¿Se puede avanzar hacia una mayor descentralización en el marco de un estado unitario?

Descentralización y federalismo en Chile 

Como parte del proceso de reforma constitucional en Chile surge un debate institucional de suma importancia, relacionado con la descentralización y el federalismo. Entre otros temas que puedan considerarse, uno importante es: ¿puede llevarse adelante un proceso de descentralización con un estado central o es necesario avanzar en el camino del federalismo? Libertad y Desarrollo presenta una opinión crítica al respecto:  

“Las primeras propuestas de normas constitucionales en materia de forma de Estado y descentralización (presentadas por una mayoría transversal de convencionales de izquierda) coinciden en mutar desde un Estado unitario hacia uno regional.    

  • Esa forma de Estado (regional) tiene como consecuencia natural la existencia de regiones con autonomía legislativa. En dichas propuestas, esto se materializa mediante el establecimiento de Asambleas Legislativas Regionales.  
  • Consideramos que dicha innovación no es recomendable para nuestro país, ya que incorpora una institucionalidad ajena a nuestra tradición histórica y constitucional, y a nuestras características sociales, culturales, geográficas y demográficas. Asimismo, implicaría un crecimiento de la burocracia estatal (con sus correlativos costos fiscales), sin asegurar beneficios aparejados en términos de descentralización. Por último, abriría la puerta a una dispersión normativa sin precedentes, con una inminente proliferación de contiendas de competencia.”Temas Públicos 1521. 

El trabajo no rechaza la descentralización, por supuesto, sino la reforma hacia la «regionalización” del Estado chileno. La propuesta de LyD es la siguiente:  

“Mantener un Estado unitario (nominal o jurídicamente hablando) en ningún caso significa renunciar a ese anhelo de avanzar hacia un Estado cada vez más descentralizado, tanto en lo político, como en lo administrativo/funcional y en lo fiscal. Es por esto que proponemos complementar el carácter unitario del Estado, con el carácter descentralizado de manera expresa, tal como ocurre en otras constituciones (la colombiana habla de “República unitaria, descentralizada” 18).  En esa línea, la consagración de un Estado unitario y descentralizado debiese complementarse con un mandato para que el Estado sea política, administrativa y fiscalmente descentralizado a través de sus gobiernos subnacionales (gozando estos de autonomía -personalidad jurídica, patrimonio y competencias propias- y de elección directa de sus autoridades)19. Todo esto representaría una innovación con respecto al articulado actual, permitiendo compatibilizar un Estado que es jurídica y nominalmente unitario, con uno efectivamente descentralizado (sin limitarlo a lo administrativo20). Asimismo, más allá de algunos principios que deben consagrarse a nivel constitucional en esta materia, consideramos relevante que -al regular la forma de Estado- se haga mención expresa al principio de subsidiariedad territorial.” 

https://lyd.org/

Cuando los demagogos y populistas contaminan a todo el sistema institucional

Dan Bernhardt, Stefan Krasa & Mehdi Shadmehr, de las universidades de Illinois, Warwick y North Carolina at Chapel Hill tratan un tema que, para quienes vivimos de esta forma ya por décadas parece ser la reinvención de la pólvora. El paper se titula “Demagogues and the Fragility of Democracy”, publicado por el Quantitative and Analytical Political Economy Research Centre de la Universidad de Warwick: https://econpapers.repec.org/RePEc:wrk:wqapec:05

El punto central es que los líderes políticos demagogos y populistas terminarían “contaminando” a los que en principio no lo son en tanto y en cuanto los votantes son miopes y prefieren las promesas de corto plazo a las instituciones de largo plazo. En sus palabras:

“Nuestro artículo estudia la tensión destacada por Hamilton entre los representantes magnánimos y con visión de futuro que protegen los intereses a largo plazo de los votantes y los demagogos que buscan cargos públicos y satisfacen los deseos a corto plazo de los votantes.1 Caracterizamos los resultados a largo plazo de la democracia en un país poblado por una mayoría miope. Los demagogos y los votantes miopes han sido considerados durante mucho tiempo vicios interrelacionados de los gobiernos republicanos. Por ejemplo, “La [creencia] de Madison sobre la democracia se basaba en [una] sobre el ser humano: el hombre, por naturaleza, prefería seguir su pasión antes que su razón; invariablemente eligió intereses a corto plazo sobre intereses a largo plazo” (Middlekauff (2007), p. 678). De hecho, los investigadores definen a los demagogos por esta característica. Según Guiso et al. (2018), los partidos liderados por demagogos “abogan por políticas a corto plazo mientras ocultan sus costos a largo plazo”.2 Lo que no se comprende bien es cómo los demagogos distorsionan el comportamiento de los partidos con visión de futuro y cómo un país democrático surge confrontación a largo plazo entre demagogos egoístas y partidos socialmente benévolos, pero pragmáticos.”

“Investigamos la susceptibilidad de la democracia a los demagogos, estudiando las tensiones entre los representantes que protegen los intereses a largo plazo de los votantes y los demagogos que satisfacen los deseos a corto plazo de los votantes. Los partidos proponen consumo e inversión. Los votantes basan sus elecciones en el consumo del período actual y en los choques de valencia. Las economías más jóvenes/más pobres y los votantes económicamente desfavorecidos se sienten atraídos por las políticas de demagogia de desinversión, lo que obliga a los representantes con visión de futuro a imitarlos. Esta competencia electoral puede destruir la democracia: si el capital cae por debajo de un nivel crítico, se produce una espiral mortal con la caída de los stocks de capital a partir de entonces. Identificamos cuándo el desarrollo económico mitiga este riesgo y caracterizamos cómo el riesgo de espiral de muerte disminuye a medida que el capital crece.”

Federalismo, división de poderes, límites a la deuda o embargo de bienes estatales en Brasil

  • Descentralización y federalismo en Brasil
     

La división de poderes es uno de los elementos centrales de la calidad institucional y esta puede ser, digamos, horizontal (entre los distintos poderes a cierto nivel de gobierno: ejecutivo, legislativo y judicial) o vertical (entre los distintos niveles de gobierno: nacional, provincial o estadual y municipal).  

Brasil es un país federal, y estamos viendo en estos momentos una puja que, con algunos bemoles, es un caso del control de poder que una división puede generar, aunque no lo logre en todos los casos. El gobierno nacional ha generado un Régimen de Recuperación Fiscal (RRF) por el que ayudará a los gobiernos estaduales en el pago de sus deudas si estos implementan un plan de reformas, que debe incluir no crear nuevos cargos, ni conceder aumentos, ni aumentar los gastos, y debe privatizar empresas bajo su órbita y otras medidas para reducir sus gastos.  El gobierno nacional ha vetado la propuesta del estado de Rio de Janeiro pese a que el Consejo de Supervisión del RRF la hubiera aprobado, en base a opiniones técnicas del Tesoro Nacional y de la Procuraduría General de la Hacienda Nacional. El Consejo de Supervisión del RFF está formado por miembros del gobierno nacional, del gobierno de Rio y del Tribunal de Cuentas de la Unión.  

No parece sorprendente que el plan de ajuste presentado por el gobierno de Rio de Janeiro contemplara aumentos de los sueldos de sus empleados y pospusiera el ajuste hasta 2030, el último del programa. El Tesoro señala que no hay ajuste del gasto.  

En fin, son intentos de un gobierno nacional de presionar a un gobierno estadual para que realice reformas que, aparentemente, éste no quiere realizar. Estamos de nuevo en la cuestión de cómo se impone la disciplina en un estado que no quiere tenerla: en este caso viene desde arriba, pero también podría ser que la reclamaran los votantes y, por último, que la imponga en mercado: en Diciembre de 2020 el Estado Federal pagó una deuda de 4,7 billones de reales al BNP Paribas.  

Autores de Public Choice han sugerido reformas institucionales para hacer frente a este problema, tales como la prohibición de tomar endeudamiento o la posibilidad de embargo de los bienes del Estado. Es decir, o que no pueda tomar deuda con ese banco o que luego se haga cargo de que le embarguen sus bienes.  

https://oglobo.globo.com/rio/governo-federal-veta-entrada-do-rio-no-regime-de-recuperacao-fiscal-25356980  

Las «big tech»: ¿monopolios anti-competitivos? ¿sería mejor que estuvieran regulados?

