Para los que proponen planificar: el 91,5% de los proyectos supera el gasto presupuestado, 1% se completa a tiempo

Si hemos considerado aquí la cuestión de la factibilidad de la planificación económica con la llegada de la IA y concluido que no cambia sus perspectivas, otra forma de enfocar el mismo tema se refiere al manejo de la obra pública, o de grandes proyectos en general. Una conocida consultora de negocios PWC, publica en Strategy+Business un artículo al respecto titulado “Why do large projects go over budget?”, por Daniel Akst: https://www.strategy-business.com/article/Why-do-large-projects-go-over-budget

El 91,5% de todos los proyectos finalmente sobrepasa el costo presupuestado en un 62%. ¿Y con ese antecedente quieren planificar la economía? El autor comenta el libro “ How Big Things Get Done: The Surprising Factors That Determine the Fate of Every Project, from Home Renovations to Space Exploration and Everything In Between”, de Bent Flyvbjerg y Dan Gardner, Currency, 2023:

“El mensaje central del libro es doble. Primero, por una variedad de razones políticas y psicológicas, la humanidad hoy en día es muy mala para las empresas gigantes. Aunque es muy probable que algunos tipos de proyectos salgan mal, y algunos lugares parecen tener más dificultades para construirlos que otros, el problema es, de hecho, global y afecta tanto a la infraestructura digital como a puentes, túneles, subterráneos, aeropuertos y edificios. En segundo lugar, es imperativo mejorar en este difícil ámbito. Despilfarrar una fortuna en iniciativas complejas que en muchos casos no logran los beneficios prometidos es malo para el bienestar humano, por no hablar de las carreras de quienes las lideran. Abordar el cambio climático requerirá que encontremos la manera de llevar a cabo proyectos a gran escala a precios razonables con buenos resultados.

No será fácil. Flyvbjerg ha reunido lo que probablemente sea la principal base de datos del mundo sobre el tema, que contiene más de 16 000 proyectos de más de 20 campos diferentes en 136 países desde 1910, desde juegos olímpicos hasta plantas de energía nuclear, incluso el telescopio espacial James Webb de la NASA, que fue 450% por encima del presupuesto. Encuentra que un asombroso 91,5% de los proyectos superan el presupuesto, el cronograma o ambos. Peor aún, menos del 1% de los proyectos se completan a tiempo y según lo programado, y en realidad brindan los beneficios prometidos.”

¿Con la Inteligencia Artificial podrá el estado planificar la economía? Otra vez, la respuesta es no.

Una y otra vez, con cada avance de la tecnología informática se vuelve a plantear que ahora sí, con esa tecnología, el Estado podrá planificar la economía. Que no tenerla en el pasado es lo que explica su fracaso. Y otra vez se muestra que no es así, ahora con la llegada de la Inteligencia Artificial. Lo plantea este artículo: Davidson, Sinclair, “The Economic Institutions of Artificial Intelligence” (June 14, 2023). Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4456471  or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4456471

“Este artículo explora el papel de la inteligencia artificial (IA) dentro de las instituciones económicas, centrándose en la racionalidad limitada tal como la entiende Herbert Simon. La inteligencia artificial puede hacer muchas cosas en la economía, como aumentar la productividad, mejorar la innovación, crear nuevos sectores y puestos de trabajo y mejorar el nivel de vida. Una de las formas en que la IA puede alterar la economía es reduciendo el problema de la racionalidad limitada. La IA puede ayudar a superar este problema procesando grandes cantidades de datos, encontrando patrones e información, y haciendo predicciones y recomendaciones. Esta idea plantea la pregunta: ¿puede la IA superar los problemas de planificación? ¿Podría ser que la planificación central sea ahora una opción viable? Este artículo argumenta que la IA no hace que la planificación central sea viable, simplemente porque la IA no puede resolver el problema de la información descrito por Ludwig von Mises y Friedrich Hayek.”

