Reforma del sistema de pensiones en Francia: capitalización individual sobre el sistema de reparto

Nunca ha sido fácil reformar el sistema jubilatorio, aunque sabemos que ha ocurrido. Ahora hay dos países que discuten propuestas de cambio, Francia y Uruguay. Con Alberto Benegas Lynch (h), ya hemos escrito sobre esto, mostrando cómo las personas resolvían este asunto antes de que existiera el sistema estatal y proponiendo eliminar a éste. En el primero de esos países el Institute Economique Molinari, propone generalizar la capitalización, es decir, el ahorro en una cuenta propia como complemento del sistema de reparto: https://www.institutmolinari.org/2023/02/25/retraites-il-faut-generaliser-la-capitalisation-collective-en-complement-de-la-repartition-2/

“Abogamos por que el sistema de pensiones no se base únicamente en la distribución, sino que también se base en un principio de capitalización colectiva, como el modelo de los farmacéuticos y su fondo de pensiones complementario, la CAVP. Tribuna colectiva cofirmada por Cécile Philippe y Nicolas Marques, respectivamente presidente y director general del Instituto Económico Molinari, publicada el 18 de febrero de 2023 en Le Journal du Dimanche.

En materia de pensiones, desde hace treinta años se suceden dolorosas reformas. Se han incrementado las cotizaciones, se ha elevado la edad de jubilación, se han endurecido los métodos de cálculo y reevaluación de las pensiones. Esto reduce el poder adquisitivo tanto de los trabajadores como de los jubilados. Se establece una sensación de cansancio o incluso de exasperación sin que desaparezcan los déficits.

Inevitablemente, la tensión aumentará aún más. Las proyecciones son claras. Si no reaccionamos, el poder adquisitivo de las personas mayores caerá drásticamente. Según el Consejo de Orientación de Pensiones, en 2070 volverá al nivel de los años 80, con un descenso del poder adquisitivo relativo de los jubilados de en torno al 20% respecto al resto de la población.

Este declive es la consecuencia mecánica de la demografía inestable y el financiamiento casi exclusivo de las pensiones diarias mediante reparto en el sector privado. Las cotizaciones actuales a la seguridad social financian las pensiones actuales. Con la conmoción del baby boom, el famoso teorema de Alfred Sauvy – “son los niños de hoy los que se jubilarán mañana” – se vuelve contra nosotros. Desde 1950 hasta hoy, la fecundidad ha bajado de 3 a 1,8 hijos por mujer. Menos niños significa menos trabajadores, menos cotizantes, menos pensiones.”

Un problema tan conocido como «viejo»: los sistemas de jubilaciones europeos tienen problemas demográficos

El tema de este paper se viene considerando y discutiendo desde hace mucho tiempo. A medida que la población envejece ya que hay menos nacimientos que fallecimientos, cada vez es mayor el número de jubilados y pensionados en relación a los que trabajan. Es un problema básico de un sistema jubilatorio de reparto (que el sistema de capitalización individual no tiene), y Europa ha sido el típico ejemplo. A medida que eso sucede el sistema entra en problemas financieros y termina empujando a los estados a subvencionarlo, con elevado costo fiscal, real y más aún potencial.

No es tan nuevo entonces lo que puedan decirnos en este paper publicado por el Banco Central Europeo: Bodnár, Katalin and Nerlich, Carolin, “The Macroeconomic and Fiscal Impact of Population Ageing” (June, 2022). ECB Occasional Paper No. 2022/296, Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4144357

Como verán, al final de este resumen se proponen ciertas medidas. Sin embargo, hay una que no se menciona y resolvería este problema: abrir la inmigración, lo que generaría más aportes.

“La zona del euro, como muchas otras economías avanzadas, ha entrado en una era de cambios demográficos drásticos. Sin respuestas políticas adecuadas, el envejecimiento de la población en la zona del euro está planteando desafíos formidables para el crecimiento potencial, la política monetaria y las finanzas públicas. Este documento examina, desde la perspectiva de un banco central, los efectos macroeconómicos y fiscales del envejecimiento de la población en la zona del euro y analiza los principales desafíos que se avecinan en las próximas décadas. Se prevé que la población total de la zona del euro disminuya alrededor de 2035, mientras que la tasa de dependencia de las personas mayores aumentará considerablemente en los próximos 15 años, lo que supondrá una carga adicional para los sistemas de pensiones. El análisis del documento concluye que los cambios demográficos en la zona del euro suponen un lastre para el crecimiento potencial, principalmente a través del crecimiento de la oferta laboral y la productividad, de manera similar a la evolución de Japón, que está por delante de la zona del euro en términos de envejecimiento de la población. Los ahorros precautorios pueden ser más altos y la tasa natural de interés más baja, mientras que el efecto sobre la inflación tendencial y los salarios no es evidente. El envejecimiento de la población supone una carga para la política fiscal, al presionar al alza el gasto en pensiones y afectar negativamente a las bases imponibles y la estructura de los ingresos públicos. Por lo tanto, plantea desafíos importantes para la sostenibilidad fiscal, limita el espacio y la eficacia de la política fiscal. Para protegerse contra las consecuencias económicas y fiscales adversas del envejecimiento de la población, se necesitan amortiguadores fiscales, una mejor calidad de las finanzas públicas y reformas estructurales.”