Teorías sobre el cambio institucional y el impacto de la tecnología

He agregado al capítulo sobre Cambio Institucional las distintas teorías que buscan explicar porqué ciertas sociedades tienen instituciones de calidad y otras no. El tema lo había desarrollado primero en el Índice de Calidad Institucional 2013, y las teorías consideradas fueron:

1. Que es la geografía la que determina el progreso y no las instituciones

2. Que es la geografía la que determina las instituciones y, por ende, el progreso

3. Que es el conocimiento técnico y los incentivos politicos los que lo explican

4. Que es el tamaño de la jurisdicción (más pequeñas mejores instituciones y más progreso)

5. Que es la existencia de recursos naturales (muchas veces al revés, una maldición)

6. Que es el origen legal (common law o derecho continental codificado)

Para luego llegar a la que me interesa que es el papel de las ideas y valores.

Pero ahora agrego una más que está en Buena medida relacionada con esta última: la innovación tecnológica.

Se ha hecho más que evidente en estos últimos tiempos el impacto que tiene la tecnología en la vida diaria, y el aceleramiento de cambio tecnológico impulsado por la globalización y un mayor grado de apertura hacia los mercados. Y esos cambios tecnológicos no solamente cambian nuestra vida diaria, en buena medida cambian también la sociedad en la que vivimos, por lo que no sería desacertado señalar a ese cambio tecnológico como una de las causas del cambio institucional. Recientes cambios en países árabes fueron impulsados en buena medida por las redes sociales, como vimos en el capítulo sobre los límites al oportunismo político.

La teoría entonces tendría esta forma:

Innovación tecnológica
Cambio institucional
Progreso

 

 

 

Tomemos, por ejemplo, el caso del Bitcoin. Es el resultado de una innovación tecnológica que ha permitido crear esta cripto-moneda que, de ser aceptada en forma generalizada y si no fuera ahogada por la persecución estatal, bien podría modificar la institucionalidad monetaria para siempre. Aunque, de todas formas, la innovación tecnológica, y particularmente en este caso, no deja de ser una “idea”, por lo que el siguiente paso será considerar el papel que éstas cumplen en el cambio institucional.

La «batalla por los alimentos» y a mi me gustan las papas fritas de McDonalds

El lenguaje militar es totalmente inútil para describir lo que ocurre en los mercados, no obstante muchos lo usan y a veces a los periodistas les encanta. Así, Nora Bär publica una nota en La Nación con el título “Alimentos: el campo de batalla del siglo XXI”. http://www.lanacion.com.ar/1712875-alimentos-el-campo-de-batalla-del-siglo-xxi

¿Dónde hay una batalla? ¿Quién está bombardeando a quién? En todo caso habrá competencia, pero eso está lejos de ser una guerra. Es cierto que luego la autora suaviza el título, que seguramente habrá sido puesto para atraer la atención del lector: “Esta metáfora belicista no hace más que reflejar las pasiones que enciende el tema de la alimentación. Pocas esferas de la actividad humana atraviesan todos los planos de nuestro universo cultural -desde la economía hasta la tecnología, la psicología, la medicina y la ecología- y a su vez están atravesadas por controversias tan acaloradas.”

Bien, entonces “batalla” se usa para decir “debate”. Sería más claro decir las cosas como son.

“En esta ensalada de conflictos, se enfrentan vegetarianos contra carnívoros, partidarios de la agricultura orgánica contra defensores de los organismos genéticamente modificados, industrias contra sanitaristas… y todo sazonado por el desafío de producir suficiente cantidad de comida para abastecer las demandas de una población creciente que, se calcula, podría llegar a los 9000 millones de personas en 2050. Una dieta difícil de digerir.”

McDonalds fries

Para todos los que no somos “constructivistas sociales”, es decir que no queremos imponer a nadie el tipo de sociedad en el que nos gustaría vivir, la solución es muy simple, que cada uno elija el tipo de comida que quiere comer.

