Difícil que Chile pueda mantener su calidad institucional si predominan las ideas populistas

En medio de un desafío institucional importante, la reforma constitucional en Chile, la Fundación para el Progreso realizó una encuesta, muy interesante, respecto a la visión de los chilenos sobre la democracia y las instituciones. Chile sigue ocupando el primer lugar en calidad institucional entre los países de América Latina según el Índice de Calidad Institucional, pero esa posición se vuelve difícil de sostener si predomina en la población una visión “populista”. Esto es lo que parece según la encuesta: https://fppchile.org/es/blog/solo-48-de-los-chilenos-considera-importante-la-independencia-de-poderes-disponible-la-encuesta-de-valores-democraticos-2022/

 

“75% de los chilenos cree que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, es el dato con el que abre la encuesta, y que resulta en primera instancia positivo. Aunque, para los ponentes, este indicador convive con otras posturas sobre la democracia, que les hacen advertir sobre el ascenso, en el país, de interpretaciones distintas al concepto tradicional de democracia liberal.

 

Para la mayoría la democracia es, antes que todo, un sistema de gobierno donde los ciudadanos eligen a sus gobernantes. Y para tan solo el 17 % que el poder de los gobernantes deba ser limitado, representa mejor su opinión sobre qué es la democracia. También baja el número de chilenos, del 52% al 48%, que considera importante la independencia de los poderes públicos.

 

“Estamos en un momento complejo, estamos en una democracia de retail, donde los electores se compran la promoción más atractiva, pero la desechan rápidamente”.

 

Estas contradicciones, sumadas al 40% que cree justificable las funas y el 61% que piensa que alguna idea política debe censurarse, le hicieron concluir a los ponentes que la percepción de democracia en el país está tendiendo hacia definiciones populistas que trascienden de la lógica institucional.”

Sólo para aclarar a los lectores, ¿qué quiere decir ‘funas’?

Esto dice la Real Academia Española sobre el verbo ‘funar’: “El verbo funar se recoge en el Diccionario de americanismos con distintos significados, entre ellos el de ‘organizar actos públicos de denuncia contra organismos o personas relacionados con actos de represión delante de su sede o domicilio’, propio de Chile.”

¿Ideas o intereses? Un tema planteado antes por Keynes y Hayek en un paper de la Harvard Kennedy School

¿Ideas o intereses? Un gran tema que hoy muestra creciente consideración. Elliott Ash, de ETH Zurich; Sharun W. Mukand, de University of Warwick y Dani Rodrik, de Harvard Kennedy School, publican un artículo con la referencia al tema que ya trataran tanto Keynes como Hayek. De hecho, no han sido ellos los únicos en ocuparse el tema del impacto de las ideas y los intereses, también Mises o Milton Friedman.

Publican un trabajo titulado: “Economic Interests, Worldviews, and Identities: Theory and Evidence on Ideational Politics”, Faculty Research Working Paper Series: https://www.hks.harvard.edu/research-insights/publications?f%5B0%5D=publication_types%3A121

Así presentan el tema:

“Distinguimos entre apelaciones a los votantes basadas en ideas y basadas en intereses en el lado de la oferta de la política, e integramos la perspectiva de Keynes-Hayek sobre la importancia de las ideas con el enfoque de Stigler-Becker que enfatiza los intereses creados. En nuestro modelo, los emprendedores políticos descubren «memes» de identidad y cosmovisión (narrativas, señales, marcos) que cambian las creencias sobre las identidades de los votantes o sus puntos de vista sobre cómo funciona el mundo. Identificamos una complementariedad entre la política de cosmovisión y la política de identidad e ilustramos cómo pueden reforzarse entre sí. Además, mostramos cómo los choques económicos adversos pueden resultar en una mayor incidencia de la política ideacional. Usamos estos resultados para analizar datos sobre 60 000 anuncios políticos televisados ​​en localidades de EE. UU. durante los años 2000 a 2018. Nuestro trabajo empírico cuantifica la política ideacional y proporciona respaldo para las implicaciones clave del modelo, incluido el impacto de una mayor desigualdad en la política de identidad y visión del mundo.”

