Artículo en La Nación: Las «exportaciones» migratorias es lo peor que nos puede pasar

https://www.lanacion.com.ar/opinion/las-exportaciones-migratorias-es-lo-peor-que-nos-puede-pasar-nid12032022/

Las “exportaciones” migratorias es lo peor que nos puede pasar

La importancia de tener «contactos», cuando el Estado controla casi todo: acá y en la China

Cuanto más peso tiene el Estado en la economía, más importantes son los “contactos” para lograr buenos resultados económicos en una empresa. Sabemos esto muy bien y lo vemos en toda América Latina, como vemos en el juicio al ex presidente peruano Ollanta Humala y su mujer, o todo lo que se derivara del caso Odebrecht; pero está claro que el fenómeno se extiende a cualquier parte del mundo. En este caso, veremos los resultados de una investigación en China. Marta Alonso y Beatriz Simon-Yarza, de la Universidad de Navarra, y Nuno Palma, de la Universidad de Manchester y el Instituto de Ciencias Sociales de Lisboa publican un artículo en el Journal of Institutional Economics:  The value of political connections: Evidence from China’s anti-corruption campaign. Journal of Institutional Economics, 1-21. https://doi.org/10.1017/S1744137422000017

Allí plantean lo siguiente:

“Estudiamos el valor de las conexiones políticas de los directores en los directorios chinos. Construimos un nuevo conjunto de datos que mide las conexiones de los directores con los miembros del Politburó a través de vínculos escolares pasados, y descubrimos que las empresas privadas con directores políticamente conectados en la sala de juntas obtienen en promedio alrededor de un 16 % más de subsidios sobre las ventas por empresa (7 millones de yuanes). Las empresas estatales conectadas (SOE) acceden a la deuda a un costo 11% más barato, lo que se traduce en ahorros promedio de cerca de 32 millones de yuanes por empresa en pagos de intereses más bajos. Encontramos que el valor de las conexiones políticas persistió después de la campaña anticorrupción (ACC) de 2012. Se debilitó por el costo de la deuda en las empresas estatales, pero se fortaleció por los subsidios a las empresas privadas. Argumentamos que el valor de las conexiones en el sector privado aumentó después de la ACC porque se convirtieron en una alternativa menos riesgosa a la corrupción. También mostramos que las empresas conectadas no se desempeñan mejor.”

Una visión desde el FMI sobre las causas del descontento de los chilenos

Además de lo que ya conocemos del FMI, su staff investiga y publica. Estas investigaciones no tienen relación con las decisiones que luego toma el organismo, pero es interesante conocerlas porque van formando una “opinión” dentro del organismo, que luego sí puede ser importante cuando se abordan ciertos problemas. Acá hay un caso: Chile.

Metodij Hadzi-Vaskov y Luca A. Ricci publican un paper titulado “Understanding Chile’s Social Unrest in an International Perspective”; IMF Working Paper No. 2021/174: https://ssrn.com/abstract=4026373

Supongo que a algunos les va a interesar conocer cómo ven la situación chilena y las causas del descontento que florecieron hace un par de años. Responder a esa pregunta es clave para poder comprender lo que actualmente está pasando en el país con mejor calidad institucional de toda América Latina y con el mejor desempeño económico de las últimas décadas. Este es su resumen:

“Nuestro objetivo es proporcionar una descripción general amplia de los problemas sociales de Chile, en comparación con otros países y a lo largo del tiempo, a fin de ubicar el malestar social reciente en perspectivas históricas e internacionales que puedan ayudar a preparar el terreno para futuras prioridades políticas. Seguimos un enfoque ecléctico, clasificando un amplio conjunto de indicadores en seis dimensiones: desigualdad en: i) ingresos; ii) percepción; iii) acceso; iv) oportunidad; v) redistribución; y vi) ubicación. El análisis propone un conjunto de hallazgos descriptivos. En primer lugar, la desigualdad de ingresos se redujo sustancialmente pero sigue siendo alta, también en comparación con países con un nivel y una trayectoria de desarrollo similares. En segundo lugar, Chile parece ser uno de los pocos países de América Latina con una desigualdad decreciente donde la desigualdad percibida en realidad aumentó. En tercer lugar, a pesar de un aumento en el gasto social, el acceso a los servicios esenciales parece limitado, particularmente para las clases de ingresos medios y bajos, en medio de un rápido crecimiento de los gastos de bolsillo en salud, un crecimiento relativamente más rápido del costo de vida para los relativamente más pobres y debilidades en los sistemas de pensiones y educación. Cuarto, la desigualdad de oportunidades es alta, con competencia limitada. Quinto, la redistribución fiscal ha mejorado notablemente, pero sigue siendo baja según los estándares internacionales. Finalmente, la desigualdad interregional ha disminuido sustancialmente en las últimas dos décadas, alcanzando niveles similares a la mediana de la OCDE.”

