¿La cooperación voluntaria falla y por eso el Estado es necesario? Los niños ya saben cómo cooperar voluntariamente

Para quienes piensan que la cooperación voluntaria falla, el mercado fracasa y eso justifica el papel del Estado: los niños ya saben cómo hacerlo

  • Las raíces de la cooperación social, ¿ya desde los tres años de edad? 

Zvonimir Bašić Parampreet C. Bindra Daniela Glätzle-Rützler Angelo Romano Matthias Sutter Claudia Zoller publican un trabajo en el IZA Institute of Labor Economics de Alemania donde analizan qué mecanismos se observan a temprana edad para sostener la cooperación.  

“Comprender las raíces de la cooperación humana entre extraños es de gran importancia para resolver dilemas sociales urgentes y proveer bienes públicos en las sociedades humanas. Nosotros estudiamos el desarrollo de la cooperación en 929 niños pequeños, de 3 a 6 años de edad. En un experimento unificado marco, examinamos cuál de los tres pilares fundamentales de la cooperación humana: reciprocidad directa, indirecta, así como el castigo de terceros, surge antes como un medio eficiente para aumentar la cooperación en el juego repetido del dilema del prisionero. Encontramos que el castigo de terceros exhibe un efecto sorprendentemente positivo en las tasas de cooperación al duplicar los resultados en comparación con una condición de control. Promueve el comportamiento cooperativo incluso antes de aplicar el castigo a los desertores. Los niños también participan en la reciprocidad hacia los demás, mostrando que las estrategias de reciprocidad ya prevalecen a una edad muy temprana. Sin embargo, los tratamientos de reciprocidad directa e indirecta no aumentan las tasas generales de cooperación, ya que los niños pequeños no anticipan los beneficios de la construcción de reputación. También mostramos que las habilidades cognitivas de los niños y el entorno socioeconómico de los padres desempeñan un papel vital en los primeros desarrollo de la cooperación humana.” https://www.iza.org/publications/dp/14467/the-roots-of-cooperation  

Articulo en InfoBAE: Las pasiones que alimentan las grietas

https://www.infobae.com/opinion/2022/01/10/las-pasiones-que-alimentan-las-grietas/

Las pasiones que alimentan las grietas

¿De dónde vienen y por qué se forman las brechas que conocemos en nuestra sociedad? Hay un elemento cultural, pero asentado en las emociones. Los políticos apelan al sentimiento de tribu, no a una mente abierta y globalizada

Hay entre nosotros ciertas ideas que asumimos como credos y alimentan la brecha que todos conocemos. ¿De dónde vienen y por qué se forman así? También las pasiones parecen alimentar las respuestas a esa pregunta.

El 26 de diciembre pasado falleció Edward Osborne Wilson (1929-2021), tal vez un desconocido para casi todos. Fue un destacado biólogo y naturalista, profesor en Harvard y sujeto al mismo tipo de pasiones que alimentan nuestros debates, sólo que en otro campo. Y curiosamente, sus conclusiones son importantes aportes a las razones de estos mismos enfrentamientos.

En una sesión de la American Association for the Advancement of Science en 1978, cuando fue presentado ante la audiencia, un participante subió y le vació la jarra de agua en la cabeza. Al rato, luego de secarse continuó con su conferencia. ¿Qué es lo que generó semejante rechazo? ¿Qué pudo ofender tanto? Y si bien fue uno el que lo hizo, el principal frente de rechazo a sus investigaciones eran profesores de la misma Harvard.

Lo que hizo Wilson fue cuestionar una visión prevalente entre científicos y filósofos desde John Locke, conocida como la “página en blanco”. Según esta, no hay ideas innatas en la mente (así se titula uno de los primeros capítulos del libro de Locke Ensayo sobre el Entendimiento Humano), llegamos a este mundo con un cerebro que es una página en blanco que comenzamos a llenar con los datos e información que recibimos a través de los sentidos. Es decir, nuestra formación es esencialmente cultural, nos empapamos del mundo que nos rodea.

