El origen del Law & Economics: Coase y el problema del costo social, los costos de transacción y el derecho de propiedad

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I, de Económicas, UBA, vemos el surgimiento de lo que ahora llamamos «Law & Economics» o el análisis económico del derecho, considerando tres de sus artículos fundacionales. La lectura obligatoria es «El problema del costo social», de Ronald Coase, pero además se puede leer de este autor su primer gran contribución, “La Naturaleza de la firma” y de Harold Demsetz «Hacia una teoría económica de los derechos de propiedad». En el artículo de 1937 Coase desarrolla la idea de «costos de transacción? para explicar la existencia de las empresas». Esa sería la base del artículo sobre externalidades:

¿Por qué existen las empresas?

Fuera de la empresa, los movimientos de precios dirigen la producción directa, que es coordinada a través de una serie de transacciones en el mercado. Dentro de una empresa, estas transacciones de mercado son eliminadas, y en lugar de la estructura de mercado complicada con las operaciones de cambio se sustituye el espíritu empresarial coordinador, que dirige la producción. Está claro que estos son métodos alternativos de coordinación de la producción. Sin embargo, teniendo en cuenta el hecho de que si la producción está regulada por los movimientos de precios, la producción podría llevarse a cabo sin ninguna organización en absoluto, nos podríamos preguntar: ¿Por qué hay alguna organización?…

En vista del hecho de que mientras que los economistas tratan el mecanismo de precios como instrumento de coordinación, también admiten la función de coordinación del «empresario», sin duda es importante preguntar por qué la coordinación es el trabajo del mecanismo de precios en un caso y del empresario en otro. El propósito de este trabajo es salvar lo que parece ser una brecha en la teoría económica entre el supuesto (hecho para algunos propósitos) que se asignen recursos por medio del mecanismo de precios y la hipótesis (hecha para otros fines) que esta asignación es dependiente del empresario-coordinador. Tenemos que explicar la base sobre la cual, en la práctica, esta elección entre las alternativas se efectúa ….

La razón principal por la que es rentable establecer una firma parece ser que hay un coste de utilización del mecanismo de precios. El costo más evidente de «organizar» la producción a través del mecanismo de precios es el de descubrir cuáles son los precios correspondientes. El costo se puede reducir pero no será eliminado por la aparición de especialistas que van a vender esta información. Los costes de negociación y la celebración de un contrato separado para cada transacción de intercambio que tiene lugar en un mercado también deben tenerse en cuenta. Una vez más, en algunos mercados, por ejemplo, intercambios de productos, se ha ideado una técnica para minimizar estos costos del contrato; pero no se eliminan. Es cierto que los contratos no se eliminan cuando hay una firma pero que se reducen considerablemente. Un factor de producción (o el propietario del mismo) no tiene que hacer una serie de contratos con los factores con los que está cooperando dentro de la empresa, como sería necesario, por supuesto, si esta cooperación fueron el resultado directo de la acción del mecanismo de precios….

Podemos resumir esta sección del argumento diciendo que el funcionamiento de un mercado cuesta algo y mediante la formación de una organización que permite una cierta autoridad (un «empresario») para dirigir los recursos, ciertos costos de comercialización se ahorran. El empresario tiene que llevar a cabo su función a costes menores, teniendo en cuenta el hecho de que pueda obtener factores de producción a un precio inferior al de las transacciones de mercado que remplaza, porque siempre es posible volver al mercado abierto si él deja de hacer esto. 

– «La naturaleza de la empresa,» 388-92

Walter Eucken: padre del ordoliberalismo, en la primera reunión de la Mont Pelerin Society

Walter Eucken es considerado uno de los padres fundadores del “ordoliberalismo”. También fue miembro fundador de la Mont Pelerin Society. Stefan Kolev y Karen Horn publican un artículo donde presentan y traducen la presentación original de Eucken en la primera reunión de la MPS. El artículo:

Kolev, Stefan; Horn, Karen (2022) : Walter Eucken on competitive order at the founding meeting of the Mont Pèlerin Society 1947, Freiburger Diskussionspapiere zur Ordnungsökonomik, No. 22/03, Albert-Ludwigs-Universität Freiburg, Institut für Allgemeine Wirtschaftsforschung, Abteilung für Wirtschaftspolitik und Ordnungsökonomik, Freiburg i. Br.

