David Ricardo explica cómo la ‘mano invisible’ lleva al equilibrio, luego se olvidaron del emprendedor

En el Capítulo IV de su libro “Principios de Política Económica y Tributación”, David Ricardo comienza señalando al trabajo como fuente del valor de los bienes y la cantidad comparativa de trabajo como el fundamento de su precio: http://www.econlib.org/library/Ricardo/ricP2.html

Pero luego centra su análisis en el mecanismo de inversión de capital que se produce en el mercado, asignándolo a aquellas ramas de los negocios donde se obtengan mayores ganancias y desatando un proceso que lleva, al final, en el equilibrio, a iguales tasas de ganancias. El proceso de mercado que analiza explica correctamente este camino pero más adelante veremos que destruye la teoría del “valor trabajo”, al menos como la continuara más tarde Karl Marx. Dice Ricardo:

David Ricardo

“Supongamos que todos los bienes tienen su precio natural y que, por lo tanto, las ganancias del capital en todos esos empleos obtienen exactamente la misma tasa, o se diferencias tan sólo, en lo que la estimación de las partes creen es alguna ventaja real o aparente. Supongamos ahora que un cambio de moda incrementa la demanda de sedas y disminuye la de lanas; su precio natural, la cantidad de trabajo necesaria para su producción, permanecerá inalterado, pero el precio de mercado de la seda aumentará, y el de la lana caerá; y por lo tanto las ganancias del productor de sedas será mayores, mientras que las del productor de lanas serán menores. No solamente las ganancias, también los salarios de los trabajadores se verán afectados en esos empleos. Esta mayor demanda de sedas sería, sin embargo, rápidamente atendida, por la transferencia de capital y mano de obra de la manufactura de lanas hacia la de sedas; cuando los precios de mercado de las sedas y las lanas volverían a aproximarse a sus precios naturales, y los respectivos productores de esos bienes obtendrían las ganancias usuales.”

Por supuesto que esta idea de un mecanismo de auto-ajuste que responde a cambios en las preferencias de los consumidores había sido presentada ya por Adam Smith en su famosa metáfora de la “mano invisible”.

Pero tal vez como Ricardo parte en ese ejemplo del equilibrio para analizar un cambio, haya dado a entender que ese equilibrio alguna vez se alcanza, y esto llevó a la economía a desarrollar modelos de equilibrio y prestar menos atención al proceso allí explicado.

Como la economía se encuentra en permanente cambio y movimiento, ese punto final nunca llega a alcanzarse, por lo que, en realidad, es necesario estudiar el ‘proceso de mercado’, que apunta siempre en esa dirección pero que debe ajustarse en forma permanente. Este análisis llegaría después, tal vez un siglo más tarde. El motor de esos cambios es el emprendedor, el que, motivado por las oportunidades que se presentan “sacude” al mercado con sus innovaciones, siempre motivado por esa ganancia que promete llegar allí primero.

Por eso la figura del emprendedor quedó relegada en el análisis económico, donde todos los ajustes en el mercado parecían suceder automáticamente. En ese sentido, si se interpretaba la idea de “mano invisible” como una adaptación que simplemente “sucede”, dejaba entonces de explicar lo más importante.

Ya en el siglo XX los economistas austriacos (entre ellos Schumpeter), Frank Knight y otros, desarrollarían el análisis de ese proceso de mercado en forma más completa.

 

La riqueza de una nación es su capacidad de producir y comerciar bienes y servicios, según Adam Smith

En el Libro IV de La Riqueza de las Naciones, Adam Smith trata los “distintos sistemas de política económica” y en el capítulo II en particular sobre el sistema “comercial o mercantil”: http://www.econlib.org/library/Smith/smWN12.html

Las políticas mercantilistas se han seguido aplicando desde entonces (y Adam Smith explica más abajo porqué), pero la “teoría mercantilista” nunca pudo recuperarse del golpe que le propinara Adam Smith en su texto. Algunos párrafos:

AdamSmith

“Un país rico, de la misma forma que un hombre rico, se supone es un país donde abunda el dinero; y acumular oro y plata en un país se supone es la forma más sencilla de enriquecerlo. Por cierto tiempo luego del descubrimiento de América, lo primero que preguntaban los españoles cuando llegaban a una costa desconocida solía ser si había mucho oro o plata en la vecindad. Según la información que recibieran, juzgaban si era oportuno establecer allí un asentamiento o si valía la pena conquistar el país. Plano Carpino, un monje, enviado como embajador de Francia a uno de los hijos del famoso Genghis Khan, relató que los tártaros solían preguntarle si había muchas ovejas y bueyes en el reino de Francia. Su pregunta tenía el mismo objetivo que la de los españoles. Querían saber si era un país suficientemente rico para ser conquistado. Entre los tártaros, como en todas las naciones de pastores que son usualmente ignorantes del dinero, el ganado es el instrumento del comercio y la medida de valor. La riqueza, por lo tanto, según ellos, consiste en ganado como para los españoles consistía en oro y plata. De los dos, tal vez la noción de los tártaros estaba más cerca de la verdad.”

“Como consecuencia de estas nociones populares, todas las distintas naciones de Europa han estudiado, aunque con poco resultado, todo medio posible para acumular oro y plata en sus respectivos países. España y Portugal, los propietarios de las principales minas que proveen a Europa de esos metales, han tanto prohibido su exportación bajo las penas más severas o las han sujetado a considerables aranceles. Esa misma prohibición parece haber sido parte de la política de muchos países de Europa en el pasado. Se la encuentra, incluso, donde menos deberíamos esperarla, en algunas viejas leyes del parlamento de Escocia que prohíben bajo fuertes penalidades el transporte de oro o plata del reino. Una política similar se aplicó tanto en Francia como en Inglaterra.”

Y respecto a las preocupaciones de quedarse “sin dinero”, comenta:

“Un país que no tiene minas propias debe, indudablemente, obtener su oro y plata de países extranjeros de la misma forma que uno que no tiene viñedos para obtener vinos. No parece necesario, entonces, que la atención del gobierno debe ocuparse más de un asunto que del otro. Un país que tiene los recursos para comprar vino obtendrá siempre el vino que necesite; y un país que tiene los recursos para comprar oro y plata nunca tendrá falta de ellos. Se los compra por un cierto precio como cualquier otro producto, y como son el precio de todos los otros productos, todos los otros productos son el precio de los metales. Confiamos con total seguridad que la libertad de comercio, sin ninguna atención por parte del gobierno, nos proveerá siempre del vino que necesitamos; y podemos confiar que de igual forma nos proveerá siempre del oro y la plata que podamos comprar o emplear, tanto sea para la circulación de nuestros productos, como para otros usos.”