Si así piensan los «milenials», el mundo está en problemas, aunque los de acá ya sufren el populismo

Para los que no, tenemos el paper original de Niemetz, en inglés, donde las preocupantes conclusiones son las siguientes:

  • Durante mucho tiempo se ha retratado a los millennials como una generación políticamente desconectada y apática. En los últimos años, sin embargo, esa representación ha cambiado drásticamente. El surgimiento de movimientos de masas como Black Lives Matter, Extinction Rebellion, el ‘movimiento Greta Thunberg’ y Momentum, junto con las ‘guerras culturales de los campus’, han puesto patas arriba las percepciones. Hoy en día, los Millennials se describen mucho más comúnmente como una generación hiperpolitizada, que adopta ideas «despertadas», progresistas y anticapitalistas. Esto se extiende cada vez más a las primeras cohortes de la siguiente generación, la ‘Generación Z’.
  • Las encuestas muestran que hay mucho de verdad en el cliché del ‘millennial socialista despierto’. La gente más joven realmente expresa bastante consistentemente su hostilidad hacia el capitalismo y puntos de vista positivos de las alternativas socialistas de algún tipo. Por ejemplo, alrededor del 40 por ciento de los millennials afirma tener una opinión favorable del socialismo y una proporción similar está de acuerdo con la afirmación de que “el comunismo podría haber funcionado si se hubiera ejecutado mejor”.
  • Para los partidarios de la economía de mercado, esto debería ser motivo de preocupación, pero hasta ahora han optado mayoritariamente por ignorar este fenómeno, o descartarlo con frases como «Los jóvenes siempre han pasado por una fase socialista juvenil» o «Van a crecer fuera de él ‘. Pero esto simplemente no está confirmado por los datos. No hay diferencias detectables entre las actitudes económicas de las personas al final de la adolescencia y las personas que tienen poco más de 40 años. Ya no es cierto que las personas «desaparezcan» de las ideas socialistas a medida que envejecen.
  • Para llenar algunos de los vacíos restantes en la literatura, la AIE ha encargado una encuesta exhaustiva sobre las actitudes económicas de los Millennials y los ‘Zoomers’ (es decir, la Generación Z), que confirma y profundiza en términos generales la impresión que tenemos de encuestas anteriores. Por ejemplo, el 67 por ciento de los jóvenes dicen que les gustaría vivir en un sistema económico socialista.
  • Los jóvenes asocian “socialismo” predominantemente con términos positivos, como “trabajadores”, “público”, “igual” y “justo”. Muy pocos lo asocian con el “fracaso” y prácticamente nadie lo asocia con Venezuela, la antigua vitrina del “socialismo del siglo XXI”. Mientras tanto, el capitalismo se asocia predominantemente con términos como «explotador», «injusto», «los ricos» y «corporaciones».

https://iea.org.uk/publications/left-turn-aheadsurveying-attitudes-of-young-people-towards-capitalism-and-socialism/

Douglass North: Instituciones, Ideología y resultados; o al revés, primero ideología y luego instituciones

Con los alumnos de la materia Instituciones, Derecho y Economía de ESEADE vemos a Douglass North  en su artículo La Nueva Economía Institucional y el cambio que se produce en su propia visión, reflejado en el artículo “Instituciones, Ideología y Desempeño Económico”. Esto plantea una cuestión de causalidad, ¿qué determina a qué? o ¿qué va primero? ¿Son las ideas las que determinan las instituciones que predominan en una sociedad? o ¿son las instituciones las que determinan las ideas que predominan? Por supuesto, la relación va en los dos sentidos, por eso es difícil aislar un efecto sin el otro:

“Las ideologías subyacen las estructuras que poseen los individuos para explicar el mundo que los rodea. Las ideologías contienen un elemento normativo esencial; es decir, explican tanto cómo es el mundo y cómo debiera ser. Mientras que los modelos subjetivos suelen ser una combinación de creencias, dogmas, teorías cuerdas y mitos, usualmente contienen también elementos de una estructura organizada que los hacen mecanismos económicos para recibir e interpretar información.