Fusión nuclear: los emprendedores van a resolver la escasez energética para «siempre»

La fisión y la fusión nuclear son temas que están mucho más allá de mi simple comprensión. Entiendo simplemente que lo que se desarrolló como fuente de energía ha sido la fisión, pero que la gran promesa se encuentra en la fusión, el principio que permite generar energía al Sol y todas las estrellas en forma casi inagotable, por lo menos dadas nuestras perspectivas temporales. Pero la fusión ha sido muy difícil de desarrollar.

En un artículo en Quillette, Robert Zubrin, ingeniero aeroespacial, explica el lento desarrollo de la fusión. Fusion Power is Coming: https://quillette.com/2022/02/21/fusion-power-is-coming/

No es la primera vez que esto sucede, los Estados dedican recursos enormes a desarrollar ciertas tecnologías, pero no llegan a obtener muchos resultados. Hasta que aparecen algunos emprendedores, que pueden aprovechar esa inversión estatal por cierto, y realmente consiguen que la tecnología nos brinde algo que sea realmente útil para nosotros, no para las “estrategias nacionales” u otra cosa así. Comenta Zubrin:

“Aunque los programas nacionales son una sombra de lo que fueron y el ITER continúa avanzando a la velocidad de la deriva continental, algo más está sucediendo.

Ha ocurrido un gran avance. A través de su espectacular y rápido desarrollo de cohetes de lanzamiento reutilizables, la compañía SpaceX de Elon Musk demostró que es posible que una organización empresarial creativa y bien administrada logre cosas, y mucho más rápido, que antes se pensaba que requerían los esfuerzos de los principales gobiernos de poder. Esto ha golpeado a los observadores del programa de fusión como un rayo caído del cielo. ¿Podría ser que las barreras aparentemente insuperables para el logro de la fusión controlada, como las barreras para el logro de un lanzamiento espacial barato, no fueran realmente técnicas, sino institucionales? Los inversionistas aventureros de repente se interesaron. En todo el mundo, se han lanzado esfuerzos empresariales bien financiados para hacer realidad la energía de fusión, y están avanzando a un ritmo que supera con creces los programas gubernamentales oficiales. Tal como van las cosas, existe una excelente posibilidad de que los primeros reactores de fusión termonuclear controlados se enciendan antes de que termine esta década. Tal vez no por un par de chiflados en un garaje, sino por un equipo de ingenieros de una empresa emergente que trabaja en un almacén.

Como resultado, ahora se está financiando una gran cantidad de nuevas empresas privadas innovadoras de energía de fusión.

La fusión es una fuente ilimitada de energía, pero existe un poder aún mayor en el universo: la creatividad humana. La fusión nos dará riqueza. La libertad nos dará la fusión.”

Artículo en InfoBAE: La educación como bien público

https://www.infobae.com/opinion/2022/03/09/la-educacion-como-bien-publico/

La educación como bien público

¿Es la educación formal un “bien público”? ¿Es cierto que el mercado no puede proveerlo?

Para la gente, en general, un bien público es aquél que provee el Estado, tal vez porque “beneficia a todos” (Foto NA)Para la gente, en general, un bien público es aquél que provee el Estado, tal vez porque “beneficia a todos” (Foto NA)

En esta saludable discusión sobre la educación, surgida a raíz de ciertas declaraciones recientes de Javier Milei, aparece el tema de la educación como “bien público”, algo que para los economistas tiene una definición más o menos precisa. Para la gente, en general, un bien público es aquél que provee el Estado, tal vez porque “beneficia a todos”.

Los economistas hablan de una “externalidad positiva”, es decir, un beneficio que todos reciben, se hagan cargo o no de su costo. Por esa razón, sigue el argumento, el mercado “fallaría” en proveerlo, al menos en suficiente cantidad, y el Estado debe hacerlo.

Hay dos temas, entonces que vale la pena discutir: ¿es la educación formal un “bien público”? y ¿es correcto que el mercado no puede proveerlo?

Veamos el primero. Si Pedro Arias, de Jujuy, se recibe de técnico odontólogo, seguramente esto le permitirá alcanzar un mejor nivel de vida personal en el futuro, un beneficio claramente “privado”, para él y su familia. ¿En qué medida beneficia a Susana Costa, que vive en Bahía Blanca? Podríamos decir que Susana se beneficia porque vivir en un país con gente que ha estudiado es mejor para ella, es decir, hay algo de externalidad positiva en la educación de Pedro.

