La erupción del volcán Calbuco y el precio de los barbijos: otra vez los desalmados comerciantes

La erupción del volcán Calbuco en Chile lanzó sus cenizas sobre Argentina, provocando hasta la cancelación de vuelos en la ciudad de Buenos Aires. Y provocó, además, una intensa polémica económica, por el aumento notable de los precios de los barbijos y el agua mineral: http://www.infobae.com/2015/04/24/1724413-denuncian-sobreprecios-el-100-los-barbijos-y-el-agua-mineral-neuquen

Calbuco

Es un problema típico de este tipo de emergencias, y las respuestas son también típicas. La población va a criticar duramente a los comerciantes, y los políticos se van a sumar a eso para mostrarse del lado de la gente.

Tomemos el caso de los barbijos. Dice la nota que el precio se duplicó, de $55 a $110 (esto es, 4,4 a 8,8 dólares al tipo de cambio paralelo). Este sería el precio para dos barbijos. Parecería ser un caso bastante extremo; en este momento se pueden conseguir en WalMart Neuquén un set de tres al precio de $25,90 (8,63 pesos por unidad): https://www.walmartonline.com.ar/Busqueda.aspx?Text=barbijo&Departamento=Categoria

Al margen de cuanto aumentaron en definitiva, está claro que deben estar más caros ahora que antes de la erupción volcánica. ¿Por qué? Porque esa erupción multiplica la demanda, que debe haber sido muy baja antes, y no hay barbijos para todos los que los quieren ahora. Si no hay suficientes barbijos, muchos se van a quedar sin ellos, es decir la forma en que la cantidad ofrecida se ajusta a la cantidad demandada, es a través de un racionamiento de su cantidad.

Pero el mayor precio envía una señal. Está diciendo que hay que enviar barbijos desde otras localidades hacia Neuquén. Esos envíos se pondrán en marcha en forma inmediata, o más rápido cuanto más haya aumentado el precio. Habrá barbijos en estos momentos en Buenos Aires, o en Misiones, o en Salta, cuyos dueños estarán motivados para enviarlos inmediatamente a la zona afectada. En cuanto empiecen a llegar, los precios bajarán.

Este proceso se ve ahora favorecido por las facilidades que brinda Internet. El mismo artículo señala que se pueden conseguir paquetes de 100 unidades a 100 pesos, un precio unitario de $1 (aunque hay que agregar el costo del transporte). Y si estuviera abierta la importación podrían conseguirse, por ejemplo en EBay, ofertas de 50 unidades a 2,90 dólares, lo que da un precio en pesos por unidad de 0,725 pesos con envío internacional gratuito: http://www.ebay.com/itm/50pcs-Nail-Medical-Dental-Disposable-Face-Surgical-Mask-Respirator-With-Ear-loop-/201073632800?pt=LH_DefaultDomain_0&hash=item2ed0ec2620

Pero, ¿por qué el comerciante es tan insensible que aumenta el precio de esa forma en ese breve período desde que estalla la demanda hasta que llegan las nuevas cantidades? Al margen de los sentimientos que pueda tener es, probablemente, la única forma de que tuviera allí los barbijos esperando por tanto tiempo. Tal vez los tenía desde la erupción del Copahue en 2012, entretanto la demanda de barbijos había sido muy baja. Tener allí guardados los barbijos por tres años no es un negocio muy alentador: se ha pagado por el producto y hay que asumir sus costos de almacenamiento por ese período para recién recuperarlo a los tres años. Solamente en la expectativa de ese mayor precio es probable que el comerciante haya decidido guardarlos y esperar.

Por supuesto que un comerciante podría mantener el mismo precio ante la emergencia. Dado el análisis anterior, está claro que estaría asumiendo un costo, estaría vendiendo a pérdida porque no recuperaría sus costos. Puede hacerlo, sería como una acción filantrópica para beneficiar a su comunidad. Me pregunto: ¿se lo reconocerían así los demás?

Si, como muchos creen que debiera, el gobierno estableciera un precio fijo o máximo: nadie estaría motivado a enviar los barbijos existentes en Buenos Aires a Neuquén si es que van a recibir el mismo precio, y tampoco habría mucha motivación para mantenerlos guardados por largo tiempo sin venderlos.

Por último, todo aquél que repudie semejante actitud tiene una solución sencilla a mano: mantener siempre un stock de barbijos en su casa para no tener que salir urgentemente a buscarlos. Sobre todo en esas zonas rodeadas de volcanes, no es tan difícil prever que algo de esa naturaleza pasará en algún momento.

 

El precio de los bienes depende, en definitiva, de la cantidad de trabajo. Una teoría que se derrumbó

Siguiendo con el análisis de la teoría del valor y las contribuciones de Böhm-Bawerk, los alumnos de Economía en la UBA leen ahora un análisis mucho más directo que el comentado ayer. Se trata de una lapidaria crítica a la teoría del valor-trabajo de Marx: Una contradicción no resuelta en el Sistema Económico Marxista: http://www.hacer.org/pdf/rev10_boehm.pdf

Bohm Bawerk

Pocos de quienes defienden esa teoría han realizado el esfuerzo de leer “El Capital”, donde Marx es particularmente confuso. En su primer tomo, que se publicara en vida del autor, deja la resolución del tema para más adelante, para los tomos siguientes:

“Marx había expresado, en su primer libro, que todo el valor de las mercancías se basaba en el trabajo involucrado en ellas y que en virtud de esta «ley del valor» deberían intercambiarse en proporción a la cantidad de trabajo en ellas invertido; que, además, la rentabilidad o plusvalía ganada por el capitalista era el fruto de la explotación del trabajador; que, sin embargo, el monto de la plusvalía no estaba en proporción al monto total del capital invertido por el capitalista, sino sólo al monto de la parte «variable» —esto es, a aquella parte del capital pagado en sueldos y salarios—, mientras que el «capital constante», el capital empleado en la adquisición de los medios de producción, no aumentaba la plusvalía. En la vida diaria, sin embargo, la rentabilidad del capital está en proporción al capital total invertido; y, principalmente por esto, las mercancías no se intercambian de hecho en proporción a la cantidad de trabajo invertido en ellas.”

BB considera minuciosamente los argumentos de Marx, y nos tenemos lugar aquí para plantearlos en detalle. Así resume una parte de su argumento:

“Resumamos: ¿cuál es la proporción que Marx quiso probar? Dice: «La ley de valor regula los precios de producción», o, dicho de otra manera, «Los valores determinan, en último caso, los precios de producción», o, si se explicita el significado que Marx da al valor y a la ley de valor en el primer volumen, la afirmación es: Los precios de producción están determinados «en último caso» por el principio de que la cantidad de trabajo es la única condición que determina los términos de intercambio de las mercancías.

¿Y qué hemos encontrado al examinar por separado las conexiones del argumento? Hemos descubierto que el precio de producción está, ante todo, determinado por dos componentes. Uno, los salarios abonados, es el producto de dos factores, de los cuales el primero —la cantidad de trabajo— está en armonía con la sustancia del concepto «valor» de Marx, y el otro —la tasa de sueldos y salarios— no lo está. Del segundo componente —el monto total de la rentabilidad media acumulada— Marx sólo pudo decir que se conectaba con la ley de valor mediante una deformación violenta de esta ley, fundamentando su operación en un campo en el que no existen términos de intercambio.”