Por ejemplo, dice el artículo: “La nutrición está en el centro de nuestras preocupaciones. Los vegetarianos reniegan de la carne, los «naturistas» aconsejan prescindir de los lácteos, los partidarios de la «dieta paleolítica», de las harinas y el azúcar refinado. A tono con los tiempos que corren, la industria de la alimentación cultiva una imagen cada vez más cercana a la farmacia y la alta tecnología, con productos que prometen fortalecer los huesos, reducir los niveles de colesterol o mejorar el tránsito intestinal. Sin embargo, es blanco de los nutricionistas por las estrategias que pone en práctica para seducir el paladar de sus clientes, reducir costos y prolongar la «vida de góndola» de sus productos.”

De nuevo, que los vegetarianos no coman carne, que otros no coman lácteos, o harinas, etc. Eso por el lado del consumo. Pero algo similar ocurre por el lado de la producción. “Laissez-faire» significa que cada uno es libre de producir como estima más conveniente.

Por ejemplo. Dice el artículo: “Una de las voces que más se hacen escuchar a favor de una agronomía sustentable es la de Marie-Monique Robin. En Las cosechas del futuro. Cómo la agroecología puede alimentar al mundo (De la Campana, 2013), Robin, periodista de investigación y documentalista, refuta la tesis de que sólo la agricultura industrial sumada a los pesticidas pueden cultivar grandes volúmenes de alimentos. «El modelo agroindustrial promovido incansablemente desde hace medio siglo no ha conseguido ni de lejos «alimentar al mundo»», escribe.”

Otra vez la solución es simple: Marie-Monique…, si tienes una idea de cómo debería ser la producción es fácil, adelante, ponte a producir de esa forma. Mark Zuckerberg o Steve Jobs también tuvieron alguna idea de que había que producir algo y la llevaron adelante. Si tienes éxito, si los consumidores te prefieren, te harás millonaria. El modelo que criticas ha sacado a más gente del hambre de la que existió en la Tierra en los 2000 años anteriores; pero, vamos, muestra que se puede hacer mejor.

“Además de su investigación en nueve países, Robin se basa en la tesis de Olivier de Schutter, jurista belga y relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, que en 2011 presentó un informe en el que afirma que «Resulta imprescindible un cambio de orientación. Las antiguas recetas no son válidas en la actualidad». Hasta ahora, las políticas de apoyo a la agricultura estaban destinadas a orientarla hacia la agricultura industrial. Hoy es necesario orientarlas hacia la agroecología en la mayor cantidad de lugares posibles». Esta última modalidad consiste básicamente en combinar los árboles y cultivos según un sistema «fundado en la asociación y la biodiversidad».”

Perfecto, que haya un cambio de orientación. Muéstranoslo. Pero no nos obligues. A mí me gustan las papas fritas de McDonalds.

Por uno…, por dos…, ¡por muchos más Singer!

Con ese título, ¿creyeron que sería el de los fondos buitre? Es otro:

Hace unos días publiqué un post con un artículo sobre Vietnam, trayendo a la memoria aquella consigna de las manifestaciones callejeras de los años 70: “por uno…, por dos…., por muchos más Vietnam”. Aunque le falta mucho, hoy Vietnam muestra varios ejemplos de apertura a la iniciativa emprendedora de sus habitantes.

Volviendo sobre el tema, podríamos decir que una sociedad abierta ofrece oportunidades para el progreso y la que sus miembros desplieguen su iniciativa creadora. En este caso, la consigna tendría que ser: “por uno…, por dos…, por muchos más Singer!”.

Singer

La historia está en La Nación: “Con $40 nació una marca emblemática”: http://www.lanacion.com.ar/1705288-con-us-40-nacio-una-marca-emblematica

Es corta, va la nota entera:

“Por la suma de US$ 40, un inventor con varios divorcios y 24 hijos diseñó la máquina de coser más vendida a nivel mundial. Este invento, que llevó su apellido, llegó a acaparar el 80% del mercado y logró introducir innovaciones que revolucionaron por completo la industria y, como consecuencia, la forma de confeccionar ropa.

Todo comenzó en Boston, Estados Unidos, en 1850, cuando Orson Phelps diseñó una máquina de coser bastante poco funcional y le pidió al inventor Isaac Merrit Singer que la revisara. Luego de 11 días de trabajo y con un costo de US$ 40, este inventor logró introducirle los cambios que le dieron origen a la máquina de coser «propiamente dicha», a la que bautizó con su apellido, Singer.

