La realidad del socialismo pero no en China o la Unión Soviética, en Dinamarca o Suecia

Hay quienes todavía luchan por el socialismo, los hay en el poder en algunos países latinoamericanos y los hay entre jóvenes (cada vez menos por aquí) que buscan alcanzar ese mundo ideal, pero sucede que a diferencia de ese mundo de Nirvana, la realidad ha sido siempre otra, incluso para los socialismos “democráticos”. Quien quiera conocer más sobre esto puede ahora acceder a la página titulada Realities of Socialism: https://realitiesofsocialism.org/

Por ahora analizando algunos casos que no son ni los más trágicos ni los más considerados:

“The Realities of Socialism es un proyecto multimedia, una colaboración entre organizaciones de Canadá, Australia, Estados Unidos y el Reino Unido, para educar a las personas sobre las experiencias del socialismo que se impuso a decenas de millones de personas en todo el mundo a lo largo del siglo XX. Aquí encontrará videos basados ​​en datos, infografías, videos cortos y estudios informativos sobre la historia del socialismo en Polonia y Estonia, el breve experimento de Suecia y Dinamarca con el socialismo, y el enfoque único de Singapur.”

Por ejemplo, respecto a Dinamarca, dice:
“Dinamarca es un país muy respetado por buenas razones. Los daneses son sanos, ricos y felices. Y lo han sido durante bastante tiempo. Los admiradores extranjeros (tanto de izquierda como de derecha) a menudo señalan a Dinamarca como modelo de política, pero pocos parecen apreciar la inusual combinación de libre empresa y estado de bienestar del país. En este breve libro, examinamos el modelo económico danés, incluidos sus orígenes, y extraemos algunas lecciones importantes de la experiencia, como cómo la libertad económica es la base de los altos niveles de vida que disfrutan los daneses, cómo su estado de bienestar se financia con impuestos muy altos sobre trabajadores de ingresos medios, y cómo el experimento de Dinamarca con un gobierno insosteniblemente grande no salió bien y tuvo que ser (en gran medida) desechado.”

Ahora el nuevo socialismo es la «asociación público-privada». ¿De dónde surgen estas ideas?

Ahora el nuevo socialismo es la asociación público-privada. Es el punto que se plantea en la revista The Austrian en un artículo de Jorg Guido Hülsmann titulado “ THE NEW SOCIALISM IS A PUBLIC-PRIVATE PARTNERSHIP”: https://cdn.mises.org/the_austrian_julyaugust_2023.pdf

Así comienza:

“En 1990, el socialismo parecía haber terminado de una vez por todas, pero los tiempos han cambiado. En los últimos veinte años, el socialismo ha vuelto a ponerse de moda más allá de los márgenes académicos. La crisis de la covid-19 demostró con qué rapidez y profundidad las sociedades tradicionalmente libres de Occidente pueden ser transformadas por pequeños grupos de tomadores de decisiones decididos y bien coordinados. La planificación centralizada de arriba hacia abajo de todos los aspectos de la vida humana no es hoy sólo una posibilidad teórica. Parece estar a la vuelta de la esquina.

Ahora, el renacimiento de la planificación central es un callejón sin salida intelectual y práctico, por las razones que explicó Ludwig von Mises hace cien años. Pero si Mises tenía razón, ¿cómo podemos explicar entonces el renacimiento del socialismo como ideal político? Hasta cierto punto, esto podría explicarse por el hecho de que es probable que las nuevas generaciones olviden las lecciones que aprendieron, a menudo de la manera más difícil, sus antepasados. Sin embargo, también hay otras cuestiones en juego. A continuación destacaré dos factores institucionales que han desempeñado un papel importante: los aparatos estatales y las fundaciones privadas sin dueño.”

Suecia comenzó a experimentar con el socialismo cuando ya era rica: y no le fue bien

Una vez más sobre el “socialismo nórdico”, en este caso en relación a Suecia. En este trabajo Johann Norberg analiza la historia de Suecia en últimos doscientos años y si su actual progreso y calidad de vida se deben al estado benefactor. El artículo se titula “The Mirage of Swedish Socialism: The Economic History of a Welfare State (Parts 1 and 2): https://www.fraserinstitute.org/studies/mirage-of-swedish-socialism-the-economic-history-of-a-welfare-state-parts-1-and-2

Así comienza:

“Gran parte de lo que el mundo exterior cree saber sobre el modelo sueco es erróneo. Cuando a políticos estadounidenses como el senador Bernie Sanders y la representante Alexandra Ocasio-Cortez se les pide que mencionen un ejemplo de economía socialista exitosa, a menudo señalan a Suecia.

