libertas 37, Octubre 2002):

“La estructura de producción debe ser vista, por lo tanto, como un proceso multidimensional, en el que en todo momento los individuos trabajan para obtener un producto que será terminado a lo largo de una serie de momentos futuros, y en el cual el producto existente en cada instante de tiempo ha sido obtenido por el uso de recursos en diferentes momentos del tiempo pasado. Por supuesto que estos diferentes flujos paralelos de productos intermedios sólo se pueden distinguir conceptualmente. En la realidad se trata de un proceso continuo, no sólo a nivel horizontal sino también en su dimensión vertical. Además, en la mayoría de los casos no es posible reconocer aún el destino final de cada una de las partes del flujo. Los elementos del flujo no están marcados para su destino futuro, sino que en cada etapa del proceso de producción será la tendencia de los precios la que determinará que proporción de la producción total de un determinado bien irá en cuál o tal de las posibles direcciones. Dada la gran cantidad de productos intermedios, el tiempo y la forma en que éstos finalmente llegarán al consumidor están tan indeterminados a nivel económico como en el caso de la cantidad de factores de producción utilizados en ellos. La forma en que una unidad formada por millones de clavos, bolas de acero, hilo de lana, pedazos de goma o toneladas de carbón terminará satisfaciendo las necesidades de los consumidores está tan indeterminada como el éxito al que apuntan los esfuerzos del productor.

La cantidad y variedad de bienes a los que podemos recurrir para satisfacer nuestras necesidades inmediatas es necesariamente menor que la de aquellos bienes que podemos utilizar para satisfacer nuestras necesidades en un futuro más lejano. Es por ello que, en general, y más allá de fluctuaciones estacionales, los bienes presentes serán generalmente más caros y más escasos que los bienes que se espera estén disponibles en el futuro, pues estos representan una mayor cantidad de posibilidades. Darse tiempo, o “esperar” posibilita un crecimiento en los resultados de nuestros esfuerzos. Pero como sólo es posible “esperar” por un tiempo limitado, debemos escoger aquellas opciones para las cuales la relación entre el crecimiento en valor y la longitud del tiempo que debemos esperar para lograr dicho crecimiento sea mayor.

Este segundo aspecto del problema de la asignación de recursos se puede distinguir claramente si se ve el proceso de producción como un flujo o un “río” continuo. De la desembocadura de este río salen constantemente productos finales, que surgieron luego de numerosos procesos de transformación a partir de la utilización de los insumos iniciales. En todo momento fluyen en forma paralela muchos de estos ríos, o mejor dicho, complejos sistemas de redes fluviales, cada uno de ellos corrido un poco hacia adelante con respecto al anterior. Los productos finales de cada uno de estos flujos aparecen en momentos más o menos distantes en el futuro. Este proceso a veces se describe como si tanto para el flujo ya recorrido como para todos aquellos que fluyen actualmente y cuyos productos finales recién surgirán en el futuro, existiese al mismo tiempo otro flujo sincronizado y simultáneo. Éste representaría aquellas etapas que los productos disponibles en el presente ya pasaron, así como todos los flujos futuros que le quedan por recorrer a estos productos como bienes intermedios, antes de que el producto final llegue al consumidor. Sin embargo esta imagen, que puede ser muy útil desde ciertos puntos de vista, puede ser confusa cuando se interpreta que las fases que se corresponden entre sí en los flujos que van transcurriendo son idénticas. Este nunca puede ser el caso, ya que los flujos pasados ya prepararon el lecho para el flujo actual. Incluso cuando las condiciones externas permanecen constantes, el flujo se modificaría constantemente, ya que cada vez que pasa un flujo se modificarían las circunstancias que enfrentarán los próximos.

Lo más decisivo es que el volumen agregado de materia prima rara vez se corresponde exactamente con el volumen agregado de producción final. Esto significa que el volumen del flujo generalmente se reducirá o aumentará en cierta medida, debido a que se producen modificaciones en la demanda final y la demanda de factores primarios, en distinta medida e incluso en dirección opuesta. Es por ello que la visión usual, basada en el análisis keynesiano, que representa la relación entre demanda final y ocupación como la relación existente entre la succión ejercida desde el extremo de un caño y el flujo que se genera en el otro extremo, es muy confusa. Entre ambos extremos hay un reservorio elástico o cambiante, cuyo tamaño depende de las circunstancias, y que es dejado de lado en el análisis keynesiano.

Lord Keynes ha demostrado que no es capaz de entender esto en su comentario despectivo a la correcta afirmación de Leslie Stephens sobre “la doctrina, que tan rara vez es comprendida, que tal vez su comprensión cabal sea el mejor examen para un economista –que la demanda por bienes no es demanda de trabajo.” Keynes con seguridad no pasó esta prueba. Su visión excesivamente simplista y unidimensional de la relación entre la demanda de productos finales y el empleo es consecuencia de su falta de comprensión de los factores que afectan las distintas fases del flujo de producción y que producen, alternativamente, acumulación y desacumulación de capital a tasas cambiantes.