Disponible en: http://hdl.handle.net/10419/251522

Su presentación:

“Este artículo proporciona, después de una introducción contextualizadora, la primera traducción de la presentación de Walter Eucken durante la primera sesión de la reunión de fundación de la Sociedad Mont Pèlerin, del 1 al 10 de abril de 1947. Eucken fue el único académico radicado en Alemania que asistió a la conferencia y ya tomó parte activa en su preparación, especialmente a través de su extenso intercambio con Friedrich A. Hayek y Wilhelm Röpke. Si bien Eucken participó en varias sesiones posteriores, su intervención en la sesión “’Libre’ empresa y orden competitivo” es de particular interés con respecto a la economía política de la Escuela de Friburgo. Revela fuertes paralelismos con el programa de investigación contemporáneo de Hayek y la Escuela del “Old Chicago”.”

Israel Kirzner sobre la empresarialidad, curiosamente una función olvidada en la teoría económica predominante

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca, de UCEMA, vemos una figura olvidada en los modelos de equilibrio general, el empresario, en un artículo de Israel Kirzner sobre la empresarialidad y el crecimiento económico. Así introduce el tema:

“La función empresarial en el mercado es difícil de comprender. Lo demuestra la eliminación virtual de dicho papel en las exposiciones más recientes de las teorías de los precios, así como en los múltiples y cuidadosos intentos de autores anteriores para definir al empresario y distinguir su papel del capitalista o el empleado dirigente. Estos intentos reflejan el deseo de identificar con precisión algo cuya presencia se siente indudablemente pero que, superficialmente, sólo se presta a una definición vaga. A mi modo de ver, es posible aferrar ese elemento esquivo de la empresarialidad de una manera satisfactoria.

Además, creo que es de la mayor importancia conseguirlo para comprender el proceso del mercado. Una de las distinciones entre la teoría del mercado aquí definida y la que predomina en los textos sobre teoría de los precios hoy en día es que esta última carece de una apreciación adecuada de la naturaleza y función de la empresarialidad en el sistema del mercado.

Un esquema preliminar de mi posición sobre la naturaleza de la empresarialidad puede resultar útil. Afirmo que en toda acción humana está presente un elemento que, aunque es crucial para la actividad economizante en general, no se puede analizar en términos de economía, maximización o con criterios de eficiencia. Voy a calificar este elemento, por razones de las que daré cuenta, como elemento empresarial. Afirmo además que el papel empresarial en el mercado se puede comprender de la mejor manera por analogía con lo que he denominado elemento empresarial en la acción individual humana.

La distribución de recursos a través de las fuerzas impersonales del mercado se compara frecuentemente con la toma de decisiones del individuo. Es esto lo que da una base a la analogía que he utilizado. De la misma forma que los criterios de eficiencia, por sí mismos, no bastan para comprender la acción individual humana, dado que un factor crucial para la emergencia de una actividad individual economizante es el elemento empresarial «extraeconómico», tampoco la función distribuidora del proceso mercadológico se puede comprender únicamente en términos de la interacción de actividades individuales maximizadoras. Un mercado que conste exclusivamente de individuos que actúan economizando y maximizando no da lugar al proceso mercadológico que queremos comprender. Para que surja el proceso de mercado se requiere, además, un elemento que, en sí mismo, no resulta comprensible dentro de los limites conceptuales estrechos de la conducta economizante. Entiendo que este elemento de mercado es la empresarialidad: ésta ocupa precisamente la misma relación lógica con los elementos «economizantes» del mercado que en la acción individual corresponde a los elementos empresariales en relación con los aspectos de eficiencia en la toma de decisiones.”

Mokyr discute a Dreidre McCloskey: según aquél, su explicación no considera el mercado de las ideas

Es interesante cuando pesos pesados confrontan en el mundo de las ideas. Dreidre McCloskey y Art Carden han publicado un libro, continuando con la tarea de esta autora para explicar el progreso de Occidente en base a los valores morales que llegaron a predominar allí, en particular en relación a la actividad comercial y productiva: Deirdre N. McCloskey and Art Carden. Leave Me Alone and I’ll Make You Rich: How the Bourgeois Deal Enriched the World. Chicago: University of Chicago Press, 2020. 232 pp. $25.00 (hardback), ISBN: 9780226739663.

