¿Por qué los economistas de la Escuela Austriaca no son buscados como asesores de políticas económicas?

Michael Munger es Professor of Political Science, Economics, and Public Policy at Duke University, y se pregunta porqué los economistas austriacos no son buscados como asesores o consultores de políticas económicas. Lo hace en un artículo publicado por AIER, titulado “Why Austrian Economists Are Not Employed as Policy Advisers”: https://www.aier.org/article/why-austrian-economists-are-not-employed-as-policy-advisers/

“El período 1955-1972 podría denominarse el período de macroeconomía en el que “todo lo sabemos”. Había un modelo autorizado, que todo lo ve y todo lo explica. Haciendo girar las perillas fiscales correctas y tirando de las palancas monetarias correctas, el sacerdocio de los planificadores podría afinar una economía mundial previamente impredecible.

Pero los modelos eran, en el mejor de los casos, aproximaciones retrospectivas, rápidamente obsoletas por los intentos de explotar las relaciones medidas para la intervención política. Por ejemplo, el intento de explotar la compensación de la “Curva de Phillips” entre el desempleo y la inflación terminó produciendo más desempleo y más inflación, porque los mercados se tratan de personas, no de bolas de billar. Si bien el gobierno generalmente no puede mejorar las cosas, la intervención estatal agresiva ciertamente puede empeorar las cosas.

Este es el corazón de la respuesta de la economía austriaca a la idea de modelos fijos, basados ​​en el equilibrio. El problema para la perspectiva austriaca es que la necesidad políticamente percibida de un modelo que represente la economía agregada y capture los efectos de las intervenciones políticas es abrumadora. Los austriacos sostienen que la idea misma del “modelo macro” de síntesis es incoherente. Por un lado, el nivel de agregación requerido para definir las variables —PIB, empleo, nivel de precios— descarta cualquier vector identificable de causa y efecto, porque la producción, el capital y los empleos no son cosas homogéneas. Agregar el «stock de capital» en particular es un problema.”

Dos temas donde Hayek (y la Escuela Austriaca) se diferencia: el conocimiento disperso y la competencia en el mercado

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca y Economía Institucional, de UCEMA, vemos una serie de trabajos de F. A. Hayek, de los años 1930s y 1940s, donde se refleja la clara crítica a la teoría económica entonces (y en buen parte también ahora) predominante y se muestra el camino por el cual la Escuela Austriaca se despega y avanza en el suyo propio. Se trata de dos temas fundamentales, que eran supuestos implícitos en los modelos de equilibrio general prevalecientes: el conocimiento perfecto por parte de todos los participantes en el mercado; y la competencia perfecta como óptimo  que al no alcanzarse reflejaría una falla de mercado.

Hayek responde a ambos en estos artículos que ahora vamos a leer:

  1. Hayek, F.: “Economics and knowledge»: https://mises.org/library/economics-and-knowledge  
  2. Hayek F; “El significado de la competencia”: https://www.eseade.edu.ar/wp-content/uploads/2016/08/El-significado-de-la-competencia.pdf 
  3. Hayek, F; “El uso del conocimiento en la sociedad” http://www.hacer.org/pdf/Hayek03.pdf    

Una crítica a la Escuela de Chicago que no da en el blanco, éste es más amplio y sus críticas también

Hay quien quiere criticar y se la agarra con algo o alguien pero el tiro no acierta en el blanco. Me parece que esto pasa con este artículo que ataca a la Escuela de Chicago: Kenney, Cortelyou C., “Physics Breakthrough Disproves Fundamental Assumptions of the Chicago School” (February 14, 2023). Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4358883 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4358883

El autor asigna todo el problema a la Escuela de Chicago, cuando el de racionalidad es un supuesto que asume toda la economía neoclásica en su sentido más amplio, y ha sido de allí mismo donde ha surgido buena parte de su cuestionamiento, tal como los resultados de la economía experimental. Por otra parte, si bien el origen de la economía conductual se encuentra en el trabajo de Kahneman y Tversky; importantes contribuciones en este sentido vienen de Chicago, en los aportes de Thaler & Sunstein. En fin, pero esto es lo que dice este artículo:

