Los líderes mundiales se fijaron 169 objetivos de Desarrollo Sostenible: a mitad de camino, lejos de alcanzarlos

No tenemos, por suerte, un Estado global. Imaginemos lo que eso sería. Esto significa que para considerar los problemas globales y buscar solucionarlos ha de llegarse a algún tipo de acuerdo o consenso entre todos los habitantes del planeta, pero como eso es muy difícil sino imposible de alcanzar, tal vez tengan que asumir ese papel los algo más de doscientos gobiernos que hay en el mundo.

Pero siendo los gobiernos y la política como son, cuando se plantean resolver problemas, se plantean muchos más de los que acaso pueden considerar y menos aún resolver. Lo tratan Bjorn Lömborg y Jordan Peterson en este artículo:  “A world of difference: instead of climate change, let’s tackle poverty and poor education”: https://archive.ph/XIb0R#selection-171.0-171.89

“Las vacaciones de fin de año son el tiempo tradicional para reflexionar sobre las consecuencias de nuestro comportamiento pasado, así como para considerar el bien que queremos lograr en los próximos 12 meses. Cuando establecemos resoluciones, por ejemplo, nos esforzamos por determinar cómo podemos hacerlo mejor en nuestras propias vidas. Quizás sea también una ocasión para contemplar cómo podemos lograr esa mejora a mayor escala.

En 2015, los líderes mundiales intentaron abordar los principales problemas que enfrenta la humanidad mediante el establecimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una compilación de 169 objetivos que deben alcanzarse para 2030. Todas las actividades admirables imaginables, en algún sentido real, se incluyeron en la lista: erradicar la pobreza y la enfermedad. ; detener la guerra; proteger la biodiversidad; mejorar la educación; y, por supuesto, mejorar el cambio climático.

En 2023, estamos en el punto medio, dado el horizonte de tiempo 2016-2030, pero estaremos lejos de alcanzar nuestros objetivos putativos. Dadas las tendencias actuales, las alcanzaremos medio siglo tarde (y esa estimación no tiene en cuenta la interrupción de Covid). ¿Cuál es la causa principal de nuestro fracaso? Nuestra incapacidad para priorizar. Hay poca diferencia entre tener 169 goles y no tener ninguno. Eso es simplemente demasiadas direcciones para viajar simultáneamente, demasiados proyectos para rastrear; demasiado fraccionamiento de la atención; demasiados electores, todos pidiendo recursos adicionales. Los objetivos de clara importancia fundamental (reducir la mortalidad infantil, garantizar la provisión de educación básica) se ponen en pie de igualdad con objetivos bien intencionados pero comparativamente triviales, como impulsar el reciclaje y promover estilos de vida en armonía con la naturaleza.”