Luego analiza la esencia del error de Marx, el que atribuye a haber tomado de Aristóteles la supuesta idea de que cuando se produce un intercambio, esto quiere decir que los dos lados de la transacción “se igualan”, por lo que tiene que haber entonces algo igual de un lado que de otro.

Marx ha encontrado en el antiguo Aristóteles la idea de que el «intercambio no puede existir sin igualdad, y que la igualdad no puede existir sin conmensurabilidad». (I, 35). Comienza con esta idea y la amplía. Concibe el intercambio de dos mercancías bajo la forma de una ecuación y de ésta infiere que «un factor común de la misma cantidad» debe existir en los bienes intercambiables (y por lo tanto considerados equivalentes) y luego procede a buscar este factor común al cual se deben «reducir» los dos bienes equivalentes como valores intercambiables.”

Luego proceder por medio de una deducción negativa, descartando los factores que no se igualan para luego quedarse con el tiempo de trabajo. Es decir, no prueba, muchos menos “empíricamente” que éste sea el factor determinante sino que llega a él por descarte de otros.

En definitiva, la crítica de BB es que, precisamente, un intercambio se realiza cuando existe una desigualdad de valoraciones, ya que éstas son subjetivas y no dependen de la cantidad de trabajo. El que vende entrega un bien que valora menos de lo que lo valora el que compra. Eso explica que se realice la transacción a un determinado precio.

En fin, hay muchas otras críticas más en el texto, respecto al precio de los bienes naturales (que no tienen trabajo incorporado) como la tierra, por ejemplo. Vale la pena una lectura detenida.

 

¿Son los costos los que determinan los precios? Claro, tienden hacia ellos, pero también son precios

Los alumnos de Económicas en la UBA leen a Böhm-Bawerk sobre el valor. En particular, BB analiza la teoría de los costos y todas las teorías que entonces consideraban que son los costos los que determinan los precios en este artículo titulado: “El determinante último del valor”: http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/46_7_Von%20Bohm%20Bawerk.pdf

Bohm Bawerk - Positive Theory of Capital

El comentario incluye la muy influyente teoría de Alfred Marshall sobre los dos lados de la tijera (utilidad para la demanda y costos para la oferta), que es aceptada en forma bastante generalizada. El artículo de BB es de difícil lectura, hay que leerlo lentamente y más de una vez pero concluye que los precios son determinados por la utilidad marginal, subjetiva. La influencia de los costos se encuentra en la llamada “ley de costos”, la que establece que los precios tienden, en el largo plazo, al nivel de los costos de producción. En ese punto final de equilibrio los precios serían igual a los costos, ya que de otra forma, si fueran más altos, estarían enviando una señal de que allí hay mayores ganancias que en otras actividades y los emprendedores se trasladarían a esa actividad hasta que esa diferencia deje de existir y se alcance una tasa de retorno normal. Si fueran más bajos, simplemente dejarían de producir esos bienes, y esa menor producción elevaría el precio de los productos hasta que se obtuviera un precio normal de retorno.

Descarta la teoría que asigna al trabajo como fuente del valor (Marx, entre otros). Concluye en una primera parte:

“Este análisis un tanto breve y pedante, aunque necesario, de la famosa ley de costos nos lleva a la siguiente conclusión. La ley de costos, tal como se la aplica a los hechos reales de nuestra vida económica, es susceptible de verificación en el sentido de que el costo sincrónicamente calculado, o la suma de los valores de los bienes que se emplean en la producción, coincide con el precio del producto. Por otra parte, si suponemos que dicho costo puede históricamente convertirse todo en trabajo, es posible verificar la proposición de que el precio del producto está determinado por la suma del trabajo realizado, medido en términos del valor de ese trabajo. Pero la ley de costos no es, por cierto, verdadera en el sentido de que el precio de estos bienes que están dentro del imperio de la ley está determinado por la cantidad de sacrificio implícito en su producción”.

Y luego explica en forma puntillosa cómo es que la demanda de los bienes finales, que a su vez está determinada por la utilidad marginal de los demandantes, es la que determina junto con la oferta el precio de esos bienes, y en forma indirecta el precio de sus factores de producción, entre los cuales se encuentra el trabajo. De otra forma se cae en una regresión infinita: los precios son determinados por los costos; pero los costos son también precios, que a su vez estarán determinados por sus costos; los cuales también son precios y así sucesivamente sin que se pueda encontrar una solución. En sus palabras:

“Los poderes de producción existentes, incluyendo al más importante y legítimo de todos —el trabajo— tratan de obtener empleo en las diversas oportunidades de producción que se les presentan. Es natural que se vinculen primero con aquellas esferas de producción que sean más rentables. Pero como ellas no resultan suficientes para dar empleo a todo el poder productivo, parte de este poder debe participar de ocupaciones sucesivamente menos productivas hasta que, por fin, se haya dado empleo a todo ese poder. Esta extensión gradual a ocupaciones menos rentables puede observarse en la producción, en un momento determinado, de bienes más valiosos y de otros que, desde el principio mismo, eran menos valiosos, porque su demanda era menos urgente. Pero lo importante de esta extensión gradual hacia empleos menos rentables se halla en otra parte. En cualquier campo de producción que haya sido hasta ahora muy rentable, el monto producido tiende a aumentar. Por lo tanto, de acuerdo con principios bien conocidos, nos vemos obligados a comercializar el aumento de la producción a un precio más bajo.”

Y más adelante:

“Todavía avanza un poco más y determina el salario del trabajador. Por un lado, ningún empresario le pagará a sus obreros, durante un período prolongado, más de lo que puede obtener por el producto del trabajo de ellos. El valor del producto será, entonces, el límite superior del índice de los salarios. Además, en condiciones de libre competencia, no les pagará menos durante un período prolongado porque en tanto el precio de mercado supere al costo de producción, el empresario obtiene ganancias; pero él o sus competidores se sentirán tentados a aumentar, por ello, su producción y, de este modo, a emplear más trabajadores hasta que la diferencia entre la valoración del último comprador y el salario del último trabajador desaparezca.”

 

Impresionante ensayo de David Hume sobre la moneda, las divisas y el comercio internacional

El ensayo de David Hume sobre la balanza comercial comienza con un párrafo que bien podría haberlo escrito pensando en la Argentina de estos días: http://www.econlib.org/library/LFBooks/Hume/hmMPL28.html

“Es muy común, en naciones ignorantes de la naturaleza del comercio, prohibir la exportación de productos, y mantenerlos dentro de ellas cuando sea que los consideran valiosos o útiles. No consideran que, con esta prohibición, actúan directamente en contra de su misma intención; y que cuanto más se exporta de un producto, más será producido localmente, y ellos serán los primeros que recibirán esa primera oferta.”