El notable crecimiento de las “big tech” en las últimas décadas ha desatado una discusión acerca de sus posiciones supuestamente monopólicas e intentos en distintos países de regular sus actividades. Ahora bien, una cosa es tener una posición “monopólica” y otra es tener acciones discriminatorias que abusan de esa posición en detrimento de competidores. Estas nuevas big tech tienen ciertas características que no son compatibles con la conducta de una empresa monopolista: por ejemplo, son gratuitas, mientras que un monopolista tradicional aprovecharía esa circunstancia para subir su precios; por otro son muy innovadoras (Microsoft, Amazon y Facebook invirtieron 71.000 millones de dólares en I&D en 2017, sólo detrás de las farmacéuticas), algo que no encontraríamos en un monopolio que no se preocupa de la competencia.

El Institute of Economic Affairs de Londres ha publicado una serie de conferencias sobre el tema con el título The Meaning of Competition in the  Digital Age, https://iea.org.uk/publications/the-meaning-of-competition-in-the-digital-age/

Una de esas conferencias es de Cento Veljanovski con el título “Hayek on Competition and AntiTrust in the Digital Age”, donde analiza las posiciones que tuviera el economista austriaco en relación a la competencia, la información y el conocimiento. En general, el autor cree que Hayek no estaría de acuerdo con una regulación estatal de estas empresas, pero luego comenta:

“Lo que puede haber dado motivo de preocupación a Hayek es la integración vertical de algunas grandes plataformas en línea, como Google y Facebook, que brindan la infraestructura básica de comercio y redes sociales y, al mismo tiempo, compiten directamente con quienes usan su plataforma. Esto provoca un conflicto de intereses fundamental, ya que la plataforma puede favorecer su servicio mientras recopila datos sobre las ventas, los servicios y los usuarios del negocio de su competidor intermedio. Google, por ejemplo, opera el motor de búsqueda a la vez que es un importante proveedor de espacios publicitarios en línea y servicios de búsqueda especializados, como la comparación de compras. Esto crea inevitablemente un conflicto de intereses ya que la plataforma actúa como «árbitro y jugador».”

¿Y si eso fuera así, la solución sería la regulación gubernamental? En el mismo texto Philip Booth presenta distintos casos de regulación privada, tales como las que generan las bolsas de comercio, la Asociación de Swaps y Derivados, las normas contables y hasta Uber, que si bien es una empresa establece regulaciones para la competencia entre los conductores.

El tema, como siempre, no es que esos problemas y conductas no existan, sino si el remedio termina siendo peor que la enfermedad, y convirtiendo “monopolios” privados en monopolios “legales’ contra los que no se puede competir, salvo a beneficio de la política.

¿No hay confianza porque no hay instituciones, o es al revés, no hay instituciones porque no hay confianza?

  • ¿No hay confianza porque no hay instituciones?  

Este es un típico caso de correlación, pero difícil determinación de la causalidad. En América Latina la confianza que la gente tiene de los demás es muy baja. ¿Es eso el resultado de su mala calidad institucional que lleva a no confiar, desde ya en los gobernantes, pero también de los demás, ya que no será fácil exigir el cumplimiento de una promesa, por ejemplo, si no funciona la justicia? 

Isabella Cotta, en El País, comenta un informe del BID realizado por Philip Keefer y Carlos Scartascini.  

