La locura de los bancos centrales: un texto reciente y un análisis crítico de las políticas monetarias

Una analista del Institute Économique Molinari, de Francia, analiza un reciente libro titulado “La locura de los bancos centrales”. El informe completo aquí: http://www.institutmolinari.org/au-secours-les-banques-centrales,2543.html

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Así comienza:

“El gran mérito del último libro de Patrick Artus y Marie-Paule Virard, ‘La locura de los bancos centrales’, es poner los pies dentro del plato: ¿de qué se ocupan los bancos centrales hoy?  ¿Su accionar actual no excede con mucho el alcance de sus poderes? ¿Tienen una clara comprensión de las consecuencias de su acción? ¿Su hiper-activismo no está creando un caldo de cultivo para la próxima crisis?

Los tres primeros capítulos del libro son la historia del desarrollo de las políticas monetarias no convencionales en respuesta a la crisis subprime y los abusos y excesos que allí nacen.

En primer lugar es importante señalar que los autores no cuestionan la pertinencia de las políticas monetarias no convencionales adoptadas por la Reserva Federal después de la crisis subprime en 2007. Fue necesario detener una crisis de liquidez sin precedentes y evitar lo peor. Sin embargo su acción prolongada hasta el final de 2014 y las decisiones de otros bancos centrales como el Banco de Japón y el BCE de seguir su ejemplo fondo es más cuestionable. De hecho, la extensión de la política no convencional junto con la política de tipo de interés cero tiene consecuencias perniciosas no sólo en los mercados, sino también en la economía debido a la deformación de la curva que se aplana debido a la tasa la intervención del banco central en todos los plazos en lugar de estar confinada a los vencimientos de un año y las primas de riesgo. Los bancos centrales están sosteniendo las burbujas que una vez que las tasas se elevan, estallan. Por otra parte, se mantienen las tasas de interés reales negativas que aumentan la deformación de la curva de rendimiento que conduce a decisiones de inversión erróneas. Con temor a las consecuencias, algunos – Banco Central Europea y Japón – se resisten a dejar para política monetaria no convencional y a subir las tasas de interés de manera decisiva.

Si la principal contribución de este libro es para ver los efectos perversos de la hiper-activismo de los bancos centrales, sin embargo, su análisis está ausente. Los autores se limitan a mencionar la creación de burbujas. Descuidan hecho crucial para desarrollar un concepto, el de mal- inversión. De hecho, la política no convencional durante casi 10 años en los EE.UU. tiene la desventaja de haber facilitado la financiación de proyectos de inversión que no lo hubieran sido con tasas positivas. Este concepto clave de la mala inversión afín a economistas como Ludwig von Mises y Friedrich A. Hayek, es un concepto poderoso que explica la distorsión de la estructura de la producción por la separación de las tasas de interés de mercado con la correspondiente tasa de interés que refleja las preferencias temporales de los individuos. En estas condiciones, se mantuvo un tipo de interés «artificialmente” bajo deformación de la estructura de la producción mediante la inversión mientras que los ahorros reales no ha aumentado. Tal distorsión conduce inevitablemente a una crisis debido a que el ciclo de inversión no proviene de fondos originados en ahorro real. El problema es aún más complejo porque vivimos en economías abiertas, donde la falta de ahorro local puede ser compensado por los excedentes de otros lugares lo que significa el final del ciclo puede llevar tiempo. Además, debido a la globalización de los flujos y la proliferación de políticas no convencionales, es difícil identificar a los sectores afectados por la mala inversión – el área de gas de esquisto en los EE.UU. es ampliamente sospechoso en este sentido.

Nathalie Janson es investigadora asociada en el Instituto économique Molinari.

Globalización: gran caída de los costos por aranceles, barreras, transporte y telecomunicaciones

Con los alumnos del Swiss Management Center estamos leyendo el informe de la OMC sobre el Comercio Mundial de 2008 porque trae un buen resumen de la evolución de las teorías del comercio internacional en los últimos años. También explica y comenta el fenómeno de la globalización, el que no es otra cosa que una mayor división internacional del trabajo gracias a una mayor movilidad de todos los recursos.

El informe señala tres causas para esta “globalización”: mejoras tecnológicas en el transporte y las comunicaciones; cambios políticos profundos que han integrado a muchos países el comercio internacional (Rusia, Europa Oriental, China, Vietnam, pero también India y otros países), y desregulaciones en los países que ya eran miembros de la OMC (antes GATT).

En la Sección D trata sobre “El Comercio, la Localización de la Producción y la Organización Industrial de las Empresas”, señalando que se dan dos fenómenos al mismo tiempo: la concentración y la fragmentación. Según este segundo, las empresas fragmentan sus procesos productivos en muy diversos países (hace poco puse un post sobre este tema y el caso del Iphone), pero al mismo tiempo ciertos procesos se aglomeran en determinados países o regiones (como la manufactura en China o la innovación en California).

La fragmentación de los procesos productivos ha sido posible debido a la caída en los costos del comercio internacional. Algunos datos interesantes que trae el informe:

Aranceles: el tipo arancelario medio antes de la primera ronda de negociación del entonces GATT en 1947 era entre el 20 y el 30%. En 2005 era de 3,9%.