Hume

Pero si bien el artículo comienza considerando barreras para la salida de bienes (y menciona el caso de los higos en Atenas y el trigo en Francia), luego centra su atención en los temores porque una balanza comercial “negativa” (mayores importaciones que exportaciones) reduzcan la cantidad de dinero en el país. Al considerar esto está criticando la visión mercantilista para cuyos autores la riqueza de un país depende de la cantidad de dinero (en ese entonces metales) que posee. Dice Hume:

“También ha prevalecido entre varias naciones el mismo temor celoso en cuanto al dinero; para convencer a la gente de que estas prohibiciones no sirven sino para encarecer los cambios en su contra y provocar una exportación aún mayor, se precisa tanto de la lógica como de la experiencia.

Podría decirse que estos errores son burdos y evidentes; pero sigue prevaleciendo, aún en naciones familiarizadas con el comercio, un gran celo por la balanza comercial y temor de que salga del país todo su oro y plata. A mi modo de ver esto es en casi todos los casos un temor sin fundamento; e igual temería que se agotasen lodos nuestros manantiales y ríos que saliese el oro de un reino donde hay habitantes e industrias. Pongamos buen cuidado en conservar estas últimas ventajas y no tendremos nunca por qué temer la pérdida del primero.”

En su respuesta, comienza a desarrollar la teoría monetaria, su relación con los flujos de divisas y el mecanismo de ajuste automático de la cantidad de dinero a las necesidades de un país vía el ajuste de los precios. Y lo hace brillantemente con estos ejemplos:

“Supóngase que de la noche a la mañana desapareciesen cuatro quintos de todo el dinero de Gran Bretaña, y que la nación quedase reducida, en lo que respecta al metálico, a la misma situación que en los reinados de los ENRIQUES y los EDUARDOS, ¿Cuál sería la consecuencia? ¿No deberá bajar en proporción el precio de todo el trabajo y mercancías y venderse todas las cosas tan baratas como en aquellos tiempos? ¿Qué nación podría entonces competir con nosotros en cualquier mercado extranjero, o pretender navegar o vender manufacturas a un precio que a nosotros nos dejara un beneficio suficiente? Por lo tanto ¿en qué poco tiempo habría de devolvernos esto el dinero que perdimos y elevarnos al nivel de todas las naciones vecinas? Y cuando lo hubiéramos alcanzado perderíamos inmediatamente la ventaja de la baratura del trabajo y las mercancías; y la mayor afluencia de dinero se detendría por nuestra abundancia y plenitud.

Supongamos ahora que de la noche a la mañana se multiplicara por cinco todo el dinero de Gran Bretaña. ¿No debería producirse el efecto contrario? ¿No debería subir todo el trabajo y mercancías a una altura tan exorbitante que ninguna nación vecina pudiera comprar nada de nosotros, mientras por otro lado sus mercancías llegarían a ser comparativamente tan baratas que, a pesar de todas las leyes que pudieran dictarse, nos inundarían y saldría nuestro dinero, hasta que cayéramos al nivel de los extranjeros y perdiéramos esa gran superioridad de riqueza que nos había colocado en posición tan desventajosa?

Ahora bien, es evidente que las mismas causas que corregirían estas desigualdades exorbitantes, si se presentaran milagrosamente, han de impedir que sucedan en el curso normal de la naturaleza, y han de mantener siempre el dinero, entre todas las naciones vecinas, casi proporcional a la industria y laboriosidad de cada nación.’* Siempre que el agua se comunica, permanece al mismo nivel. Preguntad la razón a los físicos; os dicen que si subiera en algún lugar, como la mayor gravedad de esa parte no está compensada, ha de deprimirla hasta encontrar un contrapeso; y que la misma causa que corrige la desigualdad cuando sucede, ha de impedir siempre que se presente, en ausencia de alguna operación externa violenta.”

Y concluye:

“En resumen, un gobierno tiene razón sobrada para conservar con cuidado su población y sus manufacturas. Puede confiar su dinero al curso de los asuntos humanos sin miedo o desconfianza. Y si alguna vez presta atención a esta última circunstancia, sólo debe ser en la medida en que afecta a las primeras.”

 

Precios en el fútbol: Barcelona vende a Alexis por 40 millones y compra a Suárez por el doble (III)

Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre los precios en el fútbol:

El Barca vende a Alexis Sánchez por más de 40 millones de Euros, ¿y compra a Luis Suárez por el doble? ¿Cómo se determinan estos precios?

Sus comentarios:

  • La magnitud de estos precios, que se pagan por estos personajes tiene que ver con la poca oferta  de jugadores habílidosos y la gran demanda que hay por disfrutar ver jugar a estos grandiosos jugadores de fútbol.

Ahora, la diferencia de precios entre un jugador y otro, ya tiene que ver con nivel de habílidad que tenga el jugador y su capacidad de poder anotar goles y ganar partidos. Depende también de la posición que juega el jugador, su edad, clausulas contractuales con su actual dueño, etc. Me parece que determinar el precio de un jugador es un tema complejo, y aparte hay negociaciones de por medio entre los clubes que participan en la transcacción.

Me gusta el fútbol, pero no compito en sabiduría futbolera con mis compañeros del máster. Mi plantemiento sigue un poco más la lógica económica que la que pueda saber yo de cómo se compran y venden jugadores entre temporadas de fútbol.

  • El mercado del fútbol puede asimilarse a un intercambio del tipo competencia unilateral entre compradores, para cada bien a la venta (para cada futbolista) hay más de un comprador potencial (varios equipos).

Según esto, la valoración que tenga el vendedor (el futbolista, su agente, su entorno, su equipo actual, etc) es irrelevante ya que le precio se va a cerrar entre la valoración del comprador y la valoración del comprador potencial excluido con más capacidad de intercambio. El proceso es similar a una subasta que facilita los intercambios y favorece al vendedor.

Evidentemente cada bien (cada futbolista) tiene una valoración distinta que será la que se de en su subasta particular.

  • Leyendo vuestros comentarios me ha venido una reflexión, ¿cómo se contabilizan los jugadores? ¿La claúsula es un Activo y el salario un Gasto? ¿Pueden los clubs amortizar eses activo incorporándolo como un gasto (amortización) en la cuenta de resultados anual? Si fuera así (que lo desconozco) un alto precio por fichar a un jugador tendría un impacto importante en la reducción de impuestos a través de la amortización (Se que no es un debate de MIC, pero me ha parecido interesante)
  • Me parece interesante el debate que propones José

Te contesto con otra pregunta: ¿Conoces alguna empresa donde se realice amortización de los trabajadores?

Por que al fin y al cabo los jugadores no son objetos materiales con una vida util facil de estimar, sino personas, empleados de la empresa (en este caso un club de futbol). Si bien es verdad que empleados muy especiales.

  • Los derechos sobre los jugadores van en el balance. Tienen que ir. Y se amortizan.

Pongamos que el Arsenal tiene los derechos federativos de Alexis por 4 años. Valor de ese intangible 40 millones. Amortizacion 10 millones al año. Otra cosa es que ademas Alexis cobre su salario, que es un gasto como el de cualquier trabajador.

Lo que sucede con los «trabajadores normales» es que no hay un compromiso en exclusiva con duracion determinada. Puedes irte a otra empresa cuando quieras con un plazo breve de preaviso.

