Calidad Institucional: Argentina, uno de los que más ha caído. Primero: Suiza, en América: Canadá

Presentamos ayer con la Fundacion Libertad y Progreso el Índice de Calidad Institucional 2015. Disponible aquí:

Español: http://www.libertadyprogresonline.org/wp-content/uploads/2015/04/ICI-SPA_2.pdf

Inglés: http://www.libertadyprogresonline.org/wp-content/uploads/2015/04/ICI-2015EN-_2.pdf
El ICI evalía la calidad instiucional de 192 países del mundo. La Fundacion Libertad y Progreso enfatiza en su comunicado, por supuesto, la situación argentina. Pero en el texto puede verse la situación de todos esos países. Aquí lo que dice LyP:

Según el Indice de Calidad Institucional 2015, presentado ayer por la Fundación Libertad y Progreso vía Agrositio.com; la Argentina está peor que Líbano, Rusia y Uganda en calidad de instituciones, ocupando el lugar 137 en una lista de 193. “Desde 2005, Argentina es el país que más deterioro tuvo en todo el mundo en instituciones como libertad de prensa, vigencia del estado de derecho o libertad económica. Estamos, en cuanto a calidad de instituciones, en niveles comparables a los de Mozambique, Ucrania y Gabón”, explicó el académico Martín Krause, encargado de presentar el Indice ayer junto a los economistas Diana Mondino y Aldo Abram, en un panel moderado por el periodista Ricardo Bindi.

De acuerdo a Krause, el deterioro argentino en instituciones no es un dato menor, ya que afecta directamente y palpablemente la posibilidad de desarrollo de los argentinos y las empresas. “Los países que cuidan la calidad de sus instituciones tienen mucho mayor porcentaje de inversión extranjera directa, y eso es una herramienta central para el desarrollo”, dijo Krause. “Los países bien rankeados en la tabla, que protegen la inversión y la actividad emprendedora muestran un mejor desempeño económico y, con ello, ofrecen más oportunidades de progreso a sus habitantes. Como contraparte, la violación de los derechos de propiedad, la libertad contractual, la libertad de precios, el exceso de regulaciones y trabas al funcionamiento de los mercados afectan la inversión y se pagan con un menor crecimiento y mucho menos oportunidades y calidad de vida para los ciudadanos”, destacó Krause.
Seguidamente, Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, habló de cómo recuperar el liderazgo en instituciones que Argentina supo tener a principios de siglo XX. “Va a haber que tomar medidas difíciles, pero no hay muchas opciones para el candidato que viene. La diferencia entre los candidatos va a ser si toman esas medidas en forma gradual o de shock. Hay que parar el desmadre fiscal, ajustar el tipo de cambio, y cambiar la lógica del asistencialismo por herramientas que permitan capacitar a las personas y que recuperen su dignididad y sus capacidades. Los candidatos no lo pueden decir porque dicen que pierden votos, por eso los que no somos candidatos tenemos que concientizar a la gente de que se van a tener que tomar medidas difíciles pero es la única forma de salir adelante”, explicó Abram.
El economista coincidió en que el deterioro de la calidad institucional no es menor, y tiene consecuencias reales. “No es casualidad de que Argentina es uno de los países del mundo adonde mas se han fugado capitales, por arriba de 150 mil millones de dólares. Y todo tiene que ver la falta de confianza en la moneda y en lo que hacen los Gobiernos con las reservas del Central”, destacó.
A su turno, Diana Mondino destacó la importante función que tiene el “Agribusiness” en la Argentina como posible salida del estancamiento. “La capacidad del país de crecer en el segmento de agronegocios es quizás la más alta entre todos los países del mundo. Producir telefonitos es una tontería, lo que tiene que hacer el país si apostar a agroindustria, a la producción de biotecnología, combustibles verdes, metalmecánica, y que con la agroindustria de norte se fijen las políticas de educación, infraestructura, etc, para fortalecer ese potencial”, destacó Mondino. “Argentina tiene posibilidades enormes y muy diversas en las industrias agro y biológicas, y somos muy competitivos en eso. Tenemos que orientar las políticas a ese sector. No es que hay que abandonar lo industrial, pero hay que apostar a lo que tiene chances de mejorar”, explicó Mondino.
“Finalmente otro tema es el de la carga fiscal, si se sacan o no retenciones por ejemplo. Y lo que hay que entender es que, si se sacan retenciones, no es que deja de entrar plata al país, sino que en vez de entrar todo ese dinero al Estado, se va a redistribuir entre el productor, el transportista, el que cosecha y el almacenero del pueblo”, finalizó.
Un récord para olvidar
En 2015, la Argentina se convirtió en el país que más cayó en los últimos diez años en el Indice de Calidad Institucional que elabora la Fundación Libertad y Progreso desde 2007, llegando al puesto 137 de 193 países.
Ademas, de acuerdo a este Indice, Argentina es uno de los países que más calidad institucional perdió desde 1996, cayendo 93 puestos. Le acompañan en la caída Bolivia (cayó 99 puestos en calidad institucional), Seychelles (cayó 94), Ecuador (cayó 81), Venezuela (cayó 75), Zimbabwe (cayó 72), Mali (cayó 62), Paraguay (cayó 61) y Madagascar (cayó 60 puestos).
En tanto, entre los países líderes en cuanto a sus instituciones políticas y de mercado, lideran la tabla Suiza, Nueva Zelanda, Finlandia y Dinamarca. Aún en los países que estaban bajo la Cortina de Hierro hasta 1989 la mejora es destacable en la mayoría de los casos en los últimos años. Así, entre los que más han mejorado su calidad institucional en los últimos veinte años se pueden destacar a Georgia (subió 81 lugares en calidad institucional), Rumania (trepó 49), Croacia (trepó 45), Bulgaria (trepó 40), Lituania (trepó 37), Armenia (subió 34), Letonia (subió 29), Albania (subió 26) y Bosnia Herzegovina (subió 25). Rusia, por otro lado, no ha registrado mejoras. Lo había hecho luego de la caída del régimen comunista pero desde 1996 retrocedió 18 posiciones. Finalmente Ruanda, un país que supo sufrir fuertes conflictos, logró escalar 60 posiciones en este ranking desde 2006.
En lo que se refiere al continente americano, las principales mejoras desde 1996 corresponden a Perú (subió 20 lugares en el Índice), Colombia (creció 15 puestos) y Brasil (creció 5) y los peores desempeños a Bolivia (descendió 99 puestos), Argentina (descendió 93), Ecuador (cayó 81), Venezuela (cayó 75), Paraguay (bajó 61 lugares) y Honduras (cayó 54). Por otro lado, desde 2006, las principales mejoras de la región corresponden a Perú (subió 10 puestos), Uruguay (subió 8), Costa Rica (trepó 7), Colombia, Canadá y Paraguay (treparon 2 lugares cada uno).

