Tal vez el resultado más importante de la invasión rusa a Ucrania: está cambiando a Alemania

¿Es la invasión rusa a Ucrania el punto de quiebre de una política exterior ‘tímida’ de Alemania? ¿Es éste el cambio más importante en Europa? Es lo que escribe Piotr Buras, director de la oficina en Varsovia del European Council on Foreign Relations para Persuasion en un artículo titulado “The Was is Changing Germany”: https://www.persuasion.community/p/the-war-is-changing-germany

“Hace un año, mientras Europa se tambaleaba por la invasión rusa de Ucrania, el canciller alemán Olaf Scholz pronunció un discurso que parecía estar a la altura del momento. El mundo, declaró, se enfrentaba a un “Zeitenwende”, un punto de inflexión en la historia. En respuesta, Alemania daría su apoyo a Ucrania, aumentaría su presupuesto anual de defensa para superar el objetivo del 2 % ignorado durante mucho tiempo por la OTAN y dedicaría 100 000 millones de euros a la modernización de sus fuerzas armadas. La declaración fue nada menos que una revolución en la política exterior y de defensa alemana. Con su discurso, Scholz silenció temporalmente a los muchos críticos que acusaban a Alemania de haber permitido la agresión rusa con su pasada complacencia. Por fin, murmuraron, Alemania había aprendido la lección.

Doce meses después, esos críticos vuelven a proclamar con fuerza que el Zeitenwende de Scholz es poco más que un eslogan, que se ha desperdiciado un año y que Scholz sueña en secreto con volver a la normalidad con Rusia. Parece que tienen muchos argumentos para apoyar su tesis. Berlín se demoró durante meses cuando Ucrania solicitó tanques Leopard 2 es solo el último giro en una saga que comenzó cuando Alemania solo estaba dispuesta a suministrar cascos en vísperas de la guerra. En casa, todavía no se ha materializado un aumento sostenible de la financiación militar. Scholz ni siquiera ha dicho que le gustaría que Ucrania ganara la guerra.

No obstante, la imagen de Alemania aferrada al statu quo es una caricatura. Por primera vez en décadas, la élite política está tratando seriamente de cambiar. La guerra en Ucrania es un hito importante: un síntoma de una reorientación global que Alemania siente más dolorosamente que la mayoría de los demás países europeos.”

Obvio: los ex miembros del partido y funcionarios comunistas alemanes perdieron privilegios y ahora están descontentos

¿Qué pasó con los miembros de los partidos comunistas y los funcionarios del sistema luego de la caída del Muro de Berlín? ¿Y con los que se rebelaban contra el sistema? ¿Están ahora más contentos? La respuesta de una investigación es, tal vez, la que uno diría sin haber estudiado mucho el asunto: los primeros están contentos y los segundos no. Y resulta que también los primeros han aprovechado las oportunidades que le brinda una economía de mercado mientras que los otros más bien lamentan haber perdido los privilegios de la situación anterior.

Estas son las conclusiones de un paper cuyo autores son Max Deter y Martin Lange  de la Bergische Universität, Wuppertal y de ZEW, Mannheim:

Deter, Max; Lange, Martin (2022): “Are the supporters of socialism the losers of capitalism? Conformism in East Germany and transition success”, ZEW Discussion Papers, No. 22-012, ZEW – Leibniz-Zentrum für Europäische Wirtschaftsforschung, Mannheim This Version is available at: http://hdl.handle.net/10419/253392