 

Impresionante ensayo de David Hume sobre la moneda, las divisas y el comercio internacional

El ensayo de David Hume sobre la balanza comercial comienza con un párrafo que bien podría haberlo escrito pensando en la Argentina de estos días: http://www.econlib.org/library/LFBooks/Hume/hmMPL28.html

“Es muy común, en naciones ignorantes de la naturaleza del comercio, prohibir la exportación de productos, y mantenerlos dentro de ellas cuando sea que los consideran valiosos o útiles. No consideran que, con esta prohibición, actúan directamente en contra de su misma intención; y que cuanto más se exporta de un producto, más será producido localmente, y ellos serán los primeros que recibirán esa primera oferta.”

Hume

Pero si bien el artículo comienza considerando barreras para la salida de bienes (y menciona el caso de los higos en Atenas y el trigo en Francia), luego centra su atención en los temores porque una balanza comercial “negativa” (mayores importaciones que exportaciones) reduzcan la cantidad de dinero en el país. Al considerar esto está criticando la visión mercantilista para cuyos autores la riqueza de un país depende de la cantidad de dinero (en ese entonces metales) que posee. Dice Hume:

“También ha prevalecido entre varias naciones el mismo temor celoso en cuanto al dinero; para convencer a la gente de que estas prohibiciones no sirven sino para encarecer los cambios en su contra y provocar una exportación aún mayor, se precisa tanto de la lógica como de la experiencia.

Podría decirse que estos errores son burdos y evidentes; pero sigue prevaleciendo, aún en naciones familiarizadas con el comercio, un gran celo por la balanza comercial y temor de que salga del país todo su oro y plata. A mi modo de ver esto es en casi todos los casos un temor sin fundamento; e igual temería que se agotasen lodos nuestros manantiales y ríos que saliese el oro de un reino donde hay habitantes e industrias. Pongamos buen cuidado en conservar estas últimas ventajas y no tendremos nunca por qué temer la pérdida del primero.”

En su respuesta, comienza a desarrollar la teoría monetaria, su relación con los flujos de divisas y el mecanismo de ajuste automático de la cantidad de dinero a las necesidades de un país vía el ajuste de los precios. Y lo hace brillantemente con estos ejemplos:

“Supóngase que de la noche a la mañana desapareciesen cuatro quintos de todo el dinero de Gran Bretaña, y que la nación quedase reducida, en lo que respecta al metálico, a la misma situación que en los reinados de los ENRIQUES y los EDUARDOS, ¿Cuál sería la consecuencia? ¿No deberá bajar en proporción el precio de todo el trabajo y mercancías y venderse todas las cosas tan baratas como en aquellos tiempos? ¿Qué nación podría entonces competir con nosotros en cualquier mercado extranjero, o pretender navegar o vender manufacturas a un precio que a nosotros nos dejara un beneficio suficiente? Por lo tanto ¿en qué poco tiempo habría de devolvernos esto el dinero que perdimos y elevarnos al nivel de todas las naciones vecinas? Y cuando lo hubiéramos alcanzado perderíamos inmediatamente la ventaja de la baratura del trabajo y las mercancías; y la mayor afluencia de dinero se detendría por nuestra abundancia y plenitud.

Supongamos ahora que de la noche a la mañana se multiplicara por cinco todo el dinero de Gran Bretaña. ¿No debería producirse el efecto contrario? ¿No debería subir todo el trabajo y mercancías a una altura tan exorbitante que ninguna nación vecina pudiera comprar nada de nosotros, mientras por otro lado sus mercancías llegarían a ser comparativamente tan baratas que, a pesar de todas las leyes que pudieran dictarse, nos inundarían y saldría nuestro dinero, hasta que cayéramos al nivel de los extranjeros y perdiéramos esa gran superioridad de riqueza que nos había colocado en posición tan desventajosa?

Ahora bien, es evidente que las mismas causas que corregirían estas desigualdades exorbitantes, si se presentaran milagrosamente, han de impedir que sucedan en el curso normal de la naturaleza, y han de mantener siempre el dinero, entre todas las naciones vecinas, casi proporcional a la industria y laboriosidad de cada nación.’* Siempre que el agua se comunica, permanece al mismo nivel. Preguntad la razón a los físicos; os dicen que si subiera en algún lugar, como la mayor gravedad de esa parte no está compensada, ha de deprimirla hasta encontrar un contrapeso; y que la misma causa que corrige la desigualdad cuando sucede, ha de impedir siempre que se presente, en ausencia de alguna operación externa violenta.”

Y concluye:

“En resumen, un gobierno tiene razón sobrada para conservar con cuidado su población y sus manufacturas. Puede confiar su dinero al curso de los asuntos humanos sin miedo o desconfianza. Y si alguna vez presta atención a esta última circunstancia, sólo debe ser en la medida en que afecta a las primeras.”

 

Precios en el fútbol: Barcelona vende a Alexis por 40 millones y compra a Suárez por el doble (III)

Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre los precios en el fútbol:

El Barca vende a Alexis Sánchez por más de 40 millones de Euros, ¿y compra a Luis Suárez por el doble? ¿Cómo se determinan estos precios?

Sus comentarios:

  • La magnitud de estos precios, que se pagan por estos personajes tiene que ver con la poca oferta  de jugadores habílidosos y la gran demanda que hay por disfrutar ver jugar a estos grandiosos jugadores de fútbol.

Ahora, la diferencia de precios entre un jugador y otro, ya tiene que ver con nivel de habílidad que tenga el jugador y su capacidad de poder anotar goles y ganar partidos. Depende también de la posición que juega el jugador, su edad, clausulas contractuales con su actual dueño, etc. Me parece que determinar el precio de un jugador es un tema complejo, y aparte hay negociaciones de por medio entre los clubes que participan en la transcacción.

Me gusta el fútbol, pero no compito en sabiduría futbolera con mis compañeros del máster. Mi plantemiento sigue un poco más la lógica económica que la que pueda saber yo de cómo se compran y venden jugadores entre temporadas de fútbol.

  • El mercado del fútbol puede asimilarse a un intercambio del tipo competencia unilateral entre compradores, para cada bien a la venta (para cada futbolista) hay más de un comprador potencial (varios equipos).

Según esto, la valoración que tenga el vendedor (el futbolista, su agente, su entorno, su equipo actual, etc) es irrelevante ya que le precio se va a cerrar entre la valoración del comprador y la valoración del comprador potencial excluido con más capacidad de intercambio. El proceso es similar a una subasta que facilita los intercambios y favorece al vendedor.

Evidentemente cada bien (cada futbolista) tiene una valoración distinta que será la que se de en su subasta particular.

