Los diez grandes problemas ambientales. Ahora: la pesca comercial

En un post anterior comenté un interesante artículo titulado “Urgencias ambientales: los diez problemas que esperan solución”, donde se comentan los resultados de una investigación de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara: http://www.lanacion.com.ar/1720041-urgencias-ambientales-los-diez-problemas-que-esperan-solucion y se los compara con los del informe del Índice de Calidad Institucional 2013, que también consideraba los principales problemas ambientales: http://www.libertadyprogresonline.org/2012/07/12/indice-de-calidad-institucional-2012/

Veamos ahora el tema de la pesca comercial:

Pesca comercial

Para la Fundación:

No se controla el cumplimiento de la veda de pesca de la merluza común, una especie con «síntomas de exceso de explotación», según admite la Sayds. La Merluccius hubbsi, la merluza de cola, la anchoíta y la caballa son las principales especies de pesca comercial (en 2011 se extrajeron 700.000 toneladas y se exportó por 1300 millones de dólares). Salvo la anchoíta, que está subexplotada, las otras especies, más el calamar, el langostino y la vieira, demandan medidas de conservación.

SOLUCIÓN: Elaborar un inventario nacional de las especies de valor comercial, revisar el estado de sus poblaciones, proyectar la captura aceptable por jurisdicciones y prohibir el uso de técnicas de pesca indiscriminada.

Informe ICI 2012:

La pesca marina industrial y artesanal ha aumentado notablemente en los últimos años. En algunos casos, el acceso ilimitado a los recursos ha producido depredación y agotamiento, a pesar de ser una actividad regulada por el Estado o tal vez precisamente por ello. Los Estados, capturados por intereses asociados a la actividad, empresas o sindicatos, no han sabido limitar la pesca para que resulte sustentable. En algunos países la introducción de “derechos de propiedad” por medio de Cuotas de Captura Transferibles y el notable desarrollo de la acuacultura (también una forma de establecer derecho de propiedad), han permitido evitar la tragedia y cada vez se cultivan más especies en cautiverio. Es más, se están desarrollando ya experiencias de rotación entre cultivos y cría de peces donde éstos fertilizan el suelo para la siembra, reducen el uso de agroquímicos y la labranza (p. ej, arroz y pacú, La Nación 31/3/12).

Vender la Mona Lisa… y las joyas de la abuela, ¿para endeudarse de nuevo?

La noticia parece insólita, pero por eso mismo es interesante discutirla. La agencia de noticias France24 dice que si el gobierno francés vendiera la obra “La Gioconda”, de Leonardo da Vinci podría cancelar la mitad de su deuda pública. http://www.eluniversal.com.mx/cultura/2014/la-mona-lisa-deuda-venta-francia-1035651.html

Mona Lisa

¿Debería considerarlo? Veamos esto. ¿Cuáles serían las razones para no venderla? Podría decirse que es un patrimonio público que debería estar accesible a toda la humanidad, pero toda la humanidad está lejos de tener la oportunidad de verla y, además, por los temores a un atentado cada vez está más protegida y lejana para quienes la visitan en el Louvre. Es más, sería difícil para cualquier adecir si lo que está allí es en verdad el original. Difícil sería también considerarla como un “orgullo nacional” para los franceses ya que se trata de un cuadro de un italiano. Podría ser el “orgullo” o el prestigio del Louvre como museo. Sin duda éste es un atractivo para visitarlo. En cuanto a la posible recaudación que su presencia allí pueda generar, esta ni siquiera debe ser suficiente para cubrir los costos de mantenimiento de todo el museo.

¿Cuál sería la razón para venderla? Pues si se redujera la deuda a la mitad, también se reducirían los pagos de esa deuda, la carga impositiva sobre los actuales contribuyentes y también sobre los futuros. Una menor presión impositiva alentaría una mayor formación de capital. Los franceses serían más prósperos en el futuro y pagarían algo menos de impuestos ahora.

El Institute Economique Molinari publica todos los años un estudio sobre la carga fiscal en los salarios en toda Europa: http://www.institutmolinari.org/en-2014-le-salarie-moyen-francais,1908.html

Este año encuentra a Francia en el anteúltimo lugar tomando el 57,17% de los salarios. Esto hace que el asalariado francés trabaje para pagar sus impuestos desde comienzos del año hasta el 28 de Julio, recién ahí comienza a hacerlo para sí y su familia. La tasa de imposición media en la Unión Europea es 45,27%. Los trabajadores franceses tienen que esperar este año dos días más que el año anterior y solo son superados por Bélgica donde trabajan hasta el 6 de Agosto.