La diferencia con los países de la OCDE, de mayor calidad institucional, es clara:  

El reporte titulado “Confianza: la clave para la cohesión social y el crecimiento en América Latina y el Caribe”, documenta cómo los países con mayor confianza tienden a gozar de mayores niveles de productividad, mientras que aquellos con bajos índices de confianza tienden a la informalidad. 

https://elpais.com/economia/2022-01-13/nueve-de-cada-10-latinoamericanos-desconfian-de-su-projimo.html  

Abusos de poder en toda América Latina: Nicaragua, Cuba, Venezuela

 

  • Abusos de poder en toda América Latina 

Human Rights Watch llama la atención, en su último informe, sobre el retroceso de libertades fundamentales en América Latina. El informe pone la mira en Nicaragua: “De cara a los comicios, el Gobierno de Daniel Ortega detuvo y procesó arbitrariamente a críticos y opositores, incluyendo a siete candidatos presidenciales, y mantuvo a muchos de ellos incomunicados en condiciones abusivas durante semanas o meses. Estas detenciones se suman a las más de 100 personas percibidas como críticas que permanecen encarceladas arbitrariamente en el contexto de la crisis de derechos humanos que inició en 2018“ 

“HRW también señala lo ocurrido en Cuba, donde el Gobierno respondió a las protestas pacíficas de sus ciudadanos con procesos penales abusivos. Más de 1.000 personas fueron arrestadas sin pruebas de haber cometido algún delito. La organización también condena los maltratos físicos y la persecución que ha llevado al exilio, entre otros, a artistas que han sido críticos con el régimen cubano.” 

Sobre Venezuela sostiene: “La misión electoral independiente de la Unión Europea, que observó las elecciones regionales de noviembre, informó que algunos opositores políticos seguían inhabilitados de forma arbitraria para postularse a cargos públicos, que hubo un acceso desigual a los medios de comunicación, y que la falta de independencia judicial y de respeto al Estado de derecho habían afectado la transparencia e imparcialidad de las elecciones” https://www.hrw.org/world-report/2022  

Milei, vouchers y la educación estatal: artículo en La Nación

Artículo en La Nación: https://www.lanacion.com.ar/opinion/milei-vouchers-y-educacion-estatal-nid25012022/

MILEI, VOUCHERS Y LA EDUCACIÓN ESTATAL

Martín Krause

 

Si hay algo que está claro es que Javier Milei no necesita a nadie que salga en su defensa, tanto sea por su carácter como por la solidez de sus ideas, estén los demás de acuerdo con ellas o no. En un reciente reportaje es criticado en un punto específico: la educación pública. El tema es tan interesante que merecer dedicarle algo más de espacio.

La discusión sobre este tema suele convertirse cae en una típica discusión basada en chicanas, tan común entre nosotros, presentando como a Milei como un ogro sin sensibilidad social, quien no dudaría en dejar a todos los niños pobres en la calle. Equivalente a eso sería pedir a quienes lo critican que saquen la billetera y muestren cuán dispuestos están a financiar la educación de los pobres, siguiendo ese común dicho en inglés «put your money where your mouth is». De otra forma es hacer beneficencia con el dinero de los demás, lo que no parece tener mucho sustento moral. No nos abre las «puertas del Cielo», ni a nosotros ni a los funcionarios del Ministerio de Educación.

Milei plantea dos escenarios diferentes: uno, ideal, donde no habría Estado y todo se financiaría voluntariamente; otro, con un Estado pequeño, que llama «minarquista». La idea de una sociedad sin Estado puede parecer estrafalaria para algunos y no digna de la menor atención cuando la dice Milei, pero no sé si dirían lo mismo cuando la decía nada menos que Jorge Luis Borges:

“…para mí el Estado es el enemigo común ahora; yo querría –eso lo he dicho muchas veces- un mínimo de Estado y un máximo de individuo. Pero, quizá sea preciso esperar… no sé si algunos decenios o algunos siglos –lo cual históricamente no es nada-, aunque yo, ciertamente no llegaré a ese mundo sin Estados. Para eso se necesitaría una humanidad ética, y además, una humanidad intelectualmente más fuerte de lo que es ahora, de lo que somos nosotros; ya que, sin duda, somos muy inmorales y muy poco inteligentes comparados con esos hombres del porvenir, por eso estoy de acuerdo con la frase: “Yo creo dogmáticamente en el progreso”. Jorge Luis Borges & Osvaldo Ferrari, En Diálogo I (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1998, p. 220.) “Creo que con el tiempo mereceremos que no haya gobiernos.», Jorge Luis Borges, “El Informe de Brodie”, Obras Completas II (Barcelona: Emecé Editores, 1996), p. 399.

