Por si no lo sabían, Argentina tiene 39 laboratorios estatales…., y un enorme déficit fiscal

Se aprende y se obtiene información de todo tipo de fuentes. En este caso quiero prestar atención a un artículo publicado en la revista argentina Desarrollo Económico: “Producción estatal de sustancias medicinales en la Argentina como política de Estado”, por Cristina Bramuglia, Universidad de Buenos Aires; Rosana Abrutzky, Instituto de Investigaciones Gino Germani y Cristina Godio, Instituto de Investigaciones Gino Germani: https://ojs.iade.org.ar/index.php/re/article/view/200

Tal vez pocos lectores conocieran que, como mencionan las autoras, existen 39 laboratorios estatales de medicamentos.

“Este artículo hace un relevamiento de la producción estatal de medicamentos y analiza la posibilidad de abastecer al Sistema Público de Salud de la Nación y provincias de medicamentos utilizados en esta pandemia de COVID-19 y para las patologías básicas de la población. Actualmente existen 39 laboratorios estatales con capacidad instalada y con recursos humanos capacitados. Esta investigación analiza la posibilidad de coordinar las producciones de fármacos y vacunas mediante el trabajo de estos establecimientos. El objetivo es brindar información sobre los establecimientos estatales de salud y el conjunto de medicinas que pueden ofrecer en forma combinada y coordinada al sistema de salud en su conjunto para enfrentar la actual pandemia de COVID-19, a partir de la premisa de que Argentina cuenta con la legislación adecuada para implementar este tipo de política pública.”

Las autoras, por supuesto, plantean como objetivo la producción local y estatal de medicamentos y vacunas y entienden que la salud es un bien “social”. No voy a discutir eso, y muchas otras cosas que plantea el artículo, pero tal vez haya quien piense que el estado tiene que fomentar la investigación científica. Al margen de que podamos discutir ese punto, una cosa es investigar y otra es producir. Además, ¿39 laboratorios? Cada uno de ellos con su organización administrativa, con sus empleados, sus edificios, sus trámites…..

Juan de Mariana sobre el abuso de los impuestos y el envilecimiento de la moneda

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico y Social de UCEMA vemos a Juan de Mariana sobre la moneda, “Tratado y discurso sobre la moneda de vellón (1609)”. Algunos párrafos sobre el poder de cobrar impuestos y el envilecimiento de la moneda:

Juan de Mariana

“Digo pues que es doctrina muy llana, saludable y cierta que no se pueden poner nuevos pechos (impuestos) sin la voluntad de los que representan el pueblo. Esto se prueba por lo que acabamos de decir, que si el rey no es señor do los bienes particulares, no los podrá tomar todos ni parte de ellos sino por voluntad de cuyos son. Item, si, como dicen los juristas, ninguna cosa puede el rey en perjuicio del pueblo sin su beneplácito, ni les podrá tomar parte de sus bienes sin él, como se hace por via de los pechos. Demás que ni el oficio de capitán general ni de gobernador le da esta autoridad, sino que pues de la república tiene aquellos cargos, como al principio señaló el costeamiento y rentas que le parecieron bastantes para ejercellos; así, si quiere que se las aumenten, será necesario que haga recurso al que se las dio al principio.