Además de colocarle elementos como la aguja recta con ojo elíptico o un brazo de suspensión, fue Singer quien le introdujo el pedal de pie. Hasta ese momento, las máquinas que existían contaban con una manivela que debía girarse manualmente. Todos estos elementos ayudaron a que este artefacto se volviera una opción práctica y fácil de usar, y así se convirtió en un producto que se vendió en prácticamente en todo el mundo. En 1851, menos de dos años después de su fundación, la compañía era la más grande de Estados Unidos dentro del rubro, y rápidamente se convirtió en la primera multinacional, luego de desembarcar en la meca de la moda, París.

La marca de las letras rojas se caracterizó por su constante innovación. Incluso fue la primera que introdujo un motor eléctrico en una máquina de coser doméstica, en 1891. Pero la compañía estadounidense con más de 160 años de historia no sólo se destacó por su tecnología, sino que el diseño de sus máquinas fue clave para convertirlas en un emblema. ¿Quién no conoce a alguien que conserve una como adorno en su casa?”

Una sociedad de oportunidades es una que permite que estas florezcan, como las de este caso.

Es también un buen ejemplo para quienes se preocupan por los “monopolios”, ya que mientras que no hubo barreras para el ingreso de competidores y la innovación nunca hubo que preocuparse porque una empresa tuviera el 80% del mercado.

Sobre la ganancia empresarial, la plusvalía y la generación de valor

Cuando vimos las teorías del valor los alumnos se preguntaban de dónde salen las ganancias de los capitalistas. Asumían que existe tal cosa como la “plusvalía” que el capitalista extrae del trabajador. ¿De dónde salen entonces las ganancias? Una nota de la sección Campo de La Nación, que no tiene este objetivo, por supuesto, no puede presentarlo mejor: http://www.lanacion.com.ar/1695850-la-nuez-tiene-su-aceite-el-emprendimiento-que-lo-hizo-possible

Aceites del desierto

La ganancia surge de la percepción empresarial, de quien ve un recurso que puede ser mejor aprovechado, que combinado con otros va a obtener un precio mayor, y se lanza a invertir, a asumir el riesgo de combinar todos esos factores en espera de que luego los consumidores estén dispuestos a comprar ese producto.

Tres funciones son necesarias en todo proceso productivo: la del emprendedor (el que ve la oportunidad donde los demás no la vemos); el del capitalista (el que invierte su dinero y asume el riesgo); la del manager (que combina adecuadamente los factores para que rindan eficientemente). Esas tres funciones pueden estar separadas o en la misma persona. Esa es la historia que nos cuenta el artículo:

“En 2007 Silvia y Domingo viajaron a La Rioja para el lanzamiento de un documental sobre la tradicional fiesta regional de la Chaya, rodada por la otra hija del matrimonio, Dolores, productora de cine. Luego de la función los Montaño conocieron por medio de su hija a un amigo de ella, también productor de la película. Y éste, a su vez, les presentó a su padre, Ricardo Márquez, nogalero e ingeniero agrónomo, quien los invitó a conocer su finca, en la provincia.

«Fuimos con la curiosidad profesional de conocer una finca nogalera. Y cuando llegamos vimos una montaña de unas tres toneladas de nueces y preguntamos por qué estaban allí», contó Domingo Montaño en diálogo con LA NACION en su oficina de Canning, provincia de Buenos Aires.

El nogalero les dijo que no podía vender las nueces «por falta de precio». Y cómo a él, le ocurría lo mismo a otros pequeños productores riojanos, de Catamarca y de Córdoba. Márquez les explicó que ellos pedían mínimamente entre 7 y 8 pesos el kilo, pero los compradores ofrecían sólo entre 3 y4 pesos, con lo cual preferían no vender.”

Esto es ver una oportunidad donde hasta el mismo dueño de las nueces no encuentra ningún valor. Otra cosa, ¿y todo el trabajo hasta el momento, no generó ningún valor, ninguna “plusvalía”? No, cero.

Aquí viene la visión empresarial:

«Entonces le pregunté por qué no elaboraban aceite», dijo Montaño, que para aquella época ofreció 21 pesos por el kilo de nuez. Y la respuesta de Márquez fue que tenía conocimiento de que en Francia fabricaban aceite de nuez, «pero nada más», contó el industrial.”