Jose Ma Gay de Liebana en «España se escribe con E de endeudamiento» dedica un capitulo completo a finanzas futbolisticas. En la pagina 427 (Activo de la Liga de las estrellas) aparecen rubros de «Inmobilizado intangible deportivo» que sospecho que son derechos de jugadores.

  • Entiendo que es un caso de competencia bilateral donde existe más de un comprador potencial y más de un vendedor potencial, tanto de Alexis Sanchez como de Luis Suarez.  Aunque podría entenderse que es un caso de competencia unilateral entre compradores (subasta) ya que hay un solo vendedor potencial (un solo bien a la venta, Alexis Sanchez o Luis Suarez son únicos) y más de un comprador potencial (cualquier equipo de fútbol del mundo estaría interesado en estos jugadores), me decanto porque se trata de un caso de competencia bilateral, ya que aunque es cierto que Luis Suarez solo hay uno, también es cierto que existen jugadores en el mundo que pueden ser de su mismo nivel, que podrían ser ofertados por otros equipos, y por lo tanto existirían bienes sustitutivos del anterior, pasando a convertirse en un caso de competencia bilateral.

En este caso las valoraciones subjetivas no vienen dadas si no que son los equipos interesados quienes las van creando. En este proceso de determinación de precios influyen muchos factores que determinan por qué se paga el doble por un jugador que por otro. Estos factores serían por ejemplo; la calidad (no necesariamente tiene por qué ser el más importante aunque suele influir notablemente), la edad ,cuanto más joven es el jugador más años de carrera le quedan por delante y hay más tiempo para poder venderlo en el futuro y recuperar lo invertido, ganar dinero o perder (en este caso a pesar de que Alexis e dos años más joven se paga la mitad que por Luis Suarez), el número de goles marcados, los beneficios por comisiones de agentes y equipos, los ingresos esperados por merchandasing del jugador (venta de camisetas, publicidad, imagen, popularidad del jugador, nuevos seguidores, derechos de televisión…), existencia de nuevos equipos en el mercado con mucha liquidez propiedad de magnates que pagan grandes cantidades por jugadores y crean equipos de la nada a golpe de talonario. Las intenciones de estos magnates que influyen directamente en los precios de mercado de los jugadores muchas veces no atienden a razones exclusivamente deportivas, si no que pueden atender a otros motivos muy diferentes como por ejemplo a posicionarse socialmente en otros países, contactos internacionales, conseguir negocios millonarios para sus empresas gracias a haber invertido en estos equipos. Detrás de una inversión aparentemente deficitaria en un equipo de futbol por parte de un magnate puede haber otros muchos beneficios conseguidos por otras vías gracias a esta inversión, por lo que el retorno puede ser muy lucrativo en su conjunto … En conclusión existen innumerables variables e intangibles para la determinación final del precio de los jugadores.

  • Para mi son bienes claramente unicos y por tanto el modelo de subasta funciona como modelo.

Otra cosa es que en la mente de los compradores haya alternativas o sustitutos, pero eso no detrae de que cada jugador es unico.

  • Los fichages de los jugadores se amortizan según los años de contrato que firman, si cuesta el traspaso 40 y firman por 5 años, amortizas 8  al año porque en España cuando vence el contrato quedan libres. No pasa en el resto de paises. Aqui cuando firman el contrato se fija una clausula de rescisión entre Club y jugador que cualquier Club del mundo lo puede fichar pagando esa clausula con el visto bueno del jugador. Messi por ejemplo creo que tiene 250 millones de clausula.

Los precios se determinan por una subasta, no responden a ninguna referencia lógica. Hoy he escuchado que el Arsenal ha comprado a un jugador suplente del Villarreal por 20 millones y ademas le cedia otro jugador hasta final de temporada. Abrieron el champan me imagino.

  • En primer lugar, se pueden pagar este nivel de precios porque se tiene el dinero para ello y el comprador tiene la expectativa (espero que no) de recuperar la inversión.

El experto, en España, en la determinación del precio de un jugador. es el Sr. Félix Tejedor, de Fútbol y Finanzas, que se dedica a valorar jugadores.

Su «modelo» (con ecuaciones muy complejas… que llama MERC). Según este Sr. evalúa:

  1. a) El coeficiente de juventud,
  2. b) La repercusión mediática,
  3. c) La posición donde juega, y
  4. d) La necesidad del club por el jugador».

Aspectos que no están alejados de lo estudiado en clases, dentro del enfoque de Mises, en las que la Acción Humana vincula factores como el valor de la operación, los recursos disponibles, las condiciones del intercambio, precios y costes y también la valoración subjetiva ligada a la escala de valor del que compra, tiendo en cuenta la importancia relativa, escasez, etc. todo ello buscando, de forma «racional», la maximización del bienestar del club.

  • Disculpar el retraso pero hasta hace unos minutos no he podido tener acceso al foro, pongo mi granito de arena a algunas cuestiones y de paso comentar que he disfrutado leyendo las aportaciones de cada uno de vosotros.

Lo que nos va a determinar el precio de un jugador respecto a otro no solo será la interactuación de la fuerzas de la oferta (escasez de buenos delanteros) y demanda (equipos capaces de pagar mucho dinero por ellos) sino otra serie de factores como podrían ser los siguientes.

  1. a) La posición del jugador

Ofensivos; delanteros, extremos

Creativos; centrocampistas

Defensas.

Por lógica, cuanto más probable dada su posición de hacer gol su valoración será mayor, de ahí que normalmente se pague el doble por un delantero que por un defensa. En nuestro caso ambos son delanteros pero Luis Suarez ha demostrado marcar un mayor número de goles durante los últimos años.

  1. b) Repercusión mediática

Muchas veces la valoración que se hace de los jugadores no tiene solo que ver con el rendimiento que realizan en el terreno de juego sino con su capacidad para generar ingresos comerciales, véase fichajes como Beckham etc… En nuestro ejemplo y no solo por su incidente en el mundial tiene un mayor repercusión Luis Suarez.

  1. c) Juventud

Ambos son jugadores jóvenes con proyección y que los diferentes clubes pueden llegar a amortizar la inversión realizada.

La valoración que se hace de un jugador no tiene que incluir únicamente lo que se paga por su traspaso sino también lo que cuesta su ficha durante los años de contrato. El tiempo y los goles dirán si Suarez vale el doble de lo pagado por Alexis.

Precios en el fútbol: Barcelona vende a Alexis por 40 millones y compra a Suárez por el doble (II)

Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre los precios en el fútbol:

El Barca vende a Alexis Sánchez por más de 40 millones de Euros, ¿y compra a Luis Suárez por el doble? ¿Cómo se determinan estos precios?

Sus comentarios:

  • Yo, la verdad que no soy un gran aficionado al futbol. Veo algún que otro partido, pero me aburren las noticias al respecto, con lo cual no entiendo bien las razones deportivas que hacen que un club venda a un jugador o que quiera comprar otro.

Probablemente, el motivo de vender a un jugador sea o bien por que la cantidad de dinero que puede obtener por ello es mas de lo que pensaba, o bien por que necesita hacerlo para intentar dar algo mas de equilibrio a su balance o bien por que aparece una oportunidad muy interesante de comprar otro jugador y vende al primero por que no puede dejar pasar la oportunidad de la compra del segundo, y para ello necesita vender primero (incluso malvender).

