El problema del costo social o la definición del derecho de propiedad resuelve externalidades

 Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I vemos «El problema del Costo Social» de Ronald Coase y «Hacia una teoría de los derechos de propiedad» de Harold Demsetz para que vean dos contribuciones fundacionales del «Law & Economics». Van párrafos del libro «El Foro y el Bazar»:

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La visión tradicional respecto a las externalidades negativas era la presentada por Alfred C. Pigou (1920). Una visión alternativa fue presentada por Ronald Coase, quien critica a Pigou por considerar que solamente existe una solución a las externalidades, impuestos. Coase afirmó que en ausencia de o con bajos costos de transacción, las partes llegarían a acuerdos mutuamente satisfactorios para internalizar las externalidades, sin importar a quien se asignara el derecho, y el recurso sería destinado a su uso más valioso.

En su famoso artículo “El Problema del Costo Social” (1960) presenta distintos casos para ejemplificar su razonamiento. Veamos el caso “Sturges vs. Bridgmarn”. Un panadero usaba sus máquinas amasadoras en su propiedad desde hace sesenta años. Un médico se muda, y luego de ocho años construye su consultorio sobre la pared medianera. Al poco tiempo presenta una demanda por los ruidos y vibraciones, afirmando que le impiden desempeñar su profesión en su propiedad.

Notemos que lo que está en discusión aquí es la definición del derecho de propiedad. Todos sabemos que la propiedad inmueble puede tener límites físicos claros, una pared establece dicho límite. Pero el derecho de propiedad no es solamente eso, también define el uso que se puede hacer del recurso sujeto a propiedad. Por ejemplo, uno puede hablar en su propiedad, e incluso escuchar música o televisión y que parte de estos sonidos se escuchen en la casa vecina, pero ¿hasta qué volumen? Esto era lo que las partes discutían: en muchos casos suele haber una norma legislativa que establece un límite a los ruidos que pueden emitirse y delimita así el derecho de uso de la propiedad que el dueño posee, en otros casos el juez lo define antes un caso específico.

Coase sostiene que la solución de Pigou (impuesto a las emisiones de ruido o su prohibición)no toma en cuenta que la solución más eficiente debería permitir que el recurso sea asignado a su uso más valioso, algo que esa solución no permite. Por ejemplo, si la norma legal o la decisión judicial impidieran el funcionamiento de las máquinas amasadoras y éste fuera el uso más valioso del “espacio sonoro”, la solución sería ineficiente.

Veamos esto. Tenemos dos posibilidades en cuanto al derecho:

1. Que el derecho lo tenga el panadero y pueda utilizar sus máquinas

2. Que el derecho lo tenga el médico y deba tener silencio.

Y dos posibilidades respecto a las valoraciones del recurso:

1. Que el panadero valore más el uso del espacio sonoro que el médico (podríamos suponer que le cuesta más mover las maquinarias que al médico mover el consultorio)

2. Que el médico valore más dicho uso (en este caso mover el consultorio le resulta más caro que el panadero mover las maquinarias)

 

Estos dos elementos nos dan como resultado cuatro alternativas:

1. El derecho pertenece al panadero y éste valora el uso más que el médico, por lo que la solución posible es que el médico traslada el consultorio y el problema se resuelve. En este caso hay máquinas y hay ruido.

2. El derecho le pertenece al panadero, pero el médico valora más el espacio, por lo que decide pagarle al panadero para que mueva las maquinarias, siendo que esto es más barato que mover el consultorio. El médico paga, no hay máquinas y hay silencio.

3. El médico tiene derecho al silencio pero como el panadero valora más la posibilidad de emitir ruidos, le paga al médico para que éste traslade el consultorio, siendo que esto es más barato que mover las máquinas. Resultado: hay máquinas y hay ruido.

4. El médico tiene el derecho y también la valoración más alta, el panadero mueve las máquinas. Resultado: no hay máquinas y hay silencio.

 

Como se puede ver, cuando la valoración del panadero es mayor, habrá máquinas, y cuando la valoración del médico es superior habrá consultorio y las máquinas serán trasladadas. El resultado es el mismo en un caso u otro, sin importar a quien corresponda el derecho. Esto no quiere decir, por supuesto, que la posesión del derecho no sea importante, pero según Coase, no determina en uso del recurso sino solamente quién le paga a quién.

Ahora bien, si los costos de transacción son elevados, al menos para que los beneficios de la negociación no sean suficientes, entonces las alternativas 2 y 3 ya no son posibles. En ese caso, y solamente en ese caso, la decisión legal o judicial de asignar el derecho a uno o a otro efectivamente determinará el uso del recurso, es decir, si el espacio se va a utilizar para las maquinarias o para el consultorio.

Hasta aquí la parte “positiva” del teorema, pero Coase da un paso normativo al aconsejar a los jueces en este último caso (altos costos de transacción) de asignar el derecho a quien de esa forma se genere mayor valor económico, A o D, según sea mayor la valoración de uno u otro, o siguiendo nuestro simplificado ejemplo, según sea menos costoso trasladar las máquinas o el consultorio.

Como vemos, ésta es una solución muy distinta a la de Pigou, y tiene una alternativa “institucional”, pues pone énfasis en definir el derecho de propiedad para reducir los costos de transacción y permitir que las partes negocien.

 

Bienes o servicios complementarios y sustitutos: todos los precios están interconectados

Con los alumnos de Microeconomía de OMMA-Madrid vemos los precios de bienes y servicios sustitutos y complementarios. Leemos a Mises, quien analiza en “La Acción Humana” la interconexión de los precios y considera las distintas expresiones de este fenómeno:

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“Si un proceso definido de producción da como resultado los productos p y q simultáneamente, las decisiones y acciones empresariales estarán dirigidas por la evaluación de la suma anticipada de los precios de p y q. Los precios de p y q están particularmente conectados entre sí ya que cambios en la demanda de p (o de q) generan cambios en la oferta de q (o de p). La relación mutua de los precios de p y q puede llamarse conexión de producción. El empresario llama a p (o q) un subproducto de q (o p).”

Luego señala la conexión de consumo. Esta sería cuando la producción de un bien de consumo requiere el empleo de dos factores y no importa que la combinación de esos factores la realice una misma empresa o distintas, o incluso el mismo consumidor comprando dos productos y combinándolos luego.

Finalmente la “conexión de sustitución”: “Si los servicios que brinda un producto b puede ser sustituidos, aunque no sea de forma perfecta, por otros que brinda el producto a, un cambio en el precio de uno de ellos afectará al precio del otro. La relación mutua entre los precios de a y b puede llamarse conectividad de sustitución”.

Pero luego, existe una conectividad mucho más general. Así la presenta Robert P. Murphy en la “Guía para el estudio de La Acción Humana”:

“Los precios de ciertos bienes tienen una conexión especial; el rebaja de precio de la manteca de maní puede afectar al precio de las mermeladas. Y aún más generalmente, los precios de todos los bienes están interconectados porque todos los bienes y servicios compiten por el dinero de los compradores. Y como se requiere de trabajo para la producción de todo bien, están todos interrelacionados tanto por el lado del consumo como por el de la producción. Es imposible analizar un precio específico en forma aislada.”