La ideología no juega un papel en la teoría económica neoclásica. Los modelos racionales asumen que los actores poseen modelos correctos para interpretar el mundo que los rodea o para recibir información que los llevará a revisar y corregir sus modelos incorrectos. Quienes no se adapten fracasarán en los mercados competitivos que caracterizan a las sociedades. Uno de los temas importantes es la información que reciben los individuos acerca de sus modelos subjetivos, lo cual los llevará a ponerlos al día. Si la racionalidad instrumental de la teoría económica fuese correcta, anticiparíamos que las teorías falsas serían descartadas, y en cuanto a que la maximización de la riqueza es una característica del comportamiento humano, podríamos decir que el crecimiento sería característico en toda economía. Con un horizonte lo suficientemente lejano, puede ser que esto sea correcto, pero luego de 10,000 años de historia económica humana seguimos lejos de un crecimiento económico universal. El hecho simple es que no poseemos la información para poner al día nuestras teorías subjetivas y llegar a una sola teoría verídica; consecuentemente, no hay un equilibrio que se obtenga como producto. Al contrario, lo que existen son varios equilibrios que nos llevan en varias direcciones, incluida la estagnación y el decrecimiento de las economías. La ideología importa, pero ¿de dónde vienen los modelos subjetivos de los individuos, y cómo se alteran?

Los modelos subjetivos que las personas utilizan para descifrar el ambiente son en parte una consecuencia del crecimiento y de la transmisión del conocimiento científico, y en parte de la herencia cultural de cada sociedad. En la medida en que la primera forma de conocimiento (científico) determine las decisiones, un enfoque racional e instrumental es la mejor manera de analizar el desempeño económico, pero la gente siempre ha acudido a mitos, tabúes, religiones, y otras formas de herencia cultural para explicar su ambiente. La cultura es más que una mezcla de distintas formas de conocimiento; está cargada de valores y estándares de comportamiento que han evolucionado para resolver problemas de intercambio, ya sea éste social, político o económico. En toda sociedad evoluciona una estructura informal para estructurar la interacción humana. Esta estructura es el “inventario de capital” básico que define la cultura de una sociedad; es decir, que la cultura provee un orden conceptual basado en el idioma para codificar e interpretar la información que los sentidos le presentan al cerebro. Como resultado, la cultura no sólo juega un papel en formar las reglas formales sino también está por debajo de los frenos informales que son parte de las instituciones.

Las construcciones ideológicas que los individuos poseen para explicar su ambiente cambian. Estas construcciones son claramente influenciadas por los cambios fundamentales en los precios relativos, lo cual resulta en una inconsistencia persistente entre los resultados percibidos y los resultados predichos por los modelos subjetivos que poseen los individuos. Pero eso no es todo. Las ideas importan; la combinación de cambios generados en precios relativos filtrada a través de las ideas condicionadas culturalmente es la responsable de que los modelos subjetivos evolucionen.”

Las ideas de la gente sobre la sociedad, la economía, etc.; y cómo las elites buscan manipularlas

Cada vez aparece como más importante la visión que la gente tiene de lo que está ocurriendo. Esto determina sus acciones y éstas, luego, los resultados, tanto sea económicos, como políticos, u otros. Este campo de las ideas u opiniones ha sido siempre considerado por los economistas, pero ahora está teniendo un auge especial. Por supuesto, esto acerca a la economía a la psicología, ya que la pregunta a responder es: ¿por qué la gente piensa como piensa? … y luego actúa en consecuencia.

