¿Sesgo político en las investigaciones económicas? Diferencias entre preferencias de izquierda y derecha

Parece que la visión política de los investigadores en economía influencia los temas a investigar y el uso de esas investigaciones. Los de izquierda (que el artículo llama “liberales”, como en Estados Unidos) investigan sobre economía y ciencias políticas mientras que los “conservadores” lo hacen sobre más sobre Contabilidad y Finanzas. Es el contenido de este artículo:  “The Politics of Academic Research”: Fisher College of Business Working Paper No. 2023-03-12; Charles A. Dice Working Paper No. 2023-12; por Matthew C. Ringgenberg, University of Utah – Department of Finance; Chong Shu, University of Utah – David Eccles School of Business e Ingrid M. Werner, The Ohio State University – Fisher College of Business: https://ssrn.com/abstract=4451697  or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4451697

“Desarrollamos una medida novedosa de inclinación política en la investigación para examinar si la ideología política influye en el contenido y el uso de la investigación académica. Nuestra medida examina la frecuencia de citas de think tanks con diferentes ideologías políticas y nos permite examinar tanto la oferta como la demanda de investigación. Encontramos que la investigación en Economía y Ciencias Políticas muestra una inclinación liberal, mientras que la investigación en Finanzas y Contabilidad exhibe una inclinación conservadora, y estas diferencias no pueden explicarse por variaciones en los temas de investigación. También encontramos que la inclinación ideológica de los investigadores se correlaciona positivamente con la de su Ph.D. institución y la investigación realizada fuera de las universidades parece atender más al partido político del actual presidente. Finalmente, los datos de donaciones políticas confirman que el sesgo ideológico que medimos en base a las citas de los think tanks se alinea con los valores políticos de los investigadores. Nuestros hallazgos tienen implicaciones importantes para la estructura de la financiación de la investigación.”

¿Todos los gobiernos cantonales de Suiza son liberales? Estos autores los definen así, aunque los llaman de «derecha»

Los liberales no queremos que nos llamen de derecha, eso son los conservadores o en el extremo los fascistas En fin ¿Todos los gobiernos de Suiza son de “derecha”? Claro, acá comenzamos con el problema de cómo definimos tal cosa como derecha, pero para estos autores todos los cantones, menos uno, están en manos de partidos que definen de esa forma, aunque cuando definen sus principios parecen bastante liberales. Se trata del artículo titulado “UNE DOMINATION SANS PARTAGE DE LA DROITE  DANS LA POLITIQUE CANTONALE SUISSE”, por LUDOVIC IBERG, DR KARIM LASSEB, y DR ROBERTO DI CAPUA, de la Universidad de Laussane: https://serval.unil.ch/resource/serval:BIB_236420EB8209.P001/REF

“Tras las elecciones cantonales de abril de 2023 en los cantones de Ginebra, Ticino y Lucerna1, un vistazo rápido a la situación política de los cantones suizos muestra una realidad implacable: los partidos de derecha tienen una hegemonía casi total en las decisiones políticas cantonales en todo el territorio2 . De hecho, una mayoría de derecha controla los 25 cuerpos legislativos cantonales del país3, mientras que todos los ejecutivos excepto el del Jura están dominados por formaciones burguesas. Para comprender mejor los datos que seguirán, debemos aclarar de inmediato qué se entiende a continuación por la “derecha” y la “izquierda” del espectro político. El siguiente cuadro da una idea general de la clasificación que se ha hecho de acuerdo con estas dos tendencias políticas en los cantones.

Tabla 1 – Desglose de formaciones/partidos por tendencia política

Formaciones de izquierda: Partido Socialista Los Verdes Partido Obrero Partido Socialcristiano Verde’ Partido Comunista Movimientos Alternativos/Decrecientes Partido Laborista Suizo Movimento per il socialismo

Formaciones de derecha: Partido Radical-Liberal Unión Democrática de Centro Popular Partido Demócrata Cristiano/Centro Independiente Partido Liberal Partido Evangélico Unión Democrática Federal Solidaridad Volks-Aktion gegen zu viele Ausländer und Asylanten in unserer Heimat (VA) Movimiento de Ciudadanos de Ginebra (MCG) Lega du Ticino Libertad y Justicia Social ( LJS) )

Por la noción de formaciones de “derecha” nos referimos sobre todo a los partidos que apoyan una visión liberal de la sociedad, su economía y su política. Creen que el Estado debe intervenir sólo de manera subsidiaria en la política; el mercado privado y la “responsabilidad individual” deben responder a los principales problemas y necesidades de la vida cotidiana. Priorizan en su agenda una política fiscal favorable a las grandes fortunas y rentas elevadas, así como a las grandes empresas, y defienden una intervención débil del Estado en materia de servicios y prestaciones que ofrece a la población o la regulación de las condiciones de trabajo. Para financiar estas políticas reclaman la reducción y endurecimiento del acceso a las prestaciones sociales así como la ausencia de regulación, en particular sobre precios, alquileres, costes de seguros sanitarios o costes de cuidado de los hijos. Aunque algunos de estos partidos afirman ser de “centro”, en particular la UDC o el PDC/Le Centre, es importante definir su orientación en función de su programa político, claramente de derecha.”