«El derecho y la economía clásicos son fundamentales para el sistema legal estadounidense. Centrado en la Universidad de Chicago, con un alcance que afecta a casi todas las facultades de derecho y departamentos de economía del país, sus supuestos, muy especialmente que los seres humanos actúan tanto racional como egoístamente, informan el pensamiento de las legislaturas, los jueces y los abogados del gobierno, y han moldeado casi todos los aspectos de la forma en que se realizan las transacciones comerciales. Su influencia se extiende desde las empresas comerciales más transparentes y cómo se regulan hasta el sistema de derecho de responsabilidad civil e incluso el derecho penal. Pero, ¿y si la Escuela de Chicago, como me refiero a esta línea de pensamiento, está equivocada? Muchos académicos reflexivos han argumentado que las suposiciones de la Escuela de Chicago de que los humanos actúan racionalmente son incorrectas. Los enfoques alternativos, como el derecho y la economía del comportamiento o el derecho y la economía política, sostienen que la toma de decisiones humanas se basa en las emociones o no debe regularse como una «geometría social de negociaciones».

Este artículo propone una razón diferente y completamente nueva por la que la Escuela de Chicago está equivocada: se ha refutado una suposición fundamental central para muchos de sus modelos de teoría de juegos. Más específicamente, este artículo muestra que un avance de 2012 del mundialmente famoso físico Freeman Dyson “sorprendió al mundo de la teoría de juegos”. Este avance de la teoría de juegos ahora se acepta en los campos de las matemáticas, la ingeniería y la biología evolutiva, pero no ha llegado a la economía convencional, y mucho menos al derecho y la economía, y ningún académico hasta la fecha lo ha relacionado con la Escuela de Chicago. Este artículo se basa en este cuerpo de trabajo y demuestra que hay nuevas respuestas a los modelos de teoría de juegos que los académicos de la Escuela de Chicago utilizan como base para racionalizar el sistema de derecho de daños y el sistema de justicia penal. Este artículo muestra que los teóricos de los juegos de la Escuela de Chicago están equivocados en sus propios términos porque estos juegos de 2 x 2 como el dilema del prisionero, el pollo y el ventisquero —ostensiblemente basados ​​en la deserción mutua y la justicia correctiva— de hecho dan lugar a una idea de pura cooperación. Estas nuevas soluciones de teoría de juegos se pueden escalar para diseñar instituciones y sistemas completos que honren la perspectiva de la cooperación pura, ofreciendo la posibilidad de resolver dilemas sociales a gran escala como la tragedia de los comunes. Demuestra que, en tales sistemas, la cooperación pura es la mejor respuesta en el entorno adecuado ya largo plazo. Termina llamando a un nuevo campo legal para rediseñar las estructuras basadas en los supuestos obsoletos de los teóricos de los juegos de la Escuela de Chicago.”

Simposio sobre las contribuciones, la actualidad y la modernidad de Carl Menger

Esta revista europea organizó y publica los resultados de un simposio sobre Carl Menger, sus contribuciones y su actualidad, en relación a la modernidad. Este es el artículo:

Gilles Campagnolo, Sandye Gloria, Heinz Kurz & Richard Sturn (2022) On the modernity of Carl Menger: criss-cross views. Roundtable conversation*, The European Journal of the History of Economic Thought, 29:5, 967-992, https://doi.org/10.1080/09672567.2022.2110678

Parte del comentario de Campagnolo:

“Como he subrayado la importancia de Menger como filósofo, quizá sea necesario hablar aquí de Menger y de la filosofía francesa. Menger fue muy versado en los estudios franceses de su época y, de hecho, algunos herederos de la Escuela Austriaca en la Escuela Neo-Austríaca/Estadounidense-Austríaca han planteado en ocasiones la cuestión de los orígenes franceses de la teoría de la utilidad subjetiva, con buenas razones para relacionarlos. a Menger tanto como a los primeros economistas de la Ilustración. Y Menger fue culto en la mayor parte de la producción de la Europa de los librepensadores de su tiempo, como ya se mencionó. Una última palabra podría ser una fecha para concluir el argumento sobre el papel predominante de la libertad individual: 1883 fue el año en que Menger publicó Investigaciones sobre los métodos; también fue el año en que murió Karl Marx y el año en que nacieron John Maynard Keynes y Josef Aloysius Schumpeter, así como Benito Mussolini. Los amigos y los enemigos de la libertad individual armarían campamentos para los enfrentamientos del siglo XX, y haríamos bien en recordar las amenazas, así como las esperanzas en cuanto a restringir, proteger y extender las libertades individuales. Dentro de las ciencias sociales, el papel radical de la individualidad fue un camino que abrió Menger.”