Pero Suecia sólo empezó a experimentar con ideas socialistas cuando ya era una de las sociedades más exitosas del mundo. Su éxito se basó en un modelo de libre mercado desarrollado después de un episodio de liberalización radical entre 1840 y 1870 y el rápido crecimiento que desató. Ya en 1950 Suecia era la cuarta economía más rica del mundo y también una de las más libres, con un gasto público inferior al 20 por ciento del PIB. El gobierno era más pequeño que en otros países de Europa occidental y los impuestos eran ligeramente más bajos que en Estados Unidos.

Sólo en las décadas de 1970 y 1980 Suecia amplió drásticamente su gobierno con más gasto, impuestos y regulación. Es razonable decir que durante esta época Suecia avanzaba hacia el socialismo. Pero eso fue una aberración en la historia de Suecia, una aberración que no estuvo asociada con el éxito. Por el contrario, este fue el único período de la historia económica moderna en el que Suecia quedó rezagada respecto de otros países industrializados.”

Suecia: pionera de las modernas economías de mercado, ¿o de una economía socialista?

¿Los países nórdicos son países “socialistas” o tienen economías “socialistas”? Es una discusión importante y tiene que ver con la historia de ese país, el cual es pionero en el desarrollo del capitalismo, como se plantea en un artículo titulado “The evolution of the Swedish market model”, por Nima Sanandaji, Viktor Ström, Mouna Esmaeilzadeh, Saeid Esmaeilzadeh: https://doi.org/10.1111/ecaf.12573

La revista Economic Affairs es una de las primeras publicaciones de uno de los primeros think tanks en el mundo. Creado por Antony Fisher por sugerencia de Hayek, en Londres, desde entonces ha publicado una cantidad de estudios sobre políticas públicas y clásicos del liberalismo.

“Históricamente, Suecia fue pionera en muchos aspectos de una economía de mercado moderna, albergando la primera sociedad anónima conocida, las primeras notas de crédito europeas y el primer banco central. El folleto de Anders Chydenius Den nationella vinsten (La ganancia nacional) se imprimió en 1765, 11 años antes que La riqueza de las naciones de Adam Smith. Suecia fue pionera en extender a las mujeres los derechos de ejercer profesiones y poseer negocios. Hoy, Suecia y sus vecinos nórdicos muestran una combinación inusual de altos impuestos y algunas de las economías más libres del mundo. Otro rasgo característico es la confianza duradera, que facilita la inversión y la cooperación. También permite la toma de decisiones descentralizada, un rasgo característico de la gestión empresarial nórdica. La inusual cultura de alta confianza de Suecia afecta significativamente la actividad económica.”

Walter Block y la psicología evolutiva: ¿porqué prefieren al socialismo sobre el capitalismo?

Siempre he sido un fan de la psicología evolutiva, aunque algunos amigos la discuten. Pero en este caso encuentro nada menos que a Walter Block, profesor emérito en la Universidad de Loyola, Nueva Orléans, plantear que de todos los libros y artículos que ha escrito, éste es el más importante. Block tiene publicados tres docenas de libros y más de 700 artículos académicos, así que plantear a éste de esa forma me llamó la atención. El artículo fue publicado en Review of Economic Perspectives – Národohospodářský obzorVol. 19, Issue 2, 2019, pp. 73–94, Review of Economic Perspectives / Národohospodářský obzor, Masaryk University, Faculty of Economics and Administration, Brno, Czech Republic.; con el título “Evolutionary psychology, economic freedom, trade and benevolence, por John Levendis, Robert B. Eckhardt,y Walter Block: https://sciendo.com/article/10.2478/revecp-2019-0005

“Nuestra tesis es que la razón por la que muchos de nosotros hoy nos inclinamos hacia el socialismo (cooperación explícita) y contra el capitalismo de laissez-faire (cooperación implícita) es porque el primer tipo de comportamiento fue mucho más beneficioso genéticamente durante las generaciones anteriores de nuestra especie. Sin embargo, existe un argumento aparentemente sólido en contra de esta hipótesis: la evidencia de la prehistoria humana indica que el comercio (cooperación implícita) anteriormente estaba muy extendido. ¿Cómo, entonces, podemos estar programados a favor del socialismo y en contra del capitalismo si nuestros antepasados ​​se involucraron en un comportamiento de mercado en los últimos milenios? Aunque el comercio que es egocéntrico y beneficioso (presumiblemente mutuamente beneficioso para todas las partes en el intercambio) de hecho apareció hace cientos de miles de años, la benevolencia se estableció en nuestro cableado mucho antes, hace literalmente cientos de millones de años, y por lo tanto está mucho más profundamente integrada en la psique humana.”