Esta conectividad se debe a la existencia de muchos factores que no son específicos. Dice Mises que en un mundo ideal en el que cada factor fuera específico cada actividad estaría aislada de las otras.

Concluye en este tema:

“Sería absurdo considerar a un precio definido como si fuera un objeto aislado en sí mismo. Un precio expresa la posición que los hombres actuantes le otorgan a una cosa en el estado presente de los esfuerzos para remover una insatisfacción. No indica relación con algo inmutable, sino solamente una posición instantánea en un conjunto permanentemente cambiante. En esta colección de cosas que son consideradas valiosas por los juicios de valor de las personas actuantes el lugar de cada una de ellas está interrelacionado con todas las demás. Lo que llamamos precio es una relación, dentro de un sistema integrado, que es el efecto compuesto de las valoraciones humanas.”

El debate Hayek-Keynes sobre las crisis y los ciclos económicos: Mises resume la teoría austriaca

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I de la UBA vemos, en el marco del debate “Hayek-Keynes” sobre las crisis y los ciclos, el artículo de Mises “La Teoría Austriaca del Ciclo Económico”, Revista Libertas XII: 43 (Octubre 2005). Así la resume:

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“Al emitir medios fiduciarios, y con ello me refiero a billetes bancarios sin respaldo de oro o cuentas corrientes que no son enteramente respaldadas en reservas de oro, los bancos están en posición de expandir el crédito considerablemente. La creación de estos medios fiduciarios adicionales les permite extender crédito más allá del límite establecido por sus propios activos y por los fondos que le han sido confiados por sus clientes. Intervienen en el mercado en este caso como “oferentes” de crédito adicional, creado por ellos mismos, producen así una reducción en la tasa de interés, la que cae por debajo del nivel en que estaría sin su intervención. La reducción de la tasa de interés estimula la actividad económica. Proyectos que no hubieran sido considerados “rentables” si la tasa de interés no hubiera estado influenciada por la manipulación de los bancos, y que, por lo tanto, no se hubieran realizado, son ahora, sin embargo, “rentables” y pueden iniciarse. Este estado más activo de los negocios lleva a una demanda creciente de materiales de producción y de trabajo. Los precios de los medios de producción y de los salarios del trabajo crecen, y el incremento en los salarios lleva, a su turno, a un incremento en los precios de los bienes de consumo. Si los bancos evitaran una extensión adicional del crédito y se limitaran a lo que ya han hecho, el auge terminaría rápidamente. Pero los bancos no se desvían de su curso de acción; continúan expandiendo el crédito en mayor y mayor escala, y los precios y los salarios continúan creciendo en forma correspondiente.

Este movimiento ascendente, sin embargo, no puede continuar en forma indefinida. Los medios materiales de producción y de mano de obra disponibles no se han incrementado; lo único que se ha incrementado es la cantidad de medios fiduciarios que pueden cumplir el mismo rol que el dinero en la circulación de los bienes. Los medios de producción y de trabajo que han sido desviados hacia las nuevas empresas han sido desplazados de otras. La sociedad no es suficientemente rica para permitir la creación de nuevas empresas sin quitar algo de otras. En tanto y en cuanto la expansión del crédito es continua esto no será notado, pero esta extensión no puede ser empujada indefinidamente. Porque si se realizara un intento para evitar el freno repentino del movimiento ascendente (y el colapso de los precios que resultaría de ello) por medio de crear más y más crédito, se obtendría un continuo y cada vez más rápido incremento de los precios. Pero la inflación y el auge pueden continuar suavemente en tanto y en cuanto el público piense que el movimiento ascendente de los precios terminará en el futuro cercano. En cuanto la opinión pública se da cuenta de que no hay razón para esperar un fin en la inflación, y que lo precios continuarán creciendo, aparece el pánico. Nadie quiere mantener su dinero, porque su posesión implica pérdidas mayores y mayores de un día para el otro; todos se apresuran a intercambiar dinero por bienes, la gente compra cosas que no necesita demasiado sin considerar el precio, tan solo para deshacerse del dinero. Este es el fenómeno que ocurrió en Alemania y en otros países que siguieron una política de prolongada inflación, conocida como la “huída hacia valores reales”. Los precios de los productos crecen aceleradamente como también los tipos de cambio de las monedas extranjeras, mientras que el precio de la moneda doméstica cae casi a cero. El valor de la moneda colapsa, como fue el caso en Alemania en 1923.

Si, por el contrario, los bancos decidieran frenar la expansión de crédito a tiempo para prevenir el colapso de la moneda y si se pusiera así un freno al auge, se verá rápidamente que la falsa impresión de “rentabilidad” creada por la expansión crediticia ha llevado a inversiones injustificadas. Muchas empresas o negocios que habían sido iniciados gracias a la reducción artificial de la tasa de interés, y que han sido sostenidos gracias al incremento artificial de los precios, ya no son más rentables. Algunas empresas reducen su escala de operación, otras cierran o quiebran. Los precios colapsan; la crisis y la depresión siguen al auge. La crisis y el siguiente período de depresión son la culminación del período de inversiones injustificadas ocasionadas por la extensión del crédito. Los proyectos que deben su existencia al hecho de que alguna vez parecían “rentables” en las condiciones artificiales creadas en el mercado por la extensión del crédito y el incremento de los precios derivado de éste, han cesado de ser “rentables”. El capital invertido en estas empresas es perdido en la medida de que se encuentra hundido.”

 

El debate Hayek-Keynes: ¿fracasan los mercados en generar el conocimiento necesario?

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I vemos el “debate Hayek-Keynes”, y aquí un artículo del profesor de Trinity College (CT) William Butos vinculando esa famosa discusión con el tema del conocimiento: http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/3_7_Butos.pdf

Hayek Keynes

“Existen potencialmente varias formas para enfrentar el desafío que Keynes presenta hacia la eficacia de los procesos de mercado y, en verdad, hay una gran e importante literatura que hace exactamente eso. Pero mi énfasis aquí es que en el sistema de Keynes las tendencias coordinadoras no funcionan debido a que el sistema y sus participantes no poseen la capacidad para generar el conocimiento necesario para un buen funcionamiento de la economía. Quiero sugerir que el problema que Keynes presenta no es que el conocimiento descentralizado no es transmitido y utilizado, sino, en el fondo, el fracaso del sistema para producir dicho conocimiento en primer lugar. Los mercados financieros modernos, en síntesis, sufren un fracaso inherente e incorregible debido a que no pueden generar los precios correctos. Esto es a lo que me refiero en relación al “desafío de Keynes”.