Entiendo que el mercado del futbol es un mercado bastante estrecho donde no existe ninguna homogeneidad entre los productos ofertados. Cada producto es diferente con lo cual en cada operación solo hay un oferente y varios compradores diferentes.

Cada operación es un intercambio con competencia unilateral de compradores. Es como una subasta. Pero con una salvedad: Pueden existir sustitutos del producto. Y aquí también habrá otra salvedad: no todos los clubes pueden acceder a todos los jugadores, no todos los jugadores quieren ir a cualquier club y por eso dependerá la calidad del jugador, el nivel del club y sus posibilidades económicas para que cada transacción se lleve a cabo.

Los precios se determinarán por varios motivos:

1)   Rendimiento futuro esperado basándose en histórico/edad del jugador (lo que le queda por pelear).

2)   Imagen del jugador (tirada mediática. Aunque esto irá unido a su histórico de resultados)

3)   Necesidades económicas del club

4)   Aspiraciones del jugador. Está a gusto? Da estabilidad al equipo o lo desestabiliza? Hace equipo?

5)   Necesidades deportivas (oportunidad de adquirir otros jugadores con la venta de este?)

  • Ni idea, aunque se me ocurren un conjunto de factores a considerar a la hora de determinar el precio. Los enumero y explico por qué creo que influyen:

– Productividad: Es mejor tener un jugador que cuesta 80 millones, juega y mete 10 goles una temporada (es decir, 8 millones por gol) que uno que cuesta 40, no juega y por tanto no mete goles (¿Cuál sería si productividad?)

– Momento adecuado: el precio de los jugadores puede subir, por lo que es mejor pagar 80 ahora que 100 después. El precio puede subir por que otros equipos se interesen por él.

– Marketing: hoy en día una fuente importante de ingresos de un equipo son los derechos de imagen de los jugadores, por tanto, la capacidad de generar ingresos por parte de un jugador determinará el precio que se está dispuesto a pagar por él.

– Negocio en sí mismo: un jugador se puede comprar por 80, ponerle una cláusula de rescisión de 200 y que en algún momento otro equipo le quiera comprar.

– Comisiones: creo que cuando se traspasa/vende un jugador, los intermediarios se llevan comisiones. Entre los intermediarios creo que también están los equipos, por tanto, en operaciones de este tipo, compradores y vendedores tienen interés en que los precios sean elevados.

  • Discrepo con la enunciación de subasta para la situación que nos plantean. Diría que estamos en competencia bilateral con extensión tanto de oferta como de demanda extremadamente baja. Para cada tipo de jugador existen pocos candidatos que cumplan características y pocos clubes que puedan tener esa capacidad de intercambio.

En la categoría de Luis Suárez encuentras jugadores como CR, Messi, Ibrahimovic, … y en los clubes con capacidad de compra tan grande tienes los dos de Manchester, Chelsea, RM, etc

Para comenzar entiendo que el modelo está desvirtuado desde que la motivación de los Clubes no es guiada totalmente con el ánimo de lucro, sino con el desempeño deportivo. Así, hechos normales como la desigualdad de las valoraciones subjetivas se desvirtúan en un modelo donde la motivación sea dar respuesta a un equipo rival que acaba de hacer golpe de efecto comprando a un jugador estrella, compra de jugador franquicia por acercarse elecciones en el club, etc.

Entiendo que, generalmente, el valor del dinero para los directivos de los clubes es baja. Ni comentar que los clubes en España ni pagan a Hacienda. De nuevo, modelo sesgado y desvirtuado.

Normalmente se tratan situaciones a muy corto plazo, con mucha falta de transparencia, y donde los precios también vienen marcados por la capacidad del jugador a comprar de generar un cierto efecto, que podría ser tipo soporte al equipo gestor del club, promoción merchandinsing y derechos televisivos como cuando Beckham en RM, y muchísima importancia de las comisiones declaradas o encubiertas, como ya han avanzado anteriormente mis compañeros.

  • No estoy de acuerdo José. Si que es subasta en el caso propue el propietario del jugador es el club. Es por lo tanto un único vendedor y varios compradores. Vaya una subasta de manual.

Caso diferente seria cuando la propiedad del jugador es compartida, un caso muy común en latinoamerican donde la mayoría de los jugadores son propiedad de varias instituciones (fondos, club, empresas), en cuyo caso estoy totalmente de acuerdo con tu comentario inicial.

  • Lo primero que tengo que dejar claro es mi falta de conocimientos sobre el futbol, creo que sólo he visto los partidos de la selección española cuando gano el mundial.

Cuando se produce un producto para su venta se estima un precio futuro y en función de este se combinan los medios de producción los cuales deben ser inferiores al precio de venta.

Me imagino que en el caso del futbol y de los jugadores tiene que ser un proceso parecido. El Barca estima que Luis Suarez a lo largo de su futura carrera en el club va a generar unos ingresos superiores a 80 M más su sueldo para el Barca. La manera de estimar estos ingresos es totalmente desconocida para mí, pero me imagino que los clubs fruto de su experiencia harán estimaciones precisas de los ingresos que puede generar un jugador.

En el caso de Alexis Sánchez desconozco los costes que genero tenerlo al Barca y si estos costes están cubiertos con las ganancias que produjo el jugador para el club y los ingresos de su venta.

  • Los precios de los jugadores vienen determinados por las valoraciones de los distintos actores que intervienen en el proceso de mercado y tambien por las circunstancias que les afecten y que por lo tanto den un mayor poder de negociación a una parte frente a la otra.

En este caso concreto diría que el precio de Alexis Sanchez era muy inferior al de Luis Suarez porque el Barca valoraba el doble contar con Luis Suarez en su plantilla que contar con Alexis Sanchez.

Otra cuestión sería porqué se pagan esas cantidades de dinero por algunos jugadores. En el caso de estas super estrellas los clubs valoran mucho el hecho de contar con ellos en plantilla porque por un lado, si consiguen ganar titulos sus ingresos aumentan considerablemente y por otro lado la marca del club se ve beneficiada por los ingresos en publicidad. El problema se encuentra en que son pocos los jugadores que consiguen esa posición mediatica y muchos los clubs que querrían contar con sus servicios, por lo que en un proceso de subasta sus precios se disparan hasta que solo los clubs con mayor presupuesto pueden contar con cracks internacionales.

  • En relación a la aportación de jose me han surgido algunas cuestiones (me ha obligado a reflexionar).

Os pongo lo que considero.

  1. El mercado para este tipo de jugadores es efectivamente un mercado de competencia bilateral muy reducido con una oferta y una demanda muy estrecha.
  2. Cuando el propietario del jugador es un único club la determinacion de precios se incluye en un proceso de subasta.
  3. Cuando la propiedad del jugador es de varios, la determinanción del precio se eincluye en un proceso de competencia bilateral
  • Concuerdo con Carlos,

Se produce un caso en el que hay una subasta por el jugador. Muchos compradores, un solo oferente. El precio de venta del jugador ha de estar entre la valoración subjetiva del comprador que tiene mayor capacidad de negociación y la valoración subjetiva del único vendedor.