En realidad, lo que puede ser una externalidad positiva para Susana es la cultura que predomina en un país, el conjunto de valores y costumbres, opiniones, creencias e ideas que suelen reflejarse luego en sus instituciones, tanto políticas como económicas. A Susana le impacta qué “cultura” predomina en su sociedad, pero la educación formal es tan sólo una parte de esa formación, a la que concurren principalmente la familia, los amigos, el barrio, las iglesias, los medios de comunicación, las redes sociales. Todo eso impacta en la cultura: ¿acaso tenemos una subprovisión de esas cosas que haga necesario que el Estado lo haga?

La educación formal, entonces, es principalmente un bien “privado” que genera algunas “externalidades positivas” hacia la cultura. Esto puede decirse de toda la oferta educacional del sector privado: miles de jardines de infantes, escuelas primarias y secundarias, centros de formación, universidades. Que un bien que beneficia principalmente a quien lo consume también puede beneficiar a otros, es algo muy común y se aplica a casi todos ellos. El hecho que los demás valoren ahora el pan artesanal de masa madre, o un buen café, hace que tenga varios lugares donde conseguir eso cerca de mi casa, me ha generado un “beneficio positivo”. O que los japoneses tengan alta valoración por la seguridad de sus autos me termina beneficiando porque ahora aquí también lo son, pese a que no me ocupara mucho del tema (una externalidad positiva tecnológica).

El segundo tema es si el mercado puede proveer ese bien. Ya hemos dicho, vamos a encontrar una gran oferta de educación formal en el mercado, con gran variedad, que sería aún mayor si no estuviera regulado. El mercado no “falla” e incluso ofrecería educación privada para los sectores de recursos más bajos si no fuera por las regulaciones del Estado que lo prohíben o encarecen. James Tooley, profesor de la Universidad de Buckingham, ha pasado buena parte de su vida recorriendo los lugares más pobres del planeta y encontrando educación allí, que los padres eligen, muchas veces por sobre la educación gratuita del Estado (uno de sus libros es, “El Bello Árbol”, Madrid, Unión Editorial).

Pero es cierto que el costo de la educación privada puede estar más allá del alcance de muchos. Ahí es, precisamente, donde ingresan los “vouchers”, que han dado origen a esta discusión. El voucher le dice a la gente: si no tiene los recursos necesarios para contratar un servicio de educación en el mercado no se preocupe, aquí los tiene, vaya y elija. Tanto sean “privados” como “públicos”, los vouchers pueden presentarse como un empoderamiento de esos consumidores. Ahora pueden elegir. Si se pueden utilizar para escuelas o universidades privadas y públicas, amplían el espectro de elección de los padres o alumnos, y ponen en competencia a todos esos establecimientos educativos quienes ahora tienen que conseguir sus recursos de sus “clientes”, tal como hacemos en general todos los demás en muchas de nuestras actividades.

Subyace en la crítica a los vouchers la idea de que esas personas no tendrían la capacidad suficiente para poder elegir la educación de sus hijos, o la propia cuando son algo mayores. No todos piensan eso, por supuesto, o se animan a decirlo abiertamente, pero en tal caso plantea una cuestión mucho más importante: si esos padres no son capaces de elegir la educación de sus hijos, ¿sí lo son, digamos, de elegir Presidente? ¿No es ésta una decisión mucho más importante y compleja, sobre la que nunca diríamos que no están en capacidad de hacerlo?

El voucher o la beca, empodera al consumidor, al demandante, y somete a la competencia al oferente. Esa es la forma en la que obtenemos los mejores bienes y servicios, al mejor precio.

 

Eliminemos la discriminación en el Día Internacional de la Mujer, pero no todos los problemas sociales son cuestiones de género

En este Día Internacional de la Mujer creo que es correcto destacar que fueron discriminadas durante mucho tiempo y comparto la necesidad de eliminar todo tipo de discriminación por cuestiones de género, de la misma forma que para cuestiones de raza, religión, nacionalidad o cultura. Pero que esto sea justo y correcto no implica de que en todo problema social vamos a encontrar alguna cuestión de género que la determina.

En un reciente paper publicado por el European Central Bank, los autores son Yener Altunbas, de University of Wales, Bangor; Leonardo Gambacorta, Bank for International Settlements (BIS); Centre for Economic Policy Research (CEPR); Alessio Reghezza, European Central Bank (ECB) y Giulio Velliscig, Università degli Studi di Udine. Se titula “Does Gender Diversity in the Workplace Mitigate Climate Change?”, ECB Working Paper No. 2022/2650.