Pero es interesante cuando otro autor, en este caso Joel Mokyr, quien también ha escrito sobre el tema, poniendo más énfasis en la cultura y la innovación tecnológica, tal como hiciera en su libro A Culture of Growth: The Origins of the Modern Economy, comenta el libro de los primeros: https://eh.net/book_reviews/leave-me-alone-and-ill-make-you-rich-how-the-bourgeois-deal-enriched-the-world/

Allí, y presentando los párrafos donde hay polémica y no aquellos en los que destaca el trabajo de los autores, dice Mokyr:

“Este libro presenta un sólido argumento a favor de la historia de las ideas. La idea de una actividad económica sin trabas, tal como la expresaron con tanta fuerza Locke y sus seguidores (sobre todo, por supuesto, Adam Smith), es el “motor” que impulsó las economías de Occidente hacia el Gran Enriquecimiento. Sin embargo, hay algo extraño en el argumento tal como se presenta aquí: mientras que los autores, como todos los escritores liberales, están firmemente comprometidos con la sabiduría y el poder del mercado, y aunque este libro presenta un caso sólido a favor de la importancia histórica de las ideas, no lo hace. No considera el mercado de las ideas. Hay poco aquí que explique cómo la idea de la libertad y los mercados sin restricciones realmente se impuso. Después de todo, como señala el libro, hubo una poderosa resistencia desde muchos rincones, y la victoria del liberalismo no estaba asegurada de ninguna manera. Fue impulsado, dicen, por revoluciones exitosas (en los Países Bajos del siglo XVI y en la Inglaterra del siglo XVII), la imprenta y la reforma. Si esto no hubiera ocurrido, es posible que no se hubiera producido el Enriquecimiento. Europa no fue mejor, fue afortunada. Pero las ideas no solo prenden por sus beneficios futuros: tienen que ser debatidas y vendidas en un mercado de ideas, en el que sus proponentes persuaden a su audiencia en base a la evidencia, la lógica o la ética de la idea. Sin embargo, sorprendentemente, el mercado de las ideas no aparece en un libro dedicado al elogio de los mercados y el poder de las ideas. De hecho, se podría argumentar que, en su versión, el éxito del liberalismo se debió precisamente a lo que sucedió en el mercado de las ideas. Intelectuales desde Locke y Smith persuadieron a la gente de ideas que conducían al crecimiento económico.”

¿El impacto de la geografía y el clima en las ideas, en las normas sociales y en las instituciones?

Las teorías que vinculan el progreso de ciertas sociedades con su ubicación y condiciones geográficas tienen larga data. Ellas buscaban explicar el progreso de los países con climas templados y fríos, a diferencia de otros con climas cálidos, sugiriendo que los primeros alientan a realizar un mayor esfuerzo y demandan mayor creatividad para convivir con un entorno a veces difícil. Pero, claro, el entorno no parece nada fácil en los países tropicales, y además hay casos en que éstos han alcanzado altos niveles de desarrollo, Singapur siendo un buen ejemplo. Esta teoría luego reapareció pero ahora mediada por las instituciones, es decir, que el clima y las condiciones geográfica llevaron a que se desarrollen ciertas instituciones: en climas cálidos, solamente instituciones “extractivas” ya que quienes llegaban ahí no estaban preparados para eso, ni para las enfermedades allí existentes. Ahora hay una variante adicional, que plantea que el clima impacta en los valores e ideas que la gente se forma, esto a su vez en las instituciones y así en los resultados.

Esto puede verse en este paper: Voigt, Stefan (2022) : Determinant of Social Norms, ILE Working Paper Series, No. 58, University of Hamburg, Institute of Law and Economics (ILE), Hamburg: http://hdl.handle.net/10419/251574

“Ahora está muy claro que las normas sociales canalizan el comportamiento e impactan el desarrollo económico. Esta idea lleva a la pregunta: ¿Cómo evolucionan las normas sociales? Esta encuesta examina la investigación que se basa en la geografía para explicar el desarrollo de las normas sociales y sugiere que la religión y la organización familiar son mediadores potenciales. Resulta que muchas normas sociales están determinadas directa o indirectamente por la geografía y, por lo tanto, pueden considerarse en gran medida invariantes en el tiempo. Dado que el desarrollo económico exitoso presupone la congruencia entre las instituciones formales y las normas sociales, esta idea es muy relevante para todas las intervenciones políticas diseñadas para facilitar el desarrollo económico.”

