Entrevista en el diario La Prensa, de Buenos Aires: http://www.laprensa.com.ar/458302-Leo-teorias-sobre-si-pueden-existir-sociedades-sin-Estado.note.aspx
NUESTROS ECONOMISTAS, EN LA INTIMIDAD. Martín Krause aboga por un aparato público reducido. Vuelve siempre a las obras de Jorge Luis Borges. No pudo terminar «El Capital», de Marx. El rugby, una pasión.
1 – ¿Qué libros de economía está leyendo ahora? ¿Suele leer varios libros a la vez?
-Estoy leyendo papers de economía, no libros. En particular, de tres áreas específicas que son la teoría de los juegos, la economía experimental y la sicología evolutiva. Aún más específico, estoy leyendo las últimas contribuciones en estas áreas relacionadas con la provisión voluntaria de bienes públicos, la cooperación y la posibilidad de que se puedan alcanzar órdenes espontáneos sostenibles en el tiempo. Para ponerlos en términos más «agresivos», estoy leyendo si la más moderna teoría sostiene la idea de que puedan existir sociedades u órdenes sociales voluntarios, sin coacción, es decir, sin estados. En cuanto a libros, leo y vuelvo a leer a Borges, sus libros, sus entrevistas y otros libros sobre él y su obra. Y cada tanto intercalo algún otro autor.
2 – ¿Qué autor nuevo o clásico descubrió últimamente? ¿Por qué motivos lo atrapó?
-Leda Cosmides y John Tooby, un matrimonio que dirige el Center for Evolutionary Psychology en California, quienes han generado un área nueva en las ciencias sociales que, creo, va a revolucionar nuestra ciencia. Sus investigaciones se relacionan, en parte, con la economía de la conducta, por la que recibiera el último premio Nobel Richard Thaler, pero van mucho más allá explicando muchos de esos casos en las conductas como resultados de largos procesos evolutivos.
3 – ¿Podría mencionar un economista de cualquier época que considere injustamente olvidado?
-Eugen von Böhm-Bawerk, austríaco, no solamente fue un gran teórico, que desarmó la teoría del valor-trabajo de Marx y la plusvalía, sentó las bases de la teoría del capital. También fue ministro de Economía del entonces Imperio Austro-Húngaro, uno de los países más libres del momento (fines del siglo XIX).
4 – ¿Algún economista contemporáneo o clásico que le parezca sobreestimado, o que no haya estado a la altura de sus expectativas?
-Joseph Stiglitz. Se dedicó a investigar temas relacionados con la economía de la información pero partiendo de conclusiones erróneas. Nótese que digo que parte de «conclusiones» porque es obvio adónde quiere llegar, a tratar de mostrar que los mercados «fracasan» en la provisión de información, que ésta es un bien público y que el Estado debe cumplir un rol activo para proveerla. Toda ciencia que parte de las conclusiones a las que se quiere llegar no es ciencia sino que es ideología. Otro premio Nobel antes que él, Friedrich A. Hayek ya había mostrado que los mercados son como enormes sistemas de generación y uso del conocimiento y, al contrario, las intervenciones estatales modifican e interfieren las señales.
5 – ¿Hay alguna página web o blog sobre economía que frecuente?
-Bueno, la propia porque la utilizo mucho para las clases que dicto: www.bazar.ufm.edu.
6 – Fuera de la economía, ¿qué le gusta leer para relajarse? ¿Lee ficción o sólo ensayos?
-Como dije antes, Borges y más Borges.
7 – ¿Recuerda uno o más libros consagrados que se le resistieran y no haya podido terminar de leer?
-El Capital, de Marx. Hay pocos tan aburridos.
8 – ¿Qué otro economista de cualquier época le hubiera gustado ser, ya sea por su obra o por su vida? ¿Lee biografías de economistas?
-Alguno de los clásicos, como Adam Smith o John Stuart Mill, porque dominaban profundamente varias ciencias sociales: economía, filosofía política, historia, ética.
9 – ¿Admira a alguno de sus colegas? ¿Con quien le gustaría compartir el gabinete en el Ministerio de Economía?
-Nunca quisiera estar en el Ministerio de Economía. Es más, creo que un tal ministerio no debería existir. Solamente el de Hacienda para manejar las cuentas públicas y nada más, nada de ministerios de Producción, o de Agricultura, o de Industria, o de Energía.
10 – ¿Podría recomendar alguna película de economía?
-Serían muy aburridas, pero todas tienen algo de economía porque la economía estudia la acción humana en un entorno de escasez, y siempre vamos a encontrar personajes que de una u otra forma están tomando decisiones «económicas».
11 – ¿Qué mira en Netflix o en el cable? ¿Le gustan las series? ¿Podría recomendar alguna?
-Rugby o series. De rugby, todo lo que se pueda ver. De las series, son mejores las inglesas que las norteamericanas. Tal vez la mejor sea Black Mirror.
12 – ¿Cuándo supo que quería ser economista? ¿Qué autor le marcó su vocación?
-De a poco. Había cursado varias materias en la UBA pero el verdadero interés vino leyendo historia y casos como el del milagro alemán después de la Segunda Guerra, en particular las reformas implementadas por Ludwig Erhard.
13 – ¿A cuál de sus profesores recuerda con especial cariño?
-Horacio Pericoli. Le discutíamos todo, nunca estábamos de acuerdo, pero nos conocíamos del barrio, yo era amigo de su hermano menor, con quien jugaba al rugby, y podíamos tener una muy buena relación.
14 – ¿Cual cree que es el economista más influyente hoy en día a nivel local o internacional? ¿Tiene usted algún «héroe» en este oficio?
-No. No veo que haya uno que me parezca deslumbrante y por encima de todos los demás.
15-Si no fuera economista, ¿de qué le gustaría trabajar?
-De front man en un grupo de rock.