Barreras no arancelarias: es casi imposible medirlas pero un estudio dice que habrían sido tres veces menores en los 90 que en los años 70.

Transporte: este costo es tres veces más importante que el de los aranceles. Todos ellos han caído. El marítimo gracias a los registros de libre matrícula, la mayor escala de los barcos y el uso de contenedores. Los costos del transporte aéreo disminuyeron el 92% entre 1955 y 2004, ayudado recientemente por las políticas de “cielos abiertos” de algunos países. También se redujo el tiempo: el tiempo medio de envío a los Estados Unidos cayó de 40 a 10 días. “Si se considera un costos promedio por día del 0,8% ad valorem, la utilización de medios más rápidos de transporte equivale a reducir los aranceles el 24%”.

Comunicaciones: el costo de las llamadas internacionales ha caído de un índice de 100 en 1955 a 10 en 2005. Las llamadas nacionales, por ejemplo, en Alemania, han caído de un índice de 100 en 1975 a 41 en 2005.

Y destaca los siguientes hechos: “En primer lugar, tanto la deslocalización de las mercancías como de los servicios ha aumentado fuertemente en los dos últimos decenios. En segundo término, aunque la subcontratación internacional de productos intermedios es cuantitativamente más importante que la de los servicios, la deslocalización de los servicios ha aumentado con mayor rapidez en los últimos años. En tercer lugar, la deslocalización se ha incrementado de forma sustancial tanto a través del comercio en condiciones de plena competencia como del comercio interempresarial. En cuarto lugar, estas tendencias se han generalizado en todos los sectores y tipos de insumos.” En este mundo que claramente se describe, algunos países latinoamericanos han sabido subirse al tren, otros prefieren cerrarse y dejarlo pasar.

Presentamos el Índice de Calidad Institucional: ¿qué países tienen major calidad en el mundo?

Con Agustín Etchebarne, presentamos en el Canal Agrositio, el Índice de Calidad Institucional 2016, publicado por la Fundacion Libertad y Progreso. ¿Cuáles son los países con major calidad institucional en el mundo?

CALIDAD INSTITUCIONAL EN 2016

La calidad institucional de los países cambia lentamente, pero en un mundo globalizado donde se agudiza la competencia institucional no es sencillo mantener una posición prominente. Los cuatro países que, nuevamente, ocupan las primeras posiciones en el Índice de Calidad Institucional 2016 son los mismos que las ocuparon cuando se comenzó a elaborar este índice en 2006: Suiza, Nueva Zelanda, Dinamarca y Finlandia. También aparecen en esas posiciones en la recomposición del índice hacia atrás que incorporamos el año pasado con la excepción de Finlandia, que mostrara una notoria mejoría en los años que van desde 1996 a 2006, pasando del décimo puesto en 1996 al tercero en 2002 permaneciendo desde entonces en este grupo.

Estos cuatro países han intercambiado posiciones. Así, en los últimos diez años Suiza ha ocupado el primer lugar en tres ocasiones (2016, 2015, 2007); Nueva Zelanda una vez (2014); Dinamarca cuatro veces (2011,2010, 2009, 2008) y Finlandia dos (2013 y 2012).

Si tomamos los 21 años para los cuales está disponible el ICI (1996 a 2016) Nueva Zelanda ocupó el primer lugar en nueve oportunidades, Suiza en cinco, Dinamarca en cuatro y Finlandia en tres.

Desde 1996 los países que se encuentran en las posiciones más destacadas y que más han mejorado su situación incluyen a Suecia (+7) hasta ocupar el séptimo lugar; a Estonia, mejorando 24 posiciones hasta el 15º lugar y a Taiwán subiendo 15 hasta el puesto 18º. En estos primeros puestos, la principal caída ha sido para Islandia, retrocediendo dieciséis posiciones hasta el 21, como resultado de la debacle de sus sistema financiero en la crisis del 2008.

En cuanto a los últimos puestos, Corea del Norte tiene el triste galardón de haber ocupado siempre ese puesto, acompañado de Eritrea y Turkmenistán.

En relación al año pasado, la mejora más importante entre las primeras posiciones es la de los Países Bajos, desde el 9º hasta el 5º puesto.

Los mejores

Las primeras veinte posiciones del ICI 2016 son las siguientes

 