Y la inversión “capitalista”:

“Entonces Montaño llevó 300 kilos nueces a una fábrica que él conocía, en Tres Arroyos. «¡Y comprobamos que tras prensar las nueces, salía aceite!», dijo.

Y así surgió la idea de ir a Francia, principal productor de aceite de nuez en el mundo para conocer el proceso productivo. «Fuimos en 2009 y vimos que el sistema es muy antiguo y discontinuo. No nos servía: necesitábamos un proceso industrial».

Los Montaño decidieron volver al fabricante de Tres Arroyos, que les vendió una licencia alemana para fabricar prensas. Y aquí nació la gran innovación: desarrollar un sistema de prensado sin antecedentes en el país. «Hicimos construir la máquina, la pusimos a funcionar y comenzamos aprender a hacer aceite de nuez», agregó.

Y la función de administración:

“En la actualidad la empresa produce entre 500 y 1000 litros de aceite de nuez por temporada.”

Y la generación de valor para otros: ahora hay empleos que antes no existían, ahora los productores de nueces venden lo que antes tiraban.

Ahora su trabajo tiene valor cuando antes no lo tenía.

Entonces la cadena va para el otro lado. Es porque los consumidores van a estar dispuestos a comprar y consumir aceite de nuez que un emprendedor decide asignar capital para desarrollar ese proyecto. Para ellos contrata los factores de producción necesarios, generando valor tanto sea para el trabajo como para las nueces que antes se tiraban.

Si el día de mañana, los consumidores deciden que no van a consumir aceite de nuez, todo volverá a la situación anterior. El empresario no habrá recuperado su inversión, esas nueces volverán a valer nada y lo mismo con el trabajo.

Probablemente no sea así:

“Tras esta incursión, Aceites del Desierto está encarando la producción de otros aceites, como el de almendra, sésamo, maní y oliva.

Y la exportación es otro objetivo futuro. «Todos los años viajamos para conocer el mercado. Son potenciales compradores los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia, Alemania», concluyó Montaño.”

Las empresas privadas se lanzan a aprovechar el espacio, ¿nosotros queremos una nave espacial estatal?

Hace pocas semanas se conoció una noticia según la cual un cohete de prueba estalló a dos metros del suelo, un prototipo de la Cómisión Nacional de Actividades Espaciales. ¿Vale la pena gastar dinero publico en eso? El mundo parece que va para otro lado:

http://www.infobae.com/2014/03/05/1547862-un-cohete-fabricacion-nacional-estallo-dos-metros-del-suelo-un-lanzamiento-prueba

En el Diario Siglo XXI de Guatemala, aparece una columna por Édgar Castro Bathen, profesor de Astronomía quien comenta sobre el avance de empresas privadas hacia el aprovechamiento del espacio y otros planetas, en particular de la empresa SpaceX que se presenta como una empresa que “diseña, produce y lanza cohetes y naves espaciales”. La empresa fue fundada en 2002 “para revolucionar la tecnología espacial “con el fin último de permitir a la gente vivir en otros planetas”.

http://m.s21.com.gt/astrofaro/2014/05/24/spacex

SpaceX

Aquí la columna:

Hoy quiero contarles un poco sobre lo que está pasando en la industria aeroespacial en los Estados Unidos. Desde que la NASA retiró los transbordadores los viajes al espacio parecen haber caído en un letargo, pero esto terminará muy pronto. Lo que sucede es que la industria está en un período de transición hacia la iniciativa privada.

Un ejemplo de esto es la empresa SpaceX. Esta fue fundada en junio de 2002 por el millonario Elon Musk y otros accionistas, pero especialmente el primero, quien quería hacer algo diferente con su riqueza, no solamente retirarse o hacer filantropía. Su visión se enfocó en que debe existir un acceso relativamente barato al espacio para proyectos tanto del Gobierno como de la iniciativa privada.

Musk quería construir un cohete simple y relativamente barato de reutilizar, que tuviera la misma facilidad para ir y venir que hoy tienen las líneas aéreas. En marzo de 2006, invirtió más de 100 millones de dólares de su bolsa para empezar y tuvo tanto éxito que pronto se le unieron más accionistas al punto de que en 2012 la compañía ha alcanzado un valor de 2.4 mil millones de dólares y pasó de 160 empleados a 3,800.

