E. O. Wilson (1929-2021), biólogo, profesor de Harvard, pionero en las ciencias cognitivas

  • Edward Osborne Wilson (1929-2021) 

El 26 de diciembre pasado falleció E. O Wilson, destacado biólogo y naturalista, profesor en Harvard, quien fuera sujeto a fuertes polémicas por sus contribuciones, la mayoría de las cuales ahora son reconocidas como grandes aportes a las ciencias cognitivas. En una conversación con Alice Dreger publicada en Quillette plantea el meollo de la cuestión:  

“La idea de una naturaleza humana biológica era aborrecible para los manifestantes y, de hecho, era demasiado radical en ese momento para mucha gente, probablemente la mayoría de los científicos sociales y ciertamente muchos de la extrema izquierda. Simplemente aceptaron como dogma la visión en blanco y negro de la mente humana: que todo lo que hacemos y pensamos se debe a la contingencia, en lugar de basarse en el instinto, como las funciones corporales y el impulso de seguir reproduciéndose. Estas personas creen que todo lo que hacemos es el resultado de accidentes históricos, los eventos de la historia, el desarrollo de la personalidad a través de la experiencia. Eso fue firmemente creído en 1978 por una gran parte de la población, pero particularmente por la izquierda política. Y se pensó en ese momento que plantear el espectro de una base biológica para el comportamiento humano no solo era incorrecto, sino que era una justificación para la guerra, el sexismo y el racismo. Las diferencias biológicas de género podrían justificar el sexismo, y cualquier imputación de que desarrollamos una naturaleza humana, o que las cualidades humanas pueden diferir de una raza a otra, era peligrosamente racista.” 

https://quillette.com/2021/12/29/speaking-with-e-o-wilson/  

Positiva valoración del capitalismo en Estados Unidos y mucho más de la libre empresa: ¿son diferentes?

Los norteamericanos valoran positivamente, en general, al capitalismo, y mucho mas la libre empresa.

Las valoraciones positivas sobre el capitalismo y el socialismo no presentan modificaciones en los dos últimos años, según un informe de Gallup. La valoración positiva del capitalismo alcanza al 60% de la población mientras que la del socialismo al 38%. Esta imagen positiva es del 72% entre los republicanos y del 52% entre los demócratas. Al revés, el socialismo (¿tal vez la socialdemocracia?), es positivo para el 65% de los que tienden a votar demócrata y 14% para los que tienden a votar republicanos.  

Al respecto, la pequeña empresa muestra una valoración positiva del 97%, mientras que las grandes empresas del 46%. EL concepto de libre empresa muestra una valoración positiva alta, del 84%, y una negativa de sólo el 13%; mientras que el gobierno federal muestra una positiva del 38% y una negativa del 62%. 

https://news.gallup.com/poll/357755/socialism-capitalism-ratings-unchanged.aspx  

 

¿Qué entenderán por capitalismo entonces? Se ve que quisieran un capitalismo de pequeñas empresas. ¿Ninguna que llegue a crecer entonces?

Pero es comprensible, entiendo que puedan pensar en ellas positivamente cuando son pequeñas, pero no tanto cuando crecen y terminan abriendo oficinas en Washington para hacer lobby.

El fracaso de la «casta política» latinoamericana, que se queda con más poder y más tiempo

Adiós a Macondo 

El Informe Latinobarómetro 2021 lleva ese título y señala, en sus palabras: “La Democracia en América Latina está estable dentro de su estado de malestar. La pandemia pone un vidrio sobre la región que muestra la cruda realidad, imposible no verlo. Los ciudadanos más empoderados que nunca, abandonaron Macondo, para incorporarse al mundo elevando sus demandas a la del mundo globalizado.” Según el estudio: “La pandemia ha desnudado el poder dejándolo sin máscara para esconderse. Los ciudadanos han salido de Macondo para incorporarse al mundo globalizado que el virus puso en las pantallas de sus smartphones. Una combinación explosiva para la gobernabilidad, demandas de desarrollo globalizadas, oferta política macondiana. Las nuevas elites que hacen la transición cometen el error de las viejas a las que reemplazaron, se quedan con más poder y más tiempo que el deseado a su bienvenida. Las ideologías se corrompieron con el poder dejando a la izquierda y la derecha desarmadas con baja legitimidad” El Informe: https://www.latinobarometro.org/latContents.jsp 