2016 ICI 2016 Política 2016 Mercado
1 Suiza 0,9658 1 Noruega 0,9917 1 Singapur 0,9948
2 Nueva Zelandia 0,9597 2 Finlandia 0,9911 2 Hong Kong RAE, China 0,9840
3 Dinamarca 0,9564 3 Suecia 0,9898 3 Nueva Zelandia 0,9650
4 Finlandia 0,9486 4 Dinamarca 0,9852 4 Suiza 0,9566
5 Países Bajos 0,9431 5 Países Bajos 0,9807 5 Reino Unido 0,9484
6 Canadá 0,9398 6 Suiza 0,9750 6 Estados Unidos 0,9480
7 Suecia 0,9300 7 Luxemburgo 0,9610 7 Canadá 0,9422
8 Noruega 0,9276 8 Nueva Zelandia 0,9544 8 Australia 0,9286
9 Reino Unido 0,9273 9 Canadá 0,9375 9 Dinamarca 0,9277
10 Australia 0,9238 10 Bélgica 0,9357 10 Irlanda 0,9198
11 Irlanda 0,9209 11 Alemania 0,9337 11 Taiwan, China 0,9177
12 Alemania 0,9203 12 Islandia 0,9284 12 Alemania 0,9069
13 Estados Unidos 0,9063 13 Irlanda 0,9220 13 Finlandia 0,9061
14 Luxemburgo 0,8929 14 Austria 0,9194 14 Países Bajos 0,9056
15 Estonia 0,8776 15 Australia 0,9190 15 Emiratos Arabes Unidos 0,8777
16 Hong Kong RAE, China 0,8766 16 Reino Unido 0,9062 16 Estonia 0,8745
17 Austria 0,8740 17 Estonia 0,8807 17 Suecia 0,8702
18 Taiwan, China 0,8561 18 Barbados 0,8764 18 Noruega 0,8636
19 Bélgica 0,8552 19 Francia 0,8689 19 Japón 0,8610
20 Japón 0,8538 20 Estados Unidos 0,8646 20 Mauricio 0,8502

El Índice de Calidad Institucional (ICI) es un indicador relativo. Esto significa que no mide la calidad institucional en términos absolutos, por no existir un parámetro de perfección contra el cual comparar. En otras palabras, el país que se encuentra en el primer puesto no tiene, necesariamente, una calificación de 10 ni el último una de 0, sino que indica solamente que el primero ha obtenido un resultado mejor que los demás y el último el peor. Tal vez los ciudadanos suizos piensen que su país no debería encontrarse en esa posición porque encuentran imperfecciones en su estructura institucional; y esto sería perfectamente comprensible pues el índice no pretende decir que ese país ha alcanzado el óptimo de la calidad institucional. Tampoco es posible decir cuán lejos está de ella. Pero no es poco, tampoco, afirmar que se encuentra en una posición mejor que todos los demás, en términos relativos.

El indicador que aparece en el cuadro anterior es el resultado del promedio de las posiciones que el país obtiene en un conjunto de índices que han sido seleccionados como representativos de la calidad institucional, un término que, por cierto, no es sencillo de definir. Así es como, en efecto, muchos piensan en calidad institucional como referida exclusivamente a las instituciones civiles y jurídicas de un país. Sin embargo, todos nosotros nos encontramos con dos caminos diferentes a través de los cuales buscamos satisfacer nuestras necesidades: uno de ellos es la política y el estado, pero el otro, a menudo relegado u olvidado, es el Mercado.

Un conflicto con creciente violencia del que se habla y conoce poco por aquí: los mapuches en Chile

Poco se sabe y se comenta en las noticias argentinas, o tal vez en el resto de América Latina, acerca del problema de los mapuches en Chile. El Instituto Libertad y Desarrollo presenta un panorama y comenta las medidas propuestas por el gobierno chileno aquí: http://www.lyd.org/temaspublicos/editora/TP1248INSTITUCIONALIDADINDIGENA.pdf

Algunos párrafos:

INSTITUCIONALIDAD INDÍGENA EN TIEMPOS DE VIOLENCIA

El conflicto en la zona de La Araucanía y sus alrededores se agudiza, develando no sólo una crisis en términos del deterioro del Estado de Derecho, sino que también distorsiones en la representación política de la zona. Grupos radicalizados que monopolizan el discurso público en lo que respecta a la naturaleza reivindicativa de las demandas incurren en la legitimación de la violencia como recurso político, con cierta efectividad, imponiendo la disruptividad de las condiciones de paz social en la zona. Se trata de una voz minoritaria, pero influyente en los espacios de representación, situación que refleja la profunda disociación existente entre la voz real del pueblo mapuche, pacífica y que demanda soluciones alejadas del metarelato reivindicativo para mejorar sus condiciones de vida y la de grupos extremistas que instrumentalizan el carácter de la causa indígena.

Este problema objetivo de representación se agudiza en presencia de una frágil institucionalidad indígena que permite una fácil cooptación de los espacios políticos por parte de aquellas corrientes minoritarias y radicalizadas. Un buen ejemplo de lo anterior fueron las últimas elecciones para conformar el cuerpo de Consejeros Nacionales de la CONADI, proceso no exento de cuestionamientos debido a la baja participación y anomalías en el proceso electoral (al respecto, es necesario mencionar que sólo votaron 24.713 personas de un total de 200.000 inscritos, es decir, un 12%. Dicha cifra representa una disminución del 20% de los votos con respecto a la elección pasada, a pesar de que el padrón aumentó en 30.000 personas este año. Las principales denuncias se relacionan con la falta de información sobre el día de la elección e irregularidades en el padrón electoral).

Consciente -en parte- de esta fragilidad institucional, es que el Ejecutivo ingresó dos mensajes presidenciales que crean un Ministerio de Pueblos Indígenas (boletín 10.526-06) y un Consejo Nacional y los Consejos de Pueblos Indígenas (boletín 10.525-06). Sin embargo, se trata de proyectos que, a pesar de contener avances marginales, reproducen muchas de las falencias en materia de representación al no estar acompañados de un cambio de paradigma en cuanto a política indígena.”