Otra vez el mismo tema: ¿Las nuevas tecnologías permitirán la planificación socialista? Y otra vez, no

Un tema que vuelve una y otra vez: ¿Será que con la tecnología de datos moderna se podrá planificar la economía como no se pudo en todo el siglo XX? Estos autores dicen que no en un artículo publicado en el Journal of Economic Behavior & Organization; Volume 205, January 2023, Pages 44-54: “On the feasibility of technosocialism”, por Peter J. Boettke y Rosolino A. Candela de George Mason University: https://doi.org/10.1016/j.jebo.2022.10.046

“Los avances tecnológicos asociados con el poder de cómputo y la perspectiva de la inteligencia artificial han renovado el interés sobre la viabilidad económica del socialismo. La cuestión de tal factibilidad gira en torno a si el problema del cálculo económico ha cambiado fundamentalmente. A pesar de la perspectiva de lo que King y Petty (2021) denominan “tecnosocialismo”, argumentamos que los avances tecnológicos en computación no pueden reemplazar el proceso de descubrimiento competitivo que tiene lugar en el contexto del mercado. Lo hacemos situando el caso del tecnosocialismo en el contexto del debate del cálculo socialista. Entendido en estos términos, el tecnosocialismo representa una reafirmación del caso del socialismo de mercado, que enmarcó incorrectamente la “solución” al cálculo económico bajo el socialismo como una de datos informáticos, en lugar del descubrimiento de conocimiento específico del contexto que solo emerge a través del intercambio de datos. derechos de propiedad. Por lo tanto, los argumentos presentados por Ludwig von Mises y F.A. Hayek, y más tarde por Israel Kirzner y Don Lavoie, con respecto a la imposibilidad del cálculo económico bajo el socialismo siguen siendo igualmente relevantes hoy.”

Mises & Hayek sobre el cálculo económico en el socialismo, adelantando su fracaso, ahora confirmado

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca y Economía Institucional de UCEMA, vemos el debate sobre el cálculo económico en el socialismo, que comenzara con escritos de Mises pocos años después de la Revolución Soviética, su libro Socialismo y continuara con otros de Hayek más adelante. El debate fue intenso en su momento, pero ahora ya no queda ni uno sólo de los casos de planificación socialista (China ya no cuenta porque tiene una economía donde los recursos se asignan por medio de precios en los mercados). Si bien no existen ya esas economías planificadas ya que todas fracasaron estrepitosamente (incluyendo a Corea del Norte, el debate se extiende más allá a todo tipo de planificación macroeconómica que el Estado pretenda realizar, incluyendo planes sectoriales, controles de precios y otras medidas. Por esa razón es interesante conocer las contribuciones de estos autores austriacos. ¿Hubo diferencias entre Mises y Hayek al respecto? Como en tantas otras cosas siempre hay quien las plantea, pero veremos un par de artículos de Mises y uno del reconocido profesor Leland Yeager precisamente sobre ese asunto:

Ludwig von Mises (Universidad de Viena, New York University), “El cálculo económico en el socialismo” http://www.hacer.org/pdf/rev10_vonmises.pdf

 

Leland Yeager; Mises and Hayek on calculation and knowledge: https://cdn.mises.org/rae7_2_5_2.pdf

 

Ludwig von Mises; El socialismo: análisis económico y sociológico (UFM-Unión Editorial): https://jeffersonamericas.org/wp-content/uploads/2020/07/Socialismo.pdf

Un economista italiano se fue a estudiar a la Polonia comunista. Cuenta ahora lo que le tocó vivir

No es un artículo, es una entrevista, pero es extraordinaria. Un profesor italiano, quien vivió muchos años en la Polonia comunista, cuenta cómo funcionaba la planificación económica. Se titula “Understanding Socialism from the Outside and from the Inside: an Interview with Alberto Chilosi” por Carnevali, Emilio y Pedersen Ystehede, André de Newcastle Business School: https://mpra.ub.uni-muenchen.de/115461/1/MPRA_paper_115461.pdf

Algunos párrafos:

“El primer problema es que los objetivos del plan eran básicamente los volúmenes de producción, no el nivel de ganancia (donde este último es el valor de la producción menos el valor de los recursos utilizados). Esto creó dos tipos de ineficiencia. Las unidades únicas de producción no tenían interés en utilizar eficientemente los recursos de que disponían ya que básicamente no se contabilizaba su coste, ya que el objetivo era la producción, independientemente del coste de oportunidad de los recursos puestos a disposición. Por lo tanto, los productores estaban interesados ​​en apoderarse de la mayor cantidad posible de activos productivos, independientemente de las necesidades presentes y de su productividad en usos alternativos en otros lugares. Es por eso que las unidades de producción tendían a estar relativamente sobreabastecidas en las “áreas prioritarias” (como la industria pesada y las adquisiciones militares) y relativamente subabastecidas en otros lugares. Además, estaba la cuestión de la calidad y la composición del producto. ¿Cómo medir la cantidad y calidad de lo que se produciría según el plan? Para repetir un argumento estándar, si la producción de clavos se medirá según el peso, la mejor manera de cumplir el plan, en teoría, era la producción de un solo clavo grande.”

“Recuerdo una vez, cuando volvía a Varsovia del extranjero, me sorprendió ver tantos carteles electorales en las paredes. “Vota por el Frente de Unidad Nacional”, dijeron. Entonces pregunté: ¿pero qué otras listas hay en carrera?  “Ninguna”, me respondieron. También fui a ver cómo se estaban llevando a cabo las elecciones. Se llevaron a cabo exactamente como en Occidente, pero con una inversión crucial. En Occidente el voto era secreto y la papeleta era pública. En Polonia, la votación fue pública y la votación fue secreta. Luego, después de que el conteo se hizo muy en secreto, salieron resultados completamente increíbles. Así el secretario del partido había sido elegido con el 99 por ciento de los votos.”

Hay muchos más ejemplos

Otra vez más: ¿sería ahora mejor planificar la economía gracias a las modernas tecnologías? Y otra vez, no

No es la primera vez que traigo este tema: ¿será posible la planificación económica socialista ahora con las tecnologías modernas? Y otro artículo que explica porqué no, en el Journal of Economic Behavior & Organization, Volume 206, February 2023, Pages 172-181. Con el título “Big Data, Quantum Computing, and the Economic Calculation Debate: Will Roasted Cyberpigeons Fly into the Mouths of Comrades?”, por Steven E. Phelan, Michael A. Leven School of Management, Entrepreneurship and Hospitality, Kennesaw State University y Nikolai G.Wenzel, Broadwell College of Business & Economics, Fayetteville State University, https://doi.org/10.1016/j.jebo.2022.10.018

“Los avances en la computación en la nube, el aprendizaje automático y el procesamiento cuántico están comenzando a borrar concepciones de larga data sobre la escasez de información. En este documento, nos preguntamos si eliminar todos los límites en el volumen, la velocidad y la variedad de datos permitirá que el desorden del proceso de mercado sea reemplazado por un sistema más racional de asignación y distribución de recursos que generaría menos desperdicio y más equidad. Concluimos que el acceso ilimitado a la información no resolverá el problema del cálculo económico, como algunos han conjeturado. El proceso de mercado proporciona valiosos beneficios más allá de la simple agregación de información espacial y temporalmente dispersa. Como tal, es poco probable que sea desplazado por formas más centralizadas de organización económica.”

Tecnosocialismo: más sobre si ahora sería posible planificar la economía con computación e Inteligencia Artificial

Más sobre el tema del socialismo, ahora un tema que ya he presentado aquí a través de otros papers: si ha cambiado la viabilidad de la planificación económica con las nuevas tecnologías en computación y la Inteligencia Artificial. El tema lo tratan Boettke, Peter J. y Candela, Rosolino, “On the Feasibility of Technosocialism” (September 15, 2022). Journal of Economic Behavior & Organization, forthcoming. , Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=

“Los avances tecnológicos asociados con el poder de cómputo y la perspectiva de la inteligencia artificial han renovado el interés sobre la viabilidad económica del socialismo. La cuestión de tal factibilidad gira en torno a si el problema del cálculo económico ha cambiado o no de manera fundamental. A pesar de la perspectiva de lo que King y Petty (2021) denominan “tecnosocialismo”, argumentamos que los avances tecnológicos en computación no pueden reemplazar el proceso de descubrimiento competitivo que tiene lugar en el contexto del mercado. Lo hacemos situando el caso del tecnosocialismo en el contexto del debate del cálculo socialista. Entendido en estos términos, el tecnosocialismo representa una reafirmación del caso del socialismo de mercado, que enmarcó incorrectamente la “solución” al cálculo económico bajo el socialismo como una de datos informáticos, en lugar del descubrimiento de conocimiento específico del contexto que solo emerge a través del intercambio de datos. derechos de propiedad. Por lo tanto, los argumentos presentados por Ludwig von Mises y F.A. Hayek, y más tarde por Israel Kirzner y Don Lavoie, con respecto a la imposibilidad del cálculo económico bajo el socialismo siguen siendo igualmente relevantes hoy.”

