Un análisis de la formación y evolución del pensamiento de Milton Friedman. El camino al monetarismo

Es un comentario a un libro sobre el tema MILTON FRIEDMAN AND THE ROAD TO MONETARISM: A REVIEW ESSAY por George S. Tavlas del Bank of Greece and the Hoover Institution, Stanford University: https://www.bankofgreece.gr/Publications/Paper2022307.pdf

“El objetivo del libro de dos volúmenes de Ed Nelson, Milton Friedman y el debate económico en los Estados Unidos, 1932-1972, es proporcionar una descripción de las opiniones de Friedman en los principales debates de política monetaria durante el período identificado en el título del libro. Nelson cuenta la historia del desarrollo del marco monetario de Friedman, desde sus orígenes keynesianos a principios de la década de 1940, hasta su absorción gradual de factores monetarios a fines de la década de 1940 y, finalmente, hasta su carácter monetarista de la década de 1950 y después, a través de las ventanas de un debate de selección que comprometió a Friedman. Al mismo tiempo, Nelson ubica las contribuciones monetarias de Friedman dentro del contexto de la literatura macroeconómica moderna. En este ensayo, considero cuestiones doctrinales relacionadas con el relato de Nelson sobre el desarrollo del marco monetarista de Friedman.”

Cuando una alumna es, en realidad, una maestra: Flavia Poinsot sobre Hume y la elección racional

Flavia Poinsot es profesora de economía en la Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, y tuve la suerte de tenerla de alumna en la Maestría en Economía y Ciencias Políticas de ESEADE. Le sobran conocimientos y méritos para la tarea de cualquier materia en esa carrera como puede verse en este trabajo que se titula “Una lectura epistemológica de la dicotomía positivo-normativo: De Hume a la teoría de la elección racional”  Flavia G. Poinsot: https://aaep.org.ar/works/works2022/4585.pdf

Presentado ante la Asociación Argentina de Economía Política (AAEP), así comienza:

“La eponimia en economía suele estar presente a lo largo de la historia del pensamiento. El “tenedor de Hume” no es la excepción. Atribuyéndose en libros de textos únicamente a John Neville Keynes, la dicotomía ser-debe ser halla sus raíces en el pensamiento del escocés David Hume quien coloca la piedra angular en una trayectoria representacional que atraviesa el pensamiento de los clásicos hasta ser recogida y explicitada por Keynes padre. Atribuible generalmente al pensamiento ortodoxo, la dicotomía difiere del pensamiento heterodoxo donde se levantan voces discordantes. Sin embargo, la dicotomía logra zanjar las dificultades y asoma su nariz con nueva vestimenta en la teoría de la elección racional. Este trabajo analiza desde el aspecto epistemológico el surgimiento y evolución del “tenedor de Hume” el cual, se esboza, se halla implícito a lo largo del pensamiento económico.”

La formación y evolución del pensamiento de Milton Friedman: el debate económico en Estados Unidos 1932-1972

Un análisis de la formación y evolución del pensamiento de Milton Friedman. Es un comentario a un libro sobre el tema MILTON FRIEDMAN AND THE ROAD TO MONETARISM: A REVIEW ESSAY por   George S. Tavlas del Bank of Greece and the Hoover Institution, Stanford University: https://www.bankofgreece.gr/Publications/Paper2022307.pdf

“El objetivo del libro de dos volúmenes de Ed Nelson, Milton Friedman y el debate económico en los Estados Unidos, 1932-1972, es proporcionar una descripción de las opiniones de Friedman en los principales debates de política monetaria durante el período identificado en el título del libro. Nelson cuenta la historia del desarrollo del marco monetario de Friedman, desde sus orígenes keynesianos a principios de la década de 1940, hasta su absorción gradual de factores monetarios a fines de la década de 1940 y, finalmente, hasta su carácter monetarista de la década de 1950 y después, a través de las ventanas de un debate de selección que comprometió a Friedman. Al mismo tiempo, Nelson ubica las contribuciones monetarias de Friedman dentro del contexto de la literatura macroeconómica moderna. En este ensayo, considero cuestiones doctrinales relacionadas con el relato de Nelson sobre el desarrollo del marco monetarista de Friedman.”