Darwin y las criptomonedas: el dinero, originado en un proceso evolutivo, y la selección natural

Todos los que leyeron el libro de F. A. Hayek, Desnacionalización del dinero y, más aún, el artículo de Carl Menger “El origen del dinero” sabrán muy bien del carácter evolutivo del dinero y habrán encontrado en la competencia de monedas planteada por Hayek mucha relación con el mundo de las criptomonedas hoy. Bernhard K. Meister de MK2 Finance en Viena y Henry C.W. Price del Department of Physics & Centre for Complexity Science, Imperial College London, buscan el vínculo entre lo que ocurre en este reciente mundo y el proceso evolutivo analizado por Darwin, en un artículo, precisamente titulado “Darwin among de Cryptocurrencies”, donde comienzan señalando:

“LAS CRIPTOMONEDAS con Bitcoin a la cabeza han crecido dramáticamente durante la última década. Debido al aislamiento de las finanzas heredadas, como se describe en «Rendimiento: el síndrome de las criptomonedas en Galápagos»[1], el colorido mundo de las criptomonedas ha desarrollado productos novedosos, p. monedas estables, popularizaron otras, p. futuros perpetuos, y creó el campo de las finanzas descentralizadas, donde las transacciones financieras se manejan en gran medida de forma autónoma1 mediante contratos inteligentes. Darwin en “Sobre el origen de las especies”[2] estableció la biología evolutiva basada en la selección natural. La competencia2 por los recursos genera ganadores y perdedores. Los ganadores tienen una «ventaja» y pueblan el mundo. A medida que el entorno evoluciona, en parte a través de la retroalimentación de los propios organismos, las condiciones cambian y la adaptación continua se vuelve necesaria para la supervivencia. De vez en cuando, como en la explosión del Cámbrico, el proceso se acelera. Durante la última década, el mundo ha sido testigo de una aceleración en el desarrollo del dinero, como medio de intercambio, depósito de valor y unidad de cuenta. A diferencia de las mutaciones en el mundo natural, que son aleatorias y no guiadas, los cambios en los protocolos de las criptomonedas están dirigidos y diseñados por actores a menudo racionales para mejorar la aptitud. Existen multitud de proyectos en todo el mundo para encontrar respuestas tecnológicamente adaptadas a la vieja pregunta: ¿Qué es el dinero? Gregory Chaitin ha argumentado que «la naturaleza es programar sin un programador»[3] y, por analogía, se podría afirmar que «las criptofinanzas son el desarrollo de protocolos financieros sin coordinación central».”

http://d.repec.org/n?u=RePEc:arx:papers:2202.10340&r=

En momentos en que se habla de dolarización, Hayek sobre la competencia de monedas

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca, de UCEMA, vemos la propuesta de Hayek sobre la banca libre y la competencia de monedas en su libro “Desnacionalización del dinero” Hayek trata el tema de la política monetaria y realiza una propuesta de “competencia de monedas”, cuya discusión es apropiada en todo país, como Argentina, que tiene dos monedas al menos, el peso y el dólar. El libro fue publicado en inglés por el Institute of Economic Affairs de Londres.

Hayek5

“Si vamos a considerar seriamente la utilización de diversas valutas concurrentes para su aplicación inmediata en un área limitada, es evidentemente deseable investigar las consecuencias de la aplicación general del principio sobre el que se basa esta propuesta. En el caso de que se aboliera —dentro del territorio de un país— el uso exclusivo de una sola moneda nacional emitida por el gobierno, hallándose permitida la circulación de monedas emitidas por otros gobiernos, se plantearía la cuestión de si no sería más conveniente suprimir el monopolio gubernamental de emisión monetaria, permitiendo que la empresa privada ofreciera al público otros medios de cambio que éste pudiera preferir.

Actualmente, los problemas que plantea esta reforma tienen un carácter más teórico que los planteados por mi anterior propuesta [que las monedas de los distintos países europeos fueran aceptadas en los otros, en lugar de tener una moneda única como el euro], toda vez que esta sugerencia más extrema resulta todavía demasiado extraña al público para poder ponerse en práctica. Ni siquiera los expertos conocen suficientemente la problemática que surgiría La generalización del principio subyacente para poder hacer predicciones seguras sobre las consecuencias de dicho plan. Es evidente, sin embargo, que no es necesaria ni ventajosa la incuestionable y universalmente aceptada prerrogativa del gobierno de producir el dinero. De hecho, puede resultar perjudicial y su eliminación constituiría un gran avance, dando paso a repercusiones altamente beneficiosas. No es demasiado pronto, por tanto, para comenzar el debate. Aunque el plan no pueda ponerse en práctica mientras el público no esté mentalmente preparado y continúe aceptando sin críticas el dogma de la necesidad del privilegio gubernamental, tal circunstancia no debe ser un obstáculo para el estudio de los fascinantes problemas teóricos que plantea este proyecto.