Lo mismo a nivel global:

EL Pew Research Center publica un informe sobre la percepción de la democracia en unos veinte países del mundo. Existe bastante descontento con su funcionamiento. Si bien el estudio no incluye países de América Latina, es importante ya que analiza lo que ocurre en un conjunto de importantes países de América del Norte, Europa y Asia, cuyas tendencias pueden luego impactar en LA. https://www.pewresearch.org/global/2021/12/07/global-public-opinion-in-an-era-of-democratic-anxiety/  

Caía la preocupación por el coronavirus y subía sobre la pobreza. Seguramente vuelva a subir

Preocupaciones globales 

Los temas que más preocupan a la opinión pública, según un estudio de Ipsos ya no son el coronavirus sino la pobreza y desigualdad social (32%). Respecto al coronavirus, en noviembre había caído a su menor nivel en 18 meses. Los otros temas de preocupación son el desempleo (30%), la corrupción política y financiera (28% y el crimen y la violencia (27%). Colombia está entre los que más preocupación muestra por el desempleo (47%), y en Brasil (43%). También Colombia aparece entre los que más preocupa la corrupción (50%), que es también la principal preocupación en Perú. En cuanto al crimen y violencia, encuentra a México en el segundo lugar con 50%, pero es la principal preocupación en Chile y tuvo un aumento de 9 puntos en Argentina. Los países latinoamericanos no aparecen entre los más preocupados por el cambio climático. https://www.ipsos.com/en/what-worries-world-november-2021  

Es necesario destacar que pobreza y desigualdad no son la misma cosa, como tampoco la corrupción que pueda encontrarse en el mundo de las finanzas (que perjudica en todo caso a los accionistas de las empresas involucradas) o en el de la política (que nos perjudica a todos).

Avanza la censura en Internet, ¿también en las democracias «liberales»?

  • Avanza la censura en Internet 

Jacob Mchangama, fundador del think tank Justitia con base en Copenhagen, escribe en Persuasion, “A Race to the Bottom in Internet Censorship”: https://www.persuasion.community/p/a-race-to-the-bottom-on-internet-ded  

“Nada diferencia más claramente a las democracias liberales de los regímenes autoritarios que el compromiso de los primeros con la libertad de expresión. A pesar de controlar vastas burocracias con recursos casi infinitos y poderes coercitivos abrumadores, los gobiernos democráticos generalmente aceptan que sus acciones son escrutadas, criticadas y ridiculizadas por los medios de comunicación, la oposición y los ciudadanos comunes. Los críticos abiertos de Boris Johnson o Emmanuel Macron no tienen que guardar celosamente sus tazas de té por temor a ser envenenados, como les ocurre habitualmente a los críticos de Vladimir Putin en Rusia, ni corren el riesgo de ser desmembrados por un escuadrón de la muerte, como sucedió con El periodista saudí Jamal Khashoggi.  

En la última década, sin embargo, las diferencias entre los enfoques liberales y autoritarios han comenzado a difuminarse en los bordes cuando se trata de regular el discurso en línea. Todavía en la Primavera Árabe, la mayoría de las democracias dieron la bienvenida a la era digital como un triunfo de los ideales liberales. Sobrealimentado por la tecnología, la libertad de expresión haría obsoleta la censura anticuada y marcaría el comienzo de una cuarta ola de democratización. Sin embargo, desde los choques gemelos del Brexit y las elecciones presidenciales de EE. UU. De 2016, es más probable que las democracias vean la libertad de expresión en línea sin mediación como una amenaza para la democracia y una ventaja para sus enemigos. En consecuencia, las democracias han comenzado a responder con regulaciones destinadas a restablecer cierto grado de control de arriba hacia abajo de la esfera pública en línea.” 

Las preferencias de la gente (o, más bien, de los holandeses), respecto a la redistribución de ingresos

  • ¿Cuáles son las preferencias de la gente en cuanto a la redistribución de ingresos?  

Parece una pregunta simple, pero no lo es. ¿Cómo medimos esas preferencias? En este paper, los autores buscan implementar un nuevo método para evaluar lo que piensan en los Países Bajos: de Bresser, J., & Knoef, M. (2021).  Preferences for Income Redistribution: A New Survey Item and Experimental Evidence. (CentER Discussion Paper; Vol. 2021-035). CentER, Center for Economic Research. 