¿Qué somos, egoístas o altruistas? Vernon Smith comenta al otro Smith, Adam: ambas cosas

Con los alumnos de Instituciones, Derecho y Economía de Eseade completamos el análisis de las instituciones leyendo un artículo de otro Smith, Vernon, premio Nobel de Economía 2002 por sus aportes para el desarrollo de la economía experimental. El artículo se llama “Las dos caras de Adam Smith”:

Vernon Smith - copia

“No es de la benevolencia del carnicero, del cervecero, o del panadero, de quienes debemos esperar nuestra cena, sino de la preocupación de estos por sus propios intereses… Esta división del trabajo no está originada en ninguna sabiduría humana, que anticipa y procura la opulencia a la que da lugar. Lo está en la necesaria, aunque muy lenta y gradual consecuencia, de una cierta propensión que observamos en su naturaleza, que sin buscar esa utilidad generalizada, lo inclina al trueque e intercambio de una cosa por otra”. La riqueza de las naciones, Adam Smith, 1776

“No importa cuán egoísta se suponga al hombre, es evidente que hay ciertos principios en su naturaleza que lo hacen interesarse en la fortuna de los demás, y transforman la felicidad de aquellos en necesaria para él, aunque no obtenga de eso otro placer más que observarla”. La teoría de los sentimientos morales, Adam Smith, 1759

Para Vernon Smith, como para Coase en un post anterior, no hay contradicción y recurre a la antropología y la sicología evolutiva para concluir:

“Sin embargo, estas dos visiones no son inconsistentes si reconocemos como un rasgo distintivo fundamental de los homínidos su propensión universal al intercambio social. Esta propensión se expresa tanto en el intercambio personal en las transacciones sociales en pequeños grupos, como en el comercio impersonal, por medio de extensos mercados de grandes grupos. De esa manera, podemos decir que Smith tenía solo un axioma de comportamiento: “la propensión al trueque e intercambio de una cosa por otra”, donde los objetos de intercambio los interpretaré de tal manera que incluyan no solo bienes, sino también regalos, asistencia y favores, fundados en la simpatía y preocupación por los demás. Esto es, “en la generosidad, humanidad, amabilidad, compasión, amistad y estima” (Smith, 1759).”

“Como se puede observar en los registros etnográficos y en experimentos de laboratorio, ya sea que se intercambien bienes o favores, en ambos casos se producen ganancias, que son las que los seres humanos buscan incesantemente en todas las transacciones sociales. Así, este axioma de Adam Smith, interpretado de manera que incluya el intercambio de bienes y de favores -cuando éste ocurre en distintos instantes del tiempo-, así como el comercio de bienes -cuando éste es efectuado en un instante preciso del tiempo, ya sea por medio del dinero o por medio del trueque por otros bienes-, es suficiente para caracterizar la mayor parte de los emprendimientos sociales y culturales humanos. Esto explica por qué la naturaleza humana parece inducir a las personas a preocuparse simultáneamente de sí misma y de los demás, y permitiría entender el origen y fundamento último de los derechos de propiedad.”

“El derecho de propiedad es una garantía que permite que ciertos actos sean realizados por personas dentro de los marcos definidos por ese derecho. Nosotros automáticamente pensamos en el Estado como el garante contra represalias cuando los titulares del derecho lo ejercen. Pero los derechos de propiedad preceden a los estados-naciones, porque el intercambio social al interior de tribus sin Estado, y el comercio entre estas tribus precede a la revolución agrícola ocurrida hace solo 10.000 años, un mero pestañeo en la escala de tiempo de la emergencia de los humanos. Tanto el intercambio social como el comercio reconocen implícitamente derechos mutuos para actuar que se traducen en lo que normalmente llamamos “derechos de propiedad”. ¿En qué sentido son estos derechos “naturales”? La respuesta, creo, se encuentra en la universalidad, espontaneidad y valor adaptativo evolucionario de la reciprocidad. La reciprocidad en nuestro actuar, que se observa en la conducta humana (y también prominentemente en la de nuestros parientes cercanos, los chimpancés), es el fundamento de nuestro rasgo distintivo como criaturas de intercambio social, intercambio que hemos extendido para incluir el comercio con personas sin parentesco y también con miembros de otras tribus mucho antes que adoptáramos la agricultura y la ganadería como formas de vida.”

Dos revoluciones en una: Menger, la teoría del valor y el origen de la Escuela Austriaca

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca y Economía Institucional de UCEMA vemos a Carl Menger, quien es poseedor de dos trofeos: por un lado, más general, uno de los pioneros de la llamada “revolución marginalista” en la teoría del valor, junto con William Stanley Jevons y León Walras; por otro fundador de la Escuela Austriaca.