La planificación económica en el socialismo: Lenin y Mises y el problema del cálculo económico

Con los alumnos de la UBA Económicas, Historia del Pensamiento Económico I, vemos a Lenin sobre la planificación económica en el socialismo en un artículo de 1919 titulado “La política y la economía en la dictadura del proletariado”, y luego un artículo de Mises de un año después sobre la planificación y el cálculo económico en el socialismo.

Dice Lenin:
El trabajo está mancomunado en Rusia a la manera comunista por cuanto, primero, está abolida la propiedad privada sobre los medios de producción y, segundo, porque el Poder proletario del Estado organiza en escala nacional la gran producción en las tierras y empresas estatales, distribuye la mano de obra entre las diferentes ramas de la economía y entre las empresas, distribuye entre los trabajadores inmensas cantidades de artículos de consumo pertenecientes al Estado.

Dice Mises:

Las tentativas de los bolcheviques rusos de hacer del Socialismo algo de la vida real y no un simple programa de partido, no se han enfrentado con el problema del cálculo económico bajo el Socialismo porque las Repúblicas Soviéticas existen en un mundo que crea precios en dinero para todos los medios de producción. Los gobernantes de las Repúblicas Soviéticas basan en esos precios los cálculos de acuerdo a los cuales toman sus decisiones. Si no fuera por esos precios, sus acciones carecerían de objetivos y de planificación. Sólo pueden calcular, llevar libros de contaduría y hacer planes si tienen como referencia ese sistema de precios. Su posición es la misma que la del estado y de las municipalidades socialistas de otros países: no ha surgido aún para ellos el problema del cálculo económico socialista.

Las empresas estatales y municipales calculan en base a los precios de los medios de producción y de bienes de consumo que crea el mercado. Pero sería precipitado deducir que porque existen empresas estatales y municipales, es posible el cálculo económico socialista.

Sabemos que las empresas socialistas de un solo rubro deproducción resultan únicamente porque reciben ayuda de su entorno no socialista. El estado y las municipalidades pueden mantener sus empresas propias porque los impuestos pagados por las empresas capitalistas cubren sus pérdidas. En la misma forma, Rusia ya se habría derrumbado si no hubiera sido apoyada financieramente por los países capitalistas. Pero mucho más importante que esta ayuda material prestada por la economía capitalista a las empresas socialistas es la asistencia mental. Sin las bases para el cálculo que el Capitalismo pone a disposición del Socialismo bajo la forma de precios de mercado, las empresas socialistas no podrían mantenerse, ni siquiera en rubros únicos de producción o en países individuales.

Los escritores socialistas podrán seguir publicando libros acerca de la decadencia del Capitalismo y el advenimiento del milenio socialista; podrán describir los males del Capitalismo en tonos dramáticos y compararlos con tentadores informes de las bendiciones de una sociedad socialista. Sus escritos podrán  seguir impresionando a los insensatos, pero todo eso no cambiará el destino de la idea socialista. El intento de reformar al mundo en tal sentido podría destruir la civilización, pero nunca lograría establecer una comunidad socialista que resultara exitosa.

Hayek sobre el uso del conocimiento en la sociedad, el equilibrio y la planificación

Los alumnos de la materia Instituciones, Derecho y Economía, de ESEADE, leyeron el artículo de Hayek, «El uso del conocimiento en la sociedad». Un artículo famoso, por supuesto, publicado en el American Economic Review y, tal vez, el más citado de este autor y el único que conozcan muchos economistas del mainstream.

Hayek

Curiosamente, muchos que lo leyeron parecen no haber considerado las consecuencias de sus conclusiones.