Por el contrario, en Chipre, Irlanda y Malta no tienen a la Mona Lisa pero terminan de trabajar para pagar impuestos mucho antes: Chipre el 21 de Marzo, Irlanda y Malta el 28 de Abril. Países que de todas formas no pretenden albergar las mejores obras de arte de la historia pero distinto es el caso del Reino Unido donde sí las hay y terminan de trabajar para pagar impuestos el 12 de Mayo.

Está claro que aun cancelando la mitad de la deuda eso no significa que se reduzca el gasto en igual proporción, ya que el pago de la deuda es tan solo una parte de ese gasto, pero el problema es que Francia se sigue endeudando y esto aumentará en el futuro los servicios de la deuda que los contribuyentes deberán pagar.

Entonces, el dilema que se les presenta en este tema es: ¿mantener a La Gioconda en el Louvre y trabajar algunos días más para pagar impuestos o venderla y trabajar algunos menos?

Es bastante probable que ningún político se atrevería a hacer esa propuesta y tal vez ni los votantes estuvieran dispuestos a apoyarla. En alguna medida porque piensan que sería probable que se queden sin el cuadro y que luego los políticos vuelvan a endeudarse. Ese sería el peor de los mundos: se vendieron las joyas de la abuela y volvimos a tener la misma deuda. ¿Suena conocido?

Pueblos originarios: una historia diferente. La tribu Seminole es dueña del Hard Rock Café!

En los últimos años se ha multiplicado el interés por los derechos de los ahora llamados “pueblos originarios” y en algunos países de América Latina se han creado programas gubernamentales con distintos subsidios para estos grupos.

Quisiera ahora mostrar una historia diferente. Se trata la de los de la tribu Seminoles, de la península de Florida. ¡¡Tal vez pocos sepan que son los propietarios del Hard Rock Café!!

Hard Rock

Esta tribu no solamente muestra un notable espíritu emprendedor sino que, además, quieren ser parte de la globalización y competir en todo el mundo.

Esto es lo que se comenta en la página: http://www.hardrock.com/corporate/ownership.aspx

“Una y otra vez, la Tribu Seminole de Florida ha demostrado su capacidad para fortalecer su posición en este mundo cambiante. Un gobierno soberano con un Consejo Tribal electo, la Tribu Seminole ha obtenido notables éxitos desde que se convirtió en la primer Tribu India de los Estados Unidos en abrir salas de bingo en 1979. En 2004, la Tribu Seminole abrió dos hoteles Hard Rock y Casinos en Florida. Con la compra de la marca Hard Rock en 2007, la Tribu Seminole de Florida ha sumado el prestigio de una de las marcas más respetadas mundialmente.”

“Es el matrimonio perfecto de dos espíritus similares. Como los Seminoles, la filosofía de Hard Rock ha estado siempre basada en fuertes valores, incluyendo la importancia de ser auténticos e independientes y un servicio compartido de preservar nuestra naturaleza y proteger el planeta. Sobre la base de su rica tradición de coraje y logros innovadores, la Tribu Seminole de Florida está en posición de expandir sus horizontes aún más, a todos los rincones del planeta.”

No solamente hacen buenos negocios, también mantienen la política de beneficencia de Hard Rock Café. Esto dicen en su página:

“Desde 1971 nuestra misión en Hard Rock ha sido “hacer el bien haciendo las cosas bien” en nuestras comunidades, tanto locales como globalmente.”

Las causas que apoyan están relacionadas con sus lemas: “Tómate tiempo para ser bondadoso” (humanitarios); “Salva el Planeta” (ambientalista) y “Todo es uno” (industria del entretenimiento)

Apertura comercial y consecuencias distributivas. La diferencia entre desigualdad y pobreza

El Informe sobre el comercio mundial de la OMC 2008 presenta un completo análisis de las teorías del comercio internacional, y en la sección E considera las consecuencias distributivas del comercio.

Por supuesto que todo cambio en el comercio internacional genera consecuencias distributivas, si un país se abre algunos van a ganar otros van a perder respecto a su situación anterior; si un país se cierra lo mismo. En definitiva, todo cambio en la economía tiene su impacto en la distribución del ingreso. ¿Con qué criterio vamos a evaluar si alguno de esos cambios son positivos o negativos y para quién?