Normalmente se utilizaban métodos cualitativos, realizando encuestas y preguntándole a la gente cuánta redistribución preferían. Ahora, estos autores, proponen un nuevo método «cuantitativo», pidiéndole a los consultados que establezcan las tasas de impuesto a los ingresos para cuatro de los cinco quintiles en los que han dividido a la población. Afuera queda el quintil de ingresos más altos, ya que se supone que se mantendrá el nivel total de ingresos, de tal forma que todo ajuste de los cuatro quintiles inevitablemente deja para el quinto lo que sea necesario para mantener ese nivel de ingresos. Según este trabajo, sólo un 5% de la población prefiere un escenario más “desigual», y un 50/60% prefiere la redistribución.  

Es necesario aclarar que “desigual” se refiere a un flat tax, esto es, todos pagan la misma tasa, por lo que, obviamente, se mantendrán las diferencias de ingresos pre-impuestos. En el experimento, cuando informan a los participantes sobre las pérdidas económicas de esa redistribución (menos ahorro e inversión, menos crecimiento a futuro) o de la existencia de un seguro social, las preferencias por redistribución caen.  

https://research.tilburguniversity.edu/en/publications/preferences-for-income-redistribution-a-new-survey-item-and-exper-2  

Prohíben el plástico, pero parece que no ayuda a mejorar la calidad del ambiente

No importa donde estemos, seguramente el gobierno ha implementado alguna restricción para el uso de plásticos, con el propuesto objetivo de reducir la contaminación que genera su disposición. Sin embargo, no parece que estemos contribuyendo mucho al cuidado del ambiente. En este interesante artículo de John Tierney se analizan los supuestos beneficios. Vale la pena leerlo entero, no puedo resumir todo lo que allí se plantea:

https://www.city-journal.org/needless-panic-over-disposable-plastic

 

Comienza así:

El pánico plástico nunca ha tenido ningún sentido, y se está intensificando incluso a medida que aumenta la evidencia de que no solo es un desperdicio de dinero, sino también perjudicial para el medio ambiente, sin mencionar a los humanos. Ha sido un movimiento en busca de una justificación durante medio siglo. Durante la década de 1970, los ambientalistas como Barry Commoner querían que el gobierno restringiera el uso de plástico porque estaba hecho de petróleo, lo que necesitábamos atesorar porque pronto nos quedaríamos sin él. Cuando la «crisis energética» resultó ser una falsa alarma, los ambientalistas buscaron nuevas razones para entrar en pánico.

 

Denunciaron el plástico por no ser biodegradable en los vertederos. Lo culparon por ensuciar el paisaje, obstruir los desagües de las alcantarillas y contribuir al calentamiento global. El plástico de nuestra «sociedad de descarte» estaba matando a un gran número de criaturas marinas, según Blue Planet II, una serie documental de la BBC de 2017 que se convirtió en un éxito internacional. Sus representaciones de tortugas marinas, delfines y ballenas en peligro llevaron a la Reina Isabel II a prohibir las pajitas y botellas de plástico de las propiedades reales, y el documental ha galvanizado a muchos otros líderes que los verdes celebran el «Efecto Planeta Azul».

 

Más de 100 países ahora restringen las bolsas de plástico de un solo uso, y el Papa Francisco ha pedido la regulación global del plástico. El parlamento de la Unión Europea votó a favor de prohibir las pajitas, platos y cubiertos de plástico de un solo uso en todo el continente el próximo año. En los Estados Unidos, cientos de municipios y ocho estados han prohibido o regulado las bolsas de plástico de un solo uso. Nueva York y otras ciudades han prohibido los envases de alimentos de espuma plástica, y se están preparando más edictos radicales. Los verdes en California están impulsando un referéndum para exigir que todos los envases de plástico y los alimentos de un solo uso en el estado sean reciclables, y la UE ha presentado un plan similar. Las celebridades y los políticos fotografiados con el envase de bebidas o la pajilla equivocados ahora sufren en línea «vergüenza plástica».

 

Algunos reformadores tienen buenas intenciones, pero están perjudicando su propia causa. Si desea proteger a los delfines y las tortugas marinas, debe tener especial cuidado al colocar su plástico en la basura, no en la papelera de reciclaje. Y si le preocupa el cambio climático, apreciará esas bolsas de supermercado una vez que conozca los hechos sobre el plástico.