“La literatura empírica no es concluyente acerca de si la democratización de un país tiene un impacto duradero en los antiguos partidarios o los opositores del régimen pasado. Con datos a nivel individual recientemente disponibles de antiguos residentes de la República Democrática Alemana (RDA) socialista, analizamos cómo se desempeñaron los partidarios y los opositores del sistema socialista dentro de la democracia basada en el mercado después de la reunificación. Los manifestantes, aquellos que ayudaron a derrocar al régimen socialista en la Revolución Pacífica, muestran una mayor satisfacción con la vida y mejores resultados en el mercado laboral en el nuevo sistema político-económico. Los ex miembros del partido socialista en el poder y los empleados en los sectores supervisados ​​por el estado se vuelven sustancialmente menos satisfechos. Estos resultados no parecen estar impulsados ​​por reacciones diferenciales en el período posterior a la transición, sino más bien por la eliminación de prácticas discriminatorias en la RDA. Resultados adicionales indican que el conformismo en la RDA también explica las preferencias políticas durante las casi tres décadas posteriores a la reunificación de Alemania.”

Argentina 2015: ‘Après nous le déluge’ o como dijo Keynes, ‘en el largo plazo estamos todos muertos’

En Junio de 1959, Ludwig von Mises dictó seis conferencias en Buenos Aires. Éstas fueron luego publicadas y las consideramos con los alumnos de la UBA en Derecho. Su cuarta conferencia se tituló, precisamente “Inflación”. Mises comenta:

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“Una de las mayores inflaciones en la historia ocurrió en el Reich Alemán después de la Primera Guerra Mundial. La inflación no fue tan importante durante la guerra; fue la inflación después de la guerra lo que provocó la catástrofe. El gobierno no dijo: ‘Estamos avanzando hacia la inflación’ El gobierno simplemente tomó dinero prestado, muy indirectamente, del banco central.

El  gobierno no tenía que preguntar cómo el banco central encontraría y entregaría el dinero. El banco central simplemente lo imprimió. En la actualidad las técnicas para realizar la inflación se complican por el hecho que existe el dinero de chequera. Supone otras técnicas, pero el resultado es el mismo. De un plumazo el gobierno crea dinero por decreto (fiat money), aumentando así la cantidad de dinero y crédito. Simplemente el gobierno emite una orden, y el dinero por decreto aparece.

Al gobierno no le preocupa, al principio, que algunas personas pierdan, no le preocupa que los  precios se vayan para arriba. Los legisladores dicen: ‘¡Este es un sistema maravilloso!’ Pero este sistema maravilloso tiene una debilidad fundamental: no puede durar. Si la inflación pudiera seguir eternamente, no tendría sentido indicar a los gobiernos que no deben inflar la cantidad de dinero. Pero la verdad sobre la inflación es que, tarde o temprano, debe terminar. Es una política que no puede durar.

En el largo plazo la inflación termina destruyendo la moneda; se llega a una catástrofe, a una situación como la Alemania en 1923. El 1º de Agosto de 1914 el valor del dólar era de cuatro marcos y veinte pfennings. Nueve años y tres meses más tarde, en Noviembre de 1923, el valor del dólar era 4,2 trillones de marcos. En otras palabras, el marco no valía nada, nunca más tuvo algún valor.

Hace algunos años, un famoso autor, John Maynard Keynes, escribió: ‘En el largo plazo, estamos todos muertos’ Tengo el pesar de decirles que esto ciertamente es verdad. Pero la pregunta es ¿cuán corto o largo será el corto plazo? En el Siglo XVIII existió una famosa dama, Madame de Pompadour, a quien se le atribuye el dicho: ‘Après nous le déluge’  (‘Después de nosotros el diluvio’) Madame de Pompadour tuvo la suerte de morirse en el corto plazo. Pero su sucesora en el puesto, Madame du Barry, sobrevivió el corto plazo y fue guillotinada en el largo plazo. Para mucha gente el ‘largo plazo’ rápidamente se convierte en el ‘corto plazo’ – y el mayor tiempo que continúe la inflación, más rápido se cumplirá el ‘corto plazo’.

¿Cuánto puede durar el ‘corto plazo’? ¿Durante cuánto tiempo puede un banco central continuar con la inflación? Probablemente todo el tiempo que la gente continúe convencida que el gobierno, tarde o temprano, pero ciertamente no demasiado tarde, dejará de imprimir dinero y de ese modo detendrá la reducción del valor de la unidad de moneda.