Por supuesto que este es un tema enorme que nos lleva desde el campo de la economía hacia el de la filosofía moral. El informe de la OMC no trata este tema, aunque debería. En principio presenta ciertas teorías “descriptivas” de los efectos redistributivos. Las primeras consideraron los efectos de la apertura comercial tomando en cuenta el diferente impacto entre trabajadores muy cualificados y poco cualificados pero las teorías más modernas, que ya no analizan las ventajas comparativas entre “países” y ni siquiera entre industrias, sino entre empresas.

Dice así: “Según este método clásico quienes se benefician y quienes se perjudican a corto plazo de la reforma del comercio dependerá del sector de empleo. La “novísima” teoría del comercio impugna esa predicción. Según esta teoría, los sectores que sean exportadores e importadores netos se caracterizarán por la existencia de empresas de gran productividad en expansión y de empresas de baja productividad que se contraen. En consecuencia, según esta teoría, la reforma del comercio impulsará la creación y la destrucción de empleos en todos los sectores. Para los responsables de las políticas, esto significa que habrá una considerable redistribución de empleos en cada sector. Este puede ser un dato positivo, pues se considera en general que para los trabajadores es más difícil trasladarse de un sector a otro que una empresa otra dentro de un mismo sector.”

Ahora bien, el estudio, al igual que gran parte de los analistas de estos temas, cae en el error de considerar a la desigualdad y la pobreza como lo mismo. Por ejemplo: “La primera cuestión es la relación entre comercio y desigualdad en los países en desarrollo. Al principio se pensaba que el comercio conduciría a una disminución de la desigualdad en esos países. Esto era algo positivo, ya que contribuiría a reducir la pobreza por medio de dos mecanismos: su efecto positivo en el crecimiento y su efecto favorable en la distribución de los ingresos. Sin embargo, los estudios empíricos han demostrado que la reforma del comercio no siempre ha puesto en marcha el segundo de estos mecanismos.”

Este es un gran error. Un proceso de crecimiento económico acelerado puede inicialmente aumentar las desigualdades y al mismo tiempo reducir la pobreza. Tal es el caso de China luego de tres décadas de apertura económica y comercial. Hay cientos de millonarios ahora en ese país, las diferencias se han ampliado, antes eran todos pobres (salvo los jerarcas del Partido, por supuesto). Pero los pobres están mucho mejor que antes, pese al aumento de la desigualdad. Antes de las reformas el PBI per cápita no superaba los 150 dólares!. Hoy es de 9.800 según el FMI y $11.900 según el Banco Mundial!!!

Mises: La inflación es el verdadero opio del pueblo

De «Reconstrucción Monetaria»:

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La inflación y la expansión del crédito son los medios de obscurecer el hecho de que prevalece una escasez que es resultado de la Naturaleza, de las cosas materiales de que depende la satisfacción de las necesidades humanas. La tarea principal de las empresas privadas capitalistas consiste en hacer desaparecer esta escasez en el mayor grado posible y en proporcionar un nivel de vida progresivamente más elevado, a una población cada vez más numerosa. El historiador no puede dejar de registrar que el laissez-faire y el individualismo resuelto han tenido buen éxito hasta un grado sin precedente en sus esfuerzos tendientes a proveer al hombre común y corriente, cada vez con mayor amplitud, de alimento, alojamiento y otras comodidades que solicita. Pero por notables que sean estos adelantos, siempre existirá un límite estricto a la cantidad que puede consumirse sin reducir el capital disponible para continuar el proceso de producción y, aún más, para ampliarlo.