  • Leyendo vuestros comentarios me ha venido una reflexión, ¿cómo se contabilizan los jugadores? ¿La claúsula es un Activo y el salario un Gasto? ¿Pueden los clubs amortizar eses activo incorporándolo como un gasto (amortización) en la cuenta de resultados anual? Si fuera así (que lo desconozco) un alto precio por fichar a un jugador tendría un impacto importante en la reducción de impuestos a través de la amortización (Se que no es un debate de MIC, pero me ha parecido interesante)
  • Me parece interesante el debate que propones José

Te contesto con otra pregunta: ¿Conoces alguna empresa donde se realice amortización de los trabajadores?

Por que al fin y al cabo los jugadores no son objetos materiales con una vida util facil de estimar, sino personas, empleados de la empresa (en este caso un club de futbol). Si bien es verdad que empleados muy especiales.

  • Los derechos sobre los jugadores van en el balance. Tienen que ir. Y se amortizan.

Pongamos que el Arsenal tiene los derechos federativos de Alexis por 4 años. Valor de ese intangible 40 millones. Amortizacion 10 millones al año. Otra cosa es que ademas Alexis cobre su salario, que es un gasto como el de cualquier trabajador.

Lo que sucede con los «trabajadores normales» es que no hay un compromiso en exclusiva con duracion determinada. Puedes irte a otra empresa cuando quieras con un plazo breve de preaviso.

Jose Ma Gay de Liebana en «España se escribe con E de endeudamiento» dedica un capitulo completo a finanzas futbolisticas. En la pagina 427 (Activo de la Liga de las estrellas) aparecen rubros de «Inmobilizado intangible deportivo» que sospecho que son derechos de jugadores.

  • Entiendo que es un caso de competencia bilateral donde existe más de un comprador potencial y más de un vendedor potencial, tanto de Alexis Sanchez como de Luis Suarez.  Aunque podría entenderse que es un caso de competencia unilateral entre compradores (subasta) ya que hay un solo vendedor potencial (un solo bien a la venta, Alexis Sanchez o Luis Suarez son únicos) y más de un comprador potencial (cualquier equipo de fútbol del mundo estaría interesado en estos jugadores), me decanto porque se trata de un caso de competencia bilateral, ya que aunque es cierto que Luis Suarez solo hay uno, también es cierto que existen jugadores en el mundo que pueden ser de su mismo nivel, que podrían ser ofertados por otros equipos, y por lo tanto existirían bienes sustitutivos del anterior, pasando a convertirse en un caso de competencia bilateral.

En este caso las valoraciones subjetivas no vienen dadas si no que son los equipos interesados quienes las van creando. En este proceso de determinación de precios influyen muchos factores que determinan por qué se paga el doble por un jugador que por otro. Estos factores serían por ejemplo; la calidad (no necesariamente tiene por qué ser el más importante aunque suele influir notablemente), la edad ,cuanto más joven es el jugador más años de carrera le quedan por delante y hay más tiempo para poder venderlo en el futuro y recuperar lo invertido, ganar dinero o perder (en este caso a pesar de que Alexis e dos años más joven se paga la mitad que por Luis Suarez), el número de goles marcados, los beneficios por comisiones de agentes y equipos, los ingresos esperados por merchandasing del jugador (venta de camisetas, publicidad, imagen, popularidad del jugador, nuevos seguidores, derechos de televisión…), existencia de nuevos equipos en el mercado con mucha liquidez propiedad de magnates que pagan grandes cantidades por jugadores y crean equipos de la nada a golpe de talonario. Las intenciones de estos magnates que influyen directamente en los precios de mercado de los jugadores muchas veces no atienden a razones exclusivamente deportivas, si no que pueden atender a otros motivos muy diferentes como por ejemplo a posicionarse socialmente en otros países, contactos internacionales, conseguir negocios millonarios para sus empresas gracias a haber invertido en estos equipos. Detrás de una inversión aparentemente deficitaria en un equipo de futbol por parte de un magnate puede haber otros muchos beneficios conseguidos por otras vías gracias a esta inversión, por lo que el retorno puede ser muy lucrativo en su conjunto … En conclusión existen innumerables variables e intangibles para la determinación final del precio de los jugadores.

  • Para mi son bienes claramente unicos y por tanto el modelo de subasta funciona como modelo.

Otra cosa es que en la mente de los compradores haya alternativas o sustitutos, pero eso no detrae de que cada jugador es unico.

  • Los fichages de los jugadores se amortizan según los años de contrato que firman, si cuesta el traspaso 40 y firman por 5 años, amortizas 8  al año porque en España cuando vence el contrato quedan libres. No pasa en el resto de paises. Aqui cuando firman el contrato se fija una clausula de rescisión entre Club y jugador que cualquier Club del mundo lo puede fichar pagando esa clausula con el visto bueno del jugador. Messi por ejemplo creo que tiene 250 millones de clausula.

Los precios se determinan por una subasta, no responden a ninguna referencia lógica. Hoy he escuchado que el Arsenal ha comprado a un jugador suplente del Villarreal por 20 millones y ademas le cedia otro jugador hasta final de temporada. Abrieron el champan me imagino.

  • En primer lugar, se pueden pagar este nivel de precios porque se tiene el dinero para ello y el comprador tiene la expectativa (espero que no) de recuperar la inversión.

El experto, en España, en la determinación del precio de un jugador. es el Sr. Félix Tejedor, de Fútbol y Finanzas, que se dedica a valorar jugadores.

Su «modelo» (con ecuaciones muy complejas… que llama MERC). Según este Sr. evalúa:

  1. a) El coeficiente de juventud,
  2. b) La repercusión mediática,
  3. c) La posición donde juega, y
  4. d) La necesidad del club por el jugador».

Aspectos que no están alejados de lo estudiado en clases, dentro del enfoque de Mises, en las que la Acción Humana vincula factores como el valor de la operación, los recursos disponibles, las condiciones del intercambio, precios y costes y también la valoración subjetiva ligada a la escala de valor del que compra, tiendo en cuenta la importancia relativa, escasez, etc. todo ello buscando, de forma «racional», la maximización del bienestar del club.

  • Disculpar el retraso pero hasta hace unos minutos no he podido tener acceso al foro, pongo mi granito de arena a algunas cuestiones y de paso comentar que he disfrutado leyendo las aportaciones de cada uno de vosotros.

Lo que nos va a determinar el precio de un jugador respecto a otro no solo será la interactuación de la fuerzas de la oferta (escasez de buenos delanteros) y demanda (equipos capaces de pagar mucho dinero por ellos) sino otra serie de factores como podrían ser los siguientes.

  1. a) La posición del jugador

Ofensivos; delanteros, extremos

Creativos; centrocampistas

Defensas.