Lenin y Mises sobre la planificación de la economía: ¿todavía hay que discutir esto?

Con los alumnos de UCEMA, Historia del Pensamiento Económico y Social, vemos a Lenin sobre la planificación económica en el socialismo en un artículo de 1919 titulado “La política y la economía en la dictadura del proletariado”, y luego un artículo de Mises de un año después sobre la planificación y el cálculo económico en el socialismo.

Dice Lenin:
El trabajo está mancomunado en Rusia a la manera comunista por cuanto, primero, está abolida la propiedad privada sobre los medios de producción y, segundo, porque el Poder proletario del Estado organiza en escala nacional la gran producción en las tierras y empresas estatales, distribuye la mano de obra entre las diferentes ramas de la economía y entre las empresas, distribuye entre los trabajadores inmensas cantidades de artículos de consumo pertenecientes al Estado.

Dice Mises:

Las tentativas de los bolcheviques rusos de hacer del Socialismo algo de la vida real y no un simple programa de partido, no se han enfrentado con el problema del cálculo económico bajo el Socialismo porque las Repúblicas Soviéticas existen en un mundo que crea precios en dinero para todos los medios de producción. Los gobernantes de las Repúblicas Soviéticas basan en esos precios los cálculos de acuerdo a los cuales toman sus decisiones. Si no fuera por esos precios, sus acciones carecerían de objetivos y de planificación. Sólo pueden calcular, llevar libros de contaduría y hacer planes si tienen como referencia ese sistema de precios. Su posición es la misma que la del estado y de las municipalidades socialistas de otros países: no ha surgido aún para ellos el problema del cálculo económico socialista.

Las empresas estatales y municipales calculan en base a los precios de los medios de producción y de bienes de consumo que crea el mercado. Pero sería precipitado deducir que porque existen empresas estatales y municipales, es posible el cálculo económico socialista.

Sabemos que las empresas socialistas de un solo rubro deproducción resultan únicamente porque reciben ayuda de su entorno no socialista. El estado y las municipalidades pueden mantener sus empresas propias porque los impuestos pagados por las empresas capitalistas cubren sus pérdidas. En la misma forma, Rusia ya se habría derrumbado si no hubiera sido apoyada financieramente por los países capitalistas. Pero mucho más importante que esta ayuda material prestada por la economía capitalista a las empresas socialistas es la asistencia mental. Sin las bases para el cálculo que el Capitalismo pone a disposición del Socialismo bajo la forma de precios de mercado, las empresas socialistas no podrían mantenerse, ni siquiera en rubros únicos de producción o en países individuales.

Los escritores socialistas podrán seguir publicando libros acerca de la decadencia del Capitalismo y el advenimiento del milenio socialista; podrán describir los males del Capitalismo en tonos dramáticos y compararlos con tentadores informes de las bendiciones de una sociedad socialista. Sus escritos podrán  seguir impresionando a los insensatos, pero todo eso no cambiará el destino de la idea socialista. El intento de reformar al mundo en tal sentido podría destruir la civilización, pero nunca lograría establecer una comunidad socialista que resultara exitosa.

Para que los polacos emigrantes o sus descendientes vean de qué zafaron: ida y vuelta del socialismo

Acá hay muchos inmigrantes polacos, y ahora muchos descendientes de polacos. Si quieren saber de lo que se salvaron, lean esta historia de la economía polaca desde 1939, en el libro que se titula “The Road to Socialism and Back: An Economic History of Poland, 1939-2019”, por Peter J. Boettke, Professor of Economics and Philosophy, George Mason University; Konstantin Zhukov y Matthew D. Mitchell, Senior Fellow in the Centre for Economic Freedom, Fraser Institute: https://www.fraserinstitute.org/studies/road-to-socialism-and-back-an-economic-history-of-poland-1939-2019

“Durante cuatro décadas durante la segunda mitad del siglo XX, Polonia y su gente fueron objeto de un gran experimento socioeconómico. Bajo la atenta mirada de sus amos soviéticos, el Partido de los Trabajadores Unidos de Polonia transformó la economía mixta de esta nación de 35 millones en un estado socialista de planificación centralizada (aunque con un mercado negro irreprimible). Luego, en la última década del siglo XX, bajo el liderazgo del ministro de finanzas polaco Leszek Balcerowicz, la nación se transformó nuevamente en una economía mixta.