En épocas pasadas, los reformadores sociales creían que todo lo que se necesitaba a fin de mejorar las condiciones materiales de las capas inferiores de la sociedad era confiscar el excedente de los ricos y distribuirlo entre quienes tenían menos. La falsedad de esta fórmula, no obstante el hecho de que aún constituye el principio ideológico que inspira los impuestos de nuestros días, ya no se discute por ningún hombre razonable. No hay para qué hacer hincapié en la circunstancia de que semejante distribución únicamente agregará una cantidad insignificante a los ingresos de la inmensa mayoría. El punto fundamental estriba en que el monto total de la producción en una nación o en todo el mundo, en un período determinado de tiempo, no representa una magnitud independiente del modo de organización económica de la sociedad. La amenaza de verse privado mediante la confiscación, de una parte considerable o inclusive de la mayor parte del producto de la actividad que desarrolla uno, hace que afloje el esfuerzo del individuo por enriquecerse y resulta, consiguientemente, en la disminución del producto nacional. Hubo un tiempo en que los socialistas marxistas se solazaban con ensueños acerca del fabuloso incremento en la riqueza que era de esperarse del modo socialista de la producción. La verdad es que cada quebrantamiento del derecho de propiedad y cada restricción a la empresa libre menoscaban la productividad del trabajo. Una de las preocupaciones primordiales de todos los partidos hostiles a la libertad económica tiende a impedir que los votantes sepan esto. Sería imposible a las diversas variedades de socialismo e intervencionismo mantener su popularidad si la gente descubriera que las medidas cuya adopción se aclama como conquistas sociales, restringen la producción y tienden a la desacumulación del capital. Ocultar estos hechos al público es uno de los servicios que la inflación presta a la llamada política progresista. La inflación es el verdadero opio del pueblo, que se administra a éste por los gobiernos y partidos anticapitalistas.

Un egresado de una universidad pública cuesta 60.000 dólares. Es más barato en la privada más cara

Amo a la UBA. Me gradué y soy profesor en esa universidad. Es mi casa. Pero que un egresado cueste 45.000 dólares es un escándalo. El promedio nacional es de 60.000 dólares, peor aún. En la Universidad Patagonia Austral el costo llega a los 424.408 dólares !!!. Sería más barato para los contribuyentes mandarlos a la Universidad de San Andrés, que tal vez sea la universidad privada más cara del país.

Esto aparece en este artículo que comenta un estudio de Alieto Guadagni para el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA),donde se señala además que el 44% de los alumnos en universidades públicas aprueba una materia por año. Y esto no por el tremendo grado de exigencia. Además, si hay algo en los que han insistido y logrado los centros de estudiantes en los últimos años es en tener más fechas de exámenes y más oportunidades para promocionar o aprobar una materia como alumno regular. http://www.lanacion.com.ar/1724763-bajo-rendimiento-en-las-universidades-nacionales

Es cierto que generar egresados no es la única tarea que las universidades cumplen pero también que se esa función se lleva casi todo el presupuesto.

Dice la nota:

«Si sumamos los estudiantes que después de un año no aprobaron ninguna materia y los que apenas aprobaron una materia, llegamos a la conclusión de que 44 de cada 100 estudiantes universitarios nacionales no llegaron siquiera a aprobar dos materias después de un año», resume Guadagni.

En los albores del cepo al dólar, impuesto por la presidencia de Cristina Kirchner en 2011, cuando la moneda norteamericana se cotizaba a $ 4,14 promedio, el presupuesto total ejecutado por las 40 universidades nacionales fue de $ 18.829 millones o US$ 4548 millones.

En ese mismo año, entre las 40 universidades nacionales se graduaron 70.370 estudiantes. «Si se divide este presupuesto de US$ 4548 millones por la cantidad de graduados de las 40 universidades nacionales, tenemos un valor de US$ 64.633 por graduado», señala Guadagni.

En la Universidad Patagonia Austral se graduaron 103 alumnos en 2011, con un costo de US$ 424.408,63 por estudiante. Le siguen San Juan (US$ 228.064,78) y Tres de Febrero (US$ 221.175).

La mejor relación costo-egresado se vislumbra en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (US$ 24.480), Rosario (US$ 32.220), Nordeste y la UBA (US$ 45.000, aproximadamente).

«La Universidad Patagonia Austral tiene un presupuesto por graduado que es 17 veces mayor que el de la Universidad de Lomas de Zamora», puntualiza Guadagni, al advertir que en la primera casa de estudios «el 56,9% de los estudiantes no aprobó más de una materia tras un año de estudios, mientras que en el establecimiento del conurbano la cifra es de apenas 23,7%».

Un artículo de Agustín Etchebarne que acompaña la nota señala que, en todas las universidades nacionales, hay más de 483.029 alumnos en esa condición. Sostiene:

“Ya es momento de recuperar un mínimo de sentido común en este debate. Se deben restablecer los exámenes de ingreso, otorgando un curso de nivelación para quienes no logren aprobarlo, pero sin permitir el ingreso a quienes no lleguen a superar un nivel determinado.

Dado que las universidades nacionales son pagadas por todos los contribuyentes, es razonable exigir a los alumnos que aprueben un mínimo de cinco a seis materias por año con un promedio superior a 7 (siete).»