Por lógica, cuanto más probable dada su posición de hacer gol su valoración será mayor, de ahí que normalmente se pague el doble por un delantero que por un defensa. En nuestro caso ambos son delanteros pero Luis Suarez ha demostrado marcar un mayor número de goles durante los últimos años.

  1. b) Repercusión mediática

Muchas veces la valoración que se hace de los jugadores no tiene solo que ver con el rendimiento que realizan en el terreno de juego sino con su capacidad para generar ingresos comerciales, véase fichajes como Beckham etc… En nuestro ejemplo y no solo por su incidente en el mundial tiene un mayor repercusión Luis Suarez.

  1. c) Juventud

Ambos son jugadores jóvenes con proyección y que los diferentes clubes pueden llegar a amortizar la inversión realizada.

La valoración que se hace de un jugador no tiene que incluir únicamente lo que se paga por su traspaso sino también lo que cuesta su ficha durante los años de contrato. El tiempo y los goles dirán si Suarez vale el doble de lo pagado por Alexis.

¿Son un problema los oligopolios? Y, ¿es lo mismo si se generan en el Mercado o por regulaciones? (I)

Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre olligopolios en base a este comentario:

¿Se le ocurre algún mercado oligopólico? ¿Cuál sería?

¿Genera esto algún inconveniente? ¿Debería hacerse algo al respecto?

Pongo un ejemplo: ¿no es oligopólico el mercado de calificadores de riesgo? Pues hay básicamente tres: S&P, Moody’s y Ficht’s. ¿Habría que hacer algo?

Sus opiniones:

  • A mí el primero que se me viene a la cabeza, al menos en España, es el mercado energético. Yo no soy un experto en este sector, pero creo que se reparten el mercado en unas pocas compañias como Endesa, Iberdrola o Gas Natural. También el sector está bastante regulado, y las compañias tienen mucha relación con los poderes políticos. Como demuestra que en sus consejos de administración se sientes varios ex- altos cargos de los anteriores gobiernos. Con lo cual hace sospechar que el entendimiento entre ellos es beneficioso para los dos y al ser precios regulados…

Esto ha generado un aumento del precio de la energía muy alto en los últimos 10 años. Recuerdo en concreto al presidente de OHL ,en una entrevista que le hicieron, mostrar su malestar con el sector energético español, ya que este estaba intentando invertir en producir energía propia en una planta para abaratar costes en la empresa y tenía muchas complicaciones regulatorias para entrar en el mercado. Al final esto perjudica a los consumidores finales y también a la competitividad de las empresas y no haciendo atractivo el país para inversores extranjeros.

Yo creo que la solución que tenemos la mayoría que hacemos este máster es la misma o muy cercana. Lo mejor que podrían hacer es desregular el sector, para permitir la competencia y así favorecernos todos. Tanto consumidores como el propio sector.

  • Se me ocurren oligopolios de dos tipos:

1) Microsoft con Windows y Google con Android. Casi monopolios en sus sectores, pero generados como resultado de proveer sostenidamente un valor más alto que sus competidores. Dónde está el problema? Hay libertad de competencia, entendiendo que hay respeto a la propiedad privada y libertad contractual.

2) Siguiendo el hilo argumental de Mario. Mercado energético español. Con toda las barreras de entrada posibles, cargados con toda la inflación regulatoria propia de nuestra administración… nos crea un sector ineficiente al extremo de tener >40% de sobrecapacidad y precios muchísimo más altos que los que cabría esperar en un mercado de libre operación, desregulado. Energía solar costando 5 veces el precio de venta, obligatoriedad de comprar carbón nacional a un precio x3 casi, etc.

Aquí sí que encontramos problemas. Nos encontramos con un mercado fuertemente regulado y donde los operadores no compiten entre sí, tienen mercados cautivos repartidos geográficamente y precios de venta marcados y regulados. No hay posibilidad de elección, no hay alternativa más que seguir pagando y protestar poco, que hace tiempo que nos dicen que vivimos en el mejor país del mundo.

En cuanto al oligopolio presentado por el Profesor, en referencia a las agencias de rating, no, no es oligopolio castigando a clientes; no hay barreras de entrada y no se compara la regulación con sector energía, ni de lejos. El juego está abierto a cualquier equipo que invierta unos 2.000 millones de dólares y que pueda formar una cuarta calificadora de la talla y porte de las otras tres y entrar en competencia. Para dar magnitudes, 50.000 millones es el valor que costó el mayor proyecto energético en Australia, 300 millones los famosos aeropuertos españoles que se construyen de 3 en 3, etc. No es suficientemente restrictiva la barrera de entrada, lo que realmente es restrictivo es conseguir un desempeño tan «brillante» como estas empresas. Lo de brillante debo también colocarlo en perspectiva después de las calificaciones de Lehman y demás… Quizás más fuerte sea la barrera de entrada del Brand Equity, como el que tiene Sotheby´s o Christie´s (sin haberlo deseado acaba de surgir otro oligopolio virtuoso)

Os dejo un vídeo de Fernando Herrera en el Juan de Mariana, muy ilustrativo

https://www.youtube.com/watch?v=6sVHdSTubuE

Y un artículo bastante interesante:

http://www.ilustracionliberal.com/30/competencia-y-monopolio-gabriel-calzada.html

  • Yo creo que en las agencias de calificacion hay interferencia gubernamental en cuanto a la obligatoriedad de utilizar a las de «reconocido prestigio». La recien creadas no pueden ser de «reconocido prestigio» por definicion.

Con las titulizaciones hipotecarias y el crash financiero de 2008 demostraron su absoluta incompetencia. Habeis oido que se les culpe de la crisis? Yo tampoco 🙂 Estan protegidas y amparadas por la legislacion.

Las barreras de entrada economicas (no regulatorias) son legitimas. Es decir, una empresa nueva electrica, que le vamos a hacer, tendra que invertir en centrales electricas, que son caras. Es inevitable. Lo que deberia evitarse es que haya procedimientos de licencias, permisos, autorizaciones… que de forma arbitraria impiden el acceso libre a nuevos competidores.

  • Si Mario, estoy desacuerdo, pero estos Triopolios tienen una ventaja natural, las fuertes barreras de entrada que tienen, ejemplo crear redes de transporte, centrales nucleares, presas, centrales térmicas.

También juegan a la ventaja competitiva política, son empresas muy amparadas por los partidos políticos.

El otro dia me confesaron que Acciona ampara PSOE en España y la otra al PP

En fin, como no

  • A Mi se me ocurre el mercado de las Telefónicas, Los mineras de Materiales estratégicos (Cobre, Coltan et)

Telefónicas son mercados con fuertes barreras para entrar, el cual las empresas compiten entre ellas, no suele haber ninguna que domine del todo el mercado (salvo en mercados protegidos (telefónica de corea del norte, cuba…etc))

En el caso de cobre los mayores productores son Codelco (Chilena) y Minera Mexico, con su producción ya vendida y en plena competencia… Aquí me atrevo a decir que no funcionaría como oligopolio sino como Monopolio ya que Codelco marca el precio de sus competidores.