Wilson partió del supuesto opuesto, que existe una base biológica para nuestras conductas, al menos algunas de ellas. El rechazo fue completo, especialmente desde la izquierda, que consideraba esto era una justificación de la discriminación en base al sexo o a la raza. Se asociaban estas ideas con la eugenesia, la idea de mejorar la herencia genética a través de ciertas intervenciones o la selección de ciertos individuos. La eugenesia terminó totalmente desacreditada cuando se la asoció con el intento nazi de generar una raza superior o políticas posteriores de esterilización forzada, y con toda razón. Todo eso se volvió mala palabra, pero no solamente se volvió tabú la eugenesia sino la biología social misma y no son la misma cosa. Wilson fue asociado con esas propuestas y discriminado cuando su campo era el de la ciencia, no el de la política.

¿Porqué la izquierda rechazaba de plano una influencia biológica en las conductas? Pues porque en el centro de su ideología se encuentra la necesidad de formar un “hombre nuevo”, en palabras del Che. Era necesario moldear las mentes humanas para que se adecuen al nuevo sistema, uno en el que las personas estarían motivadas por la revolución, el socialismo, no por los intereses personales. El Khmer Rouge llevó a la práctica estas ideas. Tal vez no es de extrañar que encontráramos posiciones similares en los dos extremos, unos por la positiva (formar nueva gente), otros por la negativa (eliminar “mala” gente).

Pero lo de Wilson no tenía nada que ver con la eugenesia, sino con la ciencia. No obstante, sus aportes científicos también han preocupado a algunos liberales, tal vez porque si ciertas conductas son “predeterminadas” entonces se reduce el campo del libre albedrío y de la responsabilidad individual. No obstante, Wilson nunca fue “determinista” y en 1975 publicó un libro de gran impacto, Sociobiología, la nueva síntesis, donde analiza aquellas conductas humanas moldeadas por la evolución en beneficio de la reproducción de los genes, algo que ya había planteado Darwin en El Origen de las Especies.

Este mundo abierto por Wilson explota en estos momentos con aportes de las ciencias naturales y sociales de todo tipo, y tienen auge en libros de divulgación de gran éxito como los de Jordan Peterson, Steven Pinker, Matt Ridley, Gerd Gigerenzer y muchos otros, que buscan explicar también las raíces de ciertas ideas que predominan en nuestra sociedad. Esto se extiende a las ideas económicas, por supuesto. ¿Por qué la gente piensa que las exportaciones son buenas y las importaciones son malas? ¿Por qué favorece el control de alquileres o de precios cuando sabemos que nunca funcionan? Hay un elemento cultural, por supuesto, pero asentado en las emociones. Los políticos conocen esto intuitivamente, pero muy bien, apelan a esas emociones, no a la razón. Apelan al sentimiento de tribu, no a una mente abierta y globalizada.

Muchas de esas emociones “vienen de fábrica”, como planteara Wilson, y sobre ellas se montan los políticos populistas planteando siempre “ellos contra nosotros”: el problema es siempre el FMI, el capitalismo, los acreedores, etc. Los liberales tienen más problemas en promover su idea de un orden abierto y globalizado, una idea que tiene no más de 200 años; nada en términos de la evolución de la mente en grupos por siglos.

Reputación moral y tolerancia hacen posible la provisión voluntaria de bienes públicos

  • La reputación moral y la tolerancia está en la base de la cooperación social 

Arunas Radzvilavicius, de la Universidad de Sydney, publica in paper titulado Tolerant moral judgment drives evolution of collective action, en el cual considera como las sociedades han resuelto los problemas de cooperación social a través de normas e instituciones. Su resumen:  

“En los juegos de bienes públicos, el beneficio de la acción colectiva se comparte entre todos los participantes, y esto crea fuertes incentivos para desertar. Estudios teóricos y económicos experimentos predicen que sin mecanismos de aplicación, la cooperación en juegos sobre la provisión de bienes públicos debería colapsar. Pero las sociedades humanas han resuelto repetidamente la acción colectiva dilemas a través de normas e instituciones sociales. Los seres humanos condicionan su comportamiento social a la reputación moral de otros individuos, y la propia reputación refleja su comportamiento pasado. Aquí muestro cómo los mecanismos de reciprocidad indirecta basados en grupos, la reputación y las normas a nivel de grupo pueden evolucionar para promover la acción colectiva en juegos de bienes públicos. Las reputaciones individuales reflejan juicios morales de comportamiento social dentro de grupos, de acuerdo con la norma social imperante. Solo tres normas estudiadas previamente como parte de la reciprocidad indirecta en juegos por parejas puede sostener inversiones en bienes públicos, y su desempeño depende de cuán tolerantes sean los individuos a los comportamientos antisociales ocasionales dentro de los grupos.” https://econpapers.repec.org/paper/osfosfxxx/neq9g.htm#:~:text=https%3A//osf.io/download/60142960dd2225032c58a625/  

 

El mundo de las ideas: ¿socavado desde afuera o desde adentro?