Este tipo de requisitos son comunes en casi todos los países donde las universidades son gratuitas”.

Innovación e iniciativa empresarial en el mercado automotriz, frenada por el lobby…

Hay emprendedores que innovan y traen los cambios que tanto impactan en nuestra sociedad. Hay otros, en cambio, que buscan frenar ese cambio para proteger sus intereses, buscan poner barreras a los innovadores porque éstos trastocan la forma en que los mercados funcionan hasta el momento que ellos entran con ese producto o servicio nuevo. No siempre tienen éxito, y reemplazarán a los anteriores solamente si los consumidores los avalan y prefieren sus productos. Los que se resisten no quieren que sean los consumidores los que decidan eso, sino que buscan que sean los políticos a través de regulaciones y normas que cierran la competencia.

Tesla

 

Probablemente pocos conocemos a Tesla Motors y los autos Tesla, pero es el caso típico de un emprendedor con una innovación que puede ser revolucionaria y se enfrenta con quienes quieren cerrarle las puertas. Aquí va la primer parte de esta historia como aparece en un artículo de Daniel A. Crane, Decano Adjunto y Profesor de Derecho en la Universidad de Michigan. El artículo, publicado en la revista Regulation, del Cato Institute, se titula: “Tesla and the Car Dealers’ Lobby”: http://object.cato.org/sites/cato.org/files/serials/files/regulation/2014/7/regulation-v37n2-3.pdf

“Tesla Motors, la creación del emprendedor Elon Musk (quien nos diera Pay Pal y SpaceX), es el desarrollo automotriz más apasionante en muchas décadas y una historia típica del dinamismo y la innovación tecnológica norteamericana. Los autos eléctricos de lujo de la compañía han causado sensación en la industria automotriz, incluyendo una evaluación por Consumer Reports diciendo que el Modelo S de Tesla es el mejor auto que alguna vez hayan testeado.

Pese a las loas, Tesla enfrenta enormes desafíos para penetrar el mercado automotriz que ha estado dominado por más de un siglo por los motores de combustión interna. No solamente tiene que construir autos que los consumidores quieran conducir (y hacerlo en forma eficiente en sus costos), pero tiene que construir la infraestructura para cambios y cargas de baterías que hagan que la carga sea tan fácil y confiable como el surtidor de combustible. Y esos son grandes desafíos.

Pero los desafíos de Tesla en términos de investigación y desarrollo, tecnología e infraestructura parecen ser pequeños estos días frente a los desafíos políticos montados por el lobby de los agentes de venta de autos. Tesla ha elegido un modelo de distribución directo al consumidor, uno que evita las tradicionales redes de agentes franquiciados. El fabricante opera sus propios salones de exposición e interactúa directamente con los clientes a través de Internet. No llama la atención, entonces, que este modelo ha ocasionado fuertes quejas entre los agentes de ventas quienes prefieren no quedarse afuera. Los agentes han respondido invocando algunas leyes de varias décadas atrás dirigidas a frenar la distribución directa de los fabricantes de autos, y están buscando nuevas decisiones legales o regulatorias dirigidas a cerrar toda brecha que pueda permitir a Tesla distribuir directamente. Por ahora, los agentes han podido bloquear a Tesla en estados como Texas, Carolina del Sur y Nueva Jersey, y continúan con una campaña estado por estado a medida que la empresa busca expandirse.

Los agentes han tenido éxito hasta ahora principalmente por su peso político en las elecciones locales, donde realizan importantes contribuciones a las campañas. Han intentado justificar las prohibiciones a la distribución directa como una forma de protección al consumidor y de regulación de la seguridad pública. Poco a poco, los consumidores están dándose cuenta que esos argumentos son totalmente infundados. La protección de los consumidores y la seguridad pública no tienen nada que ver con estas restricciones; son proteccionismo para los agentes de venta, puro y simple”.

Y concluye:

La distribución directa de autos se ha vuelto un tema político nacional por la relevancia ambiental y tecnológica de los autos eléctricos y el tremendo atractivo de la marca Tesla. Historias similares surgen cada tanto cuando un conjunto de hechos raros o simpáticos dan forma a una historia, como cuando un grupo de monjes de Luisiana exitosamente demandó por el derecho a fabricar y distribuir ataúdes, contra los intereses de la Junta de Embalsamadores y Directores de Funerales de Luisiana. Lamentablemente, muchas industrias están atrapadas por normas proteccionistas diseñadas para aislar a los que ya están de la competencia. Los fabricantes de autos deben tener el derecho a elegir la forma más eficiente de distribución, y también todos los demás.”