El artículo de Hayek es un torpedo que explota en la sala de máquinas del modelo de equilibrio general, desarrollado primero por Leon Walras y asumido como un elemento fundacional de la economía moderna bajo la forma del primer teorema de la economía del bienestar.

Este teorema sostiene que el equilibrio competitivo describe una situación donde los recursos se asignan en forma eficiente según el criterio de Pareto.

Hayek afirma en el artículo que el problema a resolver en la ciencia económica no es uno de asignación de recursos que están «dados» sino del uso del conocimiento limitado y disperso. El equilibrio general debe asumir que el conocimiento es perfecto, de otra forma no llegaría a alcanzarse, y esto es imposible. El equilibrio general, para Mises, es un modelo ideal que sirve para entender como la realidad «no es».

La economía del bienestar pasa del análisis positivo al normativo; el equilibrio general «debería alcanzarse» y si el mercado no lo logra es porque falla (externalidades, bienes públicos, etc.), por lo que el gobierno debe intervenir para acercar la situación al óptimo de Pareto.

Pero el conocimiento, no solamente es limitado, sino que esta disperso entre todos los participantes del mercado, cada uno de los cuales tiene tan solo una porción. Además, ese conocimiento describe las condiciones particulares de tiempo y lugar que no se pueden transmitir al «planificador central» y se pierden en todo intento de planificación de la economía. Al mismo tiempo, «el hombre en el lugar» necesita información general para coordinar sus acciones con el resto, la que recibe a través del sistema de precios, que actúa como un gran sistema de telecomunicaciones.

Hayek sostiene que no un problema de planificación o no, sino de quién planifica. En el socialismo es el buró de planificación, en la sociedad libre hay mucha planificación pero descentralizada, ya que cada individuo y empresa planifican aprovechando su conocimiento particular.

Hasta ahí un breve resumen del artículo, del cual se pueden extraer muchas cosas más. Pero veamos algunas interesantes preguntas que plantearon los alumnos:

«¿Cuál es el problema que queremos resolver cuando tratamos de construir un orden económico racional en una sociedad compleja y con grupos con puntos de vista políticamente diferentes?»

Esos puntos de vista políticamente diferentes son uno de los problemas que enfrenta el planificador. Digamos que son las preferencias de los individuos por la provisión de bienes «públicos» (aunque el mercado puede proveer bienes con características de públicos y casi todos los estados terminan proveyendo bienes con características de bienes privados). El planificador tendría que conocer las preferencias de cada uno, en términos de que bienes y en que cantidades. Ejemplo: Prefiero yo mas educación o mas salud? o mas defensa? o mas justicia? Y en todo caso cuanto de cada una? Ni hablar de como definir «educación» (ir a la escuela, tener acceso a Internet, tener un tutor, buenas conversaciones en mi casa, padres que me ensenan).

Y, además, como se expresaría mi preferencia? El principal instrumento que tengo es el voto, pero Public Choice ya nos ha mostrado cuan rudimentario e imperfecto es este instrumento. Cuando voto a un candidato, que quiero decir respecto a mas o menos educacion, de que tipo, con que proveedores, etc. Y deberia agregar toda esa informacion en algo asi como una «funcion de bienestar general». Precisamente es esto lo que algunos economistas han intentado hacer: un fracaso y un ridiculo.

El planificador, si quisiera organizar toda la sociedad, deberia tambien conocer mis preferencias por bienes privados: cuantas manzanas quiero, de que tipo, en que momento, etc. Pues esa informacion no la tiene disponible porque solamente se manifiesta como «preferencia revelada» en el momento en que compro tales manzanas en el mercado. Es decir, sin mercados, no puedo saberlo.

«Debemos, más bien, demostrar cómo se llega a una solución a través de interacciones entre individuos que poseen, cada uno de ellos, un conocimiento parcial. Por otro lado ¿Cómo suponer todo el conocimiento dado a una sola mente, como suponemos que nos es dado a los economistas en tanto que constructores de teorías explicativas? ¿Esto no es suponer el problema resuelto e ignorar todo lo que es realmente importante y significativo en el mundo real?»