“El rey no puede bajar la moneda de peso ó de ley sin la voluntad del pueblo Dos cosas son aquí ciertas: la primera, que el rey puede mudar la moneda cuanto á la forma y cuños, con tal que no la empeore de como antes corria, y asi entiendo yo la opinión de los juristas que dice puede el príncipe mudar la moneda. Las casas de la moneda son del rey, y en ellas tiene libre administración, y en el capítulo Regalía, entre los otros provechos del rey, se cuenta la moneda; por lo cual, como sea sin daño de sus vasallos, podrá dar la traza que por bien tuviere. La segunda, que si aprieta alguna necesidad como de guerra ó cerco, la podrá por su voluntad abajar con dos condiciones; la una que sea por poco tiempo, cuanto durare el aprieto; la segunda, que pasado el tal aprieto, restituya los daños á los interesados. Hallábase el emperador Federico sobre Faenza un invierno; alargóse mucho el cerco, faltóle el dinero para pagar y socorrer la gente, mandó labrar moneda de cuero, de una parte su rostro, y por revés las águilas del imperio; valia cada una un escudo de oro. Claro está que para hacerlo no pudo juntar ni juntó la dieta del imperio, sino por su voluntad se ejecutó; y él cumplió enteramente, que trocó á su tiempo todas aquellas monedas en otras de oro. En Francia se sabe hubo tiempo en que se labró moneda de cuero con un clavito de plata en medio; y aun el año de 1571, en un cerco que se tuvo sobre León de Holanda, se labró moneda de papel. Refiérelo Budellio en el lib. I De Monet., cap. 1º, núm. 34. Todo esto es de Colenucio en el lib. IV de la Historia de Napóles. La dificultad es si sin estas modificaciones podrá el príncipe socorrerse con abajar las monedas, ó si será necesario que el pueblo venga en ello. Digo que la opinión común y cierta de juristas con Ostiense, en el título De censib. ex quibus, Inocencio y Panormitano, sobre el cap. 4º De jur. jur., es que para hacerlo es forzosa la aprobación de los interesados. Esto se deduce de lo ya dicho, porque si el príncipe no es señor, sino administrador de los bienes de particulares, ni por este camino ni por otro les podrá tomar parte de sus haciendas, como se hace todas las veces que se baja la moneda, pues les dan por mas lo que vale menos; y si el príncipe no puede echar pechos contra la voluntad de sus vasallos ni hacer estanques de las mercadurías, tampoco podrá hacerlo por este camino, porque todo es uno y todo es quitar á los del pueblo sus bienes por mas que se les disfrace con dar mas valor legal al metal de lo que vale en sí mismo, que son todas invenciones aparentes y doradas, pero que todas van á un mismo paradero, como se verá mas claro adelante. Y es cierto que como á un cuerpo no le pueden sacar sangre, sea á pausas, sea como quisieren, sin que se enflaquezca ó reciba daño, asi el príncipe, por mas que se desvele, no puede sacar hacienda ni interés sin daño de sus vasallos, que donde uno gana, como citan de Platón, forzosamente otro pierde.

¿Hubo recesiones antes de la existencia de los bancos centrales? ¿Fallas del mercado o del estado?

Un argumento que siempre se presenta en la discusión sobre el origen de las crisis económicas, o la teoría del ciclo, es que no se las puede atribuir a la existencia de los bancos centrales ya que también hubo crisis antes que estos existieran.

Un interesante y breve artículo proviene un reciente graduado universitario, John Kennedy, de la Hartford Magnet Trinity College Academy, quien publica un artículo al respecto en Mises Wire, titulado “How Bad Were Recessions before the Fed? Not as Bad as They Are Now”; https://mises.org/wire/how-bad-were-recessions-fed-not-bad-they-are-now

“Con una recesión que se cierne sobre el estadounidense promedio, el grupo culpable es bastante obvio, este grupo son los banqueros centrales de la Reserva Federal, que inflan la oferta de moneda en el sistema, esa moneda es el dólar. Esto es la inflación, la expansión de la oferta monetaria ya sea a través de la imprenta o agregando ceros a la pantalla de una computadora. Ha empeorado tanto que en los últimos veintidós meses se ha impreso el 80 por ciento de todos los dólares estadounidenses existentes, de $4 billones en enero de 2020 a $20 billones en octubre de 2021.

Siempre es así como comienzan las recesiones: la expansión del dinero fácil, la creación de burbujas y el aumento de los precios causado por la devaluación de la oferta monetaria. Pero las recesiones ocurrieron mucho antes del establecimiento de la Fed en 1913.

¿Fueron estas fallas del mercado, como a muchos se les enseña a creer, o fueron todavía culpa de un banco central o de la política del gobierno? ¿Qué tan malas fueron las recesiones antes de la Fed? ¿Rivalizaron con la Gran Depresión o con 2008?”

Y concluye:

“Después del establecimiento de la Reserva Federal en 1914, las recesiones del siglo XX fueron numerosas y más profundas que las recesiones anteriores a la Reserva Federal. Ha habido dieciocho recesiones entre 1918 y 2007. Pronto, se agregará a esta lista una recesión de 2022 o 2023, provocada por una expansión masiva del dinero fácil acompañada de inflación de precios. A pesar de los esfuerzos del presidente Joe Biden para culpar a las corporaciones «codiciosas» y a Vladimir Putin, esta es la Reserva Federal y Washington, DC.”

Si la inflación es multicausal, al gobierno no le van a gustar cuáles son las múltiples causas

El ministro de Economía argentino, y muchos líderes políticos del actual gobierno creen y enfatizan que el problema inflacionario es “multicausal”. En realidad, todos los fenómenos sociales son multicausales, pero ellos lo dicen para desestimar el impacto del déficit fiscal y la emisión monetaria y buscar otras causas de las cuales no sean responsables.