El panorama de la izquierda latinoamericana a comienzos del siglo XXI parecía alentador, para ellos. No duró mucho

Con los alumnos de la UFM en el curso sobre ideas políticas y económicas en América Latina ahora vemos una clara representación de las ideas de la izquierda y su evaluación de la situación a comienzos del siglo XXI, con un artículo de Atilio Borón titulado “La izquierda latinoamericana a comienzos del siglo XXI: nuevas realidades y urgentes desafíos”.

¿Qué se puede obtener de una visión más panfletaria que académica? El artículo fue publicado en 2004 y ahora parece claramente más una expresión de deseos que un análisis profundo de la realidad. Por ejemplo, dice el autor:

“Grandes movimientos sociales han florecido en la última década del siglo pasado a partir de las pioneras revueltas de los zapatistas en 1994, la aparición de los piqueteros argentinos, las grandes huelgas ciudadanas y de trabajadores en Francia y Corea del Sur poco después y, hacia finales de siglo, la maduración y consolidación internacional de esas protestas en Seattle y en Porto Alegre. Consecuentemente, nuevas fuerzas políticas han pasado a controlar los gobiernos (en países como Venezuela y Brasil, por ejemplo) o se aprestan a hacerlo, como en Uruguay; y distintos gobiernos se plantean la necesidad de abandonar las políticas que, en el pasado, causaran los estragos por todos conocidos, como lo demuestra, entre otros, el caso argentino. No obstante, es preciso aclarar que en la generalidad de los casos los cambios más importantes se produjeron en el terreno más blanco del discurso y la retórica, y no en el más duro y áspero de las políticas económicas. Pero, aun con estas limitaciones, ese cambio es muy significativo y sería erróneo subestimar sus alcances”.

Ahora que lo vemos con la ventaja del tiempo, ¿fueron esos, acaso, cambios tan significativos?  ¿O simplemente parte de los vaivenes políticos que ocurren en América Latina o, tal vez, en todas partes del mundo? Después de todo, los supuestos cambios en Argentina trajeron luego una reacción contraria, en Francia está por ganar alguno de los candidatos de la derecha, ya nadie se acuerda de los zapatistas, y nadie se imaginaba a Trump.

¿Qué es lo que pasa con estos análisis políticos o sociológicos? En buena medida que el futuro es difícil si no imposible de predecir. Tal vez si tomamos períodos más largos las conclusiones sean más interesantes. Por ejemplo, en los posts anteriores respecto al libro de Johan Norberg llamado Progreso, se ven enromes cambios producidos en más de un siglo, o en algunas décadas. Tal vez así podamos ver alguna tendencia. Porque, realmente, esos grandes movimientos sociales que considera el autor no parecen estar sino más que en su propia esperanza, y pese a ser tan grandes son tan débiles que se revierten en cualquier momento. Cuba ya ha comenzado esos cambios, en Venezuela no aguantan mucho más, Ecuador, Bolivia y Nicaragua han decidido mantenerlos en el discurso pero ir para otro lado.

Hay algo más profundo que no se ve. Tal vez yo no lo veo y mañana se desata una revolución, pero el progreso de la globalización parece moverse firme, con espasmódicas reacciones de rechazo, pero con constancia.

El problema de la izquierda del siglo XXI es que son ideas viejas, del siglo XIX.

En ese sentido, el mercado, o el odiado neoliberalismo, tiene una ventaja, porque podrán ser ideas también del siglo XIX o antes, pero los emprendedores cambian el mundo y traen nueva vida. Por ejemplo, ahora tenemos Bitcoin, Uber o Airbnb, o Google Earth, o Netflix. Y así, cosas que cambian nuestras vidas y que renuevan el mercado. El envase será viejo pero el contenido se renueva en forma permanente.

Andrés Calamaro contra «la izquierda de los papanatas». Termina con la frase: «Libertad, divino tesoro»!

Andrés Calamaro ha publicado un artículo bien interesante en el diario ABC de España…., si es que lo he llegado a entender. El título ya es desafiante: “La izquierda de los papanatas”. El copete lo es más: «El acoso y derribo de las libertades individuales parece ir a más en el desdichado concierto de prohibicionismos de tonalidad populista». Y el final no puede ser mejor, “Libertad, divino tesoro”: http://www.abc.es/opinion/abci-izquierda-papanatas-201602150429_noticia.html.