  • Mario, no estoy de acuerdo con tu afirmacion de que el Barcelona valora el doble tener a Luis Suarez que tener a Alexis. No creo que haya que plantearlo en esos términos. De hecho no sabes si el Barcelona habria estado dispuesto a pagar 90 milones por él en caso de que el Liverpool no se hubiera conformado con 80.

 

Hay muchos factores que juegan en el precio al que se cierran las operaciones y no creo que de ahi se puedan extraer conclusiones cuantitativas. Solo cualitativas (esta claro que el Barcelona prefiere disponer de Luis Suarez antes que Alexis)

Lo unico que creo acertado afirmar es que el Barcelona valora en más los 40 millones de euros que cobra del Arsenal que el disponer de Alexis en la plantilla.

La misma afirmación podemos hacer en el caso de Luis Suarez

  • Estoy con Xisco en esto. Aparte de que se ve que es un entendido. Para mi que es agente de algun jugador 🙂

Las valoraciones, recordemos, son ORDINALES. O sea, solo cabe una relacion de mayor o menor entre ellas. Es el mercado el que mediante el uso del dinero «pone numeros» a esas valoraciones subjetivas. El uso de las palabras valor o valorar en el lenguaje comun nos confunde.

Yo creo que el mercado de jugadores es muy complejo por el simple hecho de que involucra a seres humanos, con todas las complejidades que eso conlleva.

Precios en el fútbol: Barcelona vende a Alexis Sánchez por 40 millones y compra a Suárez por el doble

Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre los precios en el fútbol:

El Barca vende a Alexis Sánchez por más de 40 millones de Euros, ¿y compra a Luis Suárez por el doble? ¿Cómo se determinan estos precios?

Sus comentarios:

  • Yo creo que se determinan libremente al no haber (o yo no conozco) regulaciones sobre el precio de los traspasos. Por suerte el fútbol es un sector poco o nada intervenido y los precios que se marcan son fijados por el acuerdo de dos partes libremente. Cada parte tendrá una valoración subjetiva de lo que compra y de lo que vende en función de lo que la gerencia de cada club estime como su utilidad marginal. En esto también entrará en juego la habilidad negociadora de cada presidente o junta directiva. También tendrán en cuenta los beneficios que obtendrán de ellos en el futuro, tanto deportivos como extradeportivos.
  • Mario, el acuerdo no se fija solo atendiendo a 2 partes. Ni siquiera acorde a una sola cantidad economica.

Aunque 2 clubes A y B se pongan de acuerdo en una cantidad para traspasar un jugador, es necesario que el jugador este de acuerdo en cambiar a ese nuevo club, lo cual tambien incluye que haya acuerdo economico entre el jugador y el club B.

Y ya no hablemos como también haya un contrato entre el jugador y su representante por el que éste ultimo también tenga poder de decisión…

El futbol es un mercado complejo y atípico por muchos factores

  • El tema de los representantes es un punto a tener muy en cuenta ya que las comisiones que estos cobran por transacción son bastante jugosas.

Con lo cual no es solo una subasta, sino que su complejidad aumenta. Probablemente hayan habido muchas transacciones cuyos primeros interesados en que se ejecuten hayan sido los propios representantes y probablemente en muchas ocasiones hayan sido los primeros en desestabilizar a un jugador para conseguir sus objetivos.

  • Sí tienes razón Xisco, se me había olvidado la importante figura del representante (la del jugador la doy por hecha porque si no quiere no ficha). Pero bueno, al final yo creo que lo bueno que tiene ese mercado, dentro de lo típico que es y que es un mercado muy reducido, es que es un mercado muy libre con poca intervención estatal, es decir, que son los propios agentes intervinientes en la negociación los que se ponen de acuerdo, sin necesidad de que el estado les marque las reglas. Yo creo que es eso con lo que nos tenemos que quedar.
  • Estos precios vienen determinados por las voluntades subjetivas de los sujetos que participan en la compra y venta. El Barcelona en este caso valora más vender a un jugador por un precio de más de cuarenta ( Valora más lo que va a obtener que el rendimiento del jugador  en este caso) como valora también a un determinado jugador que el precio que está pagando por él.

Los precios se determinan libremente únicamente atendiendo a las voluntades subjetivas de aquellos participantes en el juego de oferta y demanda.

  • Se trata de un mercado muy pequeño en cuanto a oferta y demanda. No hay muchos jugadores de ese calibre que encima sean delanteros; pero tampoco hay muchos clubes que simultaneamente esten buscando jugadores de esas caracteristicas.

Suponiendo que cada jugador es unico (aunque otros jugadores parecidos serian «sustitutos») se efectua un proceso practicamente de subasta donde el grupo de clubs interesados va haciendo ofertas y eliminandose de la puja cuando el precio supera su valoracion subjetiva del jugador. Este juego se puede hasta cierto punto observar en los medios de comunicacion. «El Barcelona ofrece XX por el jugador JJ». «El Manchester City entra en la puja por JJ». «La Juventus mejora la oferta del Barcelona», etc.

En todo caso estas consideraciones microeconomicas deben ser matizadas con elementos sutiles que alteran el analisis. Por ejemplo, ciertos jugadores no quieren vivir en ciertas ciudades o paises, o desde niños soñaron con jugar para cierto club. Los precios tambien vienen determinados por elementos como los ingresos de los clubes que se han disparado con los derechos televisivos. Por ultimo tambien hay restricciones como clausulas en contratos, normas federativas, etc.

  • Aparte del mercado oculto de comisiones. y Micro-economicamente hablando el valor de Alexis es una gráfica de rendimiento y tiempo vs Luis Suárez

El tiempo va encontra del rendimiento de los jugadores (se hacen mayores) y el precio de estos desciende vs rendimiento.

Desgraciadamente no entiendo de fútbol (y eso que vivo en Barcelona) pero supongo que el precio de Luis Suarez es un rendimiento esperado, realizado a través de sus resultados (mundiales sus ligillas etc) sumándole una variable de ingresos por publicidad (marketing en los países originarios del jugador) retornos por nuevos cautivos de su país (chile) y marcas que les interesa esa expansión (ejemplo Adidas).

Es así como en este caso determinaron el precio por rendimientos esperados vs tiempo

  • Desde mi punto de vista el proceso de determinación del precio en el mercado de futbol viene marcado por un proceso de subasta en el que hay un único vendedor (el club propietario del jugador) y vaios compradores.El precio ecónomico de los jugadores por lo tanto viene marcado por una desigualdad en las valoraciones subjetivas  y por la perspicacia en la negociación por parte de los compradores. Así pues el club con la escala valorativa más alta para el jugador en cuestión ( el que considere la utilidad marginal más alta) es que el realiza la puja más alta excluyendo a posibles competidores.

En el caso propuesto, el barcelona considera que el precio de 40 millones por alexis sanchez es optimo en función de su utilidad marginal para el equipo y tambien por beneficio económico que obtiene, ya que lo compro desde otro club (la juventus de turin) hace unos años por un precio de compra cercano a 24 millones de Euros y lo vende por cerca del doble obteniendo un lucro ecónomico por ello.

