¿La guerra reactiva la economía? Desde que invadió Crimea, Rusia ha perdido 1,4 millones de pymes

Keynes era pacifista, pero algunos keynesianos han seguido una deducción lógica de ese razonamiento: la guerra puede reactivar la economía. En fin, si consideramos cómo quedó Alemania después de la Segunda Guerra parece claro que hubo más destrucción que progreso (después de la guerra recuperó su nivel con reformas de mercado impulsadas por Ludwig Erhard). Ahora, el impacto de la invasión rusa a Ucrania parece mostrar un alto costo. Lo analizan en este paper: “THE ECONOMIC COSTS OF THE RUSSIA-UKRAINE WAR:  A SYNTHETIC CONTROL STUDY OF (LOST) ENTREPRENEURSHIP, por D. Audretsch, Indiana University; P. P. Momtaz, University of California, Los Angeles (UCLA), H. Motuzenko, Goethe University Frankfurt, y S. Vismara, University of Bergamo: https://arxiv.org/ftp/arxiv/papers/2303/2303.02773.pdf

“¿La guerra es buena para la economía? Una sabiduría convencional profundamente arraigada sugiere la afirmación: “Uno de los mitos más perdurables en la sociedad occidental es que las guerras son de alguna manera buenas para la economía” (Thought Co., 2018) y, de manera similar, “[u]na de las creencias perdurables de tiempos modernos es que la guerra y su gasto militar asociado ha creado resultados económicos positivos” (Institute for Economics & Peace, 2011). Por el contrario, la evidencia empírica de los costos económicos del conflicto en términos del PIB per cápita sugiere un efecto negativo. El estudio entre países de Costalli et al. (2017) estima que la guerra reduce el PIB en promedio un 17,5%. Los estudios existentes atribuyen el efecto negativo de la guerra sobre el PIB a las perturbaciones del comercio, las suspensiones de la inversión privada, las pérdidas de capital humano, la destrucción del capital físico, el retroceso tecnológico, la inestabilidad política y la incertidumbre general (Abadie y Gardeazabal, 2003; Alesina y Perotti, 1996; Barro, 1991; Glick y Taylor, 2010). Esta literatura ha evocado críticas de que el enfoque en el PIB como una variable de estado no es completamente informativo sobre las consecuencias a largo plazo de los conflictos para la dinámica económica, como la actividad empresarial. Por ejemplo, en su estudio seminal sobre los costos económicos del conflicto, Abadie y Gardeazabal (2003, p. 113) discuten que “los empresarios […] han sido objetivos específicos de la violencia y la extorsión […] Sin embargo, se ha llevado a cabo poca investigación evaluar los efectos económicos”. De hecho, muy pocos estudios hasta ahora han abordado explícitamente el impacto del conflicto en el espíritu empresarial.”

Y respecto a la actual:

“Este estudio de control sintético cuantifica los costos económicos de la guerra ruso-ucraniana en términos de actividad empresarial perdida en ambos países desde la invasión de Crimea en 2014. En relación con su contrafactual sintético, el número de trabajadores por cuenta propia de Ucrania se redujo en 675 000, lo que corresponde a pérdida relativa del 20%. El número de pymes ucranianas se redujo temporalmente en 71 000 (14 %) y se recuperó en los cinco años posteriores al conflicto. Por el contrario, Rusia había perdido más de 1,4 millones de pymes (42 %) cinco años después del conflicto. La desaparición de las pymes rusas se debe tanto a la creación de menos empresas nuevas como a la mayor cantidad de cierres de empresas existentes.”