¿La gente es capaz de elegir presidente y no de elegir la moneda que quiere usar? Hayek y la competencia de monedas

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca y Economía Institucional, de UCEMA, vemos la propuesta de Hayek sobre la banca libre y la competencia de monedas en su libro “Desnacionalización del dinero” Hayek trata el tema de la política monetaria y realiza una propuesta de “competencia de monedas”, cuya discusión es apropiada en todo país, como Argentina, que tiene dos monedas al menos, el peso y el dólar. El libro fue publicado en inglés por el Institute of Economic Affairs de Londres.

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“Si vamos a considerar seriamente la utilización de diversas valutas concurrentes para su aplicación inmediata en un área limitada, es evidentemente deseable investigar las consecuencias de la aplicación general del principio sobre el que se basa esta propuesta. En el caso de que se aboliera —dentro del territorio de un país— el uso exclusivo de una sola moneda nacional emitida por el gobierno, hallándose permitida la circulación de monedas emitidas por otros gobiernos, se plantearía la cuestión de si no sería más conveniente suprimir el monopolio gubernamental de emisión monetaria, permitiendo que la empresa privada ofreciera al público otros medios de cambio que éste pudiera preferir.

Actualmente, los problemas que plantea esta reforma tienen un carácter más teórico que los planteados por mi anterior propuesta [que las monedas de los distintos países europeos fueran aceptadas en los otros, en lugar de tener una moneda única como el euro], toda vez que esta sugerencia más extrema resulta todavía demasiado extraña al público para poder ponerse en práctica. Ni siquiera los expertos conocen suficientemente la problemática que surgiría La generalización del principio subyacente para poder hacer predicciones seguras sobre las consecuencias de dicho plan. Es evidente, sin embargo, que no es necesaria ni ventajosa la incuestionable y universalmente aceptada prerrogativa del gobierno de producir el dinero. De hecho, puede resultar perjudicial y su eliminación constituiría un gran avance, dando paso a repercusiones altamente beneficiosas. No es demasiado pronto, por tanto, para comenzar el debate. Aunque el plan no pueda ponerse en práctica mientras el público no esté mentalmente preparado y continúe aceptando sin críticas el dogma de la necesidad del privilegio gubernamental, tal circunstancia no debe ser un obstáculo para el estudio de los fascinantes problemas teóricos que plantea este proyecto.

Los economistas no han discutido la competencia entre monedas

Increíblemente, la competencia entre distintas valutas no ha sido examinada en serio hasta hace muy poco. En las publicaciones relativas al tema no se cuestiona la creencia universal de que el monopolio del gobierno en orden a la emisión monetaria es indispensable, ni tampoco se explica si esta creencia se deriva simplemente del postulado según el cual en un territorio dado sólo puede haber un tipo de moneda en circulación —lo que podía parecer una ventaja cuando se trataba de elegir entre el oro y la plata como posibles tipos de dinero—. Tampoco encontramos respuesta a la pregunta de qué sucedería si se suprimiera el monopolio y si el suministro de dinero se realizara mediante la competencia entre entidades privadas que proporcionaran distintas divisas. La mayoría de la gente piensa que la propuesta de que el dinero lo emitan empresas privadas significa que todas deben emitir el mismo (en dinero fiduciario, token money, esto equivaldría simplemente a una falsificación) en lugar de distintos tipos de dinero claramente diferenciabas por diversas denominaciones y entre los cuales el público pudiera elegir libremente.