  • El mundo de las ideas: ¿socavado desde afuera o desde adentro?  

Arnold Kling comenta, en Econlib, el libro de Jonathan Rauch The Constitution of Knowledge: A Defense of Truth. Veremos ahora cuál su opinión, pero antes es interesante notar que destaca la reciente publicación de libros relacionados con la formación del conocimiento y la búsqueda de la verdad, entre los que menciona a:  

  • Adam Grant, Think Again: The Power of Knowing What You Don’t Know 
  • Gary Saul Morson and Morton Schapiro, Minds Wide Shut: How the New Fundamentalisms Divide Us 
  • Julia Galef, The Scout Mindset: Why Some People See Things Clearly and Others Don’t 
  • Cass Sunstein, Daniel Kahneman, and Oliver Sibony. Noise: A Flaw in Human Judgment 
  • Steven Pinker, Rationality: What It Is, Why It Seems Scarce, Why It Matters 

Respecto al de Rauch, su comentario puede resumirse así:  

“Cuatro aspectos del pensamiento de Rauch impresionaron a este crítico. Primero, me impresionó y me convenció su énfasis en el conocimiento que surge de un proceso social. En segundo lugar, estoy de acuerdo con su opinión de que este proceso se ve socavado por lo que él llama «trolling» por un lado y «cultura de la cancelación» por el otro. En tercer lugar, estoy de acuerdo en que las redes sociales han alterado el orden de la información del siglo pasado y que esto funciona en nuestro detrimento. Y cuarto, Rauch escribe como si se pudiera lograr un retorno al orden de la información del siglo XX al domar las fuerzas disruptivas. Creo que esto ignora el deterioro y la corrupción que han afectado a las instituciones clave del periodismo y la academia. Donde Rauch se centra en los ataques al orden de la información del siglo XX desde fuera, yo enfatizaría la podredumbre desde dentro.” https://www.econlib.org/library/columns/y2022/klingrauch.html  

Bienes públicos voluntarios: aportamos más si conocemos lo que los demás aportan

  • Bienes públicos: aporto más si conozco lo que los demás aportan, en un experimento en el cual la provisión del bien público depende de que se alcance una cifra mínima, un «umbral». 

Paul Deutchman, Dorsa Amir y Katherine McAulifee de Boston College, junto a Matthew Jordan de Yale, publican un articulo en la revista Evolution and Human Behavior, titulado “Common knowledge promotes cooperation in the threshold public goods game by reducing uncertainty», en el cual se preguntan si el conocimiento compartido promueve la cooperación social. Del resumen:  

“Trabajos recientes sugieren que un importante mecanismo cognitivo que promueve la coordinación es el conocimiento común…. Sin embargo, sabemos poco sobre cómo el conocimiento común promueve la coordinación. Proponemos que el conocimiento común aumenta la coordinación al reducir la incertidumbre sobre el comportamiento cooperativo de los demás. Examinamos cómo el conocimiento común aumenta la cooperación en el contexto de un juego de bienes públicos de umbral, un juego de bien público en el que se requiere un nivel mínimo de contribución, un umbral. En tres estudios prerregistrados (N = 5580), exploramos cómo variaba (1) la información que tenían los participantes con respecto a lo que los miembros de su grupo sabían sobre el umbral y (2) el nivel del umbral afectaba las contribuciones. Descubrimos que los participantes tenían más probabilidades de contribuir al bien público cuando existía un conocimiento común del umbral que un conocimiento privado. Las predicciones de los participantes sobre la cantidad de miembros del grupo que contribuyen al bien público y sus calificaciones de certeza de esas predicciones mediaron el efecto de la condición de la información sobre las contribuciones. Nuestros resultados sugieren que el conocimiento común del umbral aumenta las contribuciones al bien público al reducir la incertidumbre en torno al comportamiento cooperativo de otras personas. Estos hallazgos apuntan al papel influyente del conocimiento común para ayudar a resolver problemas de cooperación a gran escala.” https://doi.org/10.1016/j.evolhumbehav.2021.12.003  

¿La política los hace corruptos o solamente llegan a las política aquellos que ya lo son?

