«El Uso del Conocimiento en la Sociedad», en la gestión de recursos humanos y en la innovación

Con los alumnos de UCEMA vemos dos capítulos del libro “International Business” de Mason & Dunung donde se tratan los temas de recursos humanos e innovación. Quisiera aquí relacionar esto con un artículo clásico de la economía. Se trata de “El Uso del Conocimiento en la Sociedad” de Friedrich A. Hayek, donde el autor sostiene que el principal tema que la economía debe resolver es el de la generación y uso de un conocimiento que nadie posee en su totalidad sino que se encuentra disperso entre todos los participantes en el mercado. Esta información es transmitida esencialmente por el sistema de precios: http://www.hacer.org/pdf/Hayek03.pdf

Este análisis parece aplicarse al funcionamiento de los mercados, pero en verdad se extiende a todo tipo de situación en la cual el conocimiento sea limitado y disperso. Y esto ocurre también en el caso de los recursos humanos y la innovación dentro de las organizaciones, sobre todo ahora que están globalizadas. El problema, similar al planteado por Hayek en su famoso artículo, es conocer dónde están los recursos humanos necesarios para una determinada tarea, y dónde también la capacidad de innovación.

La fertilidad de una teoría económica se muestra cuando luego aparece explicando fenómenos sociales y económicos que aparecen como nuevos y necesitan ser comprendidos. La idea esencial de Hayek aparece, por ejemplo, en una serie de textos publicados por la consultora internacional de management McKinsey & Co. Por ejemplo, este trabajo titulado: ¿Conoces dónde están tus expertos? (traducción al castellano aquí: http://www.factorhuma.org/attachments_secure/article/8341/expertise.pdf

Esos expertos, a su vez, tienen un conocimiento específico y es imposible que se pueda saber quién tiene qué conocimiento y dónde está dentro de una gran organización. Ese problema puede ser resuelto generando un “mercado interno” de conocimientos de forma tal que esa información se “revele”, se “conozca” en ese mercado. Es lo que se comenta en el artículo “Making a market in knowledge”: http://www.mckinsey.com/insights/strategy/making_a_market_in_knowledge

Y en cuanto a las capacidades de los recursos humanos, “Making a market in talent: http://www.mckinsey.com/insights/organization/making_a_market_in_talent

Y si no es el conocimiento que se encuentra “dentro” de la organización, se puede buscar ese conocimiento que se encuentra disperso “fuera”. ¿Pero dónde? Aquí es donde los mercados de conocimiento e innovación permiten alcanzarlo. “Mercados” de innovación son organizados de forma tal que se pueda acceder a quienes tengan la innovación pero no sabemos en verdad dónde están.

Por ejemplo, ¿necesitas alguna innovación? La organización puede conseguirla en estos “mercados”:

Innocentive: http://www.innocentive.com/ ;

NineSigma: http://www.ninesigma.com/ ,

IdeaStorm: http://www.ideastorm.com/

¿Es necesario algún software?

TopCoder: http://www.topcoder.com/

¿Necesito que diseñen mi producto?

Threadless: http://www.threadless.com/

Todos ellos ejemplos en la gestión global de recursos humanos e innovación confirmando la visión que presentara Hayek en su famoso artículo.

El cálculo económico y el surgimiento del sistema de precios

Los alumnos de Historia del Pensamiento Económico de la UBA leyeron a Ludwig von Mises, “El cálculo económico en el socialismo”y a F. A. von Hayek, “EL uso del conocimiento en la sociedad”. . Va un el comentario de un alumno, y luego preguntas de varios:

Hayek

“El artículo de Ludwig von Mises hace hincapié en los erróneos enfoques del “socialismo”y al fracaso de su proposición en cuanto al cálculo de los medios de producción. Está claro sin más, que no existe mundo donde puedan existir el capitalismo y el socialismo juntos. La historia nos ha enseñado que el capitalismo, mal o bien, nos marca un modo de vida o de pensar. Para la comunidad socialista el órgano de control deber ser unitario y esto no es positivo bajo ninguna esfera. Cada individuo deber ser quien decida a quien confiarle su capital y no que tomen la decisión por nosotros. El comportamiento socialista termina siendo un comportamiento anárquico más que la búsqueda del interés general.”