¿Hay formas satisfactorias para penetrar las teorías basadas en la incertidumbre de Keynes? Un enfoque posible es enfatizar que, si bien las expectativas surgen en un contexto de incertidumbre, los precios realmente transmiten información relevante acerca de las realidades subyacentes y promueven la coordinación de las decisiones económicas (Garrison 2001: 26). Podríamos llamar a éstas “expectativas razonables”, porque al endogeneizar las expectativas este enfoque provee un ámbito para su revisión mientras que evita la manía racionalista de las expectativas racionales. Sin embargo, si bien este enfoque es muy atractivo, no atiende directamente la afirmación de Keynes de que la conducta de los agentes, sus expectativas, y los precios que generan sus interacciones, no solamente son necesariamente incompatibles con sus planes y resultados de mercados preferidos tales como el pleno empleo sino que es así inevitablemente. Para Keynes, la coordinación de mercado funciona, pero los resultados que produce están basados en los precios errados. El mercado, en síntesis, expresa el tipo equivocado de conocimiento y el conjunto equivocado de precios.9

¿Si las “expectativas razonables” (como son descriptas anteriormente) no son aplicables aquí, es posible reubicar y reconsiderar el problema del conocimiento, incluyendo la cuestión particular del “desafío de Keynes”, que evita el usualmente inútil ejercicio de enfrentar postulados rivales entre sí? Dada la centralidad de la incertidumbre en el mundo real en que vivimos, el empirismo casual no provee suficiente guía para considerar la cuestión ante nosotros. Así, aun si reconocemos que “París está siendo alimentada”, también observamos inestabilidades de mercado continuas, especialmente en los mercados financieros, que dan credibilidad a la posibilidad de que el conocimiento y los precios no son eficazmente comunicados o generados o ambos.

Mi consideración de Keynes ha estado restringida a cuestiones acerca del conocimiento y las expectativas; no ha sido mi propósito considerar en ningún detalle diversas cuestiones éticas en macroeconomía monetaria presentadas en la Teoría General. Para evitar un malentendido, no estoy sugiriendo que la economía de Keynes como tal sea totalmente coherente o correcta. Más bien, estoy sosteniendo que las afirmaciones de Keynes en relación a la incertidumbre y sus efectos presentan un serio desafío para la teoría del proceso de mercado. Planteando la cuestión en términos de la generación de conocimiento, creo que puede generarse cierta luz sobre la falta de respuesta de Hayek a la Teoría General. Al mismo tiempo, y de mucho mayor interés, considerando el trabajo de Keynes y las contribuciones de Hayek en esta perspectiva surgen nuevas preguntas que nos obligan a ir mucho más allá de la vieja controversia Hayek-Keynes.”

 

La determinación de los precios: ¿Nos sirve el gráfico con las curvas de la oferta y la demanda?

Con los alumnos de Microeconomía de OMMA Madrid, leemos a Eugen von Böhm-Bawerk sobre la determinación del precio y el gráfico de la oferta y la demanda.

En general, todos utilizamos el gráfico de las curvas de oferta y demanda para explicar en las clases la formación de los precios en el mercado. Es, seguramente, el gráfico de mayor utilidad que exista en la disciplina y facilita la compresión de esos conceptos. Pero hay que tener claro que se trata de una simplificación y, como tal, de un primer paso para comprender todo el proceso que involucra las conductas de compradores y vendedores.

Al respecto comenta Böhm-Bawerk (“La ley básica de la determinación del precio”, La Teoría Positiva del Capital): http://library.mises.org/books/Eugen%20von%20Bohm-Bawerk/The%20Positive%20Theory%20of%20Capital.pdf

Bohm Bawerk

Luego de explicar la formación del precio a partir de la interacción de las valoraciones subjetivas, tanto sea de un comprador y un vendedor en un intercambio aislado, como en el más corriente de múltiples compradores y vendedores, y en este caso la relación entre las valoraciones particulares de cada uno de ellos y de qué forma influyen en la formación del precio, sobre todo las de las que denomina “parejas marginales”, aquellos que son los “últimos” en poder realizar un intercambio o los “primeros” que han quedado fuera de esa posibilidad, comenta:

“…Muchos economistas están acostumbrados a emplear en sus exposiciones símbolos matemáticos que les permiten representar situaciones complejas por medio de fórmulas simples. Esto se aplica incluso a economistas que no son partidarios de presentar la ciencia económica de manera matemática. Por ello, cuando los compradores y vendedores hacen valoraciones continuamente cambiantes –hacia arriba o hacia abajo- y estas valoraciones representan ofertas de compra o de venta de cantidades parciales de un bien de mercado, existe una predilección especial a representarlas por medio de curvas ascendentes o descendentes y de indicar, por medio de sus puntos de intersección, la situación del precio que las ofertas competitivas basadas en estas valoraciones están en proceso de desarrollar. Aunque pueda considerarse este método perfectamente aceptable, sigo considerando dudosa la inevitable supresión del punto de vista subjetivo y personal del proceso que hemos expuesto.”…

“Oferta y demanda han sido desde el principio una jerga demasiado amplia y vaga. Ha sido lo suficientemente amplia como para incluir por implicación los conceptos correctos que connotaban; han sido lo suficientemente vagas como para excluir cualquier sujeción a la precisión, y dejar todo tipo de dudas, ambigüedades y errores.”…

“Porque sin la concepción global de todo el problema que se hizo posible solamente a través de la teoría del valor subjetivo, era demasiado fácil desviarse y llegar a interpretaciones y formulaciones incorrectas. Oferta y demanda se concebían demasiado mecánicamente como meras cantidades. E incluso, cuando se hizo habitual tener en cuenta su “intensidad”, esta intensidad era erróneamente atribuida a toda clase de causas dispares y secundarias, simplemente a causa de la ignorancia todavía imperante del factor motivante esencial que se encuentra en las valoraciones subjetivas.”…

“Mi opinión es que el problema encuentra solución si introducimos dentro del marco tradicional el pensamiento sencillo de que el precio es completa y enteramente el producto de las valoraciones subjetivas de los hombres. Este pensamiento explica de la manera más simple y unificada por qué la gente ofrece un bien a la venta o desea comprarlo, explica la intensidad con que hacen esto, la insistencia con que a veces persisten en ofrecer o exigir bienes, así como también la facilidad y rapidez con que otras veces cesan de hacerlo.”

 

Mises explica el concepto de «marginal», clave para entender cómo actuamos, elegimos y valoramos

Con los alumnos de OMMA Madrid vemos cómo Mises explica la utilidad marginal en su libro “Acción Humana”, Cap VII:

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“Veamos cuál era el pensamiento económico prevaleciente en los albores de la elaboración de la moderna teoría del valor por Carl Menger, William Stanley Jevons y León Walras. Quienquiera construir una teoría elemental del valor y los precios debe comenzar considerando la utilidad. En verdad, nada es más plausible que asumir que las cosas son valoradas según su utilidad. Pero, entonces, surge una dificultad, que presentí a los viejos economistas un problema que no pudieron resolver. Ellos observaron que aquellas cosas cuya ‘utilidad’ es mayor son menos valoradas que otras cosas de menor utilidad. El hierro es menos apreciado que el oro. Este hecho parece incompatible con una teoría del valor y los precios basada en el concepto de utilidad y valor de uso. Los economistas creyeron que tenían que abandonar dicha teoría y trataron de explicar el fenómeno del valor y los intercambios de mercado por medio de otras teorías.