Walter Castro y Julio Elías se inspiran en Adam Smith para analizar el rechazo a la compra/venta de órganos

Adam Smith es una fuente inagotable. En este trabajo, dos amigos, Walter Castro y Julio Elías, vinculan el pensamiento de Smith con el rechazo a la compra y venta de órganos. Es en un paper que se titula “Adam Smith and Repugnance as a Constraint on Markets”  Walter Castro (Fundación Libertad and Universidad Francisco Marroquín) y Julio Elias (UCEMA and JILAEE) 2022 International Adam Smith Society Bogota Conference June 24, 2022: https://aaep.org.ar/works/works2022/4548.pdf

“¿Por qué no se puede comer carne de caballo o de perro en un restaurante de California, un estado con una población que proviene de todo el mundo, incluidos algunos lugares donde se aprecian esas comidas? La respuesta es que muchos californianos no solo no desean comer caballos o perros, sino que encuentran repugnante que alguien más lo haga, y promulgaron esta repugnancia en la ley de California por referéndum en 1998 (Alvin Roth, 2007)”. El concepto económico de Repugnancia, desarrollado por Alvin Roth (2007), sugiere que algunas transacciones, como la compra y venta de riñones para trasplante o la venta de carne de caballo para consumo humano en California, son ilegales simplemente porque un número suficiente de personas la encuentran. repugnante. En una transacción repugnante los participantes están dispuestos a realizar la transacción, pero los terceros desaprueban y desean impedir la transacción. Como argumentó Alvin Roth (2007), esto podría tener grandes consecuencias en los mercados que vemos y puede generar importantes costos sociales. Por ejemplo, prohibir los pagos a los donantes de órganos es la principal causa de la grave escasez de órganos en prácticamente todos los países (Becker y Elias 2007), y prohibir actividades como el aborto o la prostitución generalmente las lleva a la clandestinidad, lo que reduce su seguridad y fomenta el crimen. Castro y Elias (2022) muestran que muchos de los desarrollos en la economía de la donación de órganos encuentran un fundamento en los Principios Económicos desarrollados por Adam Smith tanto en la Riqueza de las Naciones como en la Teoría de Sentimientos Morales. ¿Podrían las ideas de Adam Smith proporcionar una base para decidir qué debería y qué no debería estar a la venta?”

¿Cuál sería mejor dinero? ¿El oro, el de un banco central, o el Bitcoin? Larry White tiene un nuevo libro

Un libro de Larry White es garantía de profundidad y seriedad en temas monetarios/bancarios. Ahora publica este titulado: “Better Money: Gold, Fiat, or Bitcoin?, By Lawrence H. White: https://www.mercatus.org/hayekprogram/research/books/better-money

“El reciente aumento de las tasas de inflación del dólar, la libra y el euro ha reavivado el debate sobre posibles monedas alternativas, en particular el oro y Bitcoin. Aunque Bitcoin se ha discutido mucho en los últimos años, es raro tener una comprensión básica de cómo funcionaría el oro como estándares monetarios. Escrito de manera accesible por un economista pionero, Better Money explica y evalúa los estándares de oro, moneda fiduciaria y Bitcoin sin exageraciones. White utiliza un análisis simple de oferta y demanda para explicar cómo funcionan estos estándares, evaluando sus méritos relativos y explicando su respuesta a las perturbaciones, lo que permite realizar comparaciones informadas entre ellos. Este libro aborda malentendidos comunes sobre el patrón oro y Bitcoin, utilizando evidencia histórica para revisar la historia del dinero con énfasis en la competencia entre el mercado y la provisión del gobierno. Conocido por su trabajo sobre instituciones monetarias alternativas, White ofrece una discusión razonada sobre qué estándar es más probable que proporcione un mejor dinero.”

Abogados querellan al Estado norteamericano por buscar expulsar a las cripto del sistema financiero

Tenía que llegar tarde o temprano: el monopolio de la coerción (Estado), contra el desafío que le plantean las criptomonedas. Lo comentan muy críticamente unos abogados querellantes en este artículo “Operation Choke Point 2.0: The Federal Bank Regulators Come For Crypto”, por David H. Thompson, John D. Ohlendorf, Harold S. Reeves y Joseph O. Masterman, de la firma Cooper & Kirk en Washington, D.C.: https://www.cooperkirk.com/wp-content/uploads/2023/03/Operation-Choke-Point-2.0.pdf

