¿Los inmigrantes, cambian la cultura de un país, o lo eligen por sus instituciones y se adaptan a ellas?

Un tema muy poco coyuntural pero interesante: ¿los inmigrantes llevan su cultura con ellos y transforman el país donde llegan? En un reciente libro de Garett Jones es lo que el autor plantea “The Culture Transplant: How Migrants Make the Economies They Move to A Lot Like the Ones They Left”, pero Alex Nowrasteh en Substack lo discute y dice que son las instituciones del país receptor las que determinan el resultado: los inmigrantes eligen esos países y se adaptan a sus instituciones: https://anowrasteh.substack.com/p/review-of-the-culture-transplant-184

“En los siglos transcurridos desde la conquista europea de América del Norte, más de 100 millones de inmigrantes han ingresado al territorio de los Estados Unidos y se han integrado en gran medida a las instituciones existentes. En otras palabras, las instituciones son pegajosas y resistentes. Si todos en Kentucky se mudaran de ese estado y 5 millones de inmigrantes franceses tomaran su lugar, las instituciones en Kentucky se volverían mucho más francesas en un corto período de tiempo. Pero si 200.000 inmigrantes franceses se mudaran allí por año durante 25 años, entonces no habría tanto cambio institucional, aunque el número de franceses sería aproximadamente el mismo.

Un experimento mental contrafactual es útil aquí. Imagine a los europeos asimilados a las instituciones indias americanas en lugar de reemplazarlas. Este es un contrafactual difícil de imaginar, ya que requeriría que las enfermedades fueran menos letales para los indios americanos, una mayor paridad tecnológica entre los dos grupos y menos guerras de conquista, pero es un ejercicio de pensamiento útil. ¿Los inmigrantes europeos en ese escenario desplazarían y reemplazarían a las instituciones nativas americanas o se asimilarían a ellas? La asimilación habría dominado.

Otra razón por la que se ve poco o ningún cambio institucional inducido por la inmigración es que los inmigrantes se eligen a sí mismos individualmente para mudarse. Los inmigrantes no son una muestra aleatoria de personas de sus países de origen. Los inmigrantes son los que eligen dejar atrás su país en busca de oportunidades económicas. Sería extraño esperar que las personas que emigraron fueran las mismas que las que no lo hicieron, y de hecho, son diferentes. Si la historia de la persistencia multigeneracional de la confianza es cierta y los inmigrantes son solo una muestra aleatoria de sus países de origen, entonces la confianza por etnicidad en los Estados Unidos no sería mayor que en los países de origen. De hecho, esta autoselección funciona en ambos sentidos porque aquellos que se van por razones políticas pueden afectar la política del gobierno. Los «Cuarenta y ocho», inmigrantes alemanes liberales en los Estados Unidos que lucharon y perdieron en las revoluciones de 1848, no fueron una muestra aleatoria de inmigrantes alemanes y tuvieron un gran efecto en la política estadounidense en el período previo a la Guerra Civil estadounidense. Los inmigrantes cubanos, venezolanos o vietnamitas tampoco son una muestra aleatoria de personas de esos países.”

Uruguay entre los mejores en calidad institucional, pero la mayoría de sus economistas son de izquierda

Uruguay es uno de los países con mejor calidad institucional en América Latina según del Índice de Calidad Institucional y se acerca, y hasta lo puede superar, a Chile, junto con Costa Rica. Chile está en la posición 30 y Uruguay en la 31, Costa Rica 34. Si vemos los datos desagregados, Uruguay tiene su principal fortaleza en la calidad de sus instituciones políticas (22), no tanto en las instituciones de mercado (46). Tal vez en esta diferencia tenga algo que ver que la mayoría de los economistas uruguayos parecería ser de izquierda.

Algo así se plantea en este trabajo “Consensos, disensos e ideología: el caso de los economistas en Uruguay” Verónica Amarante – Marisa Bucheli – Cecilia Lara de la Universidad de la República;  Documento No. 03/22 Mayo 2022: https://www.colibri.udelar.edu.uy/jspui/bitstream/20.500.12008/31716/6/DT%20E%202022%2003.pdf

Así concluyen:

“En términos generales, la presencia de consensos fuertes o sustanciales entre los economistas en Uruguay es algo menor que la detectada entre sus pares de otros países, lo cual puede deberse a las opiniones específicas relevadas. El mayor acuerdo se detecta en las opiniones relativas a la discriminación, coincidiendo a la hora de evaluar la falta de equidad en términos de género y ascendencia racial. También muestran un fuerte acuerdo en relación con proposiciones vinculadas con el cuidado ambiental, aun cuando en este tema la no respuesta y la posición neutral es mayor. Las proposiciones sobre supuestos básicos de la economía y las vinculadas con su estatus como ciencia no generan consensos significativos, con la excepción del desacuerdo en la posibilidad de distinguir entre la economía positiva y normativa y la proposición de que las conclusiones de los economistas no se ven afectadas por su nacionalidad o inclinación política.  También existe consenso en la posición a favor de la intervención gubernamental en los mercados para proteger al consumidor. Pero el consenso decae ante otras proposiciones relativas a soluciones de mercado e intervención del gobierno en los mercados (incluido el laboral).  La prevalencia de altos niveles de desigualdad y la relevancia del rol del Estado al respecto generan consenso. Sin embargo, no hay acuerdos fuertes en relación a las herramientas redistributivas más adecuadas. Tampoco lo hay en lo referido a políticas educativas para el sector terciario.    30La distinción de dos grupos de economistas basada en técnicas de ACM y clusters permitió distinguir un grupo relativamente homogéneo asociado fuertemente con la identificación ideológica de izquierda, la cual a su vez guarda alta correlación con el posicionamiento ideológico de su hogar de origen. El otro grupo muestra mayor heterogeneidad de opiniones en su interior.”

Con la democracia se come, se educa, se cura…; después nos dimos cuenta que no era así

Con la democracia se come, se educa, se cura….; tal vez muchos recordarán esta frase que ya tiene casi cincuenta años. En ese tiempo hemos comprobado que esto no es así, la democracia (esto es la elección de un gobierno por una mayoría de votantes), no garantiza un resultado en particular; bien puede no ser exitoso. Se ha abusado de la palabra democracia cuando en realidad lo que importa es la república, esto es la elección democrática más el respeto a los derechos de las minorías, la división de poderes, la renovación de mandatos y demás.

Plantea este tema el artículo titulado “Una Posible Definición De Democracia Y Sus Peligros”, por Mario Leonardo Micelim publicado por el Centro de Estudios Públicos de Chile: https://debatespublicos.uca.edu.ar/una-posible-definicion-de-democracia-y-sus-peligros/

Así comienza:

“En la práctica y la teoría política actual, “democracia” es uno de los términos de los que más conversamos, enseñamos, discutimos, y por los cuales nos peleamos. Esta palabra es a la vez fuente de toda una serie de presuntas bondades que le atribuimos y que muchas veces superan ampliamente el ámbito político del cual primigeniamente surgió. Hoy cualquier cosa que sea “democrática” de por sí adquiere un carácter encomiable. Un ejemplo casi irrisorio con el que me topé hace poco fue un manual sobre crianza de los hijos en donde se aconsejaba a padres primerizos el evitar los modelos “autoritario” en un extremo y “permisivo” en el otro, a fin de aspirar a un tipo de enseñanza equilibrada que la denominaban explícitamente como “democrática”. La democracia se convirtió en una cuasi divinidad de la cual nadie puede renegar y en la cual debemos creer como un dogma, intentando aplicarla a cualquier tipo de quehacer social. Pero como la historia nos enseña, el problema con lo divino no es sólo aseverar su existencia, sino cómo lo entendemos y definimos. Toda religión implica una creencia, pero también unos textos sagrados, unos mediadores, unos que interpretan, otros que supuestamente malinterpretan, y así surgen las ortodoxias y las heterodoxias, los dogmas y las herejías. Lo mismo sucede con la democracia. Por ello en este pequeño artículo querría exponer algunas breves reflexiones sobre la democracia, haciendo hincapié especialmente en una definición en parte originaria de este término, y que podría acarrear algunas consecuencias “no queridas”.”

Las instituciones determinan los valores predominantes en la sociedad, ¿y qué determina las instituciones?