James Dorn publica un artículo en Cato at Liberty titulado “The Menace of Fiscal Inflation”, donde también plantea la multicausalidad, pero seguramente una que no les gustará a nuestros políticos y funcionarios, ya que las “múltiples” causas que destaca son el descalabro fiscal y la emisión para cubrir el gasto.

https://www.cato.org/blog/menace-fiscal-inflation

“Hoy, la inflación ha alcanzado un máximo de 40 años, en respuesta al despilfarro fiscal y la política monetaria acomodaticia. Los pagos directos en efectivo a individuos y empresas en 2020 y 2021, que totalizaron más de $5 billones, junto con el rápido crecimiento del dinero base, bajo el programa de compra de activos a gran escala de la Fed (también conocido como expansión cuantitativa o QE), han combinado con interrupciones en la cadena de suministro global para generar tasas de inflación que están sustancialmente por encima del objetivo a largo plazo de la Reserva Federal del 2 por ciento.

John Cochrane (2022), miembro sénior de la Institución Hoover, presenta un caso convincente de que, aunque la inflación generalmente se puede entender como un fenómeno monetario, sus raíces a menudo se pueden rastrear hasta el dominio fiscal, es decir, a la presión política para usar el banco central para acomodar el gasto deficitario del gobierno. Tanto la monetización de la deuda como las caídas en helicóptero fiscal, o lo que Cochrane llama «inflación fiscal», deben reconocerse.

Este artículo examina las fuentes fiscales y monetarias de la inflación actual y enfatiza la importancia de la rectitud fiscal y el control monetario en la formación de expectativas sobre la inflación futura. Sin instituciones fiscales y monetarias sólidas que sean transparentes, restringidas por el estado de derecho y confiables para el público, persistirá el peligro de una inflación futura.”

Obvio: los ex miembros del partido y funcionarios comunistas alemanes perdieron privilegios y ahora están descontentos

¿Qué pasó con los miembros de los partidos comunistas y los funcionarios del sistema luego de la caída del Muro de Berlín? ¿Y con los que se rebelaban contra el sistema? ¿Están ahora más contentos? La respuesta de una investigación es, tal vez, la que uno diría sin haber estudiado mucho el asunto: los primeros están contentos y los segundos no. Y resulta que también los primeros han aprovechado las oportunidades que le brinda una economía de mercado mientras que los otros más bien lamentan haber perdido los privilegios de la situación anterior.

Estas son las conclusiones de un paper cuyo autores son Max Deter y Martin Lange  de la Bergische Universität, Wuppertal y de ZEW, Mannheim:

Deter, Max; Lange, Martin (2022): “Are the supporters of socialism the losers of capitalism? Conformism in East Germany and transition success”, ZEW Discussion Papers, No. 22-012, ZEW – Leibniz-Zentrum für Europäische Wirtschaftsforschung, Mannheim This Version is available at: http://hdl.handle.net/10419/253392

“La literatura empírica no es concluyente acerca de si la democratización de un país tiene un impacto duradero en los antiguos partidarios o los opositores del régimen pasado. Con datos a nivel individual recientemente disponibles de antiguos residentes de la República Democrática Alemana (RDA) socialista, analizamos cómo se desempeñaron los partidarios y los opositores del sistema socialista dentro de la democracia basada en el mercado después de la reunificación. Los manifestantes, aquellos que ayudaron a derrocar al régimen socialista en la Revolución Pacífica, muestran una mayor satisfacción con la vida y mejores resultados en el mercado laboral en el nuevo sistema político-económico. Los ex miembros del partido socialista en el poder y los empleados en los sectores supervisados ​​por el estado se vuelven sustancialmente menos satisfechos. Estos resultados no parecen estar impulsados ​​por reacciones diferenciales en el período posterior a la transición, sino más bien por la eliminación de prácticas discriminatorias en la RDA. Resultados adicionales indican que el conformismo en la RDA también explica las preferencias políticas durante las casi tres décadas posteriores a la reunificación de Alemania.”

