Cuando votamos, ¿queremos expresar nuestra preferencia política o lo hacemos «estratégicamente».

¿Cuándo votamos, lo hacemos para expresar una preferencia por un partido o por un candidato, o lo hacemos “estratégicamente” para que nuestro voto tenga “peso” en el resultado? Que tenga peso en el resultado es, desde una perspectiva, utópico, ya que un voto no decide el resultado de una elección, pero de todas formas, parece ser cierto que mucha gente toma eso en cuenta al momento de votar y no quiere “perder” su voto en un partido o candidato que no tiene chances.

En un paper titulado “Not-so-strategic Voters Evidence from an In Situ Experiment During the 2017 French Presidential Election”, Antoinette Baujard de la Universidad de Lyon e Isabelle Lebon, de la Universidad de Caen lo consideran en relación a la última elección presidencial francesa.

Así lo presentan:

“Un experimento realizado in situ durante las elecciones presidenciales francesas de 2017 proporciona las condiciones naturales para desentrañar las motivaciones del voto expresivo y el voto estratégico como determinantes de la elección de los votantes. Según la regla de la mayoría relativa en dos vueltas, cuando los votantes votan por un solo candidato en la primera vuelta, es posible que deseen principalmente expresar cuál es su candidato favorito o, más bien, influir en el resultado de la segunda vuelta mediante una votación estratégica. Estos dos motivos pueden coincidir o entrar en conflicto. Mostramos que el voto estratégico no sincero es relativamente bajo en este contexto, ya que representa menos del 7% de los votos emitidos. Cuando los motivos expresivos y estratégicos entran en conflicto entre sí, es decir, cuando la expresión requiere renunciar a cualquier influencia en el resultado de la elección, mostramos que los votantes tienen el doble de probabilidades de evitar la votación estratégica que de votar estratégicamente.”

https://doi.org/10.1016/j.electstud.2022.102458