El Indice de Calidad Institucional, elaborado por el académico Martín Krause para la Fundación Libertad y Progreso, cuenta con el apoyo de la Fundación Naumann y Relial. El Indice se calcula tomando ocho indicadores elaborados por organismos internacionales y promediándolos (los índices internacionales “Vigencia del estado de derecho”, “Voz y Rendición de Cuentas”, “Libertad de Prensa” y “Percepción de Corrupción”, “Competitividad Global”, “Libertad Económica” (Heritage), “Libertad Económica” (Fraser) y “Haciendo Negocios” (Doing Busisness, del Banco Mundial).

 

Instituciones políticas y económicas en América: ¿en qué nos va mejor y peor?

SI nos referimos a la calidad de las instituciones políticas, los cinco primeros puestos de toda la región corresponden a Canadá, Estados Unidos, Barbados, St. Lucia y St. Vincent y las Granadinas. Si tomamos solamente los países latinoamericanos serían Chile, Uruguay, Costa Rica, Puerto Rico y Brasil. En cuanto a las instituciones de mercado: Estados Unidos, Canadá, Chile, Puerto Rico y Perú. En América Latina: Chile, Puerto Rico, Perú, Panamá y Colombia.

Los cinco peores en instituciones políticas en la región son: Venezuela, Haití, Honduras, Cuba y Paraguay, todos latinoamericanos y los cinco peores en instituciones de mercado: Cuba, Venezuela, Haití, Argentina y Bolivia, también todos latinoamericanos.

Todo el hemisferio registra un ICI promedio de 0,5391. Si tomamos solamente a Estados Unidos y Canadá, obtienen 0,9254, el resto cae a 0,5164. Los países caribeños no latinos promedian 0,6688 mientras que América Latina presente el promedio más bajo: 0, 4365.

Política Mercado ICI 2013
Canadá 0,9272 0,9357 0,9315
Estados Unidos 0,8912 0,9475 0,9194
Chile 0,8114 0,8757 0,8436
St. Lucia 0,8432 0,7434 0,7933
Puerto Rico 0,7479 0,7989 0,7734
Bahamas 0,7958 0,7047 0,7503
Barbados 0,8733 0,6165 0,7449
St. Vincent y las Granadinas 0,8353 0,6425 0,7389
Uruguay 0,7806 0,6237 0,7021
Dominica 0,7596 0,6248 0,6922
Costa Rica 0,7746 0,6019 0,6882
Antigua y Barbuda 0,6951 0,6296 0,6623
St. Kitts y Nevis 0,8190 0,4709 0,6449
Perú 0,4895 0,7453 0,6174
Panamá 0,5188 0,6558 0,5873
Jamaica 0,6157 0,5440 0,5798
Trinidad y Tobago 0,6076 0,5309 0,5693
Colombia 0,4530 0,6270 0,5400
Belice 0,6453 0,4149 0,5301
México 0,4117 0,6112 0,5114
Brasil 0,5697 0,4302 0,4999
El Salvador 0,4676 0,4832 0,4754
República Dominicana 0,4337 0,4629 0,4483
Guatemala 0,2939 0,5476 0,4207
Surinam 0,5963 0,2341 0,4152
Nicaragua 0,3421 0,4461 0,3941
Guyana 0,4425 0,3308 0,3866
Paraguay 0,2882 0,4049 0,3466
Honduras 0,2393 0,4012 0,3202
Argentina 0,4316 0,2052 0,3184
Bolivia 0,3870 0,2284 0,3077
Ecuador 0,3159 0,2655 0,2907
Haití 0,2320 0,1501 0,1910
Cuba 0,2727 0,0112 0,1420
Venezuela 0,1236 0,0445 0,0841

 

Componentes del ICI

¿Cuáles son los puntos débiles y fuertes de cada país de la región? Esto puede observarse en el siguiente cuadro:

Vigencia derecho Voz y rend. de cuentas Libertad prensa Percep. de corrupción Comp. Global Lib Econ Heritage Lib Econ Fraser Haciendo Negocios
Antigua y Barbuda 0,8019 0,6792 0,6041 0,6296
Argentina 0,2972 0,5708 0,4518 0,4068 0,3041 0,0730 0,1053 0,3386
Bahamas 0,6792 0,7547 0,8680 0,8814 0,8034 0,7500 0,5608
Barbados 0,8113 0,8726 0,8883 0,9209 0,6892 0,7528 0,5000 0,5238
Belice 0,4151 0,6934 0,8274 0,3596 0,4408 0,4444
Bolivia 0,1604 0,4528 0,5279 0,4068 0,3514 0,1180 0,2961 0,1481
Brasil 0,5236 0,6132 0,5431 0,5989 0,6284 0,3652 0,3355 0,3915
Canadá 0,9528 0,9434 0,8579 0,9548 0,9122 0,9719 0,9539 0,9048
Chile 0,8821 0,8019 0,6802 0,8814 0,7770 0,9663 0,9342 0,8254
Colombia 0,4434 0,4575 0,4365 0,4746 0,5405 0,8146 0,3750 0,7778
Costa Rica 0,6509 0,8302 0,8883 0,7288 0,6419 0,7079 0,5921 0,4656
Cuba 0,3255 0,0802 0,0355 0,6497 0,0112
Dominica 0,6934 0,7689 0,8020 0,7740 0,6517 0,5979
Rep. Dominicana 0,3019 0,5283 0,5939 0,3107 0,3041 0,5562 0,6053 0,3862
Ecuador 0,1226 0,3868 0,3249 0,4294 0,5338 0,1124 0,1250 0,2910
El Salvador 0,2830 0,4670 0,5838 0,5367 0,3514 0,6742 0,5263 0,3810
Estados Unidos 0,9151 0,8632 0,8883 0,8983 0,9730 0,9382 0,8947 0,9841
Guatemala 0,1509 0,3585 0,3553 0,3107 0,4257 0,5393 0,6382 0,5873
Guyana 0,3774 0,4953 0,6599 0,2373 0,3243 0,3258 0,2763 0,3968
Haití 0,0708 0,2547 0,5178 0,0847 0,0405 0,1292 0,3618 0,0688
Honduras 0,1179 0,3302 0,2944 0,2147 0,2568 0,3764 0,6382 0,3333
Jamaica 0,4245 0,6132 0,8883 0,5367 0,3784 0,6910 0,5987 0,5079
México 0,3632 0,5519 0,3249 0,4068 0,6351 0,6966 0,3882 0,7249
Nicaragua 0,2925 0,3208 0,4670 0,2881 0,3514 0,4326 0,6513 0,3492
Panamá 0,4906 0,6274 0,5279 0,4294 0,7365 0,6067 0,5658 0,7143
Paraguay 0,2264 0,4434 0,3249 0,1582 0,2027 0,5674 0,4211 0,4286
Perú 0,3302 0,5377 0,5533 0,5367 0,5946 0,7416 0,8618 0,7831
Puerto Rico 0,7406 0,6840 0,8192 0,8041 0,7937
St. Kitts y Nevis 0,7170 0,8821 0,8579 0,4709
St. Lucia 0,6887 0,8585 0,9442 0,8814 0,8202 0,6667
St. Vincent y las Granadinas 0,7642 0,8491 0,9086 0,8192 0,7135 0,5714
Surinam 0,5330 0,5755 0,8020 0,4746 0,2905 0,2753 0,2171 0,1534
Trinidad y Tobago 0,5000 0,6274 0,7665 0,5367 0,3851 0,5955 0,4868 0,6561
Uruguay 0,6651 0,7925 0,7665 0,8983 0,4392 0,7921 0,7237 0,5397
Venezuela 0,0142 0,2264 0,1523 0,1017 0,1014 0,0225 0,0066 0,0476

 

Canadá lidera en Vigencia del Derecho, Voz y Rendición de Cuentas, Percepción de la Corrupción, Libertad Económica (Heritage), Libertad Económica (Fraser); St. Lucia en Libertad de Prensa; Estados Unidos en Competitividad Global y Haciendo Negocios.

En América Latina Chile lidera en Vigencia del Derecho, Libertad Económica (Heritage), Libertad Económica (Fraser) y Haciendo Negocios; Costa Rica en Voz y Rendición de Cuentas y Libertad de Prensa; Uruguay en Percepción de la Corrupción; Puerto Rico en Competitividad Global.

Venezuela se encuentra último en Vigencia del Derecho, Libertad Económica (Fraser) y Haciendo Negocios; Cuba en Voz y Rendición de Cuentas, Libertad de Prensa y Libertad Económica (Heritage); Haití en Percepción de la Corrupción y Competitividad Global.

 

Conclusión

En términos generales, América ha reducido su calidad institucional, el valor promedio de 2014 para todo el hemisferio (0,5391), es menor que el de 2013, con una reducción en casi todos sus componentes. El par de Canadá-Estados Unidos cae levemente de 0,9271 a 0,9254; el resto de América cae de 0,5186 a 0,5164. Dentro de este conjunto, los países del Caribe no latinos aumentan su promedio de 0,6366 a 0,6688 y los de América Latina caen de 0,4522 a 0,4365.

América Latina ha reducido su calidad institucional este año aunque, por supuesto, no todos los países muestran esa reducción. Hay buenos desempeños en la región, aunque los deterioros tiran el promedio hacia abajo. Es de esperar que los éxitos terminen iluminando el camino a los fracasos.

¿Cuáles son los 15 países con peor calidad institucional del planeta?