Así es, las instituciones tienen efecto en la moralidad, y para algunos la determinan. Pero esto nos deja con una pregunta anterior: ¿y cómo es que llegamos a tener ciertas instituciones? ¿Acaso eso no depende de las ideas y cultura que predominan en una sociedad? Estos autores plantean la primera alternativa en este artículo: “How Institutions Shape Morality”; por Giuseppe Dari-Mattiacci, de la Universidad de Amsterdam y Marco Fabbri de la Universidad Pompeu Fabri de Barcelona: The Journal of Law, Economics, and Organization, Volume 39, Issue 1, March 2023, Pages 160–198, https://doi.org/10.1093/jleo/ewab016

“Presentamos los resultados de un ensayo de control aleatorizado sobre el efecto de la introducción de derechos de propiedad formalizados sobre los juicios morales de los individuos y, en particular, sobre la moralidad utilitaria. Mostramos que las instituciones dan forma a la moralidad: estar expuesto a instituciones de propiedad privada hace que los individuos sean más utilitarios cuando se enfrentan a dilemas morales. Nuestros resultados arrojan luz sobre un posible determinante institucional de la variación de los juicios morales en todo el mundo y sus patrones geográficos, y tienen implicaciones para las consecuencias de las principales reformas institucionales, tanto intencionadas, como los programas de titulación de tierras, como no intencionadas, como las a raíz de los acontecimientos históricos recientes—sobre las actitudes morales. Discutimos dos posibles canales derivados de las características inherentes a los derechos de propiedad: la relajación de los lazos sociales y la mercantilización de los derechos.”

¿Cómo explicar el fenómeno más extraordinario de la historia económica? Cambiaron las ideas….

Dreidre McCloskey plantea resolver uno de los dilemas económicos más importantes de la historia de la humanidad: ¿qué explica el gran enriquecimiento ocurrido a partir del siglo XVIII? ¿Por qué no ocurrió antes, o en otro lugar? Hay varias explicaciones que plantean como causas las innovaciones tecnológicas o el rule of law, pero McCloskey señala que fueron las ideas. Lo hace en un artículo titulado “Liberalism Caused the Great Enrichment”: https://www.qeios.com/read/VZNU0T

“Cualquier innovación —mecánica, biológica, institucional, científica, artística, personal— comienza, por supuesto, como una nueva idea en una mente humana liberada. El punto es obvio. Pero no ha sido prominente en la economía. El agente en los modelos económicos no tiene agencia. Simplemente accede a una línea presupuestaria o a una ley o a una costumbre o a un hábito de pensamiento frente a su ya conocida función de utilidad. Es decir, no crea, sino que reacciona de la manera requerida. La acción humana, la voluntad liberada, está ausente. Es una máquina expendedora, no un innovador, o ni siquiera un consumidor normalmente exigente que explora sus gustos.

Por lo tanto, el crecimiento económico sin precedentes desde 1800, un Gran Enriquecimiento de un aumento total del 3.000 por ciento en el ingreso real por persona, ha sido atribuido por los economistas no al «innovismo», como se podría llamar. El Enriquecimiento se ha atribuido más bien a varias causas rutinarias, intermedias y en gran parte materiales: inversión; explotación; La regla de la ley. Algunos de estos son necesarios, pero ninguno es suficiente para explicar nuestro enriquecimiento. son antiguos A menudo son triviales. A veces son necesarios, pero nunca tienen el gran empuje para explicar el Gran Enriquecimiento.

La creación de nuevas ideas en la mente humana, en otras palabras, ha sido firmemente dejada de lado por los economistas. Los no economistas que podrían salvar el día de las ideas, mientras tanto, se han apoderado de las ideas equivocadas, como la teoría laboral del valor o el desencanto o la Ilustración o la pura modernidad.

El problema económico con las causas no ideacionales del economista, como la inversión y las instituciones o la explotación, es que son meramente asignativas y, además, están sujetas a rendimientos fuertemente decrecientes y, por lo general, son de suma cero. Son rutinarios, no transformadores. Son patatas pequeñas al lado del aumento del 3.000 por ciento en el bienestar material humano.”

“El quid, afirmo, fue la liberalización a nivel de ideas en los Países Bajos y luego en Gran Bretaña, favoreciendo una cultura de cierta libertad de expresión y una economía de empresa bastante enérgica. Fue seguido durante el siglo siguiente por liberalizaciones reales y una consiguiente explosión de creatividad: en el Reino Unido, la emancipación civil de los católicos, la abolición de la esclavitud en Jamaica, la libre importación de trigo de Kansas y Ucrania, y luego medidas similares de liberalización en los EE. UU. , Suecia, Italia, Japón y el resto.

