Mokyr discute a Dreidre McCloskey: según aquél, su explicación no considera el mercado de las ideas

Es interesante cuando pesos pesados confrontan en el mundo de las ideas. Dreidre McCloskey y Art Carden han publicado un libro, continuando con la tarea de esta autora para explicar el progreso de Occidente en base a los valores morales que llegaron a predominar allí, en particular en relación a la actividad comercial y productiva: Deirdre N. McCloskey and Art Carden. Leave Me Alone and I’ll Make You Rich: How the Bourgeois Deal Enriched the World. Chicago: University of Chicago Press, 2020. 232 pp. $25.00 (hardback), ISBN: 9780226739663.

Pero es interesante cuando otro autor, en este caso Joel Mokyr, quien también ha escrito sobre el tema, poniendo más énfasis en la cultura y la innovación tecnológica, tal como hiciera en su libro A Culture of Growth: The Origins of the Modern Economy, comenta el libro de los primeros: https://eh.net/book_reviews/leave-me-alone-and-ill-make-you-rich-how-the-bourgeois-deal-enriched-the-world/

Allí, y presentando los párrafos donde hay polémica y no aquellos en los que destaca el trabajo de los autores, dice Mokyr:

“Este libro presenta un sólido argumento a favor de la historia de las ideas. La idea de una actividad económica sin trabas, tal como la expresaron con tanta fuerza Locke y sus seguidores (sobre todo, por supuesto, Adam Smith), es el “motor” que impulsó las economías de Occidente hacia el Gran Enriquecimiento. Sin embargo, hay algo extraño en el argumento tal como se presenta aquí: mientras que los autores, como todos los escritores liberales, están firmemente comprometidos con la sabiduría y el poder del mercado, y aunque este libro presenta un caso sólido a favor de la importancia histórica de las ideas, no lo hace. No considera el mercado de las ideas. Hay poco aquí que explique cómo la idea de la libertad y los mercados sin restricciones realmente se impuso. Después de todo, como señala el libro, hubo una poderosa resistencia desde muchos rincones, y la victoria del liberalismo no estaba asegurada de ninguna manera. Fue impulsado, dicen, por revoluciones exitosas (en los Países Bajos del siglo XVI y en la Inglaterra del siglo XVII), la imprenta y la reforma. Si esto no hubiera ocurrido, es posible que no se hubiera producido el Enriquecimiento. Europa no fue mejor, fue afortunada. Pero las ideas no solo prenden por sus beneficios futuros: tienen que ser debatidas y vendidas en un mercado de ideas, en el que sus proponentes persuaden a su audiencia en base a la evidencia, la lógica o la ética de la idea. Sin embargo, sorprendentemente, el mercado de las ideas no aparece en un libro dedicado al elogio de los mercados y el poder de las ideas. De hecho, se podría argumentar que, en su versión, el éxito del liberalismo se debió precisamente a lo que sucedió en el mercado de las ideas. Intelectuales desde Locke y Smith persuadieron a la gente de ideas que conducían al crecimiento económico.”

El mercado de las ideas en China: ideas y liderazgo en la transición hacia una democracia liberal

Weiying Zhang es profesor de Economía en la Escuela Nacional de Desarrollo, Universidad de Beijing, China. Escribe un artículo en el Cato Journal titulado “El poder de las ideas y el liderazgo en la transición china hacia una sociedad liberal”: http://object.cato.org/sites/cato.org/files/serials/files/cato-journal/2015/2/cj-v35n1-1.pdf

Algunas de sus conclusiones:

“En este artículo sostengo que las ideas y el liderazgo cumplen un papel fundamental en los cambios institucionales. En particular, propongo un marco bi-dimensional de ideas y liderazgo para analizar la transición económica y política china hacia una sociedad liberal. He demostrado (en el artículo), que el mayor progreso en China tuvo lugar durante los primeros 25 años cuando las ideas eran correctas y el liderazgo fuerte bajo Deng Xiaoping y Jian Zemin. En contraste, la reforma se frenó e incluso tuvo retrocesos bajo el liderazgo de Hu Jintao y Wen Jiabao debido a que tenían ideas erróneas. El futuro de la reforma china dependerá de la clase de ideas y liderazgo de sus nuevos líderes, particularmente el Secretario General Xi Jinping. Para tener éxito en una transición pacífica a una sociedad liberal, China debe deshacerse de las ideas equivocadas. La burocratización de los políticos es un gran obstáculo para la producción de líderes de alta calidad. El futuro de la transición china es, por lo tanto, incierto y difícil de predecir.

¿Puede China decirle adiós a la revolución? La respuesta a esa pregunta dependerá de la suerte. Si China tiene buena suerte, la reforma nos traerá un gobierno constitucional y democracia. SI la suerte es pobre, entonces China puede tener otra revolución, y nadie sabe cuáles pueden ser sus consecuencias.

La cuestión que aún no he discutido es: ¿de dónde vienen las ideas nuevas y correctas? Una respuesta es crear un mercado de ideas. Es la libre competencia en el mercado académico y el debate de opiniones, creencias e ideologías diferentes lo que produce ideas nuevas y correctas. No digo que las ideas correctas necesariamente van a ganar la competencia en el mercado de las ideas. Pero si queremos producir las ideas correctas y dejar de lado las malas, el mercado de las ideas puede ser el único mecanismo confiable.

El mercado de las ideas en China está subdesarrollado y muy restringido debido al monopolio de las ideologías comunistas. No obstante, los académicos y economistas chinos han cumplido un papel importante en la producción de nuevas ideas para el movimiento reformista. Esto fue particularmente cierto durante los primeros 25 años de la reforma. El ‘debate sobre el criterio de verdad’, y el ‘movimiento para la liberación del pensamiento’ son bien conocidos por sus contribuciones destacadas al comienzo de las reformas de Deng. En los años 1980s y 1990s casi todos los programas de reformas se discutieron en la academia antes de que se convirtieran en políticas oficiales. El proceso básico funciona de esta forma: primero, unos pocos investigadores proponen una nueva idea de reforma que provoca un acalorado debate; luego es aceptado con modificaciones por los líderes reformistas; y finalmente pasa a formar parte de la política y la ley. Sin un acalorado debate académico la ‘economía socialista de productos’ no hubiera sido incluida en el comunicado del Tercer Pleno del 12 Congreso Nacional del Partido Comunista Chino en 1984; las empresas privadas no hubieran sido legalizadas por las reformas constitucionales de 1988; la ‘economía socialista de mercado’ no hubiera sido reconocida como el objetivo de las reformas por el 14 Congreso del PCC en 1992; y el ‘gobierno por la ley’ no hubiera sido reemplazo por el ‘imperio de la ley’ en el 15 Congreso de 1998.”

Ronald Coase tuvo razón al sostener que el libre mercado de ideas es crucial para una transición pacífica en China. El Tercer Pleno de 18 Congreso Nacional del PCC produjo un camino de reformas para la década siguiente. Las ideas clase son dejar ‘que el mercado juegue un rol decisivo en la asignación de recursos’ y proveer por la ‘modernización de la estructura de gobernabilidad’. Sin embargo, si la gente no puede discutir libremente cómo reformar el sistema político, entonces será imposible desarrollar las ideas correctas para seguir ese camino. Por ello, hay razones para preocuparse del creciente férreo control de la libertad académica, la falta de publicaciones y de libertad de prensa.”