Vimos antes cuáles son los 15 países con mejor calidad institucional. Ahora veremos cuáles son los peores. Al ver la lista, tal vez surja la pregunta si debería estar Cuba entre ellos. ¿Tiene Cuba mejor calidad institucional que Venezuela? En fin, un tema que se podría discutir. Pero aquí sucede que Cuba ni siquiera aparece en tres de los ocho indicadores que se toman en cuenta para hacer el Índice, todos ellos vinculados con la calidad de las instituciones de Mercado, que allí no existen o lo hacen en forma muy precaria.

Corea - Kim

La evolución de las últimas posiciones es la siguiente:

Año 2014 2013 2012 2011 2010 2009 2008 2007 Dif. 2007/2014
País
Congo 177 177 174 176 173 175 183 166 -11
Guinea-Bissau 178 172 172 174 171 173 165 159 -19
Afganistán 179 182 180 187 181 182 179 164 -15
Rep. Centro Africana 180 175 176 178 176 168 177 163 -17
Angola 181 179 179 181 174 179 178 171 -10
Uzbekistán 182 184 185 184 184 178 164 177 -5
Siria 183 169 161 165 161 160 158 151 -32
Venezuela 184 183 181 185 180 174 172 161 -23
Myanmar 185 180 190 193 191 191 188 184 -1
Zimbabue 186 187 184 188 187 188 186 179 -7
Guinea Ecuatorial 187 185 182 186 185 185 181 175 -12
Congo, Dem. Rep. 188 188 187 191 188 186 184 182 -6
Chad 189 186 183 189 186 187 185 178 -11
Eritrea 190 189 186 190 183 183 176 162 -28
Turkmenistán 191 190 189 192 189 189 187 181 -10
Corea del Norte 192 191 191 194 190 190 189 183 -9

 

Corea del Norte continúa en la última posición, su resultado descendente en los ocho últimos años se debe al incremento del número de países comprendido en el índice. Las noticias sobre este país, los testimonios de detenidos políticos y las purgas internas entre miembros del mismo gobierno son una muestra de la violación de los derechos individuales, tanto políticos como económicos. La presencia de Venezuela en ese grupo ratifica el deterioro observado en ese país. Es, también, reflejo de una visión sobre la democracia que otros gobiernos de la región comparten, aunque no llegan a esos extremos. Se trata de la idea de que una mayoría electoral otorga un poder absoluto al gobernante, un poder tal que le permite avasallar los derechos de las minorías.

Esa visión “populista” de la democracia tiene larga data, y encubierta en el prestigio de ésta, genera gobiernos en definitiva totalitarios. Los derechos individuales no están sujetos a votaciones mayoritarias, son derechos previos a la misma constitución de un gobierno que ninguna mayoría circunstancial puede derogar. Es precisamente el respeto por los derechos individuales, el respeto de las minorías y la limitación a los abusos de gobierno lo que genera calidad institucional.

Los últimos puestos en el índice consisten en regímenes dictatoriales o en democracias populistas totalitarias que violan libertades tales como la de expresión y de prensa, de propiedad, de traslado, de asociación. En el subíndice de instituciones políticas las cinco últimas posiciones, partiendo del último puesto, corresponden a Turkmenistán, Corea del Norte, Uzbekistán, Eritrea y Guinea Ecuatorial. En el de instituciones de mercado lo son Corea del Norte, Cuba, Sudán del Sur (esta nueva nación se incorpora este año al ICI), Chad y Eritrea. Venezuela ocupa la posición 175 en instituciones políticas y 186 en instituciones económicas.

Argentina cayó 41 lugares en el Indice de Calidad Institucional desde 2007

La Fundación Libertad y Progreso difundió esta gacetilla para anunciar la nueva edición del Índice de Calidad Institucional. Estaré comentando más en futuros posts.

 

Argentina cayó 41 lugares en el Indice de Calidad Institucional desde 2007

FECHA 06,05, 2014

  • El control de cambios, políticas económicas erráticas y el avance sobre la libertad de prensa y la justicia explican el derrumbe del país en el ranking  /  La medición, hecha por el economista Martín Krause para la Fundación Libertad y Progreso, promedia 8 indicadores internacionales de calidad de instituciones políticas y de mercado para 192 países  / Venezuela, entre los peores desempeños

Según datos del Indice Internacional de Calidad Institucional 2014, que elaboró el economista Martín Krause para la Fundación Libertad y Progreso,desde 2007 la Argentina cayó 41 lugares en este ranking que mide la calidad institucional de los países tomando ocho indicadores elaborados por organismos internacionales y promediándolos. Así, el país se encuentra en el puesto 134 del ranking, que mide 192 países a partir de los 4 índices internacionales de instituciones políticas “Vigencia del derecho”, “Voz y Rendición de Cuentas”, “Libertad de Prensa” y “Percepción de Corrupción”; y los 4 índices internacionales de instituciones económicas  “Competitividad Global”, “Libertad Económica” (Heritage), “Libertad Económica” (Fraser) y “Haciendo Negocios” (Doing Bussiness, del Banco Mundial). (El informe completo del ICI 2014 puede descargarse en http://www.libertadyprogresonline.org/wp-content/uploads/2014/05/%C3%8Dndice-de-Calidad-Institucional-2014.pdf

La presentación, que estuvo a cargo de Martín Krause; el escritor y consejero académico de Libertad y Progreso, Marcos Aguinis; y el director ejecutivo de Libertad y Progreso, Aldo Abram, se realizó vía online en Agrositio.com, y fue seguido por 225 usuarios de 18 provincias y 5 países.   De acuerdo a este estudio, que cuenta con el apoyo de Relial (Red Liberal de América Latina) y la Fundación Naumann, Argentina se encuentra entre los países que más cayeron en Calidad Institucional desde 2007. “En ese período, cayó 41 posiciones en el ranking, igualando en caída a Madagascar (que cayó 41); y superando en la baja a El Salvador (cayó 32), Belice (cayó 31) y Fiyi (cayó 31). Sólo Kiribati (cayó 57) y Micronesia (cayó 56) superaron el descenso en el ranking Calidad Institucional de nuestro país”, destacó el informe elaborado por Krause.