  • ¿La política los hace corruptos o solamente llegan a la política aquellos que ya lo son? 

Brian Klaas es profesor de Política Global en University College de Londres. Publica este libro titulado Corruptible: Who gets Power and How it Changes Us. Nos hace recordar a la famosa frase de Lord Acton “el poder corrompe y el poder absoluto, corrompe absolutamente». ¿O solamente llegan los que ya son corruptos? Esto dice su presentación:  

“¿El poder corrompe o las personas corruptas son atraídas al poder? ¿Son los empresarios que malversan y los policías que matan el resultado de sistemas mal diseñados o simplemente son malas personas? ¿Se hacen o nacen los tiranos? Si de repente te empujaran a una posición de poder, ¿podrías resistir la tentación de llenarte los bolsillos o buscar venganza contra tus enemigos? 

 Para responder a estas preguntas, Corruptible se basa en más de 500 entrevistas con algunos de los principales líderes del mundo, desde los más nobles hasta los más sucios, incluidos presidentes y filántropos, así como rebeldes, cultistas y dictadores. Algunas de las ideas fascinantes incluyen: cómo la apariencia facial determina a quiénes elegimos como líderes, por qué los narcisistas ganan más dinero, por qué algunas personas no quieren poder en absoluto y otras se sienten atraídas por un impulso psicopático, y por qué ser el » beta ”(segundo al mando) puede ser en realidad el lugar óptimo para la salud y el bienestar. 

Corruptible también presenta una gran cantidad de ejemplos contradictorios de la historia y las ciencias sociales: conocerá al peor bioterrorista en la historia de Estados Unidos, irá a las pistas con un instructor de esquí que una vez gobernó Irak y aprenderá por qué la incapacidad de los chimpancés para jugar béisbol es fundamental para el desarrollo de jerarquías humanas. 

Basado en una investigación profunda y sin precedentes de todo el mundo, Corruptible desafiará sus suposiciones más básicas sobre convertirse en un líder y lo que podría sucederle cuando llegue allí. También proporciona una hoja de ruta para evitar las tentaciones clásicas, sugiriendo una serie de reformas que facilitarían a las personas mejores encontrar un camino hacia el poder y asegurando que el poder purifique en lugar de corromper” 

https://www.amazon.com/Corruptible-Who-Gets-Power-Changes-ebook/dp/B08VJNBVP9  

E. O. Wilson (1929-2021), biólogo, profesor de Harvard, pionero en las ciencias cognitivas

  • Edward Osborne Wilson (1929-2021) 

El 26 de diciembre pasado falleció E. O Wilson, destacado biólogo y naturalista, profesor en Harvard, quien fuera sujeto a fuertes polémicas por sus contribuciones, la mayoría de las cuales ahora son reconocidas como grandes aportes a las ciencias cognitivas. En una conversación con Alice Dreger publicada en Quillette plantea el meollo de la cuestión:  

“La idea de una naturaleza humana biológica era aborrecible para los manifestantes y, de hecho, era demasiado radical en ese momento para mucha gente, probablemente la mayoría de los científicos sociales y ciertamente muchos de la extrema izquierda. Simplemente aceptaron como dogma la visión en blanco y negro de la mente humana: que todo lo que hacemos y pensamos se debe a la contingencia, en lugar de basarse en el instinto, como las funciones corporales y el impulso de seguir reproduciéndose. Estas personas creen que todo lo que hacemos es el resultado de accidentes históricos, los eventos de la historia, el desarrollo de la personalidad a través de la experiencia. Eso fue firmemente creído en 1978 por una gran parte de la población, pero particularmente por la izquierda política. Y se pensó en ese momento que plantear el espectro de una base biológica para el comportamiento humano no solo era incorrecto, sino que era una justificación para la guerra, el sexismo y el racismo. Las diferencias biológicas de género podrían justificar el sexismo, y cualquier imputación de que desarrollamos una naturaleza humana, o que las cualidades humanas pueden diferir de una raza a otra, era peligrosamente racista.” 