¿Genera esto algún inconveniente? ¿Debería hacerse algo al respecto?

El inconveniente que generan es debido a que hay pocos participantes en este tipo de mercado, cada oligopólico está al tanto de las acciones de sus competidores. Dado que las decisiones de una empresa afectan o causan influencias en las decisiones de las otras, se establece una situación de equilibrio en el grupo de oferentes, con lo cual deja de existir competencia de mercado

Pongo un ejemplo: ¿no es oligopólico el mercado de calificadores de riesgo? Pues hay básicamente tres: S&P, Moody’s y Ficht’s. ¿Habría que hacer algo?

Absolutamente, pero a mi me parece que corresponden a Lobbys muy poderosos, hago una analogía de grandes jugadores de golf decidiendo en cada juego que hacer y que certificar, esta claro que no son precisamente la mano transparente de Smith.

Habría que hacerse puntuar entre ellos como penitencia durante al menos 10 años….. (jejejeje)

  • Si entendemos como oligopolio que hay un numero reducido de empresas, esta situacion se da en mi opinion cuando se requiere la utilizacion de un recurso limitado (ferrocarriles, red electrica, red de gas, comunicaciones moviles) o cuando hay economias de escala que favorecen el negocio (supermercados, petroleo, microprocesadores).

Por ejemplo, el mercado de microprocesadores para ordenadores personales esta dominado por Intel y AMD.

No creo que la existencia de oligopolios plantee en principio problemas. El caso de los microprocesadores es claro, la existencia de dos empresas dominantes no ha sido un factor que haya disminuido la innovacion y la disponibilidad de ordenadores cada vez mas potentes y mas baratos. Si Intel y AMD abusasen elevando precios otras empresas como Infineon, Freescale, ARM, NXP, etc. entrarian en el mercado a competir y los precios se reducirian. Es la libertad de participar en el mercado la que favorece la competencia.

De lo anterior se deduce que no es necesario intervenir en un mercado con estructura de oligopolio para que haya competencia. El abuso se genera con el «amigopolio» que consiste en dar un mercado a un grupo de personas/empresas bien conectadas con el poder impidiendo el acceso libre al mercado a otros posibles participantes.

La calificacion de riesgo es, en efecto un mercado oligopolico. El problema en este mercado (sin ser especialista) es que los gobiernos obligan a empresas como aseguradoras o planes de pensiones a invertir solamente en deuda con calidad reconocida por estas empresas dominantes. Lo cual es una barrera de entrada a otras agencias de calificacion de riesgos. De haber falta de competencia esta provendria de este tipo de imposiciones; y no del hecho de que haya pocas agencias de calificacion.

Por otro lado, el fallo monumental de las agencias previo a la crisis financiera de 2008 deberia haber demostrado claramente que no hacen del todo bien su trabajo. Pero ahi siguen. Quizas su monopolio obedece a un privilegio estatal mas que a la competencia en el mercado libre.

¿Cuántos derechos tenemos? ¿O, tal vez, uno solo, el derecho a vivir mi vida sin violar el de otros?

Pobres los alumnos de Derecho, muchos posts sobre economistas medievales o escolásticos, se les hace difícil opinar. Bueno, vamos a un tema sobre el que todo estudiante de Derecho, e incluso todos los demás, pueden tener una opinión fundada. David Boaz, en si recientemente publicado libro “The Libertarian Mind”, comenta sobre los derechos que tenemos. Aunque se refiere a los Estados Unidos, el tema se extiende a todo otro ámbito: http://www.cato.org/libertarianmind

“Críticos tanto en la izquierda como en la derecha se han quejado que en los Estados Unidos se discute sobre los derechos todo el tiempo. Ningún debate político sigue por mucho tiempo sin que algún lado de la disputa, o ambos, presente su posición en términos de derechos: derechos de propiedad, sociales, de las mujeres, de los no fumadores, a la vida, al aborto, a la homosexualidad, a las armas, lo que quieran.”

“En la visión libertaria, tenemos infinito número de derechos contenidos en un solo derecho natural. Ese derecho humano fundamental es el derecho a vivir tu vida como elijas en tanto y en cuanto no violes los iguales derechos de otros.”

“Ese único derecho tiene implicancias infinitas. Como dijera James Wilson, uno de los firmantes de la Constitución, en respuesta a la propuesta de agregar una “Carta de Derechos” a la Constitución: ¡“Enumeren todos los derechos del hombre! Estoy seguro, señores, que nadie en la ultima Convención hubiera intentado tal cosa.” Porque, después de todo, una persona tiene un derecho a usar un sombrero o no, a casarse o no, a producir porotos o manzanas, a abrir una zapatería. En verdad, para citar un ejemplo específico, una persona tiene un derecho a vender una naranja a un comprador que la quiera aun cuando la naranja tiene solo 2,5 pulgadas de diámetro (aunque según las regulaciones actuales es ilegal).”

“Es imposible enumerar por anticipado todos los derechos específicos que tenemos; usualmente los identificamos cuando alguien propone limitar alguno. Tratar a los derechos como algo tangible que debe tener un número limitado es enfocar el tema en forma equivocada.”

“Pero la queja sobre ‘la proliferación de derechos’ no es totalmente errónea. Tenemos un problema con la proliferación de ‘seudo-derechos’. Cuando los derechos son solo reclamos legales vinculados con intereses y preferencias, se generan conflictos políticos y sociales. Los intereses y las preferencias pueden estar en conflicto, pero no los derechos. No hay conflicto entre los genuinos derechos humanos en la sociedad. Sin embargo, hay muchos conflictos entre los que tienen los llamados ‘derechos sociales’, los que requieren que alguien nos provea algo que queremos, ya sea esto educación, salud, seguridad social, bienestar, subsidios o el acceso a la vista de la propiedad de otro. Este en es un problema fundamental en la democracia dominada por intereses de grupo y el estado intervencionista. En una sociedad libre, la gente asume riesgos y obligaciones a través de contratos; un estado intervencionista impone obligaciones en la gente a través del proceso político, obligaciones que entran en conflicto con sus derechos naturales.”

“Entonces, ¿qué derechos tenemos, cómo podemos diferenciar entre uno real y uno ficticio? Comencemos por considerar uno de los documentos básicos en la historia de los derechos humanos, la Declaración de Independencia. En su segundo párrafo, Thomas Jefferson presentó una definición de derechos y su significado que rara vez ha sido igualada por su claridad y síntesis:

Jefferson

“Sostenemos estas verdades como evidentes en sí mismas, que todos los hombres fueron creados iguales, que fueron dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables, entre ellos el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Que para asegurar esos derechos, se constituyeron gobiernos entre los hombres, derivando sus justos poderes del consentimiento de los gobernados. Que cuando cualquier forma de gobierno se vuelve destructiva de estos fines, es el derecho del pueblo alterarlo o abolirlo.”