La tecnología está permitiendo que el mercado solucione los problemas que le asignan

E.Foldvary es profesor de economía en la Escuela Leavey de Negocios de la Universidad de Santa Clara. Daniel B. Klein es profesor asociado de economía en la Leavey School of Business en la Universidad de Santa Clara. Es también director general del Instituto para la Sociedad Civil de la universidad. Ambos autores son los editores de la próximo libro La vida media de los fundamentos de la política: Cómo afecta la tecnología a los viejos problemas políticos.

Escriben un artículo titulado Technology and Market Failure: https://www.researchgate.net/publication/228250856

“Cuando el gobierno interviene en el mercado, a menudo justifica la intervención como un esfuerzo para corregir una «falla del mercado» – una incapacidad del mercado para lograr ganancias potenciales para el comercio. Tal incapacidad puede tomar muchas formas, pero cada forma limita la elección y eficiencia. Quizás la más comúnmente descrita forma de falla del mercado es el monopolio natural: un situación en la que la naturaleza de un producto impide proveedores emergentes alternativos y competidores para clientes. Aunque los consumidores pueden obtener el producto que desean, la falta de competencia les permite al proveedor de monopolio establecer precios muy por encima del costo de producción porque el proveedor posee poder de mercado. Otra forma de falla del mercado es la externalidad, que se ejemplifica por la emisión de contaminación de una fábrica que impone costos a otros que usan el aire y el agua contaminados. La fábrica es capaz de hacer eso porque no hay un dueño específico del aire o agua que podría exigir una compensación por los costos de contaminación. Una tercera forma de fracaso del mercado es un bien público que, para los economistas, es un actividad que podría beneficiar a beneficiarios pagadores y no pagadores.

Los proveedores de bienes públicos podrían no ser compensados por los beneficios que brindan a usuarios y pueden tener dificultades para mantener a sus clientes que pagan. Ejemplos de bienes públicos citados con frecuencia son las carreteras y faros Los gobiernos supuestamente intentan corregir el mercado fracaso a través de la regulación, los impuestos y políticas de comando y control. Pero los fundamentos de esas políticas pueden disminuir con la aparición de nuevas tecnologías. Nosotros creemos que el progreso tecnológico está reduciendo las economías de escala que tradicionalmente justificado monopolios naturales, y está disminuyendo los costos asociados con la creación y hacer cumplir la propiedad derechos involucrados en externalidades y bienes públicos. La tecnología por lo tanto puede reducir la falla del mercado y los fundamentos para la intervención del gobierno.”

Alemania decidió dejar de utilizar la energía nuclear. ¿Es una decisión correcta? Parece que no

Los dogmas y lo “políticamente correcto” no llevan a tomar buenas decisiones. Por ejemplo, Alemania ha decidido “desnuclearlizar” su energía. ¿Es una decisión que mejora el ambiente?

Aquí tres autores publican un artículo bien interesante cuestionando esa decisión. Se trata de
The Private and External Costs of Germany’s Nuclear Phase-Out; Stephen Jarvis, Olivier Deschenes, and Akshaya Jha; NBER Working Paper No. 26598. December 2019.

https://www.nber.org/papers/w26598

Esto dice su resumen:

“Muchos países han eliminado la producción de electricidad nuclear en respuesta a las preocupaciones sobre los desechos nucleares y el riesgo de accidentes nucleares. Este documento examina el impacto del cierre de aproximadamente la mitad de la capacidad de producción nuclear en Alemania después del accidente de Fukushima en 2011. Utilizamos datos por hora sobre las operaciones de la central eléctrica y un nuevo marco de aprendizaje automático para estimar cómo las plantas habrían operado de manera diferente si la fase -out no había ocurrido. Encontramos que la producción de electricidad nuclear perdida debido a la eliminación fue reemplazada principalmente por la producción de carbón y las importaciones netas de electricidad. El costo social de este cambio de nuclear a carbón es de aproximadamente 12 mil millones de dólares por año. Más del 70% de este costo proviene del mayor riesgo de mortalidad asociado con la exposición a la contaminación del aire local emitida al quemar combustibles fósiles. Incluso las estimaciones más grandes de la reducción en los costos asociados con el riesgo de accidente nuclear y la eliminación de desechos debido a la eliminación son mucho más pequeñas que 12 mil millones de dólares.”

Articulo en La Nación sobre Chile: ¿Suicidio político?

Chile, ¿un suicidio político?