Brendan Nyhan publica un artículo en el JOURNAL OF ECONOMIC PERSPECTIVES, VOL. 34, NO. 3, SUMMER 2020, (pp. 220-36), titulado “Facts and Myths about Misperceptions”: https://www.aeaweb.org/articles?id=10.1257/jep.34.3.220

Sus consideraciones:

“Las percepciones erróneas amenazan con distorsionar la opinión de las masas y las políticas públicas sobre temas controvertidos en política, ciencia y salud. ¿Qué explica el predominio y la persistencia de estas creencias falsas y sin fundamento, que parecen ser genuinamente sostenidas por muchas personas? Aunque los límites en los recursos cognitivos y la atención juegan un papel importante, muchas de las percepciones erróneas más destructivas surgen en dominios donde los individuos tienen incentivos débiles para tener creencias precisas y fuertes motivaciones direccionales para respaldar creencias que son consistentes con una identidad grupal como el partidismo. Estas tendencias suelen ser explotadas por élites que con frecuencia crean y amplifican percepciones erróneas para influir en las elecciones y las políticas públicas. Aunque faltan pruebas de las afirmaciones de una era de «posverdad», los cambios en la velocidad con la que viaja la información falsa y la medida en que puede encontrar audiencias receptivas requieren nuevos enfoques para contrarrestar la desinformación. Reducir la propagación y la influencia de afirmaciones falsas requerirá mayores esfuerzos para vacunar a las personas antes de la exposición (por ejemplo, alfabetización mediática), desacreditar afirmaciones falsas que ya son destacadas o generalizadas (por ejemplo, verificación de hechos), reducir la prevalencia de baja -información de calidad (por ejemplo, cambiar los algoritmos de las redes sociales) y desalentar a las élites de promover información falsa (por ejemplo, fortalecer las sanciones reputacionales).”

¿Porqué la gente sigue atraída por las ideas del socialismo y populismo si han fracasado siempre?

Uno recibe esta pregunta permanentemente: ¿porqué siguen resultando atractivas las ideas del socialismo y del populismo si han fracasado cada vez que fueron aplicadas? John Levendis, de Loyola University, Robert B. Eckhardt, de Penn State y Walter Block, también de Loyola University y muy conocido por nuestros lectores, publicaron un artículo en la Review of Economic Perspectives – Vol. 19, Issue 2, 2019, pp. 73–94, DOI: 10.2478/revecp-2019-0005, titulado “Evolutionary psychology, economic freedom, trade and benevolence”. https://sciendo.com/article/10.2478/revecp-2019-0005 El resumen explica todo:

“Nuestra tesis es que la razón por la que muchos de nosotros hoy nos inclinamos hacia el socialismo (cooperación explícita) y contra el capitalismo de laissez-faire (cooperación implícita) es porque el primer tipo de comportamiento fue mucho más beneficioso genéticamente durante las generaciones anteriores de nuestra especie. Sin embargo, existe un argumento aparentemente fuerte en contra de esta hipótesis: la evidencia de la prehistoria humana indica que el comercio (cooperación implícita) anteriormente estaba muy extendido. Entonces, ¿cómo podemos estar programados a favor del socialismo y en contra del capitalismo si nuestros antepasados ​​se comportaron en el mercado en los últimos milenios? Aunque el comercio que es egocéntrico y beneficioso (presumiblemente mutuamente beneficioso para todas las partes en el intercambio) de hecho apareció hace cientos de miles de años, la benevolencia se estableció en nuestro cableado mucho antes, literalmente, cientos de millones. de hace años, y por lo tanto está mucho más profundamente integrado en la psique humana.”

Más sobre la racionalidad de nuestras acciones y conductas

  • Actuamos guiados por ideas pero, ¿éstas de dónde vienen? 

Masaki Aoyagi de Osaka University, Gillaume Frechette de NYU y Sevgy Yuksel de la Universidad de Santa Bárbara plantean que nuestras acciones están guiadas por nuestras ideas y creencias en un paper titulado Beliefs in Repeated Games, y lo testean en un experimento. La conclusión parece obvia, tal que elegimos ciertas acciones o estrategias de acciones en base a las ideas que nos formamos de la situación y de sus posibles resultados. El experimento de estos autores muestra que las estrategias que elegimos son racionales y anticipan correctamente las acciones de los demás. En el debate más general sobre el ámbito de nuestra racionalidad o la influencia de emociones y sesgos en nuestras decisiones, este trabajo estaría aportando elementos que acercarían nuestras conductas al modelo de decisión racional de la economía neoclásica. http://d.repec.org/n?u=RePEc:dpr:wpaper:1119r&r=&r=gth  

El mundo de las ideas: ¿socavado desde afuera o desde adentro?