Mariana, ya en el siglo XVI, tenía clara la relación entre gasto público, emisión monetaria e inflación

Con los alumnos de Económicas de la UBA vemos el artículo de Lucas Beltrán “El Padre Juan de Mariana”: http://www.hacer.org/pdf/Beltran00.pdf . Lucas Beltrán fue un economista español del siglo XX. Se graduó en Derecho en la Universidad de Barcelona y estudió economía en la London School of Economics. Algunos párrafos sobre la emisión de dinero y el gasto público:

Juan de Mariana

“Tal vez el Tratado y discurso sobre la moneda de vellón ha de ser considerado como el pensamiento maduro y definitivo del autor, pues es uno de los últimos libros que publicó. En él Mariana empieza preguntándose si el rey es dueño de los bienes particulares de sus vasallos y contesta rotundamente que no. El autor acude a su distinción entre rey y tirano, a la que tanta afición manifiesta: «El tirano es el que todo lo atropella y todo lo tiene por suyo; el rey estrecha sus codicias dentro de los términos de la razón y de la justicia.»

De aquí deduce que el rey no puede exigir impuestos sin el consentimiento del pueblo, pues el impuesto significa la apropiación de una parte del patrimonio de los súbditos; para que tal apropiación sea legítima es preciso que los súbditos estén de acuerdo con ella. Tampoco puede el rey crear monopolios estatales, que serían un medio disimulado de exigir impuestos; en el lenguaje del autor, «si no es lícito poner pecho, tampoco lo será hacer esta manera de estanques sin voluntad de aquellos en cuyo perjuicio redundan».

Y tampoco puede el rey obtener ingresos rebajando el contenido metálico de las monedas. Los monarcas de la Casa de Austria acudieron reiteradamente a este antiguo recurso tantas veces utilizado en todos los tiempos y todos los Estados. En España, en tiempo del Padre Mariana, la rebaja se hizo sobre todo en las llamadas monedas de vellón; éstas eran de una aleación de plata y cobre y hasta fines del siglo XV fueron perfectamente respetables; en los siglos XVI, XVII y XVIII su contenido de plata fue reducido reiteradamente hasta que finalmente las monedas de vellón se hicieron sólo de cobre y funcionaron como moneda fraccionaria de las piezas de oro y plata. También el contenido de metal noble de éstas fue reducido en algunas ocasiones, pero menos que en el caso de las monedas de vellón, que constituyen el tema del tratadito de Mariana.

Éste ve la cuestión con tanta claridad como un economista moderno: se da cuenta de que la reducción del contenido de metal noble de las monedas y el aumento de la cantidad de éstas es una forma de inflación (aunque no usa esta palabra, entonces desconocida) y que la inflación produce fatalmente elevación de precios: «que si baja el dinero del valor legal, suben todas las mercadurías sin remedio, a la misma proporción que abajaron la moneda, y todo se sale a una cuenta».

Mariana ve que la inflación es un impuesto que recae sobre los que antes de ella tenían dinero, que ahora han de comprar las cosas más caras. Al argumento de que esto se puede evitar poniendo precios de tasa a las mercancías, contesta que la experiencia nos muestra que las tasas han sido siempre ineficaces. Siendo la inflación un impuesto, requerirá en todo caso el consentimiento del pueblo, pero aun con este consentimiento será siempre un impuesto dañoso y desorganizador de la vida económica: «este arbitrio nuevo de la moneda de vellón, que si se hace sin acuerdo del reino es ilícito y malo, si con él, lo tengo por errado y en muchas maneras perjudicial».

¿Cómo se puede evitar el recurso al cómodo expediente de la inflación? Equilibrando el presupuesto por otros procedimientos. Mariana tampoco usa estas expresiones que utilizaríamos nosotros, pero ve el problema con precisión y todas sus propuestas tienden al mencionado equilibrio; es decir, consisten en reducciones de gastos públicos o aumentos de los ingresos. Propone, en primer lugar, gastar menos en la casa real, «que lo moderado, gastado con orden, luce más y representa mayor majestad que lo superfluo sin él». En segundo lugar, «que el rey se acortase en sus mercedes», es decir, que no recompense tan generosamente servicios (reales o supuestos) de sus vasallos; «que no hay en el mundo reino que tenga tantos premios públicos, encomiendas, pensiones, beneficios y oficios; con distribuirlos bien y con orden, se podría ahorrar de tocar tanto en la hacienda real o en otros arbitrios de que se podrían sacar ayudas de dineros». «Veamos, si enviase yo a Roma a uno y le diese dinero para el gasto, ¿sería bien que lo gastase y diese a quien se le antojase o que se mostrase liberal de la hacienda ajena? No puede el rey gastar la hacienda que le da el reino con la libertad que el particular los frutos de su viña o de su heredad.»

David contra Goliat: ¿ganan siempre los grandes contra los pequeños? Parece que no es así.

Es una preocupación de muchos que en el mercado los grandes tienden a hacer desaparecer a los más pequeños, quienes no tienen chances contra ellos. Es necesario también tener en cuenta que muchos de los «Goliat» de hoy fueron «David» hace tan solo unos diez o veinte años: Apple, Windows, Facebook, Google,  YouTube,  Starbucks, EBay y tantos otros no existían. Los «Goliat» de entonces (IBM, Kodak)parecían todopoderosos. Sin embargo, en la revista Strategy+business de la consultora Booz & Co, Matt Palmquist comenta cuando ganan, en verdad, los más pequeños. http://www.strategy-business.com/blog/Sometimes-It-Pays-to-Be-the-Underdog?gko=8a09f&cid=rr20150312&utm_campaign=rr20150312

Algunos párrafos:

“La sabiduría convencional sostiene que las empresas operadas nacionalmente deben enfatizar sus inherentes ventajas sobre los comercios locales –el reconocimiento de su marca, la diversidad de su inventario de productos, sus posibilidades de ofrecer mejores precios, por ejemplo. Pero un nuevo estudio encuentra que la ventaja del tamaño no es lo único que importa. Cuando los pequeños presentan la competencia contra los grandes como una lucha de David contra Goliat, la ventaja va a menudo para los más pequeños.”