CONCLUSIÓN

“La profundización de la violencia en la zona sur del país ha generado una brecha de representación política y una erosión del Estado de Derecho. Esta situación es en parte generada por la disociación entre el discurso radicalizado de una minoría y los reales anhelos del pueblo mapuche. La respuesta del Gobierno ha sido el establecimiento de un nuevo orden institucional que contempla la creación de un Ministerio de Pueblos Indígenas, un Consejo Nacional y los Consejos de Pueblos Indígenas. Las encuestas nos permiten dilucidar que las necesidades de los mapuches no son radicalmente distintas del resto de los chilenos. De este modo, es necesario que este nuevo orden institucional se haga cargo de un cambio de paradigma, el cual implica poner énfasis en un desarrollo integral de dichos pueblos, otorgándoles herramientas con las que puedan afrontar de mejor manera los desafíos de la sociedad actual.”

Si el presidente Macri lee este libro, deroga la Ley de Abastecimiento. Sus consecuencias jurídicas

El problema es que es tan largo, que no va a tener tiempo para leerlo. Se trata del libro de Santiago Castro Videla y Santiago Maqueda Fourcade, “Tratado de la regulación para el abastecimiento: estudio constitucional sobre los controles de precios y la producción”, publicado por la Editorial Ábaco de Rodolfo Depalma. No es solamente un libro sobre la Ley de Abastecimiento sino mucho más, es un libro sobre las regulaciones y, en particular, los controles de precios, desde una perspectiva filosófica, económica y jurídica. Ahora se plantean si las cuestiones jurídicas de la regulación del abastecimiento, los precios y la producción:  

“Como se podrá advertir, la regulación para el abastecimiento suscita diversas problemáticas económicas, políticas y sociales. Sin embargo, también plantea dificultades jurídicas. Aun cuando se piense que estas regulaciones son innecesarias e inadecuadas para lograr los fines que se pretenden alcanzar con su adopción, lo cierto es que ellas se vienen aplicando hace más de 75 años. Esto es un dato inexorable que la doctrina jurídica no puede obviar. Aun cuando se recomiende, desde una perspectiva económico-política, la derogación de la regulación para el abastecimiento, es necesario también estudiarla desde una perspectiva fundamentalmente jurídica. Ese es el objeto de este libro: analizar integralmente, desde el derecho constitucional, administrativo y procesal, el fenómeno de la regulación para el abastecimiento.

La regulación para el abastecimiento suscita, en efecto, cuestiones jurídicas de todo tipo que buscan ser abordadas por esta obra. Primero, desde una perspectiva de dogmática jurídica, se nos plantea qué es la “regulación para el abastecimiento” y cuáles son sus características esenciales. Asimismo, es preciso tener en cuenta las implicancias del derecho de propiedad privada y libertad económica, que es el objeto de dicha regulación. Para ello, la Parte Preliminar del libro define al “derecho de propiedad privada y libertad económica” y a la “regulación para el abastecimiento”, explicando sus características esenciales y relaciones mutuas.

Segundo, con base en dichos fundamentos, resulta luego necesario analizar en qué regímenes normativos específicos, y de qué manera, existe y ha existido la regulación para el abastecimiento. A esto se dedica la Parte Primera del libro: a explicar la evolución histórica de la regulación para el abastecimiento, y en particular de la LA, y a reseñar los distintos regímenes en que actualmente se utiliza esta especie de regulación en el derecho argentino.

Tercero, pasando al análisis constitucional, surge la cuestión de qué principios constitucionales son aplicables para limitar y controlar a las autoridades públicas en el establecimiento de esta clase de regulaciones. La Parte Segunda del libro, en este sentido, estudia y expone cuáles son esos principios sustantivos y adjetivos, analizando también qué vías procesales –fundadas en el derecho a la tutela judicial efectiva– le asisten al particular afectado por una medida de regulación para el abastecimiento, y cuál ha sido la recepción de estos principios por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con especial referencia al principio de razonabilidad.

Cuarto, continuando con el análisis constitucional sustancial, se presenta el problema de cuáles son los efectos económicos de las medidas de regulación para el abastecimiento, lo que constituye un dato imprescindible para determinar si son regulaciones razonables del derecho de propiedad privada y libertad ecónomica. Dichas medidas persiguen distintas finalidades y tienen distintos efectos económicos, pero es una exigencia constitucional que éstos sean adecuados, necesarios y proporcionales para el logro de las finalidades que pretenden conseguir –siempre, claro está, que sean legítimas–. A este análisis económico-jurídico se dedica la Parte Tercera del libro: a estudiar las consecuencias económicas y la eventual razonabilidad o irrazonabilidad de las medidas características de la regulación para el abastecimiento, esto es, los controles de precios, los controles de la producción y las medidas fiscales o aduaneras adoptadas para garantizar el abastecimiento.

Quinto, pasando a los aspectos de validez formal de la regulación para el abastecimiento, queda pendiente la cuestión de cuáles son los límites que tiene el Congreso para delegar sus facultades de regulación en el Presidente o en sus órganos subordinados o los entes descentralizados, así como también para autorizar su subdelegación. La gran mayoría de las medidas de regulación para el abastecimiento no han sido establecidas por el Congreso directamente, sino por órganos o entes distintos del Presidente en ejercicio de facultades legislativas delegadas o subdelegadas. Ello plantea una cuestión fundamental frente a la separación de poderes y el principio de legalidad en la regulación de los derechos, y en esto se enfoca la Parte Cuarta de esta obra: en estudiar cuál es el régimen constitucional aplicable a la delegación y subdelegación, a favor del Presidente y sus órganos subordinados o entes descentralizados, de facultades legislativas para establecer medidas de regulación para el abastecimiento.

