Herbert Simon, un destacado teórico del management; fascinado por Jorge Luis Borges y el libre albedrío

Julio Crespo, profesor de la Universidad Austral publicará un artículo sobre Herbert Simon y Jorge Luis Borges en relación al libre albedrío, basado en la conversación que ambos tuvieron durante la visita del primero a este país, quien quiso conocer a Borges. El artículo saldrá publicado aquí:

Crespo, Ricardo F. “On Herbert A. Simon and Jorge Luis Borges about Free Will.” Journal of the History of Economic Thought (forthcoming). Preprint at SocArXiv, osf.io/preprints/socarxiv: https://econpapers.repec.org/scripts/redir.pf?u=https%3A%2F%2Fosf.io%2Fdownload%2F646108db7533712acf940066%2F;h=repec:osf:socarx:qdmcw

“En 1970 Herbert Simon había sido invitado por la Sociedad Argentina de Organización Industrial (SADOI) para dictar unas conferencias sobre “Gestión Empresarial en la Era Tecnológica”. En esta ocasión pidió audiencia a Jorge Luis Borges, quien en ese momento se desempeñaba como Director de la Biblioteca Nacional Argentina. Simon había leído algunos de los cuentos de Borges y estaba particularmente fascinado con La biblioteca de Babel, donde descubrió que Borges, como él, concebía la vida como una búsqueda en un laberinto. De hecho, durante la entrevista, los papeles se invirtieron: para entender las preocupaciones de Simón, Borges terminó haciéndole más preguntas a Simón que Simon a Borges. La traducción al español de la entrevista fue publicada en Primera Plana, una revista argentina de la época. Este artículo mostrará que esta breve entrevista arroja luz sobre algunas de las ideas de Simon sobre el determinismo y el libre albedrío. Su crítica a la maximización de la racionalidad y su enfoque sugerido para la toma de decisiones han contribuido a ampliar el concepto de racionalidad tal como lo interpreta la teoría económica estándar, permitiendo que entren en juego dimensiones psicológicas y sociológicas. En consecuencia, se puede argumentar que Simon está incorporando el libre albedrío en la economía. Sin embargo, si bien la posición de Simon implica un avance para el papel del libre albedrío, todo el contexto de sus ideas lo condicionó, resultando así en una noción “débil” del mismo. Durante el transcurso de su conversación con Borges, Simón aclaró su postura personal, la cual es consecuente con sus ideas. El artículo revelará la comprensión de Borges y Simon sobre el libre albedrío. Este artículo también contiene una parte de la conversación entre Simon y Borges que no ha sido publicada previamente en inglés. Aunque no todo trata sobre el libre albedrío, creo que introducirlo en su totalidad es un aporte al conocimiento del pensamiento de Borges y Simon.”

En Noruega aumentaron los impuestos a los más ricos, ¿y qué pasó? se fueron, y ahora recaudan menos

En Noruega aumentaron los impuestos y los más ricos abandonan el país, ¿les parece conocida la historia? Crearon riqueza para sí mismos, pero también para los consumidores, trabajadores y demás. No obstante, los quieren castigar y éste es el resultado. Lo comenta este artículo de Jon Miltimore, editor de FEE, publicado por AIER “Norway’s Wealth Tax Is Backfiring. Are Americans Paying Attention?”: https://www.aier.org/article/norways-wealth-tax-is-backfiring-are-americans-paying-attention/

“En 2022, el tercer hombre más rico de Noruega, Kjell Inge Røkke, anunció en una carta abierta a los accionistas que se mudaría a Lugano, Suiza.

“Mi capital seguirá trabajando en Noruega”, escribió el magnate de la pesca convertido en industrial que lanzó su imperio hace cuatro décadas con un arrastrero de 69 pies que compró mientras ahorraba dinero trabajando en barcos frente a las costas de Alaska.

Røkke, de quien Forbes estima que tiene una fortuna de 5.100 millones de dólares, le costará al gobierno noruego un estimado de 175.000.000 de coronas al año (aproximadamente 16 millones de dólares) con su partida. Puede que no parezca mucho dinero, pero Røkke no es el único empresario rico que se va de Noruega, señala The Guardian.

“Más de 30 multimillonarios y multimillonarios noruegos abandonaron Noruega en 2022, según una investigación del periódico Dagens Naeringsliv”, informa el corresponsal de riqueza Rupert Neate. “Esto fue más que el número total de personas súper ricas que abandonaron el país durante los 13 años anteriores, agregó [el periódico]”.

¿Captaste eso? Más noruegos «súper ricos» abandonaron Noruega en 2022 que durante los 13 años anteriores combinados. La razón por la que los noruegos ricos están huyendo del país no es un secreto.

Tras su victoria electoral de 2021, el Partido Laborista de la nación nórdica cumplió su promesa de empapar a los ricos. Noruega es uno de los pocos países de la OCDE que todavía grava la riqueza neta, y el Partido Laborista aumentó el impuesto sobre la riqueza del país al 1,1 por ciento a pesar de las advertencias de que tal medida «desencadenaría la fuga de capitales y amenazaría la creación de empleo».

La fuga de capitales es exactamente lo que sucedió, y ha dejado al gobierno noruego con menos ingresos.”

Adam Smith para todos los gustos y sobre todos los temas: Journal of the History of Economic Thought

Y para agregar a la interminable serie de artículos sobre los 300 años del nacimiento de Adam Smith, he aquí un número entero de la revista Journal of the History of Economic Thought dedicado a nuestra gran autor. Éste es el contenido:

Smith at 300: Introduction, By:  Duarte, Pedro; Hurtado, Jimena

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:a4bgp&r=hpe

Smith at 300: Adam Smith on Equity, Society, and Stability, By:   Ramos, Aida

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:jyh9s&r=hpe

Smith at 300: How selfish soever man may be supposed, By:       Horn, Karen

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:gcvtp&r=hpe

Smith at 300: The Natural Recompense of Labor, By:       Andrews, David

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:tmdp3&r=hpe

Smith at 300: Adam Smith and the idea of «police», By:  Cunha, Alexandre Mendes

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:wt2mz&r=hpe

Smith at 300: A Violent Fit of Laziness, By:           Skwire, Sarah

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:v7fbn&r=hpe

Smith at 300: Negative Justice and Political Wisdom, By:               Carrasco, Maria

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:qhpgr&r=hpe

Smith at 300: Reading and Rereading «The Corruption of Moral Sentiments, By: Liu, Glory M.

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:avkmc&r=hpe

SMITH AT 300: MEN OF BLESSED AND BEGUILING INGENUITY, By:             Drylie, Scott

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:75phv&r=hpe

Smith at 300: Adam Smith on rhetoric and the philosophy of science: By:              Dow, Sheila

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:g43ye&r=hpe

Smith at 300: Adam Smith on Edinburgh and Glasgow, By:            Smith, Craig

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:7q54p&r=hpe

Smith at 300: Commercial Society and The Women’s Question, By:          Kuchar, Pavel

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:se64h&r=hpe

Smith at 300: Useless Companies, By:     Rothschild, Emma

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:rhxs5&r=hpe

Smith at 300: Universal Human Nature, the Division of Labour and African Development, By:      Lange, Jérôme

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:pu2hc&r=hpe

SMITH AT 300: SMITH ON EMPATHY AND SYMPATHY, By:               Fontaine, Philippe

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:s3be2&r=hpe

Smith at 300: The dignity of trade, By:    Paganelli, Maria Pia

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:sfzqr&r=hpe

Smith at 300: The Lure of Poetry and Profit, By: Dekker, Erwin

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:mvcdh&r=hpe

SMITH AT 300: ON REGULATION OF THE LABOUR CONTRACT, By:              Aspromourgos, Anthony

URL:      http://d.repec.org/n?u=RePEc:osf:socarx:5dm92&r=hpe

El origen del dinero como proceso evolutivo y su ejemplo en un campo de prisioneros

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico y Social de UCEMA, continuamos viendo el tema del dinero y la banca. Para ello, leemos primero un artículo de Carl Menger titulado “El origen del dinero”. Allí dice:

“ En el comercio primitivo el hombre económico toma conciencia, aunque en forma muy gradual, de las ventajas económicas que se obtendrían si se explotaran las oportunidades de cambio existentes. Los objetivos de este hombre están dirigidos, primera y principalmente, de acuerdo con la simplicidad de toda cultura primitiva, a lo que está al alcance de la mano. Y sólo en esa proporción entra en el juego de sus negocios el valor de uso de las mercancías que busca adquirir. En tales condiciones, cada hombre intenta conseguir por medio del intercambio sólo aquellos productos que directamente necesita y rechaza los que no necesita o ya posee de manera suficiente. Es evidente que en esas circunstancias la cantidad de acuerdos comerciales realmente concretados se halla dentro de limites muy estrechos, Consideremos con qué poca frecuencia nos encontramos con una mercancía que es propiedad de cierta persona y que tiene menos valor en uso que otra mercancía propiedad de otra persona, dándose para esta última la situación inversa. ¡Mucho más extraño aun es el caso en el cual estos dos individuos se encuentran! Pensemos, en realidad, en las peculiares dificultades que obstaculizan el trueque inmediato de productos en esos casos, en los que la oferta y la demanda cuantitativamente no coinciden: en los cuales, por ejemplo, una mercancía indivisible debe ser intercambiada por una variedad de productos que son posesión de diferentes personas o por mercancías tales que sólo se las demanda en determinadas oportunidades y que únicamente pueden ser suministradas por ciertas personas. Incluso en el caso relativamente simple y a menudo recurrente en el que una unidad económica A requiere una mercancía que posee B y B necesita una que posee C mientras que C quiere una que es propiedad de A, aun aquí, conforme a una regla de simple trueque, el intercambio de los bienes en cuestión, como regla general y por necesidad, no se realizaría.

Estas dificultades se habrían convertido en obstáculos insuperables para el progreso del comercio, y al mismo tiempo para la producción de bienes que no requirieran una venta regular, si no se hubiese hallado una solución en la naturaleza misma de las cosas, es decir, los diferentes grados de liquidez (Absatzfähigkeit) de los productos. La diferencia que existe en este sentido entre los artículos de comercio tiene enorme importancia para la teoría del dinero y del mercado en general. Y el no haber tomado en cuenta adecuadamente este hecho para explicar los fenómenos del comercio no sólo constituye una brecha lamentable en nuestra ciencia sino también una de las causas esenciales del estado de retraso de la teoría monetaria. La teoría del dinero necesariamente presupone la existencia de una teoría de liquidez de los bienes. Si logramos aprehender esto podremos entender cómo la suprema liquidez del dinero es sólo un caso especial -que únicamente presenta una diferencia de matiz- de un fenómeno genérico de la vida económica, es decir, la diferencia en la liquidez de las mercancías en general.”

 

Al mismo tiempo, leemos  LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA DE UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN; R.A. RADFORD (Economica, Nov. 1945):

La moneda-cigarrillo

“Aunque los cigarrillos presentan ciertas peculiaridades en su función de moneda, cumplían todas las funciones de una moneda metálica como unidades de cuenta, como medidas de valor y como depósito de valor, y presentaban la mayoría de sus características. Eran homogéneos, razonablemente duraderos, y del tamaño adecuado para las pequeñas transacciones, y en paquetes, también para las más grandes. Por cierto, que también podían ser «aligerados» retorciéndolos entre los dedos, de forma que caían hebras de tabaco.

Los cigarrillos se vieron también sujetos a la Ley de Gresham. Algunas marcas eran más populares que otras entre los fumadores, pero a efectos de su función como moneda, un cigarrillo era un cigarrillo. En consecuencia, los compradores usaban las peores calidades y la tienda raramente se vio en posesión de las marcas más populares: cigarrillos como los Churchman N° 1 se usaban muy poco en el comercio. Una vez, empezaron a circular cigarrillos hechos a mano con tabaco de pipa. El tabaco de pipa era distribuido por la Cruz Roja a una tasa de 25 cigarrillos la onza y esta era la tasa generalmente utilizada en los intercambios, pero con una onza se podían conseguir 30 cigarrillos de confección casera. Naturalmente la gente que poseía cigarrillos hechos a máquina, los rompía y volvía a liar el tabaco, de forma que los verdaderos cigarrillos desaparecieron prácticamente del mercado. Los cigarrillos hechos a mano no eran homogéneos y los precios no podían expresarse ya en ellos con seguridad: todo el mundo examinaba cada cigarrillo antes de aceptarlo y rechazaba los delgados o exigía uno extra como compensación. Durante algún tiempo sufrimos todas las consecuencias de una moneda depreciada.

Los cigarrillos hechos a máquina fueron siempre universalmente aceptados, tanto por lo que podían comprar como por sí mismos. Era precisamente su valor intrínseco lo que daba lugar a su principal inconveniente como moneda, una desventaja Que se da también, aunque en mucha menor escala, en el caso de la moneda metálica, es decir, el hecho de la existencia de una fuerte demanda con fines no-monetarios. En consecuencia, nuestra economía se veía sometida repetidamente a deflaciones y períodos de escasez de dinero. Mientras las entregas de la Cruz Roja de 50 ó 25 cigarrillos por individuo y semana se producían con regularidad y mientras existían stocks adecuados, la moneda-cigarrillo servía admirablemente a nuestros propósitos.

Pero cuando las entregas se interrumpían, los stocks desaparecían rápidamente, los precios caían, el comercio declinaba en volumen y se convertía cada vez más en trueque. Estas tendencias deflacionistas eran periódicamente compensadas por la repentina inyección de moneda nueva. Los paquetes privados de cigarrillos llegaban a cuentagotas a lo largo del año, pero la mayor parte llegaba cada trimestre cuando la Cruz Roja recibía su asignación de servicios de transporte. Varios cientos de miles de cigarrillos podían llegar en el espacio de una quincena. Los precios se disparaban, hasta que empezaban a bajar, primero despacio pero con creciente rapidez a medida que los stocks se agotaban, hasta que llegaba la siguiente distribución importante. La mayor parte de nuestros problemas económicos se podían atribuir a esta fundamental inestabilidad.”

 

Más sobre Adam Smith a 300 años de su nacimiento: libertad, igualdad y justicia

Más sobre Adam Smith en los 300 años de su nacimiento. En este caso es una entrevista a Daniel B. Klein, professor of economics and JIN Chair at the Mercatus Center at George Mason University, titulado “Happy 300th, Adam Smith!”: https://www.aier.org/article/happy-300th-adam-smith/

“Los pensadores escoceses del período 1700-1800 son una cosa, pero no una cosa homogénea. En mi opinión, David Hume y Adam Smith están por encima de los demás y bastante parecidos (Hume sonríe ante las mejoras de Smith).

Entonces, ¿de qué tratan Hume y Smith? Hume dijo: “[L]a libertad es la perfección de la sociedad civil; pero aun así la autoridad debe ser reconocida como esencial para su misma existencia.”

Hume y Smith explicaron que la libertad, es decir, que el gobierno no se meta con las cosas de otras personas, sino que “permita que cada hombre persiga su propio interés a su manera, según el plan liberal de igualdad, libertad y justicia”, es una aspiración justa. Ese es el tema principal de La Riqueza de las Naciones.

Pero la autoridad, esencial para la libertad, presupone pisar la libertad, porque una especialidad de la autoridad de la que habla Hume es que institucionaliza su juego con las cosas de otras personas. Hace cosas, abiertamente, que serían criminales si las hiciera su vecino o socio comercial. Hume y Smith confrontan la paradoja y sugieren un camino a seguir. Smith lo llamó “el plan liberal de libertad, igualdad y justicia”. Durante un tiempo seguimos con el programa y tuvimos la era liberal.

¿Qué clase de hombre era Smith? ¿Conocemos algún dato interesante sobre su carrera y su vida personal?

Era intensamente privado sobre ciertas cosas. Probablemente tuvo algunas aventuras amorosas, pero no sabemos mucho sobre ellas. A los 36 años produjo una gran obra, la primera edición de La teoría de los sentimientos morales, y anunció planes para dos futuras grandes obras, una de las cuales entregó, La riqueza de las naciones, la otra, sobre jurisprudencia, no . Sus 13 años como profesor en Glasgow los recordó “como los más útiles y, por lo tanto, como el período más feliz y honorable de mi vida”.

La reciprocidad es cooperar con quien coopera, la reciprocidad indirecta es cooperar con quien coopera con otros

La reciprocidad es fundamental para la cooperación social. También la que llaman “reciprocidad indirecta”, esto es, la de cooperar con aquello que uno ve que cooperan con otros. En palabras más simples, se trata de la reputación. Se trata en este artículo de la revista Evolution and Human Behavior: “Tit for tattling: Cooperation, communication, and how each could stabilize the other”, por Victor Vikram Odouard y Michael Holton Price del Santa Fe Institute: https://doi.org/10.1016/j.evolhumbehav.2023.06.002

“La reciprocidad indirecta es un mecanismo por el cual los individuos cooperan con aquellos que han cooperado con otros. Esto crea un régimen en el que las interacciones repetidas no son necesarias para incentivar la cooperación (como sería necesario para la reciprocidad directa). Sin embargo, la reciprocidad indirecta crea un nuevo problema: ¿cómo saben los agentes quién ha cooperado con otros? Para saber esto, los agentes necesitarían acceder a algún tipo de información de reputación. Tal vez exista un sistema de comunicación para difundir información de reputación, pero ¿cómo se mantiene veraz e informativo? La mayoría de los trabajos asumen la existencia de un sistema de comunicación veraz, próximo e informativo; En este artículo, buscamos explicar cómo tal sistema de comunicación podría permanecer evolutivamente estable en ausencia de presiones exógenas. Específicamente, presentamos tres condiciones que juntas mantienen tanto la veracidad del sistema de comunicación como la prevalencia de la cooperación: los individuos (1) usan una norma que premia los comportamientos que prescribe (una norma alineada), (2) pueden señalar no solo sobre las acciones de otros agentes, sino también sobre su veracidad (al actuar como terceros observadores de una interacción), y (3) cometer errores ocasionales, demostrando cómo el error puede crear estabilidad al introducir diversidad.”

Mason & Dunung sobre la gestión global de los recursos humanos y la competencia

Con los alumnos de la materia Empresas y Negocios Internacionales vemos el Cap 12 de Mason & Dunung con un tema de fundamental importancia, el aprovechamiento de los recursos humanos a nivel global y la competencia por los mejores recursos que así explica:

“Probablemente haya escuchado la frase “la guerra por el talento”, que refleja la competencia entre organizaciones para atraer y retener a los empleados más capaces. Durante años, las agencias que siguen las tendencias demográficas han estado advirtiendo que la fuerza laboral estadounidense se reducirá en la segunda y tercera décadas del siglo XXI, a medida que la generación del baby boom (los nacidos entre 1945 y 1961) alcance la edad de jubilación. Según una fuente, en 2010 habrá 11,5 millones más de empleos que trabajadores en Estados Unidos.[1] Aunque muchos boomers dicen que quieren (o tienen) seguir trabajando después de la edad tradicional de jubilación, aquellos que se jubilan o abandonan carreras de décadas para dedicarse a “algo que siempre quise hacer” obligarán a los empleadores a luchar para reemplazar a trabajadores bien capacitados y experimentados. A medida que los trabajadores compitan por los empleos más deseables, los empleadores tendrán que competir aún más ferozmente para encontrar el talento adecuado.”

Libros interesantes, actuales y gratuitos siempre es bueno encontrar: The Behavioral Economics Guide 2023

Libros interesantes, actuales, y gratuitos siempre es bueno encontrar. Ahora se publica esta guía sobre Behavioral Economics, o economía de la conducta, la que seguramente traerá temas interesantes. Es The Behavioral Economics Guide 2023: https://www.behavioraleconomics.com/be-guide/the-behavioral-economics-guide-2023/

Éste es el contenido:

Introduction by Sheena Iyengar & William Duggan

Creative Choices

Part 1 – Editorial by Dilip Soman, Bing Feng & Jingqi Yu

The Between Times of Applied Behavioral Science

Part 2 – Applications

Behavioral Science in Practice

Part 3 – Resources

Behavioral Science Concepts

Postgraduate Programs

Other Resources

Appendix

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Para los que proponen planificar: el 91,5% de los proyectos supera el gasto presupuestado, 1% se completa a tiempo

Si hemos considerado aquí la cuestión de la factibilidad de la planificación económica con la llegada de la IA y concluido que no cambia sus perspectivas, otra forma de enfocar el mismo tema se refiere al manejo de la obra pública, o de grandes proyectos en general. Una conocida consultora de negocios PWC, publica en Strategy+Business un artículo al respecto titulado “Why do large projects go over budget?”, por Daniel Akst: https://www.strategy-business.com/article/Why-do-large-projects-go-over-budget

El 91,5% de todos los proyectos finalmente sobrepasa el costo presupuestado en un 62%. ¿Y con ese antecedente quieren planificar la economía? El autor comenta el libro “ How Big Things Get Done: The Surprising Factors That Determine the Fate of Every Project, from Home Renovations to Space Exploration and Everything In Between”, de Bent Flyvbjerg y Dan Gardner, Currency, 2023:

“El mensaje central del libro es doble. Primero, por una variedad de razones políticas y psicológicas, la humanidad hoy en día es muy mala para las empresas gigantes. Aunque es muy probable que algunos tipos de proyectos salgan mal, y algunos lugares parecen tener más dificultades para construirlos que otros, el problema es, de hecho, global y afecta tanto a la infraestructura digital como a puentes, túneles, subterráneos, aeropuertos y edificios. En segundo lugar, es imperativo mejorar en este difícil ámbito. Despilfarrar una fortuna en iniciativas complejas que en muchos casos no logran los beneficios prometidos es malo para el bienestar humano, por no hablar de las carreras de quienes las lideran. Abordar el cambio climático requerirá que encontremos la manera de llevar a cabo proyectos a gran escala a precios razonables con buenos resultados.

No será fácil. Flyvbjerg ha reunido lo que probablemente sea la principal base de datos del mundo sobre el tema, que contiene más de 16 000 proyectos de más de 20 campos diferentes en 136 países desde 1910, desde juegos olímpicos hasta plantas de energía nuclear, incluso el telescopio espacial James Webb de la NASA, que fue 450% por encima del presupuesto. Encuentra que un asombroso 91,5% de los proyectos superan el presupuesto, el cronograma o ambos. Peor aún, menos del 1% de los proyectos se completan a tiempo y según lo programado, y en realidad brindan los beneficios prometidos.”

Clásicos del siglo XIX: dos franceses (Jean Baptiste Say y Frederic Bastiat y un inglés (John Stuart Mill)

Los alumnos de UCEMA, Historia del Pensamiento Económico y Social leen a Jean Baptiste Say (1767-1832), un ‘clásico’ francés quien nunca debe haber sospechado la importancia que adquiriría en la política económica del siglo XX. Tambien a otro clásico que comparte su opinión como John Stuart Mill y a Frederic Bastiat.

Seguramente han conocido la famosa “Ley de Say” presentada como “toda oferta crea su propia demanda”. Desde el punto de vista, digamos, del ‘marketing’, la frase parece absurda; nadie tiene garantizado que simplemente por ofrecer algo exista alguien que esté dispuesto a comprarlo. Pero, ¿es eso lo que dijo Say?, o ¿es eso lo que quiso decir?

La lectura es sobre el capítulo de su libro ‘Tratado de Economía Política’ donde precisamente presenta esta idea:

Jean Baptise Say, A treatise on political economy, capítulo XV «Of the demand of market for products»: http://www.econlib.org/library/Say/sayT15.html#Bk.I,Ch.XV

En castellano: http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/33_10_Say.pdf

“Una persona que dedique su esfuerzo a invertir en objetos de valor que tienen determinada utilidad no puede pretender que otros individuos aprecien y paguen por ese valor, a menos que dispongan de los medios para comprarlo. Ahora bien, ¿en qué consisten estos medios? Son los valores de otros productos que también son fruto de la industria, el capital y la tierra. Esto nos lleva a una conclusión que, a simple vista, puede parecer paradójica: es la producción la que genera la demanda de productos.”

“Si un comerciante dijera: «No quiero recibir otros productos a cambio de mi lana; quiero dinero», sería sencillo convencerlo de que sus clientes no podrían pagarle en dinero si antes no lo hubieran conseguido con la venta de algún bien propio. Un agricultor podrá comprar su lana si tiene una buena cosecha. La cantidad de lana que demande dependerá de la abundancia o escasez de sus cultivos. Si la cosecha se pierde, no podrá comprar nada. Tampoco podrá el comerciante comprar lana ni maíz a menos que se las ingenie para adquirir además lana o algún otro artículo con el cual hacer la compra. El comerciante dice que sólo quiere dinero. Yo digo que en realidad no quiere dinero, sino otros bienes. De hecho, ¿para qué quiere el dinero? ¿No es acaso para comprar materias primas o mercaderías para su comercio, o provisiones para su consumo personal? Por lo tanto, lo que quiere son productos, y no dinero. La moneda de plata que se reciba a cambio de la venta de productos propios, y que se entregue en la compra de los de otras personas, cumplirá más tarde la misma función entre otras partes contratantes, y así sucesivamente. De la misma manera que un vehículo público transporta en forma consecutiva un objeto tras otro. Si no puede encontrar un comprador, ¿diría usted que es solamente por falta de un vehículo donde transportarlo? Porque, en última instancia, la moneda no es más que un agente que se emplea en la transferencia de valores. Su utilidad deriva de transferir a sus manos el valor de los bienes que un cliente suyo haya vendido previamente, con el propósito de comprarle a usted. De la misma manera, la próxima compra que usted realice transferirá a un tercero el valor de los productos que usted anteriormente haya vendido a otros. De esta manera, tanto usted como las demás personas compran los objetos que necesitan o desean con el valor de sus propios productos, transformados en dinero solamente en forma temporaria. De lo contrario, ¿cómo es posible que la cantidad de bienes que hoy se venden y se compran en Francia sea cinco o seis veces superior a la del reinado miserable de Carlos VI? ¿No es evidente que deben haberse producido cinco o seis veces más bienes, y que deben haber servido para comprarse unos a otros?”

Y aquí el párrafo que diera lugar a esa interpretación llamada “Ley de Say”. ¿Parece tan ilógico como alguien (¿quién?) lo quiso presentar?:

“Cuando un producto superabundante no tiene salida, el papel que desempeña la escasez de moneda en la obstrucción de sus ventas en tan ínfimo que los vendedores aceptarían de buen grado recibir el valor en especie para su propio consumo al precio del día: no exigirían dinero ni tendrían necesidad de hacerlo, ya que el único uso que le darían seria transformarlo inmediatamente en artículos para su propio consumo.

Esta observación puede extenderse a todos los casos donde exista una oferta de bienes o servicios en el mercado. La mayor demanda estará universalmente en los lugares donde se produzcan más valores, porque en ningún otro lugar se producen los únicos medios de compra, es decir, los valores. La moneda cumple sólo una función temporaria en este doble intercambio. Y cuando por fin se cierra la transacción, siempre se habrá intercambiado un bien por otro.

Vale la pena señalar que desde el instante mismo de su creación el producto abre un mercado para otros por el total de su propio valor. Cuando el productor le da el toque final a su producto, está ansioso por venderlo de inmediato, por miedo a que pierda valor en sus manos. De la misma manera, quiere deshacerse del dinero que recibe a cambio, ya que también el valor del dinero es perecedero. Pero la única manera de deshacerse del dinero es comprando algún otro producto. Por lo tanto, la sola creación de un producto inmediatamente abre una salida para otros.”