Cuando la gente no crea más en ello, cuando se den cuenta que el gobierno seguirá y seguirá sin intención alguna de detenerse, entonces comenzarán a entender que mañana los precios serán más altos que hoy. Entonces comenzarán a comprar a cualquier precio, haciendo que los precios suban a tales alturas que el sistema monetario se destroza.”

Si no se aprende de la historia, se paga: en control de precios en Alemania e Inglaterra (I)

En Junio de 1959, Ludwig von Mises dictó seis conferencias en Buenos Aires. Éstas fueron luego publicadas y las consideramos con los alumnos de la UBA en Derecho. Su tercera conferencia se tituló “Intervencionismo” y trata el control de precios presentando el caso de los precios de la leche. Mises comenta:

“Más aún, el gobierno no puede limitar su interferencia en el mercado, solamente en los bienes que considere de primera necesidad, como leche, manteca, huevos y carne. Necesariamente debe incluir los artículos de lujo, porque si no limita estos precios, el capital y el trabajo abandonarían la producción de artículos de vital necesidad y se volcarían a producir esos bienes que el gobierno considera artículos lujosos innecesarios.

Y así, la aislada interferencia con uno o unos pocos precios de bienes de consumo, siempre provoca efectos – y es importante comprender esto – que son aún menos satisfactorios que las condiciones que predominaban antes. Antes que el gobierno interfiriera la leche y los huevos eran caros; después de la interferencia del gobierno, comenzaron a desaparecer del mercado. El gobierno consideraba estos bienes tan importantes que se decidió a intervenir; deseaba incrementar la cantidad y mejorar la provisión. El resultado fue totalmente opuesto: la aislada intervención provocó una situación que – desde el punto de vista del gobierno – es aún más indeseable que la situación previa que el gobierno deseaba modificar. Así que el gobierno vaya más y más allá, finalmente llegará a un punto en el cual todos los precios, todos los salarios, todas las tasas de interés, en pocas palabras todas las cosas en el sistema económico total, son fijadas por el gobierno. Y esto, claramente, es socialismo.

Lo que he dicho aquí, esta esquemática y teórica explicación, es precisamente lo que ocurrió en aquellos países que trataron de hacer respetar un control de precios máximos, donde los gobiernos fueron tan testarudos como para ir paso a paso hasta llegar al final.

Esto sucedió durante la Primera Guerra Mundial en Alemania e Inglaterra. Analicemos la situación en ambos países. Ambos países experimentaron inflación. Los precios subieron, los dos gobiernos impusieron controles de precios. Empezando con unos pocos precios, comenzando solamente con leche y huevos, tuvieron que seguir más y más allá. Cuanto más se alargaba la guerra, más inflación se generaba. Y después de tres años de guerra, los alemanes – en forma sistemática, como siempre – elaboraron un gran plan. Lo denominaron el Plan Hindenburg: a cualquier cosa en Alemania, considerada buena por el gobierno de ese momento, se le daba el nombre de Hindenburg.

El Plan Hindenburg significaba que todo el sistema económico alemán sería controlado por el gobierno: precios, salarios, utilidades….. todo. Y la burocracia inmediatamente comenzó a poner esto en funcionamiento. Pero antes que hubieran terminado, vino el descalabro: El Imperio Alemán se vino abajo, el aparato burocrático completo desapareció, la revolución trajo consecuencias sangrientas – todo se terminó.

En Inglaterra comenzaron de igual manera, pero después de un tiempo, en la primavera de 1917, los EEUU entraron en la guerra y suministraron a los Británicos suficientes cantidades de todo. Y por lo tanto el camino al socialismo, el camino de servidumbre, fue interrumpido.