Sexto, la propia LA, paradigma actual de la regulación para el abastecimiento, presenta a su vez diversas problemáticas constitucionales, administrativas y procesales específicas que surgieron luego de la reforma recientemente dispuesta por la ley 26991 (2014). En esto se centra la Parte Quinta del libro: en estudiar cuáles son las condiciones de ejercicio de las facultades legislativas delegadas por la LA, y en analizar la constitucionalidad de dicha delegación, así como también la de su régimen infraccional –tanto sustantivo como procesal–.

Y séptimo, en el Apéndice se estudian las cuestiones relativas a la vigencia y constitucionalidad de la delegación realizada por la LA reformada por el decreto 2284/91, que se tornaron relativamente abstractas luego de la reforma por la ley 26991 (2014). Sin embargo, creemos que su inclusión se justifica pues, a pesar de ello, continúan manteniendo relevancia doctrinal e incluso práctica —esto último, tanto por la eventual vigencia de regulaciones dictadas con anterioridad a la ley 26991, como por la existencia impugnaciones administrativas y judiciales que se encontraban en trámite antes de la sanción de esta última norma, así como también de sanciones impuestas por incumplimientos previos—.

Con todo este desarrollo, solo habremos pretendido otorgar elementos para el análisis de validez e impugnación de las medidas de regulación para el abastecimiento, fundándonos para ello en los principios y normas constitucionales, administrativas y procesales.

* * *

En sus Bases, el genial y profético Juan B. ALBERDI, exhortando a adecuar la legislación preexistente a la Constitución que se aprobaría en 1853, señaló que era imperioso que “el derecho administrativo no sea un medio falaz de eliminar o escamotear las libertades y garantías constitucionales” .

Con esa esperanza es que ahora presentamos este libro.”

Una represa minera colapsa, muere gente y se destruyen poblaciones: faltan derechos de propiedad

Más de una vez hemos planteado en el libro “El Foro y el Bazar” y aquí en el blog la importancia de los derechos de propiedad claramente definidos para la resolución de muchos problemas ambientales. Ahora, una tragedia en Brasil, analizada por el Wall Street Journal Americas, plantea un caso donde se podría analizar eso como una solución, en lugar de regulaciones que, en definitiva, no funcionan. El artículo, titulado “Las presas de desechos de las mineras son cada vez más grandes y riesgosas” fue publicado por La Nación aquí: http://www.lanacion.com.ar/1886137-las-presas-de-desechos-de-las-mineras-son-cada-vez-mas-grandes-y-riesgosas

Comienza informando sobre la tragedia:

“El 5 de noviembre, una represa de tierra que contenía este mar de lodo colapsó, provocando una inundación que cobró la vida de 19 personas, destruyó poblaciones y recorrió más de 640 kilómetros camino al Océano Atlántico, donde dejó una mancha café rojiza visible desde el espacio. La represa de casi 30 pisos de altura y con capacidad para 55 millones de metros cúbicos de desechos mineros, fue la estructura más grande de su tipo en quebrarse.”

¿Qué son las represas de tierra? “De Chile a Australia, la búsqueda de economías de escala ha llevado a las empresas mineras a excavar canteras más grandes y profundas, lo que ha creado volúmenes récord de desechos. Para almacenar estos residuos, han construido algunas de las estructuras más colosales que el hombre haya hecho en el planeta. Conocidas como presas de relaves, estos terraplenes contienen depósitos de lodo, roca finamente molida y agua que queda después de separar los metales de los minerales.”

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¿Cómo se puede evitar que esto suceda, o si ocurre, que se reparen los daños ocasionados? La primera respuesta de todos es la que el estado debe regular. ¿Ha funcionado la regulación? Dice el artículo:

“Samarco, (la minera), bajo investigación por posible delito en Brasil en relación con el desastre, dice que Fundão cumplía con los requerimientos legales y regulatorios, y que no mostraba signos de problemas estructurales antes de que colapsara, una posición que uno de sus consultores cuestiona. Vale y BHP Billiton han dicho que la represa era responsabilidad de Samarco. Las tres compañías han cooperado en los esfuerzos de alivio a la población y han prometido reconstruir las viviendas. En marzo acordaron gastar un mínimo de 9.460 millones de reales (US$2.600 millones) en la limpieza.”

Más adelante, el artículo señala:

“En el caso de Brasil, los funcionarios reconocen que la supervisión de los reguladores es escasa. Los fiscales dicen que el Departamento Nacional de Producción Mineral (DNPM) tenía dos especialistas en seguridad para monitorear más de 300 relaves en el estado de Minas Gerais antes del accidente.”