En el escenario con un Estado pequeño, o para llegar a ese Estado pequeño, Milei plantea una solución conocida como «vouchers”, o vales, la cual tampoco es algo “extraterrestre». Se la puede encontrar en países tan «políticamente correctos” como Suecia, Dinamarca, Holanda o la República Checa, donde quienes reciben esos vales pueden luego usarlos para pagar la escuela, pública o privada, que elijan. En Suecia están vigentes desde 1993, cuando se estableció que todos los gobiernos locales debían financiar las escuelas que eligieran los padres, sujetos a limitaciones de espacio, asignando un presupuesto por alumno del 85% del costo de las escuelas públicas. Pueden elegir entre cualquier escuela pública o privada que participe del sistema, incluyendo en estas últimas a empresas con fines de lucro (Björklund, Anders, Melissa A. Clark, Per-Anders Edin, Peter Fredriksson, and Alan B. Krueger. 2005. The Market comes to Education in Sweden: An Evaluation of Sweden’s Surprising School Reforms New York: Russell Sage Foundation.). En caso de exceso de demanda, en las escuelas públicas se da prioridad a los alumnos vecinos; en las escuelas privadas se toma como base el orden de inscripción, con la excepción de Estocolmo, donde en las escuelas secundarias se admite con base en el desempeño. En 2016/17 el 20% de las escuelas primarias eran “independientes”. También el 32% de las escuelas secundarias. Dos empresas que administran escuelas de este tipo cotizan en la bolsa de Estocolmo.

Pero estos son vouchers financiados con impuestos. Los que propone Milei son «vouchers privados», es decir, financiados con aportes voluntarios particulares. La idea tampoco es tan extraña y la conocemos aquí y en todo el mundo como «becas”, que otorgan personas o empresas para que otros puedan estudiar. No es nada más que eso.

Claro, quedan varios temas a discutir. Por ejemplo, si el dinero alcanzaría para cubrir los gastos, que claramente serían menores porque ahora todos los establecimientos educativos, públicos y privados, estarían sometidos a la competencia, y recibirían sus fondos no del Ministerio, sino de su capacidad para convencer a padres y estudiantes sobre las ventajas de ese establecimiento en particular. Maestros y directivos podrían fijarse sus propios salarios, sin depender de un funcionario o un sindicato.

Si el monto de las becas es suficiente también tiene que ver si son «deducibles” de los impuestos que actualmente pagan los contribuyentes. ¿Acaso serían pocos los que optarían por ellos si tienen la opción entre pagar, por ejemplo, ganancias o bienes personales, o darle ese dinero como una beca a estudiantes pobres? Es su dinero, sólo que ahora tienen la posibilidad de elegir su destino, aunque todavía no la de liberarse de la imposición.

Ya en 1994, propusimos junto con Alberto Benegas Lynch (h) una reforma completa en ese sentido (El derecho de enseñar y aprender, Revista Libertas 20, 1994), convirtiendo a los actuales maestros y directivos en propietarios de las escuelas, pero ahora llamados a competir. Y no solamente en cuanto al precio o los servicios, sino fundamentalmente en cuanto a los contenidos, ya que no existiría ningún curriculum mínimo o máximo que adoctrine a los niños desde temprano y cada escuela sería libre de elegirlo, como también su metodología de enseñanza. En esa competencia podríamos ver cuál es mejor, cuál más adecuado para los tiempos modernos o para las preferencias de los padres y estudiantes.

En ese otro escenario borgiano, ya no habría Estado o impuestos y la educación se ofrecería al igual que hoy ocurre con tantos otros servicios, y con los avances de la tecnología moderna vaya a saber cómo serían, pero seguramente con mucha variedad: presenciales, virtuales, híbridos, con contenido religioso o no, con énfasis en los idiomas o la tecnología o el arte y la creatividad o la producción.

Mientras tanto, educación estatal es lo que tenemos (ya que toda la educación es “pública”, es decir, para el “público”, también la que llamamos “privada”). Es cara y no es buena, ha sido cooptada por los sindicatos en su beneficio, no el de los niños. No está mal, entonces, tener ideas osadas.