“La caída de Argentina se profundiza a partir de los ataques del gobierno de Cristina Kirchner a la propiedad, como la expropiación de YPF o el control de cambios; el avance sobre la libertad de prensa, y un creciente descalabro económico. Además, contribuyeron a esto los avances contra la Justicia, que ponen en riesgo su independencia y el sistema de división de poderes; y una constante conducta de confrontación. Todo este panorama anula las posibilidades de consenso en el país y reducen a papel decorativo aquellas instituciones apropiadas para alcanzarlo, como el Congreso de la Nación.

Finalmente, cabe destacar como un factor que contribuyó a la caída el uso de poderes extraordinarios, que concentra aún más las decisiones en pocas personas y genera más incertidumbre”, señaló Krause.   Por su parte Abram destacó las bondades del libre comercio para las relaciones de los países, otro de los puntos que toca el estudio de Krause. “En un país adonde hay comercio fluido y buenas relaciones comerciales con otros países, es raro que se apoye a un gobierno belicoso. Un ejemplo es la Unión Europea, cuyos países tuvieron un pasado con muchos enfrentamientos. Con el balance que hay hoy en la UE es difícil imaginar una guerra entre sus integrantes”, explicó Abram.

El director de Libertad y Progreso también criticó el proteccionismo por sus efectos negativos en los ciudadanos. “Un gobierno en serio en vez de ponerse a proteger a los empresarios, los que tiene que empujar para que compitan y ofrezcan mejores productos a la población. Y eso también tiene que ver con la trasparencia y la calidad institucional. Cuando más democráticos y transparentes son los países, menos posibilidades de privilegios arbitrarios y protecciones puede haber para las empresas”, acotó Abram.

Seguidamente habló Aguinis, que destacó los ejemplos de los países que se propusieron mejorar en calidad institucional. “Si bien temo porque se deteriore aún más la calidad institucional y la educación en la Argentina, veo esperanza en la evolución de otros países. Miren lo que pasó con Ruanda, las tragedias que vivió en el pasado reciente, y cómo se está recuperando. Si la ciudadanía se lo propone y presiona a los dirigentes, podemos recuperarnos rápidamente”, destacó Aguinis. “Argentina es un país que se resiste a ser enterrado, por los extraordinarios dirigentes que tiene. Eso a pesar de algunos dirigentes que tiene, que no están a la altura de las circunstancias. Yo por ejemplo me pregunto que pasará en 2015, si va a haber tolerancia, período de gracia, para el nuevo gobierno que asuma y tenga que tomar medidas antipáticas. Y en la oposición nadie está debatiendo eso”, explicó el pensador.

Dos caminos a seguir: Venezuela o Perú

En el marco del ICI, y como contracara, cabe destacar para Krause que países con menos historial o tradición histórica institucional que Argentina, pero que se pusieron en la tarea de mejorar sus instituciones políticas y de mercado, lograron mejoras a destacar desde 2007. Tal es el caso de Ruanda, que subió 85 posiciones desde el puesto 169 hasta el 84; Albania, que subió 42; Laos, que subió 31; Indonesia, que trepó 28; Macedonia, que ascendió 25, y Qatar, que trepó 24 posiciones. Esto muestra que la Argentina puede recuperar calidad institucional si adopta las medidas necesarias para lograrlo.

En tanto, mirando los resultados del Indice 2014, Argentina podría observar dos grupos de países americanos que representan dos caminos distintos en la construcción de calidad institucional. El primer grupo está conformado por Venezuela, Cuba y Haití, que están entre los cinco países americanos con peor calificación en instituciones políticas y de mercado y tienen pésimos puntajes en los índices internacionales que se usan para hacer el ranking de Calidad Institucional.

El otro grupo que puede mirar Argentina es el conformado por Chile, por su constante posición destacada en el ranking; y Perú y Colombia, por sus avances en construcción de calidad institucional. “Perú, por ejemplo, es un país que ha mantenido consistentes políticas con gobiernos de distinto tinte, generando condiciones de seguridad para la inversión y un continuo proceso de crecimiento económico. Este país ha mejorado 20 posiciones desde 2007. Lo acompaña Colombia en esta mejora, aunque unos veinte puestos más atrás en el indicador general, mostrando la misma continuidad de políticas económicas más un destacado avance en materia de seguridad y violencia. El caso de Perú, sobre todo, sumado al de Chile, son ejemplos de los logros que permite la mejora de la calidad institucional y, además, que se puede salir de las peores condiciones imaginables (dictadura militar, hiperinflación, caos), y lograr consistentes mejoras que cambian la situación de esos países de forma tal que parece imposible que esos pasados hayan existido o puedan volver a ocurrir”, destacó el informe de Krause.