El sistema de producción capitalista se caracteriza por la necesidad de mantener el flujo de bienes, provisiones, herramientas e infraestructura, o aumentar el volumen de los mismos si se quiere lograr un crecimiento de la producción en el futuro. En este sentido toda producción que hace uso de las posibilidades tecnológicas disponibles es necesariamente capitalista. Esta palabra no es querida porque a la gente le molesta el hecho de que nadie tenga el poder de determinar cómo se asignará el capital disponible. Esto debe ser dejado en manos del único proceso capaz de hacerlo, el impersonal proceso de mercado. Los métodos alternativos al “capitalismo” que han sido propuestos requieren, al contrario, que el uso de todos los recursos de capital sea decido por una agencia central. Pero esta agencia carece de los medios para determinar cómo hacerlo de manera sensata. Lo que garantiza que los flujos de producción sean ordenados es que los individuos, que únicamente conocen sus circunstancias particulares y no la estructura completa a la que deben ajustarse sus actividades, continuamente modifican la composición del flujo en adaptación a los constantes cambios en las circunstancias. Es por ello que los modelos teóricos, cuyos elementos son millones de individuos con sus conocimientos y decisiones individuales, no pueden brindar ninguna base para la planificación central de estas actividades.”

Precios y producción: Hayek presenta la teoría austriaca del ciclo en la London School of Economics

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca, en la UBA Económicas, vemos las famosas conferencias que F. A. Hayek dictara en la London School of Economics and Political Science, presentando la teoría austriaca del ciclo económico.  

Partiendo del “efecto Cantillon” sobre el impacto de la creación de dinero en los precios relativos, critica la idea que los cambios relativos como “consecuencia” de cambios en el índice general de precios:  

Creo que esta idea de que los cambios en los precios relativos y en el volumen de la producción son consecuencia de cambios en el nivel de precios, y de que el dinero afecta a los precios individuales sólo por medio de su influencia sobre el nivel general de precios, está en la raíz de al menos tres opiniones sumamente equivocadas: Prima, que el dinero actúa sobre los precios y la producción sólo si cambia el nivel general de precios y, por tanto, que los precios y la producción quedan siempre inafectados por el dinero -permanecen en su nivel «natural»- si el nivel de precios es estable. Segunda, que un nivel de precios creciente tiende siempre a ocasionar un incremento en la producción y un nivel de precios decreciente a ocasionar siempre una disminución de la producción. Y tercera, que «la teoría monetaria puede describirse simplemente como una teoría de cómo se determina el valor del dinero». Como veremos, estos espejismos son los que posibilitan el que se suponga que podemos ignorar la influencia del dinero siempre que su valor se suponga estable, y que se apliquen sin más matizaciones los razonamientos de una teoría económica general que sólo presta atención a las «causas reales», y que basta con añadir a esta teoría una teoría separada del valor del dinero y de las consecuencias de sus cambios para obtener una explicación completa del proceso económico moderno. 

La teoría austriaca de los ciclos económicos en un artículo de Hayek sobre el flujo de bienes y servicios

Con los alumnos de UBA Económicas vemos a Hayek discutiendo con Keynes sobre la estructura de la producción y el Flujo de Bienes y Servicios (Libertas 37, Octubre 2002):

“La estructura de producción debe ser vista, por lo tanto, como un proceso multidimensional, en el que en todo momento los individuos trabajan para obtener un producto que será terminado a lo largo de una serie de momentos futuros, y en el cual el producto existente en cada instante de tiempo ha sido obtenido por el uso de recursos en diferentes momentos del tiempo pasado. Por supuesto que estos diferentes flujos paralelos de productos intermedios sólo se pueden distinguir conceptualmente. En la realidad se trata de un proceso continuo, no sólo a nivel horizontal sino también en su dimensión vertical. Además, en la mayoría de los casos no es posible reconocer aún el destino final de cada una de las partes del flujo. Los elementos del flujo no están marcados para su destino futuro, sino que en cada etapa del proceso de producción será la tendencia de los precios la que determinará que proporción de la producción total de un determinado bien irá en cuál o tal de las posibles direcciones. Dada la gran cantidad de productos intermedios, el tiempo y la forma en que éstos finalmente llegarán al consumidor están tan indeterminados a nivel económico como en el caso de la cantidad de factores de producción utilizados en ellos. La forma en que una unidad formada por millones de clavos, bolas de acero, hilo de lana, pedazos de goma o toneladas de carbón terminará satisfaciendo las necesidades de los consumidores está tan indeterminada como el éxito al que apuntan los esfuerzos del productor.