Solo después pudieron los economistas descubrir que la paradoja aparente era resultado de una errónea formulación del problema en cuestión. Las valoraciones y las elecciones que resultan en tasas de intercambio en el mercado no deciden entre oro y hierro. El hombre actuante no se encuentra en una posición en la que debe elegir entre todo el oro y todo el hierro. Elige en un momento y lugar definido y bajo condiciones definidas entre una cantidad estrictamente limitada de oro y una cantidad estrictamente limitada de hierro. Su decisión de elección entre 100 onzas de oro y 100 toneladas de hierro no depende en absoluto de la decisión que tomaría si se encontrara en la muy improbable situación de elegir entre todo el oro y todo el hierro. Lo que solo cuenta para su elección real es si bajo las condiciones existentes, la satisfacción directa e indirecta que le podrían brindar 100 onzas de oro es mayor o menor que la satisfacción directa e indirecta que podría derivar de las 100 toneladas de hierro. No expresa un juicio académico o filosófico en relación el valor ‘absoluto’ del oro y del hierro; no determinar si el oro es más importante que el hierro para la humanidad; no argumenta como un autor de libros sobre la filosofía de la historia o los principios de la ética. Simplemente elige entre dos satisfacciones, cuando no puede tenerlas a ambas.”

“El juicio de valor se refiere solamente a la oferta de la que se ocupa un acto concreto de elección. Una oferta es, por definición, siempre compuesta de partes homogéneas, cada una de las cuales es capaz de rendir los mismos servicios que cualquier otra parte, y puede ser sustituida por ella. Por lo tanto, resulta inmaterial para el acto de elección elegir qué parte en particular forma parte de su objetivo. Todas las partes –unidades- de un stock disponible se consideran igualmente útiles y valorables si surgiera el problema de entregar una de ellas. Si la oferta se redujera por la pérdida de una unidad, el hombre actuante debe decidir de nuevo cómo utilizar las distintas unidades que quedan. Es obvio que ese menor stock no puede brindar los mismos servicios que el stock mayor. Aquel empleo de las distintas unidades que bajo esta nueva circunstancia ya no puede obtenerse, fue, en la visión del hombre actuante, el empleo menos urgente entre todos aquellos que podría haber asignado a las distintas unidades con el stock mayor. La satisfacción que derivaba del uso de una unidad en su empleo era la menor de las satisfacciones que las unidades del stock mayor le habían dado. Es solamente sobre el valor de esta satisfacción marginal que tiene que decidir si surge la necesidad de renunciar a una unidad del stock total. Enfrentado con el problema del valor asignado a una unidad de una oferta homogénea, el hombre decide sobre la base del valor del uso o empleo menos importante de toda la oferta; decide en base a la utilidad marginal.”

“Si el hombre se enfrenta a la alternativa de renunciar a una unidad de su oferta de a, o una unidad de su oferta de b, no compara el valor total de su stock total de a con el valor total de su stock de b. Compara las valoraciones marginales de a y de b. Aunque pueda valorar la oferta total de a, más alto que la oferta total de b, el valor marginal de b puede ser mayor que el valor marginal de a.”

Los autores escoceses. La simpatía y el interés propio en Hume, Ferguson y Smith. La mano invisible (V)

Los alumnos de Económicas en la UBA leen sobre los escoceses: Hume, Ferguson, Smith, a Adam Smith en la Teoría de los Sentimientos Morales y a Ronald Coase sobre Smith:

  1. Adam Smith, Teoría de los Sentimientos Morales: Sección I: Del Sentido de la Propiedad: http://www.textosdigitales.com.ar/CP/CICLO_BASICO/2.007_-_Teoria_Politica_II/Smith_-_Teoria_de_los_Sentimientos_Morales.pdf
  2. Ezequiel Gallo, “La tradición del orden social espontáneo: Adam Ferguson, David Hume y Adam Smith”: http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/44_5_Gallo.pdf
  3. Ronald Coase, “Adam Smith’s View of Man”: http://www.chicagobooth.edu/~/media/59F2E558F3604398BBF9518FCF3EBC9E.PDF

Pregunta: ¿Cómo podría este hombre limitado y (cuasi) egoísta actuar en momentos de crisis si carece de “capacidades cognoscitivas que impiden un conocimiento cabal y detallado de las circunstancias actuales”?

Es más un problema de instituciones. Las personas actuarán más o menos simpáticamente durante una crisis, pero el camino que tomará la sociedad tendrá que ver con las reglas de juego, las normas de conducta que prevalecen en esa sociedad.

Pregunta: ¿Este hombre limitado descripto debería ser encargado del manejo de un gobierno y todas sus políticas?

Claro, no es de extrañar, entonces, que quisieran que su poder fuera limitado y se encontrara dividido lo máximo posible.

Pregunta: ¿Pueden explicarse ciertos fenómenos, como la crisis financiera de 2008 o eventos que tienen a personas beneficiándose en pos de los demás, con lo dicho por el autor respecto a la importancia que el individuo tiene a lo que un espectador imparcial piense de esa persona?

Para Smith somos complejos, seguramente quien actuó de una forma que te parece incorrecta en la crisis de 2008 también salió de su oficina y ayudó a una señora mayor a cruzar la calle. Y puede ser que piense que lo que hizo, lo hizo para proteger a sus accionistas y empleados. Y habrá que ver si no es así, y el problema de la crisis está en otro lado, en las normas, premios y castigos, que alentaron esas conductas.

Pregunta: ¿La idea de benevolencia que plantea Adam Smith está relacionada con la coyuntura actual? Ej: Esclavitud, inquisición. La gente actúa distinto hacia las personas ante cambios coyunturales?

No entiendo esta pregunta, ¿se refiere a la coyuntura de entonces? Ya que en la actual no hay tal cosa como esclavitud o inquisición.

Pregunta: ¿Es el amor propio y la irracionalidad algo que pueda ir de la mano o se encuentran en veredas opuestas?

¿Qué podría ser irracional en la búsqueda del propio interés? Parece ser que no serían los fines elegidos, ya que podremos estar de acuerdo o no con ellos pero cada uno elige perseguir los fines que estime más apropiados y eso es racional. Pero puede ser que no elija los medios apropiados para alcanzar esos fines; y se equivoque en alcanzar sus propios fines.

Pregunta: Según los ideales de los diferentes autores, ¿Se podría encontrar el progreso social en un régimen donde no se persiga el interés personal o nos enfrentaríamos a una sociedad “estancada” en cuanto a conocimientos y desarrollo?

Todo lo contrario. Según estos autores es la búsqueda del interés propio el que desata todo el proceso de innovación y desarrollo, en el mercado de un entorno de normas que lo permite y no lo restringe.

Pregunta: Cuando se afirma que las leyes deben proteger a la propiedad privada y al cumplimiento de los contratos y, a su vez, que las mismas deben dar un amplio campo a las acciones individuales de los hombres para fomentar al bienestar general ¿No podría surgir contraposición entre estos dos supuestos, puesto que también se admiten aquellas acciones que provengan del egoísmo del hombre mientras que su fin último sea el desarrollo económico y social?

Esa contraposición surgiría cuando hay coerción de por medio, o problemas de externalidades. Luego veremos cómo otros autores de esta tradición tratarían este tema. En ese sentido, Ronald Coase, por ejemplo, aunque unos 150 años después, señala la importancia de la clara delimitación de derechos de propiedad para la resolución de problemas de externalidades.

Pregunta: Qué explicaciones nos ofrecerían los autores frente a aquellas situaciones donde las sociedades regidas por los ideales liberales no alcanzan las metas alcanzadas respecto al bienestar general y, por el contrario, afectan al desarrollo de las masas.