“Historias recientes en la prensa financiera han descubierto una campaña coordinada por parte de los reguladores bancarios prudenciales para expulsar a las empresas criptográficas del sistema financiero. Los reguladores bancarios han publicado documentos de orientación informales que señalan las criptomonedas y los clientes de criptomonedas como un riesgo para el sistema bancario. Las empresas en el mercado de criptomonedas están perdiendo sus cuentas bancarias o su acceso a la red ACH, de repente y sin explicación por parte de sus banqueros. Los propietarios y empleados de las empresas de criptomonedas incluso están cerrando sus cuentas personales sin explicación. Y en las últimas dos semanas, los reguladores federales cerraron un banco solvente que se sabía que estaba sirviendo a la criptoindustria y, aunque se requiere que los bancos se resuelvan a través de la «resolución de menor costo» para el Fondo de Seguro de Depósito, la FDIC optó por obturar en lugar de vender la parte del banco que atiende a los clientes de activos digitales, lo que le cuesta al Fondo miles de millones de dólares.”

Admito no haber leído mucho y conocer a Foucault, pero un amigo y este autor dice que defiende el liberalismo

Tengo un amigo que es claramente liberal y también fan de Foucault. No he explorado a este autor así no puedo aseverar que este autor sea un aporte a las ideas liberales, pero he aquí un artículo que lo plantea. Es de David McGrogan, Associate Professor of Law at Northumbria University. Se titula “A Foucauldian Defense of Liberalism”: https://lawliberty.org/a-foucauldian-defense-of-liberalism/

“He aquí un caso sólido de que Michel Foucault fue el pensador más importante e influyente de la segunda mitad del siglo XX. No era un buen hombre. Y muchas de sus conclusiones eran odiosas. Pero discernió el camino por el que caminaba la modernidad mejor que casi nadie.

Las contribuciones más útiles de Foucault no se publicaron en forma de libro, sino que se entregaron como conferencias, compiladas y traducidas póstumamente. Los reunidos en la colección Seguridad, Territorio, Población son, con diferencia, los más significativos. En ellos, Foucault proporciona una conceptualización completa de la evolución de la gobernanza moderna, mostrando cómo ésta se caracteriza, sobre todo, por la “gubernamentalidad” o lo que en otros lugares se ha llamado la “conducción de la conducta”.

Tan pronto como uno escucha la última frase, instantáneamente comprende la idea. Vivir en una sociedad moderna es tener la conducta constantemente monitoreada, manipulada, alterada, empujada, moldeada, cuestionada, problematizada y corregida. Y quienes nos gobiernan parecen haber asumido el papel de directores de orquesta, vigilando nuestros movimientos y guiándonos en concierto. Nuestras opciones de vida no son nuestras, a pesar de que continuamente nos aseguran lo contrario; en cambio, simplemente seguimos los movimientos del bastón. Foucault vio este estado de cosas como algo que había ido evolucionando gradualmente desde el siglo XVI y que en 1977, el año del que hablaba, ya estaba muy avanzado. En 2023 veremos su gran aceleración: mientras somos nominalmente ciudadanos libres de democracias liberales, todos entendemos lo que nuestros gobernantes esperan de nosotros: consumir menos carbono, conducir menos, hacer más ejercicio, comer menos carne, poseer menos bienes, consumir menos alcohol y tabaco, celebrar la diversidad, favorecer la apertura de fronteras, estar completamente vacunado, evitar el plástico de un solo uso, etc. Todo el mundo conoce la letanía.