Mises comenta los años 1930s pero parece hablar de la Ley de Desabastecimiento

De «Reconstrucción Monetaria»:

El Partido del Justo Trato ha proclamado que es obligación del gobierno determinar qué precios, salarios y utilidades son equitativos y cuáles no lo son, y, a continuación, hacer cumplir sus mandamientos mediante la policía y los tribunales. También sostiene que es una función del gobierno mantener el tipo de interés en un nivel equitativo a través de la expansión del crédito. Finalmente, recomienda un sistema impositivo que persigue igualar los ingresos y la riqueza. La aplicación cabal del primero o del último de estos principios bastaría por sí sola para consumar el establecimiento del socialismo. Sin embargo, las cosas no han llegado a tal extremo en este país. La resistencia de los partidarios de la libertad económica no ha sido dominada por completo. Todavía existe una oposición que ha impedido que se establezca permanentemente el control directo de todos los precios y salarios y la confiscación total de todos los ingresos que excedan de la cantidad que consideran justa aquellos cuyo ingreso sea más reducido. En los países situados de este lado del telón de hierro, la batalla entre los amigos y los enemigos de la planificación integral totalitaria todavía no se decide.

En este gran conflicto, los que abogan por el control oficial no pueden prescindir de la inflación. Necesitan de ella a fin de financiar su política de gastar sin freno y de subsidiar y cohechar pródigamente a los votantes. La consecuencia inconveniente pero inevitable de la inflación, o sea el alza de los precios, les proporciona un grato pretexto para implantar el control de precios y para llevar a la práctica, paso por paso, su proyecto de planificación integral. Las utilidades ilusorias que aparecen debido a la forma como la inflación falsea el cálculo económico, se consideran y tratan como si fueran verdaderas; al apoderarse de ellas por medio del impuesto después de calificarlas, para despistar, de utilidades excesivas, son partes del capital invertido lo que se confisca. Al extender el descontento y la intranquilidad en la sociedad, la inflación genera condiciones favorables para la propaganda subversiva de los sedicentes campeones del bienestar y el progreso. El espectáculo que nos ha ofrecido la escena política de las dos últimas décadas ha sido verdaderamente asombroso. Sin vacilación alguna los gobiernos se han embarcado en una vasta inflación y los economistas oficiales han proclamado que el déficit en los gastos públicos y el manejo “expansionista” de la moneda y el crédito representan el camino más seguro a la prosperidad, el progreso constante y el mejoramiento económico. Pero los propios gobiernos y sus paniaguados han arrojado sobre los hombres de negocios la responsabilidad de las consecuencias inevitables de la inflación. A la vez que ensalzan los altos precios y salarios como si fueran una panacea y elogian a la administración por haber elevado el “ingreso nacional” (por supuesto que expresado en los signos de una moneda depreciada) a un nivel sin precedente, condenaban a la iniciativa particular por cargar precios desaforados y por obtener utilidades exorbitantes. Mientras deliberadamente restringían la producción de los frutos de la agricultura con el objeto de subir los precios, los políticos han tenido la audacia de pretender que el capitalismo es creador de escasez y que si no fuera por las siniestras maquinaciones de los grandes negocios, habría abundancia de todas las cosas. Y millones de votantes se han tragado todo este embuste.

Es necesario comprender que la política económica de los que se llaman progresistas a sí mismos, no puede prescindir de la inflación. Nunca aceptarán una política de moneda sana, porque no pueden hacerla. Tan imposible les resulta abandonar sus políticas de déficit en los gastos públicos como el auxilio que su propaganda anti-capitalista recibe de las consecuencias inevitables de la inflación. Es verdad que hablan de la necesidad de suprimir la inflación. Pero a lo que se refieren no es a poner un término a la política de incrementar la cantidad de dinero en circulación, sino a establecer el control de precios, esto es, a fútiles planes para huir de la difícil situación que inevitablemente sobreviene de las normas de acción que siguen.