 

Adam Smith, Thomas Jefferson y Mary Wollstonecraft habían presentado en los anglófonos la noción, entonces extraña, de que nadie debería ser un esclavo, que todas las personas son creadas iguales, y se les debería permitir hablar y votar libres, y comprar y vender libres. Richard Cobden y John Stuart Mill a mediados del siglo XIX ampliaron la idea. La igualdad de permisos en el liberalismo procedió a erosionar las desigualdades de las jerarquías antiguamente embrutecedoras. Hizo que la gente se atreviera a aventurarse. Como dicen los británicos en su estilo deportivo, apropiado por el historiador económico Peter Matthias, el liberalismo permitió por primera vez a la gente común, después de 1776 o 1789 o 1848 o 1865, “tener una oportunidad”. Y vaya que lo hicieron. El liberalismo se implementó gradualmente en el noroeste de Europa, como lo ha sido últimamente, al menos en la economía, incluso en la lejana China e India. Y llegó el Gran Enriquecimiento.”

Instituciones, Derecho y Economía: lectura de textos fundacionales y un análisis de su impacto en Argentina

Con los alumnos de la materia Instituciones, Derecho y Economía terminamos las lecturas con un artículo fundacional del Análisis Económico del Derecho, y luego con un capítulo de un libro sobre el impacto de la economía institucional en Argentina, Las lecturas son:

Análisis económico del derecho 

Ronald Coase, “La naturaleza de la empresa”, en Oliver Williamson y Sidney Winter, La naturaleza de la empresa (México: Fondo de Cultura Económica, 1996). 

En este caso se trata del artículo donde Coase desarrollara el concepto de “costo de transacción”, tan importante luego para L&E. Este artículo fue publicado en 1937 y pasó casi desapercibido hasta que el siguiente generara toda el área de Law & Economics.

Coase, El problema del costo social: http://www.eumed.net/cursecon/textos/coase-costo.pdf   

Lecturas sugeridas:  

Pero el primero es de lectura optativas, como también los siguientes:

 

Frederic Bastiat: «La ley” 

Juan C. Cachanosky, Economía, derecho y el “Análisis económico del derecho” 

Jesús Antonio Bejarano, El Análisis Económico del Derecho: Comentarios sobre textos básicos” 

Harald Beyer, “Ronald H. Coase y su contribución a la teoría de la economía y del derecho”. 

 

El otro tema es:

La economía institucional en Argentina 

Para el cual leemos un capítulos del libro editado por Adrián Ravier sobre el impacto de las distintas escuelas económicas en nuestro país:

 

Martín Krause (2021); “Derecho y Economía, Elección Pública e Instituciones: sus raíces en Argentina», en Ravier, Adrián (ed.) Raíces del pensamiento económico argentino (Buenos Aires: Grupo Unión Argentina) 

La vieja y la nueva economía institucional sometidas a crítica: para McCloskey son necesarias, no suficientes

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca y Economía Institucional de UCEMA vemos ahora a algunos autores que plantean críticas a esta última, algunos desde una perspectiva austriaca.

 

  1. What was wrong with the old institutional economics (and what is still wrong with the new)? Richard N. Langlois: https://richard-langlois.uconn.edu/wp-content/uploads/sites/1617/2019/02/What-Was-Wrong-with-the-Old-Institutional-Economics.pdf
  2. Deirdre McCloskey; “The Humanities Are Scientific: A Reply to the Defenses of Economic Neo-Institutionalism”; Journal of Institutional Economics: https://www.deirdremccloskey.com/docs/pdf/ReplyTo_GreifMokyrLangloisLawsonTabellini.pdf
  3. Deirdre McCloskey: “Institutions Matter, But Not as Much as Neo-institutionalists Believe”: https://www.deirdremccloskey.com/docs/pdf/McCloskey_InstitutionsMatter2021.pdf

 

El resumen del artículo de Langlois:

“Este artículo es una comparación y una crítica de la vieja y la nueva economía institucional, con un enfoque principal en la primera. El artículo argumenta que la vieja economía institucional (OIE) carece de consistencia metodológica y persuasión general debido a las ideas preconcebidas que tomó de la filosofía del pragmatismo y su actitud tardía del siglo XIX hacia la ciencia. argumenta que la OIE nunca fue capaz de resolver ese problema; y luego plantea una resolución del dilema de Veblen manteniendo los términos de un programa de referencia útil para evaluar tanto a la OIE como al NIE. .El trabajo se cierra con una breve crítica al núcleo neoclásico del NIE.”

