Casi treinta años y el Mercosur no llega a firmar un tratado de libre comercio con la Unión Europea

Con los alumnos de la materia Empresas y Negocios Internacionales de UCEMA, vemos un documento oficial sobre el tratado UE-Mercosur. Es de Julio de 2019 y no parece haberse avanzado mucho desde entonces, pero vale la pena ver las posibilidades que presenta:

Es el acuerdo más amplio y ambicioso alcanzado por ambos bloques en toda su historia, creando un mercado de bienes y servicios de 800 millones de consumidores que se beneficiarán de una oferta más diversa y de mayor calidad a precios más competitivos.

Es parte de la inserción inteligente de la Argentina en el mundo. El crecimiento y desarrollo sostenible no se puede lograr en soledad, sólo es posible con más y mejor integración internacional y más y mejor comercio. En el pasado, la desconexión de la Argentina con el mundo sólo significó retraso económico para nuestro país.

El acuerdo con la UE se inscribe en el marco de otros diálogos y negociaciones en curso que buscan también abrir nuevos mercados para nuestros productos, posicionando a su vez al Mercosur como una plataforma que se proyecte hacia la región y hacia el resto del mundo. La agenda de negociaciones incluye, además de este acuerdo, a EFTA1, Canadá, Singapur y Corea del Sur, así como la profundización de los vínculos con América Latina.

Las negociaciones para alcanzar un acuerdo de asociación entre el Mercosur y la Unión Europea han tomado mucho tiempo. Más de 20 años: se inició el diálogo en el año 1995, se alcanzó el mandato negociador de la Comisión Europea en 1999 y la primera ronda en el año 2000. Fue un objetivo compartido por los todos los gobiernos de los Estados Partes del Mercosur desde ese momento hasta ahora. Sin embargo, es entendible la persistencia de nuestros gobiernos.

La UE es un mercado inmenso con 500 millones de habitantes que representa el 20% de la economía mundial, es el primer inversor con un stock que supera el 30% de las inversiones globales e importa el 17% del total de las compras mundiales de bienes y servicios.

El Acuerdo EU-Mercosur puede que mejore las condiciones ambientales pero, ¿no tendría mayor impacto en el comercio?

El proyecto de acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea se encuentra estancado, ahora porque el gobierno argentino no está interesado en avanzar en este proceso que ya lleva décadas. En un paper reciente se analiza el impacto ambiental que podría tener el acuerdo, pero lo interesante del caso es que los autores señalan que el proyecto no significa que vaya a haber cambios importantes tanto sea en las normas arancelarias y para-arancelarias relacionadas con el comercio agrícola. ¿Entonces? ¿Cuál es el objetivo de un tratado de “libre comercio”. El paper se titula “The EU-MERCOSUR Trade Agreement and Its Impact on CO2 Emissions”, Banco de Espana Article 2/22 y los autores son Rodolfo G. Campos, Marta Suárez-Varela y Jacopo Timini, del Banco de España: https://ssrn.com/abstract=4021945

“En 2019 la Unión Europea (UE) y los países latinoamericanos que integran el Mercado Común del Sur (Mercosur) alcanzaron un acuerdo político para firmar, ratificar e implementar un acuerdo comercial entre ambos bloques. Se espera que este acuerdo traiga beneficios comerciales y de bienestar a ambos lados del Atlántico. El impacto estimado para la UE será similar al de otros acuerdos recientes, como el suscrito con Japón. Sin embargo, el “acuerdo de principio” UE-Mercosur ha suscitado preocupaciones por su potencial impacto sobre el medio ambiente y el clima, a pesar de que incluye disposiciones estrictas en estas áreas y supone muy pocos cambios en las medidas arancelarias y no arancelarias adoptadas para los productos agrícolas. importaciones del Mercosur. Este artículo se centra en un aspecto específico del potencial impacto ambiental del acuerdo UE-Mercosur, a saber, el cambio previsto en las emisiones globales de CO2. A pesar de la incertidumbre asociada a dichas estimaciones, al utilizar un modelo estándar de equilibrio general, el incremento de emisiones de CO2 derivado de este acuerdo se encuentra limitado. Además, en ciertos escenarios plausibles, la aplicación de los estándares ambientales muy estrictos previstos en el acuerdo en principio podría incluso reducir las emisiones en los países del Mercosur.”