Supongo que la gerencia del club estimaria la utilidad marginal del jugador en función del rendimiento futuro que pudiese dar en los próximos años y considero que era el momento necesario para su venta, al obtener la citada ganancia y al haber en el mercado jugadores sustitutivos con una utilidad marginal superior a la estimada para Alexis Sánchez.

Como bien se ha indicado en comentarios anteriores, cada jugador es único pero forma parte de un engranaje que es el equipo. La gerencia de los clubs estima la utilidad marginal de los jugadores en función de su complementareidad y de su utilidad marginal para el conjunto (si bien puede que en este conjunto haya jugadores únicos e insustituibles o con la utilidad marginal más alta como pueda ser messi para el barcelona o cristiano ronaldo para el real madrid).

El precio ecónomico de Luis suarez biene por lo tanto marcado por la escala valorativa del comprador que considera que tendrá una utilidad marginal superior a la que tenia alexis sanchez, sustituyendo un jugador por otro. Además esta alta valoración de Luis suarez por el barcelona excluiria a compradores con una valoración subjetiva inferior al barcelona. Se trata de un proceso de mercado de un único vendedor (el liverpool en el caso de Luis Suarez y el Barcelona en el caso de alexis) y varios compradores, en donde el precio viene determinado por la desigualdad de valoraciones subjetivas por parte de los compradores.

Entiendo que en el precio tambien vienen recogidas todas las condiciones adicionales a este tipo de operación (comsiones a intermediarios, impuestos, etc) y la operación se hace en un mercado poco intervenido por el organismo regulados (FIFA, UEFA), auqnue este último punto lo desconozco.

Sin embargo me llama la atención que en este caso los bienes (juagdores) tienen una fecha de caducidad (como bien se ha indicado) y en este caso es barcelona ha comprado un jugador mayor que el que ha vendido.

  • El tiempo no va en contra del rendimiento de jugadores. A veces va en contra y otras veces a favor (pasa continuamente con jugadores que estan en formación y llega un dia en el que dejan de ser promesas y se convierten en una realidad)

Un club tiene una valoración subjetiva del jugador, que viene determinada en parte por lo que ha conseguido hasta un momento dado, y sobretodo por el rendimiento que espera del jugador y por la necesidad que el club percibe de cubrir un determinado puesto con un jugador de esas caracteristicas

Cada jugador es un bien único, con unas determinadas caracteristicas. Esto explica que determinados jugadores tengan un buen rendimiento en un club y otros de calidad y cartel teoricamente similar no. Influyen muchos factores como la adaptación al estilo de juego que propone el entrenador, buena relación y asociación con los compañeros dentro y fuera del terreno de juego, adaptación del jugador y su familia a la ciudad y culltura del pais donde van a residir … Es muy habitual ver jugadores que no triunfan por falta de adaptación en un club y si lo hacen en otro.

Me gustaria añadir que es un mercado cargado de «intangibles». Que imagen da el jugador (importante para sponsors), coincide esa imagen con los valores del club?

A la vez hay cosas muy objetivas a tener en cuenta. Por ejemplo si el jugador tiene que cumplir sanciones y se perdera partidos. Si el transfer es a mediados de temporada y el jugador ha participado en Champions League no puede jugar en esa temporada para su nuevo Club.

Finalmente se ve claramente la mitigacion de riesgos a traves de una revision medica para detectar problemas fisicos o lesiones reales o latentes.

Falacias y contradicciones de políticas devaluatorias e inflacionarias, en el 510 y en el 2000 también

 En una sección con un título apropiado a nuestra época (El Caos Monetario), Mises explica en 1944 el cambio verificado durante las dos guerras mundiales, las devaluaciones y su impacto en los salarios, parte de una monografía titulada “Una propuesta no inflacionaria para la reconstrucción monetaria de posguerra”:

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“Los precios y salarios del período de auge no pueden sostenerse cuando el auge llega a su fin. Si caída es una condición necesaria para la recuperación. Pero la opinión pública reclama violentamente la interferencia del gobierno para prevenir dicho ajuste. Así, el gobierno fue forzado a continuar con la inflación. Devaluaron la moneda y se embarcaron en una política de mayor expansión crediticia.

Se ha afirmado que las devaluaciones eran necesarias debido a que los precios y salarios se habían vuelto rígidos. Para remediar este estado de cosas, la gente dice, las paridades deben ser flexibles. Este fue un eufemismo de moda para expresar el deseo de mayor inflación. Hablaron de ‘flexibilidad’, pero lo que tenían en mente siempre fue una flexibilidad descendente del tipo de cambio. Nadie sostuvo que su propia moneda estaba subvaluada respecto a las monedas extranjeras, nadie propuso un ajuste hacia arriba de la paridad de su moneda. Ningún gobierno se atrevió a revaluar su moneda en relación a las divisas extranjeras; siempre se tenía como objetivo la devaluación.

Es cierto que los precios, y aun más los salarios, se han vuelto rígidos. Pero no se debía a otra razón que las expectativas de próximas intervenciones gubernamentales. Un empresario o un granjero no aceptarán precios más bajos si tienen bien fundadas expectativas de que el gobierno interferirá muy pronto para mantener altos los precios. El líder de un sindicato no acordará reducciones de salarios si sabe que el gobierno apoyará su resistencia hacia una ajuste hacia debajo de las tasas salariales.

El término “pleno empleo” es un eslogan demagógico si no se refiere a un determinado nivel de salarios. Si los salarios sindicales exceden las tasas de mercado, el desempleo será inevitable para muchos. Los gobiernos y los sindicatos pueden crear mucho desempleo cuando quieren. Con tasas salariales mínimas superiores a las potenciales tasas de mercado, el desempleo masivo nunca desaparecerá.

Hubo pleno empleo tanto en la Unión Soviética como en la Alemania Nazi. Cuando existe un servicio laboral compulsivo, no puede haber desempleo. No hay desempleo en una cárcel. Si los trabajadores de Occidente han estado dispuestos a acordar salarios cuyas tasas, si bien son menores que las del período de auge, aun les garantizarían un nivel de vida muy superior al de los trabajadores alemanes –ni hablar de los rusos- no hubiera habido desempleo. Fue demagogia insincera referirse a las condiciones alemanas o rusas como un ejemplo para las democracias occidentales.

Las políticas adoptadas por las democracias eran contradictorias. Por un lado, estaban ansiosos de conseguir un aumento de los precios de los productos restringiendo la producción local y prohibiendo el acceso de productos importados. Por otro lado, intentaron subir las tasas salariales. Los políticos prometieron al mismo tiempo a los productores precios razonables, esto es altos, y a los consumidores un bajo costo de vida. Una agencia gubernamental se quejó de la malnutrición de las masas, mientras que otra agencia del mismo gobierno subsidiaba a los agricultores para que redujeran su producción. Estas inconsistencias y contradicciones son, por supuesto, la marca característica de toda política pro-inflacionaria.”