Musk cree que los altos costos de viajar al espacio se debían a la excesiva burocracia que tenía la NASA y rediseñó toda la línea de fabricación para tener naves espaciales más baratas y más rápidas. SpaceX se convirtió en la primera empresa privada en poner un vehículo en órbita terrestre y regresarlo el 8 de diciembre de 2010, luego de que su cápsula Dragon regresó después de dar dos órbitas alrededor de la Tierra. La privatización de los viajes al espacio había nacido.

Hoy, SpaceX ha construido nuevas y mejores naves, ha revelado conceptos y diseños futuristas que incluyen el establecimiento de la primera base en Marte. Musk espera poder enviar humanos a Marte en 10 o 20 años. Tiene un proyecto llamado Mars Colonial Transport que trata de la primera nave privada para llevar humanos a Marte y regresarlos a la Tierra. Esto último lo subrayo porque hay una gran diferencia con el proyecto Mars One, que solo ofrece viaje de ida a Marte ¡sin regreso!

En 2009 abrieron su departamento de formación de astronautas. La companía anunció que sacarán las naves Falcon Heavy y Dragon v2 que tienen capacidad de llevar más carga al espacio. A la fecha han desarrollado las naves Falcon 1 y Falcon 9, los cohetes Merlin, Kestrel y Draco. Ya tiene contratos para 40 misiones de lanzamiento. La nueva generación de transbordadores espaciales saldrá en 2017.

Sus campos de prueba se encuentran en Texas y Nuevo México, pero el campus más grande está en California, donde se crean los componentes de alta tecnología y están todos los gurús espaciales.

Y para confirmar que no son solo palabras, hace unos días, el 18 de mayo vimos en las noticias que la nave espacial Dragon, totalmente automatizada, subió a la estación espacial y trajo de regreso un cargamento de más de mil libras de experimentos que los científicos necesitan aquí en la Tierra.

Damas y caballeros, ¡bienvenidos a la privatización del espacio!

El café: consumidores y emprendedores

En la sección Sábado de La Nación, un artículo sirve como ejemplo para considerar el papel de los emprendedores en la economía. Título: “Ensei Neto: ‘Starbucks y Nespresso abrieron el camino; ahora el consumidor quiere más’. “Músico e ingeniero químico, este brasileño es considerado uno de los grandes expertos cafeteros en el mundo; trabaja tanto con grandes marcas de la industria como con productores artesanales”.

Café

¿Cuál es el rol de los consumidores y el de los emprendedores en el mercado? ¿Quién impulsa a quién? ¿Son los consumidores quienes, en definitiva, determinan quien gana y quien pierde, quien prevalece en el mercado, cómo se asigna el capital? ¿O son los empresarios los que generan las necesidades de los consumidores e imponen sus productos?

La respuesta es que la primera interpretación es correcta, son los consumidores los que determinan la evolución del mercado y, en última instancia, el éxito o fracaso de los emprendedores. Estos son los que tienen mayor o menor capacidad para detectar que las preferencias de los consumidores están cambiando y la visión para ofrecerles un producto o servicio que las satisface.

Pero, tomemos el caso del Ipad. ¿Acaso fueron los consumidores quienes enviaron la señal que necesitaban una Tablet, o más bien fue la idea de Steven Jobs la que impuso en ellos la nueva necesidad de este producto? Son los emprendedores los que crean esas necesidades.

Aclaremos este punto. Los consumidores, por supuesto, no tienen idea del Ipad hasta que lo conocen, su creación y promoción es la gran genialidad de Jobs, pero él supo detectar una demanda insatisfecha. No era de Ipads específicamente, pero sí de algo que fuera liviano, cómodo, fácil, touch, y en el que pudiéramos ver videos, sacar fotos, mandar mails. En definitiva podríamos sintetizar la demanda latente así: quiero algo más cómodo (y divertido) que la laptop. Podría haber sido el Ipad u otra cosa, pero Jobs detectó esa necesidad, como antes lo había hecho con la de “mucha música portátil y de alta calidad”, presentando el Ipod.

Entonces, hay una necesidad latente, nueva, modificada, no claramente definida, y no está dicho qué producto o servicio la va a pegar. Muchos competirán entre sí y se verá quien acierta.