Antes que Hitler llegara al poder, el Canciller Brüning nuevamente introdujo los controles de precios en Alemania por las razones habituales. Hitler los impuso, aún antes que la guerra comenzara. Por que en la Alemania de Hitler no había ninguna empresa privada o iniciativa privada.

Grecia demanda reparaciones a Alemania, pero necesita más a un Erhard que a un Tsipras

SI los griegos piensan esto, están en problemas. En un artículo publicado en La Nación con el título “Alemania vs Grecia: una enemistad marcada por la historia”, Luisa Corradini comenta sobre la demanda del nuevo gobierno griego para que Alemania pague reparaciones de guerra en virtud de la invasión nazi en 1941: http://www.lanacion.com.ar/1768627-alemania-vs-grecia-una-enemistad-marcada-por-la-historia

El nuevo gobierno de Alexis Tsipras demanda un pago de 162.000 millones de Euros, equivalente a la mitad de la deuda total de Grecia. Para Alemania, el caso está cerrado a partir de un tratado firmado en 1953 por el cual le pagó a ese país 58.000 millones de euros. El artículo comenta que, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos (aunque seguramente fueron los Aliados) apoyaron a Alemania y obtuvieron una reducción de todos los reclamos que existían entonces ante ese país. No menciona que esta actitud tuvo que ver con la todavía muy vívida experiencia posterior a la Primera Guerra Mundial, cuando las reparaciones de guerra fueron una carga imposible de pagar para la joven democracia alemana, el país cayó en hiperinflación y esas penurias económicas abrieron la puerta a la llegada de Hitler al poder. Este es el punto que planteara con claridad John Maynard Keynes en su libro “Las Consecuencias Económicas de la Paz”, seguramente el mejor que haya escrito.

Concluye la periodista: “En Grecia nadie ignora ni olvida que Alemania debe su fabulosa recuperación económica a los favores consentidos por otras naciones.”

Si eso creen ha sido la causa de la recuperación económica alemana después de la guerra, están tan equivocados como cuando piensan que los problemas actuales de ese país se deben a la voracidad de los acreedores de su deuda y no a las desastrosas políticas económicas que aplicaran los mismos gobiernos griegos y el uso y abuso del gasto público; la misma herramienta con la que ahora Tsipras quiere supuestamente sacar al país del pozo en que se encuentra.

Erhard

El llamado “milagro económico alemán” fue el fruto de ciertas ideas y propuestas de política económica que maduraron durante los años de la guerra gracias al liderazgo intelectual de Walter Eucken y la luego llamada “Escuela de Friburgo” u “Ordoliberalismo” y comenzaron a ser aplicadas por quien fuera designado por los Aliados como ministro de Finanzas de Baviera, Ludwig Erhard.

Para más información, vale la pena este texto de David Henderson: http://www.econlib.org/library/Enc/GermanEconomicMiracle.html

Este autor menciona allí que las dos principales causas de la milagrosa recuperación alemana fueron la reforma monetaria y la eliminación del control de precios y racionamiento. También puede sumarse la reducción de las tasas marginales de impuestos, cosas ocurridas en 1948/49.

Dos conversaciones de Ludwig Erhard con el General Clay, representante de las fuerzas de ocupación norteamericanas han pasado a la historia. Se refieren a la abolición del control de precios y el racionamiento:

Clay: Herr Erhard, mis asesores me dicen que lo que usted ha hecho es un gran error. ¿Qué puede decir al respecto?

Erhard: Herr General, ¡no les preste atención! Mis asesores me dicen lo mismo.

Y más adelante, con coronel norteamericano:

Coronel: ¿Cómo se atreve a relajar nuestro sistema de racionamiento cuando hay una extendida escasez de alimentos?

Erhard: Pero, señor coronel. No he relajado el racionamiento, ¡lo he abolido! De ahora en más, el único ticket que la gente necesitará es el marco alemán. Y van a trabajar muy duro para obtenerlos, tan sólo espere y verá.

Los griegos necesitan un Erhard, no un Tsipras.