Durísima crítica a las políticas restrictivas impuestas en la pandemia y el rol de los economistas

Durísima crítica a las políticas restrictivas implementadas por los gobiernos ante la pandemia del COVID y el rol que cumplieron los economistas. El artículo es parte de la Discussion Paper Series del Institute of Labor Economics (IZA), IZA DP No. 15294. Los autores son Gigi Foster, de la University of New South Wales y Paul Frijters LSE, MBS College Saudi Arabia and IZA. Se titula “Hiding the Elephant:  The Tragedy of COVID Policy and Its Economist Apologists”: https://docs.iza.org/dp15294.pdf

Se refiere principalmente a Australia, pero con referencia al resto del mundo. Así comienzan sus conclusiones:

“En este documento, hemos documentado cómo los bloqueos promulgados en Australia y en otros lugares fueron una respuesta política desproporcionada y en gran medida ineficaz al COVID-19. Estas políticas iban en contra de los consejos contenidos explícita e implícitamente en los libros de texto, modelos, códigos de ética y consenso científico predominantes de las décadas anteriores, posiblemente violando los códigos de Nuremberg que exigen una visión razonada de que la cura no es peor que la enfermedad. Hemos documentado cómo, al principio, algunos de los principales economistas de las burocracias estatales y la academia en varios países ya habían calculado que el daño esperado de las políticas superaría con creces cualquier estimación razonable de lo que podría evitarse con los bloqueos, con este consejo a menudo enterrado por gobiernos o, como mínimo, ignorados.”

 

 

Es tiempo de socialismo: Don Broudreaux comenta, y critica, el último libro de Pikkety

Thomas Pikkety es la estrella en el firmamento académico económico marxista. Su libro Capital en el Siglo XXI fue aclamado por muchos, pero tal vez no leído por todos ellos. Ahora publca un libro con sus artículos para el diario Le Monde (esto quiere decir que hay un interés en difundir las ideas…, y también que éstas sean rentables?, lo cual sería paradójico). El libro se llama Time for Socialism y es comentado por Donald Bourdreaux, profesor de economía en la Universidad de George Mason.

Interesantes sus comentarios, entre los que vemos:

“En el universo de Piketty, las herramientas, las empresas y los procesos económicos que son necesarios para la prosperidad moderna simplemente se materializan, como de la nada. Sobre la formación y operación de los bienes y servicios de capital el lector no obtiene información más allá del supuesto hecho de que, por encima de cierto nivel, la riqueza —es decir, el valor del capital— “tiende a crecer mecánicamente”.3 Una implicación de esta misteriosa realidad es que, debido a que el valor del capital depende del valor de lo que produce, la producción total generada por el capital también tiende a crecer mecánicamente. En el universo de Piketty, entonces, los bienes y servicios de capital no son causados ​​ni afectados por el espíritu empresarial, la asunción de riesgos y las elecciones de inversión privada de los individuos. Las instituciones económicas y sociales, por lo tanto, casi no tienen impacto en la creación de riqueza. Lo mismo ocurre con las políticas económicas y fiscales. La investigación de Adam Smith de 1776 sobre cómo las instituciones y las normas causan la riqueza de las naciones4 —la investigación de Smith sobre cómo las diferentes instituciones y normas causan las diferencias en la riqueza de las naciones— debe ser para Piketty un proyecto totalmente estéril e inexplicable.”

https://www.econlib.org/library/columns/y2022/boudreauxpikettysocialism.html

El socialismo ha fracasado en cada ocasión que tuvo: ¿por qué hay todavía quienes lo buscan?

Cuando los alumnos de las materias sobre historia del pensamiento leen a Marx, Lenin o Trotsky, se preguntan en todos los casos, porqué es que estas ideas siguen teniendo atractivo para algunos. En una interesante entrevista, Marian Tupy trata el tema con Kristian Niemetz, donde abordan todos los aspectos de la historia del socialismo, su implementación y su fracaso. https://www.humanprogress.org/dr-kristian-niemietz-the-human-progress-podcast-ep-26-transcript/

Entre otras muchas cosas que comentan:

“Entonces, ¿cuál fue el período de comprensión de que el socialismo no iba a ser la ola del futuro?

Kristian Niemietz: Desafortunadamente, nunca hubo una comprensión generalizada de eso. Hubo una comprensión en algún momento de la guerra fría de que el socialismo del Bloque del Este no era el camino a seguir. Pero para entonces, los socialistas occidentales ya se habían distanciado con bastante éxito de eso, pero en los años 60, el socialismo soviético del bloque oriental ya estaba muy en sí mismo, había pasado de moda. Ese fue el apogeo del tercermundismo donde idealizaron los regímenes en China, Vietnam y Cuba, en lugar de decir que la Unión Soviética es la estrella de carga del futuro. Cuándo exactamente había sucedido eso. Y sí… no sé, difiere un poco de un lugar a otro. Había… En los años 50, creo que todavía había economistas occidentales que pensaban que la economía soviética… De hecho, le estaba yendo muy bien, se estaba poniendo al día con Occidente, y eventualmente se pondrían al día por completo. De alguna manera había pasado de moda porque la gente se había dado cuenta de que era malo en otros aspectos. Y por la represión y todo eso. Pero creo que la economía como tal todavía tenía una reputación bastante alta… Una reputación bastante buena.