https://quillette.com/2021/12/29/speaking-with-e-o-wilson/  

La economía política desde otra perspectiva: cultura, sociabilidad y moralidad

  • Cultura, Sociabilidad y Moralidad 

Paul Dragos Aligica, Ginny Seung Chhoi y Virgil Storr son los editores de este nuevo volumen, titulado Culture, Sociality, and Morality: New Applications of Mainline Political Economy (Rowman & Littlefield International). Estos son sus temas:  

“Los capítulos de este volumen exploran, involucran y amplían los pensadores e ideas clave de las escuelas de economía política de Austria, Virginia y Bloomington. El libro enfatiza la relevancia continua de las contribuciones de estas escuelas de pensamiento a nuestra comprensión de los procesos culturales, sociales, morales e históricos para la investigación interdisciplinaria en las ciencias sociales y las humanidades. Un análisis de la acción humana que deliberadamente la divorcie de los procesos culturales, sociales, morales e históricos limitará (al menos) y (en el peor de los casos) distorsionará nuestra comprensión de los fenómenos humanos. La diversidad en temas y enfoques hará que el volumen sea de interés para los lectores en una variedad de campos, que incluyen antropología, comunicaciones, idiomas y literatura de Asia oriental, economía, derecho, musicología, filosofía y ciencias políticas.”  

https://ppe.mercatus.org/publications/austrian-economics/culture-sociality-and-morality  

Positiva valoración del capitalismo en Estados Unidos y mucho más de la libre empresa: ¿son diferentes?

Los norteamericanos valoran positivamente, en general, al capitalismo, y mucho mas la libre empresa.

Las valoraciones positivas sobre el capitalismo y el socialismo no presentan modificaciones en los dos últimos años, según un informe de Gallup. La valoración positiva del capitalismo alcanza al 60% de la población mientras que la del socialismo al 38%. Esta imagen positiva es del 72% entre los republicanos y del 52% entre los demócratas. Al revés, el socialismo (¿tal vez la socialdemocracia?), es positivo para el 65% de los que tienden a votar demócrata y 14% para los que tienden a votar republicanos.  

Al respecto, la pequeña empresa muestra una valoración positiva del 97%, mientras que las grandes empresas del 46%. EL concepto de libre empresa muestra una valoración positiva alta, del 84%, y una negativa de sólo el 13%; mientras que el gobierno federal muestra una positiva del 38% y una negativa del 62%. 

https://news.gallup.com/poll/357755/socialism-capitalism-ratings-unchanged.aspx  

 

¿Qué entenderán por capitalismo entonces? Se ve que quisieran un capitalismo de pequeñas empresas. ¿Ninguna que llegue a crecer entonces?

Pero es comprensible, entiendo que puedan pensar en ellas positivamente cuando son pequeñas, pero no tanto cuando crecen y terminan abriendo oficinas en Washington para hacer lobby.

El fracaso de la «casta política» latinoamericana, que se queda con más poder y más tiempo

Adiós a Macondo 

El Informe Latinobarómetro 2021 lleva ese título y señala, en sus palabras: “La Democracia en América Latina está estable dentro de su estado de malestar. La pandemia pone un vidrio sobre la región que muestra la cruda realidad, imposible no verlo. Los ciudadanos más empoderados que nunca, abandonaron Macondo, para incorporarse al mundo elevando sus demandas a la del mundo globalizado.” Según el estudio: “La pandemia ha desnudado el poder dejándolo sin máscara para esconderse. Los ciudadanos han salido de Macondo para incorporarse al mundo globalizado que el virus puso en las pantallas de sus smartphones. Una combinación explosiva para la gobernabilidad, demandas de desarrollo globalizadas, oferta política macondiana. Las nuevas elites que hacen la transición cometen el error de las viejas a las que reemplazaron, se quedan con más poder y más tiempo que el deseado a su bienvenida. Las ideologías se corrompieron con el poder dejando a la izquierda y la derecha desarmadas con baja legitimidad” El Informe: https://www.latinobarometro.org/latContents.jsp 

Lo mismo a nivel global:

EL Pew Research Center publica un informe sobre la percepción de la democracia en unos veinte países del mundo. Existe bastante descontento con su funcionamiento. Si bien el estudio no incluye países de América Latina, es importante ya que analiza lo que ocurre en un conjunto de importantes países de América del Norte, Europa y Asia, cuyas tendencias pueden luego impactar en LA. https://www.pewresearch.org/global/2021/12/07/global-public-opinion-in-an-era-of-democratic-anxiety/