No siempre debería ser así, ni lo es. Se reconocen algunos casos positivos:

“Algunas presas cerradas se mantienen estables y hasta cierto punto armonizan con el entorno. Antofagasta Minerals PLC está reforestando con plantas nativas su descomunal presa de Quillayes en Chile, que cerró en la década pasada, para absorber toxinas y restaurar la zona con el fin de que se parezca a su estado natural. La presa de la cerrada mina de oro Cannon, en Wenatchee, estado de Washington, ha sido convertida en el área de cabalgatas Dry Gulch.”

¿Cómo hacer que todas actúen de esta forma y no como en Brasil? La respuesta es, derechos de propiedad. SI estuvieran claramente definidos todo daño debería ser reparado y compensado. Las mineras seguramente buscarían asegurar ese riesgo y serían las aseguradoras las que controlarían las medidas tomadas para que eso no ocurra, y si ocurriera sería un “siniestro” del cual tienen que hacerse cargo. Los incentivos serían muy fuertes para tomar esto en cuenta y evitarlo, ya que en tal circunstancia todos pierden. Eso no ocurre ahora, los reguladores no tienen incentivos tan fuertes como los aseguradores, o los accionistas de las mismas empresas que verían caer el valor de sus acciones, o los banqueros que las financian que temerían no recuperar sus préstamos. Todos estarían evaluando ese riesgo, pero éste sólo existe si hay que hacerse cargo de los daños a la propiedad de los demás.

¿Acaso soy egresado y profesor en la mejor Universidad de América Latina? ¿Cómo lo medimos?

Cada universidad que obtiene una buena evaluación la disfruta, por supuesto, y la divulga. No hay nada de nuevo en eso. Ahora le toca el turno a la mía, la Universidad de Buenos Aires que según un ranking es la primera en toda América Latina. La primer “categoría” en la que se destaca es Antropología, pero no está mal Derecho, aunque no aparece Económicas en el comunicado.

¿Son creíbles estas mediciones? O más aún, ¿es posible medir la calidad de una universidad? Últimamente han aparecido muchos de estos rankings. En este caso se basa en ciertos indicadores que se explican abajo. En otros se toma el promedio de remuneración que obtienen sus egresados al salir al mercado laboral. En un mercado normal tendríamos también al precio como señal que envía información sobre la valoración de los que pagan, pero no es el caso de al UBA que es gratuita. Más informalmente tenemos a la reputación: todos sabemos, más o menos, qué significa estudiar en Harvard, Stanford, Oxford o Cambridge.

Si bien la UBA ha obtenido un muy buen resultado en este ranking, podríamos preguntarnos: ¿está su reputación en una posición similar?,¿obtienen sus egresados remuneraciones correspondientes a ese nivel? ¿cuánto estarían dispuestos a pagar sus alumnos por la educación que allí reciben?

En fin, un tema bien complejo. Aquí va el comunicado:

“LA UBA EN LA ELITE DE UNIVERSIDADES A NIVEL GLOBAL

Según el Ranking Mundial de Universidades por Temática QS 2016, la Universidad de Buenos Aires se posiciona en la elite de instituciones superiores a nivel mundial, en 24 de las 30 áreas relevadas.

Se evaluaron más de 3400 universidades a nivel global, generando un ranking de 971 Instituciones educativas en el que las 200 primeras son consideradas de elite.

La Universidad de Buenos Aires se destaca por su excelente desempeño en más del 80 por ciento de sus áreas de aprendizaje y 13 de las 30 categorías evaluadas se ubican en el top 100: Antropología (39º); Ingeniería Mineral y Minera (41º); Lenguas Modernas (32º); Estudios Políticos e Internacionales (51-100); Arquitectura y Construcción (51-100); Ciencias Ambientales (51-100); Historia (51-100); Derecho (51-100); Lingüística (51-100); Sociología (51-100); Filosofía (51-100); Agricultura y Ciencias Forestales (51-100); y Arte y Diseño (39º).

La UBA es la primera universidad argentina y latinoamericana que figura en el Ranking Global QS 2015 (124º), seguida por la Universidad de San Pablo (143º), la Universidad Nacional Autónoma de México (160º), la Pontificia Universidad Católica de Chile (170º) y la Universidad Estatal de Campinas (195º), convirtiéndose éstas en las únicas dentro de la elite global.

Asimismo, dentro del ámbito nacional y según el Ranking Global QS 2015, la Universidad de Buenos Aires lidera las posiciones. La segunda casa de estudios argentina que aparece es la Universidad Austral (309º), seguida por la UCA (350º).

El Ranking QS evalúa los campos disciplinarios más sobresalientes e influyentes de la Educación Superior de todo el mundo, con el objetivo de brindar a la comunidad académica un informe detallado de cada universidad. Elaborado anualmente, se sustenta sobre cuatro pilares: investigación, calidad de la enseñanza, reputación empresarial e internacionalización. Para ello, el estudio se basa en el análisis de seis indicadores: reputación académica, reputación entre los empresarios, ratio de estudiantes por profesor, citaciones por facultad y la proporción de alumnos y profesores internacionales.

Este Ranking se encuentra entre los más prestigiosos junto con el de Shanghái, donde la UBA es la única universidad argentina en el Top 151 y la mejor rankeada de las instituciones de habla hispana, lo cual consolida una tendencia positiva de crecimiento sostenido.”