Ya lo hemos leído con relación a las instituciones, su carácter “orgánico”, sus cambios evolutivos y sancionados por algún ente político-constitucional. Ahora lo vemos presentando su teoría de valor, con un énfasis claro en la subjetividad, en lo que se diferencia de sus colegas, leyendo su breve pero suculento libro “Principios de Economía Política”. También vemos a dos de sus seguidores; por un lado Eugen von Böhm-Bawerk discutiendo la teoría del valor-trabajo de Marx y por otro a Friedrich von Wieser, algo menos conocido que los anteriores pero precursor del concepto de costo de oportunidad. Estas son las lecturas

 

Carl Menger (Universidad de Viena), Principios de Economía Política;  Capítulo III: La Teoría del Valor: 82-133 http://www.hacer.org/pdf/Menger00.pdf

 

Eugen Böhm-Bawerk (Universidad de Viena; Universidad de Innsbruck): Una contradicción no resuelta en el Sistema Económico Marxista: http://www.hacer.org/pdf/rev10_boehm.pdf

 

Von Wieser,, Natural Value; Prefacio: https://oll.libertyfund.org/title/smart-natural-value

Cuando toda la economía ignoraba las instituciones; algunos las rescataron desde el derecho de propiedad

Cuando toda la economía se había ido detrás de Keynes en macro y de Samuelson en todo lo demás, resistían los economistas austriacos y otros, entre los que se destacan aquellos que ahora clasificamos en el área de “economía de los derechos de propiedad”. Es el caso de Yoram Barzel, a quien Brian Albrecht hace un tributo en una nota titulada “Are Transaction Costs just Costs? A Tribute to Yoram Barzel (1931-2022): https://pricetheory.substack.com/p/are-transaction-costs-just-costs

“En un tributo hace unos años, Doug Allen describió a Barzel como uno de los tres gigantes de la economía de los derechos de propiedad, junto con Armen Alchian y Harold Demsetz. A menudo hablamos de la “teoría de los precios de UCLA”, y aunque Barzel pasó su carrera en la Universidad de Washington, estaba muy en la tradición de UCLA que informa este boletín. Aquí están nuestras publicaciones anteriores que analizan las ideas de Alchian, Demsetz y Barzel.

De los tres, Barzel ha sido el más subestimado, tanto por nosotros como por otros. El boletín de esta semana es mi pequeño tributo al legado intelectual de Barzel.

Entre los derechos de propiedad, los costos de transacción y viceversa

Ponte en 1961 como economista. Paul Samuelson es rey. Arrow-Debreu se está extendiendo; la teoría de juegos está relegada en gran medida a extraños departamentos de matemáticas y operaciones. La teoría económica es lo que Pete Boettke llama «institucionalmente antiséptica». Las instituciones son expulsadas de la discusión a favor de centrarse en conjuntos de producción y condiciones marginales.

En este contexto, la economía de los derechos de propiedad comienza a desarrollarse. Teniendo en cuenta los derechos de propiedad, ahora el derecho importa para la economía, por lo que el campo del derecho y la economía se abren al mismo tiempo. (Un campo que todavía estamos promoviendo hoy en el Centro Internacional de Derecho y Economía, donde trabajo, por cierto). El Journal of Law and Economics comenzó en 1958, y acaba de publicar el artículo de Coase de 1960 sobre “El problema del costo social, ” pero pasarán algunos años antes de que salga a la luz “Hacia una teoría de los derechos de propiedad” de Demsetz.

El objetivo de la economía de los derechos de propiedad, no es que fuera un objetivo explícito en ese momento, era explicar dos cosas: la causa de los derechos de propiedad y los efectos de los derechos de propiedad. Es decir, estos economistas quieren explicar los derechos de propiedad como un fenómeno económico y comprender los efectos de los derechos de propiedad sobre otros resultados económicos como precios, cantidades y distribuciones.

Este es el mundo en el que Barzel obtiene su doctorado en Chicago con Arnold Harberger. De ahí nos fuimos a Washington, donde estaba Doug North, y luego se sumaron otros como Steven Cheung y Walter Oi. Pasaría los próximos 40 años liderando esta revolución de los derechos de propiedad. Bueno, tal vez debería decir intento de revolución ya que todavía estamos trabajando en ello.”