La idea de Foucault fue que este fenómeno no encontraría efecto principalmente a través de la emisión de leyes, edictos o decretos. Por supuesto, existen requisitos legales «duros» que debemos seguir (uno piensa, por ejemplo, en las prohibiciones de los nuevos automóviles de gasolina, que están a la vista casi universalmente en todo el mundo desarrollado). Pero la mayor parte de la conducción de nuestra conducta ocurre a través de medios mucho más difusos, una especie de coerción suave que no funciona imponiendo demandas sino sofocando alternativas. No es ilegal comer carne. Simplemente nos engatusan con opciones «más saludables». No lo encarcelarán por difundir la «desinformación» sobre las vacunas. Simplemente encontrará sus cuentas de redes sociales suspendidas o sus comentarios censurados. No es que alguna vez sea ilegal subirse a un avión a Grecia para pasar unas vacaciones. Es solo que los recargos por combustible eventualmente harán que esto sea prohibitivamente costoso para el populacho. Conducir un coche de gasolina nunca se convertirá en un delito penal, pero las autoridades locales, a través de cargos por congestión, gestión del tráfico y carriles para autobuses, harán que sea tan miserable ser un automovilista que la gente simplemente dejará de conducir. Sorprendentemente, la mayoría de estas medidas no son implementadas solo por el estado, sino por su actuación en concierto con entidades nominalmente privadas, muchas de las cuales operan en la esfera digital.”

Mercados y tecnologías (smart contracts) promueven soluciones descentralizadas para la contaminación

Ciertas tecnologías facilitan la solución de problemas a través de mecanismos de mercado. Por ejemplo, aquí va una propuesta para resolver problemas de contaminación del agua a través de Smart contracts, un mecanismo descentralizado que no necesita del Estado. Lo plantean en este artículo: “Fully decentralized solutions for pollution abatement”, por Jens Gudmundssona y Jens Leth Hougaard, del Department of Food and Resource Economics, University of Copenhagen, Dinamarca:

Gudmundsson, Jens and Hougaard, Jens, Fully Decentralized Solutions for Pollution Abatement. Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4392242  or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4392242

“En los sistemas fluviales, la costosa reducción de la contaminación río arriba crea ganancias de bienestar río abajo. Sin una autoridad central que haga cumplir dicha reducción, las ganancias de bienestar solo pueden realizarse si las regiones río abajo compensan la reducción río arriba. Desarrollamos un modelo que hace explícito el impacto de la contaminación en la calidad del agua y los beneficios de producción. Además, proponemos el mecanismo «Commit and Negociar», una solución descentralizada que produce una reducción que maximiza el bienestar incluso en ausencia de un tercero informado de confianza. Mostramos cómo implementar el mecanismo a través de un contrato inteligente que se ejecuta en una cadena de bloques y discutimos los beneficios de dicha solución.”

Artículo en el diario Clarín: «La herencia política de Borges»

https://www.clarin.com/opinion/herencia-politica-borges_0_h2OVaNLSCm.html

Cada vez más son los jóvenes que se ven atraídos por las ideas libertarias. Muchos, tal vez, encuentren atractivas las ideas de la libertad, pero luego encuentren que son descalificadas por las élites intelectuales y políticas argentinas. Tal vez eso los lleve a preguntarse porqué esas personas capacitadas rechazan esas ideas y se sientan remando contra la marea.

Pero no han de sentirse tan solos, tienen de su lado a la figura cultural más importante de la historia argentina: Jorge Luis Borges. En estos momentos en que se han conocido los avatares de la herencia del reconocido autor, se verá qué sucede con su herencia literaria, pero parece ahora haber un nutrido número de jóvenes que pueden rescatar su filosofía política.

Borges creía en, y amaba la libertad. Su relación con la política ha dado mucho que hablar, pero la atención que sus opiniones generaron se ha centrado en la anécdota de un personaje que poca atención prestaba a las noticias diarias, que basaba buena parte de su consideración en criterios estéticos, y particularmente épicos: desde su admiración por los militares patrios y su lucha por la independencia argentina hasta su afiliación al Partido Conservador porque sólo los caballeros se suman a las causas perdidas.

Lamentablemente estas opiniones políticas le costaron el premio Nobel, negado por quienes prefirieron dar prioridad en la entrega de un premio literario a lo “políticamente correcto” en lugar de lo literariamente extraordinario.

Sin embargo, y pese a que pueden encontrarse en su historia decisiones y opiniones políticas diversas, y hasta contrapuestas, existe una clara filosofía política en Borges, consistente y reconocida, la que se mantuvo durante el transcurso de su larga vida sin modificaciones.