Aquí van sus preguntas, y las respuestas:

  1. Si el “fin” es el que domina la economía. ¿Cuál es el fin último de ésta?

Respuesta: Ninguno en particular, sólo que las personas alcancen los fines que se planteen.

  1. ¿El sistema de precios siempre nos da información perfecta? ¿Qué sucede con la información imperfecta que hay, por ejemplo, en el mercado de autos usados?

Respuesta: No, nada es perfecto, como dice Hayek, el conocimiento es incompleto y está disperso. Para resolver problemas de información imperfecta se desarrollan “instituciones” como la reputación, las marcas, las garantías, etc.

  1. Muchos modelos económicos tiene como supuesto el conocimiento perfecto por parte de los agentes. ¿Debería eliminarse este supuesto y partirse de un conocimiento imperfecto aunque ello implique que los modelos adquieran una considerable complejidad?

Respuesta: Claro, lo que importa es que el modelo permite entender la realidad.

  1. ¿No se podría decir que muchas veces el conocimiento que brinda el sistema de precios se ve dominado por especulaciones y variaciones en los mismos?

Respuesta: Sí, pero si se equivocan pierden por lo que tienen fuertes incentivos a que esa información sea correcta y al actuar, la revelan.

  1. ¿Es tan natural la creación del sistema de precios, o en verdad es el mismo hombre el que decide crearlo para simplificar el intercambio y así brindar un mejor conocimiento general para los individuos?Respuesta: Nadie pensó en eso, simplemente comenzaron a realizar intercambios. Es decir, no quiere decir que sucedió sin que nadie haga nada, sino que sucedió porque hacían intercambios pero sin que su objetivo fuera crear un “sistema de precios”.

Mises y Hayek sobre el cálculo económico en el socialismo y el equilibrio general

Los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I leyeron a Mises “El problema del cálculo económico socialista” y a Hayek: “El uso del conocimiento en la sociedad”. Los dos artículos están separados por 25 años pero muestran el proceso que llevó a estos autores desde la discusión acerca de la planificación socialista a la del modelo del equilibrio general y el planteo sobre el uso del conocimiento disperso.

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Mises plantea que el “cálculo económico” no es posible en el socialismo porque para ello se necesitan precios, y como los precios son el resultado de intercambios libres de derechos de propiedad en el mercado, y como el socialismo precisamente tiene como objetivo abandonar al mercado y eliminar la propiedad, entonces no habrá tal cosa como “precios” que puedan guiar la asignación de factores. Una administración socialista podrá decidir la producción de ciertos bienes de consumo final, pero será incapaz de poder determinar qué factores de producción asignar en cada caso, pues ése es el cálculo que hace el empresario en base a los precios que se generan en el mercado.

Tomemos un simple ejemplo: supongamos que hay que hacer un puente. (Claro, ¿cómo saber que un puente es necesario? En fin, asumamos esto ahora). SI preguntamos a los ingenieros de qué material pueden decirnos que, desde el punto de vista técnico, las posibilidades son: madera, cemento, acero, acero inoxidable o platino. Tenemos ahora que decidir qué material utilizar.

A primera vista parecería que usar platino sería ridículo (aunque tal vez los ingenieros digan que sería el material más flexible o resistente), pero esto es porque tenemos una noción de su precio que nos la da el mercado, o en el caso de una economía socialista tanto sea la memoria del mercado antes existente o los precios del “mercado” internacional. Mises hace referencia a esto y dice que, paradójicamente, la planificación socialista necesitaba del mercado aunque lo denigrara.

Sin precios, no habría forma de realizar un cálculo económico que permitiera asignar los recursos escasos y podríamos terminar con el puente de platino, o con uno de madera que no resiste al paso de los camiones, mientras que tanto el platino como la madera eran más necesarios para otros productos.

En respuesta a esta crítica de Mises, Oskar Lange y Abba Lerner, quienes no eran economistas soviéticos sino profesores de Chicago y la London School of Economics, propusieron que se generara un mercado y precios pero que las empresas serían todas del estado el que decidiría la asignación de capitales como lo harían los empresarios, y ajustaría los precios de la misma forma que lo haría el mercado, hasta llegar al equilibrio. El planificador socialista cumpliría el papel del “subastador walrasiano” quien modificaría precios hasta que las cantidades ofrecidas y demandadas se igualaran.