¿Qué tiene esto que ver con el artículo sobre el café? Es que muestra lo mismo. Es común en los mercados, que cuando aumenta el interés por un producto entonces ya no se trata de satisfacer una necesidad básica sino de competir con una creciente sofisticación de los consumidores. Ha pasado con el vino: antes en las casas se tomaba simplemente el “vino de mesa”, ahora hay un mundo de varietales y de marcas. Algo similar sucede con el café.

¿Qué significa hoy Brasil en el café?

Neto: Es un gran protagonista. Por un lado, es el productor más grande de café del mundo. En Brasil se elabora el 40 por ciento de la producción de granos de especie arábica (los cafés más delicados y de alta calidad) y el 30% de robusta (muy utilizados en la elaboración de cafés solubles, pero que hoy forman parte de blends de calidad). Pero lo más novedoso es que, a su vez, Brasil lidera hoy el consumo de café, con casi 18 millones de bolsas de 60 kilos, lo mismo que Estados Unidos. Y con una gran tendencia a mejorar la calidad, con el surgimiento de nuevos consumidores, en especial los jóvenes.

¿A qué se deben estos cambios?

Neto: Lo primero que surgió es un nuevo profesional, el barista, que hace la relación entre la bebida y el consumidor. Es una suerte de maitre o sommelier. El barista debe tener conocimiento suficiente de los granos que existen en su tienda para lograr el mejor servicio. En Brasil comenzaron las competencias nacionales de baristas, y con esto los consumidores percibieron que era posible beber un buen café. Pero la base sobre la que se sostiene todo es económica: antes, los países productores eran pobres, exportaban sus cafés de calidad. En los 90, el mundo estaba muy polarizado. De un lado, los países ricos, principalmente Estados Unidos, Europa, Japón. Del otro, los pobres. Hoy somos los países emergentes quienes estamos sorprendiendo al mercado, Brasil, China, la India, Rusia, Corea. Y permite nuevos consumos y nuevas exigencias.

¿Cómo ves a la Argentina en este proceso?

Neto: Está pasando exactamente lo mismo. Recorrí varias cafeterías, y encontrás gente joven con mucha pasión y con mucho conocimiento. Lugares como éste, donde estamos ahora, Barrio Cafetero [en Florida 833], no tienen nada que envidiar a los otros lados del mundo. Hoy las personas quieren experimentar más calidad y otros sabores. Al entender que una taza puede tener notas florales, de frutas, apareció un nuevo consumidor, los jóvenes. Tradicionalmente, el café era consumido por una población adulta. Y a los más viejos es muy difícil sacarlos de su zona de confort, no quieren cambiar. La entrada de jóvenes significa que el mercado es bueno y fuerte, le da largo plazo. Esto anima a que se produzcan mejores semillas, a que haya más profesionales educando  a sus consumidores, y así se forma un círculo virtuoso, con la calidad como atributo principal.

¿Quién lideró estos cambios?

Neto: Sin dudas, los Estados Unidos. Todo el movimiento, incluso el nombre de cafés especiales, se acuño allí….El mercado es inmenso, y es necesario que los grandes ayuden y empujen el proceso. Hay dos nombres que sobresalen. Starbucks fue clave para que el café se expandiera entre los jóvenes. Allí sirven bebidas con leche, con dulces, con modificadores, pero a su vez es el principio para que nuevas generaciones lleguen al café. El otro nombre es Nespresso, que permitió algo que hace una década era impensable: que cualquiera en su casa pueda probar un café de Kenia, de Costa Rica, de la India, de Brasil. Llevó el mundo a los hogares. Ambos son casos que educan, que muestran posibilidades. Abrieron un camino y ahora el consumidor quiere más. La experiencia es la base de todo. Hay que comparar, conocer, probar.

Toda revolución tiene un final. ¿En qué etapa de la revolución del café estamos?

Neto: El mercado está en un momento fantástico de cambio, y recién empieza. Es fantástico cuando uno ve que grandes empresas están asustadas, esto significa que hay un cambio y que ellos no saben muy bien hacia dónde se dirige. No hay recetas fijas sobre cómo proceder, en calidad, servicios, baristas. Es todo nuevo. Los pequeños elaboradores y cafeterías hacen un trabajo de hormiga que mueve a su vez a los grandes.