En este libro, documentamos los resultados de este experimento. Mostramos que había un gran abismo entre los elevados objetivos de la ideología socialista y las realidades del socialismo tal como las experimentó el pueblo polaco. También mostramos que, si bien la transición de una economía socialista a una mixta no estuvo exenta de dolor, desató el extraordinario poder productivo del pueblo polaco, lo que permitió que su nivel de vida aumentara a más del doble de la tasa de crecimiento que prevaleció durante la era socialista. Las experiencias de los polacos, como las de tantos detrás de la Cortina de Hierro, demuestran el valor de la libertad económica, las consecuencias miserables de su negación y el proceso a menudo doloroso de recuperar las libertades perdidas.

El camino al socialismo y de regreso también nos enseña algo sobre el desarrollo intelectual del pensamiento económico. Como veremos, el debate en torno al cálculo económico en una economía socialista destacó no solo una falla fundamental en la planificación socialista, sino también una característica crítica que permite que los mercados funcionen. Los mercados funcionan porque permiten a quienes toman las decisiones económicas realizar cálculos económicos racionales. Este cálculo depende de la constelación de precios relativos y de la contabilidad de pérdidas y ganancias que surgen de las elecciones libres de los individuos que negocian derechos de propiedad. Nos permite diferenciar los proyectos económicamente viables de los tecnológicamente viables. Sin tal sistema de precios, estos cálculos son imposibles y esta clasificación no ocurre. Los recursos se desperdician sistemáticamente y abundan las ineficiencias en la producción y el intercambio.”

¿Cómo definir al socialismo? Hay muchas definiciones que resultan en prohibir el libre ingreso en los mercados

¿Cómo definir al socialismo? No hay una sola forma de hacerlo, pero este autor plantea hacerlo por lo que el socialismo hace. Se trata de Adam Martin, quien es Political Economy Research Fellow at the Free Market Institute, en un artículo titulado “Socialism Is as Socialism Does”: https://www.econlib.org/library/columns/y2023/martinsocialism.html

“Algunos conceptos en economía política funcionan como una prueba de Rorschach. Cuando alguien los define, a menudo se aprende más sobre ellos que sobre el concepto. La democracia, el fascismo, el capitalismo, el liberalismo, el conservadurismo, el neo-cualquier cosa y el socialismo a menudo significan cosas diferentes para diferentes personas. No pretendo ser excepcional en este sentido. No obstante, en este ensayo quiero ofrecer una definición funcional del socialismo. Esta definición definitivamente refleja mis propios intereses intelectuales. Pero también ilumina algunas características centrales de los sistemas socialistas y cómo operan.

Dado que les digo a mis alumnos que no escriban novelas de misterio cuando presenten un argumento, esta es la definición que propongo: el socialismo es la prohibición de la libre entrada en los mercados. Esta definición es funcional porque se enfoca en lo que hace el socialismo. Muchos definen el socialismo según sus objetivos, motivos o metas. Pero los individuos pueden actuar de manera egoísta o altruista en el contexto de cualquier sistema político o económico. Algunos socialistas prometen abundancia material, mientras que otros exaltan las virtudes del ascetismo. Y los socialistas buscan implementar su sistema ideal a través de una variedad de medios, desde la planificación central autoritaria hasta las comunas anárquicas. Al enfatizar lo que hace el socialismo, espero identificar un hilo común entre estas visiones. Si camina como el socialismo y rompe huevos como el socialismo, es socialismo.

¿Por qué no seguir con la probada y verdadera “propiedad común de los medios de producción”? De ninguna manera rechazo la utilidad de esta definición y considero la mía complementaria a ella. Pero la propiedad puede entenderse en una amplia variedad de formas. ¿Las fábricas soviéticas eran realmente de propiedad común o estaban efectivamente bajo el control de las élites del partido? Y al centrarme en los efectos inmediatos del socialismo, espero proporcionar una herramienta de diagnóstico para varias políticas y arreglos institucionales que de facto operan de manera similar.”