Hayek

El artículo de Hayek es el resultado postrero de este debate, al comprender, entonces, que la discusión no era ya con quienes proponían la economía planificada socialista sino con la idea del equilibrio general de Walras, ese mundo en el cual todas las acciones se encuentran coordinadas, todos los mercados se encuentran en el punto de equilibrio donde la cantidad demandada es igual a la cantidad ofrecida.

Hayek señala que tal estado ideal solamente podría alcanzarse con el conocimiento completo de todas las circunstancias presentes y futuras, pero eso es precisamente lo que tenemos que explicar, esto es, cómo el mercado hace uso de ese conocimiento limitado y disperso y cómo lo transmite a través del sistema de precios. Existe un tipo de conocimiento, de tiempo y lugar, que no se puede transmitir a una autoridad central para que esta decida sobre la producción, o que si se hiciera lo sería a un alto costo. Es necesario entonces, dejar esa decisión en manos del “hombre en el lugar”, que posee tal información. Éste, as su vez, necesita información acerca del resto del mercado, de lo que los demandantes están necesitando y lo que otros oferentes están ofreciendo. Esto lo recibe a través de los precios.

Supongamos un productor de leche que tiene 30 vacas. Conoce a cada una de ellas con detalle, sabe cómo tratarlas para extraer la mayor y mejor cantidad de leche, sabe a cuál sacarle más si es que ha aumentado el precio o a cual sacarle menos si es que ha bajado. En una economía planificada esta información tendría que ir hasta una autoridad central y regresar como una decisión de producción. EL funcionario estaría evaluando la demanda total de leche, lo que se necesita en cada región o ciudad, y luego ordenando la producción.

EL mercado, en cambio, deja que esa decisión la toma el productor, con su propio conocimiento de las circunstancias y con la información que recibe del mercado a través del precio. Hayek señala que la discusión no si habrá o no habrá planificación. Siempre la hay, el tema es quién planifica.

El uso del conocimiento en la sociedad (III)

  1. Planteado el sistema económico como un orden espontáneo, cuál debería ser la formación del economista para analizar ese orden de la mejor manera.

Buena pregunta, además de estudiar teoría económica, habría que enfatizar el análisis de aquellas instituciones que con el resultado de procesos evolutivos, como la historia de la moneda, el Derecho, la moral, etc. Y descubrir cuales son ordenes espontáneos que se están desarrollando actualmente. Creo que el estudio de la historia del pensamiento económico le mostraría que la misma ciencia es el resultado de un orden espontaneo, de un proceso evolutivo. Y sugeriría ciertos campos relacionados con teorías evolutivas  como teoría de los juegos repetidos, psicología y antropología evolutiva, economía experimental. Dedico un capítulo del libro a estos temas: “¿Es posible la cooperación?”

 

  1. Es posible una combinación eficiente entre planificación individual y planificación centralizada.

Más que planificación centralizada, diría que es muy importante el rule of Law, la existencia de reglas de juego, e instituciones, que faciliten la interacción entre los miembros de una sociedad. Esto significa que ciertos servicios públicos han de ser provistos, que permitan la protección del Derecho de propiedad y los contratos. Y que para una mejor provisión de esos servicios será necesaria una Buena planificación, que en el ámbito público se refiere al presupuestario y un control sobre la eficiencia del gasto, como corresponde a cualquier organización.

  1. Desde las políticas públicas, nada se puede hacer para mejorar el funcionamiento del sistema de precios. Pareciera ser esa la conclusión.

Aquí es donde hay mucho para hacer, sobre todo porque gran cantidad de regulaciones, impuestos, aranceles y tarifas distorsionan los precios y los alejan de los precios libres. Hay, entonces, un gran campo de acción para desregular, modificar impuestos, reducir aranceles, convertir ‘tarifas’ en precios. Y algo más, un gran cambio en el sistema monetario, ya que las monedas inflacionarias distorsionan precios, la preferencia temporal y la tasa de interés. Todo esto, además, dadas las restricciones políticas que son de esperar, más la resistencia de grupos de interés que se verían perjudicados por los cambios, lo convierten en una pesada y difícil tarea, si es que, además, es políticamente posible. O sea que hay un gran campo de políticas públicas. No serian políticas públicas que busquen “planificar” y estarían menos sujetas a presiones de lobbies, aunque habría grupos que se beneficiarían con ellas.