Link del ranking: http://www.topuniversities.com/subject-rankings/2016

Castro Videla y Maqueda: Un estudio constitucional sobre los controles de precios y la producción

Muy gentilmente, Santiago Castro Videla y Santiago Maqueda Fourcade, me han regalado un ejemplar de su libro “Tratado de la regulación para el abastecimiento: estudio constitucional sobre los controles de precios y la producción”, publicado por la Editorial Ábaco de Rodolfo Depalma. No es solamente un libro sobre la Ley de Abastecimiento sino mucho más, es un libro sobre las regulaciones y, en particular, los controles de precios, desde una perspectiva filosófica, económica y jurídica.

Así comienza la Introducción:

“En uno de sus viajes a París, el gran pensador francés Frédéric BASTIAT (1801-1850) se maravillaba de que hubiera allí millones de seres humanos que, de no poder acceder diariamente a provisiones de todo tipo, morirían en cuestión de días . Lo que más le sorprendía era que no existiera ningún planificador central responsable por ese abastecimiento, sino que éste ocurriera espontáneamente. “¿Cómo es que cada día se asegura traer a este gigante mercado justo lo que es necesario, ni más ni menos?” , se preguntaba. Pero inmediatamente se respondía: son los libres intercambios, guiados por el propio interés, los que constituyen el “secreto poder que gobierna la sorprendente regularidad de tan complicados movimientos, una regularidad en la que todos tienen una fe implícita, aunque su prosperidad y su misma vida dependa de ella” . Esta idea económica fundamental –de que el propio interés de las personas, reflejado en los intercambios voluntarios de derechos de propiedad, es lo que garantiza el abastecimiento de los bienes a toda la sociedad– ya había sido enunciada por el escocés Adam SMITH (1723-1790) en su famosa frase: “no es de la benevolencia del carnicero, del cervecero, o del panadero que esperamos nuestra cena, sino de su propio interés” .

El reconocimiento de este fenómeno de la libre cooperación social, unido a una mayor conciencia de la libertad y dignidad individual, fue lo que llevó a que el constitucionalismo moderno consagrara una amplia protección de los derechos de propiedad y las libertades económicas. Fue también aquella la filosofía que inspiró la Constitución nacional de 1853 y permitió que esta fuese un instrumento jurídico excepcional para la consolidación y prosperidad del país. En efecto, teniendo como fin “promover el bienestar general” y “asegurar los beneficios de la libertad” , la Constitución otorgó una amplísima protección a las libertades económicas y las distintas formas de propiedad, a la vez que prohibió a los gobiernos intervenir en acciones que no ofendieran el orden, la moral pública y los derechos de terceros . Y los beneficios de esas libertades no se harían esperar: en cuestión de décadas, la República Argentina pasaría a ser uno de los países con mayor riqueza por habitante del mundo .

Sin embargo, iniciado el siglo XX surgirían en el mundo diversas doctrinas políticas que diferían de la adoptada por nuestra Constitución. Comunismos, fascismos, nazismos y otras variaciones del socialismo se proponían en distintos países como formas de lograr una mayor riqueza y su justa distribución social. Y ello siempre con una nota común: que las decisiones económicas de las personas, especialmente aquellas relacionadas con la producción, el ahorro y la inversión, fuesen tomadas coercitivamente por órganos estatales centralizados. La Primera Guerra Mundial y la depresión de la década de los años 30, esta última fomentada por las manipulaciones estatales en el mercado monetario y financiero, darían un motivo adicional para que los gobiernos empezaran, con mayor o menor intensidad, a intervenir en la toma de decisiones económicas, estableciendo nuevas y mayores regulaciones económicas.”

Los ricos son cada vez más ricos:,… en realidad es al revés, los ricos no pueden mantenerse ricos

Mas sobre los ricos que son más ricos y los pobres que son más pobres. Ahora un artículo publicado en el Cato Journal, “The Myth of Dynastic Wealth: The RIch get Poorer”, por Arnott, Bernstein & Wu: http://object.cato.org/sites/cato.org/files/serials/files/cato-journal/2015/9/cj-v35n3-1_0.pdf

“El libro ‘El capital en el siglo XXI’ de Thomas Piketty explotó en los primeros puestos de los libros más leídos en cuanto fue publicado en 2013, y allí estuvo por meses. Si bien es un logro destacable para un pesado volumen de economía, no es un misterio porqué ha creado tal sensación: está bien articulado, es accesible para el no-economista y contiene muchas observaciones históricas.

Creemos que el argumento principal de Piketty es probablemente errado en varios niveles, como resultado de errores fundamentales y evitables en sus supuestos básicos. Comienza con la sensata presunción de que el retorno sobre el capital invertido, r, excede el crecimiento macroeconómico, g, como debe ser en cualquier economía saludable. Pero desde esta casi tautología, avanza para presumir que las familias ricas van a ser cada vez más ricas en las generaciones futuras, llevando hacia una sociedad dominada por la riqueza hereditaria, no ganada.

Ahora bien, esta lógica resulta cierta solamente si los ricos nunca disipan su riqueza a través del gasto, las donaciones caritativas, los impuestos, malas inversiones, y la división de la propiedad entre muchos herederos. Como individuos, y como familias, los ricos generalmente no son más ricos; después que se construye una fortuna, generalmente los ricos se vuelven lenta e inexorablemente más pobres.