Pero luego, en fin, será por su escritura de inspiración artística o lo que sea, el texto no es fácil de seguir. Por suerte, mi amiga Raquel Merino, me ayuda a interpretarlo, sobre todo con una lectura vinculada con lo que sucede en España, aunque muchos comentarios son de carácter general. Comienza así:

“No soy optimista con la izquierda de los papanatas, los resentidos, los antisistema, los antisemitas, animalistas y marginales culturales. No soy optimista con la izquierda de los narcisistas, charlatanes, inquisidores, puritanos y moralistas. No soy optimista con la izquierda de la prepotencia, con los pactos que no responden ni reflejan a las mayores voluntades, ni con las prohibiciones seriales o la promesa de una brecha en donde con suerte quedamos algunos de un lado y enfrente amigos, familia y conocidos separados por esa falla (eso si no caemos en el abismo de la brecha misma).”

Comenta Raquel: “Prohibiciones, elecciones y mayorías que no gobiernan (aquí implícitamente me parece que hasta da su apoyo al pp). En el primer párrafo es bueno lo de la «falla», la brecha, la confrontación o el abismo. Esta gente es experta en copar cada vez más ámbitos privados y generar «escasez» artificialmente en ellos, impidiendo el libre acceso y la libre elección y, por tanto, el conflicto está servido. Aquí lo ve bien el hombre éste. Es un tema éste que siempre me ronda la cabeza con la izquierda: la restricción de opciones y posibilidades que genera y el conflicto garantizado.”

Luego dice Calamaro, muy duro con la izquierda:

“Hay una minoría que tiene beneficios hinchados por campañas sostenidas en cadenas de televisión cautivas o cautivadas por el negocio redondo. Una minoría con derecho a llevarse los derechos por delante, empoderados por la inexperiencia de la aldea digital: una ciudad sin esquinas donde curtirse el cuero, el terreno de los bobalicones llenos de razones, la cancha de las contradicciones en una entrecomillada superioridad moral que llega desde la orilla izquierda de un río que huele a podrido.”

Comenta Raquel: “- En el tercer párrafo habla de una minoría (Podemos, se entiende), apoyada por una cadena de tv, la Sexta, en un «negocio redondo». Hay que decir que son la mar de «capitalistas» los de la sexta, siempre valiéndose de sus amistades con el poder. A la sexta la encumbró y favoreció Zapatero. Y la sexta ha «criado» a Iglesias. Bueno, también le tiene poca simpatía a las redes sociales, que le han machacado con su defensa de los toros.

– El cuarto párrafo de las tradiciones, .., aunque acaba metiéndose con la «cultura», lo cual siempre está bien. En el siguiente párrafo sigue con la cultura y el IVA (impuesto valor añadido) cultural en España, reivindicación activa de los actores y de la gente del cine en los Premios Goya  recientes (los «Oscar» de España…). Les llama aburguesados, poco más o menos.

 

– Se centra en «prohibicionismos»: desde gordos a las calles de Madrid. Carmena, la alcaldesa de Ahora podemos, por la «ley de memoria histórica» (andamos con esas a estas alturas), anda cambiando nombres de calles de supuestos generales golpistas de la guerra civil que durante la misma eran cabos…; así de documentados están los de su equipo. También quitaron unas placas a unos monjes carmelitas por el único pecado de ser ejecutados durante la guerra (tuvo que rectificar al día siguiente la señora «por un error» y reinstalar la placa). Habla de corrupción en el mismo párrafo (de esto habrás oído hablar bastante con relación al PP en los últimos tiempos, aunque se refiera a la familia real también). Al final del párrafo, en fin, se lamenta de su suerte (o de su profesión…

 – Está bien que en el siguiente párrafo hable de individualidad y variedad cultural. Su punto, al final, es que una minoría se está alzando contra los deseos de una mayoría para imponer su visión sectaria, revanchista y populista minoritaria y acabar con las libertades de las minorías. En fin, algo así, aunque parezca contradictorio. Si la mayoría (que no lo es) se dejara llevar por un «vivir y dejar vivir», habría muchas minorías integradas dentro de esa mayoría y podría tener alguna lógica este galimatías. Pero en fin, por ahí van los tiros, creo yo.

 – En el siguiente párrafo, lo mezcla todo… Creo que se mete al principio con la gente tan pegada al día a día por el mundo digital. Y que, imagino, es reprochable que sean quienes crean opinión pública hoy (o votan o no sé bien). Eso sí, menciona a los «tres mosqueteros complutenses» (PAblo, Errejón y Monedero) que hacen bajarse los pantalones a otros en la izquierda (psoe…) haciendo que esas minorías intolerantes acaben imponiéndose a base de prohibiciones (de verdad, que no paran con las prohibiciones y las ideas felices, para que se vea que gobiernan mucho) con las costumbres arraigadas del pueblo (más o menos). Este hombre es más español que yo, desde luego.”