Con todas las simpatías que pueda generar esa discriminación de género, llevar el tema a cualquier área y plantear relaciones entre variables y asumir causalidad, no le hace ningún favor a los necesarios cambios que podríamos esperar. Esto es lo que plantean los autores:

“Comparamos las características de gobierno corporativo de la empresa con las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel de empresa durante el período 2009-2019 para estudiar la relación entre la diversidad de género en el lugar de trabajo y las emisiones de carbono de la empresa. Encontramos que un aumento de 1 punto porcentual en el porcentaje de mujeres gerentes dentro de la empresa conduce a una disminución del 0,5% en las emisiones de CO2. Documentamos que este efecto es estadísticamente significativo, también cuando se controlan las diferencias institucionales causadas por culturas y religiones más patriarcales y jerárquicas. Al mismo tiempo, mostramos que la diversidad de género a nivel gerencial tiene efectos de mitigación más fuertes sobre el cambio climático si las mujeres también están bien representadas fuera de la organización, p. en instituciones políticas y organizaciones de la sociedad civil. Finalmente, encontramos que, después del Acuerdo de París, las empresas con mayor diversidad de género redujeron sus emisiones de CO2 en aproximadamente un 5% más que las empresas con más gerentes hombres.”

¿Cómo se explicaría esa correlación?

“Nuestra hipótesis es que las mujeres en puestos gerenciales pueden estar mejor preparadas que los gerentes masculinos para reducir las emisiones de CO2 de las empresas. Nuestra hipótesis encuentra respaldo en la literatura que sugiere que las mujeres están más inclinadas a contrarrestar el cambio climático, ya que es más probable que consideren el bienestar general de la sociedad centrándose estrechamente en el interés de los accionistas.”

¿Verifican esto en el artículo? Aquí pueden ver si lo hacen: https://ssrn.com/abstract=4046329

¿La austeridad fiscal genera un mal resultado electoral? Subiendo impuestos -7%; bajando el gasto no

Alberto Alesina, profesor de Harvard, falleció en 2020. Dejó contribuciones en muchas áreas distintas. Curiosamente, el FMI publica ahora un paper que escribiera junto a otros autores: ALBERTO F. ALESINA, Harvard University – Department of Economics, Centre for Economic Policy Research (CEPR), National Bureau of Economic Research (NBER); GABRIELE CIMINELLI, Asia School of Business in collaboration with MIT Sloan; DAVIDE FURCERI, International Monetary Fund (IMF) y GIORGIO SAPONARO, Harvard University. El paper se titula “Austerity and Elections”, y sus conclusiones son importantes para todos nuestros países que necesitan con urgencia una reforma fiscal que incluya la reducción del gasto.

Alesina, Alberto F. and Ciminelli, Gabriele and Furceri, Davide and saponaro, giorgio, Austerity and Elections (April 1, 2021). IMF Working Paper No. 2021/121, Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4026297 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4026297

“La sabiduría convencional sostiene que los votantes castigan a los gobiernos que implementan la austeridad fiscal. Sin embargo, la mayoría de los estudios empíricos, que se basan en medidas de austeridad anuales ex post, no encuentran evidencia que las respalde. Este documento revisa el tema utilizando medidas ex ante de austeridad fiscal basadas en la acción y en tiempo real, así como una nueva base de datos de cambios en la proporción de votos de los partidos en el poder. El análisis enfatiza la importancia del ‘cómo’, ya sea que la austeridad se lleve a cabo mediante aumentos de impuestos o recortes de gastos, y el ‘quién’, ya sea que la lleven a cabo gobiernos de izquierda o de derecha. Nuestro principal hallazgo es que la austeridad basada en impuestos conlleva grandes costos electorales, mientras que el efecto de las consolidaciones basadas en el gasto depende de la inclinación política del gobierno. Un paquete de austeridad por valor del 1% del PIB, llevado a cabo principalmente a través de aumentos de impuestos, reduce la participación de votos del partido del líder en aproximadamente un 7%. Por el contrario, la austeridad basada en el gasto es perjudicial para los gobiernos de izquierda pero beneficiosa para los gobiernos de derecha. También encontramos que el costo electoral de la austeridad, especialmente los aumentos de impuestos, puede contenerse si se implementa durante buenos tiempos económicos.”

Auto-flagelación, sentimiento de culpa y búsqueda de «identidad» en las democracias avanzadas

John Lloyd es columnista del Financial Times y co-fundador del Reuters Institute for the Study of Journalism. En una columna publicada en Quillette, analiza un tema de sumo interés respecto a las ideas que predominan, sobre todo en las democracias avanzadas. Lloyd comenta un libro reciente de David Swift titulado “El Mito de la Identidad”, donde analiza le búsqueda de “identidad” en distintos grupos sociales que está detrás de muchos de los actuales conflictos.