Pensemos un poco al redactar las preguntas porque “no alcanzan las metas alcanzadas” es una contradicción lógica. Quienes tienen metas son las personas. Tal vez la única meta que pueda tener una sociedad sea que sus miembros tengan más oportunidades para alcanzar las metas que se planteen. Cuando Smith analiza “La Riqueza de las Naciones” es lo que busca comprender: qué pautas, que normas son las que permiten generar esa “riqueza”, que permite a las personas alcanzar mejor las metas que se haya planteado.

Pregunta: ¿Porqué la tradición evolucionista de los autores se asentaba en un idealismo como método de desarrollo científico?

No sé si llamarlo “idealismo”. Creo que se basaba en la observación de la realidad y la deducción de ciertas conclusiones.

Pregunta: ¿Puede desarrollarse un conocimiento que surge del análisis de las acciones sociales, sin ser empirista?

Se puede partir de axiomas y deducir leyes, aunque esos axiomas son también el resultado de la observación de la realidad. Por ejemplo: la ley de la demanda nos dice que a un mayor precio de un bien, menor será la cantidad demandada. No hacemos verificaciones empíricas de eso, lo deducimos de la lógica de la acción. Pero esto es el resultado de la observación de la conducta humana, propia y ajena, de siglos.

Pregunta: La visión de liberalismo: ¿no implica una “excesiva” confianza en la autorganización de la sociedad?

Toda sociedad tiene áreas auto-organizadas y, como llamarlo, centralmente organizadas. Todo nuestro análisis es un análisis comparativo de distintos arreglos sociales con más de una o de otra. Quien no tiene confianza en la autorganización, la estaría teniendo en la organización centralizada y deberá, en todo caso, explicar porqué es ésta necesaria y porque sería un arreglo superior.

Pregunta: ¿Cree que hay excepciones en cuanto a lo que respecta la actitud egoísta? Es decir, ¿existe la actitud desinteresada?

Tal vez es una cuestión de definición de los términos, porque pareciera que una actitud desinteresada no sería posible. Es decir, el desinterés llevaría a no actuar. Se puede actuar por interés propio o por interés de otros, pero no actuaría si no tiene interés.

Pregunta: En los casos donde no hay correspondencia sentimental, ¿qué es lo que produce el rechazo hacia los sentimientos del otro? ¿Por qué no indiferencia?

Supongo que puede haber indiferencia.

Pregunta: En cuanto a la relación que el texto podría tener con el comportamiento económico de la sociedad, ¿qué aspectos de la conducta humana se ven reflejados en el mercado?

Todos

Pregunta: En la página 14, dentro de las causas que provocan un retroceso de las naciones, se encuentra la frase que dice: “La paz, la seguridad y la propiedad incrementaban el atractivo de la vida privada y aumentaban, por consiguiente, el desinterés por los asuntos públicos (…). Con los mejores hombres indiferentes al devenir político, son los personajes corruptos los que ocupan el centro de la escena política. la libertad y la seguridad corren el peligro de perderse como consecuencia de los frutos benéficos que ellas han producido. La situación paradójica que emerge no es, para Ferguson, insalvable.” Entonces mi pregunta es: ¿cómo se salva esta situación?, ya que veo una gran coincidencia con lo que pasa hoy en día en la realidad de muchos países, y ¿cómo logramos que los mejores hombres” se interesen por los asuntos políticos?

Enorme tema, por supuesto. Pero tal vez sea más importante no ya las buenas cosas que puedan hacer los mejores sino cómo se limitan las posibilidades de hacer daño por los peores.

Pregunta: En la página 10, se dice que la división del trabajo es para Smith, como para Hume y Ferguson la causa principal de la riqueza de las naciones, pero en ningún momento se habla de las desigualdades sociales que se generan debido a esto, entonces mi pregunta es: si esta división del trabajo es fundamental, ¿con qué medidas podemos acompañarla para poder revertir las grandes desigualdades que genera?, debido a que las remuneraciones por las distintas tareas son muy diferentes.

Pero, ¿por qué la división del trabajo genera desigualdades? Hay ciertas tareas o funciones que son más valoradas que otras; p. ej., gana más Messi que un portero. Esas desigualdades son fruto de las valoraciones de los consumidores en una economía de mercado o de las valoraciones del planificador en una economía planificada. ¿Cuál sería el mejor sistema?

Pregunta: Considerando la eficiencia que tiene la “mano invisible” para Smith, qué papel jugarían las instituciones?

Facilitar el funcionamiento de ese proceso

Pregunta: La frustración ante el desarrollo de una sociedad segun el texto puede deberse a la mala elección de las instituciones, accidentes o fortuna, podríamos agregar condiciones específicas de la sociedad? Como condiciones productivas, físicas o sociales.

Así es, y sobre todo a los valores que predominen en esa sociedad que llevan al desarrollo de determinadas instituciones.

Pregunta: Siendo que no existe información perfecta, podemos decir que el hombre puede pensar que está accionando de acuerdo a interés propio para su bienestar y equivocarse al no contar con toda la información?

Por supuesto, de otra forma no habría error, pero claramente sabemos que éste existe.

Pregunta: ¿Qué tan acertado es considerar que en general el comportamiento humano en este sentido ha sido constante a lo largo de la historia? ¿No sería una opinión abstracta difícil de comprobar?

Por eso Hume escribe un libro con el título “Tratado sobre la Naturaleza Humana”, para analizar esos aspectos que serían comunes a todos los tiempos y circunstancias, aunque siempre se adapten a las circunstancias específicas.

Pregunta: Si la división del trabajo es considerada un rasgo proveniente de la naturaleza del humano ¿Por qué su surgimiento fue tardío?

Siempre existió, desde el momento que el hombre salía a cazar y la mujer cuidaba a su hijo, por ejemplo.

Pregunta: Basándose en la afirmación de Ferguson que los hombres no “inventan” desde cero sino que innovan a partir de acciones humanas anteriores ¿No debería existir una primera instancia a partir de la cual se empieza a innovar?

¿Viste el comienzo de la película “2001: Odisea del Espacio”. Allí, dos grupos de monos pelean por comida hasta que uno de ellos toma un hueso y lo utiliza como arma en ese combate: surgió la “herramienta”, también como fruto de un proceso evolutivo, donde hubo “acción humana”, o de humanoides en este caso, pero no “designio” humano.

Pregunta: Según Smith “para calmar el interés propio deben necesariamente satisfacer las necesidades de otros hombre” ¿Cómo explicaría esta afirmación la existencia de la indigencia? Ya que en este caso no se llegan a saldar las necesidades de otros hombres.

Es que son éstos los que no están satisfaciendo las necesidades de otros para poder satisfacer las propias. Deberíamos, entonces, preguntarnos por qué.