Los economistas no han discutido la competencia entre monedas

Increíblemente, la competencia entre distintas valutas no ha sido examinada en serio hasta hace muy poco. En las publicaciones relativas al tema no se cuestiona la creencia universal de que el monopolio del gobierno en orden a la emisión monetaria es indispensable, ni tampoco se explica si esta creencia se deriva simplemente del postulado según el cual en un territorio dado sólo puede haber un tipo de moneda en circulación —lo que podía parecer una ventaja cuando se trataba de elegir entre el oro y la plata como posibles tipos de dinero—. Tampoco encontramos respuesta a la pregunta de qué sucedería si se suprimiera el monopolio y si el suministro de dinero se realizara mediante la competencia entre entidades privadas que proporcionaran distintas divisas. La mayoría de la gente piensa que la propuesta de que el dinero lo emitan empresas privadas significa que todas deben emitir el mismo (en dinero fiduciario, token money, esto equivaldría simplemente a una falsificación) en lugar de distintos tipos de dinero claramente diferenciabas por diversas denominaciones y entre los cuales el público pudiera elegir libremente.

Juan Bautista Alberdi sobre la deuda pública, su cumplimiento y la estabilidad de un gobierno

Con los alumnos de la UBA Derecho vemos a Alberdi sobre la deuda pública:

“¿Qué condiciones necesita poseer el gobierno que toma prestado, para infundir esa confianza en el valor de sus títulos de obligación? ¿El gobierno de la Confederación Argentina reúne esas condiciones?

El gobierno que toma prestado no necesita tener fondos disponibles para reembolsar más tarde la totalidad de su deuda. Le bastará tener el necesario para pagar los intereses o renta puntualmente. Este interés o renta forma todo el precio de la deuda del Estado. No importa que la deuda sea perpetua cuando el deudor tiene vida inmortal en la tierra, es dueño de un vasto territorio y dispone de rentas públicas, que inevitablemente tienen que ser más ricas y abundantes de año en año. Al tenedor de los títulos o efectos del gobierno poco le importa que éste no reembolse su valor nominal, si hay otras personas dispuestas a tomárselos por ese valor. Para que haya compradores de esos títulos, basta que el interés o renta estipulados en ellos se pague puntualmente, lo cual depende, en el crédito público como en el crédito privado, que el gobierno deudor tenga con qué pagar los intereses y respeto a la puntualidad de sus promesas. Necesita, a más de ser puntual y fiel en sus promesas, tener seguridad de ser estable y de que sus obligaciones serán respetadas por sus sucesores.

Todas estas condiciones en que estriba el crédito público, asisten al gobierno de la Confederación Argentina, y le hacen capaz del ejercicio de este recurso del modo más efectivo. Hemos demostrado que tiene fuentes abundantes y positivas de renta pública; luego tiene lo suficiente para el pago de los intereses de su deuda. Posee inmensas tierras públicas, que han adquirido valor real por el nuevo régimen político; luego es capaz de amortizar gradualmente el capital de su deuda.

Siendo el crédito del Estado el recurso más positivo de que pueda disponer en esta época anormal y extraordinaria por ser de creación y formación, será preciso que los gobiernos argentinos sean muy ciegos para que desconozcan, que faltar a sus deberes en el pago de los intereses de la deuda, es lo mismo que envenenar el único pan de su alimento, y suicidarse; es algo más desastroso que faltar al honor, es condenarse a la bancarrota y al hambre. El gobierno argentino acaba de dar una prueba de que comprende esta verdad en toda su latitud, cambiando la organización que había ensayado por error para su crédito público, por otra que le restablece a sus bases más normales y más firmes.