“Aunque se presume que los consumidores han casi abandonado los comercios de barrio por los grandes almacenes, unas pocas anécdotas sugieren lo contrario. Por ejemplo, J.P. Licks, una heladería independiente del área de Boston, se apoyó en su estrecho vínculo con los consumidores para desplazar a Cold Stone Creamery que había abierto una franquicia cerca. Y en los primeros años de la locura del café de calidad, los gerentes de Coffee Bean & Tea, con sede en Los Angeles, comprendieron que, para su sorpresa, sus ventas alcanzaron récords luego de Starbucks abriera un local cerca, por lo que expandieron sus locales también cierta de otros Starbucks.”

“Por cierto, que las anécdotas no reemplazan a los datos, pero en seis experimentos diferentes con comercios para el consumidor tales como venta de libros, café y autopartes, los autores encontraron que las principales marcas pierden apoyo local contra los pequeños comercios cuando enfatizan las diferencias en recursos, tamaño e imagen corporativa. Comparado con escenarios donde las marcas pequeñas compiten entre sí o simplemente no tomar en cuenta a sus rivales más grandes, aquellos que explícitamente se posicionan contra una cadena nacional, ven aumentar sus ventas, la frecuencia de compras de los consumidores y las opiniones positivas.”

“El primer experimento para este estudio fue instalar una pequeña librería que logró inducir a más compras a los consumidores cuando llamó la atención de los grandes competidores. El segundo experimento confirmó el resultado utilizando chocolate artesanal contra los productos de Hershey. Otros experimentos extendieron las conclusiones considerando más de 10.000 opiniones sobre cafés locales o cadenas nacionales, y esto mostró que cuantos más competidores hay, más fuertes es el efecto. Los autores también encontraron que los pequeños prosperan cuando muestran que están compitiendo con grandes, además de usar otras estrategias como precios, calidad o seguridad. Cuanto más se observa que una marca grande compite con comercios locales, menos apoyo reciben, y es más probable que los consumidores consideren que sus elecciones determinan luego la configuración del mercado.”

El autor del texto comenta este trabajo: “Positioning Brands against Large Competitors to Increase Sales,” by Neeru Paharia (Georgetown University), Jill Avery (Harvard University), and Anat Keinan (Harvard University), Journal of Marketing Research, Dec. 2014, vol. 51, no. 6.

En fin, nada está dicho para los pequeños comercios que compiten con los grandes. Como siempre, son los consumidores, es decir nosotros, en definitiva, quienes decidimos si prosperarán los grandes o los pequeños. No hay nada escrito que diga que los grandes siempre van a ganar. Si con nuestra compras diarias, votamos por los David, estos prosperarán, si vamos a los Wal Marts, eso tendremos. Así que, en definitiva, la responsabilidad es nuestra.

Juan de Mariana: La inflación es un impuesto pero, ¿tiene el consentimiento de los contribuyentes?

La inflación hace que muchos paguen impuesto cuando antes no pagaban. Peor aún, la inflación “es un impuesto”. La pregunta es: ¿quién lo votó? ¿No es que los impuestos se aprueban en el Congreso como parte de una larga tradición que dice que no pueden ponerse impuestos sin el consentimiento de los ciudadanos? Parece que eso no corre para la inflación. Pero el principio es claro, está en la Carta Magna (1215) y lo comenta Juan de Mariana (1536-1624): Juan de Mariana Si el rey puede cargar pechos sobre sus vasallos sin consentimiento del pueblo Algunos tienen por grande sujeción que los reyes, cuanto al poner nuevos tributos, pendan de la voluntad de sus vasallos, que es lo mismo que no hacer al rey dueño, sino al común; y aun se adelantan á decir que si para ello se acostumbra llamar á Cortes, es cortesía del príncipe, pero si quisiese, podría romper con todo y hacer las derramas á su voluntad y sin dependencia de nadie conforme á las necesidades que se ofrecieren. Palabras dulces y engañosas y que en algún« reinos han prevalecido, como en el de Francia, donde refiere Felipe Comines, al fin de la vida que escribió de Luis XI de Francia, que el primero que usó de aquel término fue el príncipe de aquel reino, que se llamó Carlos VIl. Las necesidades y aprietos eran grandes; en particular los ingleses estaban apoderados de gran parte de Francia; granjeó los señores con pensiones que les consignó á cada cual y cargó á su placer al pueblo. Desde el cual tiempo dicen comunmente que los reyes de Francia salieron de pupilaje y de tutorías, y yo añado que las largas guerras que han tenido trabajada por tantos años á Francia en este nuestro tiempo todas han procedido de este principio. Veíase este pueblo afligido y sin substancia; parecióles tomar las armas para de una vez remediarse con la presa ó acabar con la muerte las necesidades que padecían, y para esto cubrirse de la capa de religión y colorear con ella sus pretensiones. Bien se entiende que presta poco lo que en España se hace, digo en Castilla, que es llamar los procuradores á Cortes, porque los mas de ellos son poco á propósito, como sacados por suertes, gentes de poco ajobo en todo y que van resueltos á costa del pueblo miserable de henchir sus bolsas; demás que negociaciones son tales, que darán en tierra con los cedros del Líbano. Bien lo entendemos, y que como van las cosas, ninguna querrá al príncipe á que no se rindan, y que seria mejor para excusar cohechos y costas que nunca allá fuesen ni se juntasen; pero aquí no tratamos de lo que se hace, sino de lo que conforme à derecho y justicia se debe hacer, que es tomar el beneplácito del pueblo para imponer en el reino nuevos tributos y pechos. No hay duda sino que el pueblo, como dice el historiador citado, debe siempre mostrar voluntad de acudir á la de su rey y ayudar conforme lo pidiesen las necesidades que ocurren; pero también es justo que el príncipe oiga á su pueblo y se vea si en él hay fuerza y substancia para contribuir y si se hallan otros caminos para acudir á la necesidad, aunque toquen al mismo príncipe y á su reformación, como veo que se hacia antiguamente en las Cortes de Castilla. Digo pues que es doctrina muy llana, saludable y cierta que no se pueden poner nuevos pechos sin la voluntad de los que representan el pueblo. Esto se prueba por lo que acabamos de decir, que si el rey no es señor do los bienes particulares, no los podrá tomar todos ni parte de ellos sino por voluntad de cuyos son. Item, si, como dicen los juristas, ninguna cosa puede el rey en perjuicio del pueblo sin su beneplácito, ni les podrá tomar parte de sus bienes sin él, como se hace por via de los pechos. Demás que ni el oficio de capitán general ni de gobernador le da esta autoridad, sino que pues de la república tiene aquellos cargos, como al principio señaló el costeamiento y rentas que le parecieron bastantes para ejercellos; así, si quiere que se las aumenten, será necesario que haga recurso al que se las dio al principio. Lo cual, dado que en otro reino se permitiera, en el nuestro está por ley vedado, fecha y otorgada á pedimento del reino por el rey don Alonso el Onceno en las Corles de Madrid, año de 1329, donde la petición 68 dice así: «Otrosí que me pidieron por merced que tenga por bien de les no echar ni mandar pagar pecho desaforado ninguno especial ni general en toda la mi tierra sin ser llamados primeramente á Cortes é otorgado por todos los procuradores que vinieren: á esto respondo que lo tengo por bien é lo otorgo.» Felipe de Comines, en el lugar ya citado, por dos veces generalmente dice en francés: «Por tanto, para continuar mi propósito no hay rey ni señor en la tierra que tenga poder sobre su estado de imponer un maravedí sobre sus vasallos sin consentimiento de la voluntad de los que lo deben pagar, sino por tiranía y violencia»; y añade poco mas adelante «que tal príncipe, demás de ser tirano, si lo hiciere será excomulgado », lo cual ayuda á la sexta «comunión puesta en la bula In Coena Domini, en que descomulga á los que en sus tierras imponen nuevos pechos, unas bulas dicen : «sin tener para ello poder»; otras «fuera de los casos por derecho concedidos»; de la cual censura no sé yo cómo se puedan eximir los reyes que lo contrario hacen, pues ni para ello tienen poder ni por derecho les es permitido esta demasía; que como el dicho autor fue seglar y no persona de letras, fácilmente se entiende que lo que dice por cosa tan cierta lo pone por boca de los teólogos de su tiempo, cuyo parecer fue el suyo. Añado yo mas, que no solamente incurre en la dicha excomunión el príncipe que con nombre de pecho ó tríbulo hace, las tales imposiciones, sino también con el de estanque y monipodio sin el dicho consentimiento, pues todo se sale á una cuenta, y por el un camino y por el otro toma el príncipe parte de la hacienda de sus vasallos, para lo cual no tiene autoridad. En Castilla de unos años á esta parte se han hecho algunos estanques de los naipes, del solimán, de la sal, en lo cual no me meto, antes los tengo por acertados; y de la buena conciencia del rey, nuestro señor, de gloriosa memoria, don Felipe II, se ha de creer que alcanzó el consentimiento de su reino; solo pretendo probar que lo mismo es decir poner estanques que pechos y que son menester los mismos requisitos. Pongamos ejemplo para que esto se entienda. En Castilla se ha pretendido poner cierto pecho sobre la harina; el reino hasta ahora ha representado graves dificultades. Claro está que por via de estanque si el rey se apoderase de todo el trigo del reino, como se hace de toda la sal, lo podría vender á dos reales mas de lo ordinario, con que se sacaría todo el interés que se pretende y aun mas, y que seria impertinente pretender no puede echar pecho sin el acuerdo dicho, si por este ú otro camino se puede sin él salir con lo que se pretende. Por lo menos de todo lo dicho se sigue que si no es licito poner pecho, tampoco lo será hacer esta manera de estanques sin voluntad de aquellos en cuyo perjuicio redundan.