La evidencia que usa Piketty en apoyo de su tesis es básicamente anecdótica, sacada de novelas de Austen y Balzac, y de las fortunas actuales de Bill Gates y Liliane Bettencourt. Si Piketty está en lo cierto, ¿dónde están ahora los actuales descendientes hiper-ricos de las dinastías empresariales del pasado: los Astors, los Vanderbilts, Carnegies, Rockefellers, Mellons y Gettys? Casi todos ellos están fuera de las listas de los super-afluentes. Nuestra evidencia –presentada para refutar el argumento de Piketty- es empírica, resultado de la alta rotación entre los rangos de los super-ricos de la revista Forbes 400, y sugiere que en cualquier determinado momento, la mitad o más de la riqueza conjunta de los hiper-ricos es riqueza generada por esa primera generación, no heredada.

Los que originan grandes riquezas son genios que se encuentran uno en un millón: su innovación, inventiva, y su focalización en el esfuerzo empresarial crean cantidad de empleos y mejoras de productividad para toda la sociedad. Ellos crean riqueza para la sociedad, de la que extraen riqueza para sí mismos. En contraste, los descendientes de los hiper-ricos rara vez poseen ese genio de uno en un millón. Bettencourt, citada por Piketty, es una excepción. Típicamente, encontramos que los herederos reducen esa riqueza a la mitad –en relación al crecimiento del PIB- cada 20 años o menos, sin ninguna asistencia adicional de las recetas redistributivas de Piketty.

La acumulación dinástica de riqueza es simplemente un mito. La realidad es que cada generación  produce sus propios emprendedores que crean vastas sumas de riqueza totalmente nueva, y disfrutan una parte de ella, desplazando a muchos de los emprendedores que crearon riqueza en generaciones anteriores. Hoy, las enormes fortunas del siglo XIX se ha prácticamente vaciado y casi todas las fortunas generadas medio siglo atrás también se han ido. ¿Realmente queremos frenar la empresarialidad, la invención y la innovación en un esfuerzo para acelerar el ya rápido proceso de redistribución de la riqueza?”

El socialismo francés: ¿abanderado del liberalismo, los derechos y las libertades individuales?

Hace unas semanas, el presidente de Francia, François Hollande, visitó la Argentina. Fue uno de los primeros en visitar al país luego del cambio de gobierno. Hollande encabeza un gobierno del Partido Socialista. ¿Socialista? El Institut Économique Molinari, comenta el tema y trae una discusión acerca de la tradición liberal francesa, que parecía olvidada hasta ahora:  http://www.institutmolinari.org/radio-la-france-renoue-t-elle-avec,2526.html

Esto comenta:

“La reforma del derecho laboral, la ley Macron, el pacto de responsabilidad. El gobierno acumula reformas liberales. ¿Volver a la tradición francesa?

Si Myriam El Khomri (Ministra de Trabajo, miembro del Consejo Nacional del Partido Socialista) cree que deshacerse tan pronto como se pudiera de su proyecto de ley sobre el trabajo, la presentación del texto por el gabinete se pospone por una quincena. ¿Será esta vez suficiente para dar cierta cohesión dentro de la mayoría de gobierno? Esto es poco probable, ya que la ley que la Ministra de Trabajo representa es, a los ojos de parte de la izquierda, el peor espantapájaro: un arsenal de medidas tanto más liberales que el otro.

El liberalismo sin embargo parece estar en racha últimamente: en el gobierno, primero con Emmanuel Macron (Ministro de Economía, también miembro del Partido Socialista), que se reivindica como un «liberal». Y más a la derecha, a juzgar por los programas de los candidatos para la próxima primaria: fin de la ISF, la tasa de impuesto único, reforma del estatuto de la función pública, drásticos recortes de gastos…  como un homenaje póstumo a Margaret Thatcher y Ronald Reagan.

Hace tan sólo unos pocos años, sin embargo, pocos fueron los que se aventuraron (políticamente) en el campo del liberalismo económico. Sin embargo, esta forma de pensar no es totalmente ajena a nuestra historia política. Fue incluso un motor en el momento de romper con el antiguo régimen.”

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En una entrevista con Le Parisien, define Macron su visión sobre el papel del Estado:

“El Estado debe establecer un marco para que emerjan los campeones del mañana y creen empleos aquí, en Francia. Debe continuar avanzando en la flexibilización del mercado laboral, en proteger a las personas más que a los empleos. Debe proteger los datos y las libertades individuales. Y sobre todo luchar contra la tendencia francesa de ver a los datos y números como una amenaza.”

Y sobre su posición política:

“La división entre los progresistas y los conservadores no tiene sentido. Pero hay algunos en la izquierda que no son progresistas, y otros en la derecha que quisieran serlo. Mi izquierda, es una izquierda que brinda derechos para la libertad. No es una izquierda que se cierra sobre sí misma. Yo me declaro liberal. Yo reivindico que, históricamente, el liberalismo es un valor de izquierda, de defensa de la igualdad de derechos”.

http://www.leparisien.fr/magazine/grand-angle/emmanuel-macron-le-numerique-est-une-chance-pour-tous-12-11-2015-5269423.php