Los mejores y los peores del mundo y de América

Esta es la octava edición del Índice de Calidad Institucional y en todas ellas, cuatro países han ocupado las primeras posiciones entre 192 países, aunque cambiando el orden. En esta oportunidad Nueva Zelanda ocupa el primer lugar desplazando a Finlandia, que ahora ocupa el segundo, seguidos de Suiza y Dinamarca. Estos cuatro países nunca han dejado de ocupar las cuatro primeras posiciones desde que se hace esta medición. Los siguen Suecia, Australia, Canadá, Holanda, Noruega y el Reino Unido para completar los primeros diez lugares de 2014. En tanto, tomando solamente los indicadores de calidad política, los primeros puestos son ocupados principalmente por países escandinavos.

Las cinco primeras posiciones corresponden a Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda. “Existe una visión sobre estos países que no se corresponde con su situación actual, como si fueran países de alta libertad política pero de características socialistas en cuestiones económicas. Sin embargo, estos países ocupan también destacadas posiciones en el componente de las instituciones de mercado: Noruega está en el puesto 21, Suecia en el 13, Dinamarca en el 7 y Finlandia en el 6. Son países de alta calidad política y apertura económica”, destaca Krause.

Como contracara a estos países, Corea del Norte continúa en la última posición del ranking. Las noticias sobre este país, los testimonios de detenidos políticos y las purgas internas entre miembros del mismo gobierno son una muestra de la violación de los derechos individuales, tanto políticos como económicos. “La presencia de Venezuela en el grupo de los peores países en Calidad Institucional junto a Corea del Norte ratifica el deterioro observado en ese país.

Es, también, reflejo de una visión sobre la democracia que otros gobiernos de la región comparten, aunque no llegan a esos extremos. Se trata de la idea de que una mayoría electoral otorga un poder absoluto al gobernante, un poder tal que le permite avasallar los derechos de las minorías”, destaca Krause.  Los últimos puestos en el índice consisten en regímenes dictatoriales o en democracias populistas totalitarias que violan libertades tales como la de expresión y de prensa, de propiedad, de traslado, de asociación. En el subíndice de instituciones políticas las cinco últimas posiciones, partiendo del último puesto, corresponden a Turkmenistán, Corea del Norte, Uzbekistán, Eritrea y Guinea Ecuatorial. En el de instituciones de mercado lo son Corea del Norte, Cuba, Sudán del Sur (esta nueva nación se incorpora este año al ICI), Chad y Eritrea. Venezuela ocupa la posición 175 en instituciones políticas y 186 en instituciones económicas.  En lo que se refiere a América, otro dato interesante a observar del Indice es que, mirando a otros países del continente con problemas de calidad institucional (como Belice, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Ecuador o Bolivia) se observan fenómenos en común, como estatizaciones de empresas, default, política populista, versiones más moderadas del chavismo venezolano, avance sobre la prensa e intervencionismo económico.

Otras dos sobre el origen de las instituciones

Estuvimos viendo distintas teorías sobre el origen de las instituciones. Una primera que considera que no son el determinante principal del progreso, sino las condiciones geográficas y las enfermedades; y otra en la que sí, pero donde esas condiciones determinan el tipo de instituciones que surgiera, algunas promoviendo el progreso, otras retrasándolo.

Una tercera, dijimos, llamada “política”, predominante en organismos internacionales, que hace hincapié en que las políticas e instituciones reflejan el conocimiento actual y las fuerzas políticas. Cambios, tanto sea en el conocimiento acerca de cuáles políticas son mejores para el desarrollo o cambios en los incentivos políticos pueden producir rápidos cambios en las instituciones y en las políticas económicas.

Según esta visión, la historia no juega un papel importante y una herencia negativa puede revertirse rápidamente. Las variables geográficas y ambientales no serían tan importantes para el progreso actual.

Esta tercera visión podría describirse de esta forma:

Conocimiento e incentivos políticos/cambios en instituciones y políticas/progreso

 

Un ejemplo de esta visión es Frankel & Romer (1999) quienes aceptan la importancia de la ubicación geográfica pero a través de la apertura al comercio.

Una cuarta visión sobre el tema es la que relaciona el tamaño del país con la calidad institucional. Por ejemplo, Fors (2007), analiza la hipótesis de si aquellos países insulares o pequeños presentan mejor calidad institucional y, por ende, mayores niveles de progreso. En este caso, sería:

País insular o pequeño/calidad institucional/progreso

 

Según Fors, el número de estados pequeños se ha incrementado en las últimas décadas, lo que aumentó el interés de analizar el impacto del tamaño y la condición de insulares en el crecimiento económico. En general, se considera que países pequeños se ven perjudicados por una fuerza laboral reducida, mercados limitados y un alto costo per cápita de los bienes públicos. Los países insulares sufrirían las desventajas del aislamiento, la lejanía y los mejores costos de transporte. Por ello es que concluyen que estos factores impiden el crecimiento. Fors, no obstante, cita a (Armstrong and Read, 2003) quienes presentan evidencia empírica en contrario y a (Easterly and Kraay, 2000), mostrando incluso que tendrían un desempeño superior. Fors señala ya que los filósofos griegos, y más tarde Montesquieu y Rousseau, creían que la democracia solamente funcionaría bien en poblaciones pequeñas, pero analiza también el impacto en las instituciones económicas y concluye que los países pequeños e insulares muestran mayor calidad institucional y una relación positiva con niveles de PIB per cápita, tomando datos de 1960 a 1995 y de 2004.