Los alumnos en Económicas desconocen a los autores escolásticos, pero no a los mercantilistas

En la materia Historia del Pensamiento Económico I, en Ciencias Económicas de la UBA, los alumnos tuvieron que leer el año pasado este artículo de Raymond de Roover sobre los escolásticos y la Escuela de Salamanca:

http://www.institutoacton.com.ar/oldsite/articulos/rroover/artroover1.pdf

Luego tuvieron que presentar un breve resumen destacando los aspectos más importantes o novedosos del texto y plantear algunas preguntas.

La mayoría de ellos no conocía a estos autores y se sorprendió al encontrarlos.

Reproduzco tan solo algunos de tantos comentarios que me hicieran llegar:

“Es interesante destacar los valiosos conceptos que aporta un autor del pensamiento escolástico como Bernardino de Siena (1380-1444). Como fuentes del “valor” nombra tres factores: utilidad, escasez y capacidad de aportar placer. Al parecer, San Bernardino tenía una visión psicológica del valor basada en los distintos grados de utilidad, opuesta a la objetividad propuesta por Adam Smith, pero en sintonía con teorías económicas modernas como la de la Escuela Austriaca.”

“El legado de la teoría escolástica sobre el valor y el precio se fundaba en los conceptos de utilidad y escasez. Los Doctores diagnosticaron que el problema económico era la escasez. Doctores tales como Buridan, establece que el valor se medía por los deseos humanos de la comunidad, y el precio de mercado era el precio justo.” “Los últimos Doctores (especialmente de la escuela de Salamanca) adoptaron la teoría de que la utilidad era la principal fuente de valor, y que el justo precio, en ausencia de regulación pública, se determina por la interacción de las fuerzas de la oferta y la demanda sin fraudes, restricciones o conspiraciones; los autores españoles dieron por sabida la teoría cuantitativa, que explicitaba la influencia que tenía el volumen de dinero circulando en la economía, en el sentido de que los precios subían o bajaban según la abundancia o escasez del dinero, y dedicaron mucha atención al intercambio internacional”. “La gran debilidad de la economía escolástica fue la doctrina sobre la usura”.

“Lo que me llama la atención de estos temas y en general de toda la doctrina escolástica es que muchas de sus ideas fueron adoptadas y reformadas más adelante por pensadores modernos y, hasta el día de hoy, no hay muchas menciones a la misma o que traten de relacionarla con los pensadores modernos.”

“Por mi parte, a lo largo de la carrera no leí sobre la economía escolástica sino que cuando se mencionaba la historia del pensamiento económico se mencionaba a Adam Smith, o se referían al mercantilismo. Por lo tanto, encontré en el texto una nueva forma de encarar la economía y pude conocer de dónde surgieron los argumentos que plantean los pensadores posteriores a los escolásticos. Es interesante ver cómo, a pesar de que en el período que fue desarrollada no era una disciplina independiente, la economía abarcaba muchos aspectos de la cotidianeidad y se podía discutir sobre ella, a partir de la observación. Por otro lado, me pareció interesante la devoción de los doctores escolásticos por regir las transacciones económicas con el fin de que las mismas sean morales. Esto demuestra la transparencia de su interés por determinar las reglas de justicia de las relaciones sociales, en contraposición a los mercantilistas quienes al ser mercaderes los que desarrollaban los pensamientos, los manipulaban para favorecer a sus intereses privados”.

Más sobre esta Escuela, para quien le interese: http://www.escolasticos.ufm.edu/index.php/Portada

Juan de Mariana

Lamentablemente, este artículo de Raymond de Roover no menciona a Juan de Mariana, uno, sino el más importante de estos autores. Quien escribiera un interesante tratado sobre la moneda, condenando su manipulación por el soberano, quien lo puso en la cárcel. Para completar esto, este artículo de Rothbard: http://austroanarquistas.com/?p=8179