La cantidad y variedad de bienes a los que podemos recurrir para satisfacer nuestras necesidades inmediatas es necesariamente menor que la de aquellos bienes que podemos utilizar para satisfacer nuestras necesidades en un futuro más lejano. Es por ello que, en general, y más allá de fluctuaciones estacionales, los bienes presentes serán generalmente más caros y más escasos que los bienes que se espera estén disponibles en el futuro, pues estos representan una mayor cantidad de posibilidades. Darse tiempo, o “esperar” posibilita un crecimiento en los resultados de nuestros esfuerzos. Pero como sólo es posible “esperar” por un tiempo limitado, debemos escoger aquellas opciones para las cuales la relación entre el crecimiento en valor y la longitud del tiempo que debemos esperar para lograr dicho crecimiento sea mayor.

Este segundo aspecto del problema de la asignación de recursos se puede distinguir claramente si se ve el proceso de producción como un flujo o un “río” continuo. De la desembocadura de este río salen constantemente productos finales, que surgieron luego de numerosos procesos de transformación a partir de la utilización de los insumos iniciales. En todo momento fluyen en forma paralela muchos de estos ríos, o mejor dicho, complejos sistemas de redes fluviales, cada uno de ellos corrido un poco hacia adelante con respecto al anterior. Los productos finales de cada uno de estos flujos aparecen en momentos más o menos distantes en el futuro. Este proceso a veces se describe como si tanto para el flujo ya recorrido como para todos aquellos que fluyen actualmente y cuyos productos finales recién surgirán en el futuro, existiese al mismo tiempo otro flujo sincronizado y simultáneo. Éste representaría aquellas etapas que los productos disponibles en el presente ya pasaron, así como todos los flujos futuros que le quedan por recorrer a estos productos como bienes intermedios, antes de que el producto final llegue al consumidor. Sin embargo esta imagen, que puede ser muy útil desde ciertos puntos de vista, puede ser confusa cuando se interpreta que las fases que se corresponden entre sí en los flujos que van transcurriendo son idénticas. Este nunca puede ser el caso, ya que los flujos pasados ya prepararon el lecho para el flujo actual. Incluso cuando las condiciones externas permanecen constantes, el flujo se modificaría constantemente, ya que cada vez que pasa un flujo se modificarían las circunstancias que enfrentarán los próximos.

Lo más decisivo es que el volumen agregado de materia prima rara vez se corresponde exactamente con el volumen agregado de producción final. Esto significa que el volumen del flujo generalmente se reducirá o aumentará en cierta medida, debido a que se producen modificaciones en la demanda final y la demanda de factores primarios, en distinta medida e incluso en dirección opuesta. Es por ello que la visión usual, basada en el análisis keynesiano, que representa la relación entre demanda final y ocupación como la relación existente entre la succión ejercida desde el extremo de un caño y el flujo que se genera en el otro extremo, es muy confusa. Entre ambos extremos hay un reservorio elástico o cambiante, cuyo tamaño depende de las circunstancias, y que es dejado de lado en el análisis keynesiano.

Lord Keynes ha demostrado que no es capaz de entender esto en su comentario despectivo a la correcta afirmación de Leslie Stephens sobre “la doctrina, que tan rara vez es comprendida, que tal vez su comprensión cabal sea el mejor examen para un economista –que la demanda por bienes no es demanda de trabajo.” Keynes con seguridad no pasó esta prueba. Su visión excesivamente simplista y unidimensional de la relación entre la demanda de productos finales y el empleo es consecuencia de su falta de comprensión de los factores que afectan las distintas fases del flujo de producción y que producen, alternativamente, acumulación y desacumulación de capital a tasas cambiantes.

El sistema de producción capitalista se caracteriza por la necesidad de mantener el flujo de bienes, provisiones, herramientas e infraestructura, o aumentar el volumen de los mismos si se quiere lograr un crecimiento de la producción en el futuro. En este sentido toda producción que hace uso de las posibilidades tecnológicas disponibles es necesariamente capitalista. Esta palabra no es querida porque a la gente le molesta el hecho de que nadie tenga el poder de determinar cómo se asignará el capital disponible. Esto debe ser dejado en manos del único proceso capaz de hacerlo, el impersonal proceso de mercado. Los métodos alternativos al “capitalismo” que han sido propuestos requieren, al contrario, que el uso de todos los recursos de capital sea decido por una agencia central. Pero esta agencia carece de los medios para determinar cómo hacerlo de manera sensata. Lo que garantiza que los flujos de producción sean ordenados es que los individuos, que únicamente conocen sus circunstancias particulares y no la estructura completa a la que deben ajustarse sus actividades, continuamente modifican la composición del flujo en adaptación a los constantes cambios en las circunstancias. Es por ello que los modelos teóricos, cuyos elementos son millones de individuos con sus conocimientos y decisiones individuales, no pueden brindar ninguna base para la planificación central de estas actividades.”