 

 

El fin de la pobreza estaría a la vista, pero no en todo lados

https://www.dataclave.com.ar/opinion/el-fin-de-la-pobreza_a61e7529e7cc5881e5995a9c2

Ver que se extiende la pobreza en nuestro país es triste, y lo es más aún si vemos que es el camino inverso a lo que ocurre en el resto del planeta. Así es, en el mundo la pobreza no deja de caer y perfectamente podemos suponer que será eliminada en un futuro no tan lejano. Esto es lo que plantea Max Roser, quien ha desarrollado uno de los sitios más completos y útiles para encontrar todo tipo de datos, tanto sea de Covid como de lo que a uno se le ocurra. La página, bien conocida, se llama Our World in Data.  

Ahora Roser llega con un análisis sobre la pobreza global y con un mensaje, en definitiva, optimista. Desde la llegada del capitalismo y la Revolución Industrial la pobreza no ha cesado de caer y estamos cerca de eliminar la “extrema pobreza», aquella que se mide por un ingreso menor a 1,90 dólares por día. Roser toma como ejemplo el tan considerado caso de Suecia, y como casi toda su información se basa en gráficos de muy buen diseño, tomemos los que presenta en un artículo titulado The history of the end of poverty has just begun: https://ourworldindata.org/history-of-poverty-has-just-begun  

Esto es Suecia en 1820:  (ver gráfico en el link)

https://www.dataclave.com.ar/opinion/el-fin-de-la-pobreza_a61e7529e7cc5881e5995a9c2

La mayoría se encontraba en lo que hoy llamaríamos extrema pobreza. Un siglo después la situación había mejorado bastante:  (ver gráfico en el link)

https://www.dataclave.com.ar/opinion/el-fin-de-la-pobreza_a61e7529e7cc5881e5995a9c2

Hoy Suecia no solamente ha eliminado la extrema pobreza, sino que define como pobre a quien no alcance a un ingreso de 30 dólares por día: (ver gráfico en el link)

https://www.dataclave.com.ar/opinion/el-fin-de-la-pobreza_a61e7529e7cc5881e5995a9c2

Con muy buen criterio, Roser atribuye el éxito al crecimiento económico de Suecia durante ese período, un caso similar a otros países hoy ricos, y un camino que pueden seguir todos los que promuevan, o al menos no impidan, el progreso económico. Ahora bien, si trasladamos ese umbral de la pobreza a nivel global, la mayoría de la población es pobre. Pese a su notable crecimiento, casi todos los indios y los chinos aún lo son:  (ver gráfico en el link)

https://www.dataclave.com.ar/opinion/el-fin-de-la-pobreza_a61e7529e7cc5881e5995a9c2

Pero su mensaje es positivo, esos países están siguiendo ese camino de crecimiento y si los otros lo han logrado estos también lo podrán hacer. Los verdaderos logros del capitalismo global pueden verse en la caída de todos los indicadores de pobreza:  (ver gráfico en el link)

https://www.dataclave.com.ar/opinion/el-fin-de-la-pobreza_a61e7529e7cc5881e5995a9c2

Si esa tendencia continúa, la pobreza desaparecerá. ¿Qué es necesario para que ello ocurra? Roser señala dos requisitos: el primero es mayor crecimiento económico, la economía global debería multiplicarse por cinco. Parece utópico, pero es lo que ha ocurrido en las últimas cinco décadas. El segundo, curiosamente, es la reducción de las desigualdades. Raro argumento: ¿cuál es la relación entre uno y otro? ¿por qué la reducción de la desigualdad va a reducir la pobreza?  

Lamentablemente, nada al respecto se menciona allí. Todo proceso de progreso, como lo ha documentado el premio Nobel Angus Deaton, genera primero un aumento de la desigualdad, que posteriormente se reduce. Y no debería preocuparnos, nuestra atención ha de estar con los que están más abajo, y preguntarnos si están mejorando o no. No importa si un par de startups han generado algunos nuevos billonarios, lo importante es si los de abajo están mejorando sus oportunidades y, en este caso, sus ingresos. Eso es lo que viene ocurriendo y lo que puede seguir en ese camino.  