No presenta una explicación sobre el fenómeno pero una de ellas podría ser que países pequeños e insulares tendrían un alto costo si se aislaran detrás de barreras proteccionistas que les impedirían aprovechar los beneficios de la división internacional del trabajo. Al ser más abiertos, estarían más sujetos a la competencia institucional motivada por la movilidad de factores y esto los llevaría a tener instituciones de calidad superior.

Referencias

Armstrong, H. & R. Read (2003,) «The Determinants of Economic Growth in Small States»; The Round Table 368: 99—124.

Easterly, W. & A. Kraay (2000), “Small States, Small Problems? Income, Growth, and Volatility in Small States”; World Development 28(11): 2013—2027.

Fors,  Heather Condon (2007), “Island Status, Country Size and Institutional Quality in Former Colonies”, Working Papers in Economics Nº 257, School Of Business, Economics And Law, Göteborg University.

Frankel, J. & Romer, D., 1999. Does trade cause growth?, American Economic Review 89, 379-99.

 

Importancia y origen de las instituciones

En este, y siguientes posts presentaré disintas visiones sobre la importancia de las instituciones, para llegar a ver teorías sobre el origen de las instituciones.

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Es decir, ¿si la calidad de las instituciones es importante para explicar el progreso de los países, qué explica que algunos países hayan logrado tener instituciones de mayor calidad que otros?

Empecemos con un cuestionamiento a la importancia del papel de las instituciones:

Por ejemplo, Sachs (2003a y 2003b) cuestiona la relación entre instituciones y progreso considerándolo un concepto vago con el que se pretende explicar el desarrollo económico por medio de una sola variable, sin tener en cuenta otras como “las limitaciones de recursos, la geografía, la política económica, la geopolítica y otros aspectos de la estructura social interna, como los papeles del hombre y de la mujer y las desigualdades entre los grupos étnicos” (2003b).

Sachs atribuye a la explicación “institucionalista” un cierto objetivo “ideológico” ya que con esto, según el autor, se explica al mayor progreso de Estados Unidos, Europa y Japón en esas mismas instituciones, que cuando el crecimiento se produce en otras regiones se debe a eso y, finalmente, que esto libera al “mundo de los ricos” de responsabilidades financieras respecto a los pobres, ya que la causa de su falta de progreso se debe a sus propias falencias institucionales. Sachs afirma que las instituciones no explican todo y que, debido a ello, sería más sensato “intensificar la lucha contra el SIDA, la tuberculosis y el paludismo; tratar de solucionar el agotamiento de los nutrientes del suelo; y construir más caminos para conectar poblaciones remotas a mercados regionales y puertos costeros”(2003b).

Curioso, ya que una supuesta visión “ideológica”, con la cual se implica exenta de verificación empírica, es criticada con otra que no presenta tampoco esa verificación. Concluye Sachs (2003b): “En otras palabras, África subsahariana y otras regiones que hoy se afanan por mejorar el desarrollo económico necesitan mucho más que sermones sobre buen gobierno e instituciones sólidas, factores que sin duda sirven para aumentar la eficacia de las demás medidas. Necesitan intervenciones directas, respaldadas por más asistencia de los donantes, para superar la enfermedad, el aislamiento geográfico, la escasa productividad tecnológica y las limitaciones de los recursos que los atrapan en la pobreza”.

En 2003a, Sachs comenta distintos trabajos de sí mismo y otros colegas en los que se demostraría que “los niveles de ingreso per cápita, crecimiento económico y otras dimensiones económicas y demográficas están fuertemente correlacionadas con variables claves geográficas y ecológicas tales como, la zona climática, enfermedades ecológicas y distancia a la costa”. En uno de esos trabajos (Gallup, Sachs, and Mellinger, 1998), los autores presentan un modelo teórico que busca explicar que un “entorno físico desventajoso” puede conducir a la adopción de arreglos institucionales menos productivos.

Estos autores, entonces, plantean una hipótesis que es la que realmente nos interesa aquí. Si bien buscan explicar qué determina el desarrollo económico, su teoría presenta también una hipótesis respecto a qué determina la existencia de ciertas instituciones.

La discusión con Acemoglu, Daron, Simon Johnson y James A. Robinson (2001), Easterly,William y Ross Levine (2002) y Rodrik, Dani, Arvind Subramanian y Francesco Trebbi (2002), se basa en un modelo según el cual el ingreso per cápita es una función de la calidad de las instituciones medida por un índice y un conjunto de otras variables que pueden incluir las geográficas, históricas o políticas.

ln(Yi) = β0 + β1 QIi + β2’ Zi + εi

Yi es el ingreso per cápita, QI es la calidad institucional y Zi el conjunto de las otras variables. Los autores antes mencionados, verifican la hipótesis de que β2’ sea cero, es decir que no tenga ningún poder explicativo y lo comprueban, pero Sachs sostiene que no sería así si se toma a Zi como una variable de la transmisión de la malaria, la que entonces explicaría el nivel de ingresos en ciertos países cuyas condiciones geográficas favorecen la extensión de esta enfermedad. Para Sachs la calidad institucional muestra una “fuerte correlación positiva con el porcentaje de la población que vive en zonas con ecologías de zonas templadas” (p. 8).

Es decir, para Sachs son más determinantes los factores geográficos que los institucionales para explicar el progreso o su ausencia. Mañana comentaré otras teorías, que también toman en cuenta factores geográficos, pero que asignan mayor peso a las cuestiones institucionales.

