Los alumnos de Microeconomía en Madrid leen partes de “La Acción Humana” de Ludwig von Mises y plantean preguntas al autor que trataré de contestar aunque no lo sea:
¿Qué impulsa al hombre a buscar la abundancia, y qué papel juega la escasez en este sentido?
El ser humano busca superar la escasez, que es su condición natural si no actuara. Si buscará la abundancia o no es otra cosa, algunos quieren tener bienes y servicios abundantes, otros prefieren simplemente resolver ciertas necesidades pero sin llegar a la abundancia de bienes y servicios.
¿Es posible que dos medios permitan lograr el mismo fin? En ese caso, ¿tendrían la misma utilidad marginal?
Suele ocurrir que para alcanzar un fin se necesita más de un medio. Pero no necesariamente tendrán la misma utilidad marginal, ya que recordemos que utilidad marginal es utilidad y escasez, y es probable que esos medios no tengan la misma escasez, entonces su valor sería diferente incluso si contribuyen al mismo fin.
¿Cómo pueden las empresas conocer el valor que los individuos dan a un mismo fin? (ejemplo coste de un coche para cubrir la necesidad de transporte)
No lo conocen. Sólo se manifiesta en la “preferencia revelada”, es decir, cuando el individuo actúa (compra o deja de comprar). Vienen y compran un coche, digamos, a 30.000 euros. Lo único que puedo decir es que valora más el coche que los euros, de otra forma no hubiera comprado, pero no puedo decir si su valoración era tan alta que hubiera estado dispuesto a pagar 35.000 o 40.000. Esto se logra, por ejemplo, en una subasta. Pero seguramente estas empresas no venden sus coches en subastas porque les resultaría muy costoso y los consumidores prefieren una compra directa.
Es un juego de prueba y error: ¿estarán los consumidores dispuestos a pagar este precio $P? ¿Cuántos de ellos encontrarán que su utilidad marginal es superior al precio que deben pagar por ese coche? Esto es algo que se va aprendiendo y las empresas automotrices, por supuesto, ya tienen décadas de conocimiento del comportamiento general de los consumidores.
En la bolsa, por cada persona que compra una acción, otra la vende ¿cómo se entiende esto si ambos individuos buscan (generalmente) el mismo fin, la rentabilidad?
Porque tienen distintas valoraciones subjetivas sobre esa misma acción. El vendedor prefiere el dinero a la acción (tal vez piensa que va a bajar, necesita el dinero para pagar otras cosas, piensa que hay otras acciones o inversiones que serían más rentables, etc.), mientras que el comprador valora más la acción que el dinero (tal vez supone que va a subir, quiere generar un ahorro de largo plazo, no valora tanto otras inversiones, etc.).
El autor dice “Veremos más adelante cómo el valor y el precio de los bienes de órdenes más elevados dependen del valor y el precio de los bienes del orden primero producidos gracias a la inversión de aquellos.”. ¿Qué pasa cuando se compra un coche nuevo (bien de orden primero) y el precio de este depende de los extras que tenga (bienes de orden más elevado)?
Yo diría que como está planteado son todos bienes de orden primero, sólo que distintos bienes: no es lo mismo este coche con aire acondicionado que este mismo coche sin él; y así con los demás extras. Los precios van variando según los consumidores valoren esos extras. En cuanto a los bienes de orden superior, se refiere a que es porque la gente valora tener aire acondicionado en su coche que luego estos equipos tienen valor, y es porque ellos así los valoran que el gas que se usa en el sistema de AA adquiere su valor. Si la temperatura cambiara y no hiciera falta AA, y el gas no tuviera otro uso, perdería todo su valor, ya que no lo encontraríamos útil. O si descubriéramos otra forma de refrigerar que fuera superior.
El autor menciona que en una ciencia cuyo objeto es el hombre, no hay lugar para hablar de nada con vigencia absoluta. ¿No hay ninguna verdad absoluta sobre el hombre?
Se refiere a que las valoraciones de los individuos no son fijas, de la misma forma que no lo son los fines que pretende alcanzar. Sin embargo, el mismo Mises extrae “leyes absolutas” del comportamiento humano a pesar de esos cambios.
El autor dice “la economía estudia la acción como tal, no siendo de su incumbencia los hechos síquicos que provocan esta o aquella actuación”. ¿No sería importante conocer el contexto que ha motivado dichas acciones?
La economía no estudia eso, pero no quiere decir que eso no sea importante o que no interese. Solo que no es parte de esta disciplina. Por eso habla de “praxeología” como una ciencia que abarca toda la acción humana, y como tal, todas las ciencias vinculadas a ella. También la sicología. El contexto es relevante para el que actúa. Claramente lo toma en cuenta para su decisión, es lo que determina la situación de escasez. Pero aquí estamos considerando las leyes de la acción, dado un determinado contexto, particularmente vinculado con la escasez.
¿Por qué afirma que la ley de utilidad marginal no es psicológica? Si la utilidad es la del fin satisfecho de menor valor y esos valores son subjetivos (psicológicos) debe haber una conexión muy fuerte entre esta ley económica y la psicología.
Sí, la hay, pero en economía estudiamos las consecuencias de esa acción, no sus motivaciones. De nuevo, no quiere decir que no sean importantes, pero son parte de otra disciplina. Ahora la “behavioral economics” o “economía de la conducta” trata de analizar eso, es como avanzar hacia las motivaciones sicológicas del actuar. Está muy bien, pero es un área diferente a la de la teoría económica.
 
							