Por otra parte, la redistribución puede ser hacia abajo, como parece ser en nuestro país. Cada nuevo gobierno busca más redistribución y cada vez hay más pobres. Igualamos para abajo. Pero eso sí, estamos obsesionados con aquellos a los que les va bien, como si fueran la causa del aumento de la pobreza de los demás. El fin de la pobreza comenzará a recorrerse cuando dejemos de odiar a la riqueza.  

Individualismo y colectivismo: no las categorías políticas sino el fundamento cultural de nuestras sociedades

  • Individualismo y colectivismo 

Estas dos categorías parecen tener un claro contenido político/filosófico, pero no en este caso, si bien los conceptos tienen sus derivaciones claras en esos campos. Su contenido tiene más que ver con el desarrollado por Geert Hofstede, quien lo incluyera entre sus indicadores para analizar las diferencias culturales entre distintas sociedades.  

Ahora, Brett Pelham, de Montgomery College; Curtis Hardin, de Brooklin College; Damian Myrray, de Tulane University; Mitsuru Shimizu de Southern Illinois University Edwardsville y Jodeph Vandello de University of South Florida, han buscado ampliar el análisis de esos conceptos y desarrollar un índice que evalúe la inclinación en uno u otro sentido en gran cantidad de países. Estos son sus argumentos:  

“En las últimas décadas, la investigación psicológica sobre la cultura se ha multiplicado. Uno de los temas culturales más analizados ha sido el individualismo frente al colectivismo. Una orientación cultural individualista enfatiza las propiedades estables, los derechos y las motivaciones de la persona individual. Por el contrario, una orientación colectivista enfatiza a las personas en relación con los demás. Mientras que las culturas individualistas tienen que ver con el “yo” y el “mí”, las culturas colectivistas tienen que ver con el “nosotros” (Markus y Kitayama, 1991; Triandis, 1989). En culturas individualistas, las personas presumiblemente basan sus identidades en gran medida en sus propios rasgos estables de personalidad, habilidades y estado o logros personales. Los ejemplos son ser extrovertido, creativo, rico o sin hogar. Por el contrario, en las culturas colectivas, presumiblemente, las personas basan sus identidades en gran medida en sus roles y posiciones en grupos sociales importantes. Algunos ejemplos son los grupos familiares, las afiliaciones religiosas y las afiliaciones étnicas. Una autoconstrucción individualista típica es «soy precoz». Una autoconstrucción colectivista típica es «Somos presbiterianos».” 

Los aspectos culturales son de fundamental importancia porque determinan, en última instancia, la estructura institucional de las sociedades, de ahí su importancia para nuestros temas.  

Muy bien, los autores elaboran el Global Collectivism Index (GCI), presentado en un artículo que se titula “A truly global, non-WEIRD examination of collectivism: The Global Collectivism Index (GCI)”, que se publica en Current Research in Ecological and Social Psychology, Volume 3, 2022, 100030.  https://doi.org/10.1016/j.cresp.2021.100030  

El GCI se elabora con seis indicadores específicos: tasa total de fertilidad (la cantidad de hijos que se espera una mujer tendrá en su vida); condiciones de vida (cantidad de gente viviendo sola o en familia, etc.); estabilidad en el matrimonio; religiosidad; transporte colectivo; sesgos en favor del grupo y empresarialidad. Como siempre, se podrán discutir la conveniencia de cada uno de ellos. Para mayor referencia ver el artículo.  

Los países más “colectivistas” son africanos, con Somalia en el primer lugar. Los países más individualistas son los siguientes (de menos a más individualistas):  

179  Japan  -1.18 
180  Netherlands  -1.29 
181  Finland  -1.30 
182  Norway  -1.33 
183  Luxembourg  -1.34 
184  Germany  -1.35 
185  Estonia  -1.37 
186  Denmark  -1.37 
187  Sweden  -1.43 
188  Monaco  -1.85 

 

¿Cómo están los países de América al respecto?  