Dice Lloyd en su comentario:

“En décadas recientes, las ansiedades que afligen a las democracias occidentales han surgido de nuevas creencias y conflictos sobre cómo los ciudadanos se relacionan entre sí: su estatus relativo en la sociedad, las nociones de respeto mutuo y los patrones que el pasado ha impuesto sobre sus pensamientos y acciones. Lo que parecía estar resuelto ahora está inestable a medida que los ciudadanos buscan una nueva identidad o intentan ajustar la identidad que creen que tienen. Las disputas sobre raza, género, clase e igualdad han producido una crisis social y un desgaste de los valores comunes, en el que las actividades y opiniones que antes se aceptaban como parte de la existencia colectiva se han vuelto amargamente cuestionadas. Como resultado, la identidad recubierta de resentimiento se encuentra ahora entre las fuerzas políticas más potentes.”

“Este tipo de autoflagelación, señala Swift, es principalmente performativo y no hace nada para promover los objetivos ostensibles de los progresistas ni beneficiar los intereses de los electorados que dicen representar, excepto, quizás, para provocarles una risa cínica. Aun así, muchos blancos de clase media están evidentemente mortificados por sus vidas cómodas y las ventajas educativas y profesionales de las que han tenido la suerte de disfrutar. Por lo tanto, han buscado presentarse como no privilegiados de alguna manera. Algunos han adoptado nuevas identidades exóticas y supuestamente «marginadas» (en 2015, Penny anunció que es «género queer» y «pansexual»), mientras que otros han narrado un pasado de privaciones y luchas, como el Sr. Bounderby en Hard Times de Charles Dickens. Algunos incluso han asumido identidades raciales falsas.”

https://quillette.com/2022/02/09/identity-mania/

¿Qué distopía describe mejor al mundo actual: la de Orwell, la de Huxley o la de Bradbury?

David S. Wills escribe una columna en Quillette donde hace un análisis comparativo entre las distopías más conocidas escritas en el siglo XX: 1984, de George Orwell; A Brave new World, de Aldous Huxley y Farenheit 451, de Ray Bradbury. Se inclina por esta última como descriptiva de lo que está ocurriendo actualmente:

“La principal diferencia entre la distopía de Huxley y la descrita por Orwell es la metodología a través de la cual la humanidad es controlada por gobiernos autoritarios. Huxley argumentó que los humanos serían engañados para aceptar su propia esclavitud a través de antidepresivos y varias distracciones hedonistas, mientras que Orwell sostuvo que el cumplimiento se lograría más fácilmente a través de la censura, el control mental y la violencia. En una carta a Orwell (su profesor de francés de la infancia) al leer 1984, Huxley insistió en que «el ansia de poder puede satisfacerse tan completamente sugiriendo a las personas que amen su servidumbre como azotándolas y pateándolas para que obedezcan». Ciertamente, la novela de Bradbury presenta elementos de ambos; los ciudadanos en su futuro están sujetos a la violencia estatal y también pacificados por el placer y las drogas. Sin embargo, la distinción clave aquí, y la gran contribución de Bradbury a la literatura distópica, es que también elegiríamos nuestra propia esclavitud intelectual.”

“Más bien un distópico cliché, Fahrenheit 451 cuenta la historia de un hombre que se despierta a la realidad de que la sociedad es profundamente opresiva y decide resistir. El protagonista es un bombero llamado Montag, que llega a cuestionar la naturaleza de su profesión. Pero en esta visión del futuro, los bomberos ya no apagan incendios, los inician. Tienen la tarea de quemar libros, que ahora están prohibidos, y con la ayuda de un sabueso mecánico de ocho patas, buscan tenazmente literatura y la destruyen. La tecnología fomenta la alienación, pero un gobierno rara vez impone sistemas de control a la población.

En 1984, la información es cuidadosamente controlada por el estado. En Brave New World, los ciudadanos son bombardeados con tanta información que son incapaces de emitir juicios inteligentes. En Fahrenheit 451, sin embargo, las personas eligen la ignorancia ya que llegan a rechazar la complejidad y la incertidumbre que brinda la literatura; con la proliferación de fuentes de medios más breves y emocionantes, los libros han perdido gradualmente su atractivo.”

 

https://quillette.com/2022/02/12/a-pleasure-to-burn-closer-to-bradburys-dystopia-than-orwells-or-huxleys/