La Nueva Economía Institucional: North, Ostrom, los cambios en precios relativos y las ideas e ideologías

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca y Economía Institucional, de UCEMA, vemos ahora algunos autores importantes de la Nueva Economía Institucional, incluyendo a Douglass North, quien (junto con Thomas), presenta su visión original sobre el crecimiento del mundo occidental y más adelante muestra un cierto cambio en su visión, sin tanto énfasis en los cambios institucionales a partir de cambios en los precios relativos, y mayor énfasis en la influencia de las ideas e ideologías. También vemos a la primera mujer en obtener el Premio Nobel en Economía, Elinor Ostrom. Estas son las lecturas

North & Thomas; Una teoría económica del crecimiento del mundo occidental: https://riim.eseade.edu.ar/wp-content/uploads/2016/08/North-Thomas.pdf \

 

Instituciones, Ideología y Desempeño Económico: http://www.elcato.org/instituciones-ideologia-y-desempeno-economico

 

Ostrom, Elinor, Beyond Markets and States: http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/economic-sciences/laureates/2009/ostrom-lecture.html

 

Ménard, Claude (Centre d’Economie de La Sorbonne, University of Paris). “Disentangling institutions: a challenge”. Agric Econ 10, 16 (2022). https://doi.org/10.1186/s40100-022-00223-w\\

La nueva economía institucional: una búsqueda de las causas del progreso (buenas instituciones)

Con los alumnos de la materia Economía, Derecho e Instituciones de Eseade, vemos al principal referente de la Nueva Economía Institucional, Douglass North, en un par de artículos que muestran su evolución en el análisis de la materia. En general, esta área de análisis busca también explicar las causas del progreso en aquellos países que lo han logrado y concluye que se trata de la calidad de sus instituciones, tomando a éstas como reglas de juego, no como organizaciones. Instituciones tales como el respeto al derecho de propiedad, la libertad contractual, una moneda sana, precios acordados entre las partes, libertad para comerciar.

Por supuesto, queda pendiente una pregunta: ¿qué determina que ciertos países tengan buenas instituciones y otros no? Hay varias interpretaciones para explicarlo, las veremos más adelante.

Estos son los temas que tratamos y las lecturas:

Marco teórico. Teoría del cambio institucional. Limitaciones informales. Limitaciones formales. Razones de las normas. Las normas en un orden de mercado. Las reglas del orden político.

 

. Douglass C. North, “La Nueva Economía Institucional”, Libertas Nº 12 (Buenos Aires : ESEADE, 1990) https://riim.eseade.edu.ar/riim/numeros-anteriores/libertas-n-12-mayo-1990/

 

El origen evolutivo de las instituciones de la justicia: su papel para resolver el conflicto

Otro artículo más del destacado investigador argentino Daniel Sznycer (Oklahoma Center for Evolutionary Analysis, junto a AaronSell  y Keelah E.G.Williams Department of Psychology, Hamilton College. Se titula: “Justice-making institutions and the ancestral logic of conflict”; https://doi.org/10.1016/j.evolhumbehav.2022.12.003

“Las instituciones que hacen justicia se basan en una vasta red de reglas, personas y artefactos. El código penal federal de los Estados Unidos, por ejemplo, tiene cientos de secciones con disposiciones sobre robo y allanamiento de morada, bonos falsificados, armas químicas, disturbios, gastos para influir en la votación y muchos otros. Esta complejidad se puede rastrear hasta un puñado de juegos biológicos jugados por nuestros ancestros forrajeros en sus pequeñas sociedades sin estado. El tema general es el conflicto. La justicia se basa en conflictos de intereses reales o posibles. Los cerebros individuales incluyen una variedad de adaptaciones que fueron seleccionadas porque regulaban el conflicto de manera que promovían la aptitud: conceptos (p. ej., acto ilícito, distribución injusta), intuiciones (p. ej., un error merece un castigo) y sistemas emocionales (p. ej., ira). ), entre otros. Estas antiguas adaptaciones parecen formar el núcleo de las instituciones de justicia en las sociedades modernas, un núcleo que se ve reforzado por los sistemas de deliberación y escritura. Esta teoría de las instituciones de justicia puede generar predicciones distintivas. Por ejemplo, la lógica de las instituciones de justicia se hará eco de la lógica de sus adaptaciones subyacentes y, por lo tanto, será evidente en las interacciones de las personas. Además, los laicos podrán recrear intuitivamente las características básicas de las instituciones de justicia cercanas y lejanas, pasadas y presentes, porque tienen una naturaleza humana común con los legisladores nacionales y extranjeros. Aquí, revisamos la evidencia relevante para (i) el sistema de justicia penal y (ii) la redistribución del gobierno a la luz de esta teoría adaptacionista. Concluimos que el adaptacionismo es un marco productivo para dilucidar las instituciones de justicia.”