Otra vez el mismo tema: ¿Las nuevas tecnologías permitirán la planificación socialista? Y otra vez, no

Un tema que vuelve una y otra vez: ¿Será que con la tecnología de datos moderna se podrá planificar la economía como no se pudo en todo el siglo XX? Estos autores dicen que no en un artículo publicado en el Journal of Economic Behavior & Organization; Volume 205, January 2023, Pages 44-54: “On the feasibility of technosocialism”, por Peter J. Boettke y Rosolino A. Candela de George Mason University: https://doi.org/10.1016/j.jebo.2022.10.046

“Los avances tecnológicos asociados con el poder de cómputo y la perspectiva de la inteligencia artificial han renovado el interés sobre la viabilidad económica del socialismo. La cuestión de tal factibilidad gira en torno a si el problema del cálculo económico ha cambiado fundamentalmente. A pesar de la perspectiva de lo que King y Petty (2021) denominan “tecnosocialismo”, argumentamos que los avances tecnológicos en computación no pueden reemplazar el proceso de descubrimiento competitivo que tiene lugar en el contexto del mercado. Lo hacemos situando el caso del tecnosocialismo en el contexto del debate del cálculo socialista. Entendido en estos términos, el tecnosocialismo representa una reafirmación del caso del socialismo de mercado, que enmarcó incorrectamente la “solución” al cálculo económico bajo el socialismo como una de datos informáticos, en lugar del descubrimiento de conocimiento específico del contexto que solo emerge a través del intercambio de datos. derechos de propiedad. Por lo tanto, los argumentos presentados por Ludwig von Mises y F.A. Hayek, y más tarde por Israel Kirzner y Don Lavoie, con respecto a la imposibilidad del cálculo económico bajo el socialismo siguen siendo igualmente relevantes hoy.”

De sicólogos: ¿Porqué puede interesarte el marxismo si ha fracasado tanto en la teoría como en la práctica?

Hay quienes todavía tienen dudas sobre la viabilidad del marxismo, tal vez por el atractivo que estas ideas tienen entre intelectuales que recelan u odian al capitalismo. Cuesta entender esto luego de un siglo de fracaso en distintas aplicaciones de estas ideas. Un breve comentario al respecto puede encontrarse en el artículo “Marxism”, de David Prychitko, profesor de economía en Northern Michigan University: https://www.econlib.org/library/Enc/Marxism.html

“Marx fue sin duda un pensador profundo que ganó legiones de seguidores en todo el mundo. Pero sus predicciones no han resistido la prueba del tiempo. Aunque los mercados capitalistas han cambiado en los últimos 150 años, la competencia no se ha convertido en un monopolio. Los salarios reales han aumentado y las tasas de beneficio no han disminuido. Tampoco se ha desarrollado un ejército de reserva de desempleados. Tenemos ataques con el ciclo económico, pero cada vez más economistas creen que las recesiones y depresiones significativas pueden ser más el resultado no deseado de la intervención estatal (a través de la política monetaria llevada a cabo por los bancos centrales y las políticas gubernamentales sobre impuestos y gastos) que una característica inherente. de los mercados como tal.

Las revoluciones socialistas, sin duda, han ocurrido en todo el mundo, pero nunca donde la teoría de Marx había predicho: en los países capitalistas más avanzados. Por el contrario, el socialismo fue impuesto a los países pobres del llamado Tercer Mundo. Y esas revoluciones sin saberlo condenaron a las masas a la pobreza sistémica y la dictadura política. En la práctica, el socialismo fracasó absolutamente en crear la sociedad no alienada, autogestionada y totalmente planificada. No logró emancipar a las masas y, en cambio, las aplastó con el estatismo, la dominación y el aterrador abuso del poder estatal.

Las naciones que han permitido los derechos de propiedad privada y el intercambio de mercado en toda regla, en contraste con aquellas “repúblicas socialistas democráticas” del siglo XX, han disfrutado de niveles notables de crecimiento económico a largo plazo. Las economías de libre mercado sacan a las masas de la pobreza y crean las condiciones institucionales necesarias para la libertad política general.

Marx simplemente no lo entendió. Sus seguidores tampoco. La teoría del valor de Marx, su filosofía de la naturaleza humana y sus afirmaciones de haber descubierto las leyes de la historia encajan para ofrecer una visión compleja y grandiosa de un nuevo orden mundial. Si las primeras tres cuartas partes del siglo XX proporcionaron un terreno de prueba para esa visión, el final del siglo demuestra su naturaleza verdaderamente utópica y su imposibilidad de funcionar en última instancia.”