  • El mundo de las ideas: ¿socavado desde afuera o desde adentro?  

Arnold Kling comenta, en Econlib, el libro de Jonathan Rauch The Constitution of Knowledge: A Defense of Truth. Veremos ahora cuál su opinión, pero antes es interesante notar que destaca la reciente publicación de libros relacionados con la formación del conocimiento y la búsqueda de la verdad, entre los que menciona a:  

  • Adam Grant, Think Again: The Power of Knowing What You Don’t Know 
  • Gary Saul Morson and Morton Schapiro, Minds Wide Shut: How the New Fundamentalisms Divide Us 
  • Julia Galef, The Scout Mindset: Why Some People See Things Clearly and Others Don’t 
  • Cass Sunstein, Daniel Kahneman, and Oliver Sibony. Noise: A Flaw in Human Judgment 
  • Steven Pinker, Rationality: What It Is, Why It Seems Scarce, Why It Matters 

Respecto al de Rauch, su comentario puede resumirse así:  

“Cuatro aspectos del pensamiento de Rauch impresionaron a este crítico. Primero, me impresionó y me convenció su énfasis en el conocimiento que surge de un proceso social. En segundo lugar, estoy de acuerdo con su opinión de que este proceso se ve socavado por lo que él llama «trolling» por un lado y «cultura de la cancelación» por el otro. En tercer lugar, estoy de acuerdo en que las redes sociales han alterado el orden de la información del siglo pasado y que esto funciona en nuestro detrimento. Y cuarto, Rauch escribe como si se pudiera lograr un retorno al orden de la información del siglo XX al domar las fuerzas disruptivas. Creo que esto ignora el deterioro y la corrupción que han afectado a las instituciones clave del periodismo y la academia. Donde Rauch se centra en los ataques al orden de la información del siglo XX desde fuera, yo enfatizaría la podredumbre desde dentro.” https://www.econlib.org/library/columns/y2022/klingrauch.html  

Articulo en La Nación sobre Chile: ¿Suicidio político?

Chile, ¿un suicidio político?

Hayek sobre los intelectuales y el socialismo, y sobre el papel de las ideas en el rumbo de la sociedad

Con los alumnos de la materia Historia de Pensamiento Economico II, Escuela Austriaca, de la BA, vemos un texto de Hayek titulado «Los intelectuales y el socialismo», que va más allá para discutir el papel que juegan las ideas en la sociedad. Así comienza:

En todos los países democráticos, y en los Estados Unidos más que en otras partes, prevalece la firme creencia de que la influencia de los intelectuales en la política es insignificante. Esto es sin duda cierto acerca del poder de los intelectuales para influir con sus opiniones peculiares sobre las decisiones del momento en la medida en
que puede modificar en el voto popular en cuestiones sobre las que difieren de la
visión actual de las masas. Sin embargo, de alguna manera durante períodos de cierta duración, probablemente nunca han ejercido una influencia tan grande como lo hacen hoy en esos países. Este poder lo ejercen por dar forma a la opinión pública.
A la luz de la historia reciente es un poco curioso que este decisivo poder de los
distribuidores profesionales de ideas de segunda mano no sea más generalmente reconocido. El desarrollo político del mundo occidental durante los últimos cien años proporciona la más clara demostración. El Socialismo nunca y en ninguna
parte ha sido un movimiento de la clase obrera. De ninguna manera es una solución obvia para los obvios males que los intereses de esa clase necesariamente exigirían. Es una construcción de teóricos, que se derivan de ciertas tendencias del pensamiento abstracto con el que durante un largo tiempo sólo los intelectuales estaban
familiarizados, y que requirió grandes esfuerzos por los intelectuales antes de que la clase obrera pudiera ser persuadida para que lo adoptaran como su programa.