Los elementos centrales de esa filosofía política se ajustan en forma muy clara a principios filosóficos asociados con el liberalismo clásico e incluso con un sesgo de lo que ahora se ha dado en llamar “libertarianismo”, el que, a diferencia del primero, no propone un Estado limitado, sino cuestiona hasta su misma existencia sin que esto signifique caer en el anarquismo, entendido éste como “ausencia de normas”. Algo más cercano a lo que ahora suele denominarse “anarco-capitalismo”, que propone la eliminación del “monopolio” del Estado y la provisión de sus servicios en competencia.

Comenzando por resaltar la importancia del individuo y la libertad individual, sobre lo que tiene numerosas referencias y hasta una página literaria específica sobre el tema: “Tú”.

Descarta de plano la “hipóstasis” de ciertos conceptos; es decir, hacer sujetos de existencia real a ideas tales como “la sociedad”, “el pueblo”, “la nación”, “la clase obrera” y otros: “…la muchedumbre es una entidad ficticia, lo que realmente existe es cada individuo”. “Yo creo que solo existen los individuos: todo lo demás, las naciones y las clases sociales son meras comodidades intelectuales”.

Borges era un liberal “spenceriano”, por el filósofo liberal inglés Herbert Spencer, de fines del siglo XIX. “El más urgente de los problemas de nuestra época (ya denunciado con profética lucidez por el casi olvidado Spencer) es la gradual intromisión del Estado en los actos del individuo; en la lucha contra ese mal, cuyos nombres son comunismo y nazismo, el individualismo argentino, acaso inútil o perjudicial hasta ahora, encontrará justificación y deberes”. (Borges, Otras Inquisiciones, 1952)

Imaginaba un mundo ideal, futuro, en el cual, como los libertarios, un estado no sería necesario: “…para mí el Estado es el enemigo común ahora; yo querría –eso lo he dicho muchas veces- un mínimo de Estado y un máximo de individuo. Pero, quizá sea preciso esperar… no sé si algunos decenios o siglos –lo cual históricamente no es nada-, aunque yo, ciertamente no llegaré a ese mundo sin Estados.

Para eso se necesitaría una humanidad ética, y además, una humanidad intelectualmente más fuerte de lo que es ahora, de lo que somos nosotros; ya que, sin duda, somos muy inmorales y muy poco inteligentes comparados con esos hombres del porvenir, por eso estoy de acuerdo con la frase: ‘Yo creo dogmáticamente en el progreso’”.

Sus opiniones más directas sobre el tema se encuentran en las numerosas entrevistas y diálogos que han sido publicados, donde desplegaba su increíble capacidad para manejar el lenguaje, y las ideas. Y si bien sus obras son principalmente de literatura fantástica, éstas también aparecen allí.

Como este párrafo del cuento “El Congreso”. Pregunta el personaje Eudoro Acevedo: “¿Qué sucedió con los gobiernos? Según la tradición fueron cayendo gradualmente en desuso. Llamaban a elecciones, declaraban guerras, imponían tarifas, confiscaban fortunas, ordenaban arrestos y pretendían imponer la censura y nadie en el planeta los acataba. La prensa dejó de publicar sus colaboraciones y sus efigies. Los políticos tuvieron que buscar oficios honestos; algunos fueron buenos cómicos o buenos curanderos. La realidad sin duda habrá sido más completa que este resumen”. (Borges, El libro de arena, 1975, p. 55).

A todos esos jóvenes que se acercan ahora a las ideas de la libertad no les vendría nada mal acercarse también a la obra de Borges o a los numerosos libros con sus conversaciones, ya que encontrarán allí extraordinaria literatura y una mente superlativa que adhirió a las mismas ideas que hoy los entusiasman.

Ellos podrían quedarse, en definitiva, con la herencia política de Borges.

Martín Krause es profesor de Economía (UBA-UCEMA), miembro de la Fundación Libertad y Progreso