La reconstrucción monetaria, incluyendo el abandono de la inflación y el retorno a una moneda sana, no constituye simplemente un problema de técnica financiera, que pueda resolverse sin un cambio en la estructura de la política económica general. No puede haber una moneda estable en un medio que se halla dominado por ideologías hostiles a la conservación de la libertad económica. Dedicados como están a desintegrar la economía de mercado, los partidos imperantes seguramente no darán su consentimiento a las reformas que los privarían de su arma más formidable, o sea de la inflación. La reconstrucción monetaria presupone en primer lugar el repudio total e incondicional de las políticas supuestamente progresistas, que en los Estados Unidos de América se designan con los “slogans” de Nuevo Trato y Justo Trato.

El planeta de los simios. Derechos para los chimpances como «personas no humanas». ¿Porqué no?

Este no es un tema económico, sino de filosofía del derecho, aunque se vincula con los temas que estamos viendo a través del derecho de propiedad. Tiene que ver con la propiedad sobre animales y, en este caso, sobre chimpancés y otros monos. Seguro que los alumnos de Derecho, sobre todo, tendrán mucho para decir, pero les aconsejo ser cautos con el tema, no lanzarse de una vez a favor de los orangutanes y gorilas. Hay que ver el tema con prudencia. En mi caso, me causa simpatía esta causa y esbozaré una opinión al final.

Chimpances

El artículo en La Nación es muy interesante: http://www.lanacion.com.ar/1725226-personas-no-humanas-el-pedido-por-los-chimpances-que-analiza-la-justicia

“Una oleada de inéditos pedidos de hábeas corpus en los tribunales de varios países -entre ellos, los argentinos- salió a cuestionar, con argumentos científicos y jurídicos, el confinamiento en zoológicos de animales con altas capacidades cognitivas y probada inteligencia, como son los chimpancés, y a exigir una actualización en la jurisprudencia para otorgarles estatus jurídico, de manera que se les puedan garantizar tres derechos básicos: a la vida, a la libertad y a no ser maltratados ni física ni psicológicamente.

Los planteos de conservacionistas se orientan a que se cese en el «afán abusivo y arbitrario» de someter y de aislar a seres inteligentes que «mantienen lazos afectivos, razonan, sienten, se frustran con el encierro, toman decisiones, poseen autoconciencia y percepción del tiempo, lloran las pérdidas, aprenden, se comunican y son capaces de transmitir lo aprendido en sistemas culturales complejos como el de los humanos», rezan los planteos -similares en la argumentación- presentados ante la Justicia en Córdoba, Río Negro, Santiago del Estero y Entre Ríos. El objetivo no es otorgarles plena autonomía ni equipararlos a los humanos -aducen las presentaciones judiciales-, sino que puedan ser trasladados a santuarios para vivir en semilibertad entre sus congéneres, lejos del estrés del confinamiento y de los lugares inadecuados.”

Este es el tema, en esencia, aunque más desarrollado en el artículo. El descubrimiento científico no ha de llamarnos la atención, sobre todo a quienes sustentamos con énfasis las teorías evolutivas, tanto en el ámbito social como en el natural, ya que si todos somos resultado de la evolución, está claro que no hubo un corto seco entre “animal” y “humano” sino un largo proceso entre uno y otro, y los simios son claramente un eslabón de ese proceso.

Hasta ahora se solía argumentar que los derechos son frutos de la razón, y que ésta solamente el ser humano la tiene, pero las nuevas teorías nos dicen que los simios tienen algo, ni tanto ni tan poco. De nuevo, esto es algo de esperar en un proceso evolutivo. Así que este argumento pierde peso.

Pero hay otro que no lo pierde tanto. Todo derecho implica una responsabilidad y esta es la de respetar el mismo derecho en los demás. Esto puede traer algún problema con los animales. Pensemos en un gorila: si yo acepto que tiene derecho a la vida y a no ser maltratado físicamente, ¿estará el también dispuesto no maltratarme a mí, si me encuentra algún día en la selva? El ejemplo parece tonto pero la esencia del problema no la es.

Estas “personas no humanas” como quieren llamarlas pueden tener derechos porque nosotros entendemos que debemos respetarlos, porque también nosotros los tenemos, pero no está claro que ellos hagan lo mismo.

Esto no significa, sin embargo, que los seres humanos tengan derecho a maltratarlos. Tal vez podríamos acercar su tratamiento jurídico como al de los menores. Tienen derechos que no pueden ser violados, pero también tienen “tutores” que son quienes los controlan y asumen la responsabilidad en el caso de que estos hagan algún daño. ¿Podría aplicarse algo así?

