Grecia demanda reparaciones a Alemania, pero necesita más a un Erhard que a un Tsipras

SI los griegos piensan esto, están en problemas. En un artículo publicado en La Nación con el título “Alemania vs Grecia: una enemistad marcada por la historia”, Luisa Corradini comenta sobre la demanda del nuevo gobierno griego para que Alemania pague reparaciones de guerra en virtud de la invasión nazi en 1941: http://www.lanacion.com.ar/1768627-alemania-vs-grecia-una-enemistad-marcada-por-la-historia

El nuevo gobierno de Alexis Tsipras demanda un pago de 162.000 millones de Euros, equivalente a la mitad de la deuda total de Grecia. Para Alemania, el caso está cerrado a partir de un tratado firmado en 1953 por el cual le pagó a ese país 58.000 millones de euros. El artículo comenta que, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos (aunque seguramente fueron los Aliados) apoyaron a Alemania y obtuvieron una reducción de todos los reclamos que existían entonces ante ese país. No menciona que esta actitud tuvo que ver con la todavía muy vívida experiencia posterior a la Primera Guerra Mundial, cuando las reparaciones de guerra fueron una carga imposible de pagar para la joven democracia alemana, el país cayó en hiperinflación y esas penurias económicas abrieron la puerta a la llegada de Hitler al poder. Este es el punto que planteara con claridad John Maynard Keynes en su libro “Las Consecuencias Económicas de la Paz”, seguramente el mejor que haya escrito.

Concluye la periodista: “En Grecia nadie ignora ni olvida que Alemania debe su fabulosa recuperación económica a los favores consentidos por otras naciones.”

Si eso creen ha sido la causa de la recuperación económica alemana después de la guerra, están tan equivocados como cuando piensan que los problemas actuales de ese país se deben a la voracidad de los acreedores de su deuda y no a las desastrosas políticas económicas que aplicaran los mismos gobiernos griegos y el uso y abuso del gasto público; la misma herramienta con la que ahora Tsipras quiere supuestamente sacar al país del pozo en que se encuentra.

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El llamado “milagro económico alemán” fue el fruto de ciertas ideas y propuestas de política económica que maduraron durante los años de la guerra gracias al liderazgo intelectual de Walter Eucken y la luego llamada “Escuela de Friburgo” u “Ordoliberalismo” y comenzaron a ser aplicadas por quien fuera designado por los Aliados como ministro de Finanzas de Baviera, Ludwig Erhard.

Para más información, vale la pena este texto de David Henderson: http://www.econlib.org/library/Enc/GermanEconomicMiracle.html

Este autor menciona allí que las dos principales causas de la milagrosa recuperación alemana fueron la reforma monetaria y la eliminación del control de precios y racionamiento. También puede sumarse la reducción de las tasas marginales de impuestos, cosas ocurridas en 1948/49.

Dos conversaciones de Ludwig Erhard con el General Clay, representante de las fuerzas de ocupación norteamericanas han pasado a la historia. Se refieren a la abolición del control de precios y el racionamiento:

Clay: Herr Erhard, mis asesores me dicen que lo que usted ha hecho es un gran error. ¿Qué puede decir al respecto?

Erhard: Herr General, ¡no les preste atención! Mis asesores me dicen lo mismo.

Y más adelante, con coronel norteamericano:

Coronel: ¿Cómo se atreve a relajar nuestro sistema de racionamiento cuando hay una extendida escasez de alimentos?

Erhard: Pero, señor coronel. No he relajado el racionamiento, ¡lo he abolido! De ahora en más, el único ticket que la gente necesitará es el marco alemán. Y van a trabajar muy duro para obtenerlos, tan sólo espere y verá.

Los griegos necesitan un Erhard, no un Tsipras.

Quienes promueven la inflación juegan con fuego, Keynes y Mises sobre el Tratado de Versailles

Pocas cosas podrán encontrarse en común en la visión de la economía de John Maynard Keynes y Ludwig von Mises, pero no es el caso en cuanto al análisis de la situación europea luego de la Primera Guerra Mundial. Keynes formó parte de la delegación británica en las negociaciones que llevaron al Tratado d Versailles, y criticó la dureza de las condiciones impuestas a Alemania augurando una reacción que luego se podría lamentar, y hubo que lamentar. Lo hizo en su libro “Las consecuencias económicas de la Paz” (1919).

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Tal vez tuvo mucho menos impacto un artículo de Mises publicado, en alemán, en el diario Neue Freie Presse el 28 de Enero de 1920. Se refiere a dos temas: las consecuencias económicas de la emisión monetaria para pagar la deuda impuesta por el Tratado y sus consecuencias políticas.

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“La profunda caída del tipo de cambio del marco (acá le diríamos subida) llama especialmente la atención. Actualmente el marco no está más alto que la corona checa. Las expectativas negativas en los países neutrales en relación al valor del marco pueden atribuirse tanto a temores sobre el futuro inflacionario como al grado en que la inflación ya ha crecido. Por una década y media, la teoría inflacionista se ha esparcido por Alemania. Los escritos de Georg Knapp y Friedrich Bendixen (Keynes cita a Knapp en el Treatise on Money y parece haberlo influenciado; Hayek luego critica este trabajo de JMK) han encontrado entusiastas partidarios, y es razonable decir que sus puntos de vista sobre teoría monetaria predominan hoy, compartidos por todos los principales expertos políticos. Recientemente, Bendixen entusiastamente propuso emitir un billón más de marcos para saldar la deuda. Su propuesta generó poca oposición en Alemania, mientras que fue recibida con fuerte rechazo en otros países. La profunda caída del marco puede atribuirse básicamente al lanzamiento de esta idea.”

“El informe emitido hace dos semanas por la Comisión Monetaria Alemana, que está compuesta principalmente de prominentes empresarios, muestra claramente que las elites alemanas no comprenden claramente que la causa de la depreciación de la moneda se encuentra en la inflación de la oferta monetaria. La comisión propuso medidas administrativas, como la restricción del comercio exterior y un endurecimiento del control de cambios para contrarrestar la depreciación de la moneda. Para los que comprenden la situación real, este informe tuvo un efecto desfavorable tanto en Alemania como en otros países.”

“Si el pueblo alemán no ve otra alternativa que trabajar por décadas como esclavos de Francia, no sorprenderá que el humor que se extiende en un creciente número de gente que promueve el avance del bolchevismo. Una Alemania bolchevique, sin embargo, no solo sería la destrucción de Alemania sino uno de los mayores peligros para el resto de Europa.”

“Inglaterra y Francia van a tener que comprender que los problemas de Europa no pueden resolverse fácilmente como sus representantes lo imaginan cuando negociaron los Tratados de Versailles y Saint-Germain. No se puede destruir a Alemania sin empujar a toda Europa a la ruina con ella. Una revisión de los Tratados de Versailles y Saint Germain parece imperativa, no solo en interés de Alemania sino también en interés del resto de Europa y, en verdad, en el interés de toda la civilización”.

Hay quienes, como Mises, tienen la claridad mental suficiente para anticipar las consecuencias de ciertos actos. Alemania no fue bolchevique, pero algo parecido, fue Nazi, y luego todo terminó en la peor guerra de la historia. La hiperinflación alemana no fue una causa menor para promover el ascenso del nazismo. Quienes promueven la inflación juegan con fuego.