La estabilidad y subsistencia de los compromisos de crédito contraído por el gobierno es garantía que acompaña a los del gobierno actual de la Confederación Argentina, por ser constitucional y enteramente legítima su existencia, lo cual hace que sea la Nación misma, más bien que el gobierno, que la sirve de intermedio, quien se obliga por los actos legislativos del Congreso que la representa, y a cuya autoridad ha dejado la facultad de contraer empréstitos de dinero sobre el crédito de la Confederación, por el art. 64,. inciso 3 de su Constitución federal. Y como ese mismo Congreso vota anualmente por ley la forma en que ha de invertir los valores obtenidos a préstamo como todos los que sirven al gasto público, la Constitución, que esto determina, da en ello una nueva garantía a los prestamistas, de que la inversión útil, moderada y tal vez reproductiva de los fondos prestados, se hará de un modo que asegure el pago de su renta y sostenga el valor de sus capitales escritos. De este modo el gobierno constitucional y responsable contribuye, por el hecho mismo de existir, a ensanchar las riquezas del Estado.

En cuanto a la estabilidad del gobierno, es decir, a la paz y al mantenimiento del orden, en que reposa el edificio del crédito y de toda la industria, jamás la Confederación ha tenido garantías comparables a las que hoy aseguran su tranquilidad.

La paz es firme y estable hoy día, porque hay un gobierno nacional que cuide de mantenerla. Ese gobierno ha faltado enteramente por espacio de treinta años, en que las provincias vivieron aisladas unas de otras y destituidas de gobierno interior común. En la ausencia total del gobierno interior, la paz no podía existir por sí sola en las provincias del Plata, como no existiría en los condados de Inglaterra, si faltase el gobierno general del Reino Unido, cuyo principal atributo es sostenerla.

El gobierno será estable porque tiene elementos reales de poder, lo cual no sucedía en el tiempo en que las provincias privadas del comercio directo por la clausura de sus ríos, en vano tenían el derecho abstracto de gobernarse a sí mismas como Nación independiente y soberana; las rentas, en que consiste el poder de hecho, quedaban en manos de la provincia que tenía el privilegio exclusivo de la aduana exterior.

El comercio directo a que deben las provincias el goce de sus medios materiales de gobierno es estable para siempre, porque descansa en la libre navegación de los ríos, en cuyas márgenes están los puertos de las provincias, abiertos a ese comercio directo de la Europa, por tratados internacionales de duración indefinida.”

El debate sobre las crisis y los ciclos económicos: ¿Keynes y Hayek en el debate del siglo?

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I de la UBA Económicas, vemos el debate “Hayek-Keynes” sobre las crisis y el ciclo económico. Comenzamos con el capítulo 22 de la Teoría General de Keynes, titulado “Notas sobre el ciclo económico” y luego vemos también un artículo de Hayek. Aquí van algunos párrafos que explican la visión de Keynes y otros donde hace referencia a la discusión, aunque en ningún momento menciona con quién está discutiendo, pero se puede inferir con quién.

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“…encontraremos que las fluctuaciones en la propensión a consumir, en la curva de preferencia por la liquidez y en la eficacia marginal del capital han desempeñado su parte (en los ciclos). Pero sugiero que el carácter esencial del ciclo económico y, especialmente, la regularidad de la secuencia de tiempo y de la duración que justifica el que lo llamemos ciclo, se debe sobre todo a cómo fluctúa la eficacia marginal del capital.”

“Las últimas etapas del auge se caracterizan por las esperanzas optimistas respecto al rendimiento futuro de los bienes de capital, lo bastante fuertes para equilibrar su abundancia creciente y sus costos ascendentes de producción y, probablemente también, un alta en la tasa de interés. Es propio de los mercados de inversión organizados que, cuando el desencanto se cierne sobre uno demasiado optimista y con demanda sobrecargada, se derrumben con fuerza violenta, y aún catastrófica bajo la influencia de compradores altamente ignorantes de lo que compran y de los especuladores, que están más interesados en las previsiones acerca del próximo desplazamiento de la opinión del mercado, que en una estimación razonable del futuro rendimiento de los bienes de capital.”….

“De este modo, con mercados organizados y sujetos a las influencias actuales, la estimación que hace el mercado de la eficacia marginal del capital puede sufrir fluctuaciones tan enormemente amplias que no quepa neutralizarlas lo bastante por fluctuaciones correspondientes en la tasa de interés. Además, como hemos visto antes, los movimientos consiguientes en el mercado de valores pueden deprimir la propensión a consumir precisamente cuando es más necesaria. Por tanto, en condiciones de laissez-faire, quizá sea improbable evitar las fluctuaciones amplias en la ocupación sin un cambio trascendental en la psicología de la inversión, cambio que no hay razón para esperar que ocurra. En conclusión, afirmo que el deber de ordenar el volumen actual de inversión no puede dejarse con garantías de seguridad en manos de los particulares.”