 

Referencias

Acemoglu, Daron, Simon Johnson y James A. Robinson (2001), “The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation”, American Economic Review, vol. 91 (diciembre), págs. 1369–1401.

Easterly, William y Ross Levine (2002), “Tropics, Germs and Crops: How Endowments Influence Economic Development”, NBER Working Paper 9106 (Cambridge,Massachusetts: National Bureau of Economic Research).

Gallup, John Luke, and Jeffrey Sachs D. with Andrew D. Mellinger. «Geography and Economic Development.» in Annual World Bank Conference on Development Economics 1998 (April), The World Bank: Washington, DC.

Rodrik, Dani, Arvind Subramanian y Francesco Trebbi (2002), “Institutions Rule: The Primacy of Institutions over Geography and Integration in Economic Development”, NBER Working Paper 9305 (Cambridge,Massachusetts: National Bureau of Economic Research).

Sachs, Jeffrey D. (2003a), “Institutions Don’t Rule: Direct Effects of Geography on Per Capita Income”, NBER Working Paper 9490 (Cambridge, Massachusetts: National Bureau of Economic Research).

Sachs, Jeffrey D, (2003b), “Las Instituciones son importantes, pero no para todo: no deben subestimarse el papel que cumplen la geografía y los recursos naturales en el desarrollo”, Finanzas y Desarrollo, Fondo Monetario Internacional, junio.

Venezuela e Instituciones

Está claro que la calidad de las instituciones en Venezuela es de lo peor. En el Índice de Calidad Institucional que elaboro aparece en el puesto 184 de 192 países. Al final de todo está Corea del Norte, un objetivo a alcanzar.

Quiero considerar aquí un argumento que he escuchado estos días en boca de todos los funcionarios y politicos chavistas, justificando su posición, uno que es común a todos los populismos latinoamericanos. Este es: hemos ganado 16 de 17 elecciones, no se puede torcer la voluntad popular, sería violar la democracia. A partir de allí, todas las protestas de estudiantes y opositores son «destituyentes», fruto de minorías que quieren avasallar los derechos de la mayoría, que ya se expresara en las urnas.

Este es un tema de filosofía política más que de economía, pero la calidad institucional es determinante para el desempeño económico. Y «calidad institucional» podría traducirse en tres palabras: límites al poder.

Esto es algo incomprensible para esa vision populista, donde la mayoría otorga un poder ilimitaoa al líder carismático para que promueva… el bienestar de la mayoría. ¿Y cómo vamos a limitarlo en eso?

El argumento choca con toda la tradición de la filosofía política moderna. En particular, desde la perspectiva contractualista, los individuos se suman al contrato social para una mejor protección de sus derechos, que ya poseen de antes, y están dispuestos a otorgar el monopolio de la coercion al Estado, en tanto éste actuará para defender y proteger esos derechos. Y están dispuestos a que el conductor de ese Estado sea electo democráticamente por una mayoría en tanto no viole ese contrato, violando sus derechos. Si la mayoría viola esos derechos, el contrato cae.

Uno de los capítulos del libro se llama «Limitaciones al oportunismo político», y comenta brevemente distintas propuestas para limitar el abuso de poder que incluyen algunas planteadas por los autores de Public Choice (como límites a los impuestos, al gasto, etc) y otras de tipo constitucional y de larga tradición como las cartas de derechos, la separación de poderes, etc. Una que menciona es la resistencia y la revolución.

En general, en cuanto a la defensa de los derechos individuales, han tenido más exito las resistencias pacíficas que las revoluciones violentas. Éstas han generalmente terminado en dictaduras. La caída del socialismo en Europa es el mejor ejemplo de las primeras.

Por ahora, lo de Venezuela parece ser una resistencia pacífica, y Leopoldo López, aunque no quiero realizar comparaciones, actúa en el modelo de Ghandi, se presenta ante una justicia que considera injusta, que viola el derecho básico de libertad de expresión.

¿Cuándo se justifica una conducta de este tipo? Cuando las instancias republicanas no existen y la minoría ve sus derechos avasallados sin poder defenderlos. No hay separación de poderes, no hay justicia independiente, la prensa es acosada. En este caso «la ley», viola derechos de la minoría, en particular el derecho a expresarse. La ley es legal, pero es inmoral. La mayoría ganó, pero es totalitaria.

Tal vez debamos decir que la calidad institucional de una democracia se define por la protección a los derechos de las minorías, siendo que la gestión del Estado quedan en manos de la mayoría. Esto ultimo impide que las minorías puedan sojuzgar a las mayorías, falta ahora que las mayorías respeten a las minorías.

O que consideren una solución a la Nozick, la más absoluta descentralización. Así, los que quieren estatismo viven juntos y se expropian entre sí; y los demás se agrupan donde se respetan sus derechos. Esto permitiría no imponer una determinada visión a nadie, tampoco la nuestra a los chavistas. Y para quienes se preocupan por la nacionalidad, tampoco implica necesariamente la secesión, simplemente que en algunas localidades, o municipios, por ejemplo, haya precios libres, se puedan realizar marchas, publicar todo tipo de opiniones; mientras que en otros rija el igualitarismo absoluto. La única condición a respetar es la libertad de salida, de unos a otros.

¿Qué tal chavistas? ¿Aceptarían ese desafío? Es fácil redistribuir lo ajeno, mucho más duro es redistribuir lo propio. Quisiera ver cuántos quedan en las jurisdicciones igualitarias. Por eso no se puede salir de Corea del Norte, o de Cuba.