Los economistas desarrollan teorias para tratar de explicar la realidad. A diferencia del planificador, compiten entre si, se encuentran en un entorno de mercado. Algunas teorias podran explicar la realidad mejor que otras. No hay una sola mente entre los economistas, hay muchas. Las teorias desarrollan modelos abstractos, simplificaciones de fenomenos complejos, no pueden describir toda la realidad, destacan sus aspectos mas importantes.

Jorge Luis Borges mostraba esto en forma ironica, el mapa perfecto tendria el mismo tamano de la region descripta. Desde esa perspectiva, todo mapa es «imperfecto» (pero al mismo tiempo util, a ninguno nos serviria un mapa de Brasil del tamano del Brasil!)

«¿Sería posible construir una sociedad y economía racional una vez que muchas personas, los estados y las organizaciones están más preocupados por maximizar su bienestar individual que con el colectivo?»

La respuesta a esta pregunta es el aporte mas extraordinario de la economia a las ciencias sociales: el concepto de orden espontaneo, la «mano invisible» de Adam Smith. Cada uno persigue su propio interes, pero se ve guiado a contribuir al bienestar de otros, incluso sin haberselo propuesto. Incluso mas que cuando se proponen contribuir al bienestar general.

La planificación económica: Lenin la sostiene y Mises la critica, el cálculo económico es imposible

Con los alumnos de UCEMA, Historia del Pensamiento Económico y Social, vemos a Lenin sobre la planificación económica en el socialismo en un artículo de 1919 titulado “La política y la economía en la dictadura del proletariado”, y luego un artículo de Mises de un año después sobre la planificación y el cálculo económico en el socialismo.

Dice Lenin:
El trabajo está mancomunado en Rusia a la manera comunista por cuanto, primero, está abolida la propiedad privada sobre los medios de producción y, segundo, porque el Poder proletario del Estado organiza en escala nacional la gran producción en las tierras y empresas estatales, distribuye la mano de obra entre las diferentes ramas de la economía y entre las empresas, distribuye entre los trabajadores inmensas cantidades de artículos de consumo pertenecientes al Estado.

Dice Mises:

Las tentativas de los bolcheviques rusos de hacer del Socialismo algo de la vida real y no un simple programa de partido, no se han enfrentado con el problema del cálculo económico bajo el Socialismo porque las Repúblicas Soviéticas existen en un mundo que crea precios en dinero para todos los medios de producción. Los gobernantes de las Repúblicas Soviéticas basan en esos precios los cálculos de acuerdo a los cuales toman sus decisiones. Si no fuera por esos precios, sus acciones carecerían de objetivos y de planificación. Sólo pueden calcular, llevar libros de contaduría y hacer planes si tienen como referencia ese sistema de precios. Su posición es la misma que la del estado y de las municipalidades socialistas de otros países: no ha surgido aún para ellos el problema del cálculo económico socialista.

Las empresas estatales y municipales calculan en base a los precios de los medios de producción y de bienes de consumo que crea el mercado. Pero sería precipitado deducir que porque existen empresas estatales y municipales, es posible el cálculo económico socialista.

Sabemos que las empresas socialistas de un solo rubro deproducción resultan únicamente porque reciben ayuda de su entorno no socialista. El estado y las municipalidades pueden mantener sus empresas propias porque los impuestos pagados por las empresas capitalistas cubren sus pérdidas. En la misma forma, Rusia ya se habría derrumbado si no hubiera sido apoyada financieramente por los países capitalistas. Pero mucho más importante que esta ayuda material prestada por la economía capitalista a las empresas socialistas es la asistencia mental. Sin las bases para el cálculo que el Capitalismo pone a disposición del Socialismo bajo la forma de precios de mercado, las empresas socialistas no podrían mantenerse, ni siquiera en rubros únicos de producción o en países individuales.

Los escritores socialistas podrán seguir publicando libros acerca de la decadencia del Capitalismo y el advenimiento del milenio socialista; podrán describir los males del Capitalismo en tonos dramáticos y compararlos con tentadores informes de las bendiciones de una sociedad socialista. Sus escritos podrán  seguir impresionando a los insensatos, pero todo eso no cambiará el destino de la idea socialista. El intento de reformar al mundo en tal sentido podría destruir la civilización, pero nunca lograría establecer una comunidad socialista que resultara exitosa.