38  Guatemala  0.79 
42  Paraguay  0.74 
47  Honduras  0.72 
64  Nicaragua  0.56 
67  Bolivia  0.52 
68  Haiti  0.51 
79  Guyana  0.32 
80  Belize  0.31 
82  Peru  0.29 
88  Ecuador  0.23 
89  Antigua and Barbuda  0.21 
93  Colombia  0.15 
99  El Salvador  0.10 
101  Mexico  0.09 
104  Panama  0.05 
107  Bahamas, The  -0.02 
108  Grenada  -0.02 
109  Dominican Republic  -0.03 
111  Venezuela  -0.06 
112  Brazil  -0.06 
113  Jamaica  -0.08 
119  Chile  -0.14 
124  St. Vincent and the Grenadines  -0.19 
125  St. Lucia  -0.23 
126  Suriname  -0.24 
127  Costa Rica  -0.25 
130  Barbados  -0.29 
131  Dominica  -0.29 
134  Trinidad and Tobago  -0.37 
135  Argentina  -0.37 
143  Uruguay  -0.55 
159  Cuba  -0.80 
161  Puerto Rico*  -0.86 
164  Aruba*  -0.93 
168  Canada  -1.10 
178  United States  -1.18 

 

Los datos dan tema para interesantes discusiones. Que aparezcan como los más “individualistas” Estados Unidos y Canadá no parece ser una sorpresa, pero ¿Cuba? De nuevo, recordemos que no estamos hablando de colectivismo en términos políticos, pero pareciera ser que el colectivismo político en Cuba dio como resultado individualismo cultural en su población. En fin, a sacar sus propias conclusiones 

Iniciativas populares en Chile: no te metas con mi plata y habilitemos el cultivo de cannabis

Iniciativas populares en Chile 

En estos momentos Chile es el país donde mayor probabilidad existe de cambios institucionales que pueden ser determinantes para su futuro, teniendo en cuenta que se encuentra en pleno proceso de reforma constitucional. El Centro de Estudios Públicos (CEP) tiene un programa de seguimiento del proceso constitucional. Al respecto:  

Las iniciativas populares de norma son un mecanismo de participación popular creado por la Convención Constitucional. Mediante este mecanismo, cualquier persona mayor de 16 años, chilena o extranjera con residencia en Chile, puede presentar un texto formal (con justificación y articulado) el que, al alcanzar los 15.000 apoyos, podrá ser discutido por los convencionales, votado y, eventualmente, transformarse en norma constitucional. Cada persona o grupo puede presentar hasta 7 iniciativas de norma y apoyar a otras 7. El período se inició el 22 de noviembre de 2021 y culmina el 20 de enero de 2022. 

La iniciativa que tiene mayor apoyo hasta el momento se denomina “Con mi Plata no – Defiende tus Ahorros previsionales” y propone: «1) Que se garantice la propiedad de los fondos actuales y futuros y que éstos sean heredables; 2) Que se consagre la libertad de elegir entre instituciones públicas y/o privadas; 3) Que el Estado vele porque hombres y mujeres reciban igual pensión a igual monto ahorrado; y 4) Que el Estado garantice una pensión básica universal financiada a través de impuestos generales». Tiene al momento 35.646 apoyos.  

Hasta la fecha, hay 10 iniciativas populares de norma con más de 15.000 apoyos: 8 en Derechos Fundamentales, 1 en Medio Ambiente y Modelo Económico, y 1 en Sistemas de Justicia. Hasta el 14 de Enero hay 1.392 iniciativas presentadas. 

La segunda, con 34.094 apoyos al 14 de Enero, se denomina “Cannabis a la Constitución Ahora: Por el derecho al libre desarrollo de la personalidad, soberanía personal y el bienestar”. La propuesta señala que se sentencie que todas las personas “tienen derecho a cultivar su vínculo con la naturaleza y poder beneficiarse de sus frutos, en el marco de una relación equilibrada y respetuosa”, por lo que “el Estado no podrá restringir las vías para el desarrollo personal, garantizando el acceso funcional a herramientas enteógenas disponibles para nuestra evolución” 

https://c22cepchile.cl/