 

Mueren esperando trasplantes de órganos y mientras tanto nos negamos a ponerles precios

Hay temas que son urticantes. Uno de ellos es la compra y venta de órganos humanos. Los economistas han señalado hace tiempo ya, que cuando un bien tiene un precio cero, es decir, es gratis, entonces tendrá una alta demanda y una restringida oferta. Esto parece suceder con los órganos, ya que en todos los países escasean al mismo tiempo que mucha gente se lleva órganos sanos a la tumba. Pero plantear la existencia de un mercado ofende a más de uno.

trasplante

Un trabajo de Julio Elías (Ucema), Nicola Lacetera (Universidad de Toronto) y Mario Macis (John Hopkins University) analiza este tema: “¿Valores sagrados? El efecto de la información sobre las actitudes hacia el pago por órganos humanos”, NBER Working Paper 20866, http://www.nber.org/papers/w20866.pdf

Aquí su resumen:

“Muchas transacciones económicas son prohibidas –aún en ausencia de preocupaciones sobre la salud o la seguridad o externalidades negativas- debido a las preocupaciones éticas que ocasionan estos intercambios, los que son percibidos como ‘repugnantes’ si se realizan a través del mercado. Establecer un sistema de pagos por órganos humanos es un ejemplo particularmente relevante dadas sus implicancias para la salud pública. En casi todos los países estos pagos están prohibidos porque con considerados moralmente inaceptables –una prohibición que las sociedades parecen aceptar a pesar de las largas listas de espera y las altas tasas de mortalidad para las personas que esperan un trasplante. Hemos investigado cuán profundamente se enraízan estas actitudes y, en particular, si proveer información sobre cómo un mecanismo de precios podría aliviar la escasez de órganos puede cambiar la opinión de la gente sobre la legalización de estas transacciones. Realizamos una consulta experimental con 3.147 personas en los Estados Unidos y encontramos que la provisión de información aumenta significativamente el apoyo en favor de pagos por órganos desde una base del 52 al 72%, y este aumento se aplica a los subgrupos más relevantes de la muestra analizada. Otros estudios sobre el apoyo a otras actividades moralmente controversiales muestra que el cambio de actitud en respuestas a la información depende del tipo de actividad en consideración y la interacción con otras creencias.”

Para quienes efectivamente repugnan estas posibles transacciones, el trabajo trae algunos datos:

“Solamente en los Estados Unidos hay más de 120.000 personas en listas de espera para trasplantes de órganos. Cada año se realizan solamente unos 29.000, y unas 10.000 personas mueren esperando un órgano o dejan la lista de espera porque están ya muy enfermos. El período promedio de espera para un trasplante de riñón es de 4,7 años, más de 2,9 más que hace una década. El costo de la escasez de oferta también se muestra en la carga financiera de procedimientos alternativos, tales como la diálisis en el caso de los riñones, que tiene en costo estimado de 250.000 dólares por paciente”.

Muchos se preguntarán cómo podría ser un mercado posible. ¿Acaso los pobres venderían sus órganos para salir de una urgencia económica? Nada de eso. Walter Block señalaba hace tiempo que muy probablemente existiría un sistema de seguros donde la compañía contrataría con sus clientes para que le entregaran sus órganos sanos al morir, sabiendo que también podrían recibirlos en caso de necesidad de otros clientes. Y la empresa no tendría incentivos para matar a sus clientes, la reputación al respecto sería de fundamental importancia para atraerlos en primer lugar. En fin, poco podemos saber sobre cómo desarrollarían los emprendedores un mercado de este tipo, asumiendo una estricta vigencia y respeto del derecho a la vida, la propiedad y los contratos.

 

 

Una comparación entre el patron-oro y los sistemas de moneda fiduciaria existentes

Mises explica en 1944 el papel que cumpliera el oro metálico, parte de una monografía titulada “Una propuesta no inflacionaria para la reconstrucción monetaria de posguerra”:

“El nacimiento del patrón-oro fue un fenómeno histórico. Como tal, no puede ser enteramente comprendido por medio de factores comúnmente estilizados como racionales. Si las cosas hubieran seguido otro camino, otro bien –por ejemplo, la plata- habría sido universalmente aceptado como el medio común de intercambio. Sin embargo, la preeminencia asignada al oro es un hecho que puede ser alterado, si se puede, solo al costo de un esfuerzo problemático.

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Dicho intento, sin embargo, sería bastante inútil y solo significaría una pérdida de tiempo y trabajo. No hay nada, al menos que hoy se pueda ver, que pueda servir el propósito de un medio común de cambio mejor que el oro. No había nada malo con el patrón-oro. Sus méritos, y no sus inconvenientes, indujeron a los políticos a sabotearlo. Por supuesto, el patrón-oro no es perfecto. Ninguna institución humana lo es. Pero funcionó bastante satisfactoriamente en el pasado. Y no será menos satisfactorio en el futuro, en tanto la gente lo deje funcionar.

Desde el punto de vista de las condiciones económicas locales, la superioridad del patrón-oro reside en la circunstancia de que mantiene al poder adquisitivo de la unidad monetaria libre de la influencia de los partidos políticos y los grupos de presión. La falla de todo sistema de moneda fiduciaria es precisamente ese, que ese patrón se presta a manipulaciones arbitrarias por parte de las cambiantes ideologías y políticas de los partidos políticos. Bajo el dinero fiduciario habrá siempre grupos egoístas que buscarán obtener una ventaja tanto sea por medio de la inflación como de la deflación. El sesgo partidario desorganizará la estructura económica de la sociedad a través de los experimentos monetarios. La historia monetaria, para ponerlo suavemente, no contradice estas afirmaciones.

Si fuera posible descubrir un principio indiscutible que pudiera utilizarse como ley de hierro para la manipulación del poder adquisitivo, sería entonces posible eliminar, al menos en parte, el carácter inherentemente arbitrario de la manipulación del dinero fiduciario. Pero esto es muy ilusorio. Existen diferentes sistemas para el cálculo de índices. Cada uno de ellos tiene sus méritos y sus defectos. No existe un método que pueda obtener el reconocimiento general. Ninguno es aceptado como la correcta y adecuada solución al problema. Y cada método alcanza un resultado diferente. Así, un sistema basado en un índice no puede brindar una base sólida e indiscutible para la manipulación de la moneda. No puede eliminar los distintos juicios arbitrarios en su construcción y así silenciar las voces de numerosos y avaros grupos de interés. Al proponer la aplicación de un índice cuyos resultados proveen en el momento una justificación cuasi-científica de su interés de grupo, cada partido político estará en posición de sostener las doctrinas favorables de algunos economistas y estadísticos, mientras que sus adversarios citarán opiniones contrarias de otros expertos no menos renombrados. No hay forma de liberar a un sistema tabular de la inherente posibilidad de una manipulación partidista y puramente arbitraria.”

“No es cierto que el rígido patrón-oro significaba realmente una continua contracción y caída de los precios. A pesar del enorme crecimiento de la oferta de bienes, la tendencia general de los precios era, bajo el patrón-oro, hacia arriba. Los intentos desafortunados, repetidos una y otra vez, de crear auges artificiales a través de la expansión crediticia, interrumpían esta leve y continua tendencia a la suba con períodos de violentos movimientos al alza. Durante la fase de depresión que inevitablemente seguía el auge artificial, los precios usualmente caían. Pero esto no interfería con la tendencia general a la suba de precios y la caída del poder adquisitivo del oro.”