Aniversarios austriacos en 2022: Mises y Hayek, la planificación en el socialismo y el uso del conocimiento

La Southern Economic Association se ha caracterizado por incluir y destacar en sus actividades a los economistas austriacos en Estados Unidos. Esto se puede ver en la publicación siguiente: “Economic planning must be polycentric, not monocentric: Introduction to a symposium on Mises and Hayek on socialism and knowledge”, donde Art Carden presenta los contenidos: https://doi.org/10.1002/soej.12616

“Los felices (20-) años 20 son una década de aniversarios e hitos. 2020 fue el 100 aniversario del artículo seminal de Ludwig von Mises «Cálculo económico en la Commonwealth socialista» y el 75 aniversario del artículo seminal de F.A. Hayek «El uso del conocimiento en la sociedad». 2022 trajo una serie de aniversarios significativos: el 100 aniversario de Socialismo de Mises: un análisis económico y sociológico, así como el 60 aniversario de The Calculus of Consent: Logical Foundations of Constitutional Democracy de James M. Buchanan y Gordon Tullock, Capitalismo y libertad de Milton Friedman , y El hombre, la economía y el estado de Murray Rothbard. También fue el vigésimo aniversario del Premio Nobel de Vernon Smith. Las obras y los hitos que celebran los aniversarios en 2022 deben mucho a las contribuciones pioneras de Mises y Hayek. Este artículo resume y contextualiza los argumentos de Mises y Hayek sobre el socialismo y el conocimiento y presenta un simposio del Southern Economic Journal sobre los aniversarios de “Cálculo económico en

La importancia de las instituciones para la Escuela Austriaca de Economía: presente desde su origen

Con los alumnos de la materia Escuela Austriaca y Economía Institucional de UCEMA vemos ahora que el interés por el papel que cumplen las instituciones ha estado presente en los economistas austriacos desde sus inicios. Así, entonces, vemos varios escritos de Carl Menger y algunos otros sobre este autor y su visión de las instituciones como reglas de juego evolutivas. Las lecturas son:

  1. El origen del dinero: https://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/48_7_Menger.pdf 
  2. Investigations into the Method of the Social Sciences: https://cdn.mises.org/Investigations%20into%20the%20Method%20of%20the%20Social%20Sciences_5.pdf BOOK THREE. The Organic Understanding of Social 127 Chapter One : The Analogy Between Social Phenomena and Natural Organisms: Its Limits, and the Methodological Points of View for Social Research Resulting Therefrom 129 Chapter Two: The Theoretical Understanding of Those Social Phenomena Which Are Not a Product of Agreement or of Positive Legislation, but Are Unintended Results of Historical Development
  3. Richard Ebeling: https://www.aier.org/article/carl-mengers-theory-of-institutions-and-market-processes/
  4. Arkadiusz Sieroń ; “El legado de la teoría de las instituciones sociales de Menger»; https://mises.org/es/library/el-legado-de-la-teoria-de-las-instituciones-sociales-de-menger  

 

 

No somos racionales como dice la teoría económica predominante, pero la economía igual explica las consecuencias

En los últimos años han proliferado los análisis basados en la Economía Conductual (Behavioral Economics), mostrando cómo los seres humanos no somos racionales como la teoría económica predominante plantea. A partir de allí se han sugerido todo tipo de regulaciones a los mercados como si quienes regulan no sean tan poco racionales como los demás, o incluso más.

Es el tema que se trata en este artículo en el Journal of European Public Policy: “A behavioral approach to the rational choice analysis of the limits of state action”, por Peter J. Boettke & Christopher J. Coyne, de George Mason University: https://doi.org/10.1080/13501763.2022.2144419

“Algunos economistas argumentan que la ignorancia, las complejidades del mundo real y las fallas del mercado socavan la capacidad de los mercados autorreguladores para operar de una manera que se aproxime a un proceso eficiente. En debates más recientes, los procesos cognitivos, en forma de diversos sesgos, se han convertido en el principal foco de atención analítica. Este documento contradice estas afirmaciones. En lugar de responder redoblando el compromiso con los modelos de elección racional, argumentamos que los individuos que pueblan nuestro modelo son muy imperfectos, al igual que el mundo en el que viven. Los agentes económicos son actores humanos, no computadoras. Poseen creencias y expectativas, esperanzas y miedos y formulan sus propósitos y planes en consecuencia. Se esfuerzan por lograr los fines deseados y hacen lo mejor que pueden con las limitaciones que enfrentan. En el proceso de lucha, las personas confían en las instituciones para hacer frente a su ignorancia, gestionar la incertidumbre y el riesgo y descubrir estrategias de respuesta para lograr sus objetivos. Nuestro análisis enfatiza los procesos de filtrado de arreglos institucionales alternativos que permiten a las personas imperfectas navegar por el mundo.”