Hasta allí, una muy breve exposición de su análisis y propuesta de solución. Ahora breves párrafos sobre el debate. Así comienza la sección inmediata al párrafo anterior:

“Puede parecer que el análisis precedente está de acuerdo con el punto de vista de quienes sostienen que la sobreinversión es la característica del auge, que el único remedio posible para la siguiente depresión es el evadirla, y que, si bien, por las razones dadas antes, ésta no puede impedirse por medio de una baja tasa de interés, el auge puede evitarse por otra alta. Ciertamente tiene fuerza el argumento de que una alta tasa de interés es mucho más efectiva contra un auge que otra baja contra una depresión.

Pero inferir estas conclusiones de lo anterior llevaría a una mala interpretación de mi análisis; y a mi modo de ver, supondría un error. Porque el término sobreinversión es ambiguo. Se puede referir a las inversiones que se destinan a desanimar las previsiones que las incitaron o para las cuales no hay lugar en circunstancias de intensa desocupación; o puede indicar un estado de cosas en el que cada clase de bienes de capital sea tan abundante que no haya inversión nueva que prometa aun en condiciones de ocupación plena, ganar en el curso de su duración más que su costo de reposición. Es solamente en el último estado de cosas donde hay sobreinversión, estrictamente hablando, en el sentido de que cualquier inversión posterior será sólo un puro desperdicio de recursos:….

…’El remedio del auge no es una tasa más alta de interés, sino una más baja!, porque ésta puede hacer que perdure el llamado auge. El remedio correcto para el ciclo económico no puede encontrarse en evitar los auges y conservarlos así en semi-depresiones permanentes sino en evitar las depresiones y conservarnos de este modo en un cuasi-auge continuo.”

“El auge que está destinado a terminar en depresión se produce, en consecuencia, por la combinación de dos cosas: una tasa de interés que, con previsiones correctas, sería demasiado alta para la ocupación plena, y una situación desacertada de previsiones que, mientras dura, impide que esta tasa sea un obstáculo real. El auge es una situación tal que el exceso de optimismo triunfa sobre una tasa de interés cuya altura excesiva se comprendería si se juzga con serenidad.”

¿Se frena China? Tal vez no sea una sorpresa que la causa fuera la ineficiencia de sus empresas estatales

¿Se frena China? No, por cierto, pero podría ser que haya comenzado a desacelerar su crecimiento. Tal vez no sea tanta sorpresa ver, como aquí dicen, que una de las causas sería la ineficiencia de las empresas estatales. Así lo analizan Diego Cerdeiro y Cian Ruane, del Fondo Monetario Internacional, en un paper titulado “China’s Declining Business Dynamism”;  IMF Working Paper No. 2022/032. https://ssrn.com/abstract=4065452

Esto dicen:

“Después de un crecimiento impresionante en la década de 2000, la productividad de China se ha estancado más recientemente. Utilizamos datos a nivel de empresa para analizar las tendencias de productividad y dinamismo empresarial de 2003 a 2018. Documentamos seis hechos que juntos muestran una disminución en el dinamismo empresarial de China. Mostramos que (i) la participación en los ingresos de las empresas jóvenes ha disminuido, (ii) el crecimiento del ciclo de vida de las empresas jóvenes en relación con las empresas establecidas más antiguas se ha desacelerado, (iii) el crecimiento del ciclo de vida más débil puede explicarse por un crecimiento de la productividad más lento y un crecimiento más débil del ciclo de vida. inversión en intangibles, (iv) las empresas más jóvenes y más pequeñas tienen más restricciones de capital que sus contrapartes más antiguas y más grandes, (v) la capacidad de respuesta del crecimiento del capital al producto marginal del capital ha disminuido, y (vi) persisten grandes brechas de productividad entre las empresas estatales y privadas. Encontramos que el dinamismo empresarial es más débil en las provincias donde las empresas estatales representan una mayor parte del capital social. Nuestros resultados sugieren que la disminución del dinamismo de las empresas privadas es un factor importante para explicar el lento crecimiento de la PTF de China y que la reforma de las empresas estatales podría impulsar indirectamente el crecimiento de la productividad al estimular el dinamismo empresarial.”