 

Los autores escoceses. La simpatía y el interés propio en Hume, Ferguson y Smith. La mano invisible (IV)

Los alumnos de Económicas en la UBA leen sobre los escoceses: Hume, Ferguson, Smith, a Adam Smith en la Teoría de los Sentimientos Morales y a Ronald Coase sobre Smith:

  1. Adam Smith, Teoría de los Sentimientos Morales: Sección I: Del Sentido de la Propiedad: http://www.textosdigitales.com.ar/CP/CICLO_BASICO/2.007_-_Teoria_Politica_II/Smith_-_Teoria_de_los_Sentimientos_Morales.pdf
  2. Ezequiel Gallo, “La tradición del orden social espontáneo: Adam Ferguson, David Hume y Adam Smith”: http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/44_5_Gallo.pdf
  3. Ronald Coase, “Adam Smith’s View of Man”: http://www.chicagobooth.edu/~/media/59F2E558F3604398BBF9518FCF3EBC9E.PDF

Pregunta: ¿Si Smith no le tenía mucha confianza a la razón humana, es razonable hacer modelos suponiendo comportamientos racionales?

Excelente pregunta. A lo que habría que agregarle otro problema fundamental: que incluso si mostraran un comportamiento racional tendrían un problema de conocimiento de las circunstancias de tiempo y lugar, el cual es necesariamente limitado.

Pregunta: ¿Podríamos pensar una economía centrada en los sentimientos y no en la razón?

Ni una ni otra, todas influyen en nuestras acciones y lo que estudiamos al estudiar economía son las consecuencias de esas acciones.

Pregunta: Muchos gobernantes suelen endeudar a los países, pero enriquecerse ellos mismos. ¿En estos casos los gobernantes prefieren satisfacer sus propios deseos a ser admirados?

Recordemos que Smith plantea al hombre como algo complejo e imperfecto, que tanto busca la admiración de los demás como su más crudo interés personal. Gracias a los intercambios en el mercado, éste último se canaliza hacia el bienestar de los demás. Habrá que ver si los incentivos de las instituciones políticas pueden generar otro tanto respecto a las acciones en ese ámbito. Éste será el punto de partida del análisis del Public Choice.

Pregunta: Según Smith el hombre estaría dispuesto a hacer sacrificios por la humanidad para sentir superioridad y admiración. ¿Hasta qué punto cree que esto es verdad?

Hasta cierto punto, como el mismo Smith dice. Tal vez daríamos un meñique para que se salven cientos de miles de chinos del terremoto, pero no daríamos un brazo, o no daríamos el meñique por diez o veinte chinos que se salven.

Pregunta: ¿Hay posibilidad de existencia del mercado si no hay benevolencia y/o egoísmo?

Pero el tema que nos ocupa en esta ciencia es analizar cómo es que efectivamente existen, habiendo tanto benevolencia como egoísmo en los seres humanos. No hacen falta seres perfectos para que pueda alcanzarse la cooperación social en el mercado, con estos seres que tenemos ahora se puede y se ha logrado un avance como nunca se hubiera imaginado en la historia.

Pregunta: ¿Cómo definían la riqueza estos autores? Cuando explican que el incremento de los intercambios produce la división del trabajo que redunda en las riquezas nacionales. ¿Qué papel considera que debe tomar el comercio internacional?

La “riqueza de las naciones” era su capacidad para utilizar los recursos disponibles (humanos y naturales) para satisfacer las necesidades que cada uno tiene en mayor proporción, para lo cual el comercio internacional era importante porque ninguna sociedad puede afirmar que posee todos los recursos necesarios, o que estaría mejor sin aquellos que puede obtener a través del comercio.

Pregunta: ¿Cómo explican el hecho de que no en todas las regiones se haya iniciado el proceso que lleva a la evolución y al progreso de la sociedad?

El progreso no se da en forma regular en todas las regiones, aunque hoy podamos decir que hasta las más pobres están mejor de lo que estaban cuando Smith escribía. En ese momento el progreso se daba en Europa, luego fue en América del Norte, hoy es en Asia. Parece que la mano invisible está en funcionamiento porque se van descubriendo oportunidades en lugares que comprenden la necesidad de permitirlo (se abren al comercio) y el capital va a aprovechar esas oportunidades, generando crecimiento y un aumento de los niveles de vida, acercando a estos países a los que se desarrollaron antes. Hoy hay una clase media china que consume y viaja por el mundo, inexistente tan solo treinta años atrás.

Pregunta: ¿Cuáles son las reglas que deben establecer las instituciones para incentivar el intercambio y asi lograr el progreso social?

Dice Hume en su Tratado sobre la Naturaleza Humana: “Donde la posesión no tiene estabilidad, habrá guerra perpetua. Donde la propiedad no se transfiere por consentimiento, no podrá haber comercio. Donde no se respetan las promesas, no habrá ligas ni alianzas”.

Pregunta: ¿Cuál es la importancia de este texto para la historia del pensamiento económico?

La Teoría de los Sentimientos Morales es un libro de ética, pero es de fundamental importancia para comprender la visión de Adam Smith sobre el hombre y sobre el proceso de mercado que luego describiera en La Riqueza de las Naciones.

Pregunta: ¿La simpatía de los hombres no impide el progreso de la sociedad, al que se llega persiguiendo los intereses individuales?

Es que esos intereses individuales pueden incluir la simpatía por los demás, suelen incluirla como dice Smith, y eso hace que seamos un poco mejor que sin tan sólo persiguiéramos nuestro interés individual.

Pregunta: ¿Puede considerarse en Adam Smith el comienzo en una estrecha relación entre economía y filosofía política dando origen la teoría de la elección u opción publica?

Todos los clásicos comprendían la relación entre la economía, la ética y la filosofía política. Lo que tiene de nuevo Public Choice es que analiza a la política en términos de los incentivos que enfrentan los votantes, los políticos y los funcionarios.

Pregunta: Si es posible determinar la concepción de la naturaleza humana y la felicidad que sostiene Smith en esta obra, ¿sería posible también deducir que sistemas políticos y funciones de gobierno son las más adecuadas para promover la felicidad del hombre en nuestro país?

Lo hizo Alberdi, y lo menciona, citando a Adam Smith precisamente, en un texto que veremos más adelante.

Pregunta: Smith trataba de no mencionar a Dios, y en cambio habla de la Naturaleza, pero ¿cree que tal vez esa naturaleza no era en parte determinada por Dios para Smith, y sin embargo, trataba de ser imparcial en sus textos?

Diría que sí.

Pregunta: ¿Debería, entonces, ser el mercado el que gobierna y no los individuos en particular?

El mercado son los individuos, lo que llamamos mercado no es un ente que tenga existencia propia, sino el conjunto de transacciones que realizan los individuos.

Pregunta: ¿cuál cree sería la visión de Smith sobre los monopolios entonces?

Estaba en contra de los monopolios, por eso criticó duramente el monopolio del comercio otorgado a empresas como la East India Company, y por eso también apoyaba el libre comercio.

Pregunta: Otra pregunta que le haría es: ¿Cuando usted habla de una sociedad “altruista”, se refiere a un altruismo consciente o inconsciente?

No sé si consideraríamos altruista a una acción inconsciente, ya que la misma definición de altruismo implica consciencia y nombramos a una acción así porque tendría esa intención, no sería fruto del azar.

Pregunta: ¿Es posible que este sentimiento de “simpatía” promueva concordemente el bien común? ¿O será necesario algún tipo de intervención para orientarlo?

Recordemos que para Adam Smith la simpatía se va debilitando a medida que las relaciones son más lejanas, por lo que no sería posible organizar una sociedad extendida basada en ese principio que tiende a debilitarse. La búsqueda del interés propio, por otro lado, permite la cooperación social extendida entre personas que no tienen por qué conocerse o tenerse simpatía.