Ya veremos más adelante que un marco institucional que permite y respeta la competencia desvía los esfuerzos de emprendedores hacia la producción de bienes y servicios, mientras que otro central en regulaciones y restricciones desvía esa actividad empresarial hacia la “la búsqueda de rentas”.

El uso del conocimiento en la sociedad (II)

Algunas preguntas más sobre el texto de Hayek:

1) ¿En qué fundamenta la siguiente afirmación: «quienes creen en la significación cada vez menor del cambio son generalmente los mismos que sostienen que la importancia de las consideraciones económicas han pasado a segundo plano debido a la creciente utilidad del conocimiento tecnológico»?

Está comentando una opinion de que el avance tecnológico hace necesarias menos decisiones «económicas». Específicamente pone estos ejemplos:

«¿Es cierto que, por causa del complejo aparato de la producción moderna, las decisiones económicas son necesarias sólo de vez en cuando, tales como cuándo se erigirá una nueva fábrica o se introducirá un nuevo procedimiento? ¿Es también cierto que una vez que ha sido construida una planta lo demás es más o menos mecánico, determinado por el carácter de la planta y que poco queda por cambiar en un intento de adaptarse a las circunstancias del momento, que siempre están en constante cambio?»

Y contesta que no. Creo que en este mundo globalizado y en permanente cambio, donde se ha extendido la división del trabajo a nivel global, incluso con mucha más tecnología que antes, las decisiones empresariales a tomar no han disminuido. Entiendo que a eso se refiere Hayek, aunque escribiera en un momento donde no se había desatado lo que llamamos ahora «globalización».

2) Con respecto a su afirmación, citando a Whitehead: «…la civilización avanza al aumentar la cantidad de operaciones importantes que podemos realizar sin pensar acerca de ellas» ¿Cómo es esto? ¿Quién entonces hace emerger y desarrollar la ciencia, la cultura?

Ese es el punto de la teoría evolutiva. Hay conductas que vamos asumiendo que ni siquiera podemos decir quien fue el primero que la practice. Pero van siendo aceptadas y se generalizan. No quiere decir hayan salido de la nada. A ver si puedo poner un ejemplo: ahora la gente sale a caminar o a corer mucho más que antes. Ha cambiado su conducta. ¿Podemos decir ahora quién creó esto? Imposible, me parece. Pero sin duda alguien empezó a decir algo, a hacerlo y fue copiado, a opinar que era saludable, etc, No se si es el major ejemplo pero pueden sugerir otros.

3) La siguiente afirmación: «Cuando los precios cotizados se han vuelto bastante rígidos, las fuerzas que operan en una medida considerable a través de cambios en los otros términos del contrato» explicaría, por ejemplo: ¿el desabastecimiento? o ¿el exceso de inventario por otro?

Copio el párrafo como lo tengo:
«Debemos ver el sistema de precios como un mecanismo para comunicar información si deseamos comprender su verdadera función, función que desempeña con menor perfección en la medida en que los precios se ponen más rígidos. (Aun cuando los precios cotizados se han puesto rígidos, las fuerzas que operarían a través de cambios de precio todavía operan, en buena medida a través de los cambios en otros términos del contrato). El hecho más significativo acerca de este sistema es la economía de conocimiento con la cual opera o, lo que viene a ser los mismo, cuán poco los participantes individuales necesitan saber para poder hacer la decisión correcta. En forma abreviada, por medio de una especie de símbolo, sólo la información más esencial es comunicada, y es comunicada sólo a aquellos que les concierne. Es más que una metáfora la descripción del sistema de precios como un tipo de mecanismo para consignar cambios o como un sistema de telecomunicaciones que permite al productor individual sólo observar el movimiento de unos pocos indicadores: como un maquinista puede observar las agujas de unos cuantos relojes, para adaptar sus actividades a cambios de los cuales puede ser que nunca conozca más que su reflejo en el movimiento de precios.»

Sugiero que cuando menciona «otros terminus del contrato», se refiere a cosas tales como cantidades, o calidades. Y el ejemplo que pones es correcto. Cuando se establece un control de precios sabemos lo que ocurre, o desabastecimiento (ajuste por cantidad), o reducción de la calidad del producto controlado.