Esto hace referencia al tema de la “propiedad”. En una nota complementaria, el constitucionalista Daniel Sabsay, plantea el tema señalando: “El status de los animales como «propiedad» afecta muchas áreas del derecho, y en especial del Derecho Animal”. Pero la propiedad tiene sus grados, y lo peor que le podría pasar a los simios es que no hubiera ninguna, esto los hundiría en la “tragedia de los comunes”. Tendrían muchos cazadores y pocos “protectores”. Tal vez podría haber una figura de propiedad limitada, en el sentido de no poder disponer de su vida, o maltratarlos, pero al mismo tiempo tener incentivos suficientes como para cuidarlos y favorecer su reproducción.

Morales Solá no acierta: no hay ausencia de normas internacionales de quiebras soberanas

Leo con interés los editoriales de Joaquín Morales Solá en La Nación. Aprendo de su interpretación de la política argentina. Cuando el análisis se vincula con la economía, no obstante, el nivel no es el mismo. Veamos el último artículo de la semana pasada, titulado “Cristina y Kiciloff empujan al país al default”, aunque la crítica que le haré está relacionada con la economía “institucional”, no con cuestiones de finanzas públicas o mercados de capitales. http://www.lanacion.com.ar/1723238-cristina-y-kicillof-empujan-al-pais-al-default

Con todo lo crítico que es del gobierno, le da la razón precisamente donde no la tiene. Dice así:

“Pero el gobierno de Cristina Kirchner se empeña en perder la razón hasta cuando la tiene. Tiene razón cuando dice que el sistema internacional carece de una legislación para ordenar la quiebra de los países. Todas las naciones cuentan con una legislación interna que establece en qué condiciones se reestructurará la deuda de una empresa quebrada. En la Argentina, por ejemplo, una mayoría de dos tercios (66,66 por ciento) a favor de una propuesta de pago obliga al acatamiento del total de los acreedores. Eso sucede en el plano privado y en el interior del país. No hay leyes ni reglas, en cambio, para las deudas que se resuelven en el sistema internacional.”

No es correcto decir que a nivel internacional no hay reglas, todo lo contrario. Es cierto que no hay “leyes” ya que no existe tal cosa como un gobierno mundial y un parlamento global, por suerte. Pero hay reglas claras. Y estas se encuentran en los contratos. Es decir, son las partes las que establecen cuáles son las reglas y, además, cuál es la jurisdicción en la que se resolverá alguna disputa sobre el cumplimiento de esas reglas.

Por ejemplo, Argentina emitió ciertos bonos que básicamente son contratos. Estos contratos tenían ciertas cláusulas y una jurisdicción para resolver los problemas (Nueva York). Primero el jue, luego la Cámara de Apelaciones y luego la Corte Suprema decidieron el tema. No parece haber aquí “ausencia de reglas”.

Además, esas reglas cambian según las circunstancias y el aprendizaje que realiza el mercado. Cambian de dos formas: por un lado, dado que el sistema norteamericano es heredero del sistema del “common law” británico, es la jurisprudencia de los fallos judiciales la que va desarrollando el sistema de reglas. En este sentido, el caso argentino aporta una serie de nuevas reglas para casos futuros. Por otro lado, los nuevos contratos ya toman nota de lo ocurrido en este caso y modifican las clausulas para contratos futuro. No hace falta ningún sistema internacional que reduzca la mayoría a los dos tercios, esto ya está ocurriendo en los nuevos contratos, los nuevos bonos que ahora se emiten. Esto lo dice el mismo Morales Solá:

“El viernes, una organización internacional, la International Capital Market Association, que representa a bancos muy importantes del mundo, anunció que hará recomendaciones sobre las reestructuraciones futuras de deudas soberanas para que no se repita el «caso argentino». Aconsejará que en las propuestas de pago se incluya una «cláusula de acción colectiva», que significa, precisamente, la obligatoriedad de todos de aceptar la decisión de una mayoría calificada.”

En el libro cito un trabajo del profesor Julio Olivera quien presenta una tesis interesante. Él dice que hay una demanda y una oferta de normas. Cuando la oferta de normas excede a la demanda, esto es, hay más normas de las necesarias, entonces se desarrolla la economía informal que busca realizar contratos eludiendo esas normas. Y cuando la demanda es mayor que la oferta, es decir hay escasez de normas, ese vacío lo llenan los contratos entre particulares. Es lo que ocurre en este caso.

No hay vacío de normas, hay contratos, que también son normas. Hay partes que deciden a qué normas someterse y quién decidirá las disputas. No hace falta nada más.