Kristian Niemietz: Lo que debe haber cambiado es que dondequiera que haya una economía como esa, la gente huía, ese era el gran problema. Entonces, el mundo de Berlín no se trataba solo de… No es que todos disfrutaran de la mayor libertad que tenía en Alemania Occidental, aunque eso fue un factor. Pero hubo gente que escapó hasta 1961, muchos de ellos, me imagino que eran bastante apolíticos. No necesariamente les importaba mucho si podían leer docenas de periódicos o si solo podían consumir información controlada por el estado, pero era más, claramente tenían un nivel de vida materialmente más alto en Occidente. Y no quiero descartar que no hay absolutamente nada de malo en valorar un mejor nivel de vida.”

Un poco de sensatez: alguien que piensa que para reducir la informalidad hay que bajar el gasto y los impuestos

Tenemos muchos lazos con Italia y también muchas cosas en común. Entre otras, elevado gasto público, endeudamiento y economía informal. Maria Ferrara, Elisabetta Marzano y Monica Varlese de la Universidad de Nápoles, publican un artículo titulado “Fiscal Consolidation Plans with Underground Economy”, en el cual señalan un camino que parece interesante. Al menos alguien que dice que en vez de introducir más controles, lo que hay que hacer es bajar el gasto y los impuestos. Esto dicen:

“La literatura sobre consolidación fiscal a menudo pasa por alto que hay economías con un sector clandestino considerable y que la mayor parte del tiempo se contabiliza en las estadísticas del PIB. Esto produce efectos no despreciables sobre los multiplicadores fiscales. Este documento explora un plan de consolidación fiscal que también exige una reducción del tamaño del sector subterráneo. El análisis se refiere a la economía italiana que, entre los países europeos, es la segunda en mayor deuda pública y tiene una de las mayores dimensiones de evasión fiscal. Los resultados muestran que es posible reducir tanto la deuda pública como la evasión fiscal mediante un recorte temporal del gasto público asociado a una reducción permanente de las tasas impositivas. En este contexto opera una reasignación de recursos del sector subterráneo al mercado.

CESifo Working Papers: https://econpapers.repec.org/scripts/redir.pf?u=https%3A%2F%2Fwww.cesifo.org%2FDocDL%2Fcesifo1_wp9622.pdf;h=repec:ces:ceswps:_9622

Walter Eucken: padre del ordoliberalismo, en la primera reunión de la Mont Pelerin Society

Walter Eucken es considerado uno de los padres fundadores del “ordoliberalismo”. También fue miembro fundador de la Mont Pelerin Society. Stefan Kolev y Karen Horn publican un artículo donde presentan y traducen la presentación original de Eucken en la primera reunión de la MPS. El artículo:

Kolev, Stefan; Horn, Karen (2022) : Walter Eucken on competitive order at the founding meeting of the Mont Pèlerin Society 1947, Freiburger Diskussionspapiere zur Ordnungsökonomik, No. 22/03, Albert-Ludwigs-Universität Freiburg, Institut für Allgemeine Wirtschaftsforschung, Abteilung für Wirtschaftspolitik und Ordnungsökonomik, Freiburg i. Br.

Disponible en: http://hdl.handle.net/10419/251522

Su presentación:

“Este artículo proporciona, después de una introducción contextualizadora, la primera traducción de la presentación de Walter Eucken durante la primera sesión de la reunión de fundación de la Sociedad Mont Pèlerin, del 1 al 10 de abril de 1947. Eucken fue el único académico radicado en Alemania que asistió a la conferencia y ya tomó parte activa en su preparación, especialmente a través de su extenso intercambio con Friedrich A. Hayek y Wilhelm Röpke. Si bien Eucken participó en varias sesiones posteriores, su intervención en la sesión “’Libre’ empresa y orden competitivo” es de particular interés con respecto a la economía política de la Escuela de Friburgo. Revela fuertes paralelismos con el programa de investigación contemporáneo de Hayek y la Escuela del “Old Chicago”.”