Pregunta: ¿Tiene la escasez relación con los actos de menos agradables de los humanos?

La escasez es la que nos motiva a actuar, si no hubiera escasez tampoco habría necesidad de actuar ya que significa que tendríamos todo lo que deseáramos. La escasez, entonces, está en la base de la acción humana, tanto de las acciones agradables como las desagradables.

Pregunta: La intensidad de la benevolencia es alta en esferas sociales cercanas, ¿aquí cree ud. que los intercambios de mercado son más eficientes que en esferas sociales más lejanas?

Correcto. Intercambiamos favores con familiares o amigos, no tenemos que serlo con quienes realizamos intercambios comerciales.

Pregunta: ¿Que puede decir ud. al respecto de una situación de guerra, donde el mercado de bienes se paraliza? ¿los actos morales cobran otra dimensión? ¿es lo único que quedaría por intercambiar?

Una guerra afecta la economía, pero está claro que en el frente de batalla, las relaciones entre las personas están basadas en la moral más que en los intercambios de bienes y servicios.

Pregunta: ¿Dónde podríamos hacer entrar a la razón?, ¿Todo gira en entorno de los sentimientos y del grado de la simpatía de los hombres?, ¿Podría ser compatible un alto grado de simpatía en los hombres y un mercado libre?

Sí, en cuanto a la segunda pregunta. La razón está presente en el accionar de los hombres pero no es perfecta, es lo que nos dicen los escoceses. Hayek luego agregaría una categoría de acción distinta: hay acciones racionales, otras que surgen de instintos y una tercera categoría que son las acciones que realizamos como fruto de la costumbre.

Pregunta: La idea de la motivación por satisfacción personal, ¿Terminaría por implicar que “el fin justifica los medios”? ¿O en ese hombre descripto existen todavía nociones de ética y moral?

Claro, ese hombre tiene esas nociones, y además la búsqueda de su propio interés puede llegar hasta que se encuentre con el derecho de otros, que no puede avasallar.

Mises define la acción humana, y al hacerlo define fines y medios y de qué que trata la economía

Con los alumnos de Omma Madrid en la materia de Microeconomía leemos a Mises en “La Acción Humana”, capítulo IV donde define precisamente eso que da título a su obra pero, en definitiva, define lo que estudia la economía. Mucha gente cree que los economistas se ocupan de “cosas materiales”, como el dinero o la producción de bienes. Otros, ya economistas, creen que se refiere a decisiones que toma la “sociedad”, como si ésta existiera como un ser con vida propia:

Mises3

“La economía es el estudio de la forma en que las sociedades deciden qué van a producir, cómo y para quién con los recursos escasos y limitados” (Stanley Fischer, Rudiger Dornbusch & Richard Schmalensee, Economía, 2a. edición (Madrid : McGraw-Hill, 1989), pág. 3).

Mises, por el contrario, sostiene que la praxeología (nombre que él daba a la ciencia de la acción humana de la que forma parte la economía)… “no se ocupa propiamente del mundo exterior, sino de la conducta del hombre ante las realidades objetivas. La teoría económica no trata sobre cosas y objetos materiales; trata sobre los hombres, sus apreciaciones y, consecuentemente, las acciones humanas que de ellas se derivan. Los bienes, mercancías, la riqueza y todas las demás nociones de la conducta, no son elementos de la naturaleza, sino elementos de la mente y de la conducta humana. Quien desee entrar en este segundo universo debe olvidarse del mundo exterior, centrando su atención en lo que significan las acciones que persiguen los hombres.”

“La praxeología y la economía no se ocupan de cómo deberían ser las apreciaciones y actuaciones humanas, ni menos aún de cómo serían si todos los hombre tuvieran una misma filosofía absolutamente válida y todos poseyeran un conocimiento pleno de la tecnología. En el marco de una ciencia cuyo objeto es el hombre, víctima con frecuencia de la equivocación y el error, no hay lugar para hablar de nada con ‘vigencia absoluta’ y menos aún de omnisciencia. Fin es cuanto el hombre apetece; medio, cuanto el actor considera tal.

Compete a las diferentes técnicas y a la terapéutica refutar los errores en sus respectivas esferas. A la economía incumbe idéntica misión, pero en el campo de la actuación social. La gente rechaza muchas veces las enseñanzas de la ciencia, prefiriendo aferrarse a falaces prejuicios; tal disposición de ánimo, aunque errada, no deja de ser un hecho evidente y como tal debe tenerse en cuenta. Los economistas, por ejemplo, estiman que el control de los cambios extranjeros no sirve para alcanzar los fines apetecidos por quienes apelan a ese recurso. Pero bien puede ocurrir que la opinión pública se resista a abandonar el error e induzca a las autoridades a imponer el control de cambios. Tal postura, pese a su equivocado origen, es un hecho de indudable influjo en el curso de los acontecimientos. La medicina moderna no reconoce, por ejemplo, virtudes terapéuticas a la célebre mandrágora; pero mientras la gente creía en ellas, la mandrágora era un viene económico, valioso, por el cual se pagaban elevados precios. La economía, al tratar de la teoría de los precios, no se interesa por lo que una cosa deba valer para quien la adquiere; nuestra disciplina analiza precios objetivos, los que efectivamente la gente estipula en sus transacciones; se desentiende totalmente de los pecios que sólo aparecerían si los hombre no fueran como realmente son.”

Los autores escoceses. La simpatía y el interés propio en Hume, Ferguson y Smith. La mano invisible (III)

Los alumnos de Económicas en la UBA leen sobre los escoceses: Hume, Ferguson, Smith, a Adam Smith en la Teoría de los Sentimientos Morales y a Ronald Coase sobre Smith:

  1. Adam Smith, Teoría de los Sentimientos Morales: Sección I: Del Sentido de la Propiedad: http://www.textosdigitales.com.ar/CP/CICLO_BASICO/2.007_-_Teoria_Politica_II/Smith_-_Teoria_de_los_Sentimientos_Morales.pdf
  2. Ezequiel Gallo, “La tradición del orden social espontáneo: Adam Ferguson, David Hume y Adam Smith”: http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/44_5_Gallo.pdf
  3. Ronald Coase, “Adam Smith’s View of Man”: http://www.chicagobooth.edu/~/media/59F2E558F3604398BBF9518FCF3EBC9E.PDF

Pregunta: En caso que nos encontremos con un retroceso o freno del desarrollo. ¿Qué actitudes debería tomar el “gobierno limitado” para contrarrestar la situación?

No sé si te refieres a una recesión económica, habría que ver sus causas, pero entiendo que en la mayoría de los casos verían que se produce un ajuste natural del mercado vía precios hasta que se generan nuevamente las condiciones para una reactivación.

Pregunta: Si se desarrollan dos instituciones que se contradicen y chocan entre sí, ¿Qué factores haría prevalecer a una sobre otra?

No imagino esto ocurriendo en una misma sociedad, es decir, que exista una norma que permita los contratos entre particulares y otra que la prohíba, por ejemplo. Pero sí que exista se permita en una sociedad y no en otra. El resultado se verá: una sociedad prosperará, la otra no. Como existe un cierto grado de “competencia interjurisdiccional”, la otra aprenderá y modificará esa institución o verá perder sus recursos (gente, capitales) dirigiéndose a la otra.

Pregunta: ¿Cuándo se puede afirmar que una institución posibilita acumular riquezas y cuando no?

Ustedes verán que hay que hacer regresiones para demostrar esto, pero las regresiones muestran relación, no causalidad. Podemos entonces “deducir” las consecuencias de determinadas instituciones (por ejemplo, si se respeta el derecho de propiedad o no y su impacto en la inversión) o podemos ver los resultados históricos de países que siguieron un camino u otro (Alemania Oriental vs Alemania Oriental, Corea del Norte vs Corea del Sur o hasta China vs Hong Kong).

Pregunta: ¿Es por una cuestión de principio o es por observación empírica que los autores consideran que los actos guiados por fines altruistas producen efectos opuestos a los deseados?

Probablemente ambas cosas: por deducción y por observación de las conductas humanas, tanto sea contemporáneas como históricas.

Pregunta: Se menciona en el texto que cuanto mayor es el comercio, habrá menores posibilidades de guerra ¿Quiere decir con esto que no existen injusticias en el comercio que ameriten una?

Exacto, ¿acaso hay alguna razón comercial que amerite una guerra? Puede ser que un país invada a otro por su petróleo, por ejemplo, pero no creo que diríamos que lo hizo por alguna injusticia.

Pregunta: ¿Hay perjudicados en la división del trabajo y el comercio? ¿Estos significan progreso para todos los que participan de ellas o solo para quienes lo hacen fabricando las mercaderías de mayor valor agregado?

Esa fue una visión que predominó durante mucho tiempo en América Latina, pero hoy tenemos que son países pobres los que cada vez producen más mercaderías con mayor valor agregado, como los países asiáticos.

Pregunta: En época de pre-revolución industrial muchos agricultores sufrían la expulsión de sus tierras hacia las grandes ciudades: ¿TSM se refiere un poco a esta situación?

No en ese libro, pero cuestionaría la palabra “expulsión”. ¿En qué sentido eran “echados” del campo. Más bien se trasladaban a la ciudad porque la industria ofrecía mejores perspectivas. Que no eran nada atractivas desde la perspectiva actual, pero que serían superiores a las condiciones de los agricultores, trabajando de sol a sol por su subsistencia.

Pregunta: ¿Veía Ud. ciertas actitudes inmorales en el sector burgués incipiente de la época?

Supongo que habría inmorales entre los burgueses, los aristócratas o los proletarios, las actitudes son individuales y no parecen pertenecer a un grupo en particular.

Pregunta: En CAP III (pág. 52): “…yo juzgo de tu vista por mi vista, de tu oído por mi oído, de tu razón por tu razón…”: ¿Pueden tener hombres de distintas clases sociales misma vista o razón?¿Porqué Ud. no diferencia estos puntos de vista de las diferentes clases sociales existentes?

Porque no parece que estas pasiones y valores sean diferentes con motivo de pertenecer a cierta clase social, si es que definimos clase en la concepción marxista de su vinculación con los medios de producción. Sí hay diferentes puntos de vista entre las personas pero no parece ser ese vínculo el factor determinante.

Pregunta: ¿Las instituciones, tienen una única manera de evolucionar; se condice esto con la historia de la humanidad?

Ha evolución y hay acciones humanas. No es que la “evolución” ocurra simplemente sin que nadie haga nada. Ha habido guerras, invasiones, revoluciones, pero los cambios institucionales se producen lentamente (por ejemplo el paso del feudalismo a la economía de mercado, o de la monarquía a la democracia).

Pregunta: ¿Qué elementos habría que adicionar para poder hablar de reformar las instituciones saliéndonos de “los papeles”?

Los valores e ideas que impulsan las conductas de las personas.

Pregunta: ¿No resulta limitado pensar que el propio bienestar se extenderá al general sin más?

En un marco de transacciones voluntarias, donde queda descartado el uso de la fuerza, la única forma de obtener lo que uno (digamos incluso egoístamente) quiere, es ofreciendo algún tipo de intercambio que sea aceptado por la otra parte. Es decir, esa otra parte tendrá que mejorar su situación de alguna forma ya que si no, no estaría interesado en realizar el intercambio.

Puede haber acciones que promuevan mi bienestar pero no el de otros, cuando no hay intercambios. Por ejemplo, pinto un cuadro y me lo guardo. Arreglo yo mismo mi casa. Pero cuando hay un intercambio de por medio la situación ya es diferente: vendo o regalo el cuadro a otro cuyo bienestar aumenta al recibirlo, contrato a un pintor para pintar mi casa y ahora su bienestar aumenta.

Pregunta: ¿Resulta convincente dudar de la existencia de formas altruistas en el accionar humana a pesar de todas nuestras miserias?

No se sí entendía bien la pregunta, pero uno observa acciones dirigidas hacia los demás a diario: algunas buscan algo a cambio (un intercambio), otras simplemente recibir la satisfacción de ayudar (que podría interpretarse también como un intercambio de favor por reconocimiento).

Pregunta: En algún punto Smith deja dudas de si hay algo más que regula la condición del hombre, como dice Coase, intenta no ser especifico acerca del rol de la fuerza de la naturaleza ¿Cómo es que se justifica en el plano de lo natural la “mano invisible”? (La pregunta más directa seria si Smith creía en una fuerza superior que justifique el estado natural de los hombres tal que son capaces de interactuar unos con otros)

Seguramente creía en la voluntad de Dios, hoy el otro Smith, Vernon, nos habla de la antropología y la sicología evolutiva para explicarlo.

Pregunta: ¿Es la benevolencia del ser humano condición necesaria para la existencia del mercado?

No, lo notable de la “mano invisible” es que aun persiguiendo su interés personal, promueve el bienestar de otros.

Pregunta: ¿Cómo se justificaría el accionar de una persona altruista (no motivada por su propio interés) en la relación con la motivación del individuo?

Sería muy difícil encontrar una persona así. Ya que sería su “propio interés” ayudar a otros.

Pregunta: ¿Puede una persona ser egoísta si tiene las características descritas en el libro?

Smith explica que persigue su “propio interés” cuando busca la aprobación de otros, y de ese observador imparcial.

Pregunta: ¿Las personas descritas en La teoría de los Sentimientos Morales y las descritas en La Riqueza de las Naciones son las mismas?

Sí, esto ha dado origen a lo que luego se denominara “El Problema de Adam Smith”, pero autores como Coase (ya visto) y Vernon Smith (por ver) resuelven la supuesta paradoja muy razonablemente.

Pregunta: ¿Smith considera que hasta hoy la idea de mano invisible sigue sin entenderse completamente?

Seguramente consideraría eso.

Pregunta: ¿Qué hacer cuando los gobernantes nos tratan como una pieza de ajedrez?

Le hicieron una pregunta parecido a Borges. Su respuesta: joderse. No diría qué hacer pero sí qué hacen: acomodan sus acciones, muchas veces terminan generando mercados paralelos.

Pregunta: ¿Qué decirles a los gobernantes que creen que pueden decir que se produce o